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CONOCIMIENTOS


  La llamada de Cthulhu




  Una partida de robroy en PlataformaRol
REPARTO:
Scott Sallieri           Reshpu

Jack R. Clancy           Figaro

Dieter Hartwig           Complete

Bob Baker Bridge         Thalantyr_Capacaída




ÍNDICE:
3                  Scott Sallieri

9                  Jack Clancy

14                 Bob Baker

20                 Dieter Hartwig

26                 Dieter y Bob

37                 El caso Frank Charlton
INTRODUCCIÓN (Scott Sallieri)
Universidad Miskatonic - Arkham, Massachussets
3 de mayo de 1924 - 6:54 am

Scott Sallieri era un joven y   prometedor profesor que por fin había visto cumplido su
sueño de impartir clases, y     nada menos que en la Universidad Miskatonic. El curso
llegaba a su fin, pero ya le    habían confirmado que continuaría en su puesto el año
siguiente. Impartía clases de   antropología y, en general, estaba muy satisfecho con sus
alumnos.

Aquella mañana acudió a su clase como hacía a diario, pero se palpaba algo extraño
en el ambiente. Había cierto revuelo por los pasillos. Estudiantes y profesores hacían
comentarios y en sus rostros se podía leer sorpresa y preocupación. El profesor Sallieri
no tardó en enterarse de lo sucedido: un alumno acababa de encontrar el cuerpo sin
vida de un alumno en la escalinata de la biblioteca. La policía no tardó en llegar a la
Universidad y aunque hubo rumores de suspender las clases esa mañana, finalmente
se decidió no hacerlo. No obstante, las aulas no se llenaron. El morbo era un arma
demasiado poderosa y además, cualquier excusa era buena para pelarse una clase.
Incluso a Scott le hubiera gustado saber algo más sobre lo que había sucedido y a fe
que lo haría después de su clase.

Finalizada la hora, la mayoría de los alumnos abandonó la sala con prisa y
comentanado entre ellos la noticia. Sin lugar a dudas, aquella fue la peor clase que
había impartido Sallieri, peor incluso que la primera a la que se enfrentó, y es que el
ambiente no fue el más adecuado.

En la puerta le estaba esperando el profesor Henry Armitage, uno de los miembros
más veterano y respetado del campus y que había apostado por Scott para que
impartiera clases pese a su corta edad. El joven profesor se apresuró en recoger sus
cosas para reunirse con él y tras un cortés saludo, Armitage le invitó a su despacho,
donde comenzaron a charlar sobre lo ocurrido.

Armitage: Supongo que ya se habrá enterado de lo sucedido - Scott asintió - Es
horrible, espero que la policía encuentre al culpable cuanto antes... Se preguntará por
qué he querido hablar con usted. Pues bien, el motivo es su afición a las ciencias
ocultas. Tal vez sea una locura, pero... Espera, empezaré por el principio. La víctima es
Frank Charlton, un estudiante de filosofía, pero que además asistía a un curso de
Metafísica Medieval y al parecer se interesaba por el ocultismo. Seguramente no tendrá
nada que ver con eso, pero dado su interés en los temas esotéricos, quizás usted
pueda hacer algunas indagaciones. Extraoficialmente, por supuesto. El forense del
condado, el doctor Whitby Lodge se ha encargado de la autopsia, asistido por nuestro
experto, el doctor Morton Waldron. Puede ser un buen punto para comenzar. Y si fuera
necesario, no sería complicado buscar un profesor suplente por unos días. ¿Qué me
dice?

El profesor Armitage fue clave para que Scott Sallieri ejerciera de profesor y ahora le
mostraba su confianza en ese feo asunto. Parecía una gran oportunidad.

----------

Off-rol:
Bueno, es de suponer que Scott aceptará la quot;granquot; oferta.

De momento, iréis por libre y llegado el caso ya se unirán los personajes. Por ahora
puedes hablar con Armitage si quieres, o comenzar a investigar por ahí. Tienes total
libertad.



Respuesta Scott
Scott comenzó a pasearse de un sitio a otro dentro del despacho del profesor
Armitage, era una manía que tenía cuando pensaba en algo. Esta era una gran
oportunidad de salir del círculo de la enseñanza para empezar a aplicar sus
conocimientos de forma real… aunque le hubiera encantado aplicar primero lo que
sabía sobre antropología y no sobre ocultismo, pero todo valía.

- Profesor, con gusto acepto su oferta, aunque no la acabo de comprender…
un alumno es encontrado muerto en las escalinatas de la biblioteca, un
hecho lamentable pero no está fuera de lo común, la violencia en la ciudad
avanza cada día más… y dice que el señor Charlton, que en paz descanse, se
interesaba por las ciencias ocultas… pero eso tampoco es un motivo como
para creer que sería la causa de su muerte… miles de personas están
interesadas en el ocultismo, profesor, usted lo sabe. También sé que, siendo
usted un gran erudito, no va a concluir que los ocultistas son carne de cañón
porque los persigue el diablo, o algo así…. Hay algún otro vínculo que
relaciona la muerte del joven Charlton con el ocultismo… ¿o me equivoco,
profesor? Primeramente, quisiera que me de toda la información que tenga
por más tonta e insignificante que le parezca sobre este caso, si tiene fotos
de cómo has sido hallado el cuerpo o si tiene algún contacto en la policía
para hecharles un vistazo, también quisiera leer el expediente académico y
psicológico de la víctima… y ¿el joven vivía aquí? ¿En la residencia del
campus? Sí es así, quiero el permiso para revisar su cuarto… Ah, por último
profesor, gracias por esta gran oportunidad, no le defraudaré… y no se
olvide de contactarse con quienes hacen la autopsia del cuerpo para
avisarles que pronto los visitaré.-

Scott se queda de pie mirando fijamente al profesor Armitage esperando sus
respuestas. En realidad, estaba harto de que la gente relacionara su interés por el
ocultismo con algún tipo de actividad mágica o hechicería. Su estudio era serio y
objetivo, pero siempre pasaba esto… quizá solo sea un simple asesinato por robo o
quien sabe… que mal que tomemos como normal esto, un asesinato, pero la culpa la
tienen los medios de comunicación que nos hacen ver estas cosas como algo común…
quizás esa relación de la víctima con el ocultismo solo sea un miedo interno de la
gente, algo muy común en los estudios antropológicos, el miedo a lo desconocido e
inconscientemente, el deseo de encontrar algo inexplicable en una vida atrapada en la
rutina.
TURNO 1
El profesor Armitage escuchó con atención las réplicas de Scott. Parecía sentirse algo
abrumado y asentía mientras el joven profesor hablaba.

Armitage: Disculpe profesor. Quizás he sido un poco torpe con mis palabras o usted
me ha entendido mal. Verá, el ocultismo es también una de mis pasiones y no quisiera
insinuar nada negativo sobre ese tema, nada más lejos de la realidad. En verdad, es
una simple sospecha mía, sólo eso. Parece ser que el señor Charlton pertenecía a un
pequeño grupo de... digamos... bohemios. Los relatos de comportamientos perversos y
fiestas obscenas, se arremolinan en torno a este grupo, así como otros rumores sobre
ritos oscuros y ceremonias ocultas. Sus aficiones esotéricas seguramente no tengan
nada que ver y no pretendo relacionar su muerte con ellas, pero considero que
investigar esa vía puede ser interesante, ¿no le parece?

Respondiendo al resto de preguntas, Armitage fue muy claro y conciso. Explicó que no
tenía contacto alguno con la policía, ni disponía de fotos de la escena del crimen,
aunque tal vez el doctor Morton Waldron tuviera alguna. Frank Charlton vivía en la
residencia del campus y su habitación había sido sellada, pero Armitage haría todo lo
posible por obtener un permiso para echar un vistazo en su interior. Biff Williams, el
compañero de cuarto de Frank, había sido trasladado a otra habitación.

Armitage: Ahora, si le parece, le acompañaré al despacho del doctor Waldron y se lo
presentaré. Mientras habla con él, yo intentaré obtener ese permiso.


Ambos profesores se dirigieron a la facultad de medicina. Era curioso observar a uno
de los más jóvenes miembros del profesorado junto a uno de los más veteranos. Henry
Armitage llamó a la puerta del despacho de Waldron y poco después abrió un hombre
maduro de rostro serio y duro. Tras las pertinentes presentaciones, Armitage dejó el
despacho dejando a Scott a solas con el doctor que había asistido en la autopsia de la
víctima. Morton Waldron se mostró preocupado por los resultados de la misma, ya que
en su amplia experiencia, no había visto nada similar. Abriendo una carpeta, explicó los
resultados sentado tras su escritorio y entregó una copia del informe al profesor
Sallieri.


La muerte de Frank Charlton tuvo lugar, aproximadamente, en la noche del 1 al 2 de
mayo, sobre las 2 de la madrugada. La causa de la muerte fue asfixia.

En la parte interior de la muñeca izquierda de la víctima, se encontró un pinchazo,
probablemente de jeringuilla hipodérmica. Como quiera que no se apreciaba
hematoma, la inyección se realizó después del fallecimiento.

El cadáver mostraba lividez post-mortem, indicando que estuvo tendido boca arriba
durante varias horas después de la muerte.

Al menos 18 horas después de su muerte, se produjeron una serie de abrasiones, así
como tres fracturas espinales. Al parecer arrojaron su cuerpo desde el tejado de la
Biblioteca, golpeándose contra la escalinata. La caída hubiera sido suficiente como
para causar su muerte si el cuerpo hubiese estado con vida al caer desde el tejado.
El informe concluye que Frank Charlton murió asfixiado, asesinado por persona o
 personas desconocidas.


Dr. Waldron: Como verá, no sólo estamos ante un asesinato, sino ante una obra
macabra. Después del crimen han jugado con el cadáver, hasta que le han arrojado
desde el tejado de la biblioteca para hacer que pareciera un suicidio. Es horrible. Lo
más probable es que lo hicieran entre varios, a no ser que fuera una única persona
muy fuerte y corpulenta.

------------

Off-rol:

AYUDA 1: El informe forense...

El doctor Waldron no tiene fotos del cuerpo, ya que él únicamente ayudó en la
autopsia... En todo caso, en el informe está todo.



Respuesta Scott

Después de la presentación con el Dr. Waldron, Scott se pone a revisar atentamente el
informe forense... es bastante extraño, lo que más le llama la atención es ese trato
que le dieron los asesinos al cuerpo ya sin vida... ¿para qué?. Y ese pinchazo en la
muñeca... no tenía las cosas nada claras.

- Doctor, usted colaboró en la autopsia ¿verdad? necesito saber si encontró
alguna marca, alguna herida fuera de lo normal en el cadáver...-

Scott sabía que cuando un crimen así tenía motivos ocultistas de por medio, lo común
era marcar a la víctima de alguna manera, con símbolos o palabras, aunque no
siempre se daba el caso.

- También, doctor ¿se ha realizado un análisis toxicológico del cuerpo? No se
puede descartar la posibilidad de que el muchaho haya estado bajo
influencias de drogas o alguna otra sustancia... y me intriga ese pinchazo...
¿cree usted que es posible que le hayan extraido sangre o inyectado alguna
sustancia después de muerto?

Esta investigación comenzaba a interesarle mucho, a su pesar, ya que sin ser oficial
corría el riesgo de atraer sobre él alguna sospecha. ¿Quién será el detective
encargado? Tenía que poner en orden las ideas en su cabeza para conseguir mayor
información en un orden lógico, y sabía exactamente cual era: la habitación de la
víctima ( si el profesor Armitage lograba conseguir el permiso para acceder a esta) y su
compañero de cuarto, ese alumno Biff Williams.
TURNO 2
Dr. Waldron: Está todo en el informe. La única herida o marca extraña es la de la
aguja hipodérmica, además de las abrasiones y roturas, pero ninguna otra herida.
Como bien indica, hicimos un examen minucioso, pero no hallamos rastro alguno de
ninguna sustancia en su organismo. Saber si le extrajeron o no sangre, es imposible de
determinar.

La conversación con el doctor Waldron y, sobre todo, el curioso informe forense, había
conseguido que Scott se interesara en el caso. Ya había decidido cuáles serían sus
siguientes pasos en la investigación. Agradeciendo a Morton Waldron su colaboración,
se despidió de él y encaminó sus pasos a la residencia de estudiantes, concretamente
a la habitación de Frank Charlton. Poco a poco la Universidad iba recuperando la
calma. Los alumnos acudían a sus clases, aunque era inevitable hacer algunos
comentarios a respecto de lo sucedido.

La habitación en cuestión se encontrada en la primera planta del dormitorio oeste. Allí,
Scott se topó con un agente de policía y la puerta sellada. Scott Sallieri se presentó,
con la esperanza de que el profesor Armitage hubiera conseguido algo positivo.

Agente: Buenos días, le esperaba señor Sallieri. Puede pasar, pero le recuerdo que no
debe coger nada, ni siquiera un trocito de papel. Por supuesto, yo entraré con usted.
Cuando quiera... - el agente apartó las cintas y abrió la puerta dejando paso al
profesor.

No era precisamente lo que esperaba, pero mejor eso que nada... La habitación
disponía de dos pequeños escritorios, sendas sillas de madera con respaldo recto, dos
lámparas de estudio, dos estanterías bajas, dos camas estrechas, dos pequeños
armarios en lados opuestos de la habitación, un lavabo con un solo grifo de agua fría,
una ventana grande y una sola salida, la puerta por la que acababan de entrar. No se
había trazado ninguna línea por mitad de la habitación como solían hacer muchos
estudiantes, pero se notaba una clara separación de estilos.

En la parte derecha, Biff Williams había clavado en su pared fotos de estrellas del
deporte, como Red Grange, Gene Tunney y Knute Rockne, así como recortes de
prensa con sus propios éxitos deportivos logrados en fútbol y béisbol. Su cama estaba
sin hacer y bajo ella había un montón de ropa sudada y olorosa. En su estantería, unos
cuantos libros, mucho de ellos relacionados con el deporte y poco más destacable.

El otro lado de la habitación era bastante diferente. En ella se habían montado un par
más de estaterías altas junto a la cama, repletas de obras sobre magia, psicología e
historia antigua. Su pared libre estaba recubierta por una variedad de láminas, copias
de lienzos, que iban desde Munch a Klimt, pasando por Ryder, presente en una copia
de Sigfrido y las doncellas del Rin.
 http://imageshack.us/http://imageshack.us/

Todas las ilustraciones eran de temas oscuramente eróticos. Sus papeles, ropas y
efectos personales estaban bien conservados y sistemáticamente colocados. Sobre su
escritorio había una carta inacabada dirigida a una tal Asenath Waite, en la que le
consultaba cierto asunto relacionado con la magia.
El agente de policía no le quitó el ojo de encima en ningún momento y eso fue todo lo
que pudo obtener de su visita. Tras el examen, el agente de policía insistió en que ya
debía dejar el dormitorio. Eso era todo lo que podía hacer sin tocar nada del interior.
Después abrió la puerta y apartó de nuevo las cintas indicando a Scott que saliera.
Fuera, había un estudiante observando la escena desde cierta distancia. Por su
constitución, parecía deportista...

------------

Off-rol:

De momento es todo, tu turno... Pronto los personajes se irán uniendo.



