Hoja de sala. miradas de mujer a lo cotidiano en el arte contemporáneo (3)
1. Miradas de mujer a lo cotidiano en el arte contemporáneo
Obras de la Colección Alberto Jiménez Arellano Alonso (UVa)
Doce entre treinta y tres artistas cuya obra se puede ver en esta exposición son mujeres, es decir
algo más del 36% del total. En una situación de igualdad real éste no debería ser un dato
reseñable, pero lo cierto es que aún hoy en nuestro país “no llegan al 10% las (artistas) que
participan en exposiciones colectivas celebradas en nuestros museos y centros de arte”, según
un informe realizado por la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales (MAV) referido al arte
español.
Si los datos evidencian la ausencia, más significativas aún son las miradas que las obras de las
artistas nos brindan. No hay que buscar un estilo ni un único mensaje en la obra de las mujeres
artistas, que pertenecen a momentos socioculturales y artísticos diversos y, en ocasiones,
distantes cronológicamente. Ellas participan tanto de lenguajes figurativos como abstractos,
trabajan técnicas y materiales diferentes. Cada una trata una temática con estilo propio: desde
las telas entrelazadas de Teresa Lanceta que remiten a las artesanías tradicionalmente
femeninas, al collage con que Águeda de la Pisa construye sus paisajes, la ligereza y el
movimiento que sugiere los bronces de Mar Solís, las varillas de acero con que Blanca Muñoz
evoca el cosmos, o la forma en que Esther Pizarro combina materiales como la madera, el
plomo y la cera con la impresión digital.
En esta exposición puede verse también dibujos de dos destacadas artistas, uno de la
estadounidense de origen húngaro Agnes Denes y otro de la española Carmen Calvo. Denes,
considerada como una de las más importantes artistas conceptuales y pionera del arte
medioambiental, se apoya en esta obra en los principios de la representación cartográfica para
crear una nueva configuración del mundo. El dibujo de Carmen Calvo, Premio Nacional de
Artes Plásticas 2013, incorpora restos insignificantes que se convierten en vestigios de la
vida tratados de modo casi arqueológico.
Hay entre las artistas la diversidad que se encuentra en todos los colectivos humanos, sin
embargo en sus obras se encuentran nexos que van más allá del hecho de que sus creadoras sean
mujeres. Por una parte, ofrecen una mirada desde un lado de la humanidad que hasta hace muy
poco ha estado oscurecido, y por otra, porque en algunos casos el androcentrismo cultural hace
que sus obras tengan mayores dificultades para ser valoradas. Uno de los mecanismos al que se
ha recurrido históricamente para desvalorizar la obra de las artistas es presentarla como
dependiente de los hombres -artistas- con quienes estuvieron relacionadas por algún tipo de
parentesco o relación afectiva. Esto ha sucedido en el caso de dos de las pintoras cuyas obras se
pueden ver en esta exposición, Magda Bulumar y Patricia Gadea. En el primer caso, a pesar
de que sus Xarpelleres fueron reconocidas por la crítica de la década de los 60 y 70 del pasado
siglo como obras significativas que enlazaban lo constructivo y lo informal en la vanguardia del
momento, en la actualidad se la suele presentar exclusivamente como esposa del escultor
Moisés Villelia. Es evidente que hubo intereses artísticos comunes entre ellos, miradas cercanas,
pero esto tiende a interpretarse generalmente como dependencia de la obra de la mujer respecto
de la del varón. El tiempo no ha hecho desaparecer esta situación, pues se ve también en el caso
de Patricia Gadea, cuya obra algunos críticos han querido minimizar ante la de Juan Ugalde, con
quien estuvo casada y junto con el que fundó en la década de 1980 el grupo Estrujenbank.
Un buen ejemplo de la diferente mirada que las artistas ofrecen sobre la realidad la encontramos
en las obras de Marina Núñez. La relectura crítica que hace de la Santa faz de Zurbarán en la
pintura de la serie Locura cuestiona el reduccionismo de las atribuciones de género que afectan
especialmente a las mujeres. Frente a esto una nueva mujer, una especie de premonición del
Cyborg, recibe la fuerza de la naturaleza en medio de un paisaje castellano en la pieza que aquí
se expone de la serie Ciencia ficción.
Teresa Alario. Comisaria de la Exposición