Arquitectura románica y gótica

Construye tu catedral

Tarea realizada por Manuel Pérez González
para Historia del Arte de 2ºde Bachillerato
de Ernestina González

ARQUITECTURA ROMÁNICA
En la imagen se observa una pequeña iglesia de
tres naves en donde además de su
horizontalidad, destacan los rasgos principales de
la arquitectura románica. Está construida con
muros de sillarejo, y rematada con una cabecera
de tres ábsides escalonados, un ábside central y
dos absidiolos que pueden ser utilizados como
capillas, además dispone de algunas columnas
decorativas haciendo la función de contrafuertes
y sosteniendo el alero. Las fachada es
totalmente lisa y sin decoración, algo sobria, a
excepción de las columnas anteriormente
citadas. Dispone de gruesos muros con pocos y
estrechos vanos. En cada ábside se abren
ventanas de arco de medio punto abocinados. Y
aunque no se observa con claridad la cubierta del
ábside central parece estar rematada mediante
canecillos como adornos. Sobre esta cubierta se
observa un pequeño rosetón. En ambos laterales,
soportando el peso de la estructura están
colocados los contrafuertes.


La imagen pertenece a la
cabecera de la Iglesia de Santa
María de Ripoll, donde se ve
claramente su crucero. Está
dotada de un cimborrio octogonal,
y siete ábsides, uno central y seis
absidiolos que pueden ser
utilizados como capillas, todos
ellos decorados con arcos
lombardos.


En la imagen se puede
observar que tras el
arco de medio punto
hay un absidiolo, que
solía estar destinado a
como capilla.

En la imagen se puede
observar una muro lateral
repleto de contrafuertes.
Hacen la función de
reforzamiento de los muros,
y al mismo tiempo soporta el
empuja ejercido por los
arcos y las bóvedas. Suelen
ser una de las
características más visibles
de la arquitectura románica

Esta imagen representa una tribuna,
un pasillo sobre las naves laterales y
que se abre hacía la nave central
mediante un triforio que solía estar
situado en la parte superior
abriéndose hacía la nave central.
Estaba destinado a aligerar el peso y
a distribuir los empujes de la bóveda
de cañón de la nave central, y a dar
más iluminación al interior del edificio,
ya que los vanos (ventanas) de los
muros podían ser más amplios. Este
triforio se apoya sobre arcos formeros
peraltados y pilares con columnas
adosadas. La tribuna podía ser
utilizada también para alojar
peregrinos.


Esta iglesia esta dotada con un pórtico
lateral destinado a reuniones, y rematada
con una torre campanario de cinco
cuerpos, arcos ciegos abocinados en los
dos primeros y arcos abiertos,
igualmente abocinados en el resto. Era
muy usado el uso de los arcos en las
torres, con el fin de que la parte superior
fuera más ligera.


Esta imagen representa el
interior de un ábside cerrado con
bóveda de horno y semicircular.
Está situado en la cabecera,
simulando la cabeza de Cristo,
siendo el lugar más sagrado, ya
que es donde se erige el altar.


Vista de la nave central y ábside
del monasterio de Santa María de
Ripoll, casi en su totalidad
reconstruido durante el siglo XIX.
Mantiene la bóveda de cañón,
aunque lo único que queda de su
planta original es su ábside, el cual
se ve al fondo.

Esta imagen pertenece a la Colegiata de
Santa María la Mayor, en Toro. En ella se
observa un cimborrio de origen bizantino,
aparentemente desde el exterior, de dos
pisos de altura, y con cuatro torrecillas en
las esquinas. Sus vanos (ventanas) son
de arco de medio punto polilobuladas.
Justo por debajo de él se observa el
presbiterio, con un pequeño rosetón que
permite la entrada de luz. Más abajo, con
menos altura, está el ábside central,
adornado con arquillos, y columnas que
sostienen el alero y a la vez hacen
función de contrafuertes. Sus vanos son
ciegos y de medio punto.

