Percepciones y actitudes hacia la población de origen extranjero
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1. HABITATS HIDROTURBOSOS Y TOFICOLAS DE INTERES COMUNITARIO
DE LA CAPV
Patxi Heras y Marta Infante
INTRODUCCIÓN
En el caso de este grupo de hábitats nos encontramos con situaciones
bastante dispares que dificultan el hallar elementos comunes. Englobamos en
este capítulo dos categorías de ambientes, los hidroturbosos y los tofícolas,
con biotas y características ecológicas bien diferentes. Además, la
denominación de “hábitats hidroturbosos” es un cajón de sastre que acoge
sistemas muy diferentes que en determinadas ocasiones precisan de una
revisión y mejor definición.
Se trata de ambientes húmedos que en nuestra región suelen presentarse en
forma de pequeños humedales de aparición muy puntual y de reducida
extensión. Lo que los diferencia de otro tipo de humedales (como lagos,
lagunas, marismas) es su carácter anfibio, tratándose de ambientes en la
frontera entre el mundo acuático y el terrestre en los que el agua puede no ser
muy evidente, sin llegar a formar láminas abiertas de agua. De hecho, el agua
impregna la vegetación y el sustrato, moviéndose sobre ellos o empapándolos.
Muchos de estos hábitats son medios cenagosos en los que la vegetación
crece sobre suelos encharcados.
Si buscamos algo en común entre estas dos categorías de hábitats, podemos
señalar que en ambos:
1º los briófitos (musgos y hepáticas) constituyen una proporción muy
importante de la biomasa vegetal
2º se crea un depósito, una acumulación de materia mineral (arcilla,
travertino) u orgánica (turba), la mayoría de las veces estrechamente
dependiente de la vegetación que se desarrolla en el hábitat. Una
propiedad muy interesante de estos depósitos es que constituyen
“registros históricos” de los cambios climáticos y del paisaje vegetal del
pasado reciente.
El hecho de sustentar una flora y fauna exclusivas y expresamente adaptadas
a las peculiares condiciones ecológicas de estos ambientes justifica que en el
contexto de la Unión Europea sean considerados “Hábitats de Interés
Comunitario”. Además, se trata de hábitats frágiles, muchos de ellos víctimas
de agresiones que hacen que se encuentren en regresión en la mayoría de los
países europeos.
¿QUÉ ENTENDEMOS POR HABITATS HIDROTURBOSOS Y TOFICOLAS?
Hábitats hidroturbosos
Consideramos como hidroturbosos aquellos medios húmedos desarrollados en
condiciones de anegamiento del suelo y cubiertos de una flora y vegetación
con capacidad de formar turba (independientemente de que en la actualidad la
formen o no). Se trata de hábitats cuyas condiciones de anegamiento, falta de
aireación y escasez de nutrientes favorecen en principio la acumulación de
materia orgánica procedente de la mala descomposición de restos vegetales.
2. Tal y como la hemos definido aquí, esta acepción se corresponde con el
término en lengua inglesa mire.
Es grande la diversidad de los hábitats hidroturbosos. Tenemos en primer lugar
los medios que llegan a acumular espesores notables y obvios de turba. Son lo
que consideramos como turberas genuinas (turberas sensu stricto).
Seguimos para ello la definición proporcionada por Joosten & Clarke (2002):
área con un depósito de turba de entre 30 y 40 cm de espesor mínimo. Este
depósito de turba debe extenderse por la mayoría del enclave hidroturboso y
de forma continua. También es importante saber que una turbera s.s puede
presentar su superficie cubierta por vegetación turfófila (y por lo tanto ser una
turbera “viva” o activa en la actualidad) o no (turbera “fósil”).
Por otro lado también podemos encontrarnos humedales cubiertos por una
vegetación propia de turbera, pero que carecen de depósito de turba o lo
poseen de forma discontinua o en espesores tan mínimos que cuesta
reconocerlo. Se trata de lo que denominamos “medios paraturbosos”, un
grupo muy heterogéneo de humedales hidroturbosos que incluyen situaciones
muy variadas y mixtas, donde aún queda mucho por estudiar y definir.
Designamos también a estos ambientes como “trampales” y, de una forma muy
sucinta y siguiendo un gradiente de acidez – basicidad y de estado trófico, ,
pueden distinguirse tres tipos básicos: trampales acidófilos (los más
oligotróficos y con el tapiz muscinal dominado por esfagnos), trampales
basófilos (eútrofos y con tapiz muscinal dominado por musgos de la familia
Amblystegiaceae) y trampales subneutrófilos (mesótrofos, con esfagnos
puntuales o marginales).
Es importante insistir en esta distinción entre turberas s.s. y medios
paraturbosos porque presentan procesos ecológicos e históricos diferentes, así
como valores naturales y patrimoniales distintos. En consecuencia, también
implican políticas de gestión y conservación diferenciadas y adecuadas a cada
caso.
