El documento describe la romanización de la Península Ibérica y algunos de los puentes romanos que aún se conservan en España. Los romanos conquistaron la península entre los años 218 a.C. y 201 a.C. y construyeron calzadas y puentes que mejoraron las comunicaciones. Algunos de los puentes romanos más notables que todavía existen son el Puente de Alcántara, el Puente de Mérida y el Puente de Córdoba.