En esta imagen se observa
una planta con tres naves,
siendo la central más ancha.
La bóveda de cañón central
descarga su peso sobre los
arcos fajones, en una sucesión
de arcos de medio punto que
divide la bóveda en tramos, y
en los arcos formeros de los
laterales sustentados mediante
pilares cruciformes con
columnas adosadas.

La imagen pertenece a una planta de
cruz latina perteneciente a una catedral
románica de tres naves. La nave central
es más ancha que las laterales y esta
dispuesta con un transepto con cuatro
ábsides y tres naves, además de
disponer de un gran cimborrio. Tiene un
ábside semicircular con una girola y
cinco absidiolos añadidos de forma
poligonal. Tanto los absidiolos del
transepto, como los del ábside central
podían estar destinados como capillas.
Según el plano, la nave central está
cubierta con bóveda de cañón y las
laterales con bóveda de arista. En la
parte inferior se sitúa la portada, y a
ambos lados del crucero dos entradas
más.

La imagen pertenece a
una bóveda de arista. Es
una intersección de dos
bóvedas de cañón que se
cruzan
perpendicularmente. En
las naves laterales se
suele usar este tipo de
bóveda, ya que permite
equilibrar de mejor forma
los gruesos muros,
absorbiendo así las
presiones de la bóveda.


Imagen de una portada con una
sucesión de arcos de medio punto
cada vez más estrechos y
abocinados, formando arquivoltas,
siendo lobulado el interior,
formando así el remate de la
portada. Se usan como marcos
para adherir esculturas. El hecho
de que se construyera de esta
forma era para poder abrir los
vanos en los gruesos muros.

En esta imagen se observa
a los arcos formeros. Estos
arcos servían para realizar
la separación entre naves, y
al mismo tiempo, para
enlazar los pilares y
sostener los muros
superiores, de este modo la
nave central cargaría sobre
estos arcos, y las naves de
los laterales repartirían las
tensiones entre estos
mismos arcos y las paredes
del perímetro.

En esta imagen se observa a unas esculturas convertidas en canecillos
soportando un tejadillo o alero (parte saliente de un tejado que aguante el
peso del tejado), seguramente de una entrada principal. Estos canecillos
hacen alusión a algunos temas profanos, como animales mitológicos y
temática erótica.


En esta imagen se muestra la
fachada de una iglesia románica
coronada con una cruz florenzada
y pocos adornos. Está compuesta
de arcos ciegos en los laterales ,
un rosetón central, y una portada
compuesta de cuatro arquivoltas,
un tímpano, y jambas compuestas
de capiteles.


En esta imagen se observa una bóveda
de cañón articulada mediante arcos
fajones, los cuales son los encargados
de reforzarla formando parte de ella y
dividiéndola en tramos, y que a su vez
descarga su peso sobre los arcos
formeros y los pilares

En esta imagen se observa un
pórtico, en este caso se trata del
Pórtico de Gloria de la catedral de
Santiago de Compostela basado en
un Cristo pantocrátor representando
el Juicio Final. El mismo está
compuesto por las arquivoltas,
tímpano, dintel, jambas y un parte
luz que divide la puerta en dos
partes. En su origen estos pórticos
eran realizados para prevenir de las
inclemencias del tiempo. Hoy día
algunos son verdaderas obras de
arte, como este de la catedral de
Santiago, el cual se ha convertido
en una verdadera escultura, ya que
a sido aprovechado para adornarlo
con figuras cristianas

El pilar cuadrado, simple fragmento del muro, se transforma en cruciforme
al necesitar apear los arcos fajones de la bóveda

En esta imagen se observa parte de
un pilar cruciforme. Este tipo de pilar
tiene forma de cruz, y se le adosan
columnas con capiteles de tipo
ornamental, adornado con elementos
vegetales como elemento decorativo.
Estos pilares reemplazaron a las
típicas columnas como elemento de
sustentación, ya que estos pilares se
convirtieron en la forma habitual de
soporte interior en las iglesias o
catedrales de tres naves. Los mismos
sirven para apoyar los arcos formeros
y fajones.