Mientras que las turberas s.s. son muy raras en la CAPV (sólo dos
representantes: las turberas del Zalama y Usabelartza, además de la extinta
Turbera de Saldropo), los medios paraturbosos están ampliamente distribuidos
por nuestras áreas montañosas. Se han registrado un gran número de casos,
del orden de 550 enclaves, en gran mayoría de reducida área (el 55% de los
enclaves tienen una superficie menor de 2.000 m2). El mapa de la figura 1
indica la presencia de los hábitats hidroturbosos en la CAPV.
Los hábitats hidroturbosos en general, y las turberas s.s. en particular, se
encuentran entre los ecosistemas más amenazados del mundo. También son
de los más olvidados en las políticas de conservación. Todo ello los convierte,
en palabras de R. Lindsay (1993), en las "cenicientas" de nuestros hábitats
naturales, víctimas de una actitud general de olvido y desconocimiento, muchas
veces también de desprecio u hostilidad.
3. Fig. 1. Zonas geográficas con presencia de hábitats hidroturbosos (turberas s.s. y
medios paraturbosos) en la CAPV.
Hábitats tofícolas
Se trata de zonas húmedas desarrolladas en aguas “duras”, muy cargadas de
cal. Debido a esto, nos encontramos ante hábitats “petrificantes” puesto que las
plantas y, muy especialmente, los musgos quedan envuelto por un precipitado
calcáreo que con el paso del tiempo origina un depósito pétreo conocido por
travertino.
Puesto que la precipitación de carbonato cálcico requiere aguas agitadas y bien
aireadas (a diferencia de los hábitats hidroturbosos), este hábitat se desarrolla
en torno a cascadas, manantiales y surgencias kársticas. Otra diferencia con
los hidroturbosos es que los hábitats tofícolas presentan una flora compuesta
por especies marcadamente calcícolas.
4. LOS HABITATS HIDROTURBOSOS Y TOFICOLAS DE INTERES
COMUNITARIO EN LA CAPV
La tabla I resume la presencia en la CAPV de los hábitats hidroturbosos de
interés comunitario.
HABITAT DE INTERES COMUNITARIO PRESENCIA EN LA CAPV
4020. Brezales húmedos atlánticos de zonas en mosaico con trampales acidófilos
templadas de Erica ciliaris y Erica tetralix (*)
7110. Turberas altas (*)
Turbera de Saldropo (†)
7130. Turberas cobertor (* para las activas) Turbera del Zalama
7140. Turberas de transición Turbera de Usabelartza + trampales acidófilos +
trampales subneutrófilos
7150. Depresiones en substratos turbosos del en mosaico con trampales subneutrófilos
Rhynchosporion
7210. Areas pantanosas con Cladium mariscus trampales basófilos
y especies de Caricion davallianae (*)
7220. Formaciones tobáceas generadas por hábitats petrificantes
comunidades briofíticas en aguas carbonatadas
(*)
7230. Turberas minerotróficas alcalinas trampales basófilos
91D0. Turberas boscosas (*) Parque Natural de Izki
Tabla I. Tipos y presencia de los hábitats hidroturbosos de interés comunitario en la
CAPV.
Presentamos a continuación la situación de cada uno de estos hábitats.
HABITAT 4020. Brezales húmedos atlánticos de zonas templadas de Erica
ciliaris y Erica tetralix (*)
Son formaciones de pequeñas matas ericáceas desarrolladas bajo climas
marcadamente atlánticos y sobre suelos ácidos que se mantienen húmedos
durante todo o casi todo el año, aunque sin encharcamiento. En realidad, este
hábitat se escapa del concepto de hábitat hidroturboso, pero como se
desarrolla en relación estrecha con estos medios son tratados aquí.
En la CAPV este hábitat aparece en mosaico con el Hábitat 7140,
principalmente formando orlas en la periferia de los enclaves de este hábitat y
en transición hacia los brezales secos circundantes. Se han detectado un total
de 13 enclaves, con una superficie estimada de 8'5 ha, en dos zonas
geográficas: Sierra de Ordunte y Gorbea.
De todas las amenazas detectadas para este hábitat, las más importantes son
los desbroces mecánicos del brezal, el riesgo de instalación de parques eólicos
(en especial en la Sierra de Ordunte) y las quemas ganaderas. Consideramos
el estado de conservación del hábitat en la CAPV de «Desfavorable
Inadecuado». La superficie de ocupación del hábitat en la CAPV es pequeña y
5. fragmentada, pero existe un efecto de refugio al aparecer en mosaico con el
Hábitat 7140, en forma de pequeñas manchas dispersas en numerosos
enclaves de este hábitat. Por otro lado, las agresiones procedentes de los
desbroces y fuegos ganaderos son puntuales. No obstante, la posibilidad de
intensificación de fuegos ganaderos y desbroces mecánicos y la de la
resurrección del Parque Eólico de Ordunte aconsejan una labor de seguimiento
y vigilancia del hábitat.
