1. MIÉRCOLES, 15 MAYO 2013
M
e exaspera el pensa-
miento retrógrado que
la ciencia continúa
abrazando.
¿A qué pensamien-
to se refiere?
Al que mira una parte y olvida el todo. En el
organismo tienen lugar múltiples procesos
simultáneos, y sin embargo continuamos
abordando los problemas uno a uno.
¿Qué propone?
Invertimos millones en curar a la gente
cuando deberíamos invertirlos en salud.
Hay que cambiar las conductas porque ya
sabemos que, por ejemplo, comer mal o el
sedentarismo nos llevan a la enfermedad.
Usted es un reputado oncólogo, ¿qué
ha descubierto?
Que la inflamación es un síntoma revelador
de que el cuerpo está sometido a estímulos
perjudiciales.
¿Qué tipo de estímulos?
Desde sustancias irritantes hasta células da-
ñadas o microorganismos patógenos que au-
mentan de por vida el riesgo de contraer en-
fermedades (infarto, ictus, cáncer...). Una
tormenta inflamatoria podría ser resultado
de recuperarse de una gripe: yo me vacuno.
¿Tomamos vitaminas?
No. Aumentan el riesgo de cáncer. Al cuer-
po le gusta crear radicales libres para atacar
las células nocivas. Si se bloquea ese meca-
nismo tomando vitaminas en abundancia,
sobre todo antioxidantes, se bloquea la habi-
lidad natural del cuerpo para controlarse.
Pues llevan décadas recomendándolas.
Lo sé, y hace treinta años la margarina era
mejor que la mantequilla. Esa afirmación
causó muchísimas enfermedades cardiacas.
Nos vuelven locos.
Se han hecho 60 estudios para determinar
el papel de las vitaminas y no se ha visto be-
neficio alguno. Si cogemos a los fumadores
y exfumadores y les damos vitamina E o be-
tacaroteno, se aumenta el índice de cáncer
pulmonar más de un 20%.
Datos sorprendentes.
Si tomamos mujeres de más de 65 años y les
damos vitamina D, les aumentamos un 16%
el riesgo de fractura ósea. Si a un hombre se
le da vitamina E, le aumenta un 17% el ries-
go de cáncer de próstata.
¿...?
En Estados Unidos se gasta más dinero en
vitaminas y suplementos que en investiga-
ción médica.
Habrá que tomar zumos de frutas y
hortalizas.
No lo haga. Esas frutas y verduras se pu-
dren enseguida, luego las baten en cantida-
des industriales y rápidamente se degra-
dan; por lo tanto, no le llega ningún benefi-
cio de ellas. Coma alimentos enteros y rea-
les lo más naturales posibles.
¿Zumo de naranja recién exprimido?
Es sólo azúcar, pierde la vitamina. Pele la
naranja y tómela antes de exponerla a la luz
y al oxígeno.
¿Alguna otra recomendación insólita?
Lleve zapatos buenos y cómodos. ¿Influye
el calzado que usamos en que nos fulmine
un infarto diez años antes de lo que sucede-
ría si lleváramos zapatillas deportivas cómo-
das toda la vida?
¿Sí?
Sí. No se me ocurre ninguna enfermedad
crónica que no vaya asociada a la inflama-
ción. Si llevamos zapatos de tacón y nos due-
len los pies cuando llegamos a casa, signifi-
ca que los tenemos inflamados.
Entiendo.
Si jugamos al fútbol y estamos doloridos al
final del partido, es a causa de la inflama-
ción. Si se levanta por la mañana y hace una
hora de ejercicio pero luego se pasa el día
sentado, es como si no hubiera hecho nada.
Exagera.
Estar sentado cinco horas al día seguidas
equivale para la salud a fumarse un paquete
de cigarrillos. Cada veinte minutos hay que
levantarse y caminar un poco.
Y dormir ocho horas, supongo.
No se trata tanto de las horas que dormi-
mos: la panacea es un horario regular. Acos-
tarse a distintas horas o hacer de vez en
cuando una siesta confunde al cuerpo mu-
cho más de lo que pensábamos.
¿Algún remedio contra la inflamación?
Para los que tienen más de 40 años, una as-
pirina infantil. Si la tomamos a diario, no re-
ducimos la incidencia, pero sí el índice de
muerte por cáncer un 37%, y un 22% en el
caso de la enfermedad cardiaca.
Es arriesgado decir estas cosas.
Yo lo digo muy tranquilo: bloquea la infla-
mación.
¿Cuál ha sido su mayor descubrimien-
to en la vida?
Todos los días debo mirar a los ojos a perso-
nas y decirles que tienen una enfermedad
de la que no van a recuperarse. Ante ese
diagnóstico, veo gente que se deshace y gen-
te que vive hasta el día de su muerte. Una
actitud positiva y un sistema de creencias
son de las cosas más importantes que pode-
mos tener.
¿Y cuál es su sistema de creencias?
Creo en un dios, en mi familia, tengo intere-
ses, y estoy enamorado de lo que hago. La
pasión es lo que cambiará el mundo y permi-
tirá que vivamos más tiempo y mejor.
IMA SANCHÍS
XAVIER CERVERA
LA CONTRA
“Haypersonasqueviven
hastaeldíadesumuerte”
VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET
Tengo 48 años. Casado, dos hijos y un perro. Soy profesor en la Universidad del Sur de Califor-
nia. Para mí la política es un asunto de temas, no de partidos. Estoy a favor de los innovado-
res, de los que quieren cambiar las cosas. La salud es cuestión de hábitos e información. Judío
Reputado investigador
sobre el cáncer, galardo-
nado con el American
Cancer Society Physi-
cian Research Award,
fue el oncólogo de Lan-
ce Armstrong y Steve
Jobs, quien antes de mo-
rir puso título a su libro:
El fin de la enfermedad.
Las claves para una vida
saludable (Ariel), núme-
ro uno de ventas en
EE.UU. Un libro provo-
cador que aboga por ba-
jarnos de los tacones,
olvidarnos de las perni-
ciosas vitaminas y levan-
tarnos de la silla si no
queremos pagarlo caro;
que alaba los beneficios
de la aspirina infantil y
la vacuna de la gripe, y
que aboga por compar-
tir en una base de datos
mundial todos los histo-
riales médicos para po-
der investigar, y esa es
una buena idea.
Tacones, olvidados
DavidAgus,oncólogo e investigador sobre el cáncer
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