El documento explora la naturaleza del yo y la identidad personal. El autor cuestiona si realmente es él mismo o si su yo ha sido moldeado por las expectativas de la sociedad. Sugiere que para conocer su verdadero yo interior debe olvidar los nombres y roles impuestos por otros, y encontrarse a sí mismo en soledad y tranquilidad, libre de las preocupaciones de la vida cotidiana.

1. La voz del yo.
Empezando a pensar
“JUSTO A MI ME TOCÓ SER YO MISMO”

2. ¿soy realmente yo mismo?
Tal vez en pequeñas partes de la vida cotidiana he sido yo mismo, pero
actualmente, no se si soy yo mismo, por que soy estudiante, soy hijo, soy tio,
pero ¿como se realmente quien soy? Soy un ser, un alma, una cabeza, soy
estas manos y este cuerpo, seré eso o ¿seré simplemente una cosa
inventada por los demás, un individuo pensante?
La verdad es que no se si podría responder la pregunta, por que, ¿Cómo
sabría que es ser yo mismo? Si desde un principio la sociedad y todos a mi
alrededor, mis padres, mis familiares, mis profesores, todos ellos me han dicho
como debía ser, como debía vestir, como debía llamarme, tal vez para
conocerme a mi mismo, a mi yo interior, debería olvidar todas esas cosas
impuestas por las demás personas, todos esos nombres falsos, esas mascaras
de la sociedad, solo así, olvidando todo y teniendo una visión de cero, tal
vez podría encontrar a mi yo mismo.

3. ¿me tocó o elijo ser yo mismo?
Sin duda no pude haber elegido quien quería ser, o como quería ser, en un
principio, pero luego me pusieron, un nombre, una identidad, hasta la
sociedad le puso nombre al color de mi piel, le pusieron nombre hasta a el
color de mis ojos, entonces soy yo mismo, pero un yo creado por los demás,
no un yo creado por mi mismo. Un yo creado por mi mismo, no tendría
nombres, no seria ni lindo ni feo ni alto ni flaco y negro, simplemente seria yo,
llegaría a tal punto ser yo que ni siquiera se llamaría yo, simplemente seria,
tanto que no llegaría a ser nada pero a la vez si, es difícil de entender pero
simplemente quiero llevar la pregunta al cero absoluto al pensamiento, no a
una materia si no a una esencia, cada día elijo ser el “yo mismo de la
sociedad” pero solo abecés, muy en soledad olvidando todo, puedo
encontrarme a mi mismo, sin problemas, sin preocupaciones o dolores por la
vida cotidiana.

4. ¿alguna vez fui yo mismo?
Todos los días soy yo mismo, si lo vemos desde el punto de vista en que la
sociedad me creo, pero si lo vemos desde el punto de mi yo interior, se elevaría
a pensar si en mis actividades diarias, si en mis palabras, soy un yo mismo, tal
vez no exista el yo mismo, o solo exista por haber sido creado por una sociedad.
Entonces, tal vez, he sido yo mismo, en mis soledades, en esos momentos en los
cuales la preocupación desaparece, la felicidad desaparece, bajo la luz de mi
cuarto, todo el mundo, los amigos, los familiares, todos desaparecen de mi
cabeza, y queda un profundo mar blanco de inocencia y mirada al interior,
solo tal vez ese sea mi ser interior, mi yo verdadero.