Aunque también es precisa una mejora del conocimiento de hábitat, en los
últimos años se han producido ciertas actuaciones que han mejorado tanto el
conocimiento previo del Hábitat 4020 como su estado de conservación,
destacando especialmente la paralización del proyecto del Parque Eólico de
Ordunte y la realización de estudios promovidos tanto por la empresa
interesada en el Parque Eólico de Ordunte como para establecer el plan de
gestión del LIC de Ordunte.
HABITAT 7110. Turberas altas (*)
Son turberas que resultan de la evolución de un sistema minerogénico hacia
otro ombrotrófico a partir de la colmatación de una cuenca palustre. La intensa
acumulación de turba aísla la capa freática de la turbera de la de su cuenca y
se originan así “turberas abombadas” de perfil convexo cuya superficie está por
encima del nivel general del terreno.
Nos encontramos ante un hábitat extinto en la CAPV ya que el único enclave,
la Turbera de Saldropo (Gorbea), desapareció a finales de los años ochenta del
pasado siglo víctima de una explotación para aprovechar su turba para la
elaboración de sustrato de jardinería.
La Turbera de Saldropo era un biotopo de un valor natural y patrimonial sin
parangón en la CAPV. Sin duda la mayor pérdida es la destrucción del registro
histórico que representaba su depósito turboso, del que apenas tuvimos tiempo
para vislumbrar su importancia para entender los cambios ambientales (clima,
vegetación, paisaje, usos humanos) en los últimos 6.000 años (Infante & Heras
1987, Peñalba 1992).
Tras su destrucción, gracias al apoyo del Departamento de Agricultura de la
Diputación Foral de Bizkaia, se inició un proyecto de restauración ambiental
que, basado en la idea de ayudar a la renaturalización espontánea, ha
convertido el lugar en el llamado Humedal de Saldropo. La recuperación ha
sido asombrosa y tras más de 20 años el lugar se ha convertido en un bosque
húmedo al que han regresado algunos vegetales propios de turberas y en un
refugio para la fauna (Barraqueta et al. 1997, 2012).
HABITAT 7130. Turberas cobertor (* para las activas)
Las cobertor son turberas ombrógenas, alimentadas por agua de procedencia
exclusivamente atmosférica (lluvias, nieblas). A diferencia de las turberas altas,
las cobertor no precisan de cuencas palustres previas, sino que la turba se
acumula sobre terrenos previamente secos. Su forma de generarse hace de
estas turberas un hábitat extremadamente sensible a los cambios ambientales
y muy frágil ante las agresiones antrópicas.
Este hábitat está representado en la CAPV por único caso: la Turbera del
Zalama (Ordunte). Se trata de la turbera cobertor más oriental en la Península
6. Ibérica, donde este tipo de turberas tiene el límite meridional de su distribución
europea. Su área de ocupación es muy reducida, sólo 2’5 ha, si bien en la
actualidad sólo se conserva el 50% de la superficie original. La causa de esta
enorme pérdida de superficie es la erosión que sufre la turbera. Quizás el
proceso erosivo se haya iniciado de forma natural, pero los fuegos ganaderos
que prendieron el depósito hace ya décadas han agravado enormemente el
problema. La erosión y pérdida consiguiente de extensión han producido una
desecación de la superficie de la turbera que ha conllevado a la desaparición
de varias especies de briófitos hidrófitos. Por ello, consideramos que el estado
de conservación de esta turbera es de «Desfavorable Malo».
A pesar de este grave problema, la turbera se mantiene activa, gracias la
población de Eriophorum vaginatum, planta con gran poder turfógeno que tiene
en la Turbera del Zalama su única localidad vasca.
Además de las quemas ganaderas, la pista que hasta hace poco cruzaba la
turbera y la circulación de vehículos son las principales amenazas. Hace ya
varios años también el Parque Eólico de Ordunte amenazó la Turbera del
Zalama, pero una pertinente modificación del plan alejó el emplazamiento de
arogeneradores sobre la turbera.
En los últimos diez años se han emprendido varias actuaciones que han
contribuido a mejorar el conocimiento y la conservación de la Turbera del
Zalama. En 2002 un estudio sirvió para caracterizar la turbera y diagnosticar su
problemática y estado de conservación, complementado poco después con un
mapa. Eriophorum vaginatum fue incluida en el “Catálogo Vasco de Especies
Amenazadas de la Fauna y Flora, Silvestre y Marina”, se aprobó su Plan de
Gestión y recientemente su población ha sido objeto de seguimiento. La
percepción del valor de la turbera incluso hizo que se modificara el recorrido de
la maratón Galarleiz. En 2009 se procedió al vallado perimetral de la turbera y a
un ensayo de control de la erosión.
HABITAT 7140. Turberas de transición
Este hábitat plantea problemas de interpretación importantes. Su definición y
presencia en España es imprecisa y necesita de revisión y consenso. Aquí
hemos seguido la “definición mejorada” de Martínez Cortizas et al. (2009):
“hábitats turbosos (tremedales) de naturaleza minerogénica que reciben
aportes de aguas de escorrentía y subterráneas que presentan una gran
diversidad de subtipos morfológicos y que pueden asimilarse al concepto de
fen en la literatura inglesa”.
