2. contenido
Estudios
Por tu bien, y sobre todo por el mío: fundamentos
y altibajos del prohibicionismo estadounidense
ANDRÉS LÓPEZ RESTREPO 3
UNIVERSIDAD España-América Latina: la dimensión europea de las relaciones
NACIONAL HUGO FAZIO VENGOA 25
DE COLOMBIA
Democracia
Inclusión partidista y exclusión cultural en Colombia:
I N S T I T U TO D E E S T U D I O S pistas para comprender su relación
POLÍTICOS Y RELACIONES MARÍA EMMA WILLS OBREGÓN 44
INTERNACIONALES
La seguridad: difícil de abordar con democracia
IEPRI
FRANCISCO LEAL BUITRAGO 58
Coyuntura
análısıs
MAYO / AGOSTO 02 Nº 46
La posguerra colombiana: divagaciones sobre
la venganza, la justicia y la reconciliación
IVÁN OROZCO ABAD 78
La política internacional del gobierno
polítıco Pastrana en tres actos
DIANA MARCELA ROJAS RIVERA
La compleja relación colombo-venezolana.
Una coyuntura crítica a la luz de la historia
100
SOCORRO RAMÍREZ VARGAS 116
Francisco Leal Buitrago
FUNDADOR
William Ramírez Tobón
Debate
DIRECTOR Credo, necesidad y codicia: los alimentos de la guerra
Miguel García Sánchez
ÁLVARO C AMACHO GUIZADO 137
EDITOR
¿Guerra civil en Colombia?
Gonzalo Sánchez Gómez WILLIAM RAMÍREZ TOBÓN 151
ASESOR EDITORIAL
Jimena Holguín Castillo
Colombia: ¿guerra civil, guerra contra la
ASISTENTE EDITORIAL sociedad, guerra antiterrorista o guerra ambigua?
EDUARDO PIZARRO LEONGÓMEZ 164
ASESORES EDITORIALES
Testimonio
INTERNACIONALES La guerra contra los Derechos del Hombre
Thomas Fischer Alemania GONZ ALO SÁNCHEZ GÓMEZ 181
Klaus Meschkat Alemania
Tensiones en la investigación y cambios de paradigmas:
Maria Isaura Pereira de Queiroz Bra sil
intercambio con matemáticos
Catherine LeGrand Canadá
ORLANDO FALS BORDA 191
Norbert Lechner Chile
Charles Bergquist Estados Unidos
Daniel Pécaut Francia
Reseñas
La violencia en Colombia. Estudio de un proceso social,
Eric Hobsbawm Inglaterra de Germán Guzmán, Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña Luna
GONZ ALO SÁNCHEZ GÓMEZ 198
Preparación editorial e impresión La seguridad nacional a la deriva: del Frente Nacional a la Posguerra Fría,
Unibiblos / Universidad Nacional de Colombia de Francisco Leal Buitrago
Carátula ERIC LAIR 200
Ideódromo
Luis Miguel Cabanzo, Óscar Eduardo Arias La globalización en su historia,
Distribución de Hugo Fazio Vengoa
Siglo del Hombre Editores DIANA MARCELA ROJAS RIVERA 201
Unibiblos
Resúmenes 203
Impresa en Colombia, 2002
3.
4. estudios
Por tu bien, y
sobre todo por el
m í o : fu n d a m e n t o s
y altibajos del
prohibicionismo
estadounidense*
el narcotráfico es uno de los dos grandes
problemas, junto con el conflicto interno, de la
Colombia actual. El narcotráfico es un fenómeno
que tiene una clara dimensión internacional, pero
muchas personas han confundido la dimensión
internacional del narcotráfico con su origen. Así,
en lugar de reconocer que el tráfico de drogas
análısıs polítıco nº 46
tiene múltiples causas, muchas de ellas internas,
prefieren atribuir este problema a factores exclusi-
vamente externos. En particular, se dice que el
narcotráfico tiene su origen en el prohibicionismo
de los Estados Unidos, y por tanto su solución sólo
puede provenir de ese país. Muchos creen además,
de acuerdo con una visión conspirativa de la reali- [3]
dad, que el prohibicionismo es un instrumento
hipócrita mediante el cual Estados Unidos busca
someter y explotar a países como el nuestro. En
apoyo de este argumento afirman, con una certe-
Andrés López Restrepo
Profesor del Instituto de Estudios Políticos y
za que no tiene sustento alguno en la realidad,
Relaciones Internacionales, que el gobierno estadounidense es prohibicio-
IEPRI, de la Universidad Nacional nista más allá de sus fronteras y tolerante con los
de Colombia. traficantes y consumidores locales.
No han faltado quienes están orgullosos del
éxito que Colombia ha tenido en la exportación
de drogas ilegales, y concluyen que la política
estadounidense simplemente pretende desplazar
a los países del Tercer Mundo de una de las pocas
actividades económicas en las cuales han tenido
éxito, para quedarse con todas las ganancias de
ese tráfico ilícito. La falsedad de esta tesis queda
en evidencia si se considera que ha sido la prohi-
bición misma la que ha generado la posibilidad de
tan extraordinarios beneficios, y que bastaría con
eliminar la prohibición para acabar con la compe-
tencia de los traficantes extranjeros. Lamentable-
mente tales falacias, que tienen su origen en un
* Este artículo es la versión revisada y reducida del informe
presentado al programa de investigaciones del IEPRI sobre
Estados Unidos, que fue financiado por el Departamento
Nacional de Planeación y coordinado por Luis Alberto
Restrepo.
5. nacionalismo y un izquierdismo ignorantes, no prohibido por la misma Constitución. Pudiera
son inocentes sino que sirven a intereses crimina- entonces pensarse que la sociedad estadouniden-
les al justificar la acción de los narcotraficantes y se ha sido singular en su afán de regular los exce-
la inacción del Estado. sos de los individuos. No ha sido la única, pero sí
La verdad es que el prohibicionismo estaba la que con más decisión lo ha intentado. Lo ha
vigente muchas décadas antes de que fuesen visi- hecho con el sexo. Estados Unidos es uno de los
bles sus efectos sobre países como Colombia. Es pocos países del mundo donde la prostitución es
imperioso reconocer que el prohibicionismo de un crimen; con una excepción: es legal en Neva-
Estados Unidos encuentra sus antecedentes en el da. Los estatutos de este Estado establecen que los
origen mismo de su nacionalidad, y es el resultado condados pueden licenciar el funcionamiento de
de múltiples dimensiones sociales y culturales, e los burdeles, con excepción de aquellos que tie-
involucra percepciones, prejuicios y valores muy nen más de 400 mil habitantes. Curiosamente,
diversos. Digo que esto es imperioso porque es sólo el condado de Clark, donde está situada la
condición necesaria para sostener un diálogo ciudad de Las Vegas, tiene ese número de habi-
maduro con Estados Unidos en relación con el tantes y por tanto no hay burdeles legales en la
tema de las drogas. Este trabajo pretende colabo- capital del juego1. Los prostíbulos de Nevada apa-
rar en esta tarea. Para ello, en la primera parte, se recieron durante la fiebre del oro, y se volvieron
examinan las condiciones y justificaciones del legales y regulados desde 1971 en 10 de los 17
prohibicionismo estadounidense, y luego, en las condados del Estado, pero no en las dos principa-
análısıs polítıco nº 46
siguientes dos, se considera su manifestación en les ciudades, Las Vegas y Reno. Hay unos 30 bur-
los casos del alcohol y de las drogas. deles con licencia en el Estado2.
La prostitución sigue siendo un delito, pese a
P R O H I B I C I Ó N , L I B E R TA D Y R A C I S M O que aproximadamente la mitad de la población
En esta primera parte se aborda la contradic- estadounidense está en favor de la descrimina-
ción que supone el que Estados Unidos puede ser lización de esta actividad. Esto debe servir para
[4] al mismo tiempo una tierra de libertades y de poner en guardia contra las esperanzas de cambio
intolerancia, acudiendo al concepto de ciudada- de la actual legislación antidrogas de Estados Uni-
nía recortada. Más en concreto, se quiere mostrar dos fundadas sobre encuestas de opinión. Después
que una de las fuentes del prohibicionismo –tanto de todo, si la gente está de acuerdo con determina-
de las drogas como del alcohol– es el racismo. do cambio social pero no tiene intenciones de
poner nada de su parte para lograrlo, es muy difícil
Religión y control pensar que el cambio tenga lugar3. En el caso de las
A finales del siglo XIX y principios del XX, drogas, la mayoría de las personas no son consumi-
muchos países se preocuparon por las consecuen- doras, por lo que sus opiniones en favor de una
cias de la adicción y procuraron controlar y regu- modificación de la legislación previsiblemente no
lar las drogas. En Estados Unidos, esta inquietud tendrán efecto alguno.
dio lugar a una política mucho más estricta, que La prohibición del alcohol tiene particular
devino en una ideología: el prohibicionismo. De relevancia en nuestro caso. A lo largo del siglo
allí se extendió hasta triunfar en menor o mayor XIX, algunos países europeos empezaron a mani-
grado en el resto del mundo. festar su preocupación por las consecuencias del
El país del Norte tenía experiencia en experi- consumo de alcohol, y surgieron los primeras
mentos similares: entre 1920 y 1933 el alcohol fue grupos temperantes y prohibicionistas4. En Fin-
1 Friedman, Lawrence M. Crime and Punishment in American History. Nueva York: Basic Books, 1993, pp. 424-426;
James, Jennifer. “Prostitution”. En: Microsoft Encarta 98 Encyclopedia.
