SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 98
Descargar para leer sin conexión
PAUL C. JAGOT
MÉTODO PRÁCTICO
PARA DESARROLLAR
LA MEMORIA
EL ARTE DE APRENDER, RETENER Y RECORDAR
EXACTAMENTE
EDITORIAL
TOR
LA MEMORIA
OBRAS DE PAUL C. JAGOT
LA EDUCACIÓN DE LA PALABRA
El arte de hablar claramente y con persuación
EL PODER DE LA VOLUNTAD
Método práctico y eficaz de influencia personal
LA TIMIDEZ VENCIDA
Método para adquirir seguridad y confianza en uno mismo
PSICOLOGÍA DEL AMOR
El instinto, la sensibilidad y la imaginación en el amor
LA MEMORIA
Método práctico para recordar exactamente y con rapidez
LAS LEYES DEL ÉXITO
Método para obtener el máximo de eficacia realizadora
LA EDUCACIÓN DEL ESTILO
Un método simple para adquirir claridad en la redacción
EL DOMINIO DE SÍ MISMO
Cómo adquirir energía y sobreponerse a las debilidades
EL INSOMNIO VENCIDO
El arte de dormirse fácilmente, renovando la voluntad
EL LIBRO RENOVADOR DE LOS NERVIOSOS
Guía práctica para vencer todo desfallecimiento nervioso
MÉTODO PRÁCTICO DE AUTOSUGESTIÓN
Para desechar todo hábito, adquirir calma, lucidez y salud
SUGESTIÓN
Cómo influyen los acontecimientos externos en la voluntad
MAGNETISMO
Atrayente descripción de las leyes de esta propiedad
HIPNOTISMO
Método para desarrollar las cualidades psíquicas superiores
OBRAS DE ORISON SWETT MARDEN
SIEMPRE ADELANTE
Hay que mirar siempre
EL PODER DEL PENSAMIENTO
Es el pensamiento el que regula nuestra conducta y la dirige
ACTITUD VICTORIOSA
Hay que asumir una actitud decidida de triunfo en todo momento
LA ALEGRÍA DE VIVIR
La vida no es una carga sino, por el contrario, una alegría
EDUCACIÓN DEL CARÁCTER
Cómo se prepara el carácter personal para todas las contingencias
INICIACIÓN EN LOS NEGOCIOS
ENCICLOPEDIA DEL HOMBRE QUE TRIUNFA
PAUL C. JAGOT
LA MEMORIA
Método práctico para aprender,
Retener y recordar exactamente
Y con rapidez
Traducción directa, por J. G. KROHN
Η
EDITORIAL TOR
Río de Janeiro 760
BUENOS AIRES
Impreso en la Argentina
Printed in Argentina
ES PROPIEDAD.- Queda hecho el depósito que marca la ley.
NOCIONES PRELIMINARES
1. Importancia de la memoria. -2. Podemos
Modificar cada elemento de esta función. -
3. En ciertas condiciones psíquicas, la memo-
ria amplía espontáneamente los límites de sus
posibilidades humanas. - 4. Cómo obtener
una mejoría rápida y definitiva.
1. IMPORTANCIA DE LA MEMORIA
Jamás se podrá dedicar excesiva atención a la educación de esta misteriosa función, cuya
incesante actividad cumple la triple función, de registrar la multitud de nociones, que
impresionan nuestros sentidos o solicitan nuestra inteligencia, de conservarlas y recordarlas
en momento oportuno. Lograr que tal función realice su tarea de igual modo que un
secretario dócil y ordenado, es asegurar las más agradables, ventajosas y altas
posibilidades. Entonces se transforma en el íntimo y precioso auxiliar de toda realización,
en la evocadora mágica de toda realización, en la evocadora mágica de las imágenes
demasiado fugaces, en el apoyo de las más diversas especulaciones intelecuales a donde el
espíritu gusta de elevarse.
La mayor parte de los elementos de valor personal, de los medios de conocimiento y de
acción, se basan en la memoria: tales como la destreza, la rapidez y la seguridad de jucio, el
discernimiento de los caracteres, el espíritu de réplica, la facilidad de elocución, la riqueza
del estilo, la oportunidad de las resoluciones, la erudición, la extensión y la multiplicidad
del saber, la adaptabilidad, etcétera. En las profesiones liberales a que se llega después de
un examen para cuya aprobación es preciso asimilar antes una verdadera enciclopedia; en
los negocios en el recuerdo fiel del pasado debe guiar las decisiones del presente; en las
Bellas Artes que, además de facultades especiales, requieren una cultura basada en mil
matices que la imaginación debe recordar para impregnarse de ello ampliamente; en la
industria, cuyo continuo progreso debe obtener sus directivas de las fuentes diversas, el que
quiere lograr una posición más elevada y lucrativa, o, hasta más modestamente, superar el
promedio, no podrá lograr sus propósitos si carece de memoria.
Y ¡cuántas pequeñas ventajas conquistadas, cuánto tiempo y dinero ahorrados, cuántas
ocasiones fértiles aprovechadas, cuántos descontentos, dificultades y esfuerzos vanos
evitados por las personas que, de esa manera, no cometen olvidos y en cualquier
oportunidad sienten acudir a su memoria la síntesis de los recuerdos que pueden ser útiles
para ellos!
El treinta por ciento de los individuos deploran su insuficiencia mnemónica y comprueban
la inercia de su “secretario interior”, del que no saben lograr el menor servicio, sino a costa
de largos y penosos esfuerzos. Mejor que otra cualquiera persona, aprecian la importancia
de las ventajas que reporta una buena memoria, y su más vehemente deseo es transformar la
suya. Desde la antigüedad, y en todos los tiempos, han existido hombres que se
proecuparon de proveer a sus semejantes los medios necesarios para ello. Esta es una tarea
noble, que el autor del presente volumen va a tratar de proseguir digna y eficazmente.
PODEMOS MODIFICAR CADA ELEMENTO DE ESTA FUNCIÓN
Pero, ¿realmente puede una persona modificar su memoria, sobre todo después de haber
alcanzado ya una cierta edad? Sin duda alguna. Las consideraciones que exponemos lo
establecen sólidamente. Anto todo, permitidme que os diga que la aplicación de los
procedimientos descritos más adelante me ha dado la certidumbre experimental.
Dada la condición actual de vuestra memoria, a priori, parece evidente que, manejándola
con método, obtendréis un resultado sensiblemente superior. Desde Simonides hasta los
recientes trabajos de Fenaigle, Pick, Carvalho, Aimé Paris, Loisette Chavauty,
Courddavault, Guyot-Dabués, Rollin, etc., todos autores se han inspirado en el principio
anterior para combinar sistemas ingeniosos, con el fin de ayudar a la retención y
recordación. Esos sistemas han sido ensayados, y su utilización no ha obtenido la
generalización que sus autores deseaban, ello se debe a que fueron concebidos únicamente
para el estudio de textos literarios, históricos y filosóficos y de cronologías1
.
Aun cuando con ellos se facilitan tan sólo un determinado número de operaciones
mnemónicas, los métodos de ese género contituían ya una educación parcial de la memoria,
una disciplina intelectual apropiada para favorecer la rectitud de esa función. Los resultados
a que llegaron aquellos que los han puestos en práctica, demostraron que la memoria podía
ser modificada.
Además, después que se ha dejado de considerar la memoria como una “facultad del
alma” para estudiar la función psiconerviosa implicada por su actividad, aparecieron nuevas
posibilidades modificadoras, cada uno de cuyos elementos almacena y restituye el
recuerdo, modificable a su vez.
De cada uno de esos elementos depende una determinada característica de memoria: Ya
veremos cómo puede influenciar separadamente todas sus características y llevarlas a un
funcionamiento de conjunto satisfactorio y cuidadosamente acondicionado para el fin
propuesto.
Toda cualidad o característica de la memoria de una causa accesible al esfuerzo
voluntario. Así, su extensión -a la cual, erróneamente, se le asignarían límites- se amplía
por las costumbres metódicas, de orden en las ideas, de clasificación desde el comienzo,
después de reflexionar y comparar. La rapidez de registro para una materia determinada, es
una cuestión de equilibrio general físico y psíquico, de apetencia intelectual y de
entrenamiento. La persistencia del recuerdo es proporcional a la agudeza y a la duración de
la atención puesta al recibirlo. La exactitud y la precisión de ese recuerdo son determinadas
por nuestra capacidad de análisis. En fin, la oportunidad -esa preciosa cualidad que consiste
en que en el momento mismo en que es provechoso que nos inspiremos, vengan
espontáneamente a solicitar la conciencia todas las nociones útiles- necesita un sutil y
juicioso método de asociación de ideas. La felicidad del recuerdo voluntario depende de las
mismas condiciones unidas a una voluntad evocadora concentrada.
La vida corriente ofrece a la observación hechos de los que se deduce que lejos de
mostrarse inmutable, la memoria es esencialmente variable en sus manifestaciones.
Es así que, hasta la más defectuosa organización mnemónica reproduce fácilmente, y con
la mayor nitidez, ciertos hecho, por ejemplo, que impresionaron fuertemente al sujeto. A
veces, nos acordamos con toda viveza y precisión de un detalle íntimo conexo a un suceso
medio borrado ya de nuestra memoria, porque ese detalle presenta para nosotros un relieve
que el suceso no poseía.
Los soñadores, que son, casi todos, muy impresionables, sienten con agudeza, pero
conciben sin precisión. Les agrada revivir imaginariamente aquello que les impresionó.
Poseen una rica colección de recuerdos y pueden, frecuentemente, después de veinte años
de un cierto accidente, volver a referirlo con una minuciosidad admirable; pero, en cambio,
olvidan a menudo importantes utilizados inmediatas.
Ciertos elementos de una memoria son naturalmente excelente cuando uno de los más
importantes se encuentran aniquilado por cualquier causa perturbadora. Para muchos
sucede así porque cada cual, según su temperamento, según el género y el grado de su
1
Los últimos perfeccionamientos de la Mnemotecnia se deben si abate Chavauty, que ha sabido combinar un sistema de
soportar la universidad de los conocimientos.
cultura, tiene memoria para ciertas cosas y carece casi totalmente de ella para otras.
Nuestras predisposiciones generales nos crean una apetencia de espíritu por tal o cual
especie de conocimientos, e inversamente, una indiferencia total, hasta una repugnancia
respecto a tal o cual otra. Aunque comprendiendo perfectamente la oportunidad de
aprender, a veces se experimenta una invencible dificultad retentia; pero si se aprecia esa
oportunidad, si se experimenta la necesidad de saber, es posible asimilarse las ideas, las
nociones y hasta las palabras, textuales, una por una, con gran facilidad. Como la voluntad,
la memoria obtiene de sus motivos un vigor proporcional a su intensidad.
Cuando estamos soñando, ¿no nos ocurre que revivamos una fase lejana de nuestra
existencia, de la que acaso pudiéramos acordarnos en estado de vigilia, aunque entonces
con mucha menos precisión? Además, en el transcurso del sueño, ¡cuántos recuerdos que
parecían enteramente borrados vienen a agitar nuestro espíritu! El fondo éste: sus regiones
profundas en que se hunden, faltas de un punto de asociación, las miradas de sensaciones,
de impresiones y de ideas a las que no concedimos sino una fugitiva atención, toda esa olla
podrida parece volver de nuevo a la superficie.
Surgidos por no sé qué capricho, una multitud disparatada de individuos ya olvidados, de
palabras de antaño vagamente percibidas, de espectáculos, que impresionaron nuestra
mirada en un pasado a veces lejano de pensamientos cuyo resplandor nos deslumbró
durante un segundo cierto día o un instante, manifiestan la huella que han dejado en
nosotros.
Todo eso expresa la ductilidad de la función que nos ocupa: Ella se hace más lenta o se
acelera, conserva o restituye, o se reproduce nítida o confusamente, según que tales o
cuales palancas la accionen: Aprendamos a conocer y a manejar el mayor número posible
de esas palancas, y la máquina se volverá dócil en su funcionamiento.
3. EN CIERTAS CONDICIONES PSÍQUICAS, LA MEMORIA AMPLÍA
ESPONTÁNEAMENTE LOS LÍMITES DE SUS POSIBILIDADES HABITUALES
En ciertos estados de hipnosis1
, sobre todo en las fases frustradas y en el sonambulismo,
la memoria adquiere una lucidez maravillosa. Los menores hechos del pasado son
recordados por el sujeto hipnotizado, quien percibe igualmente las relaciones de causa a
efecto que pudieron tener sobre su estado presente las impresiones ya lejanas. Esa
posibilidad es utilizada en la psicoterapia para ciertos diagnósticos. He aquí tres casos de
ese género:
-Una extraña fobia: la de los viajes, incluso se manifiesta súbitamente en una mujer
normal de unos cuarenta años de edad, de los más cortos trayectos y en cualquier vehículo.
Esa repugnancia se hace muy pronto irresistible. Dormida por sugestión y por suave
fricción de vértex, se acuerda entonces de haber sido víctima en su infancia de un accidente
de vehículo, accidente que tenía absolutamente olvidado en estado de vigilia.
-Un niño visita con su padre la plataforma del Arco de Triunfo de la Estrella en París. A
fin de que pueda ver el panorama, su padre le toma en brazos y lo levanta. El niño, presa de
vértigo, comienza a lanzar gritos. Al día siguiente se le declara una ictericia. Veintiún años
después, aquejado de agorafobia, consulta a un médico, que lo hipnotiza; y de este modo
llega a saber que le causa de su actual estado, procedía de la impresión de vértigo
experimentada en su infancia.
1
Véase “Método Científico-Moderno de Magnetismo, Hipnotismo y Sugestión”, del mismo autor.
-Una mujer joven y normal, afectada de una alucinación visual intermitente, se presenta al
doctor G. Durville para someterle su caso: Cada vez que ella se lavaba las manos, el agua
que utilizaba le parecía teñirse de sangre. El origen de tal trastorno se remontaba a tres años
apenas y la mujer no sabía a qué atribuirlo. Dormida por el doctor Durville y sugestionada
para que percibiera los elementos de la etiología de su caso, ella se acordó de que a la edad
de cinco años, había asistido al acto de degollar a un ave cuya sangre salpicó sus manos,
que se lavó inmediatamente. Muy impresionada, quedó tan penosamente afectada por tal
escena, que cayó enferma. Aunque conservó una perturbación mental generadora de su
alucinación.
Los estados febriles que van acompañados de delirio, determinan a menudo una
extraordinaria hipermnesia. A menudo hablan de cosas de las que no tenían ni la menor
idea y de las que no vuelven a acordarse después de su curación. Casi siempre se tratade
cosas muy antiguas y cuya realidad queda confirmada por algún testigo.
Colerdige cita el caso de una analfabeta que, durante un acceso de fiebre, se puso a
disertar en hebreo y en griego. Gracias a la sagacidad de un médico a quien esa rara
manifestación había interesado extraordinariamente, se logró saber que la enferma había
sido cocinera de un clérigo que, durante horas enteras, iba y venía por una habitación, a la
que daba la cocina, recitando frases tomadas de los textos sagrados. Muchas de esas frases
había sido registradas inconscientemente por el sujeto y repetidas por ella, palabra por
palabra, durante la fiebre. Otro ejemplo:
“A la edad de cuatro años, un niño a consecuencia de una fractura de cráneo, hubo de
sufrir una trepanación. Recobrada por él la salud, no conservó ningún recuerdo ni del
accidente ni de la operación. Pero a la edad de quince años, presa de un delirio febril,
describió a su madre la operación, las personas que a ella asistieron, las ropas que vestía y
otros pequeños detalles, todo con gran exactitud. Hasta entonces, jamás había hablado de
ello ni había oído a nadie dar todos esos pormenores”1
.
Como la trepanación se efectúa necesariamente con anestesia general, el ejemplo
precedente muestra que la narcosis va acompañada de un estado psíquico que permite
registrar un cierto número de percepciones.
El sueño clorofórmico o etérico ha dado lugar a menudo a la comprobación del recuerdo
de las nociones olvidadas principalmente de dialectos aprendidos en la infancia y
abandonados desde hacía mucho tiempo.
“Un viejo forestal -refiere Mathias Duval- había vivido durante su juventud en las
fronteras polacas y apenas había hablado el polonés. Después no había vivido2
más que en
distritos alemanes. Sus hijos aseguraron que, desde hacía treinta o cuarenta años, no había
oído ni pronunciado una sola palabra de polaco. Durante la anestesia que duró cerca de dos
horas, ese hombre sólo habló, rogó y cantó en polaco”.
Un cirujano amigo mío me comunicó una observación del mismo género. Después de
haberle dormido mediante el éter, efectuó una amputación a un hombre que durante la
operación habló de un documento colocado entre la tapa y la sobrecubierta de un libro de su
biblioteca. Se trataba de una carta que había buscado largamente sin poder acordarse del
lugar en que la había puesto.
1
Mahtias Duval, citado por Ribot (“Les Maladies de la Mémoire”).
2
Abercrombie, citado por Ribot (“Les Maladies de la Mémoire”).
Puede decirse que todos los modificadores del estado mental actúan sobre la memoria de
manera que exaltan algunas de sus modalidades poco activas en estado de vigilia y a veces
obnubilan ciertas categorías de recuerdos. Los estupefacientes determinan efectos análogos
a los de los anestésicos. La absorción de opio, de morfina, de cocaín, de haxix, modifica la
memoria, y se ha recopilado en ese sentido un número considerable de casos de recuerdos
de nociones olvidadas desde largo tiempo.
“Me parece -dice Th. De Quincey, en sus Confesions d’un mangeur d’opium- haber vivido
setenta años o un siglo en una noche… Los recuerdos más pequeños sucesos de mi
juventud, escenas olvidadas de mis primeros años, eran reavivados a menudo. No puede
decirse que las recordaba, porque si me las hubiesen referido en estado de vigilia, yo no
hubiera sido capaz de reconocerlas como formando parte de mi experiencia pasada. Pero
colocadas ante mí como lo estan en sueños, como intuiciones; revestidas de las más vagas
circunstancias y de los sentimientos que las acompañaban, yo las reconocía
instantáneamente1
”.
4. LOS ESTADOS AFECTIVOS EXCITADORES DEL RECUERDO
La inminencia de un peligro mortal, una emoción intensa e imprevista, a veces mismo una
circunstancia poco importante, a menudo han llevado a la conciencia acontecimientos de
importancia profundamente escondidos en la imaginación.
He aquí algunos ejemplos clásicos:
El primero lo cita Carpenter en su Mental Phisiology, y es sugestivo desde el doble punto
de vista del registro automático y de la resitución espontánea de la impresión que se
remontan a la primera infancia:
“Un hombre dotado de un temperamento artístico muy notable (este punto es de notar) fue
con unos amigos en excursión a un castillo del Condado de Sussex, del que no tenía ningún
recuerdo haber visitado antes. Al acercarse a la puerta principal, experimentó una viva
impresión de haberla visto ya antes, y volvía a ver no sólo aquella puerta, sino muchas
personas montadas en asnos o de pie al lado de éstos, bajo el pórtico. Esa convicción
singular se impuso en él, tanto, que interrogó a su madre a fin de obtener algunas
aclaraciones acerca de ese lugar. Supo de ella que, cuando tenía deiciséis meses, había sido
llevado en una excursión a aquel lugar, que le habían llevado en un canasto a lomos de
asno, que le habían dejado abajo con los asnos y criados, mientras que las personas de más
edad se habían instalado para comer encima de la puerta del castillo”.
El segundo caso proviene del Essay on intellectual power, de Abercrombie. Presenta una
analogía soprendente con el precedente:
“Una señora en el último período de una enfermedad crónica, fue conducida al campo
desde Londres. Su hijita, que aun no hablaba, le fue traída y, después de una corta
entrevista, fue llevada de nuevo a la ciudad. La señora murió algunos días después. Su hija
creció sin acordarse de su madre hasta la edad madura. Fue entonces cuando tuvo la
ocasión de ver la habitación en que su madre había muerto. Aunque ella lo ignoraba al
1
Quincey, citado por Ribot (“Les Maladies de la Mémoire”).
entrar en la habitación se estremeció, y como le preguntaran la causa de su emoción,
respondió: “Tengo la impresión exacta de haber estado en otra época en esta habitación. En
ese rincón estaba echada una señora que parecía muy enferma y que, inclinándose sobre mí,
lloró”.
Es sabido que numerosos individuos llamados de nuevo a la vida después de haber
perdido el conocimiento como consecuencia de una inmersión accidental, han atestiguado
la extraordinaria lucidez de los últimos instantes que precedieron a su síncope. En algunos
segundos habían tenido una visión, vertiginosa pero muy precisa, de su vida entera, desde
su infancia hasta el momento del accidente. Semejante fenómeno tiene lugar a veces en el
momento de la agonía y hasta en el peligro muy grave: El hecho siguiente dará una idea de
ello:
“Un hombre de imaginación extraordinariamente viva, atravesó una vía férrea en
momentos en que un tren llegaba a toda velocidad. No tuvo tiempo sino para tenderse entre
los dos rieles. Mientras que el tren pasaba por encima de él, la sensación del peligro le trajo
a la memoria todos los incidentes de su vida, como si hubiera sido abierto ante sus ojos el
libro del Juicio Final” 1
.
SE OBSERVA, QUE TODO OCURRE COMO SI NINGÚN ESTADO DE CONCIENCIA,
NINGUNA PERCEPCIÓN, NINGUNA IMAGEN DESAPARECERÁ TOTALMENTE DE
LA MEMORIA UNA VEZ REGISTRADA EN ELLA.
5. CÓMO OBTENER UNA MEMORIA RÁPIDA
Después de haberse formado una clara idea de la función mnemónica por el estudio de los
datos contenidos en el presente capítulo y en los tres días siguientes, el lector aplicará las
instrucciones dadas a partir del capítulo V. Así se situará ante todo en las condiciones
físicas y mentales que favorecen el juego de los elementos de la memoria; después se
estudiará para desarrollar cada uno de ellos. Sucesivamente aprenderá a dirigir su
pensamiento a concebir una tabla que comporte todas sus subdivisiones necesarias para
clasificar gradualmente las nociones que quiera recordar, para registrar rápida y claramente,
para usar sutiles asociaciones de ideas, para situarse en el estado psíquico más favorable al
recuerdo, para utilizar los procedimientos mnemotécnicos en la retención de las cosas
difíciles de asoicar.
Los primeros resultados, serán casi instntáneos en los más favorecidos, instantáneos en los
más favorecidos, y no requerirán sino algunos días en las memorias más rebeldes.
Obtenidos esos resultados, los progresos se acentuarán cada vez más rápidamente y,
ayudados de la perseverancia, harán retroceder cada vez más los límites de la potencia
mnemónica.
1
Según Vislow, citado por Ribot. (Les Maladies de la Mémoire).
PARTE TEÓRICA
CAPÍTULO PRIMERO
TEORÍA ESQUEMÁTICA DEL FUNCIONAMIENTO DE LA MEMORIA
1. Ideas de su automatismo perpetuamente
activo.- 2. Distribución. - 3. Conservación.
4. El recuerdo espontáneo. - 5. El recuerdo
voluntario.- 6. Las asociaciones internas
1. IDEA DE SU AUTOMATISMO PERPETUAMENTE ACTIVO
¿Cómo se manifiesta esencialmente la memoria? Registra nuestras percepciones,
recepciones y conceptos; los almacena desde que desaparecen de la conciencia, y los
presenta de nuevo a ésta, ya sea espontáneamente, ya bajo la acción de la voluntad. El
recuerdo recorre, pues, tres etapas: adquisición, conservación y recuerdo. Observemos que
no son sólo las cosas que tratamos de retener que se fijan en la reserva mental, en ésta
entran también nociones que no hemos ningún esfuerzo para apropiárnosla; se infiltra
asimismo una gran cantidad de imágenes y de ideas sobre las cuales nuestro entendimiento
ni siquiera se ha detenido el tiempo suficiente para que tengamos conciencia de su
irrupción. Observemos, por otra parte, que si el recuerdo es, en principio, voluntario por
definición, la sucesión de los pensamientos que agitamos -o que nos agitan- a diario,
tienden a volver a traer de las profundidades del subconsciente cosas relacionadas con su
objeto. Observemos también este hecho característico, establecido en el curso del capítulo
precedente: antes ya de hallarse en estado de comprender, el cerebro del niño puede
almacenar recuerdos, de los que no tendrá conciencia sino más tarde.
Debemos, pues, concebir la función que nos ocupa como un automatismo cuya actividad
continúa siendo para nosotros casi por entero inconsciente. Que prestemos o no atención,
continuamente registramos nociones que se distribuyen más o menos metódicamente en el
segundo. Podemos, pues, definir la memoria como: un automatismo inconsciente.
La fisiología, base racional de la psicología, no ha adquirido aún más que datos
incompletos acerca de esta función. Ella ha admitido durante mucho tiempo paralelismo
estrecho entre cerebro y memoria. Actualmente se sabe que el dominio mental es
considerablemente más amplio que el dominio cerebral. Las teorías clásicas no podrían dar
cuenta de ciertos hechos, sobre todo el orden siempre invariable del olvido de las palabras
en la afasia, cualesquiera que sean el punto del cerebro en que comience la lección y el
sentido en que ella evolucione.
Un esquema muy sencillo, a falta de una demostración más material, nos da la idea
general que necesitamos para orientar nuestro trabajo. Comprendemos la memoria a un
cilindro que gira continuamente alrededor de un eje central. Ese cilindro se le supondrá
aislado del exterior y de la conciencia excepto por una superficie de contacto figurada por
el sector OBC del disco de separación D. Por la abertura OBC, la cara lateral del cilindro,
continuando su movimiento de rotación, pone sucesivamente en relación con la conciencia
y con el sensorio todos los sectores que lo componen. Bien entendido que, por esa especie
de ventana, nuestros estados anímicos, intelectuales o afectivos, así como nuestras
percepciones sensoriales, se ponen en contacto con la mayoría y la impresionan más o
menos, según estemos atentos o distraídos. Pero el registro no tiene lugar en los dos casos
en forma parecida.
2. DISTRIBUCIÓN
Se efectúa automáticamente, en el interior del cilindro, una distribución de todo aquello
que entra por el triángulo OBC y, a tal propósito, diremos que el cilindro puede ser
considerado como dividido en dos regiones principales: la de los recuerdos asociados, de
los que vamos a ocuparnos, y de los recuerdos esparcidos. En esta última figuran aquéllos
que, sea por una falta de intensidad, sea por la de uno de los puntos de asociación con una
noción definitiva adquirida, quedan aislados sin ningún punto que los ligue a una cadena
ideológica mediante la cual podamos volver a traerlos a la superficie consciente.
La región de los recuerdos asociados incluye todo aquello de que somos capaces de
acordarnos en un estado psíquico normal. Desde su entrada al cilindro por la abertura OBC,
toda noción tiende a asociarse a alguna otra que figure ya en él y con la cual presenta la
recién llegada alguna afinidad, es decir, una analogía directa o inversa. Existen centros de
cristalización hacia los cuales convergen y con los cuales convergen y con los cuales
quedan inmediatamente ligados, según su especie, los recuerdos de diferentes catagorías.
Por otra parte, tengamos en cuenta que las ideas y las impresiones registradas con
continuidad quedan ligadas por un hilo que permite, cuando la primera vuelve a la
imaginación, encontrar sin dificultad todas las que siguen. Los escolares pueden, así, recitar
una lección de la cual no han comprendido absolutamente nada. La sucesión de sonidos que
han repetido, en voz alta o mentalmente, ha sido registrada como impresión auditiva global,
o bien el aspecto gráfico de las palabras ha impresionado su visual como una especie de
cadena mórifica continua. En el momento deseado, no tienen sino que pronunciar la
primera palabra y recitan el resto sin ningún esfuerzo.
En una memoria no cultivada, la iniciativa de la clasificación es abandonada enteramente
al inconsciente1
. Los centros de cristalización de que ya he hablado precedentemente,
parecen desviar su origen de las profundas idiosincrasias del individuo; se condicionan bajo
la influencia de las particularidades psicológicas: temperamento, tendencia, aptitudes, etc…
El individuo cuyo carácter manifiesta un relieve bien claro, el literato innato, el músico
innato, el calculador innato, etc., consideran desde sus primeros años, con un espíritu
especialmente atento todo lo que les parece tener alguna relación con su mayor aptitud. Se
asimilan fácilmente y recuerdan sólidamente numerosas series de observaciones, de
imágenes, de palabras, que se asocian al centro de cristalización representado por la
tendencia principal.
Las personas voluntariosas que, aun cuando no experimenten ningún agrado por una rama
del saber, tienden en absoluto a poseerla, sienten que su memoria les es rehacia en los
primeros esfuerzos que hacen por fijar en ella lo que tratan de aprender. Pero el motivo que
acciona su voluntad: la ambición, el deseo de evolución o cualquier otro, crea rápidamente
en ellas un centro de cristalización. A fuerza de repetirse: “Es necesario que llegue a
aprender esto: es indispensable para la satisfacción de tal o cual de mis deseos”, disminuye
en ellas su inercia mnemónica. Pero, faltas de método, a menudo les cuesta mucho más
trabajo del necesario.
3. CONSERVACIÓN
Un clisé mental se incrusta, si así puede decirse, sólidamente en la imaginación ya sea
porque la impresione vivamente cuando la percepción inicial se acompaña de un estado
emocional intenso; ya sea porque, tan agradablemente solicitada está la atención, que queda
absorbida; ya sea, también, porque, por un esfuerzo voluntario, se la ha sostenido
firmemente en el momento de su registro. La intensidad y la duración de la atención
desempeña, pues, un papel notablemente primordial en el manejo de la función mnemónica.
1
Véase “Psicología del Amor”, del mismo autor.
Veremos más adelante, cómo ejercitarlos de manera que su grado normal permita, sin fatiga
especial, fijar fácil y definitivamente nuestras adquisiciones intelectuales.
Teniendo el recuerdo como sostén la fibra nerviosa y como órgano de recuerdo el cerebro,
su conservación y la oportunidad de su reviviscencia dependen íntimamente de la nutrición
cerebral, es decir, de la circulación. Los espiritualistas, para quienes los centros nerviosos
son los instrumentos del alma, así como los materialistas, cuya singulares teorías hacen
surgir la inteligencia de la materia, están de acuerdo, por lo menos, en un punto: que existe
una higiene física de la memoria, a la que conviene tener consideración. Para volver a
nuestra comparación esquemática la substancia del cilindro debe ser considerada como
viviente. De su vitalidad depende la de los recuerdos que contiene. Además, su docilidad
para llevar de nuevo a la superficie del triángulo OBC las nociones que contiene, a fin de
afectar la conciencia cuando ella las solicita, exige una flexibilidad que supone una
potencia funcional suficiente.
4. EL RECUERDO VOLUNTARIO
Supongamos ahora que en el disco de separación D hay una segunda abertura triangular
OEF, en contacto con la conciencia como el sector OBC. A medida que el hilo del
pensamiento se desenvuelve, los diversos objetos de nuestras cogitaciones impresionan el
cilindro por OBC y determinan en él una especie de reflejo más o menos rápido que lleva a
OEF las nociones conexas. Tal es el fenómeno del recuerdo. Su oportunidad depende
evidentemente de la lógica habitualmente aportada al encadenamiento de nuestras ideas y
de la distribución más o menos juiciosa de éstas en el interior del cilindro.
Tan pronto como la atención se detiene, cautivada, en las primeras nociones de un
recuerdo, el cilindro disminuye la velocidad de su movimiento y su actividad actúa del
interior al exterior para llevar al triángulo OEF nuevos elementos del recuerdo considerado.
Durante el sueño, el cilindro oscila sobre su eje caprichosamente y alienta el ensueño de
una manera frecuentemente desordenada.
5. EL RECUERDO VOLUNTARIO
Toda tensión voluntaria del espíritu inmovilizado sobre un orden de ideas cualquiera,
suspende momentáneamente el movimiento del cilindro o, por lo menos, disminuye
considerablemente la velocidad de su rotación. Esa tensión produce una abducción de las
nociones conexas al objeto del pensamiento. El recuerdo deliberado parece, pues, estar
influenciado por la intensidad de la voluntad.
Si es exacto que una palabra escapa a veces a nuestra memoria en el momento en que nos
esforzamos en recordarla, mientras que surgirá sin ningún esfuerzo en otro instante,
observemos que, en el primer caso, un estado excesivo afectivo o toda otra causa
perturbadora de la voluntad disocia esta última de la memoria y suprime momentáneamente
su acción. Cuando estamos tranquilos, recogidos y tenemos sangre fría, sentimos con más
fuerza la oportunidad de recordar una noción, y más dócilmente vuelve a presentarse ésta
en nuestra conciencia. Toda mejora de la voluntad trae consigo una flexibilización de la