Respuesta Scott

Afortunadamente, Scott ha podido echarle un vistazo al dormitorio de la víctima, pero
siempre bajo la atenta mirada del agente, quien no le ha dejado tocar nada. Se siente
molesto por esto, ya que ¿qué clase de investigación podría realizar si no puede abrir
cajones ni coger nada?

Sin embargo, ha tratado de grabar en su mente el máximo de detalles que ha podido.
Los libros... magia, psicología, historia antigua... le dan a entender que no se trataba
de un muchacho que se interesó por el ocultismo por rebeldía y por el gusto de lo
extraño, como muchos, sino que estudiaba seriamente el tema y bajo varios puntos de
vista... de igual forma, si solo fuera un típico quot;rebelde góticoquot;, tendría afiches de
demonios y cráneos, eso era un hecho. Pero no. Frank había pegado en su pared
copias de pinturas con un claro estilo ocultista, representaciones de escenas que
inquietaban el ánimo aun sin saber su verdadero significado escondido, que solo unos
pocos iniciados conocían... como este cuadro: Sigfrido y las doncellas del Rin... A Scott
le llamó poderosamente la atención el afiche.

Cuando salió de la habitación, después de dar un frío agradecimiento al agente, se iba
repitiendo en la cabeza un nombre: Asenath Waite, el personaje al que Frank le
escribía en ese boceto de carta... por lo visto era alguien a quien el joven consideraba
importante o por lo menos entendido en las ciencias ocultas, ya que le pedía consejos
sobre asuntos de magia y otras cosas...

Cuando salió, un joven de porte atlético miraba hacia la habitación con gesto curioso...
A Scott se le ocurrió enseguida seguir con la línea que tenía pensada para su
investigación y cuando el agente dejo de mirarlo, se le acercó con precaución al joven.

- Disculpa, ¿eres alumno de la Universidad? Me preguntaba si conocías al
joven que vivía en ese dormitorio, Frank Charlton, o a su compañero Biff
Williams, no sé, tal vez podrías ayudarme con algo de información...-




INTRODUCCIÓN (Jack Clancy)
Universidad Miskatonic - Arkham, Massachussets
3 de mayo de 1924 - 2:09 am

Jack Clancy era una joven promesa del fútbol americano y en la Universidad se
comentaba que llegaría a ser profesional si las lesiones no se cebaban con él. Sin
embargo, los estudios no eran lo suyo, aunque era un chico listo y con esfuerzo (y la
condescendencia de los profesores) iba aprobando por los pelos sus exámenes.

Pese a que se había propuesto esforzarse más en el final del curso, cuando le invitaron
a una fiesta la noche anterior, no pudo negarse. Varios viejos amigos y algunas
jóvenes universitarias fueron suficiente argumento para convencerle. Y finalizada la
fiesta, llegó la hora de regresar al campus. Apenas podría dormir unas horas antes de
comenzar sus clases y el entrenamiento para el partido del próximo fin de semana. Era
mejor no pensar en eso, después de todo, había sido una buena noche y siempre
podía no asistir a clase... una vez más.

Jack se sorprendió notablemente al comprobar que un numeroso número de alumnos
estaba fuera de sus habitaciones comentando algo que acababa de suceder en el
campus. Una alumna, Victoria Nangelo, había sido atacada por otro alumno de la
Universidad. A causa del shock, sufrió un ataque que la dejó en un estado catatónico,
por lo que fue conducida al Hospital de Santa María. No hubo testigos del asalto ni se
sabía a ciencia cierta quién fue el atacante, pero sin duda el tema y los rumores
durarían varios días. Sin darle demasiada importancia, Jack se acostó, pero no duró
mucho su descanso. Cuando no eran aún las seis de la mañana, un nuevo alboroto
inundó los pasillos y las puertas de las habitaciones no dejaban de abrirse una y otra
vez. Peter White, el compañero de habitación de Jack, abrió la puerta. Fuera se
comentaba la nueva noticia: un jardinero acababa de encontrar el cuerpo sin vida de
un alumno, Frank Charlton, en la escalinata de la Biblioteca de la Universidad. Esa
noticia si que fue más impactante y, sobre todo, mucho más grave.

Después de apenas dormir en toda la noche, Jack deambulaba por los jardines de la
facultad sin tener claro si acudir o no a clase, cuando una voz a su espalda le llamó por
su nombre. Se giró para comprobar que era su entrenador que corría hacia él con cara
de pocos amigos.

Entrenador Hopkins: ¡Jack! ¿Dónde narices estuviste anoche? ¡Calla!, mejor no me
lo digas, no quiero saberlo. Espero que sepas lo que estás haciendo, chico. Más vale
que tengas una coartada o que te busques una buena, la policía está investigando a
posibles sospechosos y tu nombre está en la lista. Te vieron llegar poco después de
que atacaran a una alumna... No creo que tengas nada que ver, pero no me
defraudes. Por cierto, NO te he visto en todo el día, ¿entendido?

Dicho esto, y sin dejar que respondiera nada, el entrenador se alejó por donde había
venido, perdiéndose tras un edificio.

----------

Off-rol:

Bueno, pues así empieza la cosa para Jack...
De momento, iréis por libre y llegado el caso ya se unirán los personajes. Por ahora
tienes total libertad para hacer lo que quieras, desde pasar de todo e ir a clase como si
tal cosa, huir de allí, investigar para exculparte... Tú mismo.



Respuesta Jack

Mierda...!

¿Por qué estas cosas se cebaban en el pobre de Jack? Si cambiaban la fecha de un
examen seguro que le pillaba en día de partido, si un profesor salía de clase a atender
una llamada o a cualquier cosa personal siempre se topaba con Jack quot;haciendo
novillosquot;... La mala suerte era una constante en la vida universitaria de Jack. Claro está
que no todo era tan terrible... la fiesta de anoche estuvo bien y a Nancy se la veía
bastante predispuesta a repetir el encuentro quizá en un ambiente más retirado. Y
ahora resulta que atacan a una chica y un estudiante muere camino de la biblioteca
y... ¡le inculpan a él! Increíble.

Jack estaba realmente preocupado. La historia de la policía no le parecía tan grave; en
la fiesta estuvo rodeado de mucha gente que bien podría testificar a su favor y
conseguir una coartada sólida y cuando la fiesta terminó se fue directamente a dormir
al colegio mayor. Qué más hubiera querido que quot;perdersequot; un rato con Nancy... pero
no fue así, parece ser que por suerte. Sin embargo el entrenador había sido
injustamente duro con él. Iba en su caracter pero no le había permitido ni siquiera
explicar el porqué de su ausencia de los entrenamientos. La evaluación estaba próxima
aunque se comentaba que en los partidos de final de temporada se veían algunos
ojeadores sentados en las gradas. ¿Qué podía hacer?

Uf... como si hubiese alternativa. Corrió cuanto pudo camino de los vestuarios y se
cambió de ropa en un santiamén. La taquilla olía a sudor más que de costumbre pero
no era momento de hacer la colada. Una camiseta y unos pantalones cortos valdrían.
Salió a la luz del estadio y comenzó a calentar corriendo un par de vueltas alrededor
del campo.

Su futuro como quarterback le esperaba...




TURNO 1
Haciendo caso omiso a las advertencias de su entrenador, Jack acudió, como cada
mañana al campo de entrenamiento y comenzó con sus ejercicios mientras pensaba en
las ligas profesionales.

Poco a poco, se le fueron uniendo algunos compañeros de equipo, aunque menos que
lo que era habitual, y también faltó el entrenador Hopkins. El resto de jugadores se fue
marchando dejando solo a Jack y cuando éste comenzaba a plantearse dejar los
ejercicios, llegó Biff Williams. Era muy tarde para acudir a entrenar, pero se presentó
junto a Jack, sin cambiarse de ropa. Parecía abrumado. Biff era un mal estudiante,
como la gran mayoría de deportistas y jugaba bastante bien al fútbol, pero por
desgracia para el equipo se decantó tarde por ese deporte, ya que empezó jugando al
béisbol.

Biff: Hola Jack, ¿estás tú solo? Bueno es igual, tengo que soltarlo... Te habrás
enterado de que han matado a un estudiante, ¿no? Pues no te lo vas a creer, pero era
mi compañero de habitación, menuda mierda... Me habían dicho que sospechaban de
tí, pero tranquilo, ahora soy el principal sospechoso y me han prohibido dejar el
campus. La policía me ha estado interrogando casi una hora y me han echado de mi
habitación casi con lo puesto... Según parece, el asesino es alguien corpulento y fuerte
y como soy... era... su compañero, pues nada. Tengo miedo Jack, pero yo no he hecho
nada, lo juro. Además la chica que han atacado, ni siquiera la conozco... Vaya mierda.
Ahora tengo que ir a mi nueva habitación, luego nos vemos, ¿eh?

Biff se marchó de allí apresuradamente. No se podía decir que fuera amigo de Jack,
pero charlaban de vez en cuando y jugaban en el mismo equipo, era simpático. Al
menos ya no era el principal sospechoso, pero seguía dando con el perfil del
sospechoso, por lo que no estaba libre de sospecha todavía. Continuó entrenando un
rato más y luego se dió una ducha muy larga, pero no podía quedarse allí toda la
mañana. Debía pensar qué hacer.

------------

Off-rol:

Sé que ha sido un turno de transición, pero tampoco puedo hacer mucho más de
momento. Te toca dar el próximo paso.



Respuesta Jack

Vaya... era increíble lo rápido que se apoderaba el desasosiego de la comunidad
universitaria. Parecía ser que al pobre Biff le había caído un quot;marrónquot; bastante mayor
que el que tenía encima Jack Clancy. Siendo compañero de habitación del fiambre era
de esperar que la poli le interrogara hasta la saciedad y que le investigaran hasta en el
cajón de la ropa interior. Por lo pronto ya habían evidencias de que el asesinato y el
ataque a la muchacha guardaban una relación. Para un estudiante de universidad con
mucho tiempo libre, jugra a los detectives se convertía en un divertimento altamente
atrayente.

Mientras el agua de la ducha golpeaba el cuello y la espalda de Jack se afanaba por
intentar cuadrar todos los datos de que disponía. Biff tenía miedo de una investigación
a pesar de que no había hecho nada. Quizá pudiera haber quot;atacadoquot; a la chica... todo
el mundo sabe que Biff no tiene mucho éxito con las mujeres y probablemente se le
fue la mano... lo que estaba claro era que Biff era incapaz de matar una mosca. Jack
confiaba en la inocencia de su compañero de equipo pero, ¿y la policia?
Era curioso que el entrenador se enterara de que Jack se encontraba entre los
sospechosos casi a primera hora de la mañana y, a la hora de comer, aún no hubiera
aparecido un policía haciendo las preguntas de rigor.

quot;Bien...quot;- murmuró Jack bajo la ducha. quot;Quizá sea el momento de afrontar la
situaciónquot;. Con el campus lleno de polis no sería dificil encontrar a algún inspector
que llevara el caso y presentarse para quot;aportar cualquier información que pudiera ser
de ayuda en la investigaciónquot;. Al fin y al cabo esa era la labor de todo estudiante de
Miskatonic en un día tan concurrido como lo era aquel.

Jack se secó y se vistió sin prisa... era una gozada disponer de los vestuarios en
solitario y sin el barullo de despues de los partidos. Luego fue a la cafetería a por un
sandwich y se dirigió en busca del inspector jefe. Quizá supieran algo en secretaría.

Algo se podría sacar.




TURNO 2
Un entrenamiento, una buena ducha y un delicioso sandwich. Había llegado la hora de
hacer algo.

Jack se dirigió a la secretaría y fue allí donde comprobó las dimensiones del asunto. En
la entrada del campus se había situado una pareja de agentes que paraba a cualquiera
que intentara entrar o salir de la Universidad, ya fuera éste un estudiante, miembro del
cuerpo docente o personal de servicios. Una breve entrevista y anotaban algo en unas
libretas. En secretaría no encontró ningún agente, pero si la información que buscaba.
La investigación la llevaba el inspector Nichols, quien, al parecer, acababa de dejar el
campus para resolver otros asuntos fuera. En todo caso le informaron dónde encontrar
a otros agentes, además de la pareja que había en la entrada. Un policía vigilaba la
habitación de la víctima y dos más interrogaban algunos alumnos en el despacho del
decano. Esa parecía la mejor opción.

El exterior del despacho del decano mostraba una pequeña fila de alumnos, con un
nexo común: todos parecían ser deportistas, compañeros de Jack en el equipo,
jugadores de otros deportes o simplemente chicos corpulentos. Cuando Jack llegó al
lugar, algunos se le quedaron mirando y cuchicheaban entre sí. Dentro del despacho
había dos agentes y junto a la puerta otro más, que se acercó al recién llegado al
observar la reacción de los otros chicos.

Agente: ¿Cuál es tu nombre, chico?

Jack: Jack Clancy, señor.


Fue un poco embarazoso explicar lo sucedido la noche anterior en la fiesta, pero era
quot;su deber como estudiantequot;. Cuando descubrieron su identidad, fue colado y pasó a
ser el primero de la fila. El interrogatorio fue muy sencillo. ¿Dónde estuvo aquella
noche? ¿A qué hora regresó? ¿Vio o escuchó algo extraño? ¿Alguien puede corroborar
su historia? Etc...

Sub-inspector: Bien, eso es todo. Tienes que estar localizable las próximas horas y
no salgas del campus salvo que sea estrictamente necesario, ¿entendido?

Aparentemente tranquilo después de su declaración, Jack se dirigió a su habitación en
el segundo piso del dormitorio oeste. En el primero tenían su habitación el chico
asesinado y Biff y el morbo le hizo asomarse por allí. La puerta estaba precintada, pero
no había rastro alguno de ningún policía. Poco después, se abrió la puerta y un agente
apartó las cintas para dejar salir del interior a otro hombre. Tendría unos treinta años y
jack creyó reconocerle como un joven profesor, aunque a él nunca le había dado
clases...




Respuesta Jack
¿Qué demonios hacía aquel profesor dentro del dormitorio del pobre Biff con ese poli?

Jack siempre creyó con respecto a este asunto que algunos asaltantes se habían
colado en el campus por la noche la habían armado bien gorda pero nunca pensó en la
posibilidad de que alguien de la comunidad universitaria pudiera estar liado en un
quot;marrónquot; semejante. Si la poli apuntaba a los miembros del equipo de rugby ó a
cualquier muchacho por el simple hecho de ser mínimamente corpulento, era por que
estaban dando palos de ciego. Pero que, de pronto, ese profesor estuviera quot;en el ajoquot;
era algo realmente sospechoso.

Sin duda quot;algo olía a podrido en Miskatonicquot;... ¿De donde leches había salido aquella
cita? Ja... si le hubiera oído su profesora de Literatura se habría sentido orgullosa... o,
simplemente, le habría dejado de llamar quot;vago irresponsablequot;.
Introducción (Bob Baker)
Universidad Miskatonic, Arkham (Massachussets)
3 de mayo de 1924 - 11:26 am

Aquella mañana, el abogado Bob Baker había acabado pronto con sus gestiones y
decidió tomarse el resto del día libre. Como hacía siempre que tenía algo de tiempo
libre, acudió a la Biblioteca de la Universidad donde solía consultar libros de Filosofía

Pero esa fresca mañana de primavera se encontró con algo que no esperaba. En la
entrada del campus había una pareja de agentes de la policía de Arkham que se
encargaban de pedir que se identificara todo aquel que entrara o saliera de la
Universidad. Sin duda un hecho extraño. Cuando llegó el turno de quot;Threebequot;, nombre
con el que se le apodaba, éste se identificó y con curiosidad preguntó qué es lo que
sucedía.