En esta imagen se observa un
rosetón, durante el románico más
pequeño y austero que en el gótico
que eran más ricos y bellos. Es
utilizado como ventana, como
fuente de luz principal en el interior
del templo.

ARQUITECTURA GÓTICA
En esta imagen se observa la imagen
de la fachada de la Catedral de
Chartres donde destacan los rasgos
propios de la arquitectura gótica, con
algunos rasgos románicos. La
verticalidad y la linealidad sobresalen
sobre la planta del templo. En ella se
observan tres pórticos con arquivoltas
repletas de motivos escultóricos, por lo
que podría tener tres naves. Sobre los
pórticos grandes vidrieras adornadas
por donde pasa la luz, y sobre ellas un
gran rosetón, ya que los vanos en el
gótico se amplían más con respecto al
románico. Coronando el templo dos
grandes torres acabadas en agujas que
nos hacen recordar el verdadero motivo
de la construcción de estos templos,
verticalidad y estar más cerca de dios.


Gracias a estos tres elementos,
arbotantes, contrafuertes y pináculos, se
consiguió que los muros de los templos
góticos quedaran liberados de una gran
carga, pudiendo ganar altura y añadirseles
vanos más amplios y sofisticados.


En esta imagen se ven unos
arbotantes, elementos
construidos en los muros
exteriores, diseñados para
mantener el empuje de las
bóvedas hacía los contrafuertes
que quedan separados de los
muros soportando todo el peso,
liberando de esta forma a los
muros de toda la carga.


Imagen de un contrafuerte, el cual recibe el
empuje del arbotante, siendo realmente el
que recibe toda la tensión dirigiéndola
hacía el suelo. Sobre él va colocado el
pináculo.


Imagen de un pináculo. Se coloca sobre los
contrafuertes. Su misión es la de reforzar a
los contrafuertes y evitar que se doblen.
además de esta misión sustentante tiene
una misión decorativa, dándole al templo
más verticalidad.


Imagen de una gárgola, unos
elementos decorativos utilizados
para decorar los desagües. De esta
forma se separa la caída del agua
de los muros evitando su posterior
erosión.


Un elemento destacable durante el estilo
gótico fueron las vidrieras apuntadas, mucho
más amplias y ricas que durante el románico,
todo ello gracias a la solución resultante que
dieron elementos como la bóveda de crucería
y arbotantes, dándole a los muros de los
templos una imagen más atractiva gracias a
estas vidrieras encargadas de mostrar
historias de las Sagradas Escrituras que se
colocarían mayoritariamente en los triforios.


En esta imagen se observa un arco
apuntado u ojival, uno de los símbolos más
comunes del gótico. Este tipo de arco tiene
mejores prestaciones que el de arco de
medio punto, ya que transmite mucho
mejor el empuje lateral. La verticalidad que
transmite es evidente, ya que se le puede
dotar al templo de mayor altura.


Imagen de un arco formero apuntado sin
triforio, ya que el claristorio se ha situado
justo por encima, debido a ello los
ventanales son menos amplios.


Imagen de una de las naves laterales de un
templo. Se observa que su cubierta es más
baja que la de la nave central, permitiendo así
que la luz entre en la nave central a través del
claristorio, además suelen ser más estrechas,
estando delimitadas de ella por muros o
columnas, y teniendo en ocasiones sobre ellas
tribunas.

Otro elemento que cambiaría
bastante durante el gótico es el
rosetón, mucho más grande y
elegante. Es un elemento
indispensable para la iluminación
del interior del templo, además
de contener un simbolismo
propio, ya que durante esta
época, la luz estaba considerada
como algo divino y como una
forma de estar más cercano a
dios.


