La primera etapa de la Guerra de Arauco se caracterizó por un intenso conflicto bélico entre los españoles y los mapuches entre 1550 y 1656, con los españoles estableciendo ciudades y fortalezas al sur del río Bío Bío que eran continuamente atacadas y destruidas por los mapuches. Tras la batalla de Curalaba en 1598, los españoles se vieron obligados a replegarse al norte del Bío Bío. Más tarde, Alonso de Ribera profesionalizó el ejército español