restitución automática y, a la menor solicitación, aporta conocimientos escondidos en
nuestra reserva mental.
Vuestros conocimientos, de toda naturaleza, están a vuestra disposición en esa misteriosa
región, designados aquí bajo la figura de un cilindro, y en ella se relegan así que cesáis de
prestarle atención. Si estáis muy bien dotados, al menor requerimiento, la palabra, el
número, la imagen, la idea que os hace falta, instantáneamente son hallados de nuevo. Si, al
contrario, os ocurre con frecuencia, a pesar de vuestros enérgicos requerimientos, que no
lográis obtener al instante el documento mental que buscáis, os es posible que lo poseéis sin
embargo, tan perfectamente preciso como lo deseáis. Es el mecanismo íntimo mediante el
cual debiera acudir a vuestra memoria ese documento. Vuestro estado psíquico actual no
acciona tal mecanismo. Pero sin duda sucederá que una hora después, al día siguiente, o al
cabo de ocho días, os encontraréis en una condición psíquica que hará posible que tenga
lugar el accionamiento del mecanismo, que en vano tratáis de lograr ahora.
Supongamos que vuestro recuerdo carezca de precisión: entonces es que en el momento
del registro no ha sido cumplida alguna de las tres condiciones expuestas en el apartado 3.
El clisé, demasiado pálido, puede, empero, acentuarse mucho más de lo que pudiera
esperarse bajo el efecto de la tensión voluntaria, que entonces desempeña el papel de un
poderoso revelador.
6. LAS ASOCIACIONES INTERNAS
No es preciso creer que las diversas nociones permanecen estáticas en el interior del
cilindro: de sus asociaciones resultan nuevas ideas que se imponen, tarde o temprano, a la
conciencia, ya sea porque surjan bruscamente en la superficie del sector OEF, ya sea
porque, al detenerse voluntariamente en un sujeto determinado que le es conexo,
recordamos por él.
Tal es el principio de la sugestión directa, de la que ya indiqué los procedimientos en mi
Método científico de Magnetismo, Hipnotismo y Sugestión.
Inconscientemente, durante el sueño o en estado de vigilia, tiene lugar en la memoria un
trabajo. La educación de esta facultad en un sentido dado, proporciona una rectitud muy
interesante a este trabajo criptoide. Así se conocen numerosos casos en que la asociación
ESQUEMA DEL FUNCIONAMIENTO DE LA MEMORIA (pág 32)
subconsciente de las ideas ha proporcionado como resultante una obra de valor
Un matemático fue a dormir luego de haber buscado en vano largamente la solución de un
problema geométrico. Se durmió y soñó con él. Al despertar había obtenido la solución:
algunos de sus elementos, que en el curso de sus pesquisas habían permanecido ocultos en
las profundidades del cilindro, habían vuelto de nuevo a la superficie mientras dormía y se
habían juntado bajo la influencia generadora de su voluntad1
.
Shopenhauer escribió: “Mis postulados filosóficos se produjeron en mí sin mi
intervención, en momento en que mi voluntad estaba como dormida y mi imaginación no se
hallaba encaminada en una dirección prevista. Así, mi persona era como extraña a mi
obra”.
Desde cierto punto de vista, la memoria parece una especie de alambique en el que
nuestros pensamientos, nuestros estados afectivos y nuestras impresiones reaccionan unos
sobre otros para dar lugar a las incitaciones más o menos complejas. Ya lo he demostrado, a
propósito de la génesis de los sentimientos, en mi obra Psicología del Amor2
.
Es por eso que el control de la memoria es indispensable para dominarse uno mismo, para
tener el sueño tranquilo y para verse libre de las influencias del ambiente.
1
Véase del mismo autor “El poder de la Voluntad sobre sí mismo, sobre los demás, sobre el Destino”.
2
“Psicología del Amor: los sentimientos, el corazón, la idea, la seducción”.
CAPÍTULO II
LOS ELEMENTOS DE LA MEMORIA
1. Agudeza sensorial.- 2. Agudeza motriz. -
3. Agudeza emocional.- 4. Sentido estético.
5. Sentido analítico. - 6. Espíritu de síntesis
7. Sentido analógico. - 8. Noción del tiempo
9. Sentido topográfico. - 10. Cómo se esta-
blece el diagnóstico de una memoria
1. AGUDEZA SENSORIAL
La agudeza auditiva y visual constituye un determinante de importancia del
funcionamiento mnemónico. El niño que prueba hablar, trata de reproducir sonidos que ha
oído emitir y que ha retenido. Más tarde, a menos de una cultura especial, su vocabulario se
limitará a las expresiones de uso corriente en su medio, a pesar de que lea más o menos,
porque, salvo en el caso de una agudeza visual predispuesta a la retención de grafismos, el
estudiante tendrá siempre más trabajo para grabar en su memoria las palabras leídas que
oídas. Aquellos en quienes predomina la agudeza audtiva, ligan la mayor parte de sus
recuerdos a sonoridades. Para acordarse de una persona tratan de figurarse la tonalidad de
su voz, y, por poco que ésta posea un timbre ligeramente especial, se hallan en condiciones
de repetir ligeramente las conversaciones tenidas con aquella persona en una época más o
menos lejana. Cuando se trata de una palabra, el auditivo se atiene a la desinencia de tal
palabra o a otras análogas que se escucha pronunciar a fin de provocar un reflejo
mnemónico.
El visual tiende a basar la mayoría de las operaciones de su memoria en su facilidad para
registrar las imágenes. Vuelve a encontrar la fisonomía de las personas, el aspecto gráfico
de las palabras, el cuadro mental de los hechos, la forma y la composición tipográfica de la
tapa del libro que necesita.
2. AGUDEZA MOTRIZ
En aquellos en quienes el sentido muscular está en su plenitud, el movimiento, la
cinemática constituye un tercer elemento de la memoria. En vocabulario, ese sentido
condiciona ciertamente la memoria de los verbos y eso es así sin duda porque éstos
constituyen la última clase de palabras que olvidan los afásicos. El hombre dotado de un
sentido muscular en alto grado, se acordará mejor de un individuo a quien haya visto actuar
que de otros. El gesto, el movimiento, unidos a la frase o a la palabra que oye, le ayudan
considerablemente a grabar ésta en la imaginación. Retiene con dificultad los aspectos
estáticos de la Naturaleza; pero desde que hay animación en torno suyo, su memoria se
activa. Suponemos, bien entendido, para facilitad de nuestra exposición, que existe una
acentuada prominencia de uno de los elementos de percepción. El orador que puntúa sus
discursos, mediante los movimientos correlativos a sus palabras, ayuda a la formación de
las expresiones.
3. AGUDEZA EMOCIONAL
Las personas impresionables son, ante todo, receptivas para sus sensaciones. Para
figurarse una persona, una cosa o hasta una idea, tratan de acordarse de la impresión que
ella les causó. Convenientemente manejada, esa predisposición es excelente desde el punto
de vista que nos ocupa. Se ven niños absolutamente rebeldes al estudio. A pesar de sus
esfuerzos, no llegan a recordar la gramática o la aritmética; pero son los únicos para darse
cuenta de los actos y los gestos de las personas a quienes observan, de los más nimios
hechos cotidianos que por lo general pasan inadvertidos a todo el mundo. Se trata de niños
emocionales a los cuales les es indispensable, para convertirlos en buenos alumnos, que se
les exponga el interés subjetivo que para ellos tiene cada materia. Gran número de jóvenes
recuperan lo perdido tan pronto como salen de la adolescencia; pero si su impresionabilidad
va unida a una manifiesta insuficiencia, el problema de la memoria me parece insoluble.
En las personas normales, la emoción excita poderosamente la actividad interna y externa
del cilindro. Así, la música provoca un aflujo de ideas y de recuerdos de toda naturaleza.
Cuando la impresionabilidad se exagera, resulta de ello un desorden continuo del
pensamiento, del cual se resiente la memoria.
4. SENTIDO ESTÉTICO
Esta predisposición lleva a acordarse de todas las cosas por comparación con su modelo
ideal. Un grave defecto de proporción imprime, entonces, enérgicamente una imagen en el
espíritu. Un objeto, una persona, quedan registrados como presentando tal o cual defecto
mórfico.
Tal sentido pone en juego las facultades comparativas y ayudan considerablemente al
desarrollo de la memoria.
5. SENTIDO ANALÍTICO
Es el más precioso auxiliar de la memoria. Crea, en efecto, precisas y numerosas
asociaciones. Incita al examen profundo de cada noción, a la busca de las causalidades.
Toda conexión presentada por el objeto examinado con otros ya adquiridos, es descubierta
y crea un punto de ligazón en el cilindro. El analítico práctico obtiene una idea precisa de
todo aquello que llama su atención. La percepción y la apreciación de los menores matices
le permiten una clasificación distinta. Los recuerdos son siempre en él abundantes y
seguros. Sus deducciones e inducciones asimismo están afirmadas sólidamente. Puede
destacarse en el conocimiento del dominio concreto y adquirir una memoria extraordinaria
para las ideas abstractas. Reconstruye fácilmente sus recuerdos con ayuda de la profusión
de ideas secundarias que sabe sacar de cada sujeto. Sin embargo, el exceso de la tendencia
analítica conduce a perder de vista el conjunto para extraviarse en detalles.
6. ESPÍRITU DE SÍNTESIS
Si, en el estudio de una cuestión, os veis conducidos a buscar inicialmente la manera de
condicionaros una idea general; si recordáis con facilidad las nociones cuya sustancia
lograsteis hacer entrar en una fórmula compacta, estáis dotados de espíritu de síntesis. Esta
calificación, como la precedente, trae siempre consigo una notable facilidad de las
operaciones mnemónicas. El sintético utiliza inconscientemente un excelente método
retentivo. Crea ante todo un cuadro en el cual se ordenan y asocian sucesivamente todas las
nociones susceptibles de entrar en ella. Y en tanto que le falte al conjunto algún detalle, el
sintético se da cuenta perfectamente de la falta de homogeneidad del contenido de su
cuadro. Una vez que ésta esté completa, ninguno de los elementos que en ella figuran queda
olvidado, porque cada uno de ellos forma con el conjunto un bloque sólidamente
construido.
Los sinópticos, es decir, aquellos cuya mentalidad se destaca igualmente en el análisis
como en la síntesis son, a mi juicio, los que están mejor dotados.
7. SENTIDO ANALÓGICO
La rápida percepción de las analogías posibles entre un orden de ideas por asimilar y otro
ya adquirido, permite un rápido registro. El sentido analógico permite también resumir en
forma esquemática, gráfica o mental toda clase de cosas que se desea recordar. Las figuras
de aspecto extraño que se observan en las obras de ocultismo, provienen de la costumbre,
en uso entre los antiguos iniciados, de condensar en dibujos simbólicos ciertos puntos
secretos de su saber. Las veintidós primeras láminas de “tarot”1
, proveen otros tantos
ejemplos de la aplicación de la analogía a la representación jeroglífica de las leyes
metafísicas.
Los mnemotécnicos, a los cuales no escapó el valor de la analogía, han hecho de ella el
principio de ciertos procedimientos que se hallarán en el capítulo XI de esta obra.
8. NOCIÓN DEL TIEMPO
La apreciación mental de las duraciones ya sea para localizar un recuerdo en el pasado, ya
para acordarse en el momento deseado de aquello que se tiene el propósito de llevar a cabo,
corresponde a los espíritus muy objetivos y bien equilibrados. Los asténicos dilatan, si así
puede decirse, las duraciones reales en sus cálculos. Los hiperesténicos, por el contrario,
tienden a acortarlas. A decir verdad, el sentido de las localizaciones en el tiempo no aparece
como de utilidad esencial, aunque sea apreciable para concebir las decisiones rápidas y para
ordenar la actividad de los días próximos.
9. SENTIDO TOPOGRÁFICO
El sentido topográfico predispone a esa forma curiosa de memoria que guía el hallazgo de
un objeto material abandonado, en un instante de negligencia, entre un desordenado
conjunto de otros objetos. Ese sentido facilita asimismo el recuerdo de las trayectorias. Un
ejemplo de ello fue dado por un hombre que fue secuestrado y subido a un automóvil por
sus agresores, conducido en éste y con los ojos vendados a muchos kilómetros de su
residencia y devuelto de igual modo al lugar de donde partiera. Al día siguiente el mismo
hombre logró volver a encontrar el inmueble al que había sido llevado. Para ello se sentó en
un auto al lado del chófer y, cerrando los ojos, le fue indicando el camino recorrido la
víspera.
Prácticamente, en la vida, el sentido topográfico tiene su utilidad cotidiana para aquellos
que deben realizar toda clase de recorridos y orientarse rápidamente en lugarse siempre
nuevos. En el estudio de la Geografía física, ese sentido facilita igualmente la tarea.
10. CÓMO SE ESTABLECE EL DIAGNÓSTICO DE UNA MEMORIA
Se realizan con el sujeto a examinar las siguientes pruebas:
1
Véase mi “Tratado de Ciencias Ocultas”.
-Prueba de la agudeza auditiva: Repetir lo que se haya retenido de un verso declamado o
simplemente leído delante del sujeto.
-Prueba de la agudeza visual: Dar a leer en silencio un texto en prosa. Esta lectura durará
un cuarto de hora para cincuenta líneas. El sujeto se esforzará en reconstruirlo por escrito.
-Prueba de la agudeza motriz: La declamación acompañada de gestos; el relato de un
comabate de boxeo con mímica ante el sujeto o, más sencillamente, el pasar ante sus ojos
un álbum mostrando figuras de baile o posturas gimnásticas, pueden ser utilizados. El
sujeto, seguidamente, tratará de enumerar los movimientos que le han sido mostrados.
-Prueba del sentido estético: Después de haber dado a examinar muchos dibujos o
fotografáis de rostros, unos de proporciones defectuosas, otros de facciones impecables, se
solicita una descripción de ellos.
-Prueba del sentido analítico: Propóngase un aforismo de una concepción apropiada a la
mentalidad del sujeto, rogándole comentario en voz alta o por escrito, después de un corto
instante de reflexión.
-Prueba del sentido analógico: Tratar de obtener la representación simbólica, bajo la
forma de un esquema claramente expresivo de una noción cualquiera perfectamente
asimilada por el sujeto. Esta prueba debe variar según las mentalidades. Si el examinado
fuera inexperto en el arte gráfico, se limitará a describir su composición.
-Prueba del tiempo: Apreciación de tres duraciones distintas: la de leer un texto, la de
copiarlo y la de un momento de inacción.
-Prueba del sentido topográfico: El sujeto describirá un trayecto establecido de antemano
por el examinador y del que se complicará los detalles de una manera inversamente
proporcional a la extensión de sus límites. Seguidamente, reconstitución del trayecto.
Damos aquí la indicación general de esas pruebas; su proceso exacto varía necesariamente
según los casos. Por este método serán conocidos aquellos elementos de la memoria cuya
debilidad reclama una reeducación particularmente atenta. Una práctica especial podrá ser
combinada para cada cual teniendo en cuenta que el sujeto compense sus puntos débiles
mediante el apoyo de éstos en sus mejores recursos mnemónicos. Por ejemplo, compensar
el defecto de agudeza auditiva con agudeza emocional, rectificar el exceso de análisis por
ejercicios de síntesis, etc.
CAPÍTULO III
DIRECTIVAS DE LA EDUCACIÓN RAZONADA DE LA MEMORIA
1. Aprender a manejar el propio pensamiento.
2. Observar la higiene psicofísica. - 3. Crear
sus centros de cristalización. - 4. Poner re-
medio a las insuficiencias funcionales. -5.
Apelar a la potencia de los motivos. - 6. De-
terminarse al esfuerzo.
1. APRENDER A MANEJAR EL PROPIO PENSAMIENTO
La primera condición necesaria al desarrollo de la memoria es la de mantener en el
espíritu el deseo de mejorarla. Es preciso tomar la determinación de trabajar diariamente en
diversos ejercicios, de esforzarse en pensar de cierta manera, de adoptar a la tendencia
anárquica de la actividad intelectual el correctivo de los principios de orden de que
hablaremos más adelante. El papel de la atención, ya puesto en claro por lo que antecede,
exige esfuerzos para acrecentar el dominio de la voluntad sobre la ideación. Las primeras
prácticas que propondré a mis lectores tendrán, pues, como objetivo el hacerles adquirir la
posibilidad de pensar deliberadamente en un tema elegido y de cesar voluntariamente de
pensar en él en un momento previsto.
La disciplina mental bastará por sí sola, tan poderoso es su efecto directo sobre la
memoria. Ella permite, en efecto, disociarse, en el momento del estudio, de todas las
impresiones exteriores y de los múltiples incidentes que nos solicitan. Cuando todo el
campo de la conciencia está acaparado, el registro se produce con fuerza y sin omisión ni
error. La atención es el buril que graba el recuerdo en la memoria: el manejarlo sin
distracción asegura la formación de clisés con relieves precisos e inalterables.
Para repetir juiciosamente las nociones registradas de manera que se creen excelentes
asociaciones, es preciso adquirir la costumbre de regir los propios pensamientos; porque es
indispensable analizarlos, apreciar sus relaciones y los diversos órdenes a los cuales
conviene unirlo en nuestro espíritu.
La recordación literal de un texto descansa enteramente en la continuidad de la atención.
Los extravíos de ésta tienen como consecuencia lagunas en el recuerdo de un texto y
vuelven penoso su estudio, porque cuesta esfuerzos fatigosos cuando, separándose veinte
veces del tema estudiado, debe llevarse de nuevo hacia él la conciencia, distraida con
cualquier incidente. Con el ejercicio se llega a concentrarse tan bien sobre un trabajo, que
se continúa aplicado a él durante horas, sin fatiga, desde que son vencidos los primeros
impulsos disociadores.
En el recuerdo, la concentración espiritual acelera la actividad mnemónica. Además, sin
ella, la afluencia de los elementos de un recuerdo queda frecuentemente incompleta, lo cual
da lugar a errores.
Una modalidad de la memoria, para la cual es inútil toda demanda, tan defectuoso es en
ese caso el dominio del pensamiento, es el olvido voluntario. Nada hay más irritante, más
penoso, más avasallador, que el sentirse constreñido a ceder a la obsesión del recuerdo de
cosas o personas que nos es desagradable ver reaparecer en nuestra imaginación. La cultura
psíquica solamente es la que proporciona la libertad interior. El olvido, es decir, el
destierro voluntario de los recuerdos esparcidos (capítulo II), se obtiene con la costumbre
de manejra el propio pensamiento. Del mismo modo como se crean asociaciones para
retener, pueden determinarse disociaciones para olvidar.
2. OBSERVAR LA HIGIENE PSICO-FÍSICA
El enorme desgaste de células nerviosas efectuado por el trabajo mental, involucra la
necesidad absoluta de una nutrición cerebral suficiente.
La higiene de la memoria consiste, pues, en asegurar esa nutrición, así como en evitar los
excesos de todo orden que agotan las energías orgánicas.
En nuestras época, existe el artritismo, cuyas primeras manifestaciones afectan el juego de
las funciones intelectuales y en especial de la memoria. Esta diátesis se desarrolla con la
misma frecuencia entre los hombres que llevan una vida tranquila, metódica, sin
intemperaciones aparentes ni desvíos de ninguna clase, que se la considera como normal,
como inseparable de la edad, cuando no se atribuye a predisposiciones fatales. En realidad,
la vida moderna engendra necesariamente el artritismo, porque comporta una alimentación
demasiado copiosa y una atonía funcional de los órganos de eliminación.
Entre los alimentos que a diario ingerimos, hay gran número a los cuales se recurre de
continuo como fortificantes indispensables y otros que se relegan como accesorios porque
su composición parece dar un aporte menos rico al organismo. Se olvida un aspecto
importante de la cuestión, la del desgaste interno ocasionado: 1º, por la elaboración en el
seno de los órganos digestivos de los productos útiles procedentes de un alimento
cualquiera, y 2º, por la eliminación de los residuos que dicho alimento desprende. No se
tienen en cuenta las toxinas resultantes de la fermentación intestinal implicada por la
composición de nuestros menús.
También, insensiblemente, nuestros tejidos se impregnan de toxinas que los desorganizan,
que ponen trabas a las funciones, que debilitan a la resistencia de los órganos y disminuyen
así nuestras potencialidades.
“Por su alimentación deplorable, escribe con razón, el doctor Gastón Durville1
, el hombre
ha dilatado e inflamado su estómago, fatigado su hígado y sus riñones e irritado su
intestino; ha hecho más lenta su circulación e intoxicado su sistema nervioso; ha gastado
sus reservas vitales, y ha falseado sus resistencias a la enfermedad. Sus taras la ha
transmitido a su descendencia en forma de debilidad congénita, física y moral, de anemia o
de ese terreno mórbido que se llama “temperamento”.
Como ya lo demostré en mi obra El poder de la Voluntad2
, nadie se fortalece ni física ni
moralmente sobrealimentándose, sino más bien equilibrando la asimilación y la
eliminación de los residuos mediante una composición juiciosa de la alimentación, por
medio de una actividad respiratoria suficiente mediante el frecuente uso de reacciones
circulatorias, especialmente de la hidroterapia.
1
“La Cura Naturalista. Para conservar el vigor y sanar sin medicamentos”, por el doctor G. Durville.
2
De esta Editorial.
Un estado gastrointestinal tenido en cuenta lo que precede, se tiene lúcida y clara la
imaginación para emprender la clasificación de la propia memoria.
Ya hemos visto cómo tiene lugar la distribución espontánea de los recuerdos en el interior
del cilindro y, especialmente, su asociación respectiva a aquel de nuestros centros de
cristalización a que pertenecen. Para continuar usando mi comparación del capítulo
primero, diré: fabricad con vuestro cilindro discos, cada uno de los cuales represente una
sección de vuestros conocimientos y que gire en derredor de un centro de cristalización que
figure uno de los motivos que animen vuestra vida mental. Por aritificial que sea, esta
comparación se ajusta exactamente a la realidad. En el capítulo VII veremos cómo hay que
proceder exactamente para lograr la constitución de una especie de “fichero intelectual” tan
bien clasificado y de un empleo tan sencillo como el de un repertorio material.
Los dos grandes principios de la conservación del recuerdo son, según la opinión unánime
de todos los autores: la asociación análoga y la repetición mental. Siguiendo mi sistema,
aplicaréis automáticamente las dos leyes. Así, en el momento en que concentráis vuestra
atención en cualquiera cosa que queráis fijar en vuestro espíritu, deberéis:
1º Apreciar rápidamente a qué orden general de ideas pertenece esa cosa (operación
preliminar en toda clasificación):
2º Buscar aquello que ya sabéis sobre el mismo sujeto, a fin de encontrar la noción más
análoga a aquello que deseáis fijar (dicho en otras palabras: descubrir en vuestras fichas
mentales aquellas entre las cuales debe colocarse la nueva):
3º Mantener durante un corto instante vuestro pensamiento fijo en la noción a registrar y en
sus análogas contiguas ya clasificadas (dicho de otro modo: poner la nueva ficha en su
lugar).
Del mismo modo, las diferentes secciones de vuestros diversos órdenes de conocimientos
van desfilando sucesivamente ante vuestra conciencia, lo cual hace más y más firme su
incrustación.
Así como para una biblioteca o un fichero, cada cual adopta un orden según los giros de su
imaginación, la clasificación de las ideas debe ser concebida por cada persona según su
naturaleza. Sin embargo, en el capítulo VIII daremos un ejemplo que podrá servir para
inspirarse.
4. PONER REMEDIO A LAS INFLUENCIAS FUNCIONALES
Ya hemos visto cómo reaccionaban sobre la memoria los condicionamientos orgánicos. El
diagnóstico de las insuficiencias puede establecer metódicamente según los principios
indicados en el capítulo III. En seguida se eligen aquellos ejercicios, que damos en la parte
práctica, que parezcan convenir, y se llevan a cabo puntualmente. Otros muchos análogos
serán combinados por la iniciativa del lector. Según el caso, se ejecutan prácticas que
ejercitan la agudeza auditiva, la agudeza visual, el espíritu analítico, el sentido de las
duraciones, etc.
En la mayoría de los casos, no será siquiera necesario recurrir a los ejercicios: las
insuficiencias desaparecerán por sí mismas por la aplicación de los principios generales de
mi método que lleva consigo, homogéneamente, todos los elementos de la memoria.
5. APELAR A LA POTENCIA DE LOS MOTIVOS PENSAMIENTO
El interés que se pone en una cuestión anima la actividad intelectual y crea una condición
receptiva que facilita en el más alto grado la asimilación y la retención. También conviene,
antes de emprender el estudio de una materia, meditar sobre todos los motivos susceptibles
de hacérnosla agradable. Esta meditación constituye la mejor forma de autosugestión para
desarrollar la memoria1
. No existe en el conjunto de los conocimientos humanos teóricos o
prácticos, rama tan árida que no pueda hallarse en ella algún placer directo. Pero a falta de
este último, recurrid a la oportunidad personal de vuestros estudios. Examinad largamente
este estudio. Representaos las ventajas del medio, si no podéis considerarlo como objeto de
inmediato. Así asociaréis tan estrechamente la cuestión a vuestra ambición, a vuestro
interés, a vuestro deseo de progreso, de superioridad o de beneficio, que no tardaréis en
experimentar un deseo de asimilación que ayudará considerablemente vuestro trabajo.
La objetivación mental, esa práctica de cultura psíquica recomendada en una de mis obras
precedentes2
como fuente de energía, da resultados sorprendentes. Consiste en
representarse mentalmente, bajo una forma concreta, todas las consecuencias de una acción
o de una omisión, del control de sí mismo o de la negligencia, de la actividad aplicada y
metódica o de la ociosidad. Observad que cuando falta la energía de voluntad,
invariablemente se descubre la causa, y que reside, ya sea en una mala higiene que intoxica
el cerebro o en una insuficiencia de las operaciones del juicio. Esta última consiste
esencialmente en que todos los elementos (los motivos) del juicio escapan en parte a la
conciencia y no despiertan una atención lo bastante sostenida. Alguien ha dicho: “El
hombre que no actúa de acuerdo con lo que piensa, piensa incompletamente”. La
objetivación obliga al espíritu a que “piense completamente”. Ella impone poco a poco sus
conclusiones a la inercia.
6. DETERMINARSE AL ESFUERZO
Las obras sobre la educación mental, que eran casi desconocidas hace un cuarto de siglo,
han adquirido un lugar cada vez más importante en el ramo editorial. Las primeras,
traducidas del inglés, procedían de Norteamérica o de Inglaterra. Su éxito fue inmenso.
Después se escribieron ya en el continente europeo en número considerable que ha
vulgarizado la cultura psíquica y ha encontrado adeptos para ella en todas las clases de la
sociedad. Hasta en las regiones agrarias más alejadas, se han interesado en el desarrollo de
la personalidad. Ese progreso, del que los psiquistas de las diferentes escuelas pueden
1
La autosugestión convenientemente ejecutada permite obtener todas las modificaciones posibles del carácter. Se podrá,
en caso deseado, poseer a fondo la teoría y la práctica de ese medio de acción, recurriendo para ello al “Método Científico-
Moderno de Magnetismo, Hipnotismo y Sugestión” y al tratado “El Poder de la Voluntad”, del mismo autor.
2
“El Poder de la Voluntad, sobre sí mismo, sobre los demás, sobre el Destino”, del mismo autor.
mostrarse sinceramente satisfechos, sin embargo deja lamentar, en el mayor número de los
casos, la insuficiencia de aplicación práctica de los principios cuya difusión viene
asegurada por el libro. Por lo general, el lector, seducido por las posibilidades prometidas,
compra la obra, la estudia, se adhiere sin restricciones a la tesis que en ella encuentra,
comprende perfectamente la necesidad y la eficacia de los principios que de ella se
desprenden, y se decide… a procurarse otro tratado para conseguir nuevas nociones. Así se
constituye una interesante biblioteca, a cuyas diversas unidades consagra a veces algún
momento de ocio; pero raramente sabe librarse del vampirismo o tiranía de las costumbres
arraigadas en él, para aplicar prácticamente las instrucciones de autocultura psíquica. Y a
pesar de eso, cada cual se imagina que está algo transformado. Algunos hasta creen
sinceramente haber obtenidos resultados. En efecto, la autosugestión inconsciente operada
por la lectura pura y simple del género de literatura de que estoy ocupándome, trae consigo
a veces, automáticamente, algunas modificaciones más o menos importantes en la manera
de actuar. Pero la totalidad y la plenitud de los resultados que preconizan los apóstoles el
poder modificador del hombre sobre sí mismo, no podrán gratificar espontáneamente a
nadie. Vosotros, los que me leéis, cuidaos de caer en la trampa del engranaje rutinario.
Determinaos a poner en práctica las indicaciones que seguirán. Empezad así que las
hayáis leído. Juzgad, mediante una experiencia propia leal, la eficacia de mi método, y
obtendréis rápidamente una perfecta memoria, flexible, rápida y exacta.
PARTE PRÁCTICA
Η
CAPÍTULO IV
EL GOBIERNO DEL PENSAMIENTO
1. Ejercicio fundamental indispensable. - 2.
Ejercicios que desarrollan a la vez la agudeza
sensorial y la atención. - 3. Cultivo de la
Agudeza emocional. - 4. Algunas palabras
sobre el sentido estético.- 5. Ejercicios de
análisis. - 6. Ejercicios de síntesis. - 7. Cómo
se reeducan la noción del tiempo y el sentido
topográfico.
1. EJERCICIO FUNDAMENTAL INDISPENSABLE
Elegid tres temas de meditación bien distintos: por ejemplo, una cuestión personal, un
asunto profesional y un tema filosófico. Colocad ante vosotros vuestro reloj y mirad la
hora. Aplicaos inmediatamente a pensar tan sólo en la primera de vuestras tres cuestiones.
Concededle toda vuestra atención. Si no sois ya, en cierta medida, dueños de vuestra
ideación, bien pronto os sorprenderéis al veros metidoss en un incidente que os alejará más
o menos del tema. No os desaniméis: conducid de nuevo una, dos, veinte veces vuestra
conciencia a la cuestión elegida y continuad así durante diez minutos. Pasad en seguida,
bruscamente, a la segunda cuestión y, en fin, diez minutos después, a la tercera. Cuanto más
dificultoso encontréis ese trabajo, más os convendrá obstinaros en él. Cuando hayáis
logrado la perfección, elegid temas áridos totalmente ausentes hasta entonces de vuestras
preocupaciones y buscad ideas que se relacionan con ellos. Os quedaréis sorprendidos del
gran número de ellas que encontrearéis.
He aquí una variante del ejercicio precedente, la denominada “Ejercicio de los ficheros
cerebrales”. Sólo con éste se modifica seriamente la memoria. Es debido al doctor Gastón
Durville, quien lo expone así en su obra La cure naturiste:
“Durante cinco minutos, reloj en mano, pensad en un tema dado, por ejemplo, en vuestro
último paseo; en esos cinco minutos, y sin tolerar un pensamiento extraño, reved,
mentalmente, lo que hayáis visto, observado, hecho…; no dejéis que se entremezclen los
recuerdos de una manera desordenada: en vuestra exposición mental debe haber orden,
método; cada hecho deberá estar en su lugar y con su verdadero valor. Después de cinco
minutos, cerrad bruscamente el “fichero Paseo”, es decir, arrojad de pronto lejos de
vosotros todo pensamiento concerniente al paseo y “echad mano de otro fichero”; pensad,
por ejemplo, en vuestro último trabajo intelectual o manual; durante cinco minutos
exactamente, reloj en mano, repetíos bruscamente lo que habéis logrado en ese último
trabajo, en qué ha consistido, cómo lo habéis llevado a cabo, etc… Después, cerrad el
“fichero Trabajo” bruscamente y recurrid a otro; por ejemplo, el de la mejora de vuestro
carácter, y durante cinco minutos no penséis más que en los progresos adquiridos, en los
que os quedan por hacer, en las resoluciones tomadas y por tomar, etcétera.
“Después, interrumpid la experiencia. Quince minutos en total, por día, son suficientes.
“Cuando os hayáis habituado a manejar los ‘ficheros cerebrales’, inmediatamente sabréis
pensar en lo que os gusta, en lo que os es útil, en lo que os es útil, en lo que os es agradable.
Seréis vosotros los que ordenaréis vuestro pensamiento en vez de ser gobernado éste por las
circunstancias: sabréis evitar el ser invadidos por ideas parásitas, obsesionantes o por lo
menos inútiles.
“Sabréis librar vuestro pensamiento de las trabas que conturban la vida de tantas personas:
habréis adquirido el arte de saber trabajar cuando queráis hacerlo, el arte de descansar
cuando deseéis hacerlo, el arte de descansar cuando deseéis detener vuestra máquina
cerebral, el arte de dormir por la noche a pesar de vuestras preocupaciones, y el arte de
arreglar las cuestiones difíciles cuando sea necesario”.
2. EJERCICIOS QUE DESARROLLAN A LA VEZ LA AGUDEZA A SENSORIAL
Y LA ATENCIÓN
Ejercicio Nº 1 (Vista).- Tomad un objeto usual por ejemplo, una llave, colocadla ante
vosotros sobre una mesa. Recorred con la mirada sus diferentes contornos, y, después de
haber repetido atentamente esa operación varias veces, cerrad los ojos y tratad de acordaros
mentalmente, con precisión, de la forma exacta de la llave. Probablemente muchos detalles
de ella serán omitidos en este primera tentativa de recordación. Entonces hará falta mirar
nuevamente el objeto y estudiar sus detalles; después volved a cerrar los ojos y completad
vuestra imagen mental hasta que sea perfecta, aunque, para ello, os sea preciso recurrir
mcuhas veces, al modelo. Cuando creáis haber retenido por entero la forma de la llave,
dibujadla, de memoria, en un papel y comparad vuestro croquis con el original. Acaso
descubriréis entonces olvidos que necesitarán una nueva contemplación, seguida de otro
dibujo. Para llegar tan rápidamente como sea posible a la perfección, sed metódicos. Fijad
vuestra atención en las proporciones generales del objeto. Comparad su longitud (después
de haberla calculado) con la anchura de la parte superior y con la de la inferior. Estudiad en
seguida por separado esas dos partes aquilatando sus respectivas superficies, y, finalmente,
ocupaos de los pormenores de la parte inferior. No es indispensable llegar a dibujar el
modelo en su dimensión, pero por lo menos hay que ejecutar un boceto de proporciones
exactas.
Ejercicio Nº 2 (Oído).- Para este ejercicio, a menos de poseer un gramófono, es preciso
contar con el concurso benévolo de un músico cualquiera o de un cantor, a fin de que sea
posible oír muchas veces un aire o un tema musical. Durante la primera audición deberéis
abandonaros por entero a la impresión sin hacer ningún esfuerzo para analizara o para
retenerla. Algunos minutos después del fin de ejecución, tratad de repetiros vocalmente o
mentalmente algunos pequeños trozos. Escuchad una segunda ejecución, esta vez con el fin
de retener las primeras y las últimas notas, y, después, tratad de recordarlas. Procurad
encontrarlas. Una tercera audición os permitirá comprobar la exactitud de vuestro recuerdo
y recordar una serie de nueva serie de sonidos; unos, a continuación de los primeros
compases ya retenidos; otros, precediendo a los últimos igualmente registrados.
Continuando de ese modo, lograréis fijar en vuestra mente el conjunto del trozo musical, os
haréis cargo de sus matices, de los diversos movimientos de las pausas, etc. Entonces será
necesario encontrar la manera de procuraros la ilusión de que estáis oyendo una nueva
ejecución en vuestro interior, recordando el sonido exacto del instrumento o de la voz
ejecutante.
A falta de los medios necesarios para practicar el ejercicio que precede, ejercitaos
simplemente en recordar diversos sonidos: el tintineo de una moneda, el grito de un animal,
la voz de una persona oída con frecuencia u otras cosas análogas. Todo eso puede ser
reemplazado por el ensayo de repetición de una composición poética de versos muy
musicales que se hará leer previamente a un amigo. Las poesías de Alberto Samain son
muy apropiadas para este ejercicio1
.
1
Albert Samain es un autor francés. En castellano podría utilizarse las poesías de un escritor español. - N. del T.
Ejercicio Nº 3 (Tacto).- Disponed delante de vosotros, sobre una mesa, diferentes objetos
constituidos de diversas materias: madera, metal, piedra, papel, tela, etc. Cerrad los ojos y
palpad sucesivamente cada objeto sosteniéndolo en vuestras manos. Poned toda vuestra
atención en la impresión táctil que conservaréis de cada contacto. En seguida, tratad de
recordar las sensaciones experimentadas por vuestro tacto en lo que se refiere a cada objeto
por separado. Volved a efectuar muchas veces esa doble operación, procurando que vuestro
recuerdo se halle cada vez más cerca de la realidad.
Después de haber operado con substancias muy distintas, utilizad una serie de objetos
menos dispares. Por ejemplo, diferentes muestras de tejidos de lana, algodón, hilo, seda,
crepé, sarga, paño, etc. Proceded como en el caso anterior. Finalmente podréis tratar de
distinguir pasando vuestros dedos sobre la superficie impresa de un juego de naipes, el
pequeño relieve que queda al ser impreso cada uno de ellos. Ciertos ilusionistas han llegado
así a poder distinguir instantáneamente las cartas sacadas de una baraja. Para ello hacen que
numerosas personas elijan sucesivamente en ésta varias cartas, y en el momento en que se
les da cada naipe para volver a colocarlo entre los demás, pasan los dedos sobre la
superficie de él y dicen a cada cual la carta que eligió.
La agudeza táctil tiene utilidad directa en numerosas profesiones.
Ejercicio Nº 4 (Olfato).- Como para los ejercicios anteriores relativos al oído, será
conveniente en este caso preparar un pequeño dispositivo: una docena de frasquitos, que
contengan substancias de diverso olor y una segunda serie conteniendo productos de aroma
semejante pero de intensidad variable (por ejemplo, muchas cualidades de agua de
Colonia). Como es natural, conviene empezar por la serie de perfumes variados; después de
haber aspirado largo tiempo cada frasquito se reptie la operación mentalmente y luego se
colocan los frascos en línea, acercando muchas veces las narices a sus bocas, del primero al
último, después de lo cual se trata de recordar los aromas de toda la serie. Hay que procurar
no limitarse a la adquisición de la diferencia de los perfumes, sino procurar revivir
íntegramente, la impresión obtenida al aspirar cada uno de ellos. La segunda serie de
frasquitos se estudia de la misma manera.
Para terminar pueden numerarse los frasquitos o pegarles una etiqueta; y, tomando uno al
azar, pasar algunos minutos tratando de acordarse de la sensación olfativa producida por su
contenido, comprobar inmediatamente a otro para proceder con él de igual modo.
Todos estos ejercicios tienen la doble ventaja de habituar las diversas modalidades de la
atención y de acrecentar la agudeza sensorial.
Ejercicio Nº 5 (Gusto).- Lo mismo para los otros cuatro sentidos, será conveniente
ejercitar el gusto, porque la agudeza sensorial debe ser homogénea. Por otra parte, al
concentrar la atención sobre diferentes sujetos u objetos, a ésta se le da flexibilidad. En este
caso no se precisa utilizar modelos, porque frecuentemente se tiene ocasión de comprobar
el sabor de diversos comestibles. Basta con redactar algunas listas de manjares muy
diferentes, o análogos pero de cualidades diversas. Según el método ya empleado, se
“trabaja” primero con la serie más diferente, para terminar con la menos diferenciada.
Ejercicio acumulativo.- Este ejercicio consiste en buscar todas las precipitaciones que es
posible obtener de un objeto dado. Así, la llave que hemos estudiado visualmente mirada,
palpada, olida, arrojada al suelo o sobre el mármol o una superficie metálica, y llevada por
último a la boca. Si se experimentara alguna repugnancia en este último contacto, será
conveniente recordar que el dominio de los sentidos ayuda al desarrollo de su agudeza.
Después de haber visto así, olido, oído y gustado el mismo objeto, se busca el recuerdo de
las diversas sensaciones experimentadas y se repite todo el ejercicio hasta lograr una exacta
coincidencia entre la realidad y la imaginación.
3. CULTIVO DE LA AGUDEZA EMOCIONAL
Cuando la impresionabilidad es exagerada, enfermiza, su influencia altera el juego del
sistema nervioso, falsea el juicio, dispersa la atención y desorganiza la memoria. El
remedio más eficaz para ese estado lo constituye la gimnasia respiratoria.
En esa palabra “gimnasia” no debe atemorizar a los débiles: la práctica de la respiración y
produnda, asequible a todos, fortifica el físico y como asimismo la moral. ¿Qué proporción
de personas robustas se halla, por otra parte, en esos salones sobrecalentados en que la
costumbre impulsa en la actualidad a las parejas a agotarse durante largas horas en bailes
más o menos grotescos?
He aquí cómo deben comenzar los débiles: Tenderse en el suelo, provisto, si así se desea,
de una alfombra o de un colchón. Sacarse las ropas susceptibles de poner obstáculos a los
movimientos. Dejar que entre el aire por el balcón o ventana abierto de par en par.
Aguardar inmóvil algunos instantes. La posición decúbito supina, con la cabeza a nivel del
cuerpo, regulariza por sí misma la respiración y proporciona una sensación de binestar muy
propicia al ligero esfuerzo que sigue: Levantar los brazos perpendicularmente al cuerpo
teniéndolos muy derechos y rigurosamente paralelos; proseguir ese movimiento hasta que
las manos, extendidas sin rigidez, toquen el suelo por detrás de la cabeza. Gradualmente,
repetir, dos, cuatro, diez, treinta veces ese mismo ejercicio, que sin forzar la capacidad
respiratoria tiende a acrecentarla poco a poco.
Si, contrariamente al caso anterior, se trata de aumentar la agudeza emocional, se recurrirá
a la música y a los espectáculos. Recordemos que la falta de sensibilidad perjudica siempre
al intelecto. La recpetividad emocional es un medio de conocimiento sin el cual se está
incompleto. La naturaleza de las impresiones que estimula con mayor actividad y más
sanamente al pensamiento, es la que más conviene.
4. ALGUNAS PALABRAS SOBRE EL SENTIDO ESTÉTICO
Ya hemos visto que este sentido sirve a veces de punto de referencia para la memoria.
Unido a la agudeza visual y a la agudeza emocional, su educación otorgará siempre algunas
ventajas a la memoria. La extensión de esta obra no me permite explayarme más acerca de
ese punto secundario que, sin embargo, me he visto obligado a señalar.
5. EJERCICIOS DE ANÁLISIS
El entendimiento del sentido analítico no podría efectuarse de un modo semejante para
todos los grados de cultura. Cada cual debe elegir entre los ejercicios que siguen:
Ejercicios Nº 1 - A propósito de un objeto de uso corriente, formulaos las siguientes
preguntas:
-¿Qué era primitivamente la substancia de que está compuesto?
-¿Por qué causa esa materia ha cambiado de estado?
-¿Qué transformaciones sucesivas ha sufrido el objeto?
-¿Cuáles son sus empleos, sus propiedades y sus características?
-¿Qué relaciones presenta con otros objetos?
-¿En qué puede ser empleado?
-¿De qué conocimientos depende y cuáles son los que puede ayudar a adquirir?
-¿En qué se convertirá con el correr del tiempo?
-¿Cuál es vuestra opinión sobre tal objeto?
Justificad esa opinión.
Ejercicio Nº 2.- Observad a un individuo cualquiera y procurad sacar de esa inspección el
mayor número posible de indicaciones sobre su personalidad, su carácter1
, su profesión, su
objetivo inmediato, etc.
Ejercicio Nº 3.- Tomad al azar una palabra en vuestro diccionario y, reflexionando sobre
su significado y sobre las ideas inmediatamente relacionadas con éste, redactad en cien
líneas vuestras consideraciones. Nada de fraseología: ideas.
Ejercicios Nº 4.- Leed diez líneas de filosofía o de metafísica y estudiad su sentido durante
media hora de atención solamente.
6. EJERCICIOS DE SÍNTESIS
Ejercicio Nº1.- Elegid un libro; una cuestión que conozcáis bien y resumid, ordenándolas
convenientemente, todas las nociones que poseéis sobre el tema elegido.
Ejercicio Nº 2.- Dadas muchas proposiciones, de las que habréis analizado
suficientemente el sentido mediante meditación analítica, ensayad de combinar otra tan
concisa como sea posible y de la cual puedan desprenderse las tres primeras.
Ejercicio Nº3.- De una serie de hechos de la misma naturaleza deducid una ley general. La
meditación de los símbolos de toda especie ejercita a la vez el análisis, la síntesis y la
analogía.
Los lectores de mi “Tratado de las ciencias ocultas” se dedicarán con ventaja al ensayo
siguiente: dado el significado de uno de los jeroglíficos del “tarot”, tratad de expresarlo por
una imagen distinta, de la que figura en el juego.
1
Véase mi sistema de lectura del carácter por el rostro.
7. CÓMO SE REEDUCAN LA NOCIÓN DEL TIEMPO Y EL SENTIDO
TOPOGRÁFICO
El ejercicio de los “ficheros cerebrales” efectuado con muchos acontecimientos en
diversas épocas del pasado está muy indicado en este caso. Después de haber detenido el
pensamiento cada suceso, recordad brevemente los principales hechos de vuestra vida hasta
la época presente, esforzándoos en precisar la fecha. Esos rápidos análisis retrospectivos,
esas vistas de conjunto tomadas del tiempo pasado, aunque secundarias, no deben ser
descuidadas. Cuanto mejores elementos posea la memoria, más fácil será su
funcionamiento.
Mientras trabajáis, o recorréis un trayecto, acordaos alguna vez de apreciar el tiempo que
en ello tardéis y de comprobarlo. Poco a poco, los errores de vuestras evaluaciones se irán
rectificando. Observad que un mismo espacio de tiempo parece más largo cuando
esperamos más o menos impacientemente alguna cosa y más corto cuando vuestra
atmósfera moral es armoniosa.
En la vida práctica, cada vez que resolvamos efectuar una tarea en un día próximo, o tener
una cita, debiéramos calcular mentalmente su duración, ver del mismo modo las otras
ocupaciones proyectadas para ese día y anotar las horas aun disponibles en aquella fecha.
La agenda de bolsillo también sirve para ello, pero no ejerce ella la noción del tiempo. En
El Poder de la Voluntad ya he indicado los métodos de control del empleo de la jornada,
que también sirven ventajosamente para el cultivo de la memoria.
El principio de las representaciones gráficas por abscisas y ordenadas tiene su aplicación
en la educación del sentido topográfico. Para orientarse en una ciudad desconocida, es
conveniente examinar primero el plano de dicha población, en el cual se trazan dos ejes
perpendiculares uno a otro. Comparando la posición respectiva de las arterias principales,
monumentos, lugares públicos de la ciudad, con la intersección de los dos ejes citados, se
crea una serie de puntos de referencia cuya retención mental pocas veces será considerada
como difícil. Para orientarse es preciso, contrariamente a lo que hacen los que siguen el
nombre de las calles en su Baedeeker, esforzarse en retener en la memoria grandes
subdivisiones y después subdividir, además, cada una de estas últimas basándose siempre
en perpendiculares y paralelas.
Para conocer rápidamente una localidad, primero se recorren las dos líneas
perpendiculares, cada una de las cuales divide la superficie de la población en dos partes
casi iguales. Cada una de las cuartas partes así delimitadas se estudia, en seguida
seperadamente, mediante el recorrido de los dos ejes y la exploración sumaria de las
dieciseisavas partes resultantes. El registro contiguo de los principales puntos de referencia
y de los nombres de las vías secundarias que se encuentran, predispone a su recuerdo en
igual orden. Lo que en esa atrayente exploración ejercita sobre todo el sentido topográfico
es la apreciación mental de cada punto de referencia frente a los demás.
Se recuerda, así, la forma de triángulo determinado por tres puntos de referencia, del
cuadrilátero formado por otro punto y los tres primeros, etc.
Cuando se ha convertido el plano de la ciudad es una serie de figuras geométricas cuyos
ángulos indican una serie de lugares especiales (estaciones, plazas, Intendencia Municipal,
museos, usinas, estatuas, edificios, etc.), puede emplearse el sistema de las tablas de
recordación (capítulo X) para retener el nombre de las calles de cada sección.
CAPÍTULO V
HIGIENE DE LA MEMORIA
1. Alimento racional.- 2. Cultura física.
3.- No deberán usarse tóxicos.- 4 El descanso
1. ALIMENTACIÓN RACIONAL
La mayoría de los que deploran alguna insuficiencia intelectual o, hasta un trastorno
cerebral de importancia más o menos grave, experimentan pura y simplemente la resultante
de una intoxicación alimenticia. Aunque en ciertos casos el estado general parece perfecto,
(lo que demuestra una mejor resistencia de los principales órganos de la vida vegetativa que
de los aparatos de relación), las alteraciones de la memoria están casi siempre relacionadas
con un desequilibrio nutritivo. Según eso, prohibimos el empleo de comestibles que
producen detritos nocivos y embarazosos, disminuyamos la cantidad de comidas y
compensemos la atonía eliminatriz determinada por el sedentarismo imponiéndonos un
ejercicio suficiente.
En El Poder de la Voluntad he expuesto en detalle los principios de la alimentación
racional. He demostrado allí claramente que un manjar fortalece, no en la medida que como
alimento nutritivo indica su composición química, sino en la diferencia que existe entre lo
que aporta al organismo y lo que gasta de energía interna en el curso de la digestión y de la
desintegración.
No queriendo efectuar repeticiones inútiles, voy a limitarme aquí a recordar la lista de los
alimentos entre los cuales debe limitarse estrictamente a elegir quien quiera tener en cuenta
la higiene de la memoria. Todos los comestibles que no se mencionan a continuación,
deben ser descartados, sin ninguna excepción.
Lista de los alimentos que aportan al organismo un máximo de confortación y que no
exigen de él sino un mínimo de elaboración. Son los que producen menos toxinas1
.
Vaca (filet, falso-filet, rumsteak, beafteack). Carnero (costillas y paleta). Conejo, Paloma.
Pollo. Jamón.
Pescados de río muy frescos. Pescados de mar: arenques frescos, raya, merluza. Cuézanse
con agua, ásense o fríanse con aceite. Pescadilla asada. Ostras (ningún otro crustáceo, sea el
que fuere).
Pastas. Harinas de trigo, alfortón, avena, cebada y maíz. Pan con mucha corteza.
Grasas vegetales: aceite blanco, de oliva, de nuez. Manteca vegetal. Frituras al aceite.
Salsa blanca. (Todas las demás grasas, incluso la manteca cocida y la manteca de cerdo,
quedan especialmente prohibidas). Sal.
Legumbres frescas exclusivamente: Chauchas verdes. Arvejas. Lentejas. Papas,
Zanahorias. Salsafíes. Crosno del Japón. Apio. Col-rábano. Rutabaga. Colinabo. Nabo.
Remolacha. Espinacas, ensaladas crudas, o cocidas. Cebolla asada. Berros en aceite.
Espárragos. Alcauciles. Escarola. Perejil.
1
Según los trabajos del doctor G. Durville.
Huevos frescos en pequeña cantidad. Manteca cruda. Lecha cocida, Kéfir, yogurt. Quesos
de gruyére, Portsalud, peit-suisse, doble crema, blanco, de Brie, de Coulommiers.
Potajes de legumbres, de pastas, de cereales o con leche.
Tortas de frutas. Cremas. Pasteles de almendra. Pan de especias. Pastelillos al aceite.
Bizcochos secos. Meidas lunas, pan de Viena. Pasleles de arroz. Merenques. Panqueques al
aceite.
Todas las frutas, crudas maduras o cocidas sin azúcar. (Ni frutas confitadas ni configura).
Agua. Cerveza liviana. Vino con agua. Tes. Café poco cargado. Malta Kneipp.
Más de un lector pensará que aquellos que poseen la mejor memoria no siempre son los
más sobrios y que, no en todos los casos han limitado la composición de sus menús.
Ciertamente, un hombre dotado de potencia eliminadora, que arroja lejos de sí
infatigablemente las toxinas alimenticias, puede conservar durante más o menos tiempo la
integridad de su intelecto, a pesar de una intensa gastrología. Sus riñones o su hígado se
resentirán quizás antes que su cerebro. Pero el individuo disconforme de su memoria, de su
actividad mental en general, debe considerarse como elaborando más detritos de los que
elimina. Por consiguiente debe restablecer el equilibrio tal como lo indico aquí.
Si la calidad de las substancias de que uno se nutre tiene importancia, su cantidad debe
asimismo controlarse. No es posible establecer un reglamento cuantitativo que convenga a
todos los temperamentos y a todas las profesiones; pero existe una señal infalible para
conocer cuánto es excesiva una comida, y es la pesadez corporal, la fatiga del estómago y la
somnolencia que sigue a ella. Al levantarse de la mesa hay que sentirse tan dispuesto a todo
y tan ágil cmo al sentarse en ella.
2. CULTURA FÍSICA
Por muy bien regulada que pueda estar la alimentación, es necesario el movimiento,
ejercicio, para asegurar la actividad funcional del intestino y del hígado, de los pulmones y
del sistema vascular. Los que comen mucho que viven al aire libre, hacen uso de sus
músculos, camina mucho, resisten la intoxicación porque eliminan vigorosamente bajo el
estímulo de su esfuerzo físico. Cuanto más sedentaria sea vuestra existencia, más
importante será que compenséis vuestra insuficiencia respiratoria y muscular mediante una
sesión diaria de cultura física prolongada y completa, y los días de descanso en forma de
excursiones, natación, remo, etcétera.
Los manuales de gimnasia sueca, para efectuar en habitaciones, no faltan. Procuraos uno y
practicad todas las mañanas, durante veinte minutos, algunos ejercicios, de acuerdo con las
instrucciones que en él halléis.
A menos de poseer una constitución atlética, los deportes violentos no favorecen mucho el
cultivo de la memoria. Un desarrollo muscular desproporcionado con la potencia vital del
organismo, acapara para su nutrición una cantidad excesivamente grande de elementos.
3. NO DEBERÁN USARSE TÓXICOS
Entre éstos, son los peores los estupefacientes: morfina, opio, cocaína, haxix, etc. No nos
extenderemos sobre este tema; sólo diremos que todo aficionado a esas substancias deberá
abandonar su uso completamente antes de comenzar a practicar la cultura física.
En segundo lugar figura el alcohol, que es el desorganizador cerebral por excelencia. Se
llega a ser un alcoholista; dicho en otras palabas: se toma el camino de las formas graves
del artritismo (del que la tuberculosis parece constituir una etapa y el cáncer un
epifenómeno) por el uso habitual -no digo frecuente- de cantidades incluso mínimas de
bebidas más o menos alcoholizadas. El organismo resiste con frecuencia durante largo
tiempo cuando el atavismo es bueno; pero, aun en este caso, la descendencia del alcohólico
tendrá taras con toda seguridad; los hijos de los alcoholistas poseen una memoria de las
más defectuosas; son los que más tardan en reeducarse y los más difíciles de reeducar.
Los licores y los vinos en principio, contrariamente a la opinión vulgar, no son menos
nefastos que el chamapaña fino o el ron.
Los trabajos publicados en estos últimos años acerca de esta cuestión, hacen obvio todo
comentario aquí.
Los excitantes, tales como el café o el té, mucho menos peligrosos que los anteriores,
intoxican sin embargo el sistema nervioso de una manera muy apreciable. Deberán ser
tomados, pues, con la mayor moderación.
Su absorción, al dejar en libertad una cierta cantidad de la fuerza nerviosa acumulada en
los plexos, acrecienta por momentos la claridad intelectual. Pero, inmediatamente después,
sobreviene un período de depresión durante el cual el potencial de la actividad mental
desciende por debajo de lo normal.
Por fin, el uso excesivo del tabaco anula la sutileza de la imaginación. El exceso comienza
tan pronto como el fumar se hace habitual y procede una necesidad incoercible. La
absorción intratraqueal del humo y el uso de los tabacos llamados “ingleses”, tratados
químicamente, son en gran manera peligrosos.
Al mismo tiempo que se tienda, en forma graudal, a la rigurosa observancia de las
indicaciones dadas en este capítulo -porque los esfuerzos bruscos y definitivos no son
posibles para todos-, se hará uso del sistema de las compensaciones. Así, cuando bebáis una
bebida alcohólica y, sobre todo, con alcohol destilado, ayudad por lo menos a vuestros
órganos de eliminación. Haced que a esa ingestión de una bebida de esa clase siga la de un
vaso de agua mineral, especial para la gota y enfermedades del estómago, y, si es posible,
media hora de ejercicio, una marcha rápida, por ejemplo. Al día siguiente de una abundante
comida y cargada de manjares tóxicos, lavad vuestro organismo ingiriendo agua y frutas
frescas, renunciando casi por completo a otros alimentos. Y lo mismo que cuando sólo
bebéis una copita, haced que trabajen vuestro músculos al aire libre.
4. EL DESCANSO
Cuando falta el descanso, aparece la falta excesiva y con ella el debilitamiento gradual del
sistema nervioso. No siempre reposa, porque se deje de trabajar momentáneamente. Por el
contrario, continúa uno fatigándose si los cuidados, las preocupaciones, las tareas en curso,
siguen obsesionado la atención. Considero, pues, como indispensable desde ese punto de
vista, la interrupción voluntaria del acto de pensar, que ya hemos practicado en el párrafo I
del capítulo anterior. He aquí un único ejercicio, excelente contra la agitación y la fatiga
cerebrales. Nadie ha logrado jamás ejecutarlo impecablemente en un día, ni siquiera en un
mes. Lleva a la posibilidad de llegar al vacío total del campo de la conciencia con rapidez si
a la primera tentativa siguen otras. Desde el día en que se empieza a practicar ese ejercicio,
tiene una influencia calmante y reparadora que acrecienta con rapidez si a la primera
tentativa siguen otras a diario y puntualmente. El momento que separa el acto de acostarse
de la llegada del sueño, conviene a todo el mundo, pero para alcanzar la perfección es
preferible practicarlo en plena actividad mental.
Según eso, adoptad una posición tan cómoda como os sea posible, por ejemplo, acostado
de espaldas en un lecho o en un diván. Buscad para todos vuestros miembros la posición en
que se encuentren más cómodos. Acto continuo, comprobad si vuestros músculos están
relajados. Los pies, las piernas y los muslos deben reposar con todo su peso, así como los
brazos. La caja torácica debe estar libre de opresiones susceptibles de trabar el libre juego
de los pulmones, y la cabeza y el cuello deberán hallarse perfectamente apoyados.
Seguidamente, dejad que vuestros párpados se cierren en sus tres cuartas partes y vigilaos
a fin de conservar la más rigurosa inmovilidad durante cinco o diez minutos. Os vendrán
impulsos de modificar vuestra postura, de mover los dedos o los miembros. Conteneos:
repetíos mentalmente: estoy inmóvil; me mantengo inmóvil, como si todo mi cuerpo
estuviera inerte… Reposo blandamente, sin agitarme… etc., etc. Después de algunos
instantes, los impulsos que os incitaban a moveros cesarán definitivamente y éste será el
momento de inciar el ejercicio propiamente dicho, bien entendido que sin dejar de
conservar la inmovilidad más completa.
El ejercicio consiste en rehusarse a seguir una idea asi que ésta se presenta en la
conciencia. El campo mental debe ser orientado hacia la noción de inmovilidad, no dejando
que ningún pensamiento se imponga a la atención. Conservando la intención de no pensar
en nada juntamente con una inercia física completa, se va acercando uno cada vez más al
objetivo final de este entrenamiento: la absoluta vacuidad cerebral.
Al cabo de diez a cincuenta ensayos, el reposo muscular se opera con una rapidez y una
perfección sorprendentes. En algunos segundos se halla uno sumido en el más completo
estado de reposo moral a que han llevado los precedentes ejercicios, y en ese estado, muy
agradable, se encuentra uno inefablemente descansado.
La duración de las sesiones varía necesariamente con el número de las que le hayan
precedido. Para comenzar, es suficiente un cuarto de hora. Día en día sa va aumentando la
duración en forma progresiva hasta que, no experimentando ninguna dificultad, se crea o se
disipa a voluntad, tantas veces como se desee, el maravilloso estado de aislamiento
psíquico.
Mejor que cualquier narcótico y sin inconvenientes de éste, el aislamiento psíquico facilita
el sueño. Ya hace algún tiempo indiqué eso mismo a los que padecían de insomnio, en un
folleto1
que ma valió, por parte de enfermos y de médicos, cartas que confirmaron la
certeza que yo tenía de que tal folleto había sido de utilidad para muchos.
Todas las distracciones sanas, sobre todo, los juegos al aire libre, reparan y disipan la
fatiga mental, pero el reposo no podía ser hallado últimamente sino con el ejercicio que
antecede. Por lo demás, ese ejercicio puede combinarse con las prácticas naturistas, tales
como el baño al aire, el de sol, etc.
En principio, se reposa apreciablemente de una actividad en el curso de otro, y los que
hayan aprendido a guiar sus pensamientos, a cambiar voluntariamente el curso de ellos, en
una hábil disposición de su tarea diaria hallarán un elemento suplementario de equilibrio
mental.
1
El insomnio vencido: El arte de dormirse fácilmente y sin drogas, a pesar de las preocupaciones, el ruido o el dolor.
CAPÍTULO VI
CONDICIONES PREVIAS PARA UN BUEN REGISTRO MENTAL
1. Clasificad vuestras ideas de lo general a lo
Particular.- 2. Estableced el mayor número
posible de conexiones.
1. CLASIFICAD VUESTRAS IDEAS DE LO GENERAL A LO PARTICULAR
Es indispensable una idea de conjunto absolutamente clara, a la que inmediatamente
podáis relacionar, para que no se os extravíe, el pensamiento que os venga a la imaginación
o el elemento de saber que acabáis de conocer. Antes de repartir las fichas en un fichero, es
preciso organizar su clasificación. Estableced, pues, procediendo de lo general a lo
particular, una serie de tablas, repartidas a su vez en secciones subdivididas ad infinitum en
categorías, para colocar en ellas vuestras adquisiciones intelectuales a medida que ellas se
vayan presentando.
En el momento en que queráis fijar una noción en vuestra imaginación, tendréis que estar
en condiciones de hallar instantáneamente el lugar que le corresponde, es decir, de juzgar a
que categoría de las cosas que os interesan corresonde esa noción y qué laguna va a colmar
en dicha categoría.
Para establecer las tablas cerebrales, adoptad el sistema de distribución más claro y más
conforme con vuestra filosofía personal.
Esa clasificación de las ideas no debe inventarse solamente, sino que además, debe
defnirse trazándola gráficamente.
A título de ejemplo en el que podáis inspiraros, doy a continuación una de las mil maneras
de fijar el origen y el desarrollo.
Todo aquello que pueda interesar a vuestra personalidad, entra en una de las cuatro
secciones siguientes:
I. Lo que se refiere a sus características. (Constituciópn, aptitudes, facultades,
tendencias, etc.).
II. Lo que se refiere a su vida y a su conservación. (Salud, renta, profesión, etc.).
III. Lo que se refiere a sus afecciones. (Familia, amigos, etc.).
IV. Lo que se refiere a sus conocimientos generales y cultura. (Ciencias, artes, letras).
Esa primera distribución podemos expresarla de la manera siguiente:
Tabla Nº 1
A.- Constitución
I B.- Aptitudes
Sus características C.- Facultades
psicofisiológicas
D.- Tendencias
II
E.- Salud
VUESTRA Su vida y conser-
vación F.- Rentas o ingre-
PERSONALIDAD sos (Profesión)
III
Sus afecciones G.- Familia
IV H.- Amigos
Sus conocimientos I.- Ciencias
generales y su cul-
tura J.- Artes
K.- Letras
Cada una de las subdivisiones de la tabla 1, desarrollada hasta los grupos de detalles: se
convertirá en un instrumento de precisión perfecta para la fijación de todo aquello que se
presente a la imaginación.
La sección IV, I, por ejemplo, puede subdividirse, si así se desea, tal como sigue:
Tabla Nº 2
Teogonía
Cosmogonía
Metafísica
El Universo Filosofía
Astronomía
Cosmografía
Matemáticas
Etc.
Geología
Topografía
Geografía
La Tierra Mineralogía
Botánica
Zoología
Química
Física
Etc.
Antatomía, fisiología, Terapéu-
tica, etc.
Psicología, Psiquismo, etc.
Origen: Androgenia, Prehisto-
ria, etc.
Historia Universal, Nacional.
Organización social
(constitución, derecho, etc.)
Política (economía sistema, etc.)
Según el caso, cada persona se limitará a distribuir, tan clara y completamente como sea
posible, aquella de las cuatro grandes secciones que le preocupe más especialmente.
El artesano deberá seguir mentalmente todas las transformaciones que su habilidad hace
sufrir, por medio de sus herramientas, a la materia que trabaja. Las fases de su tarea
habitual, los diversos útiles empleados en el curso de cada una de ellas, los movimientos,
etc., fugurarán cada uno en una subdivisión que deberá detallarse minuciosamente.
El empleado subdividirá sus conocimientos profesionales, las diversas aplicaciones que
tiene la misión de efectuar, las mejoras que convendría hacer, la gestión de sus ingresos, su
plan para ir elevándose gradualmente en la vida, etc.
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria
Jagot, paul c.   la memoria