En esta imagen se observa la planta de un
templo gótico con cinco naves, siendo más alta
la central. En ella se sigue observando la cruz
latina, herencia del románico, pero con el
transepto menos visible a consecuencia del
mayor número de naves de estas plantas. En el
vértice un gran crucero, en su cabecera una
girola y tres absidiolos, y en la parte inferior las
tres portadas.


Vista de una portada gótica. La herencia del
románico de estas portadas góticas es muy
grande, aunque se hacen algo más
complejas en lo que a decoración se refiere.
Los arcos son apuntados, ganando más
altura, y con múltiples arquivoltas cargas de
decoración escultórica, al igual que el
tímpano y el parte luz. Otro elemento
decorativo que hace su aparición como
novedad, son las figuras triangulares que
aparecen a ambos lados, llamadas
gabletes.

Imagen de las arcadas que
conducen a las naves laterales.
Sobre pilares circulares propios
de la primera fase se levanta la
tribuna, desarrollada durante el
románico y correspondiendo con
el primer piso, ocupando toda la
anchura de la propia nave. Sobre
ella se levanta el triforio, mucho
más estrecho (en el supuesto de
que no existiera la tribuna este
iría colocado en su lugar), y
sobre él, se sitúa el claristorio,
compuesto con grandes vidrieras
con el fin de iluminar al templo.


Los muros de los templos dejaron de soportar el
gran peso de la sustentación de la bóveda,
gracias a ello se pudieron construir vanos más
grandes, en los que el triforio se llenaría de
vidrieras mucho más amplias y ricas que durante
el románico, en un intento de dar las enseñanzas
teológicas oportunas a los fieles, y provocando
que la luz se irradiara dentro del templo en
multitud de colores, creando unos microcosmos
de luz espectaculares. La verticalidad y la luz se
hacen latente gracias a la elevación de las
arquerías, gracias a los arcos muy apuntados,
haciendo que es claristorio sea bastante más alto


Vista de la nave central de un
templo con su presbiterio en su
cabecera, lugar donde el sacerdote
celebra sus ceremonias, y a
continuación su altar mayor,
presentados por un gran arco
llamado arco triunfal.


A partir del gótico los pilares se convierten
en más estilizados. Los pilares con
columnas adosadas dan paso a un tipo de
pilar cilíndrico y rodeado de semicolumnillas,
cada una de ellas unidas a los arcos y
nervios de las bóvedas transmitiéndole
todos los empujes, quedando así el muro
libre de cargas, y dándole de esta forma
más verticalidad y esplendor


Imagen de una bóveda estrellada.
Este tipo de bóveda es una
evolución aun más compleja de la
bóveda de crucería, así como la
bóveda de crucería simple estaba
compuesta por tan solo cuatro
nervios, las bóvedas estrelladas
cuentan con una gran número de
nervios, característica propia del
último periodo gótico, llamado
flamígero


En esta imagen se observa una bóveda
sexpartita de crucería. Derivada de la
bóveda de arista románica, es un tipo de
bóveda formada a partir de la intersección
de dos bóvedas de cañón apuntado. En
ella, mayoritariamente se suelen cruzar
dos o más nervios reforzando de esta
forma la estructura y distribuyendo los
empujes. Sobre los arcos formeros los
claristorios, ya que carece de triforio.


Imagen de una girola o
deambulatorio. Este lugar se
extiende rodeando el altar
mayor de los templos, y es
utilizado como zona de tránsito
para ver las reliquias sin tener
que interrumpir las ceremonias
religiosas.


Imagen de una aguja o chapitel. Estos
elementos estaban destinados a ir
colocados en la parte superior de las
torres de los campanarios o los
cruceros, rematando de esta forma la
estructura, y dotando al templo de más
verticalidad, acercándose así aun más a
dios. Bajo ella un conjunto de gabletes
(figuras que actúan coronando de forma
muy atractiva).


Vista de lo que parece una sala
capitular con su bóveda de
arista apoyadas sobre pilares.