Agente#1: Es un control rutinario señor... Baker. Esta mañana ha aparecido el
cadáver de un alumno y además han atacado a una joven, pero no debe preocuparse -
dijo sin extenderse demasiado en explicaciones, mientra le indicaba que entrara con un
gesto.

Ya no era policía. Había pasado muchos años desde el quot;incidentequot; y Bob Baker había
rehecho su vida en Massachussets. Ahora era un competente abogado al que no le
faltaba el trabajo e incluso había creado una familia. Sin embargo, ese asesinato...

Intentando sacarse de la cabeza la idea, encaminó sus pasos a la Biblioteca, pero allí
volvió a encontrarse de frente con el crimen. Parte de la escalinata que conducía a la
Biblioteca había sido acordonada por la policía rodeando la silueta de tiza que
mostraba la posición del cadáver cuando fue descubierto. A juzgar por la forma
imposible en la que quedaron sus piernas, todo hacía indicar que había caído desde
cierta altura. Sin embargo, allí había algo extraño. Si fue un asesinato, debieron
arrojarle desde el tejado de la propia Biblioteca, pero por la distancia hasta éste debió
ser alguien muy fuerte, o varios hombres. Además, una caída así, desde esa altura,
tenía que haber dejado restos de sangre y no había señal alguna de ella. Y era
imposible que la policía hubiera permitido limpiar la escalera.

--------

Off-rol:

Aquí está la breve introducción para tu PJ. He intentado quot;tentarquot; a Bob dejando
algunas conclusiones a las que llega teniendo en cuenta su pasado policial. Ahora
tienes que decidir qué hacer, si te involucras o no.




Respuesta 3B

Caminé entre las gastadas estanterías, mientras estudiantes imberbes y colegiales
estresados comentaban en corrillos las imágenes que resonaban en mi mente.
La sección de Filosofía de la Universidad de Miskatonic estaba algo más tranquila. Era
una sección con forma rectangular, bañada por el resplandor de un ventanal de doce
cristales que daba a un patio de luz. Me dirigí a la sección de Autores Clásicos y pasé el
dedo por las desgastadas tapas de los libros, llenándomelo de polvo. Me decidí por
Platón. Había varias versiones de los libros, algunas de hecho mucho mejor tratadas,
pero no se por qué siempre me acercaba a estos ejemplares antiguos. Me senté en la
mesa y comencé a leer.

A mi espalda dos estudiantes hablaban sobre la silueta de tiza. Intenté abstraerme. No
era nada aconsejable descentrarme. Tenía el juicio de Judo Streamer, que se estaba
enquistando, y además Diane nadaría esa tarde en la piscina municipal. Saqué una
libreta y un lápiz de la cartera en la que guardaba mis papeles y comencé a disertar
sobre Platón.

Estudiante 1: Eso es una idiotez. Se cayó, y punto. Era una torpe, según dicen.

Estudiante 2: Pues lo suyo sería que fuese un asesinato… ¡Lo mismo nos quitan el de
Antropología!

Estudiante 1: No caerá esa breva… ¿Cómo lo llevas?

Miré al papel. Había dibujado la silueta de la chica en la libreta. ¿Pero que me pasaba?
Intenté centrarme en Platón, pero sólo veía el cordón policial. Un cordón que antaño
yo habría puesto. La chica no había caído, eso era evidente. Ni la habían empujado
tampoco. La habían matado (Rompiéndole las piernas para evitar que huyese) y la
habían bajado a ese sitio para que la viesen así. Si hubiese caído, en la parte superior
de las escaleras había huellas suyas, sangre y muy probablemente ropa enganchada
en el herraje de la escalera…

¡No!

Dejé los papeles sobre la mesa y salí al patio de luz por una puerta cercana, evitando a
conciencia la escalera y la silueta. Me peiné con la mano y recibí el sol primaveral en
tanto sacaba un cigarrillo. Un Marlboro. Estaba asqueroso, y era uno de los hábitos
que me habían impuesto los federales y que mas me molestaba. Le dí una calada y
exhalé el humo, que ascendió en volutas hasta el límpido cielo azul zafiro.

Limpio, el sitio estaba demasiado limpio, sin evidencias grotescas, ni testigos, ni… ¿Y si
los guardias hubiesen pasado por alto ese detalle? Al fin y al cabo yo era abogado, yo
debía ayudar a las víctimas ¿Debería acercarme y echar una ojeada? Era consciente de
que lo que iba a hacer era una violación en toda regla de lo que me “sugirió” el
Gobierno, pero… después de ocho años ¿Qué podría pasar?

Volví al interior mientras fumaba y recogí la libreta y el carboncillo. Cogí el ajado libro
de Platón y me dirigí con aspecto despistado a las cercanías de las escaleras. Allí
seguía habiendo un batiburrillo de curiosos y alumnos que me permitía inmiscuirme sin
miedo a represalias.

Me senté en la mesa más cercana y mientras observaba el libro iba dibujando la silueta
en mi cuaderno. Después subiría al piso superior por otra escalera (de incendios, si
fuese necesario) y observaría cuidadosamente la barandilla y el suelo cercano en busca
de algo inusual. Luego sería el momento de los testigos.

¿Qué me sucedía? ¿Tantas ganas tenía de paladear, aun por un momento, mi vida
anterior? No estaba seguro, pero sabía una cosa.

Era algo que necesitaba.




TURNO 1
Desde las escaleras de la Biblioteca, muy cerca de la silueta en tiza, Bob Baker observó
las paredes del edificio. Las ventanas tenían rejas por las que pasaría un cuerpo. Esto
dejaba el tejado como la única opción para que arrojaran a la víctima.

Excitado por la explosión de adrenalina, entro de nuevo a la Biblioteca y buscó las
escaleras que llevaban al tejado. Las dos primeras plantas del edificio servían de
contenedor de libros y salas de lectura. Las escaleras que llevaban a la tercera tenían
un grueso cordón dorado que impedía el paso a cualquiera no autorizado.
Aprovechando un momento en que nadie miraba en esa dirección, quot;Threebequot; pasó por
encima del cordón. Esa tercera planta estaba llena de puertas cerradas y varios
despachos. Pero al final de un pasillo, encontró lo que buscaba: una escalera de
caracol que conducía a un pequeño desván. Un sello policial impedía el paso, pero si
había llegado hasta allí, no iba a echarse atrás ahora. Además, sin necesidad de
romperlo, se podía colar sin demasiado complicación.

El techo abuhardillado obligaba a caminar agachado en gran parte del desván. Varias
cajas repletas de libros aún por catalogar, compartían espacio con algunas telas de
araña y algún mueble viejo. La única fuente de luz, era una pequeña ventana
entreabierta que daba directamente al tejado. Sin abrirla, al abogado policía se asomó.
En efecto, desde allí se llegaba a un punto del tejado justo en la perpendicular al lugar
donde hallaron el cadáver. Sin embargo, allí había algo que no encajaba. Parecía muy
complicado que alguien subiera hasta el desván y tirara el cuerpo por esa ventana.
Demasiado complicado, escalera de caracol, una pequeña ventana... Si fue así como
ocurrió, debieron ser varios los asesinos, pero aún así hubiese sido difícil.

La policía seguramente ya había registrado el lugar, pero no se perdía nada por echar
un vistazo. Lo primero que llamaba la atención era las huellas. Debido a la importante
capa de polvo del suelo, era sencillo ver, a simple vista las huellas que se dejaban en
ciertas partes del suelo. Había zonas más transitadas y limpias, pero el acceso a la
ventana estaba detrás de varias cajas y allí el polvo se había acumulado dejando
marcadas varias huellas. Parecía que todas ellas pertenecían a la misma persona. Ahí
nacía una nueva hipótesis: el suicidio. ¿Podría ser que alguien subiera hasta el desván
de la Biblioteca, abriera la ventana y se tirara al vacío? La respuesta era afirmativa.

quot;Threebequot; sacó sus notas y el dibujo de la silueta. La distancia del lugar donde se halló
el cuerpo a la pared de la Biblioteca era considerable, pese a la altura. Si alguien
saltara desde el tejado podría caer ahí, pero no bastaría que soltaran el cuerpo por la
ventana. De ahí se podía deducir que. o bien Frank Charlton se suicidó, o varias
personas tuvieron que lanzar su cuerpo desde el propio tejado, y no simplemente
desde la ventana.

Aún sin nuevas pistas claras, Bob regresó con suma discreción a la calle, superando el
cordón sin ser visto. Ya era definitivo, le interesaba el caso.

Al salir de la Biblioteca comprobó que había llegado al lugar una pareja de agentes de
la policía, uno de los cuales tomaba algunas fotos, mientras que el otro hablaba con un
tipo de cabello rubio que le hacía preguntas sobre lo allí sucedido. Daba la sensación,
por su aspecto, de que podía tratarse de un profesor de la Universidad...




Respuesta 3B

El ser humano no está hecho para tener limitaciones. La mera existencia del ser, es un
desafío a la naturaleza, un reto planteado a la vida para contrarrestar todas las trabas
habidas y por haber.

El humano siempre se salta la prohibición. Siempre intenta responder a cualquier
intento de coartar su libertinaje. Sólo con la sociedad se puede crear grilletes que
cohiban ese comportamiento, pero si el individuo ignora la sociedad, solo encerrando a
su cuerpo y a su mente con una fuerza mayor a la suya podremos controlarlo.

Y yo no podía ignorar la sociedad..

La visión de mi mismo en un espejo mugriento hasta lo insano (¿Para que querrían un
espejo en una biblioteca?) me devolvió a la oscura realidad del desván. Había
procurado no pisar en lugares polvorientos para no delatar mi presencia mientras
observaba la escena, pero al mirar mi reflejo. Esa imagen de mí nuevo “ego”, esa
perversión de mi antigua personalidad, no pude por menos que divagar.

Mientras bajaba las escaleras del desván abuhardillado y lleno de polvo, cavilaba sobre
lo que estaba haciendo Era obvio que la policía no estaba yendo en la dirección
correcta, puesto que a pesar de poder parecer un suicidio o un asesinato, había
pruebas que desmentían tales hipótesis.

Antes de bajar de nuevo al patio del campus, me detuve un momento en la biblioteca.
Tomé asiento y comencé a escribir con el carboncillo en mi libreta, en la pagina
siguiente a la de la silueta:


“El Individuo:

De momento sé muy poco del individuo. De hecho en un principio creí entender que
había sido una chica. Quizá fuese una chica la víctima del segundo ataque del que he
oído mención. Mirando la silueta puedo deducir que es un cuerpo de estudiante, de no
muchos años. Y entre las conversaciones de los estudiantes he oído que se llama Frank
Charlton, sería una buena idea buscar en el registro de la biblioteca. Deben tener su
carnet con todos los datos personales del chico.
El lugar del Crimen:

Aún no tengo nada claro cuál fue el lugar en el que se cometió el crimen, pero hay
poco que pueda hacer con tan poca información:

Hipótesis #1: Suicidio.

El que en el desván de la biblioteca haya huellas cerca de la ventana que mira al patio
donde cayó Frank nos indica que o bien se ha suicidado o bien había alguien mirando
el crimen desde un palco privilegiado. El suicidio no es algo frecuente, y debe estar
motivado por fuertes presiones externas a la psique del muerto. Necesito mas datos
del cadáver.

Hipótesis #2: Asesinato en el tejado.

Descartable salvo que se demuestre lo contrario. No hay signos de forcejeos, ni sangre
(este es el dato que mas me preocupa) ni restos de ropa. Si hubiesen sido varios
asesinos tendrían que haber empujado a la víctima desde muy alto. Más incluso que la
buhardilla. Una caída desde tanta altura machaca los huesos y provoca un
desangramiento rápido y explosivo (con vetas de sangre en ángulos dispersos). Que
hayan limpiado la sangre es descartable porque la policía aun está aquí, y a estas
alturas no se puede tocar el escenario, y menos para limpiarlo.

Hipótesis #3: Asesinato y despiste.

Esta es la hipótesis más probable. La ausencia de sangre y la evidente colaboración de
varios individuos implica un grado de estrategia en el incidente. ¿Por qué mataron al
chico? ¿Por qué dejan su cadáver tan a la vista y no se preocuparon de cómo hacer
creible la escena? ¿Quién miraba desde arriba para ver si todo estaba bien colocado?”

Guardé el carboncillo y volví a la realidad. Era una lástima tener que desperdiciar un
caso tan interesante, pero casi era la hora del almuerzo y esta tarde tenía que llevar a
Diane a la piscina, a sus campeonatos de natación. Mi pececillo llevaba semanas
insistiéndome en que esta vez iba a machacar a los otros escolares… y había heredado
el carácter de su madre, era muy capaz.

En un último momento, me decidí a acercarme al fichero de la biblioteca y preguntar al
encargado por el carnet de Frank Charlton. No perdía nada por enterarme de un poco
de su vida, y aunque tenía intención de no devanarme los sesos con el caso, la
sensación de deja vu era muy superior a mi voluntad.

Luego salí de la biblioteca con dirección a mi Ford, cuando me di cuenta de un detalle.
Un policía hablaba con un hombre rubio, europeo…

…”Bloody Blonde”…

…¡!...

… parecía un profesor, a juzgar por la vestimenta, y preguntaba mucho.

Me acerqué con aire distraido mientras sacaba el tabaco:
“Threebe”: ¿Fuman?

------

Off-rol:

A ver, dos cosillas:

Quisiera pillar el carnet de Frank, donde deben estar todos sus datos personales
(incluida su dirección y la carrera en la que está matriculado). Soy consciente de que el
encargado no me lo va a dar por las buenas. Pero si es necesario le diré que soy un
investigador, y si ni así me lo da, le daré de 10 a 30 dólares. Si ni así me lo diese, me
daría la vuelta dándole las gracias por dificultar el esclarecimiento de la muerte de un
compañero suyo.

En segundo lugar, y con respecto al rubio y al poli de la puerta. En un primer momento
trataré de actuar como lo que soy. Un abogado curioso por el tema. Ahora bien,
trataré de enterarme de la mayor cantidad de información posible.
Introducción (Dieter Hartwig)
Universidad Miskatonic, Arkham (Massachussets)
3 de mayo de 1924 - 11:03 am

Aquella mañana se salió de la rutina. El profesor de alemán, Dieter Hartwig, había
acudido como de costumbre a la Universidad para impartir sus clases. Sin embargo,
nada más llegar al campus comprendió que ese no sería un día normal. Los rumores y
comentarios, que no solo estaban en boca de los alumnos, sino también en el cuerpo
docente, no tardaron en llegar a sus oídos.

Hacía pocas horas que habían encontrado el cuerpo sin vida de un estudiante en las
escaleras de la Biblioteca. Pero ahí no acababa la cosa, y es que lo que en un principio
se creyó que podía haber sido un suicidio, pronto se tornó un posible asesinato. Como
era de esperar, varios alumnos no acudieron a clase esa mañana, pero Dieter,
siguiendo el consejo de los altos cargos, trató de normalizar la situación e impartió sus
horas como de costumbre.