2 Nieves, Evelyn. “Resort Plan Brings What Nevada Brothers Hate Most: Attention”. En: The New York Times, 19
de agosto de 2001.
3 Olson dice al respecto: “A menos que el número de miembros del grupo sea muy pequeño o que haya
coacción o algún otro mecanismo especial para hacer que las personas actúen por su interés común, las
personas racionales y egoístas no actuarán para lograr sus intereses comunes o de grupo”. Olson, Mancur. La lógica de la
acción colectiva. Bienes públicos y la teoría de grupos. México: Limusa - Noriega Editores, 1992, p. 12.
4 Aunque los términos temperancia y prohibicionismo son usados a veces de manera intercambiable, estas dos
palabras designan realidades diferentes: los temperantes abogan por el consumo moderado de alcohol,
mientras que los prohibicionistas quieren erradicarlo por completo de la dieta humana.
6. estudios
landia, una ley de 1866 prohibió la destilación posición por parte de los protestantes, que
casera de bebidas embriagantes, y otra de 1919 tradicionalmente han dominado ese país, so-
prohibió todas las bebidas con más de un 2% de bre los católicos, cuya migración en grandes
alcohol. En este último año, un referendo en números es, en términos históricos, reciente.
Noruega declaró fuera de la ley los licores con Se han vertido muchas páginas sobre la rela-
más de un 12% de contenido alcohólico. En ción entre protestantismo y conducta de vida.
1922, un referendo similar fue derrotado por un Las de Weber son clásicas:
estrecho margen en Suecia, pero el gobierno
nacionalizó poco después todo el sector de los El ascetismo laico del protestantismo (...) actuaba
licores con el fin de regular su consumo. Inglate- con la máxima pujanza contra el goce despreocupa-
rra no aprobó ninguna ley prohibicionista, pero do de la riqueza y estrangulaba el consumo, singu-
como consecuencia del activismo antialcohólico larmente el de artículos de lujo (...) La lucha contra
de diversos colectivos e individuos el consumo de la sensualidad y el amor a las riquezas no era una
alcohol puro disminuyó de 92 millones de galo- lucha contra el lucro racional, sino contra el uso
nes en 1912 a 53 millones en 1922. Y en Canadá, irracional de aquéllas (...) Por uso irracional de las
todas sus provincias se volvieron “secas” median- riquezas, se entendía, sobre todo, el aprecio de las
te referendo entre 1915 y 19195. Todo esto ocu- formas ostentosas del lujo –condenable como idola-
rrió antes de que Estados Unidos estableciese el tría–, de las que tanto gustó el feudalismo, en lugar
prohibicionismo como política federal, y muestra de la utilización racional y utilitaria querida por
análısıs polítıco nº 46
que lo ocurrido en este país no fue un fenómeno Dios, para los fines vitales del individuo y de la co-
aislado sino que hizo parte de un proceso más lectividad. No se pedía “mortificación” al rico, sino
general. Pero como también ocurrió con las que usase sus bienes para cosas necesarias y prácti-
drogas, la política estadounidense fue bastante camente útiles7.
más radical que la europea. Los primeros esta-
dos que adoptaron leyes contra el alcohol fue- Y sobre el catolicismo, Weber advierte:
ron Maine, en 1858, y Kansas, en 1867. Para [5]
1919, 33 de los 48 estados contaban con legisla- No es que dentro del catolicismo la vida “metódi-
ción prohibicionista6. Finalmente, en aquel año ca” hubiese quedado relegada a las celdas de los
fue aprobada la Decimoctava Enmienda de la claustros; ni la teoría ni la práctica medievales
Constitución, que instituyó la prohibición a aprobarían tal afirmación. Pero siempre se ha
escala federal. hecho notar que, a pesar de la elevada sobriedad
Es indudable la estrecha relación que exis- moral del catolicismo, una vida no sujeta a sistema
tió entre prohibición y protestantismo. Los ético no puede alcanzar los supremos ideales que
países europeos que aprobaron legislación en aquél proclamó como válidos, incluso para la vida
contra del alcohol eran de religión protestan- en el mundo (...) En la Edad Media, el hombre
te, más concretamente, en el caso de los países que por excelencia vivía metódicamente en senti-
escandinavos, de denominación luterana. En do religioso, era el monje; en consecuencia, el
Canadá ha existido una gran presencia católi- ascetismo, cuanto más integral, más debía apartar
ca, pero el último Estado donde triunfó la pro- del mundo al asceta, ya que la santidad de la vida
hibición fue precisamente Quebec, lugar de consistía precisamente en superar la moralidad
concentración de la población católica de ori- suficiente para el mundo (...) Sebastián Franck
gen francés. En Estados Unidos también existe supo ver la médula de esta forma de religiosidad
un gran número de católicos, por lo cual la [la de Lutero y Calvino], cuando dijo que lo pro-
prohibición debe ser entendida como una im- pio de la Reforma estuvo en convertir a cada cris-
5 En Estados Unidos se usan los términos drys y wets para designar, respectivamente, a los prohibicionistas y a los
antiprohibicionistas. Los términos, concisos y expresivos, podrían ser traducidos literalmente como “secos” y
“mojados”. Sobre el caso canadiense, Véase Clark, Norman H. Deliver Us from Evil. An Interpretation of the
American Prohibition. Nueva York-Londres: W.W. Norton & Company, 1976, pp. 136-139.
6 Véase mapa en Sinclair, Andrew. Era of Excess: A Social History of the Prohibition Movement. Nueva York: Harper
Colophon Books, 1964, p. 66.
7 Weber, Max. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Barcelona: Ediciones Península, 1995, pp. 242-243.
7. tiano en monje por toda su vida. Con esto se pusie- impuestos sobre el licor para ponerlo fuera del
ron barreras a la huida ascética del mundo, y a alcance de los africanos10.
partir de entonces, las naturalezas más serias y La participación de Estados Unidos en estas
apasionadamente interiores que antes habían pro- campañas internacionales respondía a dos de los
porcionado al monacato sus mejores figuras, rasgos que, según Michael H. Hunt, han marcado
viéronse obligadas a realizar sus ideales ascéticos la política exterior estadounidense y su diploma-
en el mundo, en el trabajo profesional8. cia. El primero de ellos es la creencia en que la
grandeza nacional reside en hacer libre al mundo;
Los protestantes hicieron de la sobriedad un el segundo es la idea de jerarquía racial, que mide
ideal y una forma de vida. Y por ello, pese a la im- la valía de los pueblos y naciones de acuerdo con
portancia que el alcohol había tenido en la cultura el color de su piel: mientras más clara, mejor. Este
de sus países, intentaron regularlo, incluso prohi- segundo elemento fue el primero en términos
birlo. Para los católicos, en cambio, el alcohol si- cronológicos en obtener relevancia en la agenda
guió siendo un dato definitivo de su vida social. Por estadounidense, y durante mucho tiempo inspiró
eso, la prohibición estadounidense puede ser en- las relaciones con los nativos americanos y los
tendida como un intento de opresión a los católi- latinoamericanos. Claro está que la idea de
cos por parte del conjunto de denominaciones supremacía racial no es exclusiva de Estados
protestantes. Los países europeos y Canadá des- Unidos, y ni siquiera de los europeos. Pero pro-
echaron rápidamente sus leyes prohibicionistas o bablemente en ninguna otra parte se han dado
análısıs polítıco nº 46
eliminaron sus aspectos más represivos, tras lo cual juntas las dos características mencionadas, las
adoptaron alguna forma de regulación9. Estados cuales permiten justificar la intervención en el
Unidos, en cambio, que adoptó la legislación más resto del mundo con miras a salvar a las razas
estricta y duradera y que realizó el intento más inferiores de sí mismas11.