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Subliminal
SubliminalSubliminal
Subliminallsaac
 
Visualizacion Creativa
Visualizacion  CreativaVisualizacion  Creativa
Visualizacion Creativabencomor
 
Transforma tu mente subconsciente para el exito.
Transforma tu mente subconsciente para el exito.Transforma tu mente subconsciente para el exito.
Transforma tu mente subconsciente para el exito.ADGUER Diseño Multimedia
 
Autoayuda reiventate-ti-mismo-24476[1]
Autoayuda reiventate-ti-mismo-24476[1]Autoayuda reiventate-ti-mismo-24476[1]
Autoayuda reiventate-ti-mismo-24476[1]ANTONIABEATRIZMONTOY
 
Taller De Autoestima1 Volumen 1 Capitulos 1 Al 50
Taller De  Autoestima1  Volumen 1  Capitulos 1  Al 50Taller De  Autoestima1  Volumen 1  Capitulos 1  Al 50
Taller De Autoestima1 Volumen 1 Capitulos 1 Al 50Ruben Gutierrez
 
Palabrasdepoder
PalabrasdepoderPalabrasdepoder
PalabrasdepoderIssa Mar
 
como-reprogramar-la-mente-subconsciente
como-reprogramar-la-mente-subconscientecomo-reprogramar-la-mente-subconsciente
como-reprogramar-la-mente-subconscientePatita De Loro
 
Lewis ralph -_el-arte-de-crear-mentalmente
Lewis ralph -_el-arte-de-crear-mentalmenteLewis ralph -_el-arte-de-crear-mentalmente
Lewis ralph -_el-arte-de-crear-mentalmenteLautaro Liajoff
 
La naturaleza de las excusas inconscientes
La naturaleza de las excusas inconscientesLa naturaleza de las excusas inconscientes
La naturaleza de las excusas inconscientescrownred
 
20 Maneras Aumentar Energia
20 Maneras Aumentar Energia20 Maneras Aumentar Energia
20 Maneras Aumentar EnergiaSmilo83
 
El secreto del_poder_tomo_16 (1)
El secreto del_poder_tomo_16 (1)El secreto del_poder_tomo_16 (1)
El secreto del_poder_tomo_16 (1)jeanCastro33
 
124560089 la-atencion-plena-haz-espacio-en-tu-ment-andy-puddicombe
124560089 la-atencion-plena-haz-espacio-en-tu-ment-andy-puddicombe124560089 la-atencion-plena-haz-espacio-en-tu-ment-andy-puddicombe
124560089 la-atencion-plena-haz-espacio-en-tu-ment-andy-puddicombeJhonny Hieu
 
Visualizacion creativa
Visualizacion creativaVisualizacion creativa
Visualizacion creativaJhonny Hieu
 
El camino facil y rapido para dominar photo reading
El camino facil y rapido para dominar photo readingEl camino facil y rapido para dominar photo reading
El camino facil y rapido para dominar photo readingbalentin
 

La actualidad más candente (16)

Curso para trabajar el subconsciente
Curso para trabajar el subconscienteCurso para trabajar el subconsciente
Curso para trabajar el subconsciente
 
Subliminal
SubliminalSubliminal
Subliminal
 
Visualizacion Creativa
Visualizacion  CreativaVisualizacion  Creativa
Visualizacion Creativa
 
Transforma tu mente subconsciente para el exito.
Transforma tu mente subconsciente para el exito.Transforma tu mente subconsciente para el exito.
Transforma tu mente subconsciente para el exito.
 
Autoayuda reiventate-ti-mismo-24476[1]
Autoayuda reiventate-ti-mismo-24476[1]Autoayuda reiventate-ti-mismo-24476[1]
Autoayuda reiventate-ti-mismo-24476[1]
 
Taller De Autoestima1 Volumen 1 Capitulos 1 Al 50
Taller De  Autoestima1  Volumen 1  Capitulos 1  Al 50Taller De  Autoestima1  Volumen 1  Capitulos 1  Al 50
Taller De Autoestima1 Volumen 1 Capitulos 1 Al 50
 
Palabrasdepoder
PalabrasdepoderPalabrasdepoder
Palabrasdepoder
 
como-reprogramar-la-mente-subconsciente
como-reprogramar-la-mente-subconscientecomo-reprogramar-la-mente-subconsciente
como-reprogramar-la-mente-subconsciente
 
Mensajes a un amigo
Mensajes a un amigoMensajes a un amigo
Mensajes a un amigo
 
Lewis ralph -_el-arte-de-crear-mentalmente
Lewis ralph -_el-arte-de-crear-mentalmenteLewis ralph -_el-arte-de-crear-mentalmente
Lewis ralph -_el-arte-de-crear-mentalmente
 
La naturaleza de las excusas inconscientes
La naturaleza de las excusas inconscientesLa naturaleza de las excusas inconscientes
La naturaleza de las excusas inconscientes
 
20 Maneras Aumentar Energia
20 Maneras Aumentar Energia20 Maneras Aumentar Energia
20 Maneras Aumentar Energia
 
El secreto del_poder_tomo_16 (1)
El secreto del_poder_tomo_16 (1)El secreto del_poder_tomo_16 (1)
El secreto del_poder_tomo_16 (1)
 
124560089 la-atencion-plena-haz-espacio-en-tu-ment-andy-puddicombe
124560089 la-atencion-plena-haz-espacio-en-tu-ment-andy-puddicombe124560089 la-atencion-plena-haz-espacio-en-tu-ment-andy-puddicombe
124560089 la-atencion-plena-haz-espacio-en-tu-ment-andy-puddicombe
 
Visualizacion creativa
Visualizacion creativaVisualizacion creativa
Visualizacion creativa
 
El camino facil y rapido para dominar photo reading
El camino facil y rapido para dominar photo readingEl camino facil y rapido para dominar photo reading
El camino facil y rapido para dominar photo reading
 

Destacado

Jagot paul c jagot-el hipnotismo a distancia sugestion y autosugestion
Jagot   paul c jagot-el hipnotismo a distancia sugestion y autosugestionJagot   paul c jagot-el hipnotismo a distancia sugestion y autosugestion
Jagot paul c jagot-el hipnotismo a distancia sugestion y autosugestioncienciaspsiquicas
 
El arte de adquirir y desarrollar el atractivo personal
  El arte de adquirir y desarrollar el atractivo personal  El arte de adquirir y desarrollar el atractivo personal
El arte de adquirir y desarrollar el atractivo personalEdgar Pineda
 
Cerrando puertas- desbloquea sus piernas
Cerrando puertas- desbloquea sus piernasCerrando puertas- desbloquea sus piernas
Cerrando puertas- desbloquea sus piernasEdison Valbuena
 
Manual de lavado de cerebro hubbard, r. l.
Manual de lavado de cerebro   hubbard, r. l.Manual de lavado de cerebro   hubbard, r. l.
Manual de lavado de cerebro hubbard, r. l.Victor Córdoba
 
Cómo ser realmente bueno con las mujeres
Cómo ser realmente bueno con las mujeresCómo ser realmente bueno con las mujeres
Cómo ser realmente bueno con las mujeresmousstang
 
6. mode one-la posibilidad del sexo
6. mode one-la posibilidad del sexo6. mode one-la posibilidad del sexo
6. mode one-la posibilidad del sexomousstang
 
Cuadernillo de trabajo_del_emprendedor
Cuadernillo de trabajo_del_emprendedorCuadernillo de trabajo_del_emprendedor
Cuadernillo de trabajo_del_emprendedorEdgar Pineda
 
Steve santagati el manual. los chicos malos hacen aflorar lo mejor de las m...
Steve santagati   el manual. los chicos malos hacen aflorar lo mejor de las m...Steve santagati   el manual. los chicos malos hacen aflorar lo mejor de las m...
Steve santagati el manual. los chicos malos hacen aflorar lo mejor de las m...abrahxm
 
Updated Resume 2015 2
Updated Resume 2015 2Updated Resume 2015 2
Updated Resume 2015 2Sue Woodard
 
M2C Profile 2015
M2C Profile 2015M2C Profile 2015
M2C Profile 2015Benj Astig
 
Línea del-tiempo-decroly-makarenko
Línea del-tiempo-decroly-makarenkoLínea del-tiempo-decroly-makarenko
Línea del-tiempo-decroly-makarenkodary duran
 
Protección de obras de arte en museos
Protección de obras de arte en museosProtección de obras de arte en museos
Protección de obras de arte en museosBioaccez Controls
 
Erfolgreich kommunizieren in Social Media - Chancen & Risken eines Engagement...
Erfolgreich kommunizieren in Social Media - Chancen & Risken eines Engagement...Erfolgreich kommunizieren in Social Media - Chancen & Risken eines Engagement...
Erfolgreich kommunizieren in Social Media - Chancen & Risken eines Engagement...LoeschHundLiepold GmbH (LHLK.de)
 
No Profit + Social Media (Case Study Nuovi Orizzonti Onlus)
No Profit + Social Media (Case Study Nuovi Orizzonti Onlus)No Profit + Social Media (Case Study Nuovi Orizzonti Onlus)
No Profit + Social Media (Case Study Nuovi Orizzonti Onlus)Francesco Candian
 
Informe General ICCFM 2013-2016-Ingles
Informe General ICCFM 2013-2016-InglesInforme General ICCFM 2013-2016-Ingles
Informe General ICCFM 2013-2016-InglesICCFMadmin
 

Destacado (20)

Jagot paul c jagot-el hipnotismo a distancia sugestion y autosugestion
Jagot   paul c jagot-el hipnotismo a distancia sugestion y autosugestionJagot   paul c jagot-el hipnotismo a distancia sugestion y autosugestion
Jagot paul c jagot-el hipnotismo a distancia sugestion y autosugestion
 
El arte de adquirir y desarrollar el atractivo personal
  El arte de adquirir y desarrollar el atractivo personal  El arte de adquirir y desarrollar el atractivo personal
El arte de adquirir y desarrollar el atractivo personal
 
El lenguaje de la seducción.
El lenguaje de la seducción.El lenguaje de la seducción.
El lenguaje de la seducción.
 
Cerrando puertas- desbloquea sus piernas
Cerrando puertas- desbloquea sus piernasCerrando puertas- desbloquea sus piernas
Cerrando puertas- desbloquea sus piernas
 
Manual de lavado de cerebro hubbard, r. l.
Manual de lavado de cerebro   hubbard, r. l.Manual de lavado de cerebro   hubbard, r. l.
Manual de lavado de cerebro hubbard, r. l.
 
Cómo ser realmente bueno con las mujeres
Cómo ser realmente bueno con las mujeresCómo ser realmente bueno con las mujeres
Cómo ser realmente bueno con las mujeres
 
6. mode one-la posibilidad del sexo
6. mode one-la posibilidad del sexo6. mode one-la posibilidad del sexo
6. mode one-la posibilidad del sexo
 
Cuadernillo de trabajo_del_emprendedor
Cuadernillo de trabajo_del_emprendedorCuadernillo de trabajo_del_emprendedor
Cuadernillo de trabajo_del_emprendedor
 
Steve santagati el manual. los chicos malos hacen aflorar lo mejor de las m...
Steve santagati   el manual. los chicos malos hacen aflorar lo mejor de las m...Steve santagati   el manual. los chicos malos hacen aflorar lo mejor de las m...
Steve santagati el manual. los chicos malos hacen aflorar lo mejor de las m...
 
Updated Resume 2015 2
Updated Resume 2015 2Updated Resume 2015 2
Updated Resume 2015 2
 
M2C Profile 2015
M2C Profile 2015M2C Profile 2015
M2C Profile 2015
 
Línea del-tiempo-decroly-makarenko
Línea del-tiempo-decroly-makarenkoLínea del-tiempo-decroly-makarenko
Línea del-tiempo-decroly-makarenko
 
Pemerintah kabupaten muna
Pemerintah  kabupaten munaPemerintah  kabupaten muna
Pemerintah kabupaten muna
 
Working at home for the Olympics
Working at home for the OlympicsWorking at home for the Olympics
Working at home for the Olympics
 
Protección de obras de arte en museos
Protección de obras de arte en museosProtección de obras de arte en museos
Protección de obras de arte en museos
 
Flash lube valve saver kit
Flash lube valve saver kitFlash lube valve saver kit
Flash lube valve saver kit
 
Erfolgreich kommunizieren in Social Media - Chancen & Risken eines Engagement...
Erfolgreich kommunizieren in Social Media - Chancen & Risken eines Engagement...Erfolgreich kommunizieren in Social Media - Chancen & Risken eines Engagement...
Erfolgreich kommunizieren in Social Media - Chancen & Risken eines Engagement...
 
No Profit + Social Media (Case Study Nuovi Orizzonti Onlus)
No Profit + Social Media (Case Study Nuovi Orizzonti Onlus)No Profit + Social Media (Case Study Nuovi Orizzonti Onlus)
No Profit + Social Media (Case Study Nuovi Orizzonti Onlus)
 
U8yhbtg
U8yhbtgU8yhbtg
U8yhbtg
 
Informe General ICCFM 2013-2016-Ingles
Informe General ICCFM 2013-2016-InglesInforme General ICCFM 2013-2016-Ingles
Informe General ICCFM 2013-2016-Ingles
 

Similar a Jagot, paul c. la memoria

consigue una memoria de elefante pptx
 consigue una memoria de elefante pptx consigue una memoria de elefante pptx
consigue una memoria de elefante pptxVicenteMartiz1
 
El hombre y los procesos psicologicos
El hombre y los procesos psicologicosEl hombre y los procesos psicologicos
El hombre y los procesos psicologicoslhkaber
 
Desarrolla una mente prodigiosa (Psicologia y Autoayuda) (Ramon Campayo) (z-l...
Desarrolla una mente prodigiosa (Psicologia y Autoayuda) (Ramon Campayo) (z-l...Desarrolla una mente prodigiosa (Psicologia y Autoayuda) (Ramon Campayo) (z-l...
Desarrolla una mente prodigiosa (Psicologia y Autoayuda) (Ramon Campayo) (z-l...EstuardoOrozcoEscoba
 
Libro digital-neurociencias
Libro digital-neurocienciasLibro digital-neurociencias
Libro digital-neurocienciasMarta Montoro
 
Procesos psicologicos y la mente humana
Procesos psicologicos y la mente humanaProcesos psicologicos y la mente humana
Procesos psicologicos y la mente humanaEuler
 
Procesos psicologicos y la mente humana
Procesos psicologicos y la mente humanaProcesos psicologicos y la mente humana
Procesos psicologicos y la mente humanaRamon Ruiz
 
¿CONOCES TU MENTE?
¿CONOCES TU MENTE?¿CONOCES TU MENTE?
¿CONOCES TU MENTE?C23J64
 
EL LIBRO D EDUCADOR Bernardo.pdf
EL LIBRO D EDUCADOR Bernardo.pdfEL LIBRO D EDUCADOR Bernardo.pdf
EL LIBRO D EDUCADOR Bernardo.pdfJenny Davila
 
Diapositivas capitulo 8
Diapositivas capitulo 8Diapositivas capitulo 8
Diapositivas capitulo 8brendaflorian
 
Herramientas psicolo. memoria y asociacion
Herramientas psicolo. memoria y asociacionHerramientas psicolo. memoria y asociacion
Herramientas psicolo. memoria y asociacionSilvia Siri
 
Recuerdos, pensamientos y fantasias
Recuerdos, pensamientos y fantasiasRecuerdos, pensamientos y fantasias
Recuerdos, pensamientos y fantasiasEddras Coutiño Cruz
 

Similar a Jagot, paul c. la memoria (20)

consigue una memoria de elefante pptx
 consigue una memoria de elefante pptx consigue una memoria de elefante pptx
consigue una memoria de elefante pptx
 
Libros super_memoria
 Libros super_memoria Libros super_memoria
Libros super_memoria
 
Super memoria
Super memoriaSuper memoria
Super memoria
 
El hombre y los procesos psicologicos
El hombre y los procesos psicologicosEl hombre y los procesos psicologicos
El hombre y los procesos psicologicos
 
Desarrolla una mente prodigiosa (Psicologia y Autoayuda) (Ramon Campayo) (z-l...
Desarrolla una mente prodigiosa (Psicologia y Autoayuda) (Ramon Campayo) (z-l...Desarrolla una mente prodigiosa (Psicologia y Autoayuda) (Ramon Campayo) (z-l...
Desarrolla una mente prodigiosa (Psicologia y Autoayuda) (Ramon Campayo) (z-l...
 
Memoria
MemoriaMemoria
Memoria
 
Memoria 2
Memoria 2Memoria 2
Memoria 2
 
reinventarse.pdf
reinventarse.pdfreinventarse.pdf
reinventarse.pdf
 
Libro digital-neurociencias
Libro digital-neurocienciasLibro digital-neurociencias
Libro digital-neurociencias
 
Memoria
MemoriaMemoria
Memoria
 
Procesos psicologicos y la mente humana
Procesos psicologicos y la mente humanaProcesos psicologicos y la mente humana
Procesos psicologicos y la mente humana
 
Procesos psicologicos y la mente humana
Procesos psicologicos y la mente humanaProcesos psicologicos y la mente humana
Procesos psicologicos y la mente humana
 
¿CONOCES TU MENTE?
¿CONOCES TU MENTE?¿CONOCES TU MENTE?
¿CONOCES TU MENTE?
 
EL LIBRO D EDUCADOR Bernardo.pdf
EL LIBRO D EDUCADOR Bernardo.pdfEL LIBRO D EDUCADOR Bernardo.pdf
EL LIBRO D EDUCADOR Bernardo.pdf
 
Diapositivas capitulo 8
Diapositivas capitulo 8Diapositivas capitulo 8
Diapositivas capitulo 8
 
Presentacion cognicion y computacion
Presentacion cognicion y computacionPresentacion cognicion y computacion
Presentacion cognicion y computacion
 
FUNCIONES COGNITIVAS: LA MEMORIA HUMANA
FUNCIONES COGNITIVAS: LA MEMORIA HUMANAFUNCIONES COGNITIVAS: LA MEMORIA HUMANA
FUNCIONES COGNITIVAS: LA MEMORIA HUMANA
 
memoria.ppt
memoria.pptmemoria.ppt
memoria.ppt
 
Herramientas psicolo. memoria y asociacion
Herramientas psicolo. memoria y asociacionHerramientas psicolo. memoria y asociacion
Herramientas psicolo. memoria y asociacion
 
Recuerdos, pensamientos y fantasias
Recuerdos, pensamientos y fantasiasRecuerdos, pensamientos y fantasias
Recuerdos, pensamientos y fantasias
 

Jagot, paul c. la memoria

  • 1. PAUL C. JAGOT MÉTODO PRÁCTICO PARA DESARROLLAR LA MEMORIA EL ARTE DE APRENDER, RETENER Y RECORDAR EXACTAMENTE EDITORIAL TOR
  • 3. OBRAS DE PAUL C. JAGOT LA EDUCACIÓN DE LA PALABRA El arte de hablar claramente y con persuación EL PODER DE LA VOLUNTAD Método práctico y eficaz de influencia personal LA TIMIDEZ VENCIDA Método para adquirir seguridad y confianza en uno mismo PSICOLOGÍA DEL AMOR El instinto, la sensibilidad y la imaginación en el amor LA MEMORIA Método práctico para recordar exactamente y con rapidez LAS LEYES DEL ÉXITO Método para obtener el máximo de eficacia realizadora LA EDUCACIÓN DEL ESTILO Un método simple para adquirir claridad en la redacción EL DOMINIO DE SÍ MISMO Cómo adquirir energía y sobreponerse a las debilidades EL INSOMNIO VENCIDO El arte de dormirse fácilmente, renovando la voluntad EL LIBRO RENOVADOR DE LOS NERVIOSOS Guía práctica para vencer todo desfallecimiento nervioso MÉTODO PRÁCTICO DE AUTOSUGESTIÓN Para desechar todo hábito, adquirir calma, lucidez y salud SUGESTIÓN Cómo influyen los acontecimientos externos en la voluntad MAGNETISMO Atrayente descripción de las leyes de esta propiedad HIPNOTISMO Método para desarrollar las cualidades psíquicas superiores OBRAS DE ORISON SWETT MARDEN SIEMPRE ADELANTE Hay que mirar siempre EL PODER DEL PENSAMIENTO Es el pensamiento el que regula nuestra conducta y la dirige ACTITUD VICTORIOSA Hay que asumir una actitud decidida de triunfo en todo momento LA ALEGRÍA DE VIVIR La vida no es una carga sino, por el contrario, una alegría EDUCACIÓN DEL CARÁCTER Cómo se prepara el carácter personal para todas las contingencias
  • 4. INICIACIÓN EN LOS NEGOCIOS ENCICLOPEDIA DEL HOMBRE QUE TRIUNFA PAUL C. JAGOT LA MEMORIA Método práctico para aprender, Retener y recordar exactamente Y con rapidez Traducción directa, por J. G. KROHN Η EDITORIAL TOR Río de Janeiro 760 BUENOS AIRES
  • 5. Impreso en la Argentina Printed in Argentina
  • 6. ES PROPIEDAD.- Queda hecho el depósito que marca la ley. NOCIONES PRELIMINARES 1. Importancia de la memoria. -2. Podemos Modificar cada elemento de esta función. - 3. En ciertas condiciones psíquicas, la memo- ria amplía espontáneamente los límites de sus posibilidades humanas. - 4. Cómo obtener una mejoría rápida y definitiva.
  • 7. 1. IMPORTANCIA DE LA MEMORIA Jamás se podrá dedicar excesiva atención a la educación de esta misteriosa función, cuya incesante actividad cumple la triple función, de registrar la multitud de nociones, que impresionan nuestros sentidos o solicitan nuestra inteligencia, de conservarlas y recordarlas en momento oportuno. Lograr que tal función realice su tarea de igual modo que un secretario dócil y ordenado, es asegurar las más agradables, ventajosas y altas posibilidades. Entonces se transforma en el íntimo y precioso auxiliar de toda realización, en la evocadora mágica de toda realización, en la evocadora mágica de las imágenes demasiado fugaces, en el apoyo de las más diversas especulaciones intelecuales a donde el espíritu gusta de elevarse. La mayor parte de los elementos de valor personal, de los medios de conocimiento y de acción, se basan en la memoria: tales como la destreza, la rapidez y la seguridad de jucio, el discernimiento de los caracteres, el espíritu de réplica, la facilidad de elocución, la riqueza del estilo, la oportunidad de las resoluciones, la erudición, la extensión y la multiplicidad del saber, la adaptabilidad, etcétera. En las profesiones liberales a que se llega después de un examen para cuya aprobación es preciso asimilar antes una verdadera enciclopedia; en los negocios en el recuerdo fiel del pasado debe guiar las decisiones del presente; en las Bellas Artes que, además de facultades especiales, requieren una cultura basada en mil matices que la imaginación debe recordar para impregnarse de ello ampliamente; en la industria, cuyo continuo progreso debe obtener sus directivas de las fuentes diversas, el que quiere lograr una posición más elevada y lucrativa, o, hasta más modestamente, superar el promedio, no podrá lograr sus propósitos si carece de memoria. Y ¡cuántas pequeñas ventajas conquistadas, cuánto tiempo y dinero ahorrados, cuántas ocasiones fértiles aprovechadas, cuántos descontentos, dificultades y esfuerzos vanos evitados por las personas que, de esa manera, no cometen olvidos y en cualquier oportunidad sienten acudir a su memoria la síntesis de los recuerdos que pueden ser útiles para ellos! El treinta por ciento de los individuos deploran su insuficiencia mnemónica y comprueban la inercia de su “secretario interior”, del que no saben lograr el menor servicio, sino a costa de largos y penosos esfuerzos. Mejor que otra cualquiera persona, aprecian la importancia de las ventajas que reporta una buena memoria, y su más vehemente deseo es transformar la suya. Desde la antigüedad, y en todos los tiempos, han existido hombres que se proecuparon de proveer a sus semejantes los medios necesarios para ello. Esta es una tarea noble, que el autor del presente volumen va a tratar de proseguir digna y eficazmente. PODEMOS MODIFICAR CADA ELEMENTO DE ESTA FUNCIÓN Pero, ¿realmente puede una persona modificar su memoria, sobre todo después de haber alcanzado ya una cierta edad? Sin duda alguna. Las consideraciones que exponemos lo establecen sólidamente. Anto todo, permitidme que os diga que la aplicación de los procedimientos descritos más adelante me ha dado la certidumbre experimental. Dada la condición actual de vuestra memoria, a priori, parece evidente que, manejándola con método, obtendréis un resultado sensiblemente superior. Desde Simonides hasta los recientes trabajos de Fenaigle, Pick, Carvalho, Aimé Paris, Loisette Chavauty, Courddavault, Guyot-Dabués, Rollin, etc., todos autores se han inspirado en el principio
  • 8. anterior para combinar sistemas ingeniosos, con el fin de ayudar a la retención y recordación. Esos sistemas han sido ensayados, y su utilización no ha obtenido la generalización que sus autores deseaban, ello se debe a que fueron concebidos únicamente para el estudio de textos literarios, históricos y filosóficos y de cronologías1 . Aun cuando con ellos se facilitan tan sólo un determinado número de operaciones mnemónicas, los métodos de ese género contituían ya una educación parcial de la memoria, una disciplina intelectual apropiada para favorecer la rectitud de esa función. Los resultados a que llegaron aquellos que los han puestos en práctica, demostraron que la memoria podía ser modificada. Además, después que se ha dejado de considerar la memoria como una “facultad del alma” para estudiar la función psiconerviosa implicada por su actividad, aparecieron nuevas posibilidades modificadoras, cada uno de cuyos elementos almacena y restituye el recuerdo, modificable a su vez. De cada uno de esos elementos depende una determinada característica de memoria: Ya veremos cómo puede influenciar separadamente todas sus características y llevarlas a un funcionamiento de conjunto satisfactorio y cuidadosamente acondicionado para el fin propuesto. Toda cualidad o característica de la memoria de una causa accesible al esfuerzo voluntario. Así, su extensión -a la cual, erróneamente, se le asignarían límites- se amplía por las costumbres metódicas, de orden en las ideas, de clasificación desde el comienzo, después de reflexionar y comparar. La rapidez de registro para una materia determinada, es una cuestión de equilibrio general físico y psíquico, de apetencia intelectual y de entrenamiento. La persistencia del recuerdo es proporcional a la agudeza y a la duración de la atención puesta al recibirlo. La exactitud y la precisión de ese recuerdo son determinadas por nuestra capacidad de análisis. En fin, la oportunidad -esa preciosa cualidad que consiste en que en el momento mismo en que es provechoso que nos inspiremos, vengan espontáneamente a solicitar la conciencia todas las nociones útiles- necesita un sutil y juicioso método de asociación de ideas. La felicidad del recuerdo voluntario depende de las mismas condiciones unidas a una voluntad evocadora concentrada. La vida corriente ofrece a la observación hechos de los que se deduce que lejos de mostrarse inmutable, la memoria es esencialmente variable en sus manifestaciones. Es así que, hasta la más defectuosa organización mnemónica reproduce fácilmente, y con la mayor nitidez, ciertos hecho, por ejemplo, que impresionaron fuertemente al sujeto. A veces, nos acordamos con toda viveza y precisión de un detalle íntimo conexo a un suceso medio borrado ya de nuestra memoria, porque ese detalle presenta para nosotros un relieve que el suceso no poseía. Los soñadores, que son, casi todos, muy impresionables, sienten con agudeza, pero conciben sin precisión. Les agrada revivir imaginariamente aquello que les impresionó. Poseen una rica colección de recuerdos y pueden, frecuentemente, después de veinte años de un cierto accidente, volver a referirlo con una minuciosidad admirable; pero, en cambio, olvidan a menudo importantes utilizados inmediatas. Ciertos elementos de una memoria son naturalmente excelente cuando uno de los más importantes se encuentran aniquilado por cualquier causa perturbadora. Para muchos sucede así porque cada cual, según su temperamento, según el género y el grado de su 1 Los últimos perfeccionamientos de la Mnemotecnia se deben si abate Chavauty, que ha sabido combinar un sistema de soportar la universidad de los conocimientos.
  • 9. cultura, tiene memoria para ciertas cosas y carece casi totalmente de ella para otras. Nuestras predisposiciones generales nos crean una apetencia de espíritu por tal o cual especie de conocimientos, e inversamente, una indiferencia total, hasta una repugnancia respecto a tal o cual otra. Aunque comprendiendo perfectamente la oportunidad de aprender, a veces se experimenta una invencible dificultad retentia; pero si se aprecia esa oportunidad, si se experimenta la necesidad de saber, es posible asimilarse las ideas, las nociones y hasta las palabras, textuales, una por una, con gran facilidad. Como la voluntad, la memoria obtiene de sus motivos un vigor proporcional a su intensidad. Cuando estamos soñando, ¿no nos ocurre que revivamos una fase lejana de nuestra existencia, de la que acaso pudiéramos acordarnos en estado de vigilia, aunque entonces con mucha menos precisión? Además, en el transcurso del sueño, ¡cuántos recuerdos que parecían enteramente borrados vienen a agitar nuestro espíritu! El fondo éste: sus regiones profundas en que se hunden, faltas de un punto de asociación, las miradas de sensaciones, de impresiones y de ideas a las que no concedimos sino una fugitiva atención, toda esa olla podrida parece volver de nuevo a la superficie. Surgidos por no sé qué capricho, una multitud disparatada de individuos ya olvidados, de palabras de antaño vagamente percibidas, de espectáculos, que impresionaron nuestra mirada en un pasado a veces lejano de pensamientos cuyo resplandor nos deslumbró durante un segundo cierto día o un instante, manifiestan la huella que han dejado en nosotros. Todo eso expresa la ductilidad de la función que nos ocupa: Ella se hace más lenta o se acelera, conserva o restituye, o se reproduce nítida o confusamente, según que tales o cuales palancas la accionen: Aprendamos a conocer y a manejar el mayor número posible de esas palancas, y la máquina se volverá dócil en su funcionamiento. 3. EN CIERTAS CONDICIONES PSÍQUICAS, LA MEMORIA AMPLÍA ESPONTÁNEAMENTE LOS LÍMITES DE SUS POSIBILIDADES HABITUALES En ciertos estados de hipnosis1 , sobre todo en las fases frustradas y en el sonambulismo, la memoria adquiere una lucidez maravillosa. Los menores hechos del pasado son recordados por el sujeto hipnotizado, quien percibe igualmente las relaciones de causa a efecto que pudieron tener sobre su estado presente las impresiones ya lejanas. Esa posibilidad es utilizada en la psicoterapia para ciertos diagnósticos. He aquí tres casos de ese género: -Una extraña fobia: la de los viajes, incluso se manifiesta súbitamente en una mujer normal de unos cuarenta años de edad, de los más cortos trayectos y en cualquier vehículo. Esa repugnancia se hace muy pronto irresistible. Dormida por sugestión y por suave fricción de vértex, se acuerda entonces de haber sido víctima en su infancia de un accidente de vehículo, accidente que tenía absolutamente olvidado en estado de vigilia. -Un niño visita con su padre la plataforma del Arco de Triunfo de la Estrella en París. A fin de que pueda ver el panorama, su padre le toma en brazos y lo levanta. El niño, presa de vértigo, comienza a lanzar gritos. Al día siguiente se le declara una ictericia. Veintiún años después, aquejado de agorafobia, consulta a un médico, que lo hipnotiza; y de este modo llega a saber que le causa de su actual estado, procedía de la impresión de vértigo experimentada en su infancia. 1 Véase “Método Científico-Moderno de Magnetismo, Hipnotismo y Sugestión”, del mismo autor.
  • 10. -Una mujer joven y normal, afectada de una alucinación visual intermitente, se presenta al doctor G. Durville para someterle su caso: Cada vez que ella se lavaba las manos, el agua que utilizaba le parecía teñirse de sangre. El origen de tal trastorno se remontaba a tres años apenas y la mujer no sabía a qué atribuirlo. Dormida por el doctor Durville y sugestionada para que percibiera los elementos de la etiología de su caso, ella se acordó de que a la edad de cinco años, había asistido al acto de degollar a un ave cuya sangre salpicó sus manos, que se lavó inmediatamente. Muy impresionada, quedó tan penosamente afectada por tal escena, que cayó enferma. Aunque conservó una perturbación mental generadora de su alucinación. Los estados febriles que van acompañados de delirio, determinan a menudo una extraordinaria hipermnesia. A menudo hablan de cosas de las que no tenían ni la menor idea y de las que no vuelven a acordarse después de su curación. Casi siempre se tratade cosas muy antiguas y cuya realidad queda confirmada por algún testigo. Colerdige cita el caso de una analfabeta que, durante un acceso de fiebre, se puso a disertar en hebreo y en griego. Gracias a la sagacidad de un médico a quien esa rara manifestación había interesado extraordinariamente, se logró saber que la enferma había sido cocinera de un clérigo que, durante horas enteras, iba y venía por una habitación, a la que daba la cocina, recitando frases tomadas de los textos sagrados. Muchas de esas frases había sido registradas inconscientemente por el sujeto y repetidas por ella, palabra por palabra, durante la fiebre. Otro ejemplo: “A la edad de cuatro años, un niño a consecuencia de una fractura de cráneo, hubo de sufrir una trepanación. Recobrada por él la salud, no conservó ningún recuerdo ni del accidente ni de la operación. Pero a la edad de quince años, presa de un delirio febril, describió a su madre la operación, las personas que a ella asistieron, las ropas que vestía y otros pequeños detalles, todo con gran exactitud. Hasta entonces, jamás había hablado de ello ni había oído a nadie dar todos esos pormenores”1 . Como la trepanación se efectúa necesariamente con anestesia general, el ejemplo precedente muestra que la narcosis va acompañada de un estado psíquico que permite registrar un cierto número de percepciones. El sueño clorofórmico o etérico ha dado lugar a menudo a la comprobación del recuerdo de las nociones olvidadas principalmente de dialectos aprendidos en la infancia y abandonados desde hacía mucho tiempo. “Un viejo forestal -refiere Mathias Duval- había vivido durante su juventud en las fronteras polacas y apenas había hablado el polonés. Después no había vivido2 más que en distritos alemanes. Sus hijos aseguraron que, desde hacía treinta o cuarenta años, no había oído ni pronunciado una sola palabra de polaco. Durante la anestesia que duró cerca de dos horas, ese hombre sólo habló, rogó y cantó en polaco”. Un cirujano amigo mío me comunicó una observación del mismo género. Después de haberle dormido mediante el éter, efectuó una amputación a un hombre que durante la operación habló de un documento colocado entre la tapa y la sobrecubierta de un libro de su biblioteca. Se trataba de una carta que había buscado largamente sin poder acordarse del lugar en que la había puesto. 1 Mahtias Duval, citado por Ribot (“Les Maladies de la Mémoire”). 2 Abercrombie, citado por Ribot (“Les Maladies de la Mémoire”).
  • 11. Puede decirse que todos los modificadores del estado mental actúan sobre la memoria de manera que exaltan algunas de sus modalidades poco activas en estado de vigilia y a veces obnubilan ciertas categorías de recuerdos. Los estupefacientes determinan efectos análogos a los de los anestésicos. La absorción de opio, de morfina, de cocaín, de haxix, modifica la memoria, y se ha recopilado en ese sentido un número considerable de casos de recuerdos de nociones olvidadas desde largo tiempo. “Me parece -dice Th. De Quincey, en sus Confesions d’un mangeur d’opium- haber vivido setenta años o un siglo en una noche… Los recuerdos más pequeños sucesos de mi juventud, escenas olvidadas de mis primeros años, eran reavivados a menudo. No puede decirse que las recordaba, porque si me las hubiesen referido en estado de vigilia, yo no hubiera sido capaz de reconocerlas como formando parte de mi experiencia pasada. Pero colocadas ante mí como lo estan en sueños, como intuiciones; revestidas de las más vagas circunstancias y de los sentimientos que las acompañaban, yo las reconocía instantáneamente1 ”. 4. LOS ESTADOS AFECTIVOS EXCITADORES DEL RECUERDO La inminencia de un peligro mortal, una emoción intensa e imprevista, a veces mismo una circunstancia poco importante, a menudo han llevado a la conciencia acontecimientos de importancia profundamente escondidos en la imaginación. He aquí algunos ejemplos clásicos: El primero lo cita Carpenter en su Mental Phisiology, y es sugestivo desde el doble punto de vista del registro automático y de la resitución espontánea de la impresión que se remontan a la primera infancia: “Un hombre dotado de un temperamento artístico muy notable (este punto es de notar) fue con unos amigos en excursión a un castillo del Condado de Sussex, del que no tenía ningún recuerdo haber visitado antes. Al acercarse a la puerta principal, experimentó una viva impresión de haberla visto ya antes, y volvía a ver no sólo aquella puerta, sino muchas personas montadas en asnos o de pie al lado de éstos, bajo el pórtico. Esa convicción singular se impuso en él, tanto, que interrogó a su madre a fin de obtener algunas aclaraciones acerca de ese lugar. Supo de ella que, cuando tenía deiciséis meses, había sido llevado en una excursión a aquel lugar, que le habían llevado en un canasto a lomos de asno, que le habían dejado abajo con los asnos y criados, mientras que las personas de más edad se habían instalado para comer encima de la puerta del castillo”. El segundo caso proviene del Essay on intellectual power, de Abercrombie. Presenta una analogía soprendente con el precedente: “Una señora en el último período de una enfermedad crónica, fue conducida al campo desde Londres. Su hijita, que aun no hablaba, le fue traída y, después de una corta entrevista, fue llevada de nuevo a la ciudad. La señora murió algunos días después. Su hija creció sin acordarse de su madre hasta la edad madura. Fue entonces cuando tuvo la ocasión de ver la habitación en que su madre había muerto. Aunque ella lo ignoraba al 1 Quincey, citado por Ribot (“Les Maladies de la Mémoire”).
  • 12. entrar en la habitación se estremeció, y como le preguntaran la causa de su emoción, respondió: “Tengo la impresión exacta de haber estado en otra época en esta habitación. En ese rincón estaba echada una señora que parecía muy enferma y que, inclinándose sobre mí, lloró”. Es sabido que numerosos individuos llamados de nuevo a la vida después de haber perdido el conocimiento como consecuencia de una inmersión accidental, han atestiguado la extraordinaria lucidez de los últimos instantes que precedieron a su síncope. En algunos segundos habían tenido una visión, vertiginosa pero muy precisa, de su vida entera, desde su infancia hasta el momento del accidente. Semejante fenómeno tiene lugar a veces en el momento de la agonía y hasta en el peligro muy grave: El hecho siguiente dará una idea de ello: “Un hombre de imaginación extraordinariamente viva, atravesó una vía férrea en momentos en que un tren llegaba a toda velocidad. No tuvo tiempo sino para tenderse entre los dos rieles. Mientras que el tren pasaba por encima de él, la sensación del peligro le trajo a la memoria todos los incidentes de su vida, como si hubiera sido abierto ante sus ojos el libro del Juicio Final” 1 . SE OBSERVA, QUE TODO OCURRE COMO SI NINGÚN ESTADO DE CONCIENCIA, NINGUNA PERCEPCIÓN, NINGUNA IMAGEN DESAPARECERÁ TOTALMENTE DE LA MEMORIA UNA VEZ REGISTRADA EN ELLA. 5. CÓMO OBTENER UNA MEMORIA RÁPIDA Después de haberse formado una clara idea de la función mnemónica por el estudio de los datos contenidos en el presente capítulo y en los tres días siguientes, el lector aplicará las instrucciones dadas a partir del capítulo V. Así se situará ante todo en las condiciones físicas y mentales que favorecen el juego de los elementos de la memoria; después se estudiará para desarrollar cada uno de ellos. Sucesivamente aprenderá a dirigir su pensamiento a concebir una tabla que comporte todas sus subdivisiones necesarias para clasificar gradualmente las nociones que quiera recordar, para registrar rápida y claramente, para usar sutiles asociaciones de ideas, para situarse en el estado psíquico más favorable al recuerdo, para utilizar los procedimientos mnemotécnicos en la retención de las cosas difíciles de asoicar. Los primeros resultados, serán casi instntáneos en los más favorecidos, instantáneos en los más favorecidos, y no requerirán sino algunos días en las memorias más rebeldes. Obtenidos esos resultados, los progresos se acentuarán cada vez más rápidamente y, ayudados de la perseverancia, harán retroceder cada vez más los límites de la potencia mnemónica. 1 Según Vislow, citado por Ribot. (Les Maladies de la Mémoire).
  • 13. PARTE TEÓRICA CAPÍTULO PRIMERO TEORÍA ESQUEMÁTICA DEL FUNCIONAMIENTO DE LA MEMORIA 1. Ideas de su automatismo perpetuamente activo.- 2. Distribución. - 3. Conservación. 4. El recuerdo espontáneo. - 5. El recuerdo voluntario.- 6. Las asociaciones internas
  • 14. 1. IDEA DE SU AUTOMATISMO PERPETUAMENTE ACTIVO ¿Cómo se manifiesta esencialmente la memoria? Registra nuestras percepciones, recepciones y conceptos; los almacena desde que desaparecen de la conciencia, y los presenta de nuevo a ésta, ya sea espontáneamente, ya bajo la acción de la voluntad. El recuerdo recorre, pues, tres etapas: adquisición, conservación y recuerdo. Observemos que no son sólo las cosas que tratamos de retener que se fijan en la reserva mental, en ésta entran también nociones que no hemos ningún esfuerzo para apropiárnosla; se infiltra asimismo una gran cantidad de imágenes y de ideas sobre las cuales nuestro entendimiento ni siquiera se ha detenido el tiempo suficiente para que tengamos conciencia de su irrupción. Observemos, por otra parte, que si el recuerdo es, en principio, voluntario por definición, la sucesión de los pensamientos que agitamos -o que nos agitan- a diario, tienden a volver a traer de las profundidades del subconsciente cosas relacionadas con su objeto. Observemos también este hecho característico, establecido en el curso del capítulo precedente: antes ya de hallarse en estado de comprender, el cerebro del niño puede almacenar recuerdos, de los que no tendrá conciencia sino más tarde. Debemos, pues, concebir la función que nos ocupa como un automatismo cuya actividad continúa siendo para nosotros casi por entero inconsciente. Que prestemos o no atención, continuamente registramos nociones que se distribuyen más o menos metódicamente en el segundo. Podemos, pues, definir la memoria como: un automatismo inconsciente. La fisiología, base racional de la psicología, no ha adquirido aún más que datos incompletos acerca de esta función. Ella ha admitido durante mucho tiempo paralelismo estrecho entre cerebro y memoria. Actualmente se sabe que el dominio mental es considerablemente más amplio que el dominio cerebral. Las teorías clásicas no podrían dar cuenta de ciertos hechos, sobre todo el orden siempre invariable del olvido de las palabras en la afasia, cualesquiera que sean el punto del cerebro en que comience la lección y el sentido en que ella evolucione. Un esquema muy sencillo, a falta de una demostración más material, nos da la idea general que necesitamos para orientar nuestro trabajo. Comprendemos la memoria a un cilindro que gira continuamente alrededor de un eje central. Ese cilindro se le supondrá aislado del exterior y de la conciencia excepto por una superficie de contacto figurada por el sector OBC del disco de separación D. Por la abertura OBC, la cara lateral del cilindro, continuando su movimiento de rotación, pone sucesivamente en relación con la conciencia y con el sensorio todos los sectores que lo componen. Bien entendido que, por esa especie de ventana, nuestros estados anímicos, intelectuales o afectivos, así como nuestras percepciones sensoriales, se ponen en contacto con la mayoría y la impresionan más o menos, según estemos atentos o distraídos. Pero el registro no tiene lugar en los dos casos en forma parecida. 2. DISTRIBUCIÓN Se efectúa automáticamente, en el interior del cilindro, una distribución de todo aquello que entra por el triángulo OBC y, a tal propósito, diremos que el cilindro puede ser considerado como dividido en dos regiones principales: la de los recuerdos asociados, de los que vamos a ocuparnos, y de los recuerdos esparcidos. En esta última figuran aquéllos
  • 15. que, sea por una falta de intensidad, sea por la de uno de los puntos de asociación con una noción definitiva adquirida, quedan aislados sin ningún punto que los ligue a una cadena ideológica mediante la cual podamos volver a traerlos a la superficie consciente. La región de los recuerdos asociados incluye todo aquello de que somos capaces de acordarnos en un estado psíquico normal. Desde su entrada al cilindro por la abertura OBC, toda noción tiende a asociarse a alguna otra que figure ya en él y con la cual presenta la recién llegada alguna afinidad, es decir, una analogía directa o inversa. Existen centros de cristalización hacia los cuales convergen y con los cuales convergen y con los cuales quedan inmediatamente ligados, según su especie, los recuerdos de diferentes catagorías. Por otra parte, tengamos en cuenta que las ideas y las impresiones registradas con continuidad quedan ligadas por un hilo que permite, cuando la primera vuelve a la imaginación, encontrar sin dificultad todas las que siguen. Los escolares pueden, así, recitar una lección de la cual no han comprendido absolutamente nada. La sucesión de sonidos que han repetido, en voz alta o mentalmente, ha sido registrada como impresión auditiva global, o bien el aspecto gráfico de las palabras ha impresionado su visual como una especie de cadena mórifica continua. En el momento deseado, no tienen sino que pronunciar la primera palabra y recitan el resto sin ningún esfuerzo. En una memoria no cultivada, la iniciativa de la clasificación es abandonada enteramente al inconsciente1 . Los centros de cristalización de que ya he hablado precedentemente, parecen desviar su origen de las profundas idiosincrasias del individuo; se condicionan bajo la influencia de las particularidades psicológicas: temperamento, tendencia, aptitudes, etc… El individuo cuyo carácter manifiesta un relieve bien claro, el literato innato, el músico innato, el calculador innato, etc., consideran desde sus primeros años, con un espíritu especialmente atento todo lo que les parece tener alguna relación con su mayor aptitud. Se asimilan fácilmente y recuerdan sólidamente numerosas series de observaciones, de imágenes, de palabras, que se asocian al centro de cristalización representado por la tendencia principal. Las personas voluntariosas que, aun cuando no experimenten ningún agrado por una rama del saber, tienden en absoluto a poseerla, sienten que su memoria les es rehacia en los primeros esfuerzos que hacen por fijar en ella lo que tratan de aprender. Pero el motivo que acciona su voluntad: la ambición, el deseo de evolución o cualquier otro, crea rápidamente en ellas un centro de cristalización. A fuerza de repetirse: “Es necesario que llegue a aprender esto: es indispensable para la satisfacción de tal o cual de mis deseos”, disminuye en ellas su inercia mnemónica. Pero, faltas de método, a menudo les cuesta mucho más trabajo del necesario. 3. CONSERVACIÓN Un clisé mental se incrusta, si así puede decirse, sólidamente en la imaginación ya sea porque la impresione vivamente cuando la percepción inicial se acompaña de un estado emocional intenso; ya sea porque, tan agradablemente solicitada está la atención, que queda absorbida; ya sea, también, porque, por un esfuerzo voluntario, se la ha sostenido firmemente en el momento de su registro. La intensidad y la duración de la atención desempeña, pues, un papel notablemente primordial en el manejo de la función mnemónica. 1 Véase “Psicología del Amor”, del mismo autor.
  • 16. Veremos más adelante, cómo ejercitarlos de manera que su grado normal permita, sin fatiga especial, fijar fácil y definitivamente nuestras adquisiciones intelectuales. Teniendo el recuerdo como sostén la fibra nerviosa y como órgano de recuerdo el cerebro, su conservación y la oportunidad de su reviviscencia dependen íntimamente de la nutrición cerebral, es decir, de la circulación. Los espiritualistas, para quienes los centros nerviosos son los instrumentos del alma, así como los materialistas, cuya singulares teorías hacen surgir la inteligencia de la materia, están de acuerdo, por lo menos, en un punto: que existe una higiene física de la memoria, a la que conviene tener consideración. Para volver a nuestra comparación esquemática la substancia del cilindro debe ser considerada como viviente. De su vitalidad depende la de los recuerdos que contiene. Además, su docilidad para llevar de nuevo a la superficie del triángulo OBC las nociones que contiene, a fin de afectar la conciencia cuando ella las solicita, exige una flexibilidad que supone una potencia funcional suficiente. 4. EL RECUERDO VOLUNTARIO Supongamos ahora que en el disco de separación D hay una segunda abertura triangular OEF, en contacto con la conciencia como el sector OBC. A medida que el hilo del pensamiento se desenvuelve, los diversos objetos de nuestras cogitaciones impresionan el cilindro por OBC y determinan en él una especie de reflejo más o menos rápido que lleva a OEF las nociones conexas. Tal es el fenómeno del recuerdo. Su oportunidad depende evidentemente de la lógica habitualmente aportada al encadenamiento de nuestras ideas y de la distribución más o menos juiciosa de éstas en el interior del cilindro. Tan pronto como la atención se detiene, cautivada, en las primeras nociones de un recuerdo, el cilindro disminuye la velocidad de su movimiento y su actividad actúa del interior al exterior para llevar al triángulo OEF nuevos elementos del recuerdo considerado. Durante el sueño, el cilindro oscila sobre su eje caprichosamente y alienta el ensueño de una manera frecuentemente desordenada. 5. EL RECUERDO VOLUNTARIO Toda tensión voluntaria del espíritu inmovilizado sobre un orden de ideas cualquiera, suspende momentáneamente el movimiento del cilindro o, por lo menos, disminuye considerablemente la velocidad de su rotación. Esa tensión produce una abducción de las nociones conexas al objeto del pensamiento. El recuerdo deliberado parece, pues, estar influenciado por la intensidad de la voluntad. Si es exacto que una palabra escapa a veces a nuestra memoria en el momento en que nos esforzamos en recordarla, mientras que surgirá sin ningún esfuerzo en otro instante, observemos que, en el primer caso, un estado excesivo afectivo o toda otra causa perturbadora de la voluntad disocia esta última de la memoria y suprime momentáneamente su acción. Cuando estamos tranquilos, recogidos y tenemos sangre fría, sentimos con más fuerza la oportunidad de recordar una noción, y más dócilmente vuelve a presentarse ésta en nuestra conciencia. Toda mejora de la voluntad trae consigo una flexibilización de la
  • 17. restitución automática y, a la menor solicitación, aporta conocimientos escondidos en nuestra reserva mental. Vuestros conocimientos, de toda naturaleza, están a vuestra disposición en esa misteriosa región, designados aquí bajo la figura de un cilindro, y en ella se relegan así que cesáis de prestarle atención. Si estáis muy bien dotados, al menor requerimiento, la palabra, el número, la imagen, la idea que os hace falta, instantáneamente son hallados de nuevo. Si, al contrario, os ocurre con frecuencia, a pesar de vuestros enérgicos requerimientos, que no lográis obtener al instante el documento mental que buscáis, os es posible que lo poseéis sin embargo, tan perfectamente preciso como lo deseáis. Es el mecanismo íntimo mediante el cual debiera acudir a vuestra memoria ese documento. Vuestro estado psíquico actual no acciona tal mecanismo. Pero sin duda sucederá que una hora después, al día siguiente, o al cabo de ocho días, os encontraréis en una condición psíquica que hará posible que tenga lugar el accionamiento del mecanismo, que en vano tratáis de lograr ahora. Supongamos que vuestro recuerdo carezca de precisión: entonces es que en el momento del registro no ha sido cumplida alguna de las tres condiciones expuestas en el apartado 3. El clisé, demasiado pálido, puede, empero, acentuarse mucho más de lo que pudiera esperarse bajo el efecto de la tensión voluntaria, que entonces desempeña el papel de un poderoso revelador. 6. LAS ASOCIACIONES INTERNAS No es preciso creer que las diversas nociones permanecen estáticas en el interior del cilindro: de sus asociaciones resultan nuevas ideas que se imponen, tarde o temprano, a la conciencia, ya sea porque surjan bruscamente en la superficie del sector OEF, ya sea porque, al detenerse voluntariamente en un sujeto determinado que le es conexo, recordamos por él. Tal es el principio de la sugestión directa, de la que ya indiqué los procedimientos en mi Método científico de Magnetismo, Hipnotismo y Sugestión. Inconscientemente, durante el sueño o en estado de vigilia, tiene lugar en la memoria un trabajo. La educación de esta facultad en un sentido dado, proporciona una rectitud muy interesante a este trabajo criptoide. Así se conocen numerosos casos en que la asociación ESQUEMA DEL FUNCIONAMIENTO DE LA MEMORIA (pág 32)
  • 18. subconsciente de las ideas ha proporcionado como resultante una obra de valor Un matemático fue a dormir luego de haber buscado en vano largamente la solución de un problema geométrico. Se durmió y soñó con él. Al despertar había obtenido la solución: algunos de sus elementos, que en el curso de sus pesquisas habían permanecido ocultos en las profundidades del cilindro, habían vuelto de nuevo a la superficie mientras dormía y se habían juntado bajo la influencia generadora de su voluntad1 . Shopenhauer escribió: “Mis postulados filosóficos se produjeron en mí sin mi intervención, en momento en que mi voluntad estaba como dormida y mi imaginación no se hallaba encaminada en una dirección prevista. Así, mi persona era como extraña a mi obra”. Desde cierto punto de vista, la memoria parece una especie de alambique en el que nuestros pensamientos, nuestros estados afectivos y nuestras impresiones reaccionan unos sobre otros para dar lugar a las incitaciones más o menos complejas. Ya lo he demostrado, a propósito de la génesis de los sentimientos, en mi obra Psicología del Amor2 . Es por eso que el control de la memoria es indispensable para dominarse uno mismo, para tener el sueño tranquilo y para verse libre de las influencias del ambiente. 1 Véase del mismo autor “El poder de la Voluntad sobre sí mismo, sobre los demás, sobre el Destino”. 2 “Psicología del Amor: los sentimientos, el corazón, la idea, la seducción”.
  • 19. CAPÍTULO II LOS ELEMENTOS DE LA MEMORIA 1. Agudeza sensorial.- 2. Agudeza motriz. - 3. Agudeza emocional.- 4. Sentido estético. 5. Sentido analítico. - 6. Espíritu de síntesis 7. Sentido analógico. - 8. Noción del tiempo 9. Sentido topográfico. - 10. Cómo se esta- blece el diagnóstico de una memoria
  • 20. 1. AGUDEZA SENSORIAL La agudeza auditiva y visual constituye un determinante de importancia del funcionamiento mnemónico. El niño que prueba hablar, trata de reproducir sonidos que ha oído emitir y que ha retenido. Más tarde, a menos de una cultura especial, su vocabulario se limitará a las expresiones de uso corriente en su medio, a pesar de que lea más o menos, porque, salvo en el caso de una agudeza visual predispuesta a la retención de grafismos, el estudiante tendrá siempre más trabajo para grabar en su memoria las palabras leídas que oídas. Aquellos en quienes predomina la agudeza audtiva, ligan la mayor parte de sus recuerdos a sonoridades. Para acordarse de una persona tratan de figurarse la tonalidad de su voz, y, por poco que ésta posea un timbre ligeramente especial, se hallan en condiciones de repetir ligeramente las conversaciones tenidas con aquella persona en una época más o menos lejana. Cuando se trata de una palabra, el auditivo se atiene a la desinencia de tal palabra o a otras análogas que se escucha pronunciar a fin de provocar un reflejo mnemónico. El visual tiende a basar la mayoría de las operaciones de su memoria en su facilidad para registrar las imágenes. Vuelve a encontrar la fisonomía de las personas, el aspecto gráfico de las palabras, el cuadro mental de los hechos, la forma y la composición tipográfica de la tapa del libro que necesita. 2. AGUDEZA MOTRIZ En aquellos en quienes el sentido muscular está en su plenitud, el movimiento, la cinemática constituye un tercer elemento de la memoria. En vocabulario, ese sentido condiciona ciertamente la memoria de los verbos y eso es así sin duda porque éstos constituyen la última clase de palabras que olvidan los afásicos. El hombre dotado de un sentido muscular en alto grado, se acordará mejor de un individuo a quien haya visto actuar que de otros. El gesto, el movimiento, unidos a la frase o a la palabra que oye, le ayudan considerablemente a grabar ésta en la imaginación. Retiene con dificultad los aspectos estáticos de la Naturaleza; pero desde que hay animación en torno suyo, su memoria se activa. Suponemos, bien entendido, para facilitad de nuestra exposición, que existe una acentuada prominencia de uno de los elementos de percepción. El orador que puntúa sus discursos, mediante los movimientos correlativos a sus palabras, ayuda a la formación de las expresiones. 3. AGUDEZA EMOCIONAL Las personas impresionables son, ante todo, receptivas para sus sensaciones. Para figurarse una persona, una cosa o hasta una idea, tratan de acordarse de la impresión que ella les causó. Convenientemente manejada, esa predisposición es excelente desde el punto de vista que nos ocupa. Se ven niños absolutamente rebeldes al estudio. A pesar de sus esfuerzos, no llegan a recordar la gramática o la aritmética; pero son los únicos para darse cuenta de los actos y los gestos de las personas a quienes observan, de los más nimios hechos cotidianos que por lo general pasan inadvertidos a todo el mundo. Se trata de niños emocionales a los cuales les es indispensable, para convertirlos en buenos alumnos, que se
  • 21. les exponga el interés subjetivo que para ellos tiene cada materia. Gran número de jóvenes recuperan lo perdido tan pronto como salen de la adolescencia; pero si su impresionabilidad va unida a una manifiesta insuficiencia, el problema de la memoria me parece insoluble. En las personas normales, la emoción excita poderosamente la actividad interna y externa del cilindro. Así, la música provoca un aflujo de ideas y de recuerdos de toda naturaleza. Cuando la impresionabilidad se exagera, resulta de ello un desorden continuo del pensamiento, del cual se resiente la memoria. 4. SENTIDO ESTÉTICO Esta predisposición lleva a acordarse de todas las cosas por comparación con su modelo ideal. Un grave defecto de proporción imprime, entonces, enérgicamente una imagen en el espíritu. Un objeto, una persona, quedan registrados como presentando tal o cual defecto mórfico. Tal sentido pone en juego las facultades comparativas y ayudan considerablemente al desarrollo de la memoria. 5. SENTIDO ANALÍTICO Es el más precioso auxiliar de la memoria. Crea, en efecto, precisas y numerosas asociaciones. Incita al examen profundo de cada noción, a la busca de las causalidades. Toda conexión presentada por el objeto examinado con otros ya adquiridos, es descubierta y crea un punto de ligazón en el cilindro. El analítico práctico obtiene una idea precisa de todo aquello que llama su atención. La percepción y la apreciación de los menores matices le permiten una clasificación distinta. Los recuerdos son siempre en él abundantes y seguros. Sus deducciones e inducciones asimismo están afirmadas sólidamente. Puede destacarse en el conocimiento del dominio concreto y adquirir una memoria extraordinaria para las ideas abstractas. Reconstruye fácilmente sus recuerdos con ayuda de la profusión de ideas secundarias que sabe sacar de cada sujeto. Sin embargo, el exceso de la tendencia analítica conduce a perder de vista el conjunto para extraviarse en detalles. 6. ESPÍRITU DE SÍNTESIS Si, en el estudio de una cuestión, os veis conducidos a buscar inicialmente la manera de condicionaros una idea general; si recordáis con facilidad las nociones cuya sustancia lograsteis hacer entrar en una fórmula compacta, estáis dotados de espíritu de síntesis. Esta calificación, como la precedente, trae siempre consigo una notable facilidad de las operaciones mnemónicas. El sintético utiliza inconscientemente un excelente método retentivo. Crea ante todo un cuadro en el cual se ordenan y asocian sucesivamente todas las nociones susceptibles de entrar en ella. Y en tanto que le falte al conjunto algún detalle, el sintético se da cuenta perfectamente de la falta de homogeneidad del contenido de su cuadro. Una vez que ésta esté completa, ninguno de los elementos que en ella figuran queda olvidado, porque cada uno de ellos forma con el conjunto un bloque sólidamente construido.
  • 22. Los sinópticos, es decir, aquellos cuya mentalidad se destaca igualmente en el análisis como en la síntesis son, a mi juicio, los que están mejor dotados. 7. SENTIDO ANALÓGICO La rápida percepción de las analogías posibles entre un orden de ideas por asimilar y otro ya adquirido, permite un rápido registro. El sentido analógico permite también resumir en forma esquemática, gráfica o mental toda clase de cosas que se desea recordar. Las figuras de aspecto extraño que se observan en las obras de ocultismo, provienen de la costumbre, en uso entre los antiguos iniciados, de condensar en dibujos simbólicos ciertos puntos secretos de su saber. Las veintidós primeras láminas de “tarot”1 , proveen otros tantos ejemplos de la aplicación de la analogía a la representación jeroglífica de las leyes metafísicas. Los mnemotécnicos, a los cuales no escapó el valor de la analogía, han hecho de ella el principio de ciertos procedimientos que se hallarán en el capítulo XI de esta obra. 8. NOCIÓN DEL TIEMPO La apreciación mental de las duraciones ya sea para localizar un recuerdo en el pasado, ya para acordarse en el momento deseado de aquello que se tiene el propósito de llevar a cabo, corresponde a los espíritus muy objetivos y bien equilibrados. Los asténicos dilatan, si así puede decirse, las duraciones reales en sus cálculos. Los hiperesténicos, por el contrario, tienden a acortarlas. A decir verdad, el sentido de las localizaciones en el tiempo no aparece como de utilidad esencial, aunque sea apreciable para concebir las decisiones rápidas y para ordenar la actividad de los días próximos. 9. SENTIDO TOPOGRÁFICO El sentido topográfico predispone a esa forma curiosa de memoria que guía el hallazgo de un objeto material abandonado, en un instante de negligencia, entre un desordenado conjunto de otros objetos. Ese sentido facilita asimismo el recuerdo de las trayectorias. Un ejemplo de ello fue dado por un hombre que fue secuestrado y subido a un automóvil por sus agresores, conducido en éste y con los ojos vendados a muchos kilómetros de su residencia y devuelto de igual modo al lugar de donde partiera. Al día siguiente el mismo hombre logró volver a encontrar el inmueble al que había sido llevado. Para ello se sentó en un auto al lado del chófer y, cerrando los ojos, le fue indicando el camino recorrido la víspera. Prácticamente, en la vida, el sentido topográfico tiene su utilidad cotidiana para aquellos que deben realizar toda clase de recorridos y orientarse rápidamente en lugarse siempre nuevos. En el estudio de la Geografía física, ese sentido facilita igualmente la tarea. 10. CÓMO SE ESTABLECE EL DIAGNÓSTICO DE UNA MEMORIA Se realizan con el sujeto a examinar las siguientes pruebas: 1 Véase mi “Tratado de Ciencias Ocultas”.
  • 23. -Prueba de la agudeza auditiva: Repetir lo que se haya retenido de un verso declamado o simplemente leído delante del sujeto. -Prueba de la agudeza visual: Dar a leer en silencio un texto en prosa. Esta lectura durará un cuarto de hora para cincuenta líneas. El sujeto se esforzará en reconstruirlo por escrito. -Prueba de la agudeza motriz: La declamación acompañada de gestos; el relato de un comabate de boxeo con mímica ante el sujeto o, más sencillamente, el pasar ante sus ojos un álbum mostrando figuras de baile o posturas gimnásticas, pueden ser utilizados. El sujeto, seguidamente, tratará de enumerar los movimientos que le han sido mostrados. -Prueba del sentido estético: Después de haber dado a examinar muchos dibujos o fotografáis de rostros, unos de proporciones defectuosas, otros de facciones impecables, se solicita una descripción de ellos. -Prueba del sentido analítico: Propóngase un aforismo de una concepción apropiada a la mentalidad del sujeto, rogándole comentario en voz alta o por escrito, después de un corto instante de reflexión. -Prueba del sentido analógico: Tratar de obtener la representación simbólica, bajo la forma de un esquema claramente expresivo de una noción cualquiera perfectamente asimilada por el sujeto. Esta prueba debe variar según las mentalidades. Si el examinado fuera inexperto en el arte gráfico, se limitará a describir su composición. -Prueba del tiempo: Apreciación de tres duraciones distintas: la de leer un texto, la de copiarlo y la de un momento de inacción. -Prueba del sentido topográfico: El sujeto describirá un trayecto establecido de antemano por el examinador y del que se complicará los detalles de una manera inversamente proporcional a la extensión de sus límites. Seguidamente, reconstitución del trayecto. Damos aquí la indicación general de esas pruebas; su proceso exacto varía necesariamente según los casos. Por este método serán conocidos aquellos elementos de la memoria cuya debilidad reclama una reeducación particularmente atenta. Una práctica especial podrá ser combinada para cada cual teniendo en cuenta que el sujeto compense sus puntos débiles mediante el apoyo de éstos en sus mejores recursos mnemónicos. Por ejemplo, compensar el defecto de agudeza auditiva con agudeza emocional, rectificar el exceso de análisis por ejercicios de síntesis, etc.
  • 24. CAPÍTULO III DIRECTIVAS DE LA EDUCACIÓN RAZONADA DE LA MEMORIA 1. Aprender a manejar el propio pensamiento. 2. Observar la higiene psicofísica. - 3. Crear sus centros de cristalización. - 4. Poner re- medio a las insuficiencias funcionales. -5. Apelar a la potencia de los motivos. - 6. De- terminarse al esfuerzo.
  • 25. 1. APRENDER A MANEJAR EL PROPIO PENSAMIENTO La primera condición necesaria al desarrollo de la memoria es la de mantener en el espíritu el deseo de mejorarla. Es preciso tomar la determinación de trabajar diariamente en diversos ejercicios, de esforzarse en pensar de cierta manera, de adoptar a la tendencia anárquica de la actividad intelectual el correctivo de los principios de orden de que hablaremos más adelante. El papel de la atención, ya puesto en claro por lo que antecede, exige esfuerzos para acrecentar el dominio de la voluntad sobre la ideación. Las primeras prácticas que propondré a mis lectores tendrán, pues, como objetivo el hacerles adquirir la posibilidad de pensar deliberadamente en un tema elegido y de cesar voluntariamente de pensar en él en un momento previsto. La disciplina mental bastará por sí sola, tan poderoso es su efecto directo sobre la memoria. Ella permite, en efecto, disociarse, en el momento del estudio, de todas las impresiones exteriores y de los múltiples incidentes que nos solicitan. Cuando todo el campo de la conciencia está acaparado, el registro se produce con fuerza y sin omisión ni error. La atención es el buril que graba el recuerdo en la memoria: el manejarlo sin distracción asegura la formación de clisés con relieves precisos e inalterables. Para repetir juiciosamente las nociones registradas de manera que se creen excelentes asociaciones, es preciso adquirir la costumbre de regir los propios pensamientos; porque es indispensable analizarlos, apreciar sus relaciones y los diversos órdenes a los cuales conviene unirlo en nuestro espíritu. La recordación literal de un texto descansa enteramente en la continuidad de la atención. Los extravíos de ésta tienen como consecuencia lagunas en el recuerdo de un texto y vuelven penoso su estudio, porque cuesta esfuerzos fatigosos cuando, separándose veinte veces del tema estudiado, debe llevarse de nuevo hacia él la conciencia, distraida con cualquier incidente. Con el ejercicio se llega a concentrarse tan bien sobre un trabajo, que se continúa aplicado a él durante horas, sin fatiga, desde que son vencidos los primeros impulsos disociadores. En el recuerdo, la concentración espiritual acelera la actividad mnemónica. Además, sin ella, la afluencia de los elementos de un recuerdo queda frecuentemente incompleta, lo cual da lugar a errores. Una modalidad de la memoria, para la cual es inútil toda demanda, tan defectuoso es en ese caso el dominio del pensamiento, es el olvido voluntario. Nada hay más irritante, más penoso, más avasallador, que el sentirse constreñido a ceder a la obsesión del recuerdo de cosas o personas que nos es desagradable ver reaparecer en nuestra imaginación. La cultura psíquica solamente es la que proporciona la libertad interior. El olvido, es decir, el destierro voluntario de los recuerdos esparcidos (capítulo II), se obtiene con la costumbre de manejra el propio pensamiento. Del mismo modo como se crean asociaciones para retener, pueden determinarse disociaciones para olvidar.
  • 26. 2. OBSERVAR LA HIGIENE PSICO-FÍSICA El enorme desgaste de células nerviosas efectuado por el trabajo mental, involucra la necesidad absoluta de una nutrición cerebral suficiente. La higiene de la memoria consiste, pues, en asegurar esa nutrición, así como en evitar los excesos de todo orden que agotan las energías orgánicas. En nuestras época, existe el artritismo, cuyas primeras manifestaciones afectan el juego de las funciones intelectuales y en especial de la memoria. Esta diátesis se desarrolla con la misma frecuencia entre los hombres que llevan una vida tranquila, metódica, sin intemperaciones aparentes ni desvíos de ninguna clase, que se la considera como normal, como inseparable de la edad, cuando no se atribuye a predisposiciones fatales. En realidad, la vida moderna engendra necesariamente el artritismo, porque comporta una alimentación demasiado copiosa y una atonía funcional de los órganos de eliminación. Entre los alimentos que a diario ingerimos, hay gran número a los cuales se recurre de continuo como fortificantes indispensables y otros que se relegan como accesorios porque su composición parece dar un aporte menos rico al organismo. Se olvida un aspecto importante de la cuestión, la del desgaste interno ocasionado: 1º, por la elaboración en el seno de los órganos digestivos de los productos útiles procedentes de un alimento cualquiera, y 2º, por la eliminación de los residuos que dicho alimento desprende. No se tienen en cuenta las toxinas resultantes de la fermentación intestinal implicada por la composición de nuestros menús. También, insensiblemente, nuestros tejidos se impregnan de toxinas que los desorganizan, que ponen trabas a las funciones, que debilitan a la resistencia de los órganos y disminuyen así nuestras potencialidades. “Por su alimentación deplorable, escribe con razón, el doctor Gastón Durville1 , el hombre ha dilatado e inflamado su estómago, fatigado su hígado y sus riñones e irritado su intestino; ha hecho más lenta su circulación e intoxicado su sistema nervioso; ha gastado sus reservas vitales, y ha falseado sus resistencias a la enfermedad. Sus taras la ha transmitido a su descendencia en forma de debilidad congénita, física y moral, de anemia o de ese terreno mórbido que se llama “temperamento”. Como ya lo demostré en mi obra El poder de la Voluntad2 , nadie se fortalece ni física ni moralmente sobrealimentándose, sino más bien equilibrando la asimilación y la eliminación de los residuos mediante una composición juiciosa de la alimentación, por medio de una actividad respiratoria suficiente mediante el frecuente uso de reacciones circulatorias, especialmente de la hidroterapia. 1 “La Cura Naturalista. Para conservar el vigor y sanar sin medicamentos”, por el doctor G. Durville. 2 De esta Editorial.
  • 27. Un estado gastrointestinal tenido en cuenta lo que precede, se tiene lúcida y clara la imaginación para emprender la clasificación de la propia memoria. Ya hemos visto cómo tiene lugar la distribución espontánea de los recuerdos en el interior del cilindro y, especialmente, su asociación respectiva a aquel de nuestros centros de cristalización a que pertenecen. Para continuar usando mi comparación del capítulo primero, diré: fabricad con vuestro cilindro discos, cada uno de los cuales represente una sección de vuestros conocimientos y que gire en derredor de un centro de cristalización que figure uno de los motivos que animen vuestra vida mental. Por aritificial que sea, esta comparación se ajusta exactamente a la realidad. En el capítulo VII veremos cómo hay que proceder exactamente para lograr la constitución de una especie de “fichero intelectual” tan bien clasificado y de un empleo tan sencillo como el de un repertorio material. Los dos grandes principios de la conservación del recuerdo son, según la opinión unánime de todos los autores: la asociación análoga y la repetición mental. Siguiendo mi sistema, aplicaréis automáticamente las dos leyes. Así, en el momento en que concentráis vuestra atención en cualquiera cosa que queráis fijar en vuestro espíritu, deberéis: 1º Apreciar rápidamente a qué orden general de ideas pertenece esa cosa (operación preliminar en toda clasificación): 2º Buscar aquello que ya sabéis sobre el mismo sujeto, a fin de encontrar la noción más análoga a aquello que deseáis fijar (dicho en otras palabras: descubrir en vuestras fichas mentales aquellas entre las cuales debe colocarse la nueva): 3º Mantener durante un corto instante vuestro pensamiento fijo en la noción a registrar y en sus análogas contiguas ya clasificadas (dicho de otro modo: poner la nueva ficha en su lugar). Del mismo modo, las diferentes secciones de vuestros diversos órdenes de conocimientos van desfilando sucesivamente ante vuestra conciencia, lo cual hace más y más firme su incrustación. Así como para una biblioteca o un fichero, cada cual adopta un orden según los giros de su imaginación, la clasificación de las ideas debe ser concebida por cada persona según su naturaleza. Sin embargo, en el capítulo VIII daremos un ejemplo que podrá servir para inspirarse. 4. PONER REMEDIO A LAS INFLUENCIAS FUNCIONALES Ya hemos visto cómo reaccionaban sobre la memoria los condicionamientos orgánicos. El diagnóstico de las insuficiencias puede establecer metódicamente según los principios indicados en el capítulo III. En seguida se eligen aquellos ejercicios, que damos en la parte práctica, que parezcan convenir, y se llevan a cabo puntualmente. Otros muchos análogos
  • 28. serán combinados por la iniciativa del lector. Según el caso, se ejecutan prácticas que ejercitan la agudeza auditiva, la agudeza visual, el espíritu analítico, el sentido de las duraciones, etc. En la mayoría de los casos, no será siquiera necesario recurrir a los ejercicios: las insuficiencias desaparecerán por sí mismas por la aplicación de los principios generales de mi método que lleva consigo, homogéneamente, todos los elementos de la memoria. 5. APELAR A LA POTENCIA DE LOS MOTIVOS PENSAMIENTO El interés que se pone en una cuestión anima la actividad intelectual y crea una condición receptiva que facilita en el más alto grado la asimilación y la retención. También conviene, antes de emprender el estudio de una materia, meditar sobre todos los motivos susceptibles de hacérnosla agradable. Esta meditación constituye la mejor forma de autosugestión para desarrollar la memoria1 . No existe en el conjunto de los conocimientos humanos teóricos o prácticos, rama tan árida que no pueda hallarse en ella algún placer directo. Pero a falta de este último, recurrid a la oportunidad personal de vuestros estudios. Examinad largamente este estudio. Representaos las ventajas del medio, si no podéis considerarlo como objeto de inmediato. Así asociaréis tan estrechamente la cuestión a vuestra ambición, a vuestro interés, a vuestro deseo de progreso, de superioridad o de beneficio, que no tardaréis en experimentar un deseo de asimilación que ayudará considerablemente vuestro trabajo. La objetivación mental, esa práctica de cultura psíquica recomendada en una de mis obras precedentes2 como fuente de energía, da resultados sorprendentes. Consiste en representarse mentalmente, bajo una forma concreta, todas las consecuencias de una acción o de una omisión, del control de sí mismo o de la negligencia, de la actividad aplicada y metódica o de la ociosidad. Observad que cuando falta la energía de voluntad, invariablemente se descubre la causa, y que reside, ya sea en una mala higiene que intoxica el cerebro o en una insuficiencia de las operaciones del juicio. Esta última consiste esencialmente en que todos los elementos (los motivos) del juicio escapan en parte a la conciencia y no despiertan una atención lo bastante sostenida. Alguien ha dicho: “El hombre que no actúa de acuerdo con lo que piensa, piensa incompletamente”. La objetivación obliga al espíritu a que “piense completamente”. Ella impone poco a poco sus conclusiones a la inercia. 6. DETERMINARSE AL ESFUERZO Las obras sobre la educación mental, que eran casi desconocidas hace un cuarto de siglo, han adquirido un lugar cada vez más importante en el ramo editorial. Las primeras, traducidas del inglés, procedían de Norteamérica o de Inglaterra. Su éxito fue inmenso. Después se escribieron ya en el continente europeo en número considerable que ha vulgarizado la cultura psíquica y ha encontrado adeptos para ella en todas las clases de la sociedad. Hasta en las regiones agrarias más alejadas, se han interesado en el desarrollo de la personalidad. Ese progreso, del que los psiquistas de las diferentes escuelas pueden 1 La autosugestión convenientemente ejecutada permite obtener todas las modificaciones posibles del carácter. Se podrá, en caso deseado, poseer a fondo la teoría y la práctica de ese medio de acción, recurriendo para ello al “Método Científico- Moderno de Magnetismo, Hipnotismo y Sugestión” y al tratado “El Poder de la Voluntad”, del mismo autor. 2 “El Poder de la Voluntad, sobre sí mismo, sobre los demás, sobre el Destino”, del mismo autor.
  • 29. mostrarse sinceramente satisfechos, sin embargo deja lamentar, en el mayor número de los casos, la insuficiencia de aplicación práctica de los principios cuya difusión viene asegurada por el libro. Por lo general, el lector, seducido por las posibilidades prometidas, compra la obra, la estudia, se adhiere sin restricciones a la tesis que en ella encuentra, comprende perfectamente la necesidad y la eficacia de los principios que de ella se desprenden, y se decide… a procurarse otro tratado para conseguir nuevas nociones. Así se constituye una interesante biblioteca, a cuyas diversas unidades consagra a veces algún momento de ocio; pero raramente sabe librarse del vampirismo o tiranía de las costumbres arraigadas en él, para aplicar prácticamente las instrucciones de autocultura psíquica. Y a pesar de eso, cada cual se imagina que está algo transformado. Algunos hasta creen sinceramente haber obtenidos resultados. En efecto, la autosugestión inconsciente operada por la lectura pura y simple del género de literatura de que estoy ocupándome, trae consigo a veces, automáticamente, algunas modificaciones más o menos importantes en la manera de actuar. Pero la totalidad y la plenitud de los resultados que preconizan los apóstoles el poder modificador del hombre sobre sí mismo, no podrán gratificar espontáneamente a nadie. Vosotros, los que me leéis, cuidaos de caer en la trampa del engranaje rutinario. Determinaos a poner en práctica las indicaciones que seguirán. Empezad así que las hayáis leído. Juzgad, mediante una experiencia propia leal, la eficacia de mi método, y obtendréis rápidamente una perfecta memoria, flexible, rápida y exacta.
  • 30. PARTE PRÁCTICA Η CAPÍTULO IV EL GOBIERNO DEL PENSAMIENTO 1. Ejercicio fundamental indispensable. - 2. Ejercicios que desarrollan a la vez la agudeza sensorial y la atención. - 3. Cultivo de la Agudeza emocional. - 4. Algunas palabras sobre el sentido estético.- 5. Ejercicios de análisis. - 6. Ejercicios de síntesis. - 7. Cómo se reeducan la noción del tiempo y el sentido topográfico.
  • 31. 1. EJERCICIO FUNDAMENTAL INDISPENSABLE Elegid tres temas de meditación bien distintos: por ejemplo, una cuestión personal, un asunto profesional y un tema filosófico. Colocad ante vosotros vuestro reloj y mirad la hora. Aplicaos inmediatamente a pensar tan sólo en la primera de vuestras tres cuestiones. Concededle toda vuestra atención. Si no sois ya, en cierta medida, dueños de vuestra ideación, bien pronto os sorprenderéis al veros metidoss en un incidente que os alejará más o menos del tema. No os desaniméis: conducid de nuevo una, dos, veinte veces vuestra conciencia a la cuestión elegida y continuad así durante diez minutos. Pasad en seguida, bruscamente, a la segunda cuestión y, en fin, diez minutos después, a la tercera. Cuanto más dificultoso encontréis ese trabajo, más os convendrá obstinaros en él. Cuando hayáis logrado la perfección, elegid temas áridos totalmente ausentes hasta entonces de vuestras preocupaciones y buscad ideas que se relacionan con ellos. Os quedaréis sorprendidos del gran número de ellas que encontrearéis. He aquí una variante del ejercicio precedente, la denominada “Ejercicio de los ficheros cerebrales”. Sólo con éste se modifica seriamente la memoria. Es debido al doctor Gastón Durville, quien lo expone así en su obra La cure naturiste: “Durante cinco minutos, reloj en mano, pensad en un tema dado, por ejemplo, en vuestro último paseo; en esos cinco minutos, y sin tolerar un pensamiento extraño, reved, mentalmente, lo que hayáis visto, observado, hecho…; no dejéis que se entremezclen los recuerdos de una manera desordenada: en vuestra exposición mental debe haber orden, método; cada hecho deberá estar en su lugar y con su verdadero valor. Después de cinco minutos, cerrad bruscamente el “fichero Paseo”, es decir, arrojad de pronto lejos de vosotros todo pensamiento concerniente al paseo y “echad mano de otro fichero”; pensad, por ejemplo, en vuestro último trabajo intelectual o manual; durante cinco minutos exactamente, reloj en mano, repetíos bruscamente lo que habéis logrado en ese último trabajo, en qué ha consistido, cómo lo habéis llevado a cabo, etc… Después, cerrad el “fichero Trabajo” bruscamente y recurrid a otro; por ejemplo, el de la mejora de vuestro carácter, y durante cinco minutos no penséis más que en los progresos adquiridos, en los que os quedan por hacer, en las resoluciones tomadas y por tomar, etcétera. “Después, interrumpid la experiencia. Quince minutos en total, por día, son suficientes. “Cuando os hayáis habituado a manejar los ‘ficheros cerebrales’, inmediatamente sabréis pensar en lo que os gusta, en lo que os es útil, en lo que os es útil, en lo que os es agradable. Seréis vosotros los que ordenaréis vuestro pensamiento en vez de ser gobernado éste por las circunstancias: sabréis evitar el ser invadidos por ideas parásitas, obsesionantes o por lo menos inútiles. “Sabréis librar vuestro pensamiento de las trabas que conturban la vida de tantas personas: habréis adquirido el arte de saber trabajar cuando queráis hacerlo, el arte de descansar cuando deseéis hacerlo, el arte de descansar cuando deseéis detener vuestra máquina cerebral, el arte de dormir por la noche a pesar de vuestras preocupaciones, y el arte de arreglar las cuestiones difíciles cuando sea necesario”.
  • 32. 2. EJERCICIOS QUE DESARROLLAN A LA VEZ LA AGUDEZA A SENSORIAL Y LA ATENCIÓN Ejercicio Nº 1 (Vista).- Tomad un objeto usual por ejemplo, una llave, colocadla ante vosotros sobre una mesa. Recorred con la mirada sus diferentes contornos, y, después de haber repetido atentamente esa operación varias veces, cerrad los ojos y tratad de acordaros mentalmente, con precisión, de la forma exacta de la llave. Probablemente muchos detalles de ella serán omitidos en este primera tentativa de recordación. Entonces hará falta mirar nuevamente el objeto y estudiar sus detalles; después volved a cerrar los ojos y completad vuestra imagen mental hasta que sea perfecta, aunque, para ello, os sea preciso recurrir mcuhas veces, al modelo. Cuando creáis haber retenido por entero la forma de la llave, dibujadla, de memoria, en un papel y comparad vuestro croquis con el original. Acaso descubriréis entonces olvidos que necesitarán una nueva contemplación, seguida de otro dibujo. Para llegar tan rápidamente como sea posible a la perfección, sed metódicos. Fijad vuestra atención en las proporciones generales del objeto. Comparad su longitud (después de haberla calculado) con la anchura de la parte superior y con la de la inferior. Estudiad en seguida por separado esas dos partes aquilatando sus respectivas superficies, y, finalmente, ocupaos de los pormenores de la parte inferior. No es indispensable llegar a dibujar el modelo en su dimensión, pero por lo menos hay que ejecutar un boceto de proporciones exactas. Ejercicio Nº 2 (Oído).- Para este ejercicio, a menos de poseer un gramófono, es preciso contar con el concurso benévolo de un músico cualquiera o de un cantor, a fin de que sea posible oír muchas veces un aire o un tema musical. Durante la primera audición deberéis abandonaros por entero a la impresión sin hacer ningún esfuerzo para analizara o para retenerla. Algunos minutos después del fin de ejecución, tratad de repetiros vocalmente o mentalmente algunos pequeños trozos. Escuchad una segunda ejecución, esta vez con el fin de retener las primeras y las últimas notas, y, después, tratad de recordarlas. Procurad encontrarlas. Una tercera audición os permitirá comprobar la exactitud de vuestro recuerdo y recordar una serie de nueva serie de sonidos; unos, a continuación de los primeros compases ya retenidos; otros, precediendo a los últimos igualmente registrados. Continuando de ese modo, lograréis fijar en vuestra mente el conjunto del trozo musical, os haréis cargo de sus matices, de los diversos movimientos de las pausas, etc. Entonces será necesario encontrar la manera de procuraros la ilusión de que estáis oyendo una nueva ejecución en vuestro interior, recordando el sonido exacto del instrumento o de la voz ejecutante. A falta de los medios necesarios para practicar el ejercicio que precede, ejercitaos simplemente en recordar diversos sonidos: el tintineo de una moneda, el grito de un animal, la voz de una persona oída con frecuencia u otras cosas análogas. Todo eso puede ser reemplazado por el ensayo de repetición de una composición poética de versos muy musicales que se hará leer previamente a un amigo. Las poesías de Alberto Samain son muy apropiadas para este ejercicio1 . 1 Albert Samain es un autor francés. En castellano podría utilizarse las poesías de un escritor español. - N. del T.
  • 33. Ejercicio Nº 3 (Tacto).- Disponed delante de vosotros, sobre una mesa, diferentes objetos constituidos de diversas materias: madera, metal, piedra, papel, tela, etc. Cerrad los ojos y palpad sucesivamente cada objeto sosteniéndolo en vuestras manos. Poned toda vuestra atención en la impresión táctil que conservaréis de cada contacto. En seguida, tratad de recordar las sensaciones experimentadas por vuestro tacto en lo que se refiere a cada objeto por separado. Volved a efectuar muchas veces esa doble operación, procurando que vuestro recuerdo se halle cada vez más cerca de la realidad. Después de haber operado con substancias muy distintas, utilizad una serie de objetos menos dispares. Por ejemplo, diferentes muestras de tejidos de lana, algodón, hilo, seda, crepé, sarga, paño, etc. Proceded como en el caso anterior. Finalmente podréis tratar de distinguir pasando vuestros dedos sobre la superficie impresa de un juego de naipes, el pequeño relieve que queda al ser impreso cada uno de ellos. Ciertos ilusionistas han llegado así a poder distinguir instantáneamente las cartas sacadas de una baraja. Para ello hacen que numerosas personas elijan sucesivamente en ésta varias cartas, y en el momento en que se les da cada naipe para volver a colocarlo entre los demás, pasan los dedos sobre la superficie de él y dicen a cada cual la carta que eligió. La agudeza táctil tiene utilidad directa en numerosas profesiones. Ejercicio Nº 4 (Olfato).- Como para los ejercicios anteriores relativos al oído, será conveniente en este caso preparar un pequeño dispositivo: una docena de frasquitos, que contengan substancias de diverso olor y una segunda serie conteniendo productos de aroma semejante pero de intensidad variable (por ejemplo, muchas cualidades de agua de Colonia). Como es natural, conviene empezar por la serie de perfumes variados; después de haber aspirado largo tiempo cada frasquito se reptie la operación mentalmente y luego se colocan los frascos en línea, acercando muchas veces las narices a sus bocas, del primero al último, después de lo cual se trata de recordar los aromas de toda la serie. Hay que procurar no limitarse a la adquisición de la diferencia de los perfumes, sino procurar revivir íntegramente, la impresión obtenida al aspirar cada uno de ellos. La segunda serie de frasquitos se estudia de la misma manera. Para terminar pueden numerarse los frasquitos o pegarles una etiqueta; y, tomando uno al azar, pasar algunos minutos tratando de acordarse de la sensación olfativa producida por su contenido, comprobar inmediatamente a otro para proceder con él de igual modo. Todos estos ejercicios tienen la doble ventaja de habituar las diversas modalidades de la atención y de acrecentar la agudeza sensorial. Ejercicio Nº 5 (Gusto).- Lo mismo para los otros cuatro sentidos, será conveniente ejercitar el gusto, porque la agudeza sensorial debe ser homogénea. Por otra parte, al concentrar la atención sobre diferentes sujetos u objetos, a ésta se le da flexibilidad. En este caso no se precisa utilizar modelos, porque frecuentemente se tiene ocasión de comprobar el sabor de diversos comestibles. Basta con redactar algunas listas de manjares muy diferentes, o análogos pero de cualidades diversas. Según el método ya empleado, se “trabaja” primero con la serie más diferente, para terminar con la menos diferenciada.
  • 34. Ejercicio acumulativo.- Este ejercicio consiste en buscar todas las precipitaciones que es posible obtener de un objeto dado. Así, la llave que hemos estudiado visualmente mirada, palpada, olida, arrojada al suelo o sobre el mármol o una superficie metálica, y llevada por último a la boca. Si se experimentara alguna repugnancia en este último contacto, será conveniente recordar que el dominio de los sentidos ayuda al desarrollo de su agudeza. Después de haber visto así, olido, oído y gustado el mismo objeto, se busca el recuerdo de las diversas sensaciones experimentadas y se repite todo el ejercicio hasta lograr una exacta coincidencia entre la realidad y la imaginación. 3. CULTIVO DE LA AGUDEZA EMOCIONAL Cuando la impresionabilidad es exagerada, enfermiza, su influencia altera el juego del sistema nervioso, falsea el juicio, dispersa la atención y desorganiza la memoria. El remedio más eficaz para ese estado lo constituye la gimnasia respiratoria. En esa palabra “gimnasia” no debe atemorizar a los débiles: la práctica de la respiración y produnda, asequible a todos, fortifica el físico y como asimismo la moral. ¿Qué proporción de personas robustas se halla, por otra parte, en esos salones sobrecalentados en que la costumbre impulsa en la actualidad a las parejas a agotarse durante largas horas en bailes más o menos grotescos? He aquí cómo deben comenzar los débiles: Tenderse en el suelo, provisto, si así se desea, de una alfombra o de un colchón. Sacarse las ropas susceptibles de poner obstáculos a los movimientos. Dejar que entre el aire por el balcón o ventana abierto de par en par. Aguardar inmóvil algunos instantes. La posición decúbito supina, con la cabeza a nivel del cuerpo, regulariza por sí misma la respiración y proporciona una sensación de binestar muy propicia al ligero esfuerzo que sigue: Levantar los brazos perpendicularmente al cuerpo teniéndolos muy derechos y rigurosamente paralelos; proseguir ese movimiento hasta que las manos, extendidas sin rigidez, toquen el suelo por detrás de la cabeza. Gradualmente, repetir, dos, cuatro, diez, treinta veces ese mismo ejercicio, que sin forzar la capacidad respiratoria tiende a acrecentarla poco a poco. Si, contrariamente al caso anterior, se trata de aumentar la agudeza emocional, se recurrirá a la música y a los espectáculos. Recordemos que la falta de sensibilidad perjudica siempre al intelecto. La recpetividad emocional es un medio de conocimiento sin el cual se está incompleto. La naturaleza de las impresiones que estimula con mayor actividad y más sanamente al pensamiento, es la que más conviene. 4. ALGUNAS PALABRAS SOBRE EL SENTIDO ESTÉTICO Ya hemos visto que este sentido sirve a veces de punto de referencia para la memoria. Unido a la agudeza visual y a la agudeza emocional, su educación otorgará siempre algunas ventajas a la memoria. La extensión de esta obra no me permite explayarme más acerca de ese punto secundario que, sin embargo, me he visto obligado a señalar.
  • 35. 5. EJERCICIOS DE ANÁLISIS El entendimiento del sentido analítico no podría efectuarse de un modo semejante para todos los grados de cultura. Cada cual debe elegir entre los ejercicios que siguen: Ejercicios Nº 1 - A propósito de un objeto de uso corriente, formulaos las siguientes preguntas: -¿Qué era primitivamente la substancia de que está compuesto? -¿Por qué causa esa materia ha cambiado de estado? -¿Qué transformaciones sucesivas ha sufrido el objeto? -¿Cuáles son sus empleos, sus propiedades y sus características? -¿Qué relaciones presenta con otros objetos? -¿En qué puede ser empleado? -¿De qué conocimientos depende y cuáles son los que puede ayudar a adquirir? -¿En qué se convertirá con el correr del tiempo? -¿Cuál es vuestra opinión sobre tal objeto? Justificad esa opinión. Ejercicio Nº 2.- Observad a un individuo cualquiera y procurad sacar de esa inspección el mayor número posible de indicaciones sobre su personalidad, su carácter1 , su profesión, su objetivo inmediato, etc. Ejercicio Nº 3.- Tomad al azar una palabra en vuestro diccionario y, reflexionando sobre su significado y sobre las ideas inmediatamente relacionadas con éste, redactad en cien líneas vuestras consideraciones. Nada de fraseología: ideas. Ejercicios Nº 4.- Leed diez líneas de filosofía o de metafísica y estudiad su sentido durante media hora de atención solamente. 6. EJERCICIOS DE SÍNTESIS Ejercicio Nº1.- Elegid un libro; una cuestión que conozcáis bien y resumid, ordenándolas convenientemente, todas las nociones que poseéis sobre el tema elegido. Ejercicio Nº 2.- Dadas muchas proposiciones, de las que habréis analizado suficientemente el sentido mediante meditación analítica, ensayad de combinar otra tan concisa como sea posible y de la cual puedan desprenderse las tres primeras. Ejercicio Nº3.- De una serie de hechos de la misma naturaleza deducid una ley general. La meditación de los símbolos de toda especie ejercita a la vez el análisis, la síntesis y la analogía. Los lectores de mi “Tratado de las ciencias ocultas” se dedicarán con ventaja al ensayo siguiente: dado el significado de uno de los jeroglíficos del “tarot”, tratad de expresarlo por una imagen distinta, de la que figura en el juego. 1 Véase mi sistema de lectura del carácter por el rostro.
  • 36. 7. CÓMO SE REEDUCAN LA NOCIÓN DEL TIEMPO Y EL SENTIDO TOPOGRÁFICO El ejercicio de los “ficheros cerebrales” efectuado con muchos acontecimientos en diversas épocas del pasado está muy indicado en este caso. Después de haber detenido el pensamiento cada suceso, recordad brevemente los principales hechos de vuestra vida hasta la época presente, esforzándoos en precisar la fecha. Esos rápidos análisis retrospectivos, esas vistas de conjunto tomadas del tiempo pasado, aunque secundarias, no deben ser descuidadas. Cuanto mejores elementos posea la memoria, más fácil será su funcionamiento. Mientras trabajáis, o recorréis un trayecto, acordaos alguna vez de apreciar el tiempo que en ello tardéis y de comprobarlo. Poco a poco, los errores de vuestras evaluaciones se irán rectificando. Observad que un mismo espacio de tiempo parece más largo cuando esperamos más o menos impacientemente alguna cosa y más corto cuando vuestra atmósfera moral es armoniosa. En la vida práctica, cada vez que resolvamos efectuar una tarea en un día próximo, o tener una cita, debiéramos calcular mentalmente su duración, ver del mismo modo las otras ocupaciones proyectadas para ese día y anotar las horas aun disponibles en aquella fecha. La agenda de bolsillo también sirve para ello, pero no ejerce ella la noción del tiempo. En El Poder de la Voluntad ya he indicado los métodos de control del empleo de la jornada, que también sirven ventajosamente para el cultivo de la memoria. El principio de las representaciones gráficas por abscisas y ordenadas tiene su aplicación en la educación del sentido topográfico. Para orientarse en una ciudad desconocida, es conveniente examinar primero el plano de dicha población, en el cual se trazan dos ejes perpendiculares uno a otro. Comparando la posición respectiva de las arterias principales, monumentos, lugares públicos de la ciudad, con la intersección de los dos ejes citados, se crea una serie de puntos de referencia cuya retención mental pocas veces será considerada como difícil. Para orientarse es preciso, contrariamente a lo que hacen los que siguen el nombre de las calles en su Baedeeker, esforzarse en retener en la memoria grandes subdivisiones y después subdividir, además, cada una de estas últimas basándose siempre en perpendiculares y paralelas. Para conocer rápidamente una localidad, primero se recorren las dos líneas perpendiculares, cada una de las cuales divide la superficie de la población en dos partes casi iguales. Cada una de las cuartas partes así delimitadas se estudia, en seguida seperadamente, mediante el recorrido de los dos ejes y la exploración sumaria de las dieciseisavas partes resultantes. El registro contiguo de los principales puntos de referencia y de los nombres de las vías secundarias que se encuentran, predispone a su recuerdo en igual orden. Lo que en esa atrayente exploración ejercita sobre todo el sentido topográfico es la apreciación mental de cada punto de referencia frente a los demás. Se recuerda, así, la forma de triángulo determinado por tres puntos de referencia, del cuadrilátero formado por otro punto y los tres primeros, etc.
  • 37. Cuando se ha convertido el plano de la ciudad es una serie de figuras geométricas cuyos ángulos indican una serie de lugares especiales (estaciones, plazas, Intendencia Municipal, museos, usinas, estatuas, edificios, etc.), puede emplearse el sistema de las tablas de recordación (capítulo X) para retener el nombre de las calles de cada sección.
  • 38. CAPÍTULO V HIGIENE DE LA MEMORIA 1. Alimento racional.- 2. Cultura física. 3.- No deberán usarse tóxicos.- 4 El descanso
  • 39. 1. ALIMENTACIÓN RACIONAL La mayoría de los que deploran alguna insuficiencia intelectual o, hasta un trastorno cerebral de importancia más o menos grave, experimentan pura y simplemente la resultante de una intoxicación alimenticia. Aunque en ciertos casos el estado general parece perfecto, (lo que demuestra una mejor resistencia de los principales órganos de la vida vegetativa que de los aparatos de relación), las alteraciones de la memoria están casi siempre relacionadas con un desequilibrio nutritivo. Según eso, prohibimos el empleo de comestibles que producen detritos nocivos y embarazosos, disminuyamos la cantidad de comidas y compensemos la atonía eliminatriz determinada por el sedentarismo imponiéndonos un ejercicio suficiente. En El Poder de la Voluntad he expuesto en detalle los principios de la alimentación racional. He demostrado allí claramente que un manjar fortalece, no en la medida que como alimento nutritivo indica su composición química, sino en la diferencia que existe entre lo que aporta al organismo y lo que gasta de energía interna en el curso de la digestión y de la desintegración. No queriendo efectuar repeticiones inútiles, voy a limitarme aquí a recordar la lista de los alimentos entre los cuales debe limitarse estrictamente a elegir quien quiera tener en cuenta la higiene de la memoria. Todos los comestibles que no se mencionan a continuación, deben ser descartados, sin ninguna excepción. Lista de los alimentos que aportan al organismo un máximo de confortación y que no exigen de él sino un mínimo de elaboración. Son los que producen menos toxinas1 . Vaca (filet, falso-filet, rumsteak, beafteack). Carnero (costillas y paleta). Conejo, Paloma. Pollo. Jamón. Pescados de río muy frescos. Pescados de mar: arenques frescos, raya, merluza. Cuézanse con agua, ásense o fríanse con aceite. Pescadilla asada. Ostras (ningún otro crustáceo, sea el que fuere). Pastas. Harinas de trigo, alfortón, avena, cebada y maíz. Pan con mucha corteza. Grasas vegetales: aceite blanco, de oliva, de nuez. Manteca vegetal. Frituras al aceite. Salsa blanca. (Todas las demás grasas, incluso la manteca cocida y la manteca de cerdo, quedan especialmente prohibidas). Sal. Legumbres frescas exclusivamente: Chauchas verdes. Arvejas. Lentejas. Papas, Zanahorias. Salsafíes. Crosno del Japón. Apio. Col-rábano. Rutabaga. Colinabo. Nabo. Remolacha. Espinacas, ensaladas crudas, o cocidas. Cebolla asada. Berros en aceite. Espárragos. Alcauciles. Escarola. Perejil. 1 Según los trabajos del doctor G. Durville.
  • 40. Huevos frescos en pequeña cantidad. Manteca cruda. Lecha cocida, Kéfir, yogurt. Quesos de gruyére, Portsalud, peit-suisse, doble crema, blanco, de Brie, de Coulommiers. Potajes de legumbres, de pastas, de cereales o con leche. Tortas de frutas. Cremas. Pasteles de almendra. Pan de especias. Pastelillos al aceite. Bizcochos secos. Meidas lunas, pan de Viena. Pasleles de arroz. Merenques. Panqueques al aceite. Todas las frutas, crudas maduras o cocidas sin azúcar. (Ni frutas confitadas ni configura). Agua. Cerveza liviana. Vino con agua. Tes. Café poco cargado. Malta Kneipp. Más de un lector pensará que aquellos que poseen la mejor memoria no siempre son los más sobrios y que, no en todos los casos han limitado la composición de sus menús. Ciertamente, un hombre dotado de potencia eliminadora, que arroja lejos de sí infatigablemente las toxinas alimenticias, puede conservar durante más o menos tiempo la integridad de su intelecto, a pesar de una intensa gastrología. Sus riñones o su hígado se resentirán quizás antes que su cerebro. Pero el individuo disconforme de su memoria, de su actividad mental en general, debe considerarse como elaborando más detritos de los que elimina. Por consiguiente debe restablecer el equilibrio tal como lo indico aquí. Si la calidad de las substancias de que uno se nutre tiene importancia, su cantidad debe asimismo controlarse. No es posible establecer un reglamento cuantitativo que convenga a todos los temperamentos y a todas las profesiones; pero existe una señal infalible para conocer cuánto es excesiva una comida, y es la pesadez corporal, la fatiga del estómago y la somnolencia que sigue a ella. Al levantarse de la mesa hay que sentirse tan dispuesto a todo y tan ágil cmo al sentarse en ella. 2. CULTURA FÍSICA Por muy bien regulada que pueda estar la alimentación, es necesario el movimiento, ejercicio, para asegurar la actividad funcional del intestino y del hígado, de los pulmones y del sistema vascular. Los que comen mucho que viven al aire libre, hacen uso de sus músculos, camina mucho, resisten la intoxicación porque eliminan vigorosamente bajo el estímulo de su esfuerzo físico. Cuanto más sedentaria sea vuestra existencia, más importante será que compenséis vuestra insuficiencia respiratoria y muscular mediante una sesión diaria de cultura física prolongada y completa, y los días de descanso en forma de excursiones, natación, remo, etcétera. Los manuales de gimnasia sueca, para efectuar en habitaciones, no faltan. Procuraos uno y practicad todas las mañanas, durante veinte minutos, algunos ejercicios, de acuerdo con las instrucciones que en él halléis. A menos de poseer una constitución atlética, los deportes violentos no favorecen mucho el cultivo de la memoria. Un desarrollo muscular desproporcionado con la potencia vital del organismo, acapara para su nutrición una cantidad excesivamente grande de elementos. 3. NO DEBERÁN USARSE TÓXICOS
  • 41. Entre éstos, son los peores los estupefacientes: morfina, opio, cocaína, haxix, etc. No nos extenderemos sobre este tema; sólo diremos que todo aficionado a esas substancias deberá abandonar su uso completamente antes de comenzar a practicar la cultura física. En segundo lugar figura el alcohol, que es el desorganizador cerebral por excelencia. Se llega a ser un alcoholista; dicho en otras palabas: se toma el camino de las formas graves del artritismo (del que la tuberculosis parece constituir una etapa y el cáncer un epifenómeno) por el uso habitual -no digo frecuente- de cantidades incluso mínimas de bebidas más o menos alcoholizadas. El organismo resiste con frecuencia durante largo tiempo cuando el atavismo es bueno; pero, aun en este caso, la descendencia del alcohólico tendrá taras con toda seguridad; los hijos de los alcoholistas poseen una memoria de las más defectuosas; son los que más tardan en reeducarse y los más difíciles de reeducar. Los licores y los vinos en principio, contrariamente a la opinión vulgar, no son menos nefastos que el chamapaña fino o el ron. Los trabajos publicados en estos últimos años acerca de esta cuestión, hacen obvio todo comentario aquí. Los excitantes, tales como el café o el té, mucho menos peligrosos que los anteriores, intoxican sin embargo el sistema nervioso de una manera muy apreciable. Deberán ser tomados, pues, con la mayor moderación. Su absorción, al dejar en libertad una cierta cantidad de la fuerza nerviosa acumulada en los plexos, acrecienta por momentos la claridad intelectual. Pero, inmediatamente después, sobreviene un período de depresión durante el cual el potencial de la actividad mental desciende por debajo de lo normal. Por fin, el uso excesivo del tabaco anula la sutileza de la imaginación. El exceso comienza tan pronto como el fumar se hace habitual y procede una necesidad incoercible. La absorción intratraqueal del humo y el uso de los tabacos llamados “ingleses”, tratados químicamente, son en gran manera peligrosos. Al mismo tiempo que se tienda, en forma graudal, a la rigurosa observancia de las indicaciones dadas en este capítulo -porque los esfuerzos bruscos y definitivos no son posibles para todos-, se hará uso del sistema de las compensaciones. Así, cuando bebáis una bebida alcohólica y, sobre todo, con alcohol destilado, ayudad por lo menos a vuestros órganos de eliminación. Haced que a esa ingestión de una bebida de esa clase siga la de un vaso de agua mineral, especial para la gota y enfermedades del estómago, y, si es posible, media hora de ejercicio, una marcha rápida, por ejemplo. Al día siguiente de una abundante comida y cargada de manjares tóxicos, lavad vuestro organismo ingiriendo agua y frutas frescas, renunciando casi por completo a otros alimentos. Y lo mismo que cuando sólo bebéis una copita, haced que trabajen vuestro músculos al aire libre. 4. EL DESCANSO Cuando falta el descanso, aparece la falta excesiva y con ella el debilitamiento gradual del sistema nervioso. No siempre reposa, porque se deje de trabajar momentáneamente. Por el
  • 42. contrario, continúa uno fatigándose si los cuidados, las preocupaciones, las tareas en curso, siguen obsesionado la atención. Considero, pues, como indispensable desde ese punto de vista, la interrupción voluntaria del acto de pensar, que ya hemos practicado en el párrafo I del capítulo anterior. He aquí un único ejercicio, excelente contra la agitación y la fatiga cerebrales. Nadie ha logrado jamás ejecutarlo impecablemente en un día, ni siquiera en un mes. Lleva a la posibilidad de llegar al vacío total del campo de la conciencia con rapidez si a la primera tentativa siguen otras. Desde el día en que se empieza a practicar ese ejercicio, tiene una influencia calmante y reparadora que acrecienta con rapidez si a la primera tentativa siguen otras a diario y puntualmente. El momento que separa el acto de acostarse de la llegada del sueño, conviene a todo el mundo, pero para alcanzar la perfección es preferible practicarlo en plena actividad mental. Según eso, adoptad una posición tan cómoda como os sea posible, por ejemplo, acostado de espaldas en un lecho o en un diván. Buscad para todos vuestros miembros la posición en que se encuentren más cómodos. Acto continuo, comprobad si vuestros músculos están relajados. Los pies, las piernas y los muslos deben reposar con todo su peso, así como los brazos. La caja torácica debe estar libre de opresiones susceptibles de trabar el libre juego de los pulmones, y la cabeza y el cuello deberán hallarse perfectamente apoyados. Seguidamente, dejad que vuestros párpados se cierren en sus tres cuartas partes y vigilaos a fin de conservar la más rigurosa inmovilidad durante cinco o diez minutos. Os vendrán impulsos de modificar vuestra postura, de mover los dedos o los miembros. Conteneos: repetíos mentalmente: estoy inmóvil; me mantengo inmóvil, como si todo mi cuerpo estuviera inerte… Reposo blandamente, sin agitarme… etc., etc. Después de algunos instantes, los impulsos que os incitaban a moveros cesarán definitivamente y éste será el momento de inciar el ejercicio propiamente dicho, bien entendido que sin dejar de conservar la inmovilidad más completa. El ejercicio consiste en rehusarse a seguir una idea asi que ésta se presenta en la conciencia. El campo mental debe ser orientado hacia la noción de inmovilidad, no dejando que ningún pensamiento se imponga a la atención. Conservando la intención de no pensar en nada juntamente con una inercia física completa, se va acercando uno cada vez más al objetivo final de este entrenamiento: la absoluta vacuidad cerebral. Al cabo de diez a cincuenta ensayos, el reposo muscular se opera con una rapidez y una perfección sorprendentes. En algunos segundos se halla uno sumido en el más completo estado de reposo moral a que han llevado los precedentes ejercicios, y en ese estado, muy agradable, se encuentra uno inefablemente descansado. La duración de las sesiones varía necesariamente con el número de las que le hayan precedido. Para comenzar, es suficiente un cuarto de hora. Día en día sa va aumentando la duración en forma progresiva hasta que, no experimentando ninguna dificultad, se crea o se disipa a voluntad, tantas veces como se desee, el maravilloso estado de aislamiento psíquico.
  • 43. Mejor que cualquier narcótico y sin inconvenientes de éste, el aislamiento psíquico facilita el sueño. Ya hace algún tiempo indiqué eso mismo a los que padecían de insomnio, en un folleto1 que ma valió, por parte de enfermos y de médicos, cartas que confirmaron la certeza que yo tenía de que tal folleto había sido de utilidad para muchos. Todas las distracciones sanas, sobre todo, los juegos al aire libre, reparan y disipan la fatiga mental, pero el reposo no podía ser hallado últimamente sino con el ejercicio que antecede. Por lo demás, ese ejercicio puede combinarse con las prácticas naturistas, tales como el baño al aire, el de sol, etc. En principio, se reposa apreciablemente de una actividad en el curso de otro, y los que hayan aprendido a guiar sus pensamientos, a cambiar voluntariamente el curso de ellos, en una hábil disposición de su tarea diaria hallarán un elemento suplementario de equilibrio mental. 1 El insomnio vencido: El arte de dormirse fácilmente y sin drogas, a pesar de las preocupaciones, el ruido o el dolor.
  • 44. CAPÍTULO VI CONDICIONES PREVIAS PARA UN BUEN REGISTRO MENTAL 1. Clasificad vuestras ideas de lo general a lo Particular.- 2. Estableced el mayor número posible de conexiones.
  • 45. 1. CLASIFICAD VUESTRAS IDEAS DE LO GENERAL A LO PARTICULAR Es indispensable una idea de conjunto absolutamente clara, a la que inmediatamente podáis relacionar, para que no se os extravíe, el pensamiento que os venga a la imaginación o el elemento de saber que acabáis de conocer. Antes de repartir las fichas en un fichero, es preciso organizar su clasificación. Estableced, pues, procediendo de lo general a lo particular, una serie de tablas, repartidas a su vez en secciones subdivididas ad infinitum en categorías, para colocar en ellas vuestras adquisiciones intelectuales a medida que ellas se vayan presentando. En el momento en que queráis fijar una noción en vuestra imaginación, tendréis que estar en condiciones de hallar instantáneamente el lugar que le corresponde, es decir, de juzgar a que categoría de las cosas que os interesan corresonde esa noción y qué laguna va a colmar en dicha categoría. Para establecer las tablas cerebrales, adoptad el sistema de distribución más claro y más conforme con vuestra filosofía personal. Esa clasificación de las ideas no debe inventarse solamente, sino que además, debe defnirse trazándola gráficamente. A título de ejemplo en el que podáis inspiraros, doy a continuación una de las mil maneras de fijar el origen y el desarrollo. Todo aquello que pueda interesar a vuestra personalidad, entra en una de las cuatro secciones siguientes: I. Lo que se refiere a sus características. (Constituciópn, aptitudes, facultades, tendencias, etc.). II. Lo que se refiere a su vida y a su conservación. (Salud, renta, profesión, etc.). III. Lo que se refiere a sus afecciones. (Familia, amigos, etc.). IV. Lo que se refiere a sus conocimientos generales y cultura. (Ciencias, artes, letras). Esa primera distribución podemos expresarla de la manera siguiente:
  • 46. Tabla Nº 1 A.- Constitución I B.- Aptitudes Sus características C.- Facultades psicofisiológicas D.- Tendencias II E.- Salud VUESTRA Su vida y conser- vación F.- Rentas o ingre- PERSONALIDAD sos (Profesión) III Sus afecciones G.- Familia IV H.- Amigos Sus conocimientos I.- Ciencias generales y su cul- tura J.- Artes K.- Letras Cada una de las subdivisiones de la tabla 1, desarrollada hasta los grupos de detalles: se convertirá en un instrumento de precisión perfecta para la fijación de todo aquello que se presente a la imaginación. La sección IV, I, por ejemplo, puede subdividirse, si así se desea, tal como sigue:
  • 47. Tabla Nº 2 Teogonía Cosmogonía Metafísica El Universo Filosofía Astronomía Cosmografía Matemáticas Etc. Geología Topografía Geografía La Tierra Mineralogía Botánica Zoología Química Física Etc. Antatomía, fisiología, Terapéu- tica, etc. Psicología, Psiquismo, etc. Origen: Androgenia, Prehisto- ria, etc. Historia Universal, Nacional. Organización social (constitución, derecho, etc.) Política (economía sistema, etc.) Según el caso, cada persona se limitará a distribuir, tan clara y completamente como sea posible, aquella de las cuatro grandes secciones que le preocupe más especialmente. El artesano deberá seguir mentalmente todas las transformaciones que su habilidad hace sufrir, por medio de sus herramientas, a la materia que trabaja. Las fases de su tarea habitual, los diversos útiles empleados en el curso de cada una de ellas, los movimientos, etc., fugurarán cada uno en una subdivisión que deberá detallarse minuciosamente. El empleado subdividirá sus conocimientos profesionales, las diversas aplicaciones que tiene la misión de efectuar, las mejoras que convendría hacer, la gestión de sus ingresos, su plan para ir elevándose gradualmente en la vida, etc.