1. LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU II
Los Virreinatos instaurados por los españoles en América no eran para nada eficientes con las
mayorías. Ni siquiera las Reformas Borbónicas consiguieron dar ciertos privilegios a los
amerindios, negros, mestizos y algunos burgueses de baja categoría. Sea como sea, era algo
típico en las colonias hispanas y europeas, pero España era un caso más que especial. No
obstante, las citadas reformas, insistimos, no consiguieron crear un verdadero cambio en los
estratos más bajos y mayoritarios. Es por eso que a lo largo de la vida colonial de la América
Hispana hubo muchas rebeliones.
Como el Virreinato de Nueva España, en norte y centro América, el Virreinato del Perú, en
Sudamérica era el más poderoso, aun posteriormente a las Reformas Borbónicas, cuando fue
desmembrado. El maltrato, la servidumbre y el esclavismo al que eran sometidos los amerindios
(aunque también los esclavos negros) era verdaderamente inhumano. Carecían de derechos
esenciales, si bien eran considerados libres, prácticamente estaban destinados a servir a los
criollos y españoles, ni tampoco poseían tierras propiamente suyas, pues habían sido expulsados
de sus ayllus.
La mayoría de los indios sino estaban en las minas con los esclavos negros, estaban recluidos en
las llamadas reducciones o pueblos nuevos, ubicados cerca a talleres, ciudades o haciendas. Allí
buscaban trabajo que apenas les permitía subsistir, y encima debían cumplir con la mitad y pagar
un tributo.
Por lo general, a estos trabajadores se les conocía como yanaconas. Obviamente ante tal contexto
surgieron muchas rebeliones. Específicamente hablaremos de las acaecidas en el Virreinato del
Perú, donde tal vez muchas de ellas son conocidas por sus protagonistas.
Si los españoles eran un problema, existía uno aún mayor. Nos estamos refiriendo a los curacas,
los cuales eran los jefes de los ayllus convirtiéndose en los únicos que habían conservado su
posición luego de que la sociedad Inca cayera. Un curaca o cacique, era el líder de los ayllus, la
forma básica de la sociedad amerindia del Perú. Ellos debían cobrar la mita, sofocar rebeliones y
además exigir los tributos. Es decir eran los intermediarios entre los indios explotados y los
españoles.
Eran los únicos también en conservar ciertos títulos nobiliarios como en la era inca, y sus hijos
recibían educación en colegios de jesuitas. Obviamente, muchos de estos curacas no tardaron en
convertirse en cómplices del explotador régimen colonial y se corrompieron, si bien hubo
excepciones como ya veremos. Las rebeliones en Perú fueron muchas, que iban desde motines
simples hasta otras como las de Juan Santos Atahualpa que data de 1742, la cual duró hasta dos
2. décadas, siendo jamás vencido ni capturado. Sin embargo su rebelión murió por sí sola debido a la
falta de apoyo.
Quien era José Gabriel Condorcanqui – Tupac Amaru II
José Gabriel Condorcanqui, descendiente de Huayna Cápac, hijo legítimo de Miguel Túpac Amaru
y de Rosa Noguera nació en Tinta, antiguo corregimiento, hoy distrito de la Provincia de Canchis,
departamento del Cusco, el 19 de Marzo de 1743. Por su condición era un hombre instruido y de
patrimonio holgado, dentro de sus propiedades estaban sembríos de coca, minas y tierras con
productos de pan llevar, pero su actividad económica más rentable era el arriaje (servicio de carga)
pues contaba con 350 mulas que realizaban estas labores del Cusco a Alto Perú (Bolivia).
Túpac Amaru fue uno de los pocos de la nobleza que conocieron y comprendieron los problemas
de su región, de otros miembros de la nobleza y de su raza; pese a ser descendiente de los Incas
de Vilcabamba, su situación no era reconocida por los españoles. Los habitantes indígenas no
vieron en Túpac Amaru solo a un jefe político, sino veían en el al Inca de los antiguos tiempos.