decidido por aplicarla, vio cómo esa prohibición se El prohibicionismo de las drogas parte del su-
desmoronaba tras la Gran Depresión. La misma puesto de que la colectividad, la comunidad, el
[6] radicalidad de la prohibición, su carácter opresivo, Estado, pueden intervenir en el comportamiento
hicieron que no quedara rastro alguno de ella ni de las personas para regular las conductas en que
en la Constitución ni en las leyes. incurren y que pueden hacerles daño. Cuando al
A lo largo del siglo XIX, las principales potencias prohibicionismo se une el internacionalismo hu-
europeas, con el apoyo de Estados Unidos, empren- manitario, las naciones más desarrolladas se
dieron una serie de campañas humanitarias en con- arrogan el derecho a impedir que los habitantes de
tra de la guerra, la esclavitud, el tráfico de mujeres y otras naciones sigan usando sus escasos recursos en
niños, y a favor de diversas causas sociales. Estas bienes suntuarios o francamente peligrosos como
campañas fueron por lo general progresistas, aun- el alcohol y las drogas. En el caso de las drogas, la
que muchas de ellas tenían un claro matiz pater- institucionalización del control internacional tuvo
nalista. La lucha contra el alcohol fue uno de los sus orígenes en la preocupación de Estados Unidos
aspectos de ese nuevo internacionalismo humanita- por las secuelas negativas del consumo de opio en
rio. Así, dentro de la política de protección de las China y por su deseo de mejorar las relaciones con
“razas inferiores” que fundamentó los esfuerzos el país asiático12. Así, entre el 1o. y el 26 de febrero
contra la esclavitud, en 1890 se declaró al Congo de 1909 se reunió en Shanghai la Comisión Inter-
zona libre de alcohol, y en 1899 se aumentaron los nacional del Opio (International Opium Commission)
8 Ídem., pp. 154-155.
9 Clark, Norman. Ob. cit., p. 138.
10 Taylor, Arnold H. American Diplomacy and the Narcotics Traffic, 1900-1939. A Study in International Humanitarian
Reform. Durham: NC, Duke University Press, 1969, pp. 26-27.
11 El tercer rasgo es la convicción de que las revoluciones, aunque pueden ser justificables e incluso necesarias,
rápidamente pueden orientarse en una dirección peligrosa. Este peligro es particularmente agudo en el caso
de las revoluciones de izquierda. Véase Hunt, Michael H. Ideology and U.S. Foreign Policy. New Haven-Londres:
Yale University Press, 1987.
12 El afán estadounidense por mejorar las relaciones con China era jalonado por hombres de negocios –que
hacían cuentas alegres con la inmensidad de ese mercado– y misioneros protestantes. Véase La Feber, Walter
“The American Search for Opportunity, 1865-1913”. Vol. II. En: Cohen Warren I. (editor). The Cambridge
History of American Foreign Relations. Nueva York-Cambridge: Cambridge University Press, 1995, pp. 98-102.
8. estudios
con la asistencia de 13 países para discutir el pro- ven ningún motivo particular para odiarlos, puesto
blema chino del opio y –esa era la intención implí- que no son nunca ni sus esclavos ni sus dueños, su
cita de Estados Unidos y China– denunciar los corazón se inclina fácilmente hacia la benevolen-
tratados internacionales que le impedían a este cia. Se ocupan del interés general en primer lugar
último país regular las importaciones de opio. La por necesidad y después por elección. Lo que era
diplomacia antiopio adquirió un alcance global cálculo se hace instinto y, a fuerza de trabajar por
durante las tres Conferencias Internacionales efec- el bien de sus conciudadanos, finalmente adquie-
tuadas en La Haya entre 1911 y 1914, que sentaron ren el hábito y la afición de servirlos15.
las bases del actual sistema internacional de control
de las drogas13. Tocqueville afirma que esos principios existen y
se perpetúan porque corresponde al interés de sus
Las vicisitudes de la igualdad ciudadanos que así sea. Es el mismo argumento
La regulación de la conducta humana es con- que había empleado décadas antes Adam Smith:
tradictoria, o al menos es difícil de reconciliar, “No es de la benevolencia del carnicero, del cerve-
con los postulados de una sociedad que se procla- cero o del panadero que esperamos nuestra propia
ma a sí misma liberal. Por muchas deficiencias comida, sino de su consideración al interés propio.
que tenga, es indudable que Estados Unidos es un No nos dirigimos a su generosidad sino a su egoís-
país liberal, probablemente el más liberal que mo, y nunca les hablamos de nuestras necesidades
haya sobre la tierra. Desde el momento mismo de sino de su provecho”16. La mayoría de los habitan-
análısıs polítıco nº 46
su Declaración de Independencia, el 4 de julio de tes de Estados Unidos gozaba entonces de las con-
1776, este país se organizó en torno a unos princi- diciones propias de la ciudadanía, es decir, que se
pios modélicos para las demás naciones del mun- consideraban entre sí como seres iguales, portado-
do. Decían así los representantes reunidos en el res de derechos. Y esta ciudadanía existía, como
Segundo Congreso Continental: “Sostenemos afirmó el mismo Tocqueville, gracias a que los esta-
como certeza manifiesta que todos los hombres dounidenses dependían generalmente de sí mis-
fueron creados iguales, que su creador los ha mos para obtener su subsistencia: [7]
dotado de ciertos derechos inalienables, que en-
tre ellos se encuentran la vida, la libertad y la ¿Por qué en América, país de la democracia por
búsqueda de la felicidad”14. Y no eran sólo pala- excelencia, nadie hace oír contra la propiedad en
bras. Décadas después, Tocqueville, un observa- general esas quejas que a menudo resuenan en
dor que en principio no era sospechoso de Europa? ¿Es preciso decirlo? Es que en América no
simpatizar en exceso con la nueva nación por su hay proletariado. Como todos tienen unos bienes
doble condición de francés y aristócrata, recono- particulares que defender, reconocen en principio
ció la existencia de esos principios en la realidad: el derecho de propiedad. En el mundo político
sucede lo mismo. En América, el hombre del pue-
Las instituciones libres que poseen los habitantes blo ha concebido una idea elevada de los dere-
de Estados Unidos y los derechos políticos de que chos políticos porque tiene derechos políticos; no
tanto uso hacen, recuerdan a cada ciudadano con- ataca los de los otros para que no violenten los
tinuamente y de mil maneras que vive en sociedad. suyos. Y en tanto que en Europa ese hombre no
A cada momento encaminan su ánimo hacia la reconoce la autoridad soberana, el americano se
idea de que el deber y el interés de los hombres somete sin murmurar al poder del más inferior
están en hacerse útil a sus semejantes, y como no de sus magistrados17.
13 Los balbuceos de este sistema internacional se encuentran descritos en Lowes, Peter D. The Genesis of
International Narcotics Control. Ginebra: Librairie Droz, 1966.
14 Pero el término “felicidad” tenía un significado bastante particular entonces: “Felicidad no era aquí más que
una perífrasis de la adquisición y libre disposición de una propiedad”. Véase Barudio, Günter. “La época del
Absolutismo y la Ilustración (1648-1779)”. En: Historia Universal Siglo XXI. Vol. 25. México: Siglo XXI Editores,
1989, p. 347.
15 De Tocqueville, Alexis. La democracia en América, (edición crítica preparada y traducida por Eduardo Nolla).
Madrid: Aguilar, tomo II, 1989, pp. 144-145.
16 Smith, Adam. An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations. Nueva York-Oxford: Oxford
University Press, 1979.
