Este poema explora cómo la mirada y atención de otro transforman a la persona que es observada. Al ser mirada, la voz poética se siente hermosa y gloriosa, pero también vulnerable al estar desnuda ante los ojos del otro. El poema termina sugiriendo que el amor y la atención del otro dejan su huella en quien es mirado con ternura.

1. Ss ff chch
Sss fff chchch
Ssss ffff chchchch
M uoie oiea ieau eauo aoie
B uiea oeau iauo euoi aoie
Rr ueao oaui iuoe eoia aieu
Si tú me miras yo me vuelvo hermosa
Como la hierba que bajó el rocío.
Y desconocerá mi faz gloriosa
las altas cañas cuando baje al río
Tengo vergüenza de mi boca triste
de mi voz rota y mis rodillas rudas.
Ahora que me miraste Y que viniste
Me encontré pobre Y me palpé desnuda.
Ninguna piedra en el camino hallaste
mas desnuda de luz en la alborada.
Que esta luz a la que levantaste
Porque oíste su canto la mirada.

2. Yo callaré para que no conozcan mi dicha
los que pasan por el llano.
En el fulgor que da mi frente tosca
la tremolación que hay en mi mano.
Es noche y baja la hierba al rocío
Mira en el agua y habla con ternura.
Que ya mañana al descender al río
lo que besaste llevará hermosura.