El documento resume las políticas sociales implementadas en Chile a partir de 1990 para reducir la pobreza, que en ese entonces afectaba al 40% de la población, mediante la entrega de beneficios, la focalización en los más vulnerables y la descentralización. También analiza el mercado laboral chileno, la terciarización de trabajadores y las nuevas tendencias, además de definir el contrato laboral como el pacto entre empleador y trabajador que estipula aspectos como el lugar de trabajo, remuneraciones, jornada laboral