17 De Tocqueville, Alexis. Ob. cit., tomo I, pp. 234-235.
9. Estados Unidos es el país liberal por excelen- sido idealizadas como el lugar de realización de la
cia, pero no por ello está exento de fuertes tensio- ciudadanía –la filiación entre las palabras es
nes entre sus ciudadanos, pues unos intentan significativa–; sin embargo, paradójicamente, las
imponer su visión del mundo y sus comporta- ciudades estadounidenses se han convertido en los
mientos sobre otros, mientras que la política exte- lugares de concentración de los marginados. Por su
rior estadounidense es paternalista hacia muchos parte, los blancos huyen a los suburbios, y con ellos
pueblos y naciones. La razón de esta aparente se llevan los impuestos que permiten financiar
contradicción es que sólo algunos de sus habitan- mejores servicios públicos y escuelas. En fin, esa
tes –blancos, por lo general protestantes y ciudadanía parcial o recortada permitió que en
anglosajones– han ejercido de manera plena la Estados Unidos un grupo de blancos y protestantes
ciudadanía. Otros muchos la han visto recortada, impusiese su visión del alcohol y las drogas sobre
o simplemente, como sucedió con los negros del otros grupos. De esta manera, el prohibicionismo
Sur hasta hace menos de cuatro décadas, padecie- puede ser considerado como una forma de racis-
ron su total negación. El mismo Tocqueville insis- mo, pues en parte es resultado de la existencia de
te en que la democracia de la cual está hablando una jerarquía racial.
no incluye al gran número de esclavos. El ejerci- Esta jerarquía de razas también fue evidente en
cio de la ciudadanía estuvo vinculado desde sus la dimensión internacional del control de las drogas.
orígenes a la idea de jerarquía racial, y por ello, Después de todo, la participación de Estados Unidos
cuando Estados Unidos se asomó al resto del en la construcción del régimen prohibicionista in-
análısıs polítıco nº 46
mundo desde finales del siglo XIX, vio como so- ternacional de las drogas fue una respuesta a los
cios naturales a las potencias europeas, y como problemas que enfrentó ese país en dos naciones
inferiores y sujetos de dominación a los países asiáticas. A fines del siglo XIX, el país nortea-
latinoamericanos y asiáticos. mericano había colonizado todo el territorio con-
Esta creencia en la supremacía es de vieja data: tinental, hasta el océano Pacífico. Su dinámica
expansiva parecía empujarlo hacia el otro lado del
[8] La presunción de superioridad de los pueblos blan- mar, hasta los países asiáticos. Allá estaba la China,
cos frente a las tribus de pieles rojas procedía de un el país más poblado del mundo. Era imperioso
cristianismo que predicaba ciertamente el amor al establecer relaciones comerciales con la nación
enemigo como mandamiento supremo, pero al asiática. Pero los chinos estaban agobiados por el
mismo tiempo proclamaba como misión: “¡Someted consumo de opio, y los tratados desiguales con las
la tierra!” (…) La realización de los ideales de la potencias occidentales les impedían prohibir su
Ilustración europea en suelo americano excluía a importación. China necesitaba ayuda para contro-
los indios y a los negros en tanto (...) éstos no eran lar su problema, y Estados Unidos tenía la inclina-
reconocidos como seres humanos en el sentido de ción y los medios para ayudar. Por otra parte, las
ciudadanos, propietarios y cristianos18. Filipinas fueron parte del botín que recibió Esta-
dos Unidos como resultado de su triunfo en la
Y así continúa siendo en gran medida, pese a los Guerra Hispanoamericana de 1898. Y en ese ar-
avances de las décadas posteriores a la Segunda chipiélago había una importante minoría de chi-
Guerra Mundial. Los indios permanecen relegados nos que fumaba opio. Estados Unidos,
en sus reservaciones, y los negros se concentran en estrenándose como potencia imperialista, quería
los guetos de los centros de las grandes ciudades, a congraciarse con los chinos y deseaba que sus
los cuales afluyen de manera creciente los latinos y nuevos súbditos del archipiélago filipino no con-
otras minorías étnicas. A lo largo del siglo XIX, los sumiesen opio.
inmigrantes escogían asentarse en barrios donde Para conseguir ambos objetivos y para impedir
predominaban sus nacionales, pero esto cambió que el opio llegase a su propio territorio era nece-
después de la Primera Guerra Mundial. Así, mien- sario crear un régimen internacional que regulase
tras que en el siglo XIX las divisiones dentro de las la producción y comercio de drogas desde otras
ciudades estaban determinadas por razones partes del mundo. Los activistas antidrogas estado-
étnicas, después de 1920 lo determinante fue la unidenses habían llegado a la conclusión de que
discriminación racial y de clase19. Las ciudades han el éxito de la legislación prohibicionista interna
18 Barudio, Günter. Ob. cit., pp. 345-348.
19 Véase Monkkonnen, Eric H. America Becomes Urban. The Development of U.S. Cities & Towns, 1780-1980. Berkeley-
Los Ángeles-Londres: University of California Press, 1988, pp. 204-205.
10. estudios
de su país –y de sus colonias, como Filipinas– impone sobre sus miembros unas pautas de con-
dependía de la cooperación de la comunidad ducta establecidas, al tiempo que hace responsa-
internacional, pues de nada servía contar con ble a cada individuo de su salvación. Así, aunque
leyes internas que prohibían el consumo y comer- en principio contradictorios, el comunitarismo y
cio de ciertas drogas si éstas seguían siendo pro- el individualismo están en la base misma de la
ducidas y exportadas en otros lugares del mundo. historia estadounidense.
Esto lo corrobora un estudioso, quien dice que La religión ha tenido una importancia decisiva
Estados Unidos en Estados Unidos. Esto fue justipreciado –otra
vez– por Tocqueville:
se vio impulsado a convocar la Comisión de
Shanghai, en parte por su actitud tradicional fren- América es (...) el lugar del mundo donde la reli-
te al comercio del opio, en parte por la influencia gión cristiana ha conservado más verdaderos pode-
de los misioneros en el Lejano Oriente, en parte res sobre las almas, y nada muestra mejor cuán útil
por sus problemas domésticos del opio, pero prin- y natural es al hombre que el país donde ejerce en
cipalmente debido a haber adquirido reciente- nuestros días el mayor imperio sea al mismo tiem-
mente las islas Filipinas. Así eran los Estados po el más ilustrado y el más libre (...) No se puede
Unidos: protestantes y prohibicionistas en poten- decir (...) que en los Estados Unidos la religión
cia, el nuevo rico descarado recién llegado al ejerza una influencia sobre las leyes ni sobre el
liderazgo de los consejos del mundo20. detalle de las opiniones políticas, pero dirige las
análısıs polítıco nº 46
costumbres, y al regir a la familia trabaja para or-
denar el Estado (...) Al mismo tiempo que la ley
L A P R O H I B I C I Ó N CO M O C R U Z A D A permite al pueblo americano hacerlo todo, la reli-
En esta segunda parte se examina la influencia gión le impide concebirlo todo y le prohíbe atre-
que ha tenido el protestantismo, y más en concre- verse a todo. La religión, que entre los americanos
to su vertiente puritana, sobre la cultura estado- no se inmiscuye nunca directamente en el gobier-
unidense. Pese a que el protestantismo insiste en no de la sociedad, debe ser considerada como la
[9]
la autonomía de la persona, también ha primera de sus instituciones políticas, pues si no
justificado controles muy estrictos sobre la con- les da el gusto por la libertad, les facilita singular-
ducta individual. A continuación, se consideran mente su uso (...) No sé si todos los americanos
los intentos de algunos movimientos religiosos tienen fe en su religión (¿quién puede leer en el
por prohibir la producción, venta y consumo de fondo de sus corazones?), pero estoy seguro de
alcohol en diferentes momentos de la historia del que la creen necesaria para el mantenimiento de
país norteamericano. las instituciones republicanas21.
Puritanismo y sobriedad Algunas de las primeras colonias se organiza-
El recorte de ciudadanía a la que se ven some- ron en torno a la práctica oficial de una religión.
tidas algunas minorías en los Estados Unidos se Fue lo que ocurrió en Virginia y Maryland con la
remonta al período anterior a la Independencia. Iglesia anglicana, y en Nueva Inglaterra, con ex-
Varias de las primeras colonias norteamericanas cepción de Rhode Island, con el Congrega-
fueron fundadas por comunidades protestantes cionalismo. Maryland fue fundada como colonia
tan radicales que ni siquiera pudieron cultivar su católica –la única– por los dos primeros lores
religión libremente en las naciones europeas don- Baltimore, pero sus habitantes fueron desde un
de había triunfado la Reforma. Así ocurrió con los principio mayoritariamente protestantes. En 1654,
puritanos, los cuáqueros y diversas sectas alema- esta mayoría protestante consiguió la derogación
nas. Estas comunidades migraron a Norteamérica de la Ley de Tolerancia aprobada en 1649. Poste-
para vivir su religión libremente. Constituyeron riormente los miembros de la casa Baltimore se
así virtuales teocracias, intolerantes en su interior, convirtieron al anglicanismo, no obstante lo cual
celosas de su autonomía, pero respetuosas de la la ciudad de Baltimore, la capital del estado de
autonomía de las demás comunidades. Una de las Maryland, sigue siendo hasta el presente una de
paradojas del protestantismo norteamericano es las ciudades estadounidenses con mayor número
esa intolerancia dentro de cada comunidad, que de católicos. En otras colonias la tolerancia fue la
20 Lowes, Peter D. Ob. cit., p. 14.
21 De Tocqueville, Alexis. Ob. cit., tomo I, pp. 283-284.
11. norma: en Rhode Island, en las colonias fundadas Dios se aplica tanto a las sociedades como a los
después de 1660 –las Carolinas, Nueva York, Nue- individuos... El principal elemento del patrimonio
va Jersey y Pennsylvania– y en el Viejo Oeste22. moral y religioso de los Estados Unidos fue el
Esta situación, así como la distribución de las puritanismo, con su profunda creencia en que la
distintas denominaciones religiosas, se vio profun- Iglesia debía influir sobre la sociedad y, de ser
damente afectada por las nuevas corrientes necesario, debía reformarla25.
