Los rayos X han sido una gran herramienta médica durante más de 115 años, permitiendo identificar y tratar la mayoría de problemas de salud de manera indolora, rápida y de bajo costo. Aunque existen algunos riesgos asociados con dosis muy altas de radiación, el tratamiento con rayos X ofrece enormes ventajas para la salud y su uso está justificado dada la baja probabilidad de efectos secundarios.