Manual redes mes octubre el proceso de la santificación
Sirviendo al señor
1. SIRVIENDO AL SEÑOR
TEXTO: COLOSENSES 3:24
Introducción:
Una historia en el Internet cuenta acerca de una competencia de remo en la que dos
equipos practicaron arduamente para alcanzar su mejor tiempo. En el primer día el equipo
A ganó por un kilómetro de diferencia al grupo B. De manera que el equipo perdedor
contrató a un consultor para que le recomendara una nueva estrategia. Éste descubrió
que el equipo A tenía ocho personas remando y una dirigiendo, mientras que el equipo B
tenía una persona remando y ocho dirigiendo. La firma consultora cobró 2.5 millones de
pesos por descubrir que había mucha gente dirigiendo y tan sólo uno remando.
Para la competencia del siguiente año la estructura administrativa del equipo B se
reorganizó completamente. El equipo contaba con cuatro directores de conducción, tres
subdirectores y un sistema para revisar el rendimiento del único encargado de remar. Esta
vez el equipo A ganó por dos kilómetros. Totalmente humillado el equipo B despidió al
remero por su ineficacia y dieron a los directores un bono por analizar el problema.
Muchos están dispuestos a ser servidos, pero pocos están dispuestos a servir.
Hoy leeremos en la Palabra de Dios acerca del servicio a Dios.
Texto: Y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo como para el Señor y no para los
hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia. ¡A Cristo el
Señor servís! Colosenses 3:23,24.
I. Todo lo que hagáis: Este todo lo que hagáis involucra nuestro trabajo en el mundo
secular, pues le está hablando a los esclavos. Al desarrollarnos en nuestro medio Dios
nos pide que realicemos todas nuestras labores de la mejor manera, como para el Señor
y no para los hombres.
a) Daniel el profeta, realizó su trabajo con una excelencia sorprendente. No podemos
dudar del resultado de su labor, ministro en dos imperios distintos, en los más alto de las
responsabilidades que eran encargadas a siervos.
b) José: También sirvió de manera muy efectiva en el imperio Egipcio, llegó a ocupar el
cargo más alto luego de Faraón.
La lucha de los principios versus la cultura imperante nos da una tensión que es difícil de
sobrellevar, especialmente ante los desafíos que nos imponen nuestros superiores o
iguales ( Ej. Hacer trampa para ganar, amoldarse a las prácticas de nuestros iguales).
II. Hebreos 6:9 – 12. “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y trabajo de
amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles
aún. Vers. 10
Prioridades en el servicio al Señor:
2. a) Tener una relación personal con él. Sólo serviremos con amor cuando conozcamos
profundamente al Señor y su voluntad ¿Para que el Señor me ha invitado a pertenecer a
su pueblo?, ¿Cuál es mi misión?
b) Un fuerte compromiso con nuestras familias: En las indicaciones que Dios da acerca de
los líderes de la iglesia, una nota importante merece la familia. Personas fieles, amorosas,
responsables, sacerdocio, etc.
c) Una participación significativa con el cuerpo de Cristo: El compromiso con la misión de
la Iglesia, siendo proactivos en desarrollar iniciativas en las cuales compartamos con el
resto de la iglesia, de la congregación.
“un voluntario cristiano debe estar motivado por la compasión hacia las profundas
necesidades de las personas.” Gangel. El líder y su equipo. Pág. 136.
Cristo cuando fue consultado si era el Mesías, les refirió a los emisarios de Juan la labor
que él estaba haciendo entre la población, “Los ciegos ven, los cojos andan, los que
tienen lepra son sanados,…”
Mateo 11: 5.
“El Señor podría llevar a cabo su obra sin nuestra cooperación. No depende de nuestro
dinero, nuestro tiempo, nuestro trabajo. Pero la iglesia es muy preciosa a su vista. Es el
estuche que contiene sus joyas, el aprisco que encierra su rebaño, y anhela verla sin
mancha, tacha ni cosa semejante. Siente por ella anhelos de amor indecible. Esta es la
razón por la cual nos ha dado oportunidades de trabajar para él, y acepta nuestras
labores como prueba de nuestro amor y lealtad.
Al poner entre nosotros los pobres y los dolientes, el Señor nos prueba para revelarnos lo
que hay en nuestros corazones. La cultura de la mente y el corazón se lleva a cabo con
más facilidad cuando experimentamos una tierna simpatía por los demás, la que nos
impulsa a ofrecerles nuestros recursos y privilegios para aliviar sus necesidades...” Dios
nos cuida, pág. 188.
Frase:
Muchos de los que se llaman cristianos han rechazado el llamado divino a llevar un estilo
de vida que refleje a Cristo y realizar un ministerio significativo.
Llamado:
Hermano, hermana, tome su trabajo en el lugar donde se encuentra. Haga lo mejor que
pueda, y contemple siempre a Jesús, el Autor y Consumador de nuestra fe. En ninguna
otra forma podemos hacer la obra de Dios y magnificar su verdad que siguiendo los pasos
de Aquel que abandonó su elevado puesto de mando para venir a nuestro mundo, a fin de
que mediante su humillación y sufrimiento, los seres humanos pudieran llegar a ser
participantes de la naturaleza divina. Por amor a nosotros, él se hizo pobre, para que
mediante su pobreza alcanzáramos la posesión de las riquezas eternas.
Que Dios les bendiga
Pastor Juan Carlos Carvacho