migratorias que trajeron fieles de otras religiones,
y por las “grandes renovaciones”, esas oleadas que Hay quienes han querido ver en el puritanismo
periódicamente han sacudido al protestantismo. el antecedente de los movimientos prohibicionistas
Estas renovaciones –la primera tuvo lugar en la del siglo XIX. Es cierto que la moral puritana insis-
década de 1740– reavivaban la fe de bautistas, tió en la sobriedad, pero no en la abstinencia. De
metodistas y presbiterianos, pero también alimen- hecho, el licor fue un elemento importante de la
taban el sectarismo religioso, haciendo que, por vida social de los puritanos, aunque éstos siempre
ejemplo, Connecticut revocase en 1743 su Ley de insistieron en la moderación. Los movimientos
Tolerancia23. temperantes surgieron cuando el puritanismo
Aunque pocas décadas después el puritanismo original, aquel que colonizó Nueva Inglaterra,
desapareció como denominación religiosa, mu- había desaparecido26. Es posible que la prohibición
chos analistas consideran que su influencia aún sea en efecto heredera de la insistencia de los puri-
perdura en la cultura del país. Un historiador tanos en el autocontrol, pero en tal caso habría
análısıs polítıco nº 46
afirma que, en la medida que los pobladores de traicionado la confianza de los puritanos en la
Nueva Inglaterra se extendieron por el resto de capacidad de los individuos de beber sin perder el
Norteamérica, “la semilla del puritanismo, aligera- control de sí mismos.
da de su revestimiento teológico, se implantó por Los cambios sociales asociados a la Indepen-
todo Estados Unidos”24. De acuerdo con esta inter- dencia socavaron el poder de la vieja elite social,
pretación, la insistencia de los puritanos en la política, económica y religiosa. En respuesta a la
[10] sobriedad y el autocontrol pervive todavía, incluso pérdida de poder de la jerarquía calvinista, los
entre miembros de tradiciones religiosas ajenas al predicadores evangélicos reaccionaron con la
puritanismo. Más aún, hay quien se atreve a primera gran cruzada moral: el movimiento tem-
afirmar que este puritanismo explica en parte el perante. Esta cruzada tuvo lugar en medio de la
carácter particular de los reformistas seculares segunda “gran renovación” que sacudió a Nueva
estadounidenses: Inglaterra entre 1795 y 1835. El predicador
Lyman Beecher desempeñó un papel determinan-
Es difícil de decir hasta qué punto un puritanismo te tanto en la renovación religiosa como en el
regenerador difuso y secularizado (vague and movimiento temperante. A él se debe atribuir en
secularized Puritan transformationism) subyace a to- buena parte la asociación entre evangelismo y
dos estos movimientos [reformistas] típicamente reforma moral y social. En este período surgió
estadounidenses, pero sería difícil imaginar este una nueva clase de institución religiosa, la asocia-
persistente “complejo del entrometido” ción voluntaria de individuos privados con fines
(interferiority complex) estadounidense sin la misioneros, reformistas y filantrópicos. Se trataba
subestructura de la preocupación puritana por de organizaciones fundadas por miembros de
mejorar las costumbres de este mundo y su insis- varias denominaciones protestantes, por lo gene-
tencia “teocrática” en que el gobierno moral de ral de clase media. Pese a que tales organizaciones
22 Se trata del primer “Oeste” que encontraron los colonos norteamericanos, el cual comprendía el interior del
país, pocos kilómetros más allá de la costa, hasta los montes Apalaches.
23 Morison, Samuel Eliot; Commager, Henry Steele y Leuchtenburg, William E. The Growth of the American
Republic. Nueva York: Oxford University Press, 7a. ed., Vol. I, 1980, pp. 107-108.
24 Degler, Carl N. “La formación de una potencia (1600-1860)”. En: Historia de Estados Unidos. Tomo I.
Barcelona: Editorial Ariel, p. 29.
25 Ahlstrom, Sidney E. A Religious History of the American People. New Haven-Londres: Yale University Press, 1972,
pp. 428, 787.
26 Gusfield, Joseph R. Symbolic Crusade. Status Politics and the American Temperance Movement. Urbana-Chicago:
University of Illinois Press, 2a. ed., 1986, p. 36.
12. estudios
eran independientes de toda Iglesia, lo cierto es sociedad y distraer a los protestantes de los pro-
que permitieron que la jerarquía religiosa, y en blemas intelectuales y las disensiones internas,
general la vieja aristocracia, mantuviese el control comprometiéndolos en campañas morales y espi-
sobre las crecientes clases medias. Algunos activis- rituales que exigían toda su energía y grandes
tas del movimiento misionero fundaron en recursos económicos. Las cruzadas que más aten-
Boston, en 1826, la Sociedad Estadounidense para ción recibieron fueron la temperancia y la labor
la Promoción de la Temperancia (American Society misionera en el extranjero. Esta última estuvo
for the Promotion of Temperance), que desde 1836 acompañada por la convicción de que Estados
defendió la abstinencia total. En 1851, el Estado Unidos debía cumplir la responsabilidad, para
de Maine aprobó la primera ley prohibicionista, y con el resto del mundo, que Dios le había enco-
a partir del año siguiente varios estados siguieron mendado. Las dos últimas décadas del siglo XIX
su ejemplo. Los reformadores extendieron su supusieron el clímax del movimiento misionero
rigor moral a otras causas como el descanso domi- protestante en el extranjero, y en él participaron
nical, la prohibición del baile y el teatro, las lote- tanto clérigos como laicos. En 1893, Josiah Strong,
rías, la obscenidad, las malas palabras, etc.27 Fue el secretario general de la rama estadounidense
precisamente a principios del siglo XIX cuando de la Alianza Evangélica, describió a su país como
“el puritano empezó a ganar su reputación como la “nueva Roma” cuyo destino era “anglosajonizar”
un legalista entrometido, estrecho de mente, (anglo-saxonize) al mundo entero. Y afirmó: “No
amargado y algo latoso”28. pido que salvemos a Estados Unidos por el bien
análısıs polítıco nº 46
La Guerra Civil de 1861 a 1865 produjo des- de Estados Unidos, sino que salvemos a Estados
trucción y muerte a gran escala, y dividió por Unidos por el bien del mundo”. De esta forma, los
completo al viejo establecimiento protestante. El eclesiásticos contribuyeron a sentar las bases de la
medio siglo posterior fue un período de rápido intervención de su país en los asuntos del mundo
cambio económico y social producido por las a partir de 1898. Los misioneros, con sus prejui-
revoluciones urbana e industrial. Esto generó una cios y estereotipos, se convirtieron en la ventana
ampliación de las diferencias entre el Norte y el de Estados Unidos sobre el mundo no occidental: [11]
Sur del país, entre el Este y el Oeste, entre la ciu- China, Japón, India, África. Tuvieron gran in-
dad y el campo, entre liberales y fundamentalistas. fluencia sobre el Departamento de Estado, y mu-
Sin embargo, el gobierno y la política no estuvie- chos de sus hijos se convirtieron en diplomáticos
ron a la altura de los nuevos retos. El problema o en académicos especializados en otras regiones
fue complicado por un cambio en los patrones de del mundo29.
la inmigración. Los nuevos llegados eran de na- Muchos protestantes creían que el catolicismo
cionalidades y religiones diferentes a sus predece- y el modo de vida estadounidense eran por princi-
sores. Italianos, irlandeses, eslavos, judíos, pio incompatibles. Muchos católicos estaban de
católicos y ortodoxos hicieron sentir acorralados a acuerdo, y deseaban vivir lo más alejados que
muchos protestantes. Éstos recurrieron al pudieran de la cultura dominante. Los más mili-
“nativismo”, pidieron restringir la inmigración y tantes a este respecto fueron los católicos alema-
se comprometieron con reformas políticas que nes, que tenían su centro en el medio-oeste, en
estaban interesadas menos en los ideales demo- ciudades como Milwaukee, Chicago y San Luis.
cráticos que en mantener a los “mejores hombres” Los polacos pensaban lo mismo, aunque todavía
en el poder. A su vez, las iglesias se vieron profun- eran pocos en la década de los años 1880. La Igle-
damente divididas por la aparición de nuevas sia católica estaba dominada entonces por los
corrientes de pensamiento, particularmente por irlandeses, quienes, debido a su conflicto histórico
la crítica histórica de la Biblia y por el evolucionis- con los británicos, se definían a sí mismos por
mo darwiniano. oposición a la cultura anglosajona. Por ello, la
En estas décadas, hombres y mujeres, sobre mayoría de los religiosos irlandeses consideraban
todo del Norte, lucharon por movilizar las masas toda participación en la vida del país que no fuese
protestantes en torno a diversas causas. Las igle- obligatoria como una traición a su herencia.
sias protestantes organizaron cruzadas de diverso Roma, que no comprendía la cultura estadouni-
tipo, con el fin de restablecer su posición en la dense ni aceptaba las tradiciones democráticas,
27 Ahlstrom, Sidney E. Ob. cit., pp. 415-428.
28 Ídem., p. 428.