En la CAPV consideramos “mires de transición” a los hábitats hidroturbosos,
generalmente de reducido tamaño, desarrollados en terrenos con pendiente,
con aguas en lento movimiento, generalmente con mayor o menor presencia de
esfagnos. Aunque la vegetación es potencialmente generadora de turba, la
inmensa mayoría de los casos de la CAPV no presentan acumulación de turba
aunque sí pueden tener interesantes depósitos de naturaleza mineral, arcillosa,
con contenido húmico más o menos elevado. La oxigenación que provoca el
movimiento del agua impide la formación de turba, por lo que nos encontramos
ante medios paraturbosos. No obstante, hay un enclave que puede
considerarse turbera s.s.: la Turbera de Usabelartza.
7. El 7140 es el hábitat hidroturboso mejor representado en la CAPV, con 333
enclaves detectados y una superficie estimada de unas 140 ha. Está presente
en ambas regiones biogeográficas (Atlántica y Mediterránea), si bien de forma
muy desigual, ya la Región Atlántica concentra el 95’8% de los enclaves y
98’5% de la superficie, mientras que en la Región Mediterránea: sólo se han
detectado 14 enclaves en la cara norte de la Sierra de Arcena (Alava).
Conforme a esta amplia distribución y abundancia de enclaves, el Hábitat 7140
presenta una rica variedad de tipos. Consecuencia de la gran variabilidad de
condiciones ecológicas que se dan en muy poco espacio, en función del grado
de encharcamiento y movimiento del agua, la flora de este hábitat es muy rica
en especies. En el futuro debe estudiarse y precisarse mejor toda esta
variabilidad y diversidad.
La principal causa de degradación del Hábitat 7140 en la CAPV es el uso
ganadero. El ganado produce varios efectos (pastado, estercolado y
eutrofización, pisoteo y remoción del suelo). Además, las prácticas ganaderas
suelen llevar frecuentemente asociadas la realización de labores de drenaje y
el uso del fuego. Sin embargo, la gravedad del daño por ganado depende
mucho de de la carga ganadera. Una presión elevada altera la vegetación
profundamente y destruye la estructura y función del hábitat, pero sin ganado la
vegetación del hábitat sufre una progresiva transformación y embastecimiento,
que puede incluso llevar a la pérdida de especies valiosas.
Existen además otras amenazas importantes, aunque más puntuales. Por
ejemplo las obras de captación de aguas para el suministro de poblaciones,
fuentes y abrevaderos para el ganado han alterado o destruido ciertos
enclaves. También, las infraestructuras necesarias para el funcionamiento de
los parques eólicos han dañado algunos enclaves, por ejemplo en la Sierra de
Elgea. Más extendidas son las perturbaciones que provocan la circulación de
vehículos (todoterrenos, BTTs, motocicletas) y explotación de las plantaciones
arbóreas desarrolladas en las inmediaciones de los enclaves del Hábitat 7140.
A pesar de las variadas agresiones a las que se enfrenta el Hábitat 7140 en la
CAPV, y sobre todo por los numerosos enclaves y amplia distribución, su
estado de conservación puede considerarse de «Desfavorable Inadecuado».
En los últimos años se han promovido bastantes actuaciones que han
mejorado el conocimiento y estado de conservación del Hábitat 7140 en la
CAPV. Los estudios realizados y vallados para proteger determinados enclaves
de los parques naturales de Urkiola (1995-2004), Gorbeia (sectores de
Larreder, Orozko y Arkarai – Burbona, 2001 - 2007) e Izki (2003 – 2008), así
como en Jaizkibel (2002 – 2009), Arbarrain, Belabieta y Usabelarta (2008 –
2009) han contribuido enormemente a conocer la presencia del hábitat en la
CAPV. Desde 2009 se ha venido recopilando y actualizando la diversa y
abundante información existente gracias a trabajos promovidos por Ihobe.
También debe indicarse la realización de estudios encaminados a determinar el
impacto de los parques eólicos en este hábitat (Azkorra et al. 2008, Heras &
Infante 2008), así como iniciativas didáctico – divulgativas (Larreder, Arkarai)
importantes para combatir el desconocimiento de los valores del hábitat y la
falta de aprecio por estos ambientes existente entre el público general y la
población local.
HABITAT 7150. Depresiones en substratos turbosos del Rhynchosporion
8. Corresponde a comunidades pioneras, pero muy constantes, sobre turba o
arena empapadas, en zonas de surgencia y en la zona de fluctuación de
charcos oligotróficos, que aparecen en el seno de otros hábitats hidroturbosos
como turberas ombrotróficas o de transición. Florísticamente es reconocible por
la presencia de Rhynchospora alba y R. fusca, con Drosera intermedia.
