La escritura armonica y la inarmonica iv

ABC De La Grafología
J. CREPIEUX - JAMIN
Trascrito por: M. Angélica Cabello G.
Educadora de Párvulos Pontificia Universidad Católica de Chile
Grafo-analista
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LA ESCRITURA ARMONICA Y LA INARMONICA
(Genero Forma)
La armonía de la escritura resulta de sus buenas proporciones, de su claridad, del acuerdo
entre sus partes. La sencillez, sobriedad y soltura precisan mas su valor.
La armonía de la escritura corresponde a la del carácter. Es el gran signo de superioridad.
Bastan las desproporciones, discordancias y exageraciones para caracterizar la escritura
inarmónica. En sus formas peores se da la confusión, la complicación, y, sobre todo, la vulgaridad.
La inarmonía revela la inferioridad de carácter.
En una escritura dada, grande es el valor de la armonía por si sola, pero mas grande
todavía el que tiene por su decisiva influencia sobre todo cuanto pueda el grafólogo observar en
ella. Toda nuestra teoría grafológica descansa sobre la gran síntesis de la armonía o inarmonía de
la escritura, a la que hemos añadido en esta obra y tantas, pacientes afinamientos, las de las
escrituras inorganizada, organizada, combinada y desorganizada. Sin ellas la grafología sin hilo
conductor en sus análisis se perdía en el laberinto de las particularidades y ensalzaba palabras
que se yuxtaponían a si mismo o desligadas y sin vida. En el mejor de los casos cuando las
observaciones eran justas, su imprecisión relativa esterilizaba las conclusiones de sus pretendidos
retratos. Era necesario ir mas allá. La primera etapa, necesaria, fue clasificar los signos teniendo
solo en cuenta los movimientos generales de la escritura. Entonces vimos que una misma cualidad
cambiaba de sentido según el valor del que la poseía; fue nuestra teoría sobre las cualidades de
superioridad o de inferioridad lo que permitió enunciar este principio director: ningún signo
grafológico tiene sentido único y absoluto; su valor se relaciona con la cualidad, extensión,
constancia y energía del movimiento que lo produce; pero su interpretación final depende del
medio.
Esta dificultad parece a muchos insuperable: a los unos les faltan aptitudes psicológicas:
los demás reculan ante el esfuerzo necesario porque se exageran su intensidad. A estos últimos
les ofrecemos nuestra síntesis de las escrituras armónicas e inarmónicas, que al proporcionar una
fase sencilla y sólida para hayar la superioridad o la inferioridad, facilita mucho todas las demás
operaciones del retrato grafológico. No hay observación más fecunda ni mas fácil que la de la
armonía o inarmonía de un escrito, a pesar de la complejidad del resultado, porque los elementos
del problema planteado son muy sencillos.
¿No es acaso maravilloso poder situar un sujeto en su medio psicológico,
aproximadamente en el lugar que ocupa en la jerarquía de caracteres, en brevísimo tiempo?. Para
ello un grafólogo experimentado sólo necesita algunos segundos, pues las discordancias,
desproporciones, exageraciones, confusión, complicación y vulgaridad de la escritura, indices de la
inarmonía, saltan a la vista.
No hace falta dotes extraordinarias para ver inmediatamente que el grafismo de la fig. 45
bis es grosero, informe, desordenado, por lo tanto inarmónico.
Muestra Fig. 46 = choca el tamaño y complicación de las mayúsculas, discordantes por la
dimensión y el movimiento, de una línea a la otra; es una escritura blanda, con sobresaltos. El
haber enmarcado y hecho con regla el XIV es una ocurrencia necia. Por añadidura, este detalle le
retrata, se trata de alguien muy pretencioso.
Fig: 47 = Es menos feo que el anterior, pero también muy inarmónico ya que es
desproporcionado. Sus movimientos (c Y las barras de la t) son discordantes, lo mismo que sus
dimensiones; sin gracia, desordenados: pertenece a un individuo muy vulgar.
Fig: 48 = un documento de escritura imprecisa, confusa, sin gracia, agitada, incoordinada.
Con un poco de práctica saltará a la vista su desarmonía. Era una petición de matrimonio. El
sinvergüenza se expresaba bien, la joven dudaba: la salvó la grafología. Resultó un reincidente de
derecho común.

