Este capítulo analiza las crisis de balanza de pagos generadas por déficits fiscales persistentes financiados con emisión monetaria. Esto agota las reservas internacionales del banco central y eventualmente lo obliga a devaluar la moneda o dejar flotar el tipo de cambio, generando inflación. Un ejemplo fue la crisis argentina de 2001-2002 cuando colapsó el sistema de convertibilidad al agotarse las reservas tras años de déficit fiscal.