Esta atribución de carácter semidivina dada por sus seguidores, le hizo conformar un ejército
numeroso, principalmente conformada por la población marginal y desarraigada.
El movimiento revolucionario iniciado por Túpac Amaru, tuvo sus inicios geográficamente en los
departamentos del Cusco y Puno, llegando a dominar las regiones de Andahuaylas por el norte, y
Moquegua por el Sur, posteriormente se extendió hasta el Alto Perú (Bolivia). El ejército de Túpac
Amaru estaba comandado por sus parientes, se estableció un orden de mando jerárquico
siguiendo el modelo español, es decir con capitanes, coroneles, etc.
En el pueblo de Tinta, al Sudeste del Cusco, en la noche del 4 de Noviembre de 1780, mientras
se celebraba una fiesta, el cacique mestizo de Pampamarca, Surimana y Tungasuca, José Gabriel
Condorcanqui o TUPAC AMARU II, se sublevó en armas en protesta contra las malas autoridades,
por los abusos que cometían los Corregidores en el cobro del tributo y por las injusticias que
cometían en el sistema de los repartimientos mercantiles, exigiendo la instauración de una
Audiencia en el Cusco para que hiciera justicia a sushermanos de raza. Consiguió movilizar un
gran ejército entre 20,000 hasta 60,000 personas, compuestos por hombres, mujeres y hasta
niños.
3. Al estallar la rebelión, apresó al corregidor Antonio de Arriaga, quien fue sometido a juicio popular,
siendo ejecutado en la plaza de Tungasuca en protesta por los abusos cometidos. Iniciada la
cruzada de protesta avanza con su ejército en mayoría armados pobremente con palos y hachas,
destruyendo los obrajes de Pomacanchi y Quiquijana.
El 18 de Noviembre de 1780, Túpac Amaru II, realiza su primera batalla en Sangarara, a pesar que
los españoles se habían atrincherado en el templo de la ciudad, el caudillo no vaciló en el ataque
logrando derrotarlos. Después cometería un gran error estratégico, pues en enero de 1781, dejó la
ciudad y se dirigió hacia el Sur en busca de más gente, en lugar de atacar la ciudad del Cusco, en
los meses siguientes controló el territorio del sur del Cusco hasta el Alto Perú.
Este error estratégico le dio tiempo al Virrey Agustín de Jaúregui para que reorganizara el ejército
realista, siendo apoyado por los Curacas fieles a España, quienes reclutaron guerreros indígenas
que sumados a las fuerzas españolas organizaron un ejército de más de 17,000 hombres, quienes
fueron enviados desde Lima, al mando del visitador Juan Antonio de Areche, con la orden de
derrotar a las fuerzas del revolucionario.
Desde Lampa Túpac Amaru regresó para atacar el Cusco, pero fue rechazado y tuvo que retirarse
a Tinta en donde se libró una cruenta y sangrienta batalla el 6 de Abril de 1781, siendo derrotado
obligado a replegarse. Cuando pasó por la ciudad de Langui, en un acto de traición por su propio
coronel, fue apresado por los realistas junto a su esposa, hijos y parientes.
El visitador Juan Antonio de Areche dispuso un proceso judicial breve, por el cual Túpac Amaru II,
su esposa Micaela Bastidas, con toda su familia y principales seguidores fueron sentenciados a la
pena de muerte que sería aplicada utilizando distintos métodos.
El 18 de mayo de 1781 Túpac Amaru presenció la muerte de su esposa, hijos y parientes,
quienes fueron ahorcados y luego descuartizados; luego sería el caudillo atado de las
extremidades sujetas con sogas a las monturas de cuatro caballos montados por mestizos, los que
empezaron a tirar en cuatro direcciones; al no poder descuartizarlo, se le corto la lengua y se le
decapitó. Así llegó a su fin la gran rebelión de Tú