ARQUITECTURA: DE LA OSCURIDAD A L
Aunque en ambos estilos de arquitectura la fuente de inspiración fue la religión, existen amplias
diferencias si comparamos sus máximas expresiones, ejemplo de ello es el monasterio durante el
románico y la catedral durante el gótico. Una de las diferencias más destacadas sería la luz, más oscuro
y sobrio en el románico, debido a la escasez de ventanas, no fue así durante el gótico, ya que, gracias a
los nuevos elementos de sustentación exteriores que se le añadía a los templos, arbotantes,
contrafuertes reforzados por pináculos y desligados completamente de los muros soportando todo el
peso de la bóveda, el muro quedaba libre, más delgado y abierto a la imaginación para construir grandes
ventanales y rosetones de tamaño considerable. Otra diferencia notable fueron sus arcos, de medio
punto durante el románico y apuntado durante el gótico, lo que permitió que los templos ganaran más
altura, buscando más verticalidad y cercanía a dios, incluso sustituyendo los cimborrios por altas torres
acabadas en agujas. Estos arcos apuntados u ojivales se apoyaban sobre largos pilares que alzaban las
bóvedas, desapareciendo con ello los sobrios pilares cruciformes con columnas adosadas, y las bóvedas
de cañón, propias del románico, daban paso a unas bóvedas de crucería más fuertes y adornadas, que
aunque ya existían durante el románico se hacen más fuerte y ricas gracias a sus bóvedas estrelladas.
Las pinturas y esculturas adquirían más movimiento y expresión durante el gótico, perdiendo la
inexpresividad y hieratismo románico. La horizontalidad románica da pasa a la verticalidad. La planta
pasa a sumar más número de naves, dándole más majestuosidad al templo.

IGLESIA DE
SAN MARTÍN
DE TOURS
(FROMISTA)


Iglesia de San Martín de Tours
La iglesia de San Martín de Tours, en Frómista, en la provincia de Palencia fue erigido durante
el siglo XI. Situada en el Camino de Santiago y con unos inicios como monasterio, hoy día es
considerada como una de las más ejemplares dentro del románico europeo. En su exterior se
denota la horizontalidad característica del románico, y los gruesos muros de piedra caliza
sustentado por fuertes contrafuertes. La escasez de ventanas se hace evidente, y las que hay
son muy estrechas y abocinadas, algunas de ellas ciegas y adornadas con columnas. La
iglesia dispone de tres portadas con arcos de medio punto, al igual que en las ventanas. Todas
sus portadas son bastante tristes en decoración, a excepción de una de ellas, que está
adornada con columnas rematadas con capiteles históricos. La iglesia se alza sobre una planta
basilical de tres naves, la cual tiene tres ábsides semicirculares escalonados en su cabecera,
siendo el central más alto, todos ellos, al igual que sus muros con escasez de decoración, algo
sobrios, destacando algunas columnas decorativas que hacen la función de contrafuertes y
sostienen un alero adornado con canecillos, además destaca el toque de ajedrezado que
recorre todo el perímetro del templo para dotarlo de mayor esplendor. Debido al tipo de planta
que tiene, desde fuera se aprecia poco su transepto, aunque sí se observa como sobresale de
ella un gran cimborrio octogonal cerrando su crucero y dos altas torrecillas campanarios
encuadrando su fachada, que aunque no están muy acorde dentro de las características del
románico se ha demostrado que son las originales de la época.