La ausencia de unos pocos alumnos no le sorprendió, era lo lógico. No obstante, no
pudo evitar echar en falta a una de sus más brillantes alumnas en su clase de las diez.
Siempre se sentaba en primera fila y no había faltado nunca a sus clases, ni tan
siquiera con fuertes resfriados. Victoria Nangelo, que es como se llamaba la estudiante,
nunca faltaría a clase sin un motivo extremo...

Finalizada la clase y dispuesto a averiguar más acerca de lo ocurrido, el profesor
Hartwig fue a hablar con el decano de la Facultad de Filología. Allí obtuvo más
información sobre los acontecimientos de la pasada madrugada.

La víctima, Frank Charlton, era un buen estudiante de Filosofía y Metafísica medieval.
Al parecer murió asfixiado, asesinado por persona o personas desconocidas, que
arrojaron su cuerpo, ya sin vida, desde el tejado de la Biblioteca. Pero había más.
Pocas horas antes de esa tragedia, otra alumna, su alumna, Victoria Nangelo, fue
atacada en el campus. La señorita Nangelo sufrió un ataque de pánico e histeria y,
pese a lograr huir, aún permanecía en estado de shock, permaneciendo a la espera de
su recuperación para ser interrogada por la policía. Hasta ese momento, se desconocía
si ambos hechos estaban relacionados. Victoria Nangelo se hallaba en una habitación
privada en el cercano Hospital de Santa María.

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Off-rol:

Bien, una breve, pero intensa, introducción para Dieter Hartwig. Confío en que pronto
todos los PJs estén unidos, pero hasta entonces tienes libertad de acción...
Respuesta Dieter

Desde primeras horas de la mañana no se hablaba de nada más. Los rumores eran
ciertos. - Un asesinato en la quot;Uniquot;.- era lo primero que había podido escuchar Dieter de
lo ocurrido en boca de un jovencísimo estudiante al pasar tras él.

Dieter no tuvo tiempo de informarse más ya que la primera hora de clase estaba a
punto de empezar. Tras dos horas seguidas en la misma aula, finalmente pudo respirar
un poco de aire e iniciar una pequeña conversación con Marie, una alumna, que se
dirigía a él por un comentario acerca del quot;Faustoquot; de Goethe.

Marie era muy lista y no cesaba de preguntar cosas verdaderamente interesantes. Pero
Dieter no tenía la cabeza para ella ahora y lo sentía. Quería saber con exactitud qué
había pasado. No tendría tiempo ahora aún de poder ir a hablar con profesores o algún
decano así que no dudó.

Marie: -...¿No opina usted lo mismo profesor? Es que Fausto afirma que...

Dieter: - Perdona Marie- dice interrumpiendo a la chica la cual queda un poco
perpleja. - ¿Me podrías decir qué está pasando en la Universidad?. He escuchado algo
de lejos pero no le he dado mucha importancia. Ahora, sin embargo, el edificio entero
está revolucionado. En toda la clase nadie ha escuchado nada de lo que he dicho.

Marie (sorprendida): - Pero, profesor... ¿Usted también? No he venido para esto. Yo
sí que le he escuchado.

Dieter: Calmándola - Marie, lo siento. Pero por favor, habla. Sé que tú me has
escuchado. Marie era una muchacha muy linda, inteligente, pero aún un poco infantil.
Dieter no quería hacerla enfadar solamente saber qué estaba pasando.

Marie: Bueno, le cuento. Esta mañana la entrar por la puerta me inundaron un
centenar de versiones sobre lo ocurrido. Hablando con algunos alumnos antes de
entrar en su clase y atando las diferentes versiones he sabido que han encontrado
muerto a un estudiante esta mañana. Creo que fue en la Biblioteca. Lo conocía de
vista. Era deportista y entrenaba aquí en la Universidad.- explicándole todo lo que
sabía a su profesor.

Dieter: ¿Asesinato? - preguntó Dieter incrédulo.

Marie: - Señor Hartwig. ¿Con quién se piensa que está hablando? No soy la policía. -
respondió la alumna echándose atrás.

Dieter: - Tienes razón. Venga salgamos que ya ha tocado. Ahí vienen otros alumnos.-
acabó Dieter despidiéndose de la alumna en el pasillo. Ella hizo lo mismo e inició una
ágil marcha hacia el piso superior.

Tres pasos después de dejarla atrás se le vinió a la mente el nombre, que aún
desconocía, del alumno fallecido. Quiso girarse y preguntárselo a Marie, pero ya había
desaparecido entre los estudiantes y colegiales que transcurrían por los pasillos en los
cambios de hora.
Pasaron las dos próximas horas sin saber mucho más hasta que llegó el descanso
mediante el cual podría recabar un poco más de información sobre lo ocurrido. Al
sonar el timbre recogió sus cosas con prisa dirigiéndose acto seguido hacia el despacho
del decano de la Facultad de Filología. Mientras recorría pasillos y salas, Dieter recordó
no haber visto a Victoria Nangelo en clase. Ello le preocupaba. No creía que su
ausencia tuviese que ver con el asesinato pero su corazón le latía más deprisa al
pensar en ello.

El decano, no se encontraba en su despacho. Su secretaria, que justamente pasaba
por allí, le indicó que posiblemente lo encontraría en el despacho del Director. Dieter
no quería molestarle así que pensó que vendría más tarde aunque la curiosidad le
estaba matando. Fue entonces cuando sudado y nervioso, el decano apareció por la
puerta. Alegrándose en parte de ver al profesor, le comunicó todo lo ocurrido con voz
seria y apoyando la su derecha sobre el hombro del quot;Sir Hartwigquot;, como lo llamaba él.

Tras despedirse del decano permaneció varios instantes ante la puerta del despacho. -
¿Victoria? ¿Qué le había pasado? Memorizando rápidamente su horario recordó no
tener clase en las próximas dos horas. -¿Tendría tiempo para llegar al Hospital? No
tenía cita ni permiso familiar. No conocía a la familia, ahora que lo pensaba. Pero era
Victoria. Tenía que hacerlo.

Dieter empezó una marcha rápida hacia secretaria avisando allí de su ausencia durante
hora y media. Acto seguido, partió hacia el hospital conduciendo su automóvil,
nervioso y pensativo.

Mientras avanzaba hacia el Santa María, algunas preguntas le venían a la mente. -
¿Había sido un asesinato planeado? ¿Habían subido al muchacho hasta el tejado? Que
extraño. Aún muerto y sin ofrecer resistencia, una persona sola no hubiera podido con
él. ¿Estaba él ya arriba? Y finalmente, ¿Qué le había pasado a Victoria?




TURNO 1
Dieter no tardó en llegar al Hospital Santa María. Por el camino le estuvo dando vueltas
al asunto, buscando soluciones y preocupándose por el estado de Victoria.

En la recepción del Hospital pudo averiguar que, por orden médica, no se admitían
visitas a la habitación de Victoria Nangelo. Lo único que se sabía del caso es que, tras
ser asaltada, Victoria sufrió un ataque de locura temporal que le dejó en estado
catatónico y, que en esos momentos, es una habitación privada del Hospital, mirando
al techo.

Pero el profesor Hartwig no había hecho el viaje en vano y ya que estaba allí usaría
todos los medios disponibles para visitarla. Aludiendo a que era su profesor y la
conocía bien, añadido al hecho de que su familia vivía lejos, logró persuadir al bedel de
que era su tutor y obtuvo un permiso de unos minutos (Persuadir)
Todo había salido a pedir de boca y Dieter Hartwig entró en la oscura habitación que
ocupaba su alumna. El cabello negro y abundante de la chica estaba sucio y
despeinado y su rostro, elegante y escultural, muy pálido. No fue difícil darse cuenta
de que no respondía a ningún estímulo externo. Sin embargo, Dieter creía conocerla lo
suficiente como para poder llamar su atención. Tras varios minutos hablando solo y
cuando estaba a punto de tirar la toalla, consiguió llamar su atención, sólo un
segundo, pero Victoria reaccionó. (Psicología)

Y así fue... Victoria volvió su cara hacia su profesor y le sonrió mientras un hilillo de
baba se descolgaba por la comisura de sus labios.

Victoria: Él... no se encontraba muy bien. - Dijo entre risitas - Usted tampoco...
tampoco lo estaría... ¡si no pudiera sangrar! - dicho esto comenzó a llorar y todos los
intentos por consolarla fueron inútiles.

La puerta de la habitación se abrió y entraron una enfermera y un doctor.
Rápidamente le inyectaron algo y poco a poco fue recuperando la consciencia.

Doctor: No sé cómo lo ha hecho, qué diablos hace usted aquí y quién le ha dejado
entrar... pero parece que la joven ha reaccionado. Si es tan amable, déjenos por
favor...

Dieter asintió y se dirigió a la salida, pero fue interrumpido.

Victoria: Espere profesor Hartwig...

Doctor: No malgastes fuerzas, debes descansar.

Victoria: Si doctor, pero... será sólo un segundo - dijo bostezando pesadamente - Iba
andando por el campus cuando... fui atacada desde las sombras... grité... No recuerdo
muy bien... pero... le arañé la cara y... no... no sang... nada... - el sedante había hecho
efecto y Victoria Nangelo se quedó profundamente dormida.

Doctor: Por favor, debe descansar. Estará varias horas dormida.

Dieter recorría los pasillos del Hospital Santa María sin saber muy bien qué pensar de
todo aquello. Al menos, Victoria parecía recuperada y pronto estaría bien del todo.




Respuesta Dieter

La impactante visión de una Victoria a la que no reconocía habían hecho pensar mucho
al joven profesor. Paseando de arriba a abajo los pasillos sin prestar atención a nadie,
ni enfermeras ni médicos, trató de recordar todo lo que la muchacha le había dicho.

Un escalofrío aún recorría su espalda, sudada por la tensión, al recordar la imagen de
la joven Victoria retorciéndose hacia él, gritando, histérica y con los ojos perdidos.
Dieter aún temblaba por lo ocurrido. Le costaba reconocer todo aquello. Victoria
estaría dormida unas horas pero no podría estar allí para presenciar su despertar.

Tras detenerse un instante y alzar la vista pensó en la escuela y su obligación de
volver. Sin despedirse y cabizbajo emprendió marcha hacia el coche aparcado abajo,
en el aparcamiento del Santa María.

El Hospital poseía una gran entrada llena de médicos y enfermeras a todas horas. Los
turnos de día representaban mayor caudal de pacientes nuevos pero de otro lado no
conllevaban la responsabilidad de los de noche. Mientras descendía las escaleras para
salir del Hospital, más preguntas inundaron su masa gris.

Recordando las palabras de Victoria, encontró en ellas un cierto grado de incredulidad.
- ¿Estaba delirando o en verdad la joven quería decirle algo?- Todo aquello sonaba
muy extraño. - ¿A quién hizo el supuesto arañazo? ¿A Frank? ¿Había sido Victoria
víctima de un abuso sexual o al menos de un intento de éste por parte del
muchacho?...

Entre pensamientos y dudas, Dieter no vio como una enfermera se entrecruzaba en su
camino. Estupidamente, el joven profesor chocó contra ella. Ésta, por el golpe, fue
echada hacia atrás cayendo de lado al suelo. Una bandeja llena de medicamentos cayó
estrepitosamente al suelo. Ésta, siendo de metal, produjo un enorme ruido estridente
al chocar contra el suelo.

Tras disculparse decenas de veces y ayudarla a levantarse, esta vez si que se despidió.
No había sido nada pero Dieter había perdido bastante tiempo en ello. Tenía que
volver a la Universidad.

Casi corriendo llegó hasta el coche, encendió el motor y arrancó dirección Universidad.
Dieter estaba nervioso. -¿Qué estaba pasando?.

Sin prestar más atención a las preguntas, llegó dos minutos tarde al Campus.
Corriendo hacia la entrada esperaba solamente no toparse con el decano o algún
profesor quot;lameculosquot;. Irrumpiendo en clase, Dieter se encontró con una clase entera
malhumorada por su llegada.

Dieter: -¿Os pensabais que no vendría? - dijo Dieter mientras sacaba sus libros de
alemán de la mochila de cuero gastado que llevaba a todos lados.

La hora pasó sin incidentes, pero Dieter no podía dejar de pensar en lo ocurrido y
menos aún en Victoria. Sin embargo, mientras explicaba, le vino a la mente alguien del
cual podría sacar ayuda. Al acabar la jornada, Dieter marchó con decisión a ver a su
amigo y compañero el profesor Hamilton. Licenciado en Medicina y Biología y profesor
de la misma universidad, seguramente podría sacar a Dieter de dudas.

Contándole lo ocurrido de manera que no supiese de quíen se trataba, Dieter recibió
varias respuestas a lo ocurrido.

Lionel Hamilton: - Dieter amigo, es muy raro lo que me cuentas. ¿Podría tratarse de
un caso extremo de Hemofília inversa? No sé. No estoy muy seguro. ¿Cómo de
profundo quot;tequot; hicieron el arañazo? No sé, ¿Has tomado algo raro estos días? -
preguntaba inocentemente el profesor.
Dieter no pudo sacarle mucho más. Se puso así mismo de ejemplo y no pudo averiguar
gran cosa. Dieter se despidió del profesor con cierta mala gana.

La Universidad, aún repleta de gente, parecía un mal lugar para todo aquello. No se
podía oír hablar de otra cosa. Al pasar por delante de la Biblioteca, Dieter vio como
varios agentes habían acordonado la zona y estaban inspeccionando el lugar del
crimen. Dieter vio cómo había sido la caída. Ni vivo hubiese sobrevivido al impacto.
Dirigiéndose a uno de los guardias Dieter preguntó lo siguiente:

Dieter: -Buenas tardes, caballero. No es mi intención molestarle pero, ¿podría usted
explicarme qué ha pasado aquí? Acabo de llegar y aún no me he enterado de nada.- El
profesor trataba de hacer como no supiese aún de nada, a lo mejor así averiguaría
alguna cosa más.

Mientras preguntaba, Michelle le vino a la mente. Era tarde y teóricamente tendría que
volver a casa. Sin embargo, esto era más importante. Más tarde se iría pero quería
saber qué pasaba aquí.

---------------

Off-rol:

Turno un poco raro pero es que estoy un poco confuso. Creo que preguntar al policía
sería lo siguiente que haría Dieter. Lo siento. Me concentraré más en el próximo.
TURNO 2
Bob Baker Bridge “Threebe”

La idea de poder investigar en este caso le hacía sentirse bien. Sin embargo, su hija
Diane le esperaba en casa y había muchas más razones para no involucrarse más. Pero
por otro lado...

Cerrando su cuaderno lleno de notas y dibujos, se acercó al mostrador del encargado
de los ficheros de la Biblioteca. Quería hacer una última averiguación y no le llevaría
más que unos minutos.

Bob: Buenos días. Verá, me he enterado de la desgraciada muerte de un alumno y me
gustaría echarle un vistazo a su ficha para...

Encargado: ¿Es usted de la policía? Ya se la mostré esta mañana - interrumpió el
hombre, aunque sin elevar el tono de voz.

Bob: No, en realidad soy investigador privado. Me ha contratado la familia de la
víctima y cualquier información es buena para resolver cuanto antes este caso.
(persuadir)

Encargado: Bueno, está bien, aquí la tiene. Sólo espero que todo esto acabe pronto.