29 Ídem., pp. 8, 733, 734 y 848-866.
13. alimentaba estas concepciones. Pero entre alema- Pero no pasó mucho tiempo para que diese ini-
nes e irlandeses había un conflicto profundo. Los cio la segunda oleada temperante. El elemento más
alemanes eran minoría, pero estaban en mejores característico de este período fue la participación en
condiciones económicas y resentían la domina- la política electoral de los activistas contra el alcohol.
ción irlandesa de la Iglesia. Casi todos los alema- Por iniciativa de la Gran Logia de los Buenos Tem-
nes, incluidos sus religiosos, bebían cerveza. Por plarios (Grand Lodge of Good Templars), en septiem-
su parte, los prelados irlandeses eran fervientes bre de 1869 se realizó una convención a la cual
temperantes debido al daño que la bebida hacía asistieron delegados de 19 estados, y en la que se
en sus comunidades. Pese a sus diferencias en este decidió la creación del Partido Prohibicionista. El
tema, irlandeses y alemanes vieron con preocupa- primer documento oficial del Partido, “An Address
ción las actividades de la Liga Contra las Taber- to the People of the United States”, decía:
nas, de orientación protestante, y finalmente la
aprobación de la decimoctava Enmienda unificó a La suerte del esclavo literal, a quien otros han
los católicos en contra del prohibicionismo30. esclavizado, es bastante dura; sin embargo, es un
paraíso comparada con la suerte de quien se ha
Tres etapas prohibicionistas esclavizado a sí mismo, en particular con aquel
La más grande de las cruzadas protestantes, la que es un esclavo del alcohol (...) La única salva-
que convocó los esfuerzos de un mayor número de ción del alcoholismo es la abstinencia total de
activistas pertenecientes a un espectro más amplio bebidas embriagantes (...) La existencia de las
análısıs polítıco nº 46
de denominaciones, fue la realizada contra el alco- tabernas (...) es el peligro más grande para la per-
hol. Los éxitos y fracasos de esta campaña afectaron sona y la propiedad, porque es la fábrica principal
casi todos los aspectos de la vida nacional. El movi- de incendiarios, locos y asesinos.
miento contra el alcohol fue un elemento funda-
mental del debate político durante la segunda mitad Sin embargo, en un principio el Partido tuvo
del siglo XIX y las tres primeras décadas del siglo un crecimiento muy lento. El movimiento retomó
[12] XX, aunque es necesario distinguir tres etapas dife- su impulso gracias a la labor de un grupo femeni-
rentes en su historia. La primera tuvo lugar en las no del Estado de Ohio. El 24 de diciembre de
décadas anteriores a la Guerra Civil. De particular 1873, un grupo de 70 mujeres de Hillsboro, al sur
importancia fue la labor que realizó en este período de Ohio, se situaron al frente de una taberna del
el Frente Evangélico Unido (Evangelical United pueblo y, tras ahuyentar a sus clientes mediante
Front), que había sido creado durante la segunda plegarias y súplicas, obligaron a su propietario a
“gran renovación”, y cuyo objetivo era hacer de cerrar. Luego hicieron lo mismo con las demás
Estados Unidos el más grande ejemplo de una au- tabernas del pueblo. La prensa les dio amplio
téntica república protestante. Con ese fin se creó cubrimiento, y el público sus simpatías. De esta
una asociación voluntaria de miembros de las dife- forma nació la Cruzada Femenina (Women’s
rentes denominaciones protestantes para cada obje- Crusade), que luego se extendió al resto de Ohio y
tivo: lucha contra la esclavitud, oposición a la a otros estados. Fue tal su éxito que en 1874 dismi-
influencia del Vaticano, labor misionera, fin de los nuyeron los ingresos fiscales por concepto de
duelos armados, escuelas dominicales, temperancia, alcohol. Aunque la Cruzada perdió impulso al
etc. El primer Estado que prohibió la venta de licor cabo del año, consiguió revitalizar el movimiento
fue Maine, en 1851. En los años siguientes, otros 13 temperante y, sobre todo, le confirió a las mujeres
estados del Norte y del Oeste adoptaron la prohibi- estadounidenses un papel en los asuntos públicos
ción imitando el modelo legislativo de Maine. Sin que nunca más perdieron. La feminista Mary
embargo, para fines de la misma década la mayor Livermore diría retrospectivamente: “Ese levanta-
parte de los estados habían derogado sus leyes miento fenomenal de mujeres en el sur de Ohio
prohibicionistas. Así, en 1865, cuando la guerra elevó su condición a un nivel más alto y las sacó
acabó, tan sólo dos estados, Maine y Massachusetts, de la sumisión en la que padecieron un dolor
eran “secos”, y poco después incluso Massachusetts inenarrable”32. En noviembre de 1874, en la ciu-
revocó su legislación al respecto31. dad de Cleveland, Ohio, delegadas de 17 estados
30 Ídem., pp. 828-831.
31 Ídem., p. 867; Kobler, John. Ardent Spirits: The Rise and Fall of Prohibition. Nueva York: Da Capo Press, 1993,
capítulos 1-4.
32 Ahlstrom, Sidney E. Ob. cit., p. 868.
14. estudios
fundaron la Unión Temperante Cristiana de Mu- League), que había sido fundada en 1895 y que
jeres (Women’s Christian Temperance Union, WCTU), asumió el liderazgo del movimiento temperante
cuyo objetivo era, como lo indica su nombre, hacia 1905. Incluso la WCTU, debilitada tras la
establecer la prohibición. En 1881 llegó a la presi- muerte de Frances Willard, se convirtió en poco
dencia de esta organización Frances Willard, “una más que el apéndice femenino de la Liga. Los
metodista leal y ortodoxa”, como se definió a sí miembros de organización se agrupaban en ligas
misma. Willard hizo de la WCTU la organización locales, regionales y estatales, y se comprometían
femenina más importante que hubo en Estados a votar por quien decidiera la organización. El
Unidos en ese siglo. En lugar de concentrarse poder derivado del control de un número impor-
exclusivamente en el tema de la prohibición, tante de votos disciplinados le permitió a la Liga
como hasta entonces lo había hecho la WCTU, introducir la prohibición en la agenda de todas
Willard hizo un mayor énfasis en otros problemas las legislaturas estatales. Así, la prohibición, que
sociales, incluido el derecho de la mujer a votar. estaba vigente en apenas tres estados en 1906, se
Su éxito radicó en el vigor de su campaña y en su extendió a 23 para 1916. En 17 de estos estados la
enfoque en las dos instituciones donde le era más prohibición fue aprobada mediante plebiscito. El
fácil acceder a las mujeres: el hogar y la iglesia. movimiento siguió su curso, y en enero de 1919 ya
Deseosa de ampliar su influencia, Willard qui- eran 36 estados los que contaban con leyes en
so poner los recursos de la WCTU al servicio de contra del alcohol. Sin embargo, tan sólo 13 de
alguno de los partidos políticos. Pero tras haber ellos, que comprendían un séptimo de la pobla-
análısıs polítıco nº 46
sido rechazada en las convenciones de los dos ción del país, contaban con una legislación estric-
partidos mayoritarios, el demócrata y el republica- tamente prohibicionista; los demás estados
no, la Unión decidió apoyar al Partido establecían excepciones tales como la posibilidad
Prohibicionista en las elecciones de 1884. El res- de importar licor o producirlo de forma casera.
paldo de la WCTU fortaleció al Partido Hasta el momento toda la legislación conside-
Prohibicionista, y pudo haber sido un elemento rada había sido estatal. En aquel entonces la
decisivo en los resultados de ese año. Aunque los autonomía de los estados era más amplia, y se [13]
prohibicionistas sólo obtuvieron el 1,5% del total entendía que eran ellos los llamados a regular el
de la votación, en Nueva York le restaron votos consumo de alcohol, y que el Congreso federal
esenciales al candidato republicano James G. no tenía la facultad de expedir leyes al respecto.
