Un padre observa a su hijo que está sufriendo en silencio. Aunque el hijo finge que todo está bien, el padre puede ver a través de su máscara y nota que ya no sonríe con sus ojos. El padre sufre junto a su hijo pero no lo presiona para que hable, sólo permanece a su lado para brindarle amor. Una mañana, el padre se sienta junto a su hijo mientras duerme para mostrarle que no está solo, y deja que se duerma acunado en sus brazos para que su corazón se cal
1. TE VI...
(Familia)
Hoy despertaste callado, ya anoche no te sentías muy bien, te está afectando demasiado y no
sabes qué hacer.. sueles ser una persona que habla, quizá no mucho pero es porque es tu
forma de ser, pero hoy.. hoy no hablas ¿qué té pasa?, ello me demuestra que algo tienes.
Si te preguntan sonríes o una de tus máscaras se interpone en tu rostro y sólo contestas:
"nada, es que hoy me levanté cansado". Entonces los demás ya no te preguntan más si te
ocurre algo, ahora ya saben que es porque estás cansado.
Pero, yo sé que no es eso, porque tu expresión es tan clara para mí como lo es el agua, cada
una de tus muecas refleja tu sentir. Crees que no lo veo, pero yo te conozco, no me es
necesario entrar en tu alma para saber que algo te pasa. Tu risa, no es la misma, distingo muy
bien cuando ríes desde el corazón, porque te brillan los ojos, en cambio hoy... cuando te
pregunté también reíste, pero esos ojos tan hermosos... no tenían brillo, y esa mueca que tu no
te ves, me dijo: "te necesito."
Yo sé que estás mal, finjo que no me doy cuenta y sufro a tu lado. No te pregunto más y sólo
estoy cerca de ti. Te veo nervioso, cada vez te cuesta más llevar ese peso, piensas que eres el
único que sufre tanto que no te voy a comprender, que no te voy a poder ayudar, pero eso no
es lo importante, sí lo que te puedo dar: mi amor.
Te miro furtivamente porque sé que finges, y eso te agota, no quieres que nadie se dé cuenta,
eso es muy cansado, lo sé, y esperas el momento de estar a solas para desahogarte, para
quitar la máscara de que todo va bien y ponerte a llorar. Cuando no te tengo a la vista sé que lo
estás haciendo, escondido y cansado de tanto fingir que todo va bien.
Hay momentos que se te hacen tan insoportables que quisieras dejar de pensar, entonces te
vas a la cama, quieres dormirte largo tiempo sin soñar, para olvidar, a veces lo consigues pero
cuando despiertas el dolor ahí está, esperándote paciente.
Piensas que si sales a correr, o si vas al cine olvidarás, o que mañana ya estarás bien pero no
es así, el dolor sigue.. y yo, sin tú saberlo, sufro a tu lado.
Me gusta pasar cerca de ti y mirarte, esos momentos en que estamos juntos un instante y sin
saberlo mis ojos te dicen: te amo... pero sigues tenso, cada vez más cansado, te pones de mal
humor pero eso no está mal... es sólo el dolor... Y un día en la mañana al despertar me ves
sentado a tu lado, en la cama, mirándote, y entonces descubres con alegría interna de que no
te había dejado sólo, que sólo te dejaba hacer, que esperaba que me hablaras.
Y esta vez intentas hablar pero no te salen las palabras, aún queriendo no lo puedes hacer...
pero no importa y te doy un beso en la frente, acuesto tu rostro sobre mi pecho y dejo que te
duermas... y si supieras la alegría que tengo al sentir por fin tu corazón descansar, oigo sus
latidos, reposados, calmados, con un trasfondo de susurro.. te quiero papá... y nuestros
corazones se hablan sin palabras.. y así mi niño, veo como te duermes en mis brazos... Sabes
que nunca estarás sólo, que siempre me tendrás a tu lado... Tu miedo por fin se ha apagado...
TE QUIERO, PAPÁ...
Anónimo