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CRISTO CRUCIFICADO
Por: Jonathan Bravo
Cita Bíblica: 1 Corintios 1:22-24
“Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado,
para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;
mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.”
¡El día más infame en la tierra! Fue el día cuando la humanidad mató al Hijo de Dios
sobre una Cruz. La Biblia dice: “Matasteis al Autor de la vida.” (Hechos 3:15) Y Él está vivo el
día de hoy. Sin embargo debemos entender ese capítulo terrible que aconteció en El Calvario
porque de el depende nuestro futuro eterno. Pero no es un acontecimiento que deba revisarse de
manera emocional, sino que por El Espíritu Santo, nuestro entendimiento espiritual sea abierto
para que se produzca en cada uno de nosotros el efecto de ese sacrificio. ¡Porque cuando Jesús
murió, usted entró en la cuenta! ¿Lo sabía? ¡Él se entregó por todos! Por mí, por usted, por los
más perversos delincuentes y pecadores, por los asesinos, por los narcos, por las prostitutas, por
los secuestradores, por los violadores, por los ladrones, por los políticos, por los millonarios,
por los ignorantes, por los feos, por los borrachos, por los mentirosos, por los homosexuales,
por los intelectuales, por los religiosos, por “los buenos” por cada ser humano. Nadie ha hecho
algo de verdad efectivo a favor de la humanidad como Jesús.
“Y Él, cargando su cruz,
salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; y allí le crucificaron.”
Juan 19:17,18
La narración completa de los acontecimientos se encuentra en La Biblia y es tan extensa
en detalles que necesitaríamos mucho tiempo para estudiar cada uno de ellos, pero el propósito
de dar a conocer este Mensaje es exactamente el que dijo El mismo Señor:
“Así está escrito, y así fue necesario que El Cristo padeciese, y resucitase de los
muertos al tercer día; y que se predicase en su Nombre el arrepentimiento y el perdón de
pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.”
Lucas 24:46,47

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Así que El Mensaje es sencillo y El Mensaje es efectivo. Mire cómo lo dice El Apóstol Pablo:
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros El Testimonio de Dios,
no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo,
y a Éste crucificado.”
1 Corintios 2:1,2
La crucifixión era la manera más vergonzosa de ejecutar a alguien. Los romanos eran
expertos y habían refinado técnicas de tortura y ejecución, incluyendo la flagelación, el martirio
y la crucifixión. La pregunta es ¿A quién se crucificaba? Mire, muchos años antes del imperio
romano, Dios mismo había dado la orden de colgar a lo peor de la sociedad. Autorizó al
gobierno humano a quitarle la vida a quien fuera considerado “Maldito por Dios” ¿Y Qué
significa ser maldecido por Dios? ¡Significa que caerán sobre ésa persona todas las plagas
habidas y por haber, todas las culpas, todos los juicios y todas las condenaciones!
“Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir y lo colgareis
en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás
el mismo día, para que no contamine la tierra, porque maldito por Dios es el colgado.”
Deuteronomio 21:22,23
Otra pregunta: ¿Por qué Jesús fue condenado a ser colgado en la cruz? ¡Él es el Único
Justo que ha existido en este mundo! ¿Por qué tenía que morir así? Permítame explicarle: En el
intercambio comercial, es una ley de que no se recibe nada si no se da a cambio el equivalente de
lo que se compra. El alma humana es tan valiosa que todo el oro y toda la plata son inútiles para
salvar una sola alma. La sangre es la moneda espiritual que Dios dispuso aceptar porque el alma
está en la sangre. “Y sin derramamiento de sangre no se hace remisión de pecados” (Hebreos
9:22) “He aquí El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29) “Y como
Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que El Hijo del Hombre sea
levantado, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en
Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. El que en Él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en El Nombre del
Unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres
amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace
lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el
que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en
Dios. (Juan 3:16-21)

