1. EL LIBRO DE ENOC 3
CAPITULO XXX – Palacio de Cristal – Misión de Enoc
EL PALACIO DE CRISTAL
EL TRONO DEL GRANDE EN MISTERIOS
MISION DE ENOC
ÁNGELES DE LAS AGUAS Volver a Indice General Enoc 3
LOS ESPLENDORES
EL PALACIO DE CRISTAL
Las Nubes [1] me invitaron, una Niebla me abrazó,
1.
2. Las Estrellas relucieron y se movieron en esplendor;
Los destellos de los Relámpagos [2] me impulsaron hacia delante
3.
4. Y vientos aceleraron mi ascenso.
5. Me elevaron alto y más alto,
Donde vi una pared construida con Piedras [3] de Cristal,
6.
7. Un cinturón de fuego la rodeaba,
8. Y mi corazón se llenó de terror;
9. Pasé dentro de esta estremecedora llama,
10. Y me acerqué a un poderoso palacio,
11. Sus muros y pavimentos eran de cristal
12. Cada Piedra era de una ardiente brillantez,
13. Y en el techo vagaban las estrellas
14. Con una inquieta y agitada luz;
Lenguas de fuego y relámpagos [4] destellaban
15.
16. Lanzados a través de sus espaciosos salones
17. Y allí había Querubines de un esplendor de llama
18. Como meteoros en un estrellado Cielo.
19. Una deslumbrante llama ardía en sus bastiones
20. Las Puertas eran llamas también,
21. Y cuando entré en este lugar
22. Vi que era caliente como el fuego y frío como el hielo.
23. Cada símbolo de deleite estaba allí.
Pero terror se apoderó de mi espíritu[5] ,
24.
25. Mi corazón latía, mi corazón temblaba
2. 26. Una temerosa agitación se apoderó de mí.
27. Yo caí sobre mi rostro y estaba con dolor y temor;
28. Pero aun veía la Visión en mis ojos.
EL TRONO DEL GRANDE EN MISTERIOS
29. Y miré y vi otra habitación
30. Más vasta y espléndida que la primera;
31. Y todas sus poderosas Puertas estaban abiertas de par en par;
32. Y me detuve firmemente en el medio del siempre arrollante Fuego.
33. Es imposible describir su gloria
34. O su terrible vastedad y magnitud sin límites;
35. Así de grande, excedía su maravillosa estructura en Todas las Cosas. [6]
36. Cualquier Cosa que a los pensamientos del hombre le sea posible concebir
37. Su piso era llama pura deslumbrante
38. Sobre esto había resplandecientes relámpagos [7] y lenguas de fuego,
39. Y arrojadas Flechas [8] había allí.
40. Y la cúpula era de un brillo intolerable.
41. Y en el centro vi un trono
42. De un blanco azulado [9] semejante al hielo iluminado por el Sol. [10]
43. Su Círculo era la circunferencia de la órbita del Sol.
44. Cantos e himnos de Serafines eran escuchados.
45. Y por debajo de este poderoso Trono
46. Fluían Ríos de fuego rojo; [11]
47. Mirar sobre su brillo era imposible;
48. Contemplar y vivir era cosa prohibida.
49. Un Grande [12] en Misterio se sentó sobre el Trono,
50. Cuyo manto era más brillante que el Sol
51. Más blanco que la nieve, resplandecía;
52. Más deslumbrante en sus colores que una montaña de hielo,
53. Ningún espíritu podría mirar sobre su faz.
54. De este Ser, el Glorioso, el Refulgente
55. Ningún mortal podría ver tal luz
56. Excepto dentro del trance de una visión.
57. Un fuego ardiente fuego había alrededor:
58. Un fuego ardiente fuego se levantó por delante;
59. Tal que las miríadas de miríadas que rodeaban el Trono,
60. Ninguno podría acercarse
MISION DE ENOC
61. Pero el Divino no requiere Santo Consejo,
62. Ni la sugerencia del Sabio de los Cielos.
63. No obstante, los Espíritus puros que estaban alrededor y cerca.
64. No se apartaron un momento de aquella gloria.
65. Ellos no se fueron de aquella gloriosa y ardiente Presencia,
66. Porque allí está el efusivo Paraíso.
67. Allí tapé mi rostro
68. Y avancé con tembloroso pavor,
69. Mi corazón se estremecía mientras andaba.
70. Entonces el Divino me llamó, diciendo:
71. ¡Acércate aquí, Enoc, a mi misión!
72. Y fui elevado aun hasta la entrada;
73. Pero mis ojos estaban fijos en el piso.
74. Entonces dirigiéndose a mi, la voz habló.
75. Escúchame, y no seas temeroso
76. ¡Acércate aquí y escucha!
77. ¡Desciende a los Caídos de la Tierra!
78. Miré y en la mano de Dios vi flores, [13]
79. Su hermoso Cetro.
80. Mire nuevamente y vi relámpagos, [14]
81. A estos también El esgrimía como un Cetro.
82. Entonces los Serafines, Querubines y Ofanines
83. Vieron el Esplendor incansable del Más Alto,
3. Quién no conoce descanso, [15] ni reposo o adormecimiento,
84.
85. Sino que cuidan el Trono de Dios por siempre.
86. Y vi Ángeles, innumerables millares,
87. Miríadas de miríadas en aquélla Casa de Fuego;
88. Con ellos estaba el Hermoso,
89. Cuyo manto tenía una gloria indescriptible,
Y los Veinticuatro Ancianos, [16]
90.