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Toda exageración provoca rasgos inarmónicos, y las formas exageradas del orgullo son las
mas demostrativas. El orgullo no se esconde: se yergue, se hincha, se admira, y cuanto mas necio,
tanto más ostenta sus pretensiones. ¡Qué bien le va al grafólogo!.
Ni para el novato ofrece ninguna duda la exaltación vanidosa de quien escribe como la
muestra 49: el trazado es discordante, sobreelevado, hinchado: su firma, que desgraciadamente no
podemos publicar aquí, mide 14 cms de altura, y su mayúscula inicial cubre 25cm. Cuadrados.
¡Cuanta importancia!.
De un vistazo se ve la discordancia de las mayúsculas de la fig.50. Hay cinco y miden 6, 8,
10, 18, y 25 mm de altura.
¿Cómo juzgaremos a un sujeto tan inestable?. La sobre elevación de sus mayúsculas
indica que tiene gran confianza en si mismo. Pero aunque le pese, y con ser su escritura correcta y
suelta, por inarmónica implica un pronóstico de mediocridad, por no decir vulgaridad.
Muchas ocasiones se nos brindaran, en las páginas siguientes, de ver escritura
inarmónicas.
Fig. 45bis:- Escritura grosera, informe, desordenada, disparada.
Fig. 46:- Esacritutura desproporcionada, disparada, complicada, discordante, a veces blanda,
Y a veces con extensos movimientos concéntricos y sobre elevados,
Muy lenta y muy inarmónica

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Fig. 47:- Escritura muy inarmónica, desproporcionada, desagraciada, desordenada, discordante
Agitada, sacudida, incoordenada, sobreelevada.
Fig. 48:- Escritura imprecisa, confusa, desagraciada, agitada, incoordenada,
Muy inarmónica.

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Fig. 49:- Escritura muy desigual, discordante, desproporcionada, disparada, sobreelevada
Hinchada, pequeña y sacudida (1, 4 a 3mm). Regresiva, yuxtapuesta, complicada, lenta, muy inarmónica.
Fig. 50:- Escritura muy desproporcionada, sobreelevada, angulosa, estrechada,
Muy inestable e inarmónica.

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XIII.- Escritura pesada, grosera, movida, con volutas, disparada, muy desproporcionada,
Tendida, hinchada. Muy inarmónica.
El examen de algunas escrituras armoniosas pondrá de relieve los contrastes. Recordemos
antes que proporción, orden, claridad, simplicidad, sobriedad, soltura y gracia son las principales
condiciones de los grafismos armoniosos. Las hallaremos todas reunidas en la escritura de P.
Bayle, el eminente autor del Dictionnaire Histórique (Fig. 51). Ligado, simplificado, rápido, este
escrito es a la vez armónico o combinado. Bayle sólo tenía 18 años cuando escribió estas líneas.
¿Es acaso necesario llamar la atención sobre la gracia, las excelentes proporciones, la
perfecta claridad, la simplicidad, las simplificaciones, en una palabra, sobre la armonía de la
escritura de Racine? (fig.52).
Enriqueta Beecher-Stowe, autor de “La Cabaña del Tío Tom”, escribía (fig.53), ordenada y
claramente, con buenas proporciones y soltura; sus trazos eran simples y simplificados,
semiangulosa y suavemente inclinados; su letra tenía el encanto de la armonía graciosa.
Fig. 54 = La letra de Gavarni es de una seriedad, aunque austera, muy armónica. El primer
plano de su definición es: bien proporcionada, ordenada, clara, sencilla, simplificada, progresiva,
acelerada, ligera, gladiolada, de una sobria armonía que salta a la vista, delicada y distinguida.
Tratemos de hablar de la escritura de Beethoven (Fig. 56).
Bethoven escribió raramente en francés: esto no le impide tener mucha soltura, pero esta
muestra es menos movida de lo que suele ser su letra corriente en alemán, a menudo mal
interpretada porque, en lugar de fijarse en lo que tiene y valorarlo, se han hecho digresiones sobre
lo que no tenía. Querer corregir lo que no comprende es un defecto muy corriente.
La escritura de Beethoven no se puede reducir a ninguna otra; si nos sentimos
decepcionados, porque no es cincelada como la de los maestros del Renacimiento, combinada
como la de Bayle o graciosa como la de Racine, quizá sea porque el genio del gran músico está
muy por encima de todos y escapa a cualquier filiación grafológica, por alta que fuere.
Todo Beethoven está en su letra armoniosa, simplificada, límpida, ágil, sin trabas, firme,
resuelta, semiangulosa, extraordinariamente animada y movida, sin dejar nunca de ser noble.
Evidentemente que esto pasa por alto si se mira la escritura al microscopio, o si se concentra la
atención en una firma sin rúbrica, toscamente calcada, lo que la vuelve informe, como ha hecho
cierto autor alemán para demostrar que no es armónica o desarmonía de nueve letras calcadas.
Por otra parte, la armonía tiene mas de una faceta; aún cuando condiciona la superioridad
en general, no se opone por ello al particular desarrollo propio de una personalidad dada; al
contrario, las cualidades fundamentales que ella supone exaltan precisamente la originalidad del
carácter, y sin ella la originalidad es solo extravagancia.