Bob: Gracias. Si, confiemos en que así sea. - dijo cogiendo la ficha de Frank.

quot;Threebequot; sacó de nuevo su cuaderno y anotó los datos más relevantes. Nombre:
Frank Charlton. Habitación 18, primera planta del Dormitorio Oeste. Estudiante de
tercer curso de Filosofía, matriculado a su vez en un curso de Metafísica Medieval. Su
familia es de Providence.

Agradeciendo de nuevo su colaboración al encargado, Bob Baker abandonó la
Biblioteca...


Dieter Hartwig

La curiosidad fue más fuerte que cualquier otro sentimiento en él y, cuando vio al
agente en la Biblioteca, no pudo contener su impulso de hacerle algunas preguntas. Se
acercó al agente simulando no saber nada del asunto.

Dieter: Buenas tardes, caballero. No es mi intención molestarle pero, ¿podría usted
explicarme qué ha pasado aquí? Acabo de llegar y aún no me he enterado de nada.

Agente: ¿No se ha enterado? Debe ser el único del campus... Han asesinado a un
alumno esta madrugada y además atacaron a una muchacha algunas horas antes. ¿Es
usted profesor de la Universidad?

Dieter: Si, así es... Es terrible, ¿qué se sabe del caso? ¿Algún sospechoso o alguna
pista?
Agente: Lo cierto es que yo no sé nada. Llevo aquí horas y no es que me haya
enterado de mucho.

El agente parecía algo cansado de estar allí y no tuvo muchos problemas en charlar
con el profesor Hartwig. Poco después, se les unió otra figura.

Bob: ¿Fuman? - preguntó ofreciendo su Marlboro.


Nuevos datos, más interés

El agente tomó un cigarrillo cuidándose de que nadie le viera fumando en horas de
servicio. El recién llegado se presentó como Bob baker, un abogado al que todo aquel
turbio asunto había pillado por sorpresa cuando visitaba la Biblioteca.

Pasaron varios minutos en los que el policía, Tom Wilcox, hizo algunas conjeturas sin
demasiado sentido, pero nada interesante que ya no supieran. Pero todo cambió
cuando se presentó allí un compañero de Tom, que llegaba corriendo desde el otro
extremo del campus. Entre jadeos consiguió explicar que el inspector Nichols,
encargado del caso, estaba a punto de hacer un pequeño comunicado ante la prensa
en el patio de la facultad de Derecho. Él turnaría a Tom allí.

Tom: Caballeros, ha sido un placer... pero vengan ustedes también. Tal vez
descubramos algo de una vez.

Cuando llegaron, había periodistas de varios periódicos estatales, profesores y un
montón de alumnos curiosos. El inspector Nichols, con rostro serio, comenzó a hablar
en el mismo instante en que llegaron.

Inspector Nichols: Bien, todo el asunto de la muerte de Frank Charlton ha roto la
rutina de la Universidad. Confío en que pronto demos con el culpable y todo vuelva a
la normalidad. No es común hacer público algo así, pero considero que cualquier
información puede ser de ayuda. Aunque barajamos la posibilidad del suicidio, el
informe forense indica lo contrario - hizo una breve pausa para sacar una libreta - Los
doctores Whitby Lodge y Morton Waldron... han concluido que Frank Charlton murió
asfixiado, asesinado por persona o personas desconocidas, la madrugada del 1 al 2 de
mayo. Además, la pasada noche, otra alumna, Victoria Nangelo fue atacada y ha
estado en estado de shock hasta hace bien poco. En su reciente declaración, afirma
que su atacante fue Frank Charlton, algo del todo imposible... Si alguien de los aquí
presentes dispone de algún dato que nos ayude a esclarecer el entuerto, por favor que
se persone en la comisaría o se dirija al agente más cercano.

La respuesta no se hizo esperar. Todos los presentes comenzaron a murmurar. Sin
duda todo era muy extraño, demasiado y no parecía que hacer público todo eso
hubiese servido para calmar a la gente.

------------------

Off-rol:

No termina de gustarme el resultado de este turno, se coge con pinzas y cuanto más lo
leo, menos me gusta
Lo ideal, como proponía Thalantyr, hubiera sido una sesión de Messenger o algo así,
pero no me ha sido posible. De todos modos, si alguno prefiere ir por libre, no habría
demasiado problema, aunque desde luego, sería óptimo que os acabaréis uniendo los
cuatro (de cara a la posible futura campaña).

AYUDA 1: El informe forense.



Respuesta Dieter

-¿Fuman?

Dieter, entretenido y conversando no pudo enregistrar a primeras de dónde procedía
aquella pregunta. Al girar la cabeza sus ojos dieron con los de un hombre de mediana
edad con intención de iniciar una pequeña charla con ellos dos.

Dieter: - No gracias. No fumo - dijo el joven profesor mirando al nuevo participante
de aquella conversación.

Dieter quería de todas formas sacar algo más de información de aquel policía. Por
cómo iba vestido parecía alguien enrolado en todo aquello. El asesinato, Victoria, todo
aún estaba en su mente, molestándole, perforando su materia gris.

El hombre se presentó. Su nombre Bob Baker, no dejaba de serle familiar a Dieter.
Estaba seguro de haberlo oído menciona o visto escrito en algún lugar. El joven
alemán no le dio más importancia y le ofreció su mano.

Dieter: - Buenas tardes señor Baker. Mi nombre es Hartwig, Dieter Hartwig. Soy
profesor en ésta, la Universidad de Miskatonic. ¿Qué le ha llevado hasta aquí?
¿Pertenece usted al Cuerpo Policial?- Aquello lo hubiese dudado ya que el policía con el
que hablaba no le había saludado aún. Dieter intentó esconder su aún notable acento
alemán. No le gustaba hablar con alguien desconocido y hacerlo de aquella manera.

Dieter esperó contestación mientras, interrumpiendo, Tom Wilcox, el policía empezó a
dar algunas posibles soluciones a todo aquello de dudosa certeza. Sus palabras,
grandilocuentes, dejaban ver su total falta de información acerca del caso.

Sin embargo, Dieter no quería perder la oportunidad de averiguar alguna cosa del
nuevo integrante de aquella espontánea conversación. Pero todo cambió cuando se
presentó allí un compañero de Tom, que llegaba corriendo desde el otro extremo del
campus. Entre jadeos consiguió explicar que el inspector Nichols, encargado del caso,
estaba a punto de hacer un pequeño comunicado ante la prensa en el patio de la
facultad de Derecho. Él turnaría a Tom allí.

Tom: -Caballeros, ha sido un placer... pero vengan ustedes también. Tal vez
descubramos algo de una vez.

-Mmmm...- Posiblemente no podría acceder al recinto de prensa, pero no podría
perderse aquella magnífica oportunidad de averiguar algo más. Un tal Inspector
Nichols hizo gala de un excelente don de gentes dirigiéndose a la prensa con sumo
respeto anunciando cosas verdaderamente interesantes para Dieter. Sin embargo, vio
como, el señor Baker tampoco no dejaba de prestar atención a cada palabra que
pronciaba el Inspector. Aún no había podido saber nada más que de que se trataba de
un abogado que había dado con todo esto por casualidad.

Inspector Nichols: -Bien, todo el asunto de la muerte de Frank Charlton ha roto la
rutina de la Universidad.... No es común hacer público algo así, pero considero que
cualquier información puede ser de ayuda. Aunque barajamos la posibilidad del
suicidio,...

Dieter seguía escuchando mientras vio que también una gran cantidad de alumnos se
habían acercado a informarse. Sin embaro algo hizo que sus orejas se volvieran a fijar
en el Inspector.

Inspector Nichols: -Victoria Nangelo fue atacada y ha estado en estado de shock
hasta hace bien poco. En su reciente declaración, afirma que su atacante fue Frank
Charlton, algo del todo imposible... Si alguien de los aquí presentes dispone de algún
adto que nos ayude a esclarecer el entuerto, por favor que se persone en la comisaría
o se dirija al agente más cercano.

Dieter, sin darse cuenta había llegado hasta la primera fila para poder escuchar con
más claridad todo lo dicho por el Inspector. -¿Victoria atacada por Frank? Pero y todo
lo que le había dicho. ¿Era cierto?- Aquello se estaba transformando en una aunténtica
novela digna de E. A Poe.

El corazón de Dieter empezó a acelararse. Victoria le preocupaba mucho. Intentó
recordar qué le había dicho. En ello tardó un poco. Intentó sentarse pero no daba con
ningún banco cercano. Apoyándose en la pared y sujetando su cabeza con los brazos
le vino a la mente lo mencionado por la joven.

Él... no se encontraba muy bien. - Dijo entre risitas - Usted tampoco... tampoco lo
estaría... ¡si no pudiera sangrar!...

Como un vago recuerdo todo aquello hizo mella en él. No sabía si era miedo por
Victoria o nerviosismo, pero Dieter tuvo que hacer un esfuerzo titánico para no caer
preso de un ataque nervioso. Respirando varias veces profundamente emprendió
marcha hacia un agente que repartía escritos. Información acerca del análisis forense.

Tras hacerse con uno de ellos, emprendió marcha hacia el inspector. Sin embargo a
medio camino dudó. - ¿Debía contarle lo que Victoria le había dicho? ¿Por qué sino se
lo había dicho a él solamente?.

Pinchazo, asfixia y quot;18 horasquot; fueron palabras que hicieron eco en la cabeza de Dieter.
-¿Debía ir a contarles lo que sabía? ¿Cómo había podido ser atacada Victoria por Frank
si se confirma que permanecía 18 horas muerto antes de ser arrojado a la Biblioteca?
Aquello no estaba bien. ¿Se le estaba pasando algo por alto?

Pinchazo, quot;no sangrabaquot; y otras cosas le revoloteaban en la cabeza.

-¿Qué debía hacer?- En la multitud buscó al señor Baker. Estaba pensativo cuando lo
encontró. También él tenía algo que ver con todo aquello.
Respuesta 3B
Dieter: Buenas tardes señor Baker. Mi nombre es Hartwig, Dieter Hartwig. Soy
profesor en ésta, la Universidad de Miskatonic. ¿Qué le ha llevado hasta aquí?
¿Pertenece usted al Cuerpo Policial?-

Threebe: No, en realidad no. Soy abogado. Un picapleitos en tiempos de bonanza. En
cualquier aso suelo pasarme habitualmente por la biblioteca de la facultad, me
recuerda a mis días de estudiante de Filosofía. ¿Profesor, dice? Deben estar inquietos
en el claustro. Que yo sepa, no ha habido precedentes de asesinatos en el campus...
Afortunadamente esto no es Chicago o Boston.

El policía interpreto mi ofrecimiento de tabaco como una invitación a exponerme todas
su teorías sobre la muerte y el asesinato. Se veía a la legua que era un recien llegado
al cuerpo, porque en los ojos se le leía a la perfección ese terror primario y reverencial
que se graba en el cerebro con los primeros caberse.

Con el tiempo, el cerebro se acostumbra.

Como dice un poeta español del que Melissa está enamorada platónicamente, “La
muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y
cuando la muerte es, nosotros no somos.”

Empleé el tiempo que malgastaba el policía en sus absurdas teorías en acercarme al
europeo. Hablaba ingles excepcionalmente bien, tanto que me fue imposible averiguar
de donde era su acento.

Era un hombre normal, sin ninguna característica a destacar salvo la evidente raíz
europea que delataban sus rasgos. Era rubio y con el pelo recortado en un flequillo
justo por encima de los ojos. Vestía bien, y quizá fuese un alumno de postgrado o
incluso un profesor.

Dieter… ¿Un Austríaco? ¿Alemán? ¿Polaco? El apellido no me desveló mucho mas.
¿Qué es lo que le atraía del caso? ¿Curiosidad? ¿Implicación? No parecía demasiado
interesado en las elucubraciones del policía, lo que demostraba un cierto sentido
común. Lastima no haber podido hablar más tiempo con él. Parecía bastante mas cabal
que Wilcox.

Acudimos juntos los tres a la pantomima ante la prensa del Jefe Nichols (un grito
desesperado en busqueda de luz por la incompetencia de sus agentes, yo jamás habría
expuesto datos tan a la ligera) y a la posteior publicación del informe forense en unos
pequeños dripticos que repartían como si de octavillas de una nueva ferretería se
tratase. Era ridículo. Tenía un concepto distinto de Nichols, y sería bueno conocer para
futuros casos la escasa capacidad de aguante del policía.

“Threebe”: Mister Dieter, perdone mi parquedad en palabras… es que la
incompetencia policial me asquea… ¿Tiene…?

Cuando volví la cabeza hasta el interrogado, observé su rictus. Estaba preocupado.
Torcía la boca hacia la izquierda mientras fruncía el ceño levemente. Sostenía en las
manos el panfleto de la auptopsia y lo leía una y otra vez. Decidí imitarle.
La autopsia difuminaba la hipótesis del suicidio, era evidente, y acercaba más la de un
uso post mortem de Frank. A mi juicio alguien lo había sedado con el pinchazo hasta
dejarlo en un estado cercano a la catatonia, y había usado la pantomima de su “caída
por la biblioteca” como una distracción para otro hecho…
 ¿El ataque a la otra alumna?

Mmmmm…
La cosa se ponía interesante por momentos. Me llevé la mano al bolsillo y saqué la
dirección del cuarto de Frank. Esa debía de ser mi siguiente parada si quería
profundizar en el caso (y obviamente, la curiosidad ya había derribado los muros de la
cautela cuando leí el informe forense).

“Threebe”: Como le decía, Mister Dieter, esta ineficacia me iría, y veo que usted
tambien se toma a pecho el caso. ¿Acaso conocía al muchacho? Si es así déjeme
lamentar su pérdida. ¿Sabe algo? Soy un simple abogado, mister, pero le apuesto diez
dólares a que hago mejores hipótesis que el policía y que Nichols. ¿Le apetece comer
algo?, hubo un alemán que dijo que El instinto social de los hombres no se basa en el
amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad. Y la verdad, hoy no me apetece
comer solo. ¿Viene?

---------------

Off-rol_

Quisiese seguir pero las acciones siguientes dependen mucho de las decisiones de
Dieter (y de una conversación con él).

Si Dieter come con 3B, Bob le preguntará de donde es. Si revela ser alemán, se
mostrará interesado por su materia y sobre sus conocimientos de la filosofía alemana
en la actualidad. Posteriormente, cuando ya conozca al contertulio lo suficiente, le
enunciará de manera superflua sus hipótesis sobre la muerte del chaval, y sugerirá una
colaboración “por ayudar a los incompetentes policiales”

Independientemente de si Dieter come con Bob, como la natación de Diane es por la
tarde, Bob comerá y llamará a los padres de Frank ofreciéndose como abogado para
defender los intereses del muerto (me gustaría mucho interpretar esa conversación
telefónica) llamando al teléfono que apareciese en la ficha de la biblioteca y dándome
una coartada creible para seguir en el caso amen de la propia curiosidad). Después de
la comida (solo o en compañía) 3B irá al cuarto del muchacho (también tiene la
dirección) para obtener mas pistas.