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Y mire como lo describió el profeta Isaías, mas de 700 años antes de la escena de su
crucifixión.
“Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en
quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores;
y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados;
el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino;
mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros.
Angustiado Él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero;
y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado
de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca
hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento.
Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días,
y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará
mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto
derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores,
habiendo Él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.”
Isaías 53:3-12
¡Qué descriptivo! Y no está resaltando solo el castigo y el sufrimiento físico. Pero como
siempre las tradiciones han hecho tantas cosas para perder El Verdadero Mensaje de Amor, de
perdón, de reconciliación con Dios y de esperanza de La Vida Eterna para el ser humano. Por
dondequiera en estos días se ha hablado tanto de ese sacrificio, se hacen procesiones y
representaciones, se canta y se declaman poemas, se proyectan películas con, por supuesto toda
clase de versiones no Bíblicas y en los templos se habla de las famosas 7 Palabras. Pero la
verdad, ¿De qué sirve todo eso?
Acabo de ver al Pastor Castelazo de Tuxtla Gutiérrez, hablando en La Convocación del
Centro Cristiano Calacoaya, algo tan importante tanto para los salvos como para quienes todavía
no conocen al Senor y que hoy pudieran hacer una decisión significativa. Debo compartírselo.

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¿Sabe que La Biblia sí menciona esas 7 frases de Jesús desde la cruz? Cosas muy
tremendas, significativas y poderosas, ¿Pero sabía que también menciona 7 Insultos, 7 Milagros
y 7 Actitudes hacia El Cristo Crucificado? Me gustaría que revisáramos tantito esas actitudes
que se trasforman en acciones. No son nuevas, sucedieron ese mismo día, en esos precisos
instantes mientras El Señor entregaba su vida para salvarnos.
Miraban y se Burlaban Lucas 23:35-37
“Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de Él, diciendo:
A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es El Cristo, El Escogido de Dios.
Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre,
y diciendo: Si tú eres El Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.”
¡Se habló mucho de Salvación ese día! Pero en una manera burlona. ¿Verdad que en este
tiempo muchos se burlan del asunto de La Salvación y de La Persona de Jesucristo? ¡Pobres
seres humanos, burlándose del único que puede salvarnos! ¿Usted es un burlón? Salmo 69:12
dice que Jesús fue hecho “canción de borrachos”
Lloraban por Él y se golpeaban el pecho Lucas 23:27, 48
“Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían
lamentación por Él. Y toda la multitud de los que estaban presentes en este
espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho.”
El Mensaje de la cruz no es un mensaje emocional. Las emociones no salvan a nadie.
Pero es muy común que en este tiempo es lo que se explota más y parece que diera muchos
resultados. Escuche bien, en ese tiempo se crucificaba a mucha gente, pero la diferencia con El
Señor, es que El es el Único Santo y Justo, entonces su sangre derramada es lo más significante.
Jugaron con sus pertenencias, hicieron negocio Marcos 15:24
“Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos,
echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno.”
¿Sabe de qué se trata? ¡Del negocio “Jesús”! ¡Es lo que ha dejado mucho dinero! ¡De
Dios hacer negocio, qué barbaridad! ¿Recuerda a los merolicos de México? Casi los escucho
gritar: “¡Su cristo falso por 20 pesos!” o dese una vuelta a las tiendas mexicanas de acá y
encontrará mucha mercancía, crucifijos grandes y chicos entre piñatas, superhéroes, caricaturas
de la fantasía y otros ídolos. La gente de por sí es muy idólatra y las religiones haciendo business