Blaine, permitiendo la elección del demócrata Por tanto, la única alternativa para establecer la
Grover Cleveland. La Unión aprendió a influir en prohibición en el ámbito nacional era mediante
la política, y en los años siguientes practicó este una reforma de la Constitución. La primera vez
arte con una efectividad no vista antes en los Esta- que el Congreso consideró una enmienda consti-
dos Unidos. Para 1896, Willard había orientado tucional prohibicionista fue en 1914, la cual fue
sus simpatías hacia el Partido del Pueblo, más aprobada por la Cámara de Representantes por
conocido como Populismo (Populism), que tenía un estrecho margen de 197 votos a favor y 190 en
su origen en los productores agrícolas del Sur y el contra, lejos de las dos terceras partes requeri-
Oeste del país. Trató entonces infructuosamente das. En diciembre de 1917, un nuevo proyecto
de unir los partidos Prohibicionista y Populista redactado por la Liga Contra las Tabernas fue
bajo una única organización que incluyese entre aprobado por el Congreso. Pasó entonces a con-
sus objetivos la temperancia y el sufragio femeni- sideración de los estados, que completaron las
no. Luego luchó junto con otros políticos inde- ratificaciones necesarias en enero de 1919, con
pendientes por crear un único gran partido lo cual la decimoctava Enmienda pasó a hacer
reformista. Pero su salud ya era mala, y murió en parte de la Constitución. La Enmienda establecía
189833. que un año después de su ratificación quedarían
Fue durante la tercera oleada temperante que prohibidas “la manufactura, venta o transporte
tuvo lugar al suceso más conocido, y que repre- de licores embriagantes, su importación y su
sentó tanto el clímax como el final de los intentos exportación en Estados Unidos y en todo territo-
por controlar el alcohol: la Prohibición, por anto- rio sujeto a su jurisdicción”, y confería al Congre-
nomasia. En esta etapa tuvo una importancia deci- so y a los estados “poder concurrente para
siva la Liga Contra las Tabernas (Anti-Saloon aplicar este artículo mediante la legislación apro-
33 Ídem., pp. 868-870; Hofstadter, Richard. The Age of Reform: From Bryan to F. D. R. Nueva York: Vintage Books,
1955, capítulo 2.
15. piada”. Nótese que la Enmienda no hace referen- embriaguez: aquellos que consideraban que era
cia alguna al consumo34. una enfermedad y veían por tanto al consumidor
En octubre de 1919, tres meses antes de que la como una víctima, y aquellos que creían que la
decimoctava Enmienda entrase en vigencia, el embriaguez era un vicio de la voluntad y por tanto
Congreso aprobó la Ley de Prohibición Nacional era atribuible a la responsabilidad –o falta de ella–
(National Prohibition Act), comúnmente conocida del bebedor. En general, los prohibicionistas pen-
como Ley Volstead. Sus propósitos eran reglamen- saban que la embriaguez era una enfermedad y
tar la prohibición y regular “la manufactura, pro- veían en el consumidor a una víctima impotente
ducción, consumo y venta de alcoholes de alta de la inmoralidad y la codicia de productores y
graduación con propósitos distintos a la bebida”. vendedores. De acuerdo con esta línea de pensa-
La aplicación de esa ley, incluyendo la expedición miento, el bien común requería la afectación de
de licencias, la prevención de infracciones y el los intereses económicos involucrados en la fabri-
arresto de transgresores, le fue confiada el Depar- cación y venta de licor. En una sociedad tan celosa
tamento del Tesoro, que para el efecto creó una de la propiedad privada como la estadounidense,
Oficina de Prohibición (Prohibition Bureau). Esta los prohibicionistas no deseaban ser identificados
Oficina inició operaciones con 1500 agentes sin como enemigos de las libertades económicas, más
entrenamiento y mal pagados; su incompetencia y aún cuando los bolcheviques acababan de llegar
venalidad fueron proverbiales. Pero la principal al poder en Rusia. Por ello, insistieron en que los
fuente de problemas en la aplicación de la ley empresarios no relacionados con el licor se verían
análısıs polítıco nº 46
fueron las excepciones y garantías que ofrecía la favorecidos con la mayor productividad que po-
ley misma. Algunas eran inevitables. El alcohol dría alcanzar una mano de obra abstemia. Ade-
puro es una materia prima de muchos procesos más, hicieron todo lo posible por asimilar su
industriales, por lo que muchas empresas obtuvie- causa a la lucha contra la esclavitud, pues ese
ron permisos para fabricarlo y venderlo, e inevita- tráfico malvado había sido destruido y los dueños
blemente parte del alcohol se desvió a la desposeídos, sin por ello amenazar los legítimos
[14] producción de licor. Otras excepciones, sin em- derechos de propiedad de otros propietarios. Para
bargo, crearon muchas dudas en torno al compro- hacer aún más adecuada la comparación, equipa-
miso real del gobierno con el prohibicionismo. raron la esclavitud física con la esclavitud al alco-
Así, por ejemplo, se permitió la producción de hol, pese a que esto suponía desconocer que, en
cerveza con un contenido alcohólico hasta del el caso de la embriaguez, el “esclavo” tenía una
0,5%, lo que mantuvo una capacidad instalada participación muy activa en su “enajenación”.
que fácilmente podía fabricar una bebida más El triunfo de los prohibicionistas había sido
fuerte. Por otro lado, la elaboración de licor para abrumador, y los efectos de la Prohibición fueron
el consumo doméstico no fue declarada ilegal. notables: 170 mil tabernas desaparecieron y el
Así, algunas personas instalaron pequeños alambi- consumo de alcohol descendió entre un 33 y un
ques para producir alcohol para su consumo pro- 50%. La disminución en el consumo fue más fuer-
pio, siendo prácticamente imposible impedirles te entre la clase trabajadora, que no podía permi-
las ventas ocasionales. Esto también propiciaba tirse pagar los precios más elevados del licor de
que algunos criminales estableciesen pequeños contrabando. Pero mucha gente debió ir a la cár-
negocios de fabricación de alcohol para la venta cel para hacer posible el éxito de esta política. De
ilegal. La industria casera del vino era tan próspe- los más de 12 mil prisioneros que cumplían con-
ra que la superficie de los viñedos de California denas a largo plazo en las prisiones federales en
aumentó siete veces en los primeros cinco años de 1930, el grupo más grande, con una tercera parte
la Prohibición. del total, lo constituían quienes habían violado la
Las inconsistencias de la Ley Volstead tenían su legislación sobre el alcohol35. Además, había gran-
origen en la concepción de embriaguez de los des grupos que no estaban de acuerdo con los
prohibicionistas y en la ambigüedad del legislativo prohibicionistas. Los productores y comerciantes
estadounidense frente a la propiedad privada. de licor, un buen número de demócratas y habi-
Existían dos posiciones principales frente a la tantes de ciudades, los católicos, los inmigrantes
34 Hamm, Richard F. Shaping the Eighteenth Amendment: Temperance Reform, Legal Culture, and the Polity, 1880-1920.
Chapel Hill-Londres: The University of North Carolina Press, 1995, capítulo 8.
35 Sinclair, Andrew. Ob. cit., pp. 212-440 (nota 122).
16. estudios
irlandeses, italianos, judíos y eslavos, hacían parte Republicano no sólo dominaba la política estado-
de quienes se oponían a la Prohibición y sentían unidense desde la Guerra Civil, sino que encarnaba
que se les oprimía con ella. la prosperidad de los años 192036. También apoya-
Los primeros que se movilizaron en contra de ban la Prohibición 43 de los 48 gobernadores, 80
la Prohibición fueron los plutócratas que decían de 96 senadores y 328 de 424 representantes.
que la pérdida de ingresos fiscales generados por Hoover creó la Comisión de Aplicación y Cumpli-
el alcohol les obligaba a pagar más impuestos. Por miento de la Ley (Comission of Law Enforcement and
ello, algunos de los hombres más ricos de Estados Observance), que tras dos años de trabajos emitió un
Unidos contribuyeron a la financiación de la Aso- informe en apoyo a la Prohibición. En 1929,
ciación Contra la Enmienda Prohibicionista William Randolph Hearst, uno de los opositores
(Association Against the Prohibition Amendment, más famosos de la Prohibición, juzgaba que su
AAPA), la primera organización creada con el fin abolición no iba a conseguirse jamás. No existía el
de promover la revocatoria de la decimoctava apoyo necesario, y hasta entonces ninguna parte de
Enmienda. La AAPA emprendió una campaña la Constitución había sido derogada.
