El documento analiza la situación económica de Argentina luego de la crisis financiera global de 2008. Resalta que el gobierno expandió el gasto público en rubros no reversibles como empleo público, jubilaciones y asistencia social. Esto generó mayores déficits y deuda, financiados con emisión monetaria e impuestos inflacionarios. Se prevé que la alta inflación continúe erosionando la competitividad, mientras crece el conflicto entre precios, salarios e ingresos fijos.