Es importante el carácter de comunidad altamente constante para distinguirla
de otras comunidades pioneras transitorias, favorecidas por la actividad del
ganado, como la formada por pequeños juncos, sobre todo por el colonizador
Juncus bulbosus, habitual en numerosos trampales de la CAPV, así como la de
Drosera intermedia con Rhynchospora alba de ciertas depresiones lodosas
producida por el pisoteo de las reses. Por otro lado, la mayoría de los
ambientes donde aparece R. alba en la CAPV tampoco coincide con este
hábitat, ya que no son calveros más o menos desnudos, sino que esta
ciperácea surge mezclada con la vegetación herbácea de suelos encharcados
dentro del hábitat 7140.
Según esto, se trata de un hábitat extraordinariamente raro en la CAPV,
restringido a un enclave hidroturboso (Galbaniturri 1) en Izki (Alava) y en
mosaico con el Hábitat 7140. Su superficie de ocupación es muy reducida,
aproximadamente 70 m2, pero con un extraordinario valor al albergar la mayor
población de las cuatro localidades españolas de Rhynchospora fusca.
La estrecha dependencia del Hábitat 7150 en el trampal de Galbaniturri 1 del
punto manantío sobre el que se localiza hace que la principal amenaza sea
cualquier afección que modifique este manantío. Otra causa de alarma es el
uso ganadero, sobre todo porque al lado del enclave existe un área de
concentración del ganado vacuno. Asimismo, otra fuente de preocupación es la
pista que atraviesa el trampal muy cerca de la localización del Hábitat 7150, si
bien los seguimientos y vigilancia efectuados muestran que esta localización
queda relativamente protegida al quedar ligeramente más elevada que el resto
del trampal. Por todo esto, pero sobre todo por la reducidísima superficie
ocupada, toda ella además concentrada en un pequeño lugar, consideramos
que el estado de conservación del hábitat es de «Desfavorable Malo».
A causa de estos riesgos, entre 2006 y 2008 se realizó el seguimiento y
vigilancia de la localidad del Hábitat 7150, lo cual permitió conocer las
condiciones concretas que determinan el establecimiento de este hábitat en
Galbaniturri, gracias a un afloramiento de aguas subterráneas, de aguas con
características físico-químicas muy diferentes de las que discurren por el fondo
de la vaguada y que originan el resto del trampal, asignable al Hábitat 7140.
HABITAT 7210. Areas pantanosas con Cladium mariscus y especies de
Caricion davallianae (*)
Son formaciones dominadas por la ciperácea Cladium mariscus, en humedales
de aguas más o menos carbonatadas. Es un hábitat con cierto carácter
termófilo y en la CAPV se desarrolla sobre litologías calcáreas.
En la CAPV este hábitat se distribuye tanto por la Región Atlántica como por la
Mediterránea, con un reparto de enclaves y superficies no muy diferentes entre
ambas. Se han detectado un total de 10 enclaves (Zendoia et al. 2006) con una
ocupación de 2’8 ha. Todos ellos se deben a afloramientos hídricos en
contactos de litologías permeables e impermeables, salvo el enclave
9. desarrollado en el margen del Lago de Arreo, presentando por ello
características diferenciadas del resto.
Mientras que en la Región Atlántica de la CAPV existen cuatro enclaves
distribuidos entre Alava (Montes de Vitoria e Izki) y Gipuzkoa (Jaizkibel y
Aralar), con una superficie de ocupación de 15.977 m2 (el 55’53% del total de la
superficie detectada en la CAPV), en la Región Mediterránea son seis los
enclaves detectados, todos ellos localizados en Alava, con 12.795 m2 (el
44’47% del total).
El uso ganadero es la principal amenaza para el Hábitat 7210 en la CAPV,
aunque su impacto es variable, desde leve o casi nulo en varios de los
enclaves hasta muy preocupantes en el de Larraitz, donde además se da un
problema de invasión por leñosas nativas (Alnus glutinosa y Fraxinus excelsior)
que empobrecen y reducen la comunidad de Cladium mariscus. La desecación
antrópica de los trampales del Hábitat 7210 es también una agresión grave. En
el caso de Larraitz, por ejemplo, existe una captación de aguas que hace que el
humedal se seque parcialmente. Más puntuales son otras amenazas, como
presencia en el enclave de Higer de Baccharis halimifolia, arbusto con gran
capacidad invasora que con el tiempo podría modificar la composición de la
comunidad de Cladium mariscus, o el uso agrícola que provoca el drenaje de
los tres enclaves de Korro (Alava) para su puesta en cultivo, hecho que hace
sospechar que se haya producido la desaparición de otros enclaves.
La reducida representación del enclave 7210 en la CAPV, así como las
amenazas detectadas y el riego de desaparición de uno de los escasos
enclaves (Larraitz), conducen a que el estado de conservación de este hábitat
sea de «Desfavorable Inadecuado». Por otro lado, no existen acciones
recientes que hayan contribuido a mejorar el estado de conservación del
Hábitat 7210 en la CAPV, salvo el incremento del conocimiento del hábitat
gracias al trabajo realizado por Zendoia et al. (2006).
