2. DIOS ELIGIÓ A MOISES PARA
SACAR DE EGIPTO AL PUEBLO
DE ISRAEL QUE ESTABA
ESCLAVO ALLÍ
3. MOISES INTENTÓ CONVENCER AL
REY DE EGIPTO MUCHAS VECES,
PERO ÉSTE NO ACEPTABA, Y DIOS…
De eso
Dice Dios nada,son
que dejes exclavos y se
a su
marchar quedarán
pueblo o aquí
un
sucederá
desastre…
4. … ENVIÓ AL REY DE EGIPTO HASTA 10 PLAGAS,
HASTA QUE FINALMENTE EL REY ACEPTÓ
DEJAR MARCHAR AL PUEBLO DE DIOS
5. EL PUEBLO DE DIOS ALEGRE RECOGÍA TODAS SUS COSAS
PARA ABANDONAR EGIPTO Y MARCHAR HACIA LA
TIERRA QUE DIOS LES HABIA PROMETIDO…
Y ese Mar…¿cómo lo cruzaremos?
6. Dios hizo soplar al viento hasta separar las aguas
del mar para que su pueblo pasase
¡La gente ya estaba a salvo en el otro lado!
Gritaba: Gracias Gracias oh DIOS
7. EL VIAJE QUE TENIAN QUE HACER ERA MUY
LARGO Y PESADO, POR ESO CADA NOCHE
ACAMPABAN PARA DESCANSAR Y COGER
FUERZAS…
8. DURANTE TODO EL LARGO VIAJE DIOS
CUIDABA DE SU PUEBLO DANDOLES COMIDA
Y AGUA…
Dios nos envía codornices para comer
Un alimen
to llamado m
aná
9. Cada día atravesaban nuevas montañas, Dios
daba sabios consejos a su pueblo para vivir
bien. El pueblo de Israel permaneció 40 años en
el desierto, hasta entrar en la tierra prometida.
10. Gracias a la confianza depositada en Dios el
pueblo pudo disfrutar de la tierra prometida
Notas del editor
Un día Moisés estaba pastoreando con su rebaño hasta que de repente vió una cosa muy rara, vio que en medio de un arbusto se encendió un fuego. Podía ver las llamas pero el arbusto no se quemaba. Moisés se acercó mas y oyó una voz que le llamaba por su nombre: - Moisés, Moisés, era Dios el que lo estaba hablando; Dios le dijo que tenia un trabajo para él, este consistía en que Moisés sería el encargado de ir a hablar con el Rey de Egipto y pedirle que dejara libres al pueblo de Dios, al pueblo de Israel, que lo dejara marchar.
Moisés acudió junto con su hermano Aaron a decir al Rey de Egipto lo que Dios le había pedido, que dejase marchar al pueblo de Israel, al pueblo de Dios. Pero el rey de Egipto no estaba por la labor, se negaba y se negaba. Moisés avisó al Rey de Egipto de lo que Dios haría como no les dejase libres, Dios le castigaría al Rey con plagas. Pero el rey de Egipto seguía sin hacer caso a Moisés.
Y así fue, Dios empezó por dejar al rey sin agua limpia, después envió una plaga de ranas, estaban por todas las partes, siguió con plagas de mosquitos enanos que picaban sin cesar, y así hasta 10 plagas, hasta que el Rey de Egipto aceptó dejar marchar al pueblo de Israel
El pueblo de Israel se preparaba para marchar, abandonar Egipto para siempre y no volverían nunca a ser esclavos. Tuvieron que llevárselo todo. Se iban a una tierra propia, a una tierra que Dios les había prometido. Dios los había hecho libres.
Tras mucho caminar llegaron hasta el mar, el mar Rojo, era demasiado ancho como para cruzarlo y los soldados de Egipto estaban muy cerca de ellos… empezaron a temer, pero sabían que Dios les estaba protegiendo, no estaban solos. Aquella noche Dios hizo soplar el viento hasta lograr que las aguas del mar se separaran formándose un ancho camino entre las aguas, con lo que todo el pueblo de Israel cruzó al otro lado de la orilla sin problema, ya estaban a salvo, al otro lado; el pueblo cantaba y bailaba sin cesar dando gracias a Dios.
El viaje que tenían que hacer era muy largo y pesado, era un viaje a través del desierto, debían cruzar montañas y andar durante mucho tiempo. Por la noche montaban las tiendas de campaña para descansar y dormir, y a la mañana siguiente las desmontaban otra vez y continuaban el camino. Era muy duro seguir caminando y empezaron a ponerse nerviosos.
Necesitaban comida para ellos, y comida para los animales, y le decían a Moisés que tenían hambre, Moisés les decía que Dios les daría toda la comida que necesitasen y así fue, Dios les envió codornices fáciles de cazar y un alimento nuevo en forma de copos blancos helados que sabían a bizcocho de miel, eran deliciosos, y a este alimento le pusieron el nombre de maná. También Dios a través de Moisés les hizo que consiguiesen agua para poder beber.
El pueblo de Dios estaba llegando poco a poco a la gran montaña, Moisés explicó al pueblo de Israel la mejor forma de vivir según Dios, y les dio DIEZ normas para ayudarles a ser realmente felices, éstos eran los DIEZ MANDAMIENTOS. Tras una serie de circunstancias el pueblo de Israel empezó a desconfiar de Dios; Dios no entendía lo que pasaba, el porqué desconfiaban de él si él les había cuidado y protegido durante todo este tiempo, les había sacado de Egipto, les había dado comida, y agua todos los días… Y Dios dijo a Moisés que su pueblo no se merecía una tierra maravillosa llena de cosas estupendas por desconfiar de él. Pero que les daría otra oportunidad, esta oportunidad se la daría solamente a los niños; ellos entrarán en la nueva tierra y disfrutarán de ella cuando sean mayores. Y así el pueblo permaneció durante 40 años en el desierto hasta que los niños se hicieran mayores.
El pueblo había llegado al final de su larguísimo viaje. Un lugar maravilloso que lo pudieron disfrutar los que habían confiado plenamente en DIOS.