El documento clasifica la economía en tres sectores principales: el sector primario que incluye actividades como la agricultura y ganadería para obtener recursos directamente de la naturaleza, el sector secundario que transforma las materias primas en productos manufacturados como la industria y construcción, y el sector terciario o de servicios que proporciona servicios al consumidor y empresas como el comercio, turismo, sanidad y educación.