Este documento discute cómo las políticas de "bueno, bonito y barato" de las empresas españolas están permitiendo que el talento y la generación más preparada emigre al extranjero, debido a los bajos salarios y malas condiciones laborales. También señala que los recortes en educación están impidiendo que los jóvenes accedan a la formación y cómo esto, junto con una fuerza laboral envejecida, podría dificultar el desarrollo del país en los próximos 40 años.
1. Lo bueno, bonito y barato y la generación perdida
Disponemos en España de excelentes personas preparadas y competitivas
en el mercado laboral y se está permitiendo que todo ese talento se nos
escape. No sólo se va al extranjero una generación, sino que los recortes y
las políticas empresariales se están enfocando hacia querer un bueno,
bonito y barato (triple B).
Tan de moda está la captación y mantenimiento del talento, que luego, cuando las
empresas nos demandan procesos de selección, lo que buscan es un excelente
profesional, bien cualificado, pero con un bajo sueldo. Aunando la deficiencia y
escasez de oferta de empleo, esta triple B empresarial y el programa de Salvados
sobre la educación en Finlandia, hubo algo que se me quedó grabado: “los recortes
se han plasmado en una generación perdida que van dificultar el desarrollo de
nuestro país”.
Las empresas deberían analizar que:
1. Los jóvenes que han terminado sus estudios (además de ser de los mejores
preparados en las últimas décadas) se marchan.
2. Que los profesionales entre los 35 y 45 se quedan pero en condiciones básicas
reflejadas en esa triple B.
3. Que hay recortes en educación que ya están impidiendo a jóvenes a acceder a la
formación.
4. Que ya se ven como mayores a los que tienen más de 45 años (y les quedan 20
años de trabajo…¡¡más años de los que llevan trabajando!!)
Con estos ítems, ¿cómo vamos a avanzar?
Hay que disponer de una visión hacia el futuro e intentar retener aquí a los
profesionales, pero en buenas condiciones. Esto hace que los españoles se vayan
porque no hay trabajo y porque no quieren trabajar por un bajo sueldo con unos
2. gastos elevados, derivados de las situaciones anteriores, que hace que no puedan
mantenerse ni cubrir sus necesidades básicas. ¿Para qué estar aquí si en otros
países me pagan más por el mismo trabajo y con mejor horario y beneficios
sociales?
Ésta es la pregunta que las empresas han de hacerse. La formación y la experiencia
son valores que como tal se han de recompensar y fidelizar. Igual que se quiere
fidelizar al cliente, los trabajadores son esos clientes internos que van a hablar de
la empresa donde trabajan y que además también son clientes potenciales.
Y quizá la respuesta que más me preocupe es: ante las futuras jubilaciones de los
que ahora están trabajando, si una generación se va, la que se queda no se puede
actualizar para ser competitiva y además no está contenta, y las generaciones que
vienen no se pueden formar ni adquirir idiomas…. ¿Cómo estará en España el tejido
empresarial en los próximos 40 años?