publicitaria en la cual atizó el temor de los empre- Pero la Gran Crisis de los años treinta hizo
sarios frente a la confiscación de la propiedad posible lo que parecía imposible. De pronto,
privada, y contribuyó a establecer aquella leyenda cuando de un momento a otro se perdía un 40%
según la cual la Prohibición trajo un auge del de los empleos industriales, uno de los argumen-
crimen y de los homicidios sin precedentes en tos preferidos de los prohibicionistas, que la
análısıs polítıco nº 46
Estados Unidos. Aunque es cierto que las organi- pobreza y el desempleo tenían como una de sus
zaciones criminales se fortalecieron en este perío- causas la bebida, se evidenció como falso. Ade-
do, ya estaban bien consolidadas antes de la más, los empleos y los impuestos generados por
década de 1920, y durante la vigencia de la Prohi- el alcohol fueron más relevantes que nunca. De
bición no hubo un aumento significativo de los un momento a otro, el Prohibicionismo colapsó.
crímenes no relacionados con el alcohol. La Y con él se fue todo un mundo, el de un Estados
AAPA pedía la no criminalización de los consu- Unidos homogéneo, blanco, protestante, rural, [15]
midores, pero no promovía una completa libera- tradicional. Un historiador ha dicho que ese
lización del comercio de licor. Esta organización viejo país enfrentó y perdió sus grandes batallas
estaba de acuerdo conque el Estado regulase el en los años veinte, esa “década tumultuosa de
comercio y gravase fuertemente las bebidas, so- prohibición, inmigración, evolución, jazz, Ku
bre todo las más fuertes. Su meta era establecer Klux Klan, faldas cortas, películas, Al Smith y la
una política que fuese tan estricta como para que Gran Crisis”37.
el consumo de bebidas embriagantes no constitu- Durante su campaña presidencial, el demócra-
yese una amenaza a la sociedad, pero ta Franklin D. Roosevelt prometió derogar la deci-
suficientemente laxa como para que pudiese ser moctava Enmienda y revivir así una industria que
aplicada de manera efectiva y con el apoyo de la generaría trabajos e ingresos fiscales. Luego de la
ciudadanía. elección de Roosevelt, en febrero de 1933 el Con-
Sin embargo, la firmeza de la Prohibición esta- greso aprobó una enmienda constitucional que
ba más allá de toda duda, no obstante la labor de seguía estrechamente un proyecto de la AAPA que
la AAPA y los escándalos que rodeaban a la había recibido el respaldo del Presidente electo.
Oficina de Prohibición del Departamento del La enmienda fue enviada entonces a los estados
Tesoro. Sus partidarios arrasaron en las elecciones para su ratificación. El 13 de marzo de 1933, nue-
de 1928. El republicano Herbert Hoover, quien ve días después de su posesión, el Presidente
fue elegido presidente, era partidario de la Prohi- Roosevelt propuso al Congreso un proyecto de ley
bición. Su adversario demócrata era Alfred Smith, que legalizaba la venta de cerveza, el cual fue
de origen irlandés y el primer católico en obtener rápidamente aprobado. Entre tanto, los estados
una nominación presidencial. Smith era “moja- ratificaban la enmienda constitucional a paso
do”, y como gobernador de Nueva York consiguió vertiginoso: las 35 ratificaciones necesarias fueron
en 1923 la derogación de la ley prohibicionista alcanzadas el 5 de diciembre de 1933. Entró así en
estatal. Su derrota era previsible, pues el Partido vigor la vigesimoprimera Enmienda, que en esen-
36 Leuchtenburg, William E., The Perils of Prosperity, 1914-1932. Chicago-Londres: The University of Chicago
Press, 2ª ed., 1993, pp. 217, 229-240.
37 Ahlstrom. Ob. cit., p. 8.
17. cia revocaba la decimoctava Enmienda aprobada doble filo. Los derivados del opio, en particular,
en 1919. Esta es la única vez que una parte de la revelaron ser muy adictivos. Pero esto sólo se supo
Constitución de Estados Unidos ha sido derogada. luego que muchas personas se hubieran habitua-
Aunque el gobierno federal mantuvo la responsa- do a las drogas. Por lo general, los primeros adic-
bilidad de regular la producción de alcohol y tos llegaron a serlo luego de que empezaran a
prevenir su producción ilegal, la mayor parte de consumir drogas por consejo de su médico o por-
las cuestiones relativas a la bebida quedaron a que se autorrecetaban, y tras usarlas por un tiem-
partir de entonces en manos de los estados38. po se daban cuenta de que no podían dejar de
hacerlo. Fue entonces, a fines del siglo XIX, que
PROHIBICIÓN Y GUERRA DE LAS DROGAS la adicción empezó a ser considerada como un
Según se vio en la sección anterior, en el curso problema.
de la historia estadounidense han tenido lugar Ha sido en Estados Unidos donde se han realiza-
varias oleadas de prohibicionismo del alcohol, y do más y mejores estudios sobre la historia de las
uno de los principales factores de ese prohibi- drogas ilegales y su consumo39. Estos estudios dicen
cionismo han sido las razones religiosas y morales. que la Guerra Civil creó la primera epidemia de
Más recientemente, cuando el hombre pudo ex- acción en el país debido a la indiscriminada pres-
traer los principios activos o alcaloides de deter- cripción de opiáceos para las heridas y para enfer-
minadas plantas, dispuso de drogas muy medades como la disentería, y a que la reciente
poderosas, que además eran extremadamente invención de la jeringa hipodérmica permitió la
análısıs polítıco nº 46
adictivas. Se quiso entonces regular o prohibir el aplicación fácil y rápida de la droga. Como conse-
consumo no terapéutico de esas drogas, en un cuencia, muchos soldados se habituaron a la
ejercicio de ingeniería social que dio lugar a la morfina, y los veteranos constituyeron el primer
“guerra contra las drogas” de décadas recientes. grupo significativo de adictos. En las siguientes déca-
En un principio la prohibición de las drogas se das, otros dos grupos sociales particularmente pro-
alimentó de las mismas intolerancias y discrimina- pensos a la adicción fueron los profesionales de la
[16] ciones que dieron origen a la prohibición del salud y las mujeres. Pero el problema era generali-
alcohol, pero en años recientes ha encontrado su zado, ya que las drogas eran fáciles de obtener y
razón de ser en el apoyo popular. muy baratas: un adicto sólo gastaba unos pocos
centavos al día en opio, bastante menos de lo que
Hacia la prohibición de las drogas gastaba un alcohólico. De acuerdo con los regis-
Desde hace miles de años el hombre consume tros de importación, a partir de 1860 la disponibi-
sustancias que alteran su estado de ánimo. El lidad de opiáceos aumentó mucho más rápido
alcohol es una de ellas. En el siglo XIX, los avan- que la población. Los registros muestran una
ces de la ciencia permitieron extraer el principio disminución de las importaciones legales a partir
activo de plantas como la adormidera y la hoja de de 1900, cuando aparecieron las primeras restric-
coca. El hombre dispuso así de drogas como la ciones al consumo de opio en el ámbito estatal.
morfina, la heroína y la cocaína, que eran mucho Muy seguramente la reducción de las importacio-
más poderosas que las conocidas hasta entonces. nes fue compensada en todo o en gran parte por
Como los principales centros de investigación un incremento del contrabando.
química del siglo XIX estaban en Alemania, fue Además de la morfina, hubo otra droga que
en ese país donde se obtuvieron los alcaloides del causó problemas en Estados Unidos en las últimas
opio y la coca. En un principio, los profesionales décadas del siglo XIX: el opio de fumar. A dife-
de la medicina recibieron las nuevas drogas con rencia de la morfina, la profesión médica no des-
gran entusiasmo. Por fin se disponía de anesté- empeñó papel alguno en la popularización de
sicos potentes, que podían ser aplicados en dosis esta droga. El hábito de fumar opio fue traído por
precisas, y cuyos efectos eran predecibles. Pero los chinos, que a partir de la década de 1850
pronto se reveló que estas drogas eran un arma de empezaron a llegar en gran número a Estados
38 Aaron, Paul y Musto, David. “Temperance and prohibition in America: A historical overview”. En: Moore,
Mark H. y Gerstein, Dean R. (editores). Alcohol and Public Policy: Beyond the Shadow of Prohibition. Washington:
National Academy Press, 1981, pp. 157-173.
39 Un excelente ejemplo es Courtwright, David T. Dark Paradise: Opiate Addiction in America Before 1940.
Cambridge-Londres: Harvard University Press, 1982.