La vida de un burgués se caracteriza por tener una rutina establecida, levantarse temprano para ir a trabajar, volver a casa y descansar para repetir al día siguiente. Disfruta de actividades como leer el periódico, pasear con la familia los fines de semana o ir al cine ocasionalmente. Aunque no es una vida emocionante, le brinda seguridad económica y estabilidad familiar.