Respuesta Dieter

De entre la multitud, Dieter dio finalmente con el Señor Baker. Éste se encontraba
mirando el folleto que los policías habían repartido. Sin embargo, no parecía muy de
acuerdo con él y con lo que había hecho público el Cuerpo Policial. Lentamente, Dieter
fue acercándose observando como la prensa abrumaba al Inspector Nichols
descargando sobre él su particular ametralladora de preguntas.
Dieter: ¡Señor Baker! Hola de nuevo. No le había visto. - Dieter mintió, ya que había
sido él quien se había acercado a Baker, sin embargo no supo como reempezar la
conversación y lo hizo así. El profesor se sintió un poco mal, ya que se había engañado
él mismo pero siguió - ¿También usted lee el folleto? Hay algunas cosas que no me
cuadran.

Señor Baker: -Como le decía, Mister Dieter, esta ineficacia me iría, y veo que usted
también se toma a pecho el caso. ¿Acaso conocía al muchacho? Si es así déjeme
lamentar su pérdida. ¿Sabe algo? Soy un simple abogado, mister, pero le apuesto diez
dólares a que hago mejores hipótesis que el policía y que Nichols. ¿Le apetece comer
algo?, hubo un alemán que dijo que El instinto social de los hombres no se basa en el
amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad. Y la verdad, hoy no me apetece
comer solo. ¿Viene?

Dieter sabía que Michelle le estaba esperando en casa. ¿Debía avisarla? De otro lado,
Baker le estaba ofreciendo una excelente oportunidad para sacar algo más de
información de todo aquello. Intentaría llamar desde el restaurante.

Dieter: -Por favor Señor Baker. No soy más que profesor de esta Universidad.
Agradezco su respeto pero llámeme Dieter. Acepto su invitación. Creo que podría
serme de ayuda en un asunto que tengo pendiente y que incluyo en este caso. Tengo
que realizar una llamada importante (Michelle) pero la podría hacer desde el
restaurante. ¿Conoce el Garden Café? Quizá usted prefiera comer, pero le sugiero el
Garden en el College Street.

He visto en un antiguo mapa de Arkham algo parecido a una cafetería, llamada de ese
mismo nombre. Espero que no cree confusiones o molestia

Dieter preguntó si Baker disponía de coche. Él se ofrecería a llevarle en su viejo
automóvil. Baker parecía estar interesado en el asunto al igual que el profesor el cual
se despidió de Tom, el policía, e indicó a Baker su disposición de acompañarle a tomar
algo. Todo aquello también le había abierto el apetito ya que desde el descanso, aún
no había tomado nada más.


Garden Café

Siempre y pensando que el Señor Baker acepte su propuesta. Podría editarlo.

Dieter abrió la puerta para dejar pasar amablemente al Señor Baker. Su compañía le
parecía agradable pero sabía que los dos, escondían algo al otro que aún no querían
revelar. Quizás una conversación, aquí, en un espacio más íntimo, daría sus frutos y el
profesor podría sacar algo más de información.

El local estaba casi lleno a esas horas. El aire frío del fuera cesó totalmente al entrar en
la sala, grande y amplia. Los clientes eran gente mayor, no había allí adolescentes ni
chiquillos. El humo de pipas y cigarros, surcaba lentamente sobre las cabezas de los
allí presentes y un ruido continuo de conversaciones entremezcladas avivaba aún más
el calor humano del café. El suelo, de moqueta, gustaba mucho al profesor el cual dio
unos pequeños pasos para comprobar la perfecta elasticidad de un suelo blando y de
un rojo oscuro. Los ojos de Dieter dieron con una amable camarera que les indicó una
mesa para dos al lado de la ventana. Perfecto. Dieter indicó a Baker el lugar y le
sonrió.

Una vez colgados los abrigos en un perchero cercano los dos se dispusieron a
sentarse, sin embargo Dieter vio entre la gente una cara conocida. Era Emile Layer. Un
amigo de Michelle con el que también compartía cierta amistad.

Dieter: Hola, Emile. ¿Cómo estás?- dijo el germano acercándose por detrás a un aún
sentado señor Layer. -No, no te levantes. He venido con un amigo.El Señor Baker. Es
abogado. Hemos venido a charlar de un asunto que nos incumbe a los dos- Dieter
decía eso mientras con su derecha invitaba al Señor Baker a acercarse y con su
izquierda apoyada en el hombro del sentado Emile.

Tras una pequeña charla finalmente Dieter y Baker se sentaron. Dieter pidió un té y
unas pastas dulces que siempre tomaba. Esperaba que el Señor Baker se sintiese
cómodo y no quería entretenerlo tampoco demasiado, seguramente tendría cosas por
hacer. Dieter inició una pequeña conversación para volver a romper el hielo que con
suma velocidad volvió a redirigirse hacia el caso del crimen en la Universidad. Dieter
dio a conocer su falta de información sobre muchos de los enigmas que nublaban el
caso como también su interés por Victoria Nangello. Comunicó a Baker que era alumna
suya y que le importaba su estado. Tras un rato hablando, Baker finalmente dio a
conocer una hipótesis más que creible que daba posibles soluciones a las preguntas de
Dieter.

Baker afirmaba que Frank había sido sedado y que la caída solamente habría sido un
estratagema para camuflar algo más. El pinchazo podría provenir de algún tipo de
aguja clavada con fuerza y que acto seguido inyectó sedante o tranquilizante a Frank.
Dieter estaba de acuerdo con algunas partes de la hipótesis y apuntó algunas cosas en
su libreta de cuero mientras miraba interesado al Señor Baker.

Dieter explicó a Baker su visita fortuita a Victoria Nangello en el hospital y lo que allí
había encontrado.

Dieter: Tras acercarme a Victoria ésta salió del coma. Ya me disponía a salir cuando y
agarrándome con mucha fuerza empezó a decir en medio-sueño algo de que su
atacante no sangraba. Ella había podido arañarle en el forcejeo y me estaba diciendo
con sus últimas fuerza que no sangraba antes de caer dormida por el sedante que los
médicos le inyectaron por su ataque nervioso.

Dieter no rechazaría quedar algo más de tiempo con el Señor Baker pero no quería
molestarle ni tampoco hacer esperar a Michelle que seguramente estaría preocupada.
Dieter cortó un instante la conversación para dirigirse hacia la camarera y preguntarle
por el teléfono que como no, pudo utilizar como cualquier cliente.

Marcaría el teléfono de la tintorería de debajo casa ya que Dieter no disponía de
teléfono en casa. Bella, la encargada, se lo diría a Michelle. Al llamar dijo a Bella que
Michelle no se preocupase, estaba tomando algo con un amigo suyo. Estaría en casa
para cenar y le mandaba un beso desde allí. Dieter hizo reir a la dueña de la tintorería
que afirmó que ella misma se lo daría.
TURNO 3
La amigable charla durante la comida en el Garden Café, permitió a Dieter y 3B
conocerse un poco mejor y ambos hablaron acerca del caso que les ocupaba. El
profesor Hartwig narró su experiencia en el Hospital con su alumna Victoria Nangelo y
Bob Baker expuso sus teorías.

Sin duda, para ambos, la compañía del otro era beneficiosa. La aparente negligencia
policial y su extraño modo de actuar con la rueda de prensa, no hizo más que
aumentar su interés en el crimen. quot;Threebequot; deseaba echar un vistazo al dormitorio de
Frank y la compañía de un miembro del personal docente de la Universidad era de
agradecer. Pero antes de continuar con sus investigaciones, Dieter se disculpó para
realizar una llamada y 3B pensó que era hora de hacer algo más que una simple
investigación por su curiosidad. Cuando Dieter regresó a la mesa, fue el abogado quien
se dirigió al teléfono...

--------

Bob Baker sacó la libreta donde había anotado el teléfono de los padres de Frank y se
preparó para la conversación. El número era de Providence.

Ring... Ring... Ring...

Criada: Residencia de los Charlton...

Threebe: Buenas tardes, quisiera hablar con el señor Charlton, por favor. Mi nombre
es Bob Baker.

Criada: Lo siento señor Baker, pero el señor Charlton no está, ni tampoco su señora.
Verá, es que ha habido una desgracia en la familia...

Threebe: Si, lo sé. Ese era el motivo de mi llamada. Deseaba ofrecer mis servicios
como abogado para defender los intereses de su hijo Frank... ¿Me podría decir cómo
localizarle?

Criada: La noticia les ha pillado fuera de la ciudad por asunto de negocios, pero han
tomado un tren esta misma mañana y seguramente llegarán a Arkham esta noche.

Threebe: ¿Sabe dónde se alojarán?

Criada: Si señor, yo misma hice las reservas en el Hotel Avenue de Arkham.

Threebe: Muchas gracias, me ha sido de gran ayuda.

Criada: Gracias a usted, buenas tardes señor Baker.

La conversación con los padres de la víctima tuvo que aplazarse, pero sólo
temporalmente. Tras colgar el teléfono, 3B se reunió de nuevo con el profesor Hartwig.

--------

De nuevo juntos, planearon permanecer unidos, al menos de momento y examinar el
dormitorio de Frank. El camino de regreso al campus sirvió para que ambos siguieran
hablando...

La habitación de Frank Charlton se encontraba en la primera planta del dormitorio
Oeste. Cuando llegaron al pasillo no había vigilancia, pero la puerta presentaba un
cordón policial. Un examen más cercano reveló que dicho cordón había sido quitado y
nuevamente colocado y que, además, la puerta no había sido cerrada totalmente. Con
el pasillo totalmente desierto, no sería nada complicado colarse en su interior sin ser
vistos.

El dormitorio disponía de dos pequeños escritorios, sendas sillas de madera con
respaldo recto, dos lámparas de estudio, dos estanterías bajas, dos camas estrechas,
dos pequeños armarios en lados opuestos de la habitación, un lavabo con un solo grifo
de agua fría, una ventana grande y una sola salida, la puerta por la que acababan de
entrar. No se había trazado ninguna línea por mitad de la habitación como solían hacer
muchos estudiantes, pero se notaba una clara separación de estilos.

En la parte derecha, su compañero de habitación había clavado en su pared fotos de
estrellas del deporte, como Red Grange, Gene Tunney y Knute Rockne, así como
recortes de prensa con sus propios éxitos deportivos logrados en fútbol y béisbol. Su
cama estaba sin hacer y bajo ella había un montón de ropa sudada y olorosa. En su
estantería, unos cuantos libros, mucho de ellos relacionados con el deporte y poco más
destacable.

El otro lado de la habitación era bastante diferente. En ella se habían montado un par
más de estaterías altas junto a la cama, repletas de obras sobre magia, psicología e
historia antigua. Su apred libre estab recubierta por una variedad de láminas, copias de
lienzos, que iban desde Munch a Klimt, pasando por Ryder, presente en una copia de
Sigfrido y las doncellas del Rin.
http://imageshack.us/http://imageshack.us/

Todas las ilustraciones eran de temas oscuramente eróticos. Sus papeles, ropas y
efectos personales estaban bien conservados y sistemáticamente colocados. Sobre su
escritorio había una carta inacabada dirigida a una tal Asenath Waite, en la que le
consultaba cierto asunto relacionado con la magia. Del resto de cosas no pudieron
sacar nada en claro.

La inspección de la habitación terminó en el mismo instante en que Dieter y 3B
pudieron escuchar con claridad un fuerte sonido procedente la habitación justo bajo la
de Frank. Un sonido como si hubieran echado abajo la puerta. Sin pensarlo dos veces,
un simple cruce de miradas sirvió para que salieran del cuarto y bajaran rápidamente
las escaleras (no sin antes volver a colocar el cordón policial) dirigiéndose a la planta
baja. Allí, algunos estudiantes curiosos permanecían en el pasillo observando la
situación sin saber qué hacer o decir.

La puerta de una habitación colgaba de una de sus bisagras y en su interior se
hallaban dos hombres. Uno de ellos era un estudiante bastante fornido, seguramente
el causante del derribo de la puerta. La segunda persona no le era desconocida al
profesor Hartwig. Se trataba de un joven profesor de la Universidad al que veía de
cuando en cuando por los pasillos del campus. Estudiante y profesor observaban con
asombro una pequeña caja de la que procedía un débil sonido y que incluso parecía
moverse por si sola...
--------------------------

Off-rol:

Thalantyr, no creas que me olvido de esa conversación de 3B con el señor Charlton.
Queda pendiente si así lo deseas...

En cuanto a las licencias que os tomáis en vuestros turnos, me parece estupendo. Eso
enriquece el juego el hecho de que uséis PNJ o lugares creados por vosotros me gusta
(y quita algo de trabajo

Por último, a veces me veo obligado a tomar decisiones por vuestros PJs, pero sentíos
libres de protestar si no estáis de acuerdo con algo. Se edita y en paz.

Bien, seguiremos todos juntos en... El caso Frank Charlton. Podéis leer mi último turno
en ese capítulo y poner vuestras réplicas allí.
TURNO 3 (Scott Sallieri y Jack Clancy)
Cuando Scott abandonó el dormitorio de Frank Charlton y Biff Williams, y tras
agradecer su colaboración al agente encargado de vigilar el lugar, el policía volvió a
colocar las cintas en la puerta tal y como estaban cuando entraron.

Jack no estaba matriculado en las clases del profesor Sallieri, pero le reconoció como
miembro del cuerpo docente de Miskatonic. Y su sorpresa fue mayúscula al verle salir
de la habitación de Biff junto al policía. No podía ser que un profesor... Scott también
se percató de la presencia del estudiante de porte atlético que observaba curioso la
escena, y se le acercó con precaución.

Scott: Disculpa, ¿eres alumno de la Universidad?

Jack: Aha - dijo asintiendo y adoptando una posición defensiva.

Scott: Me preguntaba si conocías al joven que vivía en ese dormitorio, Frank Charlton,
o a su compañero Biff Williams, no sé, tal vez podrías ayudarme con algo de
información.

Al parecer, el joven profesor estaba llevando algún tipo de investigación, a tenor de las
preguntas que formuló a Jack y de la colaboración policial.

Jack: Conozco a Biff, es uno de mis compañeros de equipo, pero le han cambiado de
habitación.

Ambos charlaron un buen rato y cada uno descubrió en el otro un cierto interés en el
crimen, aunque con motivaciones bien diferentes en ambos casos. La presencia de un
alumno a su lado, ayudaría a Scott a obtener información de otros estudiantes y la
compañía de un profesor le otorgaría a Jack una mayor libertad de movimientos por el
campus. Una curiosa simbiosis, útil para los dos. Biff le comentó a Jack aquella misma
mañana que le habían trasladado a una nueva habitación, en la última planta del
dormitorio Este, y ese fue el siguiente destino.

(...)

Toc, toc.

Biff: Ah, hola Jack. Pasa, pasa...

La presencia del profesor Sallieri no incomodó en exceso a Biff, aunque éste le miraba
de reojo. El nuevo cuarto de Biff era muy pequeño, casi agobiante y sin apenas sitio
para nada. Estaba muy nervioso por todo lo acontecido y Jack trató de calmarle y le
habló de la investigación que había abierto la propia Universidad, presentándole al
profesor que le acompañaba. Biff, más tranquilo, explicó que la policía sólo le permitió
llevarse un puñado de ropa, dos libros de texto y un par de zapatos de la habitación
que compartía con Frank Charlton.

Biff Williams era, de momento, el principal sospechoso y no se le permitía abandonar el
campus. Por lo que Jack conocía de él, era lo que comúnmente se conoce como un
pedazo de pan, incapaz de hacer daño a alguien. Pero la policía sospechaba de Biff
porque poseía la habilidad atlética y fuerza necesaria para asfixiar a Charlton y luego
arrojar su cuerpo desde el tejado de la Biblioteca.

