Texto guiado por la presentación. Mi parte del ensayo es La vida es sueño: entre la polémica teológica y el problema de la ciencia humana. Pare empezar, cabría destacar o matizar la aproximación tanto teológica como científica del ensayo. La teología se nos presenta desde un modo más jesuita, mientras que la ciencia humana se centra en el saber y el intelectualismo, con grandes influencias de Platón, ambos aspectos que más adelante comentaremos junto con la tragedia. En la siguiente diapositiva podemos encontrar un fotografía de un mono y un marco. El motor vendría a representar el centro trágico de la obra; el destino. Es un símbolo y motivo que encontramos de manera muy recurrente a lo largo de toda la obra. El marco, en cambio, vendría a ser el “marco histórico” de la obra y el matiz al destino, lo que lo contextualiza y define; la predestinación del destino y la ironía literaria con la que afronta Calderón al destino. Un ejemplo de la predestinación del destino es el miedo de Basilio de que se cumpla su horóscopo, y la ironía se ve representada cuando el Rey acabo en los pies de Segismundo. La siguiente diapositiva trata de la controversia de auxiliis o en otras palabras la polémica entre jesuitas y dominicos. Los jesuitas creían en la inteligencia y el libre albedrío del individuo con la eficaz ayuda de Dios, mientras que los dominicos eran casi sumisos de la omnipotencia y la justicia divina. Teniendo en cuenta que Calderón se crió con jesuitas, es lógica que la obra parta de esa base y con esas influencias, por ejemplo, a la hora de poder enfrentarte a tu destino y no estar absolutamente definido por él. También vemos la influencia de la ciencia con la inserción de alguna idea platónica en la religión. Por ejemplo, la pregunta del existencialismo resuelta o planteada a través del microcosmos vs. el macrocosmos, o en otras palabras, la razón del mundo (macrocosmos) con la pasión del individuo (microcosmos). Idea posteriormente santificada por santo Tomás y san Agustín. Ahora bien, también hay que tener en cuenta que cambia el ideal de intelectual; ya no es aquel que se abstiene de los hechos y que cree en el “oscurismo” medieval, sino en un especulador racionalista. No sólo eso sino que también se centra en la tragedia del sabor y el uso de la razón y otros métodos para conocer y su eficacia. Para acabar una cita del libro, “Que terrible es el saber cuando de nada le sirve al hombre que sabe”.