91. Cargaban en Carruajes de llama,
Estrepitosos Truenos. [17] Resplandecientes Relámpagos [18]
92.
¡Así ellos andaban por la Sendas del Sol! [19]
93.
94. Entonces caí postrado,
95. Mientras toda mi carne se desvanecía,
96. Mi espíritu también llegó a ser cambiado
ÁNGELES DE LAS AGUAS
97. Fui transferido a una brillante estrella.
98. Océanos de fuego [20] combinados con Océanos de Aguas. [21] Vi sus blanquecinas y brillantes olas avanzar en la
luz del Sol, hermosas como un ejercito de cisnes
99. Por encima y sobre ellos, innumerables Espíritus Benditos. Algunos de ellos estaban alados y otros sin alas, pero
todos eran hermosos.
100. Y torrentes de cantos y melodías se escuchaban. El dulce acento de doradas arpas, y de voces cantando el
Amor de Dios y de la Belleza que habita en los Cielos.
101. Oh habitantes de en medio de las estrellas
102. Quienes se mueven sobre el oleaje de lúcidos fuegos
103. Llevados en medio de la impetuosa música de las esferas,
104. En medio de los dulces ecos del mar
105. Uds. son Ángeles, Ángeles de las Aguas.
106. Escuchen la cuerda de arpa de mi temblorosa alma
107. Denme de su Sagrada Sabiduría
108. Para que pueda enseñar a los errantes de la Tierra.
109. Ellos respondieron: Dios te proteja;
Recibe esta Vara Sagrada [22]
110.
Y con ella marca [23] a los hijos de los hombres
111.
112. Con la celestial señal del Uno
LOS ESPLENDORES [24]
Vi Otro [25] Esplendor.
113.
114. Los Espíritus de este Alto Cielo.
115. Ellos respondían a sus nombres uno por uno
116. A medida que la Voz de Dios los llamaba.
117. Dios habló y los Espíritus lo escucharon.
118. A cada uno le fue asignada luz, en ese momento,
119. Luz de acuerdo al brillo de sus Obras.
120. Porque el esplendor genera esplendor.
121. Vi los Espíritus transferidos,
122. Ellos transmigraron a lo Bello;
123. Se entremezclaron con las Inteligencias Celestiales
124. Que brillaban alrededor de los Tronos de Infinidad;
125. Esplendores emanaban desde estos Espléndidos
126. Como las luces desde el Sol y las estrellas;
127. Nunca su belleza es atenuada;
128. Esta es la esencia de su propia naturaleza.
129. El Señor de los Espíritus se sentó sobre su Trono;
130. El Espíritu de Belleza estaba sobre Él;
Relámpagos [26] salían de sus labios;
131.
132. Los pecadores lo vieron y perecieron
133. Pero a las Santas Esencias de los Cielos,
Los que recibieron los Mandamientos [27] de Dios,
134.
135. Una combinado poder, multiforme, miríadas de ojos,
4. 136. Voces, esplendores como fuego, le fueron dados.
137. Y todos ellos entonaban himnos ante Él,
138. Como si fueran una sola voz,
139. Bendiciendo, glorificando, exaltando a Él,
140. El Uno, el Santo de las edades.
141. Cada poder que está en los Cielos,
142. Y todas las Inteligencias puras,
143. Los Querubines, los Serafines, los Ofanines;
144. Todos los Espíritus de Poder,
Y todos los Poderosos [28] de Sabiduría
145.
146. ,Elevaron sus sagrados himnos de luz,
147. Amor y alabanzas delante del Padre,
148. Bendiciendo, glorificando a Él, el Santo.
149. ¡Bendito eres tu, oh Señor!
150. Y sea alabado tu Nombre por siempre,
151. Todos los que están en los Cielos te bendicen;
152. Todo Santo entre los celestiales te alaban.
153. Todo puro que habita en el paraíso,
154. Cada espíritu que vive en luz,
155. Cada mortal que ha conocido la Verdad
156. Glorifica tu nombre por siempre y siempre.
157. Grande es tu benevolencia, oh Señor,
158. Y tu poder de generación en generación.
159. Tu majestad y magnificencia, cuan grandes son.
160. Profundos son todos tus Misterios.
[1] Ver III:1
[2] Ver V:56,69
[3] Ver XXII:104
[4]
Ver V:56,69
[5] 1En.LX:3
[6] Ver III:107
[7] Ver V:56,69
[8]
Ver V:69
[9]
Ver XXIX:70
[10] Vers. 88,121, IV:3
[11] Ver V:22
[12] Ver III:17
[13] Ver I:81
[14] Ver V:56,69
[15] Ver XXVIII:134
[16] Ap.4:4
[17] Ver XXIX:73
[18]
Ver V:56,69
[19] Ver IV:3
[20] Ver XVI:94; I:29; VII:21; XIII:1; 2En.XXIX:1
[21] Vers.97-112; I:83; III:19; V:23; VI:75; IX:35-36; XII:87, 106; XIII:10, 17, 59, 109; XV:5; XVI:87, 95, 97; XVII:31, 105; XVIII:137; XXI:66; XXIII:79;
XXIV:5, 15; XXVI:17, 62, 100; XXVII:54, 79; XXIX:33, 43-44, 79-80, 110-115; Esd.XVI:57-60
[22] Ver XXVI:4
[23] Ez.9:4; Ap.7:3, 9:4, 14:1
[24] Ver IX:33
[25]
Ver XX:3
[26] Ver V:56,69
[27] Ap.12:17, 14:12; 1Jn 5:2-3; 1En.XVIII:15
[28] Ver IX:34-37