HABITAT 7220. Formaciones tobáceas generadas por comunidades
briofíticas en aguas carbonatadas (*)
Son ambientes de aguas cargadas de carbonatos y con formación de
travertinos que pueden darse por manantiales de caudal más o menos
continuo, a veces incluso simplemente flujos rezumantes, muchas veces
vinculados a sistemas kársticos, así como en ámbitos fluviales y lacustres en
los que se desarrollan cascadas con barreras tobáceas que represan las
aguas. Estas aguas carbonatadas mantienen comunidades vegetales
esencialmente compuestas por musgos adaptados al flujo del agua,
salpicaduras y a quedar impregnadas por un precipitado calcáreo.
Generalmente este hábitat aparece en enclaves de reducida superficie muy
frágiles y de rápida respuesta ante cambios ambientales.
Existen algunos problemas de interpretación, de los que aquí sólo
mencionaremos el de si se consideran como parte del Hábitat 7220 las partes
activas de los edificios travertínicos o también las inactivas, o sea todo el
conjunto del depósito travertínico. De acuerdo con Carcavilla et al. (2009),
consideraremos aquí los edificios travertínicos en su totalidad, aunque se
encuentren inactivos y constituyan ya depósitos más de índole geológica que
biológica por no tener o apenas tener un biota propiamente tofícola.
Entendemos que el funcionamiento de los sectores activos e inactivos está
10. estrechamente ligado y que además los depósitos inactivos representan un
patrimonio natural de gran valor, incluyendo el interés como registros
paleoecológicos e históricos.
En la CAPV se distribuye tanto por la Región Atlántica como por la
Mediterránea, con catorce enclaves detectados en toda la CAPV, con una
superficie total estimada de 2’3 ha. Sin embargo, el reparto de enclaves y
superficies es muy desigual. Hay un número ligeramente mayor de enclaves en
la Región Atlántica (ocho), frente a los seis enclaves en la Región
Mediterránea. Sin embargo, por superficie de ocupación, la Región
Mediterránea se destaca considerablemente (14.811 m2, el 63’73% del total) de
la Región Atlántica (8.430 m2, el 36’27% del total). La gran mayoría se
encuentran en Alava y por el momento sólo hay detectado un enclave en
Gipuzkoa (Aia). Además, en la Región Mediterránea la variedad de enclaves es
mayor, ya que el Hábitat 7220 está vinculado tanto a puntos manantíos o
surgencias kársticas en ladera como a cursos de agua.
A diferencia de los otros hábitats tratados, el ganado no supone un motivo de
preocupación para el Hábitat 7220 en la CAPV. En este caso, una de las
amenazas más graves para los escasos enclaves del hábitat en la CAPV es la
explotación de los edificios travertínicos como cantera para la extracción de
roca, tal y como se ha detectado al menos en el enclave de Perrarán (Alava).
La alteración de la fuente hídrica es otra de las grandes amenazas. Puede ser
debida a una posible modificación del curso de agua en cuyo cauce se
producen los saltos que da lugar al hábitat o por alteración del punto manantío,
por ejemplo por obras de captación de aguas. La erosión, que forma parte de la
dinámica natural del hábitat, también puede ser antropogénica como efecto
secundario de canteras u otras intervenciones humanas. Tampoco debe
perderse de vista la potencial afección que ciertas actividades de ocio (como la
escalada o el barranquismo) pueden constituir.
Por tratarse de un hábitat vulnerable a agresiones antrópicas con un rango de
distribución limitado en la CAPV y una reducida superficie de ocupación, el
estado de conservación del Hábitat 7220 en la CAPV es de «Desfavorable
Inadecuado». Por otro lado, el conocimiento del hábitat en la CAPV es todavía
insuficiente. En buena medida la dificultad de un buen conocimiento del hábitat
radica en que la mayoría de los enclaves son de pequeña extensión y
desarrollo vertical, lo cual también dificulta su detección y cartografía. Además,
han sido prácticamente nulas las acciones que hayan mejorado el estado de
conservación del Hábitat en tiempos recientes.
HABITAT 7230. Turberas minerotróficas alcalinas
El Hábitat 7230 incluye humedales con aportes de agua rica en bases,
frecuentemente calcárea, y con pH de débilmente ácido a alcalino, cubiertos
por pequeñas cárices más o menos calcófilas y musgos En la CAPV
consideramos decisiva la ausencia total de esfagnos en el tapiz muscinal, que
queda dominado por especies de musgos pleurocarpos de la familia
Amblystegiaceae.
Al menos en España el hábitat presenta una gran diversidad de subtipos,
presentando, como sucede con el Hábitat 7140, un rico patrón de rasgos
microtopográficos y gran diversidad florística. Para la CAPV hemos asignado a
este hábitat los enclaves que hemos denominado “trampales basófilos”. Sin
11. embargo, surgen con cierta frecuencia casos de difícil asignación entre los
hábitats 7140 y 7230, ya que se producen en un mismo enclave mosaicos y
mezclas de caracteres.
