Un hombre rezó para cambiar de cuerpo con su esposa por un día para que ella experimentara su rutina diaria de ir a trabajar. Al día siguiente, se despertó como mujer y tuvo que hacer el desayuno, llevar a los niños al colegio, hacer las tareas del hogar como lavar la ropa y hacer las compras, y pagar las cuentas, dándose cuenta de todo lo que su esposa hacía cada día.