Biff: Soy inocente, lo juro. No tengo nada que ver con su muerte y pese a ser muy
diferentes, teníamos una buena relación. Espero que esta pesadilla termine pronto...

(Psicología) Las palabras de Biff sonaron muy sinceras a oídos de Scott Sallieri, que
tenía la convicción de que estaba diciendo la verdad.

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Off-rol:

En primer lugar, disculparme por rolear un poco con vuestros personajes. Es algo que
procuro evitar, pero se me antojaba necesario para que Scott y Jack se conocieran e
implicaran juntos en la historia. En todo caso, si hay algo que queráis cambiar, sólo
tenéis que decirlo y edito... Lo que sabe Scott (sobre todo informe de la autopsia) y lo
que sabe Jack (alumna atacada, principalmente), es cuestión vuestra que lo cuenten o
no.

En lo referente al turno en si, he avanzado con ambos PJs juntos, siguiendo un poco la
línea llevada por ellos hasta ahora. Ahora indicad vuestros siguientes pasos o hablad
entre vosotros, o lo que sea...




Respuesta Scott

Este ha sido un encuentro afortunado para Scott, el conocer a Jack y obtener (quizás)
su confianza, lo ayudarían mucho para continuar con la investigación sin llamar
demasiado la atención de los investigadores oficiales.

Todo mejoró cuando conoció por fin a Biff Williams, a quien Scott consideraba como
uno de las piezas claves en el caso, no porque sospechara de él, sino porque obtendría
valiosa información acerca del infortunado Frank.

Biff le aseguró a Scott que él era inocente, y el profesor no tuvo ningún motivo para
dudar de lo que decía.

- Tranquilo, Biff, nadie aquí te está acusando. Yo te creo. Pero necesito que
me des información sobre Frank para que su muerte no quede impune y se
eliminen las sospechas que penden sobre ti. Tengo entendido que estaba
metido en algún asunto ocultista ¿sabes tú algo de eso? ¿conocías a las
personas con quienes se relacionaba? ¿Qué opinas sobre estas, te parecía
alguna sospechosa? Necesito que me proporciones estos datos, hasta el más
insignificante.-

Luego, dirigiéndose a Jack, le dice en voz más baja.
- Me ayudarías si te paras un poco cerca de la puerta y vigilas que no haya
quot;curiososquot; que quieran escuchar la conversación, pero permanece atento a
lo que aquí se diga, por favor.




Respuesta Jack
“Por supuesto profesor Sallieri... pero, ¿de verdad cree que ese tipo
practicaba el ocultismo y esas cosas? Dios... hay gente rara más de la que
nos pensamos, ¿a que sí, profesor?”

Jack se dirigió hacia la puerta para quot;hacer guardiaquot; ante la posible llegada de curiosos
que quisieran ver al pobre Biff interrogado por las autoridades. El morbo se apoderaría
de la comunidad universitaria en menos que se marcaba un gol. Pobre Biff... pensó
para sí el joven delantero. Justo antes de salir por completo de la habitación le dirigió
una sonrisa al atribulado y enorme estudiante y comentó con despreocupación...

quot;Ánimo tío... el profesor Sallieri va a ayudarte. Antes de que quieras darte
cuenta estaremos de nuevo en el terreno de juego. Profesor Sallieri... estaré
aquí mismo.quot;




TURNO 4
La presencia de Jack había logrado relajar al pobre Biff, que aún no se terminaba de
creer lo que le estaba pasando. El profesor Sallieri le hizo varias preguntas, mientras
Kack Clancy vigilaba que no llegasen curiosos. Biff pronto se relajó y comenzó a
responder.

Biff: Frak se sabía cuidar bien. Entiéndame, no era un chico fuerte, pero tenía una
lengua afilada y la solía usar. ¿Sus amigos? Bueno, se movía en un ambiente bohemio,
ya sabe, un grupo de artistas y poetas hijos de papá. Yo creo que Frank tenía un lío
con una de ellos, una tal Asenath, o al menos se veían mucho. Pero yo no preguntaba.

Scott: ¿Sabes dónde puedo encontrarla?

Biff: Buf, no sé. Es un tema en el que nunca me he metido. A Frank le gustaba la
magia y creía en dimensiones paralelas. Esos temas me ponen la piel de gallina y
preferiría no entrar...

Scott: Es muy importante, Biff, si sabes algo te ruego que...

Jack: Venga tío, suéltalo. Si averiguamos algo te dejarán en paz.

El rostro de Biff mostraba preocupación y miedo. Finalmente, lá oportuna intervención
de Jack hizo que hablara.
Biff: Esa mujer, Asenath, vive con su marido en la mansión Crowninshield. La heredó
de sus padres. A veces Frank me contaba cosas, pero yo no le preguntaba por los
detalles.

Scott: Gracias Biff, nos has servido de gran ayuda.

Jack: Pronto nos veremos de neuvo en los entrenamientos...

Profesor y alumno salieron de la nueva habitación de Biff pensando en los nuevos
datos obtenidos. No había mucho nuevo, pero sí alguna pista importante. Ambos
conocían la mansión Crowninshield. No estaba demasiado lejos del campus...


La mansión Crowninshield

El profesor Sallieri llamó a la puerta de la imponente mansión e instanes después, un
individuo vestido de forma estrafalaria, les abrió.

Scott: Buenos días señor, venimos de la Universidad y...

Edward Derby: Pasen, Asenath les estaba esperando. Por aquí, por favor.

Incrédulos, siguieron a aquel hombre que les condujo a la planta más alta y tras
golpear con los nudillos una de las puertas, la abrió indicándoles que pasaran...

La habitación estaba decorada de forma macabra, con velas esparcidas por el suelo
que iluminaban los impresionantes pertrechos dew brujería que inundaban toda la
estancia. En un estante se podía ver una calavera, siniestramente pulida, por cuyos
costados goteaba cera negra creando formas inquietantes. Al otro lado de la
habitación, un lagarto disecado les observaba con unos ojos que paerceían dotarle aún
de vida. Tapices ricamente bordados cubrían paredes y ventanas y en el suelo se
podían ver círculos y diagramas en tiza, parcialmente borrados.

Y en el centro de la habitación, una pequeña forma fundida en las oscuras sombras
que se agrupaban en las esquinas de la estancia, les miraba con porte de superioridad.
Era Asenath Waite, cual araña en el centro de su red esperando su próxima víctima
(COR 0/1)

Asentah era una mujer bajita, de piel oscura y atractiva, a pesar de sus ojos de mirada
fija y algo saltones...

Asenath: ¿Y bien?

-----------------

Off-rol:

Espero que os guste el turno He avanzado un poco la trama. Suponía que vuestros
próximos pasos se dirigirían a Asenath. En caso contrario, mil disculpas... La tirada de
cordura que os indico, la podéis hacer vosotros mismos. Se tira Cordura porque
impresiona bastante la escena.
Respuesta Scott
Mientras suben las escaleras hacia el encuentro con la mujer buscada, Scott piensa con
gran rapidez y asombro: Asenath Waite... de nuevo aquel nombre, estaba en la carta
que se encontraba en la habitación de Franck y Biff había hecho referencia a ella. Algo
en su interior le decía que allí estaba una pieza clave para entender el homicidio, no
quería apresurar conclusiones acusando a cualquiera, pero de alguna manera, sentía
que podría existir una relación entre esta persona y el trágico fin de Frank. Sin
embargo, prefirió no adelantar conclusiones, ya le había pasado antes que su poderosa
imaginación le había hecho ver cosas que no existían.

Cuando entró en la habitación con Jack a su lado, no pudo contener la impresión que
le causó ver la extraña decoración. Algunas cosas le parecían vagamente familiares,
como si las hubiera visto en alguna ilustración de algún libro. Trataba de disimular su
asombro, pero era seguro que estaba pintado en su rostro y cualquiera que lo viera se
daría cuenta. Avanzó con paso firme, lanzando una mirada fugaz hacia Jack,
esperando que él fuera lo suficientemente fuerte como para no salir corriendo del
tenebroso lugar.

- ¿Señora Waite? Cuanto gusto, soy el profesor Scott Sallieri de la
Universidad... él es Jack Clancy, un alumno... Nos dijeron que nos estaba
esperando, ¿le importaría si le pregunto como es eso posible? Mire, estamos
aquí porque queremos esclarecer algunos hechos en torno al asesinato de
un conocido suyo: Frank Charlton. Estamos recopilando información acerca
de sus... intereses y su... estilo de vida, como para descubrir entre estos
alguna causa para su muerte... me gustaría que nos contara algo acerca de
Frank y qué relación tenía con usted....-

Mientras hablo, miro alternadamente a la mujer y al reptil ese que me mira como si
estuviera vivo... por ahora, trato de evitar tocar el tema del ocultismo... aunque la
atmósfera que nos rodea es tan ocultista que sé que el tema aflorarás solo de un
momento a otro.

----------

Off: me imagino que tengo mi pistola o por lo menos mi cuchillo en este momento,
sino, avísame, esto me está dando miedo....



Respuesta Jack
El pobre Jack se llevó un buen susto al contemplar aquella estancia espectral no
exenta de cierto aire teatral pero, dado que pilló al joven atleta completamente
desacostumbrado, éste tuvo que tragar saliva un par de veces y pasarse la manga de
la camiseta por la frente al verse esta recorrida por un repentino sudor frío.

quot;Si Frank estaba liado con una mujer casada era mala cosa... pero si esa mujer era la
que ahora tenía enfrente entonces el pobre chico estaba en un lío de proporciones
desmesuradas... quot;-pensó.
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Unos Cuantos Conocimientos