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mirando lo más que puedan sacarles. ¡Muchos pecados juntos! ¿No se les hace? Hermanos,
acabo de decirles que en este grupo vamos a obedecer a Dios en “el asunto dinero” Aquí no
vendemos nada. Usted debe comprarse su Biblia, porque la impresión cuesta, cada primer día de
la semana debemos ofrendar bien, según El Señor nos haya prosperado. Debemos entregar
nuestra vida completa a Cristo y creer que El nos bendecirá y proveerá para todo lo que se
necesita. ¿Está bien?
Reconocido y glorificado Lucas 23:47
“Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo:
Verdaderamente este hombre era justo.”
¡Tampoco eso salva a nadie! Millones tienen a Jesús en un alto concepto pero no le han
recibido como Salvador ni le han entregado el control de su vida. Piensan bien de Él como
persona pero igual como los que le compadecen, estos le admiran, repiten sus frases como si
fueran refranes, hablan cosas grandiosas de Jesús como de un famoso mas, por lo regular son
personas educadas, morales, religiosas y hasta buenas gentes; pero igual que ese rey que le dijo a
Pablo: “Por poco me persuades a ser cristiano” estos parecen tan excelentes personas, decentes
y hasta mejores que muchos llamados cristianos, pero se quedan del mismo lado ¡perdidos! ¡Irán
al infierno creyendo que Jesús fue solo un buen hombre y un famoso maestro!
Injuriado Lucas 23:39
“Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo:
Si tú eres El Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.”
¿Cómo ve? ¿Habrá de estos en este tiempo? ¡Montones! Gente que sufre, que sobrevive
con cosas horribles, que lloran sus amarguras, tristezas, lamentan sus derrotas, maldades,
enfermedades, su vida está perdida en la mas horrorosa condición y como si fuera poco,
¡maldicen a Dios! Apenas en la semana estábamos hablando de ¿Por qué le suceden cosas malas
a la gente buena? ¡Y encontrábamos que ni hay cosas tan malas ni gente tan buena! Dice
Apocalipsis 16:10,11 que “muerden de dolor sus lenguas, y blasfeman contra El Dios del
Cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepienten de sus malas obras.” Si usted está
pasando algo muy serio en su vida, si está sufriendo, Yo le ruego, ¡no se endurezca, no se auto
compadezca, no se le ocurra blasfemar a Dios. ¡Ya la está pasando mal, pero podría irle peor!
“Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros La Palabra de la reconciliación. Así que,

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somos embajadores en Nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros;
os rogamos en Nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.”
2 Corintios 5:19-21
¡Se habló mucho de Salvación ese día! pero ¿sabe exactamente cuántos se salvaron? ¡Ese
era el momento preciso! ¡Allí estaba El Salvador! Al principio de esta plática les dije que todos
entramos a la cuenta, pero La Salvación es únicamente para el que la toma. Dígame de todos los
miles que allí estaban, ¿Cuántos se salvaron ese día?
1 Salvado Lucas 23:40-42
“Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma
condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que
merecieron nuestros hechos; mas Éste ningún mal hizo.
Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino. Entonces Jesús le dijo:
De cierto te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso.”
¡Qué conversación entre los dos crucificados! Lo más seguro es que escuchó hablar de
Jesús cuando se dedicaba a las andanzas, pero al llegar ese momento preciso este hombre
representa el modelo de todos los salvos: Reconoció sus pecados y su condición, admitió la
inocencia de Jesús y pidió a Jesús esperanza para la eternidad, reconociéndole como Rey. El
siguió a Jesús en su propia cruz.
¿Cuál es la actitud suya? ¿Se divierte y se burla? ¿Es usted solo un cristiano emocional?
¿Le interesa entrarle al negocio? ¿Reconoce a Jesucristo solo como alguien poquito mejor y
poquito más inteligente que usted? ¿Está sufriendo y en lugar de reconocer sus pecados y culpas
reniega de la vida y maldice a Dios? O ¿Aceptará al Señor y La Salvación? ¡Seguro que está en
alguno de estos sitios! ¿Cuál es?
Quiero llamar a los que deciden entregar hoy su vida a Jesucristo, arrepentidos de sus
pecados y creyendo en Él por La Salvación. Pasen al frente para guiarles en la primera oración
que Dios quiere escuchar de cada uno. ¡Venga, no pierda su pobre alma! Y sobre todo,
¡No busque entre los muertos al que vive!
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