1. Hacía tiempo que nada me motivaba sexualmente. Todo me parecía tan aburrido y simple,
frio, predecible. Realmente disfrutaba más masturbarme que tener relacione sexuales con
personas, hasta que un día mi pasión volvió a despertarse cuando fui a un restaurant del
centro.
Estaba sentado esperando mi pedido hasta que vi entrar a una familia. Parecía la típica familia
americana: un hombre que al parecer venia de trabajar, una chica que no habría de pasar los
12 años, y una mujer, madre y esposa, que despertó todas mis fantasías en el momento en que
la vi cruzar la puerta.
No sé que tenía. Era linda pero no tenia nada que yo no haya visto en otra mujer antes. Se
sentaron en una mesa cerca de la mía y tomaron su pedido. Yo no dejaba de verla, no pude
evitar tocarme por encima de la ropa, ¿me excitaba que sea una esposa?, ¿Que sea madre? no
lo sé, pero sentía que ella me miraba, quizás era paranoia mía. Terminé de comer y me fui para
mi casa a pegarme un baño y masturbarme.
Al día siguiente volví al restaurant a la misma hora a ver si los veía pero sin éxito. Pedí una
milanesa con papas fritas y disfruté de eso al menos.
Decidí ir de vuelta al bar el viernes, mismo día que los había visto. Para mi sorpresa, cuando
entré ellos estaban ahí. Me senté en una mesa cerca y me quede contemplándola. A los 5min
terminaron de comer y su marido se disculpó para retirarse de la mesa e ir al baño. La niña
pidió permiso también y fue al baño de mujeres por su parte.
Ella había quedado sola y de vuelta sentí que me miraba. Le pedí una lapicera al mozo, anoté
mi teléfono en una servilleta y se la alcancé. En seguida ella me dijo nerviosa: ¿QUE QUERÉS?
YO NO TE PEDÍ TU TELÉFONO, ANDATE VA A VENIR MI MARIDO.
Yo me fui sin decirle nada, dejándola con la duda.
Pasaron 3 días y me llamó por teléfono a eso de las 11 de la noche, preguntándome quién soy,
qué quiero, etc. De ante mano, le hice notar que si me llamó es porque ella también quería
algo, y le comenté la fantasía que anduvo por mi cabeza toda la semana: Quería cogérmela
adelante de su marido y de su hija sin que ellos pudieran hacer nada. Ella me dijo que era una
locura y que estaba enfermo. Yo le insistí que no iba a conseguir una oportunidad de
experimentar algo así otra vez, y que podíamos aparentar que era una violación. Además, yo
sabía que su marido la engañaba en la oficina, (aunque no parezca yo nunca cagué a una
mujer). Ella me dijo que no lo podía creer, que era mentira y me empezó a insultar. La verdad
eso me excitaba y me empecé a masturbar con mano en la verga y mano en el tubo telefónico
hasta que indignada cortó.
Pasaron 4 días cuando yo ya había dado todo por perdido y volvió a llamar.
Me dijo que yo tenía razón, que su marido la engañaba hasta con travestis y que había
quedado en su cabeza la idea morbosa de hacer lo que le dije. Así empecé a comentarle mi
plan.
Acordamos para hacerlo un sábado a la noche. Ella puso un somnífero en la comida de su
familia para dejarlos dormidos por 2hs y así atarlos a una silla. Empezó con su marido y con un
gran cargo de conciencia pero no mayor que la excitación que tenia encima, ató a su hija al
2. lado. Cuando todo estaba listo, me llamó por teléfono para indicarme que fuera saliendo para
llegar cuando estuvieran por despertar.
Cuando se despertaron yo comencé a penetrar a la mujer contra la mesa mientras jalaba de su
cabello. Su hija empezó a llorar y su marido a insultarme con todo el odio del mundo. Casi
acabo enseguida por la excitación de la situación, además notaba como a mi presa le estaba
gustando. Ella estaba con miedo de soltar algún gemido, ya que debería parecer que era una
violación, pero en cuanto se la mandé toda adentra no pudo evitar soltar uno y la mirada de su
marido, que era de desesperación y tristeza, se convirtió rápidamente en una de odio al saber
que su mujer estaba gozando.
Saqué el pene de su cuerpo y tomamos una silla, la pusimos enfrente de la silla de su marido y
empecé a cogerla sentada sobre mi, cara a cara enfrentada a la de su marido.
Él no dejaba de insultarla y decirle PUTA DE MIERDA ESTAS GOZANDO CON OTRO, VOS SABIAS
TODO ESTO DE ANTE MANO, TE VOY A MATAR. Pero ella casi no podía responder entre gemido
y gemido. Aquella melodía que sonaba en la habitación era hermosa, los gemidos, los insultos
del viejo y el llanto de la niña. No aguanté más, acabé dentro de ella y le dije a la niña
sonriéndole "Ahora vas a tener un hermanito".
Le empecé a pedir que me masturbe mientras con la otra mano acariciaba a su hija. En seguida
me volvió la erección, estaba disfrutando demasiado. Para entonces estábamos tan excitados
que no podíamos distinguir los insultos de su marido, solo eran gritos y gritos.
Empecé a sentir que estaba por eyacular otra vez, ella se metió la pija en la boca y el semen
entró, pero la frené antes de que lo trague y le ordené que se lo pase a la boca de su hija. Ella
me dio la indicación de que no iba a hacerlo con la cabeza, pero no tuve que repetírselo para
que lo hiciera.
Ver como la madre le pasaba mi semen a su hija de boca en boca me volvía a poner al palo, y
así estuvimos cogiendo durante una hora frente a los 2. Su marido no dejaba de decir que le
había arruinado la vida a su hija, que no se merecía esto, etc., pero en vano eran esas palabras,
nosotros no parábamos de coger por toda la casa, hasta lo hicimos en la cama de la pendeja.
Volví con mi esclava encima mío de vuelta al lugar donde se encontraba su familia. Su marido
empezó a insultarme en todos los idiomas hasta que me cansé, saqué la verga de la concha de
su mujer y le acabé en la cara. Me empecé a matar de risa frente a la humillación en la que
estaba. Después de eso no tuvo nada más que decir, sentía ganas de llorar.
Él le decía "Querida, ¿Por qué me haces esto?" y ella algo tentada a reírse le respondió "Esto te
pasa por haberme engañado". Me dio un beso y me dije "Ahora vengo".
Ahora yo también estaba asombrado, ¿a dónde iba? eso no encajaba en el plan, pero volvió
con un revolver y me indicó que llevara a su hija a otro lado y le tapase los oídos. Eso hice, la
encerré en su cuarto. Ya sabía lo que se venía.
De repente se escuchó un tiro y cuando volví había un gran charco de sangre y el cadáver del
tipo con la cabeza hacia abajo, sentado en la silla, por fin callado.
Quedé asombrado de lo que había hecho. Ella me dijo "se lo merecía, menos mal que te
conocí, necesitaba esto". Esta tipa ahora me daba algo de miedo a mi, pero qué mas daba,
empecé a cogerla nuevamente sin demorar mucho en acabar.
Cuando todo terminó nos besamos, me vestí y me fui. Los dos conseguimos lo que queríamos.
De ahi en más empecé a comer afuera más seguido.
Fin.