Durante la década infame de 1930-1943 en Argentina, hubo varios presidentes y proyectos educativos notables. Se propuso "espiritualizar y argentinizar" la educación con un enfoque espiritualista a través de la Ley 1420 y la Reforma Universitaria, con el objetivo de que la escuela promueva un sentido nacional y los estudiantes sean protagonistas de su propio aprendizaje.