Pronunciamiento de la coordinadora de participación comunitaria en relación con las ele3cciones vecinales de 26 de octubre de 2010
1. Pronunciamiento de la
Coordinadora de Participación Comunitaria
en relación con las
elecciones vecinales de 26 de Octubre de 2010.
El pasado 26 de octubre concluyó una primera fase para constituir a la representación
territorial de los habitantes y vecinos de la Ciudad de México, por lo que se impone un balance
del proceso.
De acuerdo con los resultados del IEDF en la elección vecinal participó el 8.9 % del listado
nominal de electores, esto significa 655, 835 personas. En la elección inmediata anterior,
celebrada en 1999 participó el 9.5 % del listado nominal, que significó 573,251, la diferencia de
participación es de 82584 a favor de la elección más reciente. La pregunta es ¿Es este un buen
saldo después de 13 años de gobiernos democráticos?
Consideramos que representa un gran avance que exista una representación ciudadana, ya
que es mucho mejor que el vacío en que estaba inmersa la Ciudad en este aspecto tan
importante, sin embargo es necesario hacer notar las dificultades y los errores de las instancias
que se vieron involucradas en dicha elección.
1.- La reforma a la Ley de Participación Ciudadana sigue mostrando enormes vacíos en lo que
se refiere a la forma de integración de los comités, baste decir que en la especulación en los
diseños de casos, nunca se consideró los empates en segundo lugar ni la representación de los
quintos lugares, entre otras. Urge a la luz de la experiencia proponer reformas a la Ley de
Participación Ciudadana que prevean estos vacíos pero que además profundicen en la idea de
un cuarto orden de gobierno en la Ciudad de México.
2.- El IEDF contó con los recursos adicionales solicitados para esta elección, lo que representó
70 millones de pesos adicionales, sin embargo ello no se reflejo en una estrategia de difusión
contundente (que no cara) para que los vecinos realmente se enterarán y se involucrarán en la
elección.
3.- El IEDF asumió posturas burocráticas en la inscripción de las fórmulas que así lo solicitaron,
fueron frecuentes las quejas por la exagerado requerimiento de requisitos, en perjuicio de los
vecinos con poca o nula experiencia electoral.
Es condenable de manera particular la decisión de no otorgar copias de las actas de escrutinio
y cómputo, lo cual es un grave retroceso en los principios certeza y certidumbre con los que
deben conducirse dichos procesos.
2. 4.- Hay múltiples denuncias de intervención de instancias de gobierno mediante acciones
clientelares y corporativas que merman la credibilidad y reviven las viejas prácticas del antiguo
régimen, las cuales suponen la incapacidad de la gente para organizarse y resolver sus
problemas.
5.- Los elevados niveles de abstención son el elemento clave para que las elecciones vecinales
no sean coptadas por los aparatos de control que se pretenden ejercer sobre la sociedad.
Por lo tanto nos pronunciamos por
1.- Iniciar un proceso de reforma a la Ley de Participación Ciudadana que subsane deficiencias
y que pueda promoverse como iniciativa Popular, a partir de los Consejos Delegacionales, que
habrán de constituirse a partir de Enero del 2011.
2.- Subsanar el abstencionismo en esta elección con la participación masiva de los ciudadanas
en las Asambleas Ciudadanas y en las Asambleas de Manzana, en donde habrán de elegirse a
los Representantes de Manzana previstos en la Ley.
3.- Conformar las Comisiones de Vigilancia previstas en la Ley de Participación Ciudadana para
asegurar el cumplimiento de los acuerdos de las Asambleas Ciudadanas como espacio de
decisión de los asuntos públicos, por parte del Comité Ciudadano
4.- Preparar los planes de trabajo por Colonia o Pueblo que deberán presentar los Comités
Ciudadanos y Consejos de Pueblos para su aprobación en las Asambleas.
5.-Conformar las Comisiones de Apoyo Comunitario por parte de los vecinos en dichas
Asambleas, de acuerdo a los 8 temas de participación que establece la LPC.
6.- Preparar las consultas sobre los presupuestos participativos y demandar la aplicación de
programas territoriales de desarrollo barrial con reglas de operación que permitan que las
Asambleas decidan sobre su uso, administración y destino.
7.- Condenar las prácticas clientelares y corporativas que sólo crean desánimo y envilecen la
relación democrática debe existir entre el gobierno y la comunidad.
Estamos ciertos que el futuro de la Ciudad está en una nueva de relación entre el gobierno y la
sociedad, a partir del fortalecimiento de la vida comunitaria y de su incidencia como tal en los
asuntos públicos.