El Hábitat 7230 se distribuye en la CAPV tanto por la Región Atlántica como
por la Mediterránea, aunque con un reparto de enclaves y superficies es muy
desigual. En total en la CAPV se han detectado 206 enclaves, con una
superficie total estimada de 86’3 ha. El mayor número de enclaves (154) y
superficie de ocupación (623.656 m2, el 72’21% del total) se dan en la Región
Atlántica, mientras que en la Región Mediterránea sólo se registran 52
enclaves y una superficie de 240.041 m2 (el 27’79% del total). En cuanto a la
distribución por provincias, la gran mayoría de los enclaves están concentrados
en Alava (160 enclaves, a los que añadimos otros 26 enclaves localizados en el
Condado de Treviño). Bizkaia tan sólo tiene 20 enclaves y en Gipuzkoa no se
ha detectado ninguna por el momento.
Las amenazas para el Hábitat 7230 en la CAPV son, en esencia, los mismos
que los detectados y descritos para el Hábitat 7140. El uso ganadero es la
principal causa de degradación ambiental para este hábitat. A los impactos
directos del ganado (pastado, estercolado, pisoteo y remoción del suelo) hay
que añadir las labores de drenaje y las quemas asociadas frecuentemente a
este uso. Como en el Hábitat 7140, el daño depende mucho del tipo de ganado
(grandes reses, como vacas, causan mayores perturbaciones) y de la carga
ganadera (una presión elevada altera la vegetación y destruye la estructura del
hábitat, mientras que la supresión del ganado conduce a una progresiva
transformación, incluyendo la invasión de especies arbóreas). La desecación
antrópica de los trampales del Hábitat 7230 también se debe a obras de
captación de aguas para el suministro de poblaciones. Asimismo, la explotación
de repoblaciones arbóreas en la vecindad de los trampales también supone
agresiones (entrada de maquinaria, pistas, vertido de desechos de la cortas).
Además, en el caso de la Región Atlántica estas repoblaciones son fuente para
la entrada en los humedales de alguna especie exótica, como el ciprés de
Lawson (Chamaecyparis lawsoniana). También aquí la circulación de vehículos
(a motor y BTTs) y el tránsito de personas son otra importante amenaza para
unos medios tan sensibles al pisoteo.
En cuanto al estado de conservación del Hábitat 7230 en la CAPV, debemos
distinguir entre la Región Atlántica, donde puede considerarse como
«Favorable» a consecuencia de los numerosos enclaves y amplia distribución
que presenta. Por contra, en la Región Mediterránea, con muchos menos
enclaves el estado de conservación es de «Desfavorable Inadecuado». En
cualquier caso, dada la vulnerabilidad del hábitat y que posibilidad de
recuperación tras un daño severo es limitada debido a la fragmentación del
hábitat y su escasa conectividad ecológica, es necesario establecer acciones
de control y vigilancia.
El grado de conocimiento del Hábitat 7230 en la CAPV es relativamente
aceptable, sobre todo gracias a la recopilación y actualización de la información
existente promovida por Ihobe desde 2009. No obstante, queda todavía mucha
labor de cara a caracterizar mejor el hábitat y precisar su distribución, sobre
todo de cara a establecer su solapamiento con trampales pertenecientes al
7140 e incluso con los 7210 y 7220. Tampoco hay iniciativas que hayan
supuesto una mejora del estado de conservación del Hábitat 7230 en la CAPV,
12. salvo en Larreder (Parque Natural de Gorbeia), donde existe un enclave que
fue vallado para su estudio libre de la presión ganadera y objeto de un proyecto
didáctico que incluyó la colocación de un panel informativo y la edición de un
folleto – póster divulgativo.
HABITAT 91 D0. Turberas boscosas (*)
Hábitat que comprende los bosques de coníferas o planifolios sobre turba con
el nivel freático permanentemente alto y con aguas siempre pobres en
nutrientes, dominados por Betula pubescens, Frangula alnus, Pinus sylvestris,
Picea abies, ..., con especies específicas de turbera ombrógena y medios
oligotróficos como Vaccinium spp., Sphagnum spp., Carex spp.
Se trata de un hábitat que plantea problemas de reconocimiento, tanto en
España como en la CAPV. En nuestra comunidad autónoma, se han atribuido a
este hábitat pequeñas manchas de bosque cuya reducida extensión hace
dudar de la pertinencia de tal consideración. Su existencia real y valoración es
una asignatura pendiente para el futuro. Sin embargo, de lo que no hay dudas
es de su presencia en el pasado, como una fase evolutiva de la desaparecida
Turbera de Saldropo, tal y como lo atestiguaba su nivel de turba más profundo
(Heras 1992).
El Hábitat 91D0 tiene representación muy limitada en la CAPV, circunscrita a
cinco enclaves de los Montes de Izki, generalmente además en mosaico con
enclaves del Hábitat 7140, formando orlas boscosas en márgenes de
trampales, con frecuencia también en relación con cursos de agua. La
superficie de ocupación estimada es de 1’2 ha.
La principal amenaza para el Hábitat 91D0 es la desecación del suelo.