Cimborri
Torres
cilíndricas
o
Cimborri
o

Pequeño
s vanos

Transept
o

Fachada
Columnas
con
capiteles
históricos

Canecillo
s

Aler
o
Arco de medio
punto con
arquivoltas

Portada

Ventanas
Ventanas
Ventanas
abocinadas
abocinadas
abocinadas

Contrafuerte
s

Alero

Ventanas con arco de medio
punto abocinadas
punto abocinadas
punto abocinadas

Canecillo
s

Ábside principal más
alto

Cabecera
con tres
Ábsides
Ábsides
ábsides
escalonados

Canecill
os

Ajedrezad
o

Columnas
decorativas
sosteniendo el
alero y haciendo de
contrafuerte


Aunque la iglesia fue reformada durante los siglos XIX y XX, la iglesia conserva todas
sus características románicas. Cruzando la portada principal de la fachada nos
sumergimos en el interior de una planta rectangular basilical con tres naves, mucho mas
ancha y alta la central. La sobriedad y la falta de luz se hacen evidentes desde la misma
entrada. Entrando en su interior apenas se ven unos haces de luz a través de los
pequeños vanos que posee en su ábside central y cimborrio, lo que la hace una iglesia
muy sombría entre unos gruesos muros. Al fondo se observa su cabecera con sus tres
ábsides semicirculares con bóvedas de horno, siendo de mayor tamaño el central. Se
observa que la iglesia carece de presbiterio, ya que esta enlazado directamente con el
transepto. Su bóveda es de cañón y se encuentra dividida en algunos tramos por los
arcos fajones, que transmiten todo su peso sobre los pilares con columnas adosadas y
los arcos formeros de las naves laterales. Las columnas están decoradas con algunos
capiteles vegetales, otros compuestos de animales representando el bien, con palomas y
pelicanos, y el mal, mediante serpientes y lechuzas. Hay también capiteles historiados
en los que se puede leer cantidad de escenas bíblicas, con la función de adoctrinar a los
fieles seguidores. En el crucero, y sellando su cimborrio, se observa una cúpula
semiesférica con cuatro trompas. Sus naves laterales, al igual que la nave central está
cubierta con bóveda de cañón, las cuales quedan más bajas que la de la nave central.

Arcos
formeros
Capitele
s

Arcos
fajones

Pilares
cruciformes
con columnas
adosadas

Bóveda
de
cañón
Cabecera con
ábside central
con bóveda de
horno y
pequeños
vanos para la
luz
Pequeño
vano bajo la
cúpula y
cimborrio

Vista ampliada de la bóveda de cañón y arcos fajones y
formeros

Transepto

Trompas

Nave central

Vista ampliada de la cúpula y las
trompas

VDetallede capiteles florales, históricos y con motivos de
animales

Arcos
formeros
Absidio
lo

Ajedrezad
o

Bóveda de cañón al
igual que la nave
central

Muros
Vanos
Contrafuert
es
Pilares
Arcos

Pilare
s

Nave central
con bóveda de
cañón

Arcos fajones
Portada

Naves
Naves
laterales con
laterales
bóveda de
con bóveda
cañón
de cañón

Portada

Torrecilla
s

Contrafuertes

Elementos
sustentante
s:

Crucero

cimborri
o

Arcos
formeros

Vista de una de las naves
laterales

Absidio
lo

Cabecera

Crucero

Pilar con
columna
s
adosada
s

Ábside central

Fachada con portada

Torrecilla
s

CATEDRAL DE LEÓN


La arquitectura gótica se convertiría en la heredera de la arquitectura románica, y con ello se revelarían nuevos cambios
en su estructura que dotaría a los templos de mayor esplendor y de luz. Dentro de estos cambios, quizás el más
importante fue el tratamiento de la luz como algo divino y cercano a dios, aunque no se podría quedar atrás la búsqueda
de la verticalidad y la linealidad en la cercanía al todo poderoso. La catedral de León es un claro ejemplo de ello. Fue
construida durante el siglo XIII en sillería caliza y sobre unas antiguas termas. Hoy día se alza una gran catedral gótica de
planta de cruz latina, tres naves, más alta y ancha la central, rematada por dos torres laterales de planta cuadrada
coronadas por dos grandes agujas, una gran cabecera con cinco capillas y un crucero poco destacado. En su exterior se
hace plausible el vaciado de sus muros cargándolo con una rica decoración y grandes y numerosas vidrieras, por lo que la
luz en su interior es un detalle a destacar. Este tipo de construcción no hubiera sido posible sin el desvío de pesos de
bóvedas de crucería apoyadas en baquetones y arbotantes, y recogiendo todo el esfuerzo unos contrafuertes reforzados
por pináculos. Todo ello permitió la apertura de grandes vidrieras, haciendo que la luz se fundamentara de forma divina en
el interior. Sobre su fachada basada en el estilo gótico francés se observan sus tres portadas abocinadas, presentadas
por cinco arcos apuntados. Por encima, se abre un gran rosetón dentro de un arco apuntado, coronado por un gran
gablete, y flanqueado por dos pináculos, dándole aun más verticalidad. Este rosetón junto a las grandes vidrieras que
quedan bajo él, llenarán de luz el interior de todo el templo. Las dos torres con cuerpo de campanas que flanquean su
fachada están separadas, recibiendo el empuje de los arbotantes y haciendo de contrafuertes. Otro detalle a destacar son
las gárgolas de esta catedral, todas diferentes y de temática demoniaca, que según el mito griego se crearon para
Arco
proteger al hombre.
apuntado
Arquivolt
as
Tímpan
o
Dinte
l
Jamba
s

Partelu
z
Portada del Sarmental en la fachada
sur, Parteluz con la imagen de San
Froilán.

Gárgolas

Pináculo
s

Contrafuert
es
Arbotante
s

Aguja
s
Gablete

Pináculo
s

Rosetó
n
Vidriera
s

Ampliación de elementos sustentantes:
arbotantes, contrafuertes y pináculos

Cuerpo
de
campana
s

Ábside
con
vidrieras

Arbotante
s

Pináculo
s

Arbotante
s
Contrafuert
es

Arco
apuntado

Portada
abocinada y
con
arquivoltas

Fachada catedral de
León

Ampliación de elementos sustentantes del
ábside: arbotantes, contrafuertes y pináculos


Una vez en el interior de la catedral resalta la fase clásica de este estilo gótico, sobre todo en lo
que se refiere a los tetrafolios, pilares circulares y los arcos apuntados algo más abiertos. La
catedral está dividida en tres plantas, mucho más ancha y alta la central, y al fondo, antes de
llegar a su crucero se observa un coro, más adelante comienza a desarrollarse su gran cabecera
con cinco capillas y una girola, por lo que se le podría denominar macrocefalia. Situados en la
nave central la luz se hace evidente gracias a los espacios ocupados por sus grandes
ventanales, las vidrieras lo ocupan todo por encima de las arquerías de la nave central, luz y
enseñanzas teológicas se hacen evidentes en una gran superficie acristalada. Sus bóvedas son
de crucería, transmitiendo sus nervios a una serie de pilares cilíndricos de gran altura rodeados
de semicolumnillas, los cuales separan a las naves laterales, dándole una gran verticalidad y
altura al templo. Por lo que se observa, por encima de los arcos formeros no existe muro, tan
solo un triforio repleto de vidrieras, y por encima un claristorio repleto de grandes ventanales

Claristori
o
Ábsid
e

Bóveda de
crucería

Pilares
cilíndricos

Ampliación del triforio

Trifori
Triforio con
o detalles de
tetrafolios
Arcos
Arcos
formeros
apuntados
apuntados

Ampliación de la bóveda de crucería
Ampliación del Claristorio

Ampliación del las vidrieras del
ábside

Cristalera
s

Naves laterales. Acceso a la
girola

Ampliación del rosetón
Vista de la nave lateral
Bóveda de
crucería
Arcos formeros
apuntados

Pilares
cilíndricos

Vista del altar mayor con sus
cristaleras
Vista del coro

Vista del la girola

Absidiolos con capillas en la
Absidiolo
cabecera
s

Girol
a
ábsid
e
Altar
mayor

Crucer
o

Coro
Naves laterales
con bóveda de
crucería
Nave central
con bóveda de
crucería

Capilla
Capilla
ss
Triple pórtico en la
fachada

Arquitectura románica y gótica

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