Adrián era un niño al que le gustaba leer mucho y por eso sus amigos le decían "el niño lector". Él prefería pasar las tardes leyendo en lugar de acompañar a sus amigos en sus actividades. Sus amigos se enojaron y dejaron de invitarlo. Un día, dos amigos fueron a su casa y descubrieron que tenía muchos libros clasificados por tema. Ellos se dieron cuenta que Adrián solo quería leer y no los descuidaba. Más tarde, Adrián se disculpó con sus amigos y juntos organizaron un plan para
2. Era una vez un niño
llamado Adrián, al cual
sus amiguitos le decían el
niño lector, puesto le
gustaba mucho leer.
Cada mañana Adrián se
levantaba muy temprano
para cumplir con sus
tareas diarias, y así
finalizar temprano en la
tarde para sentarse a
leer en su sillón
3. Los amiguitos de Adrián se
encontraban molestos con
él, y no lo habían vuelto a
invitar a las fiestas y
paseos que organizaban
cada fin de semana
Pues el niño lector no
tenía otro interés que no
fuera la lectura, y
siempre rechazaba las
invitaciones con gran
amabilidad, diciendo que
debía terminar de leer un
libro muy interesante.
4. Pero a pesar de su gran clase y estilo, sus amigos se
sentían muy heridos por sus constantes negativas
acompañarlos en sus celebraciones y decidieron
ignorarlo.
Pero en realidad, Adrián tenía una gran motivación
para quedarse en casa cada tarde luego de regresar
del colegio
5. Un día, mientras Adrián se encontraba en el
colegio, dos de sus amiguitos se acercaron a
su casa pues querían descubrir cuáles eran
esos libros tan interesantes por el que el
niño lector los había abandonado.
Comenzaron a caminar alrededor de la casa
al asomarse por la ventana quedaron
enormemente sorprendidos al ver las
paredes de la habitación estaban repletas
de libros de todos los colores y tamaños
6. Los libros estaban
clasificados en diferentes
temas los cuales se podían
leer fácilmente en el tope de
la estanterías aventuras,
ciencias, historias, magia,
física, juegos, la vida en la
ciudad, cocina, horticultura, y
así continuaba la
clasificación de los libros de
la cual el niño lector era
dueño.
Los niños corrieron a
contarles a los demás
sobre lo que habían visto
en casa de Adrián, en una
pequeña reunión
platicaron que ellos
solo deseaban que
Adrian formara de nuevo
parte del grupo y de sus
actividades y harían
todo lo posible por
lograrlo.
7. Adrian al regresar del
colegio entro a su cuarto y se
puso a leer un cuento sobre la
amistad, se quedo dormido con
el libro entre los brazos.
Al día siguiente Adrián busco a sus
amiguitos y con cierta vergüenza
les dijo amiguitos, les debo una
disculpa por mi comportamiento me
dejé llevar por la maravilla de
los conocimientos que estos libros
me han brindado, pero ayer leí mi
libro sobre la amistad y me di
cuenta de que aunque leer es muy
importante, ustedes también lo son.
8. A través de la lectura he aprendido que
podemos hacer todas las cosas que queremos
sin que sea necesario descuidar a nuestros
seres queridos. Todo se puede hacer si nos
organizamos bien y nos damos tiempo para las
cosas importantes, como son el compartir y el
disfrutar de la lectura y todas las cosas que
nos gusten y nos hagan felices.
- ¿Me perdonan?
- ¡Sí! Gritaron todos los niños y
corrieron todos a abrazar a su
gran amiguito.
Entonces los niños hicieron un plan
maravilloso. Dos veces a la
semana, se reunirían en la casita
de Adrián para leer y disfrutarían
juntos de la maravilla de
aprender. Y de ahí en adelante, el
niño lector, aceptaría las
invitaciones de sus amiguitos
9. Desde allí todo volvió a ser como
antes. Pero ahora todos comprendían
la importancia y la belleza de la
amistad y de la lectura
¡Colorín Colorado, este
cuento se ha
terminado!