Cualquier intervención que modifique el cauce y el curso de los arroyos
asociados al hábitat (como obras de captación de aguas para el suministro de
poblaciones o construcción de abrevaderos para el ganado) constituyen una
preocupación. Aunque no se han observado perturbaciones tan graves como
las que se ven en el Hábitat 7140, el mismo ganado que lo afecta entra en las
formaciones boscosas del 91D0. El clareo y cortas en estos bosques tienen un
fuerte impacto al favorecer la desecación ambiental y una mayor luminosidad,
algo muy negativo para su flora esencialmente hidrófila y esciófila. Por otro
lado, se sospecha que la potencialidad del hábitat, al menos en Izki, es mayor
que la actual extensión y da la impresión que, con un relajamiento de la presión
ganadera, ciertos enclaves del 7140 podrían evolucionar hacia el 91D0.
El limitado rango geográfico y la escasa superficie de ocupación hacen que el
estado de conservación del Hábitat 91D0 en la CAPV deba ser considerado
como de «Desfavorable Inadecuado». Además hay que tener en cuenta la
fragmentación del hábitat, disperso en forma de pequeños enclaves en un área
bastante amplia. Como aspecto positivo puede señalarse que toda la superficie
del Hábitat 91D0 en la CAPV se halla dentro de un espacio protegido (Parque
Natural de Izki y LIC ES2120019: Izki). La vulnerabilidad del hábitat obliga a
establecer acciones de control y vigilancia.
Pede resumirse que, de todos los Hábitats de Interés Comunitario en la CAPV,
los hidroturbosos son los que ocupan menores superficies. Pero por otro lado
su relevancia viene reflejada por el hecho de que es el grupo de hábitats con
mayor proporción de hábitats prioritarios (cinco de los nueve). En cuanto al
13. estado de conservación, predomina el de «Desfavorable Inadecuado» (seis
hábitats:(4020, 7140, 7210, 7110, 7230 y 91 D0), mientras que para dos (7130,
7150) es de «Desfavorable Malo». Debe señalarse la desaparición en tiempos
recientes de un hábitat, el de las “Turberas Altas” (7110). Finalmente, debe
señalarse que la principal fuente de amenazas y preocupaciones para la gran
mayoría de estos hábitats es el uso ganadero.
NECESIDADES Y PREVISIONES DE FUTURO
Puesto que la correcta gestión y conservación de los hábitats descansan sobre
un conocimiento adecuado de los mismos, la principal necesidad para el futuro
de nuestros hábitats hidroturbosos es la investigación y la mejora del
conocimiento. La ignorancia es un factor más de amenaza y por ello
necesitamos ahondar más en nuestra comprensión de estos hábitats. Las
necesidades van desde cuestiones como precisar mejor la presencia y
distribución en la CAPV de los hábitats 7220 y 7230 a entender procesos muy
concretos, como cuándo y cómo aparecieron los fenómenos erosivos que han
hecho desaparecer la mitad de la Turbera del Zalama.
Incluso en hábitats razonablemente conocidos como el 7130 necesitamos
estudiar temas poco investigados como el valor como registros históricos de los
depósitos paraturbosos. No es descartable que la prospección de estos
depósitos brinde la sorpresa de encontrar una verdadera turbera, como ya
sucedió en Usabelartza. Otro tema importante es precisar mejor la
fitosociología de estos ambientes, en los que las condiciones ecológicas varían
en tan poco espacio que a cada paso cambiamos de categorías
sintaxonómicas. No olvidemos además que en numerosas ocasiones lo que
vemos es en realidad una mezcla de rasgos de diferentes tipos de trampales,
algo que complica mucho la atribución de ciertos enclaves a los hábitats 7140 y
7230. Esto nos lleva a la necesidad de precisar mejor la definición de alguno de
estos hábitats (sobre todo el 7130), porque existen demasiadas dudas y
problemas de interpretación.
En cuanto a la conservación de los hábitats tratados, las diversas amenazas ya
se han apuntado en la descripción de cada uno de ellos. También aquí es
necesario mayor conocimiento. El papel del ganado en la conservación de los
hábitats hidroturbosos es algo primordial. Existe últimamente la tendencia de
vallar enclaves para “protegerlos” del ganado. Esta puede ser una medida
contradictoria, ya que sin la presencia de reses estos ambientes se
transforman, pierden sus rasgos propios y algunas de las especies más
características. De hecho, desde aquí recomendamos vallar sólo en caso de
gran perturbación, o por motivos científicos. Siempre, tras cercar un enclave
hidroturboso, debe instaurarse un programa de seguimiento que detecte a
tiempo los cambios que, sin duda alguna, se producirán sin la presencia de
ganado.
Tan peligroso como el desconocimiento es la falta de valoración popular de los
hábitats hidroturbosos. Son muy necesarias acciones que den a conocer la
importancia y los valores que encierran estos hábitats entre el público general,
muy especialmente en la población local. Actividades didácticas, edición de
folletos, instalación de paneles informativos son muy recomendables y en esto
la participación de entidades locales, como ayuntamientos, es decisiva y muy
deseable.
14. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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