  • 1. UNOS CUANTOS CONOCIMIENTOS La llamada de Cthulhu Una partida de robroy en PlataformaRol
  • 2. REPARTO: Scott Sallieri Reshpu Jack R. Clancy Figaro Dieter Hartwig Complete Bob Baker Bridge Thalantyr_Capacaída ÍNDICE: 3 Scott Sallieri 9 Jack Clancy 14 Bob Baker 20 Dieter Hartwig 26 Dieter y Bob 37 El caso Frank Charlton
  • 3. INTRODUCCIÓN (Scott Sallieri) Universidad Miskatonic - Arkham, Massachussets 3 de mayo de 1924 - 6:54 am Scott Sallieri era un joven y prometedor profesor que por fin había visto cumplido su sueño de impartir clases, y nada menos que en la Universidad Miskatonic. El curso llegaba a su fin, pero ya le habían confirmado que continuaría en su puesto el año siguiente. Impartía clases de antropología y, en general, estaba muy satisfecho con sus alumnos. Aquella mañana acudió a su clase como hacía a diario, pero se palpaba algo extraño en el ambiente. Había cierto revuelo por los pasillos. Estudiantes y profesores hacían comentarios y en sus rostros se podía leer sorpresa y preocupación. El profesor Sallieri no tardó en enterarse de lo sucedido: un alumno acababa de encontrar el cuerpo sin vida de un alumno en la escalinata de la biblioteca. La policía no tardó en llegar a la Universidad y aunque hubo rumores de suspender las clases esa mañana, finalmente se decidió no hacerlo. No obstante, las aulas no se llenaron. El morbo era un arma demasiado poderosa y además, cualquier excusa era buena para pelarse una clase. Incluso a Scott le hubiera gustado saber algo más sobre lo que había sucedido y a fe que lo haría después de su clase. Finalizada la hora, la mayoría de los alumnos abandonó la sala con prisa y comentanado entre ellos la noticia. Sin lugar a dudas, aquella fue la peor clase que había impartido Sallieri, peor incluso que la primera a la que se enfrentó, y es que el ambiente no fue el más adecuado. En la puerta le estaba esperando el profesor Henry Armitage, uno de los miembros más veterano y respetado del campus y que había apostado por Scott para que impartiera clases pese a su corta edad. El joven profesor se apresuró en recoger sus cosas para reunirse con él y tras un cortés saludo, Armitage le invitó a su despacho, donde comenzaron a charlar sobre lo ocurrido. Armitage: Supongo que ya se habrá enterado de lo sucedido - Scott asintió - Es horrible, espero que la policía encuentre al culpable cuanto antes... Se preguntará por qué he querido hablar con usted. Pues bien, el motivo es su afición a las ciencias ocultas. Tal vez sea una locura, pero... Espera, empezaré por el principio. La víctima es Frank Charlton, un estudiante de filosofía, pero que además asistía a un curso de Metafísica Medieval y al parecer se interesaba por el ocultismo. Seguramente no tendrá nada que ver con eso, pero dado su interés en los temas esotéricos, quizás usted pueda hacer algunas indagaciones. Extraoficialmente, por supuesto. El forense del condado, el doctor Whitby Lodge se ha encargado de la autopsia, asistido por nuestro experto, el doctor Morton Waldron. Puede ser un buen punto para comenzar. Y si fuera necesario, no sería complicado buscar un profesor suplente por unos días. ¿Qué me dice? El profesor Armitage fue clave para que Scott Sallieri ejerciera de profesor y ahora le mostraba su confianza en ese feo asunto. Parecía una gran oportunidad. ---------- Off-rol:
  • 4. Bueno, es de suponer que Scott aceptará la quot;granquot; oferta. De momento, iréis por libre y llegado el caso ya se unirán los personajes. Por ahora puedes hablar con Armitage si quieres, o comenzar a investigar por ahí. Tienes total libertad. Respuesta Scott Scott comenzó a pasearse de un sitio a otro dentro del despacho del profesor Armitage, era una manía que tenía cuando pensaba en algo. Esta era una gran oportunidad de salir del círculo de la enseñanza para empezar a aplicar sus conocimientos de forma real… aunque le hubiera encantado aplicar primero lo que sabía sobre antropología y no sobre ocultismo, pero todo valía. - Profesor, con gusto acepto su oferta, aunque no la acabo de comprender… un alumno es encontrado muerto en las escalinatas de la biblioteca, un hecho lamentable pero no está fuera de lo común, la violencia en la ciudad avanza cada día más… y dice que el señor Charlton, que en paz descanse, se interesaba por las ciencias ocultas… pero eso tampoco es un motivo como para creer que sería la causa de su muerte… miles de personas están interesadas en el ocultismo, profesor, usted lo sabe. También sé que, siendo usted un gran erudito, no va a concluir que los ocultistas son carne de cañón porque los persigue el diablo, o algo así…. Hay algún otro vínculo que relaciona la muerte del joven Charlton con el ocultismo… ¿o me equivoco, profesor? Primeramente, quisiera que me de toda la información que tenga por más tonta e insignificante que le parezca sobre este caso, si tiene fotos de cómo has sido hallado el cuerpo o si tiene algún contacto en la policía para hecharles un vistazo, también quisiera leer el expediente académico y psicológico de la víctima… y ¿el joven vivía aquí? ¿En la residencia del campus? Sí es así, quiero el permiso para revisar su cuarto… Ah, por último profesor, gracias por esta gran oportunidad, no le defraudaré… y no se olvide de contactarse con quienes hacen la autopsia del cuerpo para avisarles que pronto los visitaré.- Scott se queda de pie mirando fijamente al profesor Armitage esperando sus respuestas. En realidad, estaba harto de que la gente relacionara su interés por el ocultismo con algún tipo de actividad mágica o hechicería. Su estudio era serio y objetivo, pero siempre pasaba esto… quizá solo sea un simple asesinato por robo o quien sabe… que mal que tomemos como normal esto, un asesinato, pero la culpa la tienen los medios de comunicación que nos hacen ver estas cosas como algo común… quizás esa relación de la víctima con el ocultismo solo sea un miedo interno de la gente, algo muy común en los estudios antropológicos, el miedo a lo desconocido e inconscientemente, el deseo de encontrar algo inexplicable en una vida atrapada en la rutina.
  • 5. TURNO 1 El profesor Armitage escuchó con atención las réplicas de Scott. Parecía sentirse algo abrumado y asentía mientras el joven profesor hablaba. Armitage: Disculpe profesor. Quizás he sido un poco torpe con mis palabras o usted me ha entendido mal. Verá, el ocultismo es también una de mis pasiones y no quisiera insinuar nada negativo sobre ese tema, nada más lejos de la realidad. En verdad, es una simple sospecha mía, sólo eso. Parece ser que el señor Charlton pertenecía a un pequeño grupo de... digamos... bohemios. Los relatos de comportamientos perversos y fiestas obscenas, se arremolinan en torno a este grupo, así como otros rumores sobre ritos oscuros y ceremonias ocultas. Sus aficiones esotéricas seguramente no tengan nada que ver y no pretendo relacionar su muerte con ellas, pero considero que investigar esa vía puede ser interesante, ¿no le parece? Respondiendo al resto de preguntas, Armitage fue muy claro y conciso. Explicó que no tenía contacto alguno con la policía, ni disponía de fotos de la escena del crimen, aunque tal vez el doctor Morton Waldron tuviera alguna. Frank Charlton vivía en la residencia del campus y su habitación había sido sellada, pero Armitage haría todo lo posible por obtener un permiso para echar un vistazo en su interior. Biff Williams, el compañero de cuarto de Frank, había sido trasladado a otra habitación. Armitage: Ahora, si le parece, le acompañaré al despacho del doctor Waldron y se lo presentaré. Mientras habla con él, yo intentaré obtener ese permiso. Ambos profesores se dirigieron a la facultad de medicina. Era curioso observar a uno de los más jóvenes miembros del profesorado junto a uno de los más veteranos. Henry Armitage llamó a la puerta del despacho de Waldron y poco después abrió un hombre maduro de rostro serio y duro. Tras las pertinentes presentaciones, Armitage dejó el despacho dejando a Scott a solas con el doctor que había asistido en la autopsia de la víctima. Morton Waldron se mostró preocupado por los resultados de la misma, ya que en su amplia experiencia, no había visto nada similar. Abriendo una carpeta, explicó los resultados sentado tras su escritorio y entregó una copia del informe al profesor Sallieri. La muerte de Frank Charlton tuvo lugar, aproximadamente, en la noche del 1 al 2 de mayo, sobre las 2 de la madrugada. La causa de la muerte fue asfixia. En la parte interior de la muñeca izquierda de la víctima, se encontró un pinchazo, probablemente de jeringuilla hipodérmica. Como quiera que no se apreciaba hematoma, la inyección se realizó después del fallecimiento. El cadáver mostraba lividez post-mortem, indicando que estuvo tendido boca arriba durante varias horas después de la muerte. Al menos 18 horas después de su muerte, se produjeron una serie de abrasiones, así como tres fracturas espinales. Al parecer arrojaron su cuerpo desde el tejado de la Biblioteca, golpeándose contra la escalinata. La caída hubiera sido suficiente como para causar su muerte si el cuerpo hubiese estado con vida al caer desde el tejado.
  • 6. El informe concluye que Frank Charlton murió asfixiado, asesinado por persona o personas desconocidas. Dr. Waldron: Como verá, no sólo estamos ante un asesinato, sino ante una obra macabra. Después del crimen han jugado con el cadáver, hasta que le han arrojado desde el tejado de la biblioteca para hacer que pareciera un suicidio. Es horrible. Lo más probable es que lo hicieran entre varios, a no ser que fuera una única persona muy fuerte y corpulenta. ------------ Off-rol: AYUDA 1: El informe forense... El doctor Waldron no tiene fotos del cuerpo, ya que él únicamente ayudó en la autopsia... En todo caso, en el informe está todo. Respuesta Scott Después de la presentación con el Dr. Waldron, Scott se pone a revisar atentamente el informe forense... es bastante extraño, lo que más le llama la atención es ese trato que le dieron los asesinos al cuerpo ya sin vida... ¿para qué?. Y ese pinchazo en la muñeca... no tenía las cosas nada claras. - Doctor, usted colaboró en la autopsia ¿verdad? necesito saber si encontró alguna marca, alguna herida fuera de lo normal en el cadáver...- Scott sabía que cuando un crimen así tenía motivos ocultistas de por medio, lo común era marcar a la víctima de alguna manera, con símbolos o palabras, aunque no siempre se daba el caso. - También, doctor ¿se ha realizado un análisis toxicológico del cuerpo? No se puede descartar la posibilidad de que el muchaho haya estado bajo influencias de drogas o alguna otra sustancia... y me intriga ese pinchazo... ¿cree usted que es posible que le hayan extraido sangre o inyectado alguna sustancia después de muerto? Esta investigación comenzaba a interesarle mucho, a su pesar, ya que sin ser oficial corría el riesgo de atraer sobre él alguna sospecha. ¿Quién será el detective encargado? Tenía que poner en orden las ideas en su cabeza para conseguir mayor información en un orden lógico, y sabía exactamente cual era: la habitación de la víctima ( si el profesor Armitage lograba conseguir el permiso para acceder a esta) y su compañero de cuarto, ese alumno Biff Williams.
  • 7. TURNO 2 Dr. Waldron: Está todo en el informe. La única herida o marca extraña es la de la aguja hipodérmica, además de las abrasiones y roturas, pero ninguna otra herida. Como bien indica, hicimos un examen minucioso, pero no hallamos rastro alguno de ninguna sustancia en su organismo. Saber si le extrajeron o no sangre, es imposible de determinar. La conversación con el doctor Waldron y, sobre todo, el curioso informe forense, había conseguido que Scott se interesara en el caso. Ya había decidido cuáles serían sus siguientes pasos en la investigación. Agradeciendo a Morton Waldron su colaboración, se despidió de él y encaminó sus pasos a la residencia de estudiantes, concretamente a la habitación de Frank Charlton. Poco a poco la Universidad iba recuperando la calma. Los alumnos acudían a sus clases, aunque era inevitable hacer algunos comentarios a respecto de lo sucedido. La habitación en cuestión se encontrada en la primera planta del dormitorio oeste. Allí, Scott se topó con un agente de policía y la puerta sellada. Scott Sallieri se presentó, con la esperanza de que el profesor Armitage hubiera conseguido algo positivo. Agente: Buenos días, le esperaba señor Sallieri. Puede pasar, pero le recuerdo que no debe coger nada, ni siquiera un trocito de papel. Por supuesto, yo entraré con usted. Cuando quiera... - el agente apartó las cintas y abrió la puerta dejando paso al profesor. No era precisamente lo que esperaba, pero mejor eso que nada... La habitación disponía de dos pequeños escritorios, sendas sillas de madera con respaldo recto, dos lámparas de estudio, dos estanterías bajas, dos camas estrechas, dos pequeños armarios en lados opuestos de la habitación, un lavabo con un solo grifo de agua fría, una ventana grande y una sola salida, la puerta por la que acababan de entrar. No se había trazado ninguna línea por mitad de la habitación como solían hacer muchos estudiantes, pero se notaba una clara separación de estilos. En la parte derecha, Biff Williams había clavado en su pared fotos de estrellas del deporte, como Red Grange, Gene Tunney y Knute Rockne, así como recortes de prensa con sus propios éxitos deportivos logrados en fútbol y béisbol. Su cama estaba sin hacer y bajo ella había un montón de ropa sudada y olorosa. En su estantería, unos cuantos libros, mucho de ellos relacionados con el deporte y poco más destacable. El otro lado de la habitación era bastante diferente. En ella se habían montado un par más de estaterías altas junto a la cama, repletas de obras sobre magia, psicología e historia antigua. Su pared libre estaba recubierta por una variedad de láminas, copias de lienzos, que iban desde Munch a Klimt, pasando por Ryder, presente en una copia de Sigfrido y las doncellas del Rin. http://imageshack.us/http://imageshack.us/ Todas las ilustraciones eran de temas oscuramente eróticos. Sus papeles, ropas y efectos personales estaban bien conservados y sistemáticamente colocados. Sobre su escritorio había una carta inacabada dirigida a una tal Asenath Waite, en la que le consultaba cierto asunto relacionado con la magia.
  • 8. El agente de policía no le quitó el ojo de encima en ningún momento y eso fue todo lo que pudo obtener de su visita. Tras el examen, el agente de policía insistió en que ya debía dejar el dormitorio. Eso era todo lo que podía hacer sin tocar nada del interior. Después abrió la puerta y apartó de nuevo las cintas indicando a Scott que saliera. Fuera, había un estudiante observando la escena desde cierta distancia. Por su constitución, parecía deportista... ------------ Off-rol: De momento es todo, tu turno... Pronto los personajes se irán uniendo. Respuesta Scott Afortunadamente, Scott ha podido echarle un vistazo al dormitorio de la víctima, pero siempre bajo la atenta mirada del agente, quien no le ha dejado tocar nada. Se siente molesto por esto, ya que ¿qué clase de investigación podría realizar si no puede abrir cajones ni coger nada? Sin embargo, ha tratado de grabar en su mente el máximo de detalles que ha podido. Los libros... magia, psicología, historia antigua... le dan a entender que no se trataba de un muchacho que se interesó por el ocultismo por rebeldía y por el gusto de lo extraño, como muchos, sino que estudiaba seriamente el tema y bajo varios puntos de vista... de igual forma, si solo fuera un típico quot;rebelde góticoquot;, tendría afiches de demonios y cráneos, eso era un hecho. Pero no. Frank había pegado en su pared copias de pinturas con un claro estilo ocultista, representaciones de escenas que inquietaban el ánimo aun sin saber su verdadero significado escondido, que solo unos pocos iniciados conocían... como este cuadro: Sigfrido y las doncellas del Rin... A Scott le llamó poderosamente la atención el afiche. Cuando salió de la habitación, después de dar un frío agradecimiento al agente, se iba repitiendo en la cabeza un nombre: Asenath Waite, el personaje al que Frank le escribía en ese boceto de carta... por lo visto era alguien a quien el joven consideraba importante o por lo menos entendido en las ciencias ocultas, ya que le pedía consejos sobre asuntos de magia y otras cosas... Cuando salió, un joven de porte atlético miraba hacia la habitación con gesto curioso... A Scott se le ocurrió enseguida seguir con la línea que tenía pensada para su investigación y cuando el agente dejo de mirarlo, se le acercó con precaución al joven. - Disculpa, ¿eres alumno de la Universidad? Me preguntaba si conocías al joven que vivía en ese dormitorio, Frank Charlton, o a su compañero Biff Williams, no sé, tal vez podrías ayudarme con algo de información...- INTRODUCCIÓN (Jack Clancy)
  • 9. Universidad Miskatonic - Arkham, Massachussets 3 de mayo de 1924 - 2:09 am Jack Clancy era una joven promesa del fútbol americano y en la Universidad se comentaba que llegaría a ser profesional si las lesiones no se cebaban con él. Sin embargo, los estudios no eran lo suyo, aunque era un chico listo y con esfuerzo (y la condescendencia de los profesores) iba aprobando por los pelos sus exámenes. Pese a que se había propuesto esforzarse más en el final del curso, cuando le invitaron a una fiesta la noche anterior, no pudo negarse. Varios viejos amigos y algunas jóvenes universitarias fueron suficiente argumento para convencerle. Y finalizada la fiesta, llegó la hora de regresar al campus. Apenas podría dormir unas horas antes de comenzar sus clases y el entrenamiento para el partido del próximo fin de semana. Era mejor no pensar en eso, después de todo, había sido una buena noche y siempre podía no asistir a clase... una vez más. Jack se sorprendió notablemente al comprobar que un numeroso número de alumnos estaba fuera de sus habitaciones comentando algo que acababa de suceder en el campus. Una alumna, Victoria Nangelo, había sido atacada por otro alumno de la Universidad. A causa del shock, sufrió un ataque que la dejó en un estado catatónico, por lo que fue conducida al Hospital de Santa María. No hubo testigos del asalto ni se sabía a ciencia cierta quién fue el atacante, pero sin duda el tema y los rumores durarían varios días. Sin darle demasiada importancia, Jack se acostó, pero no duró mucho su descanso. Cuando no eran aún las seis de la mañana, un nuevo alboroto inundó los pasillos y las puertas de las habitaciones no dejaban de abrirse una y otra vez. Peter White, el compañero de habitación de Jack, abrió la puerta. Fuera se comentaba la nueva noticia: un jardinero acababa de encontrar el cuerpo sin vida de un alumno, Frank Charlton, en la escalinata de la Biblioteca de la Universidad. Esa noticia si que fue más impactante y, sobre todo, mucho más grave. Después de apenas dormir en toda la noche, Jack deambulaba por los jardines de la facultad sin tener claro si acudir o no a clase, cuando una voz a su espalda le llamó por su nombre. Se giró para comprobar que era su entrenador que corría hacia él con cara de pocos amigos. Entrenador Hopkins: ¡Jack! ¿Dónde narices estuviste anoche? ¡Calla!, mejor no me lo digas, no quiero saberlo. Espero que sepas lo que estás haciendo, chico. Más vale que tengas una coartada o que te busques una buena, la policía está investigando a posibles sospechosos y tu nombre está en la lista. Te vieron llegar poco después de que atacaran a una alumna... No creo que tengas nada que ver, pero no me defraudes. Por cierto, NO te he visto en todo el día, ¿entendido? Dicho esto, y sin dejar que respondiera nada, el entrenador se alejó por donde había venido, perdiéndose tras un edificio. ---------- Off-rol: Bueno, pues así empieza la cosa para Jack...
  • 10. De momento, iréis por libre y llegado el caso ya se unirán los personajes. Por ahora tienes total libertad para hacer lo que quieras, desde pasar de todo e ir a clase como si tal cosa, huir de allí, investigar para exculparte... Tú mismo. Respuesta Jack Mierda...! ¿Por qué estas cosas se cebaban en el pobre de Jack? Si cambiaban la fecha de un examen seguro que le pillaba en día de partido, si un profesor salía de clase a atender una llamada o a cualquier cosa personal siempre se topaba con Jack quot;haciendo novillosquot;... La mala suerte era una constante en la vida universitaria de Jack. Claro está que no todo era tan terrible... la fiesta de anoche estuvo bien y a Nancy se la veía bastante predispuesta a repetir el encuentro quizá en un ambiente más retirado. Y ahora resulta que atacan a una chica y un estudiante muere camino de la biblioteca y... ¡le inculpan a él! Increíble. Jack estaba realmente preocupado. La historia de la policía no le parecía tan grave; en la fiesta estuvo rodeado de mucha gente que bien podría testificar a su favor y conseguir una coartada sólida y cuando la fiesta terminó se fue directamente a dormir al colegio mayor. Qué más hubiera querido que quot;perdersequot; un rato con Nancy... pero no fue así, parece ser que por suerte. Sin embargo el entrenador