Los números arábigos que usamos se originaron de los fenicios y fueron popularizados por los árabes. Estos números están basados en ángulos, con 1 representando un ángulo, 2 representando dos ángulos, y así sucesivamente hasta 9, y 0 representando cero ángulos. La lógica subyacente en los números arábigos es que representan cantidades de ángulos.