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En la letra de Beethoven destaca su gran armonía junto con las dominantes que suponen
imaginación y sensibilidad brillantes, vehementes, fenomenales, de acuerdo con su temperamento
y las condiciones de su educación primera. Este es el secreto de su escritura, sea dicho de paso
para los que la encuentran misteriosa.
Bajemos de estas cimas. La escritura armónica, indicio de superioridad general, no está
necesariamente ligada a la trascendencia del genio. Muchos, con menos talento que Beethoven,
tienen la letra bien proporcionada, clara, sencilla, y sobria. Son gente de valía, son los verdaderos
sabios (sabios en sentido moral o filosófico), la flor y nata de la sociedad, el sostén, de la
civilización.
Fig. 52:- Racine: Escritura clara, sencilla, simplificada, graciosa, bien proporcionada, ordenada,
Pausada, nutrida, cilíndrica, con velutas.

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Fig. 51:- Escritura armoniosa y bien combinada de F. Bayle; clara, ordenada, sencilla,
Simplificada, ligada, ágil, desahogada, distinguida, sobria.
Fig. 53:- Enriqueta Beecher-Stowe, autora de la cabaña de Tío TOM: escritura clara, bien proporcionada,
Espontánea, ágil y desahogada, sencilla, simplificada, semiangulosa, progresiva,
Acelerada, cilíndrica.

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Fig. 54:- Gavarni: Escritura:
1° bien proporcionada, clara, sencilla, simplificada, sobria, apretada.
2° Nutrida, regular, curva, cilíndrica.

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Fig. 55:- Alfred de Musset: escritura bien proporcionada, ordenada, clara, muy sencilla y simplifi-
Cada, progresiva, acelerada, ligera, gladiolada, de una armonía sobria,
Delicada y distinguida, que salta a la vista.

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Fig. 56:- Escritura de Beethoven, movida, grande y muy desigual (2 a 6 mm), espaciada, ágil,
Y desahogada, desembarazada, límpida, sencilla, simplificada, combinada,
Curva, resuelta.

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Al hablar de nuestra primera síntesis, vimos como la grafología revelaba las sucesivas
adquisiciones, limitaciones, accidentes, y regresiones de la personalidad. Nuestra segunda
síntesis, basada sobre la armonía y desarmonía del trazado, proporciona un rápido control de la
superioridad o inferioridad del que escribe. Toda la grafología gira alrededor de estas nociones
fundamentales; por esto su exposición es la primera lección práctica de la grafología científica.
Aquí solo quiero señalar el interés de estas síntesis preliminares de la grafología a los que
se ocupan de orientación profesional. Para conocer y guiar un niño, para informar y aconsejar a las
familias, se han pensado unas pruebas que suelen ser pesadas y complicadas para los
examinadores, penosas y largas para los examinados. Nuestras dos síntesis resuelven quizás el
problema con más simplicidad y seguridad. Los cuadernos escolares de un niño, a distintas
edades, permiten juzgar sus posibilidades, aptitudes y progresos, sin que sea necesario movilizar a
una honrada maestra y niños. Desarrollaremos en otra obra esta idea, aquí solo apuntada, de un
método grafológico de orientación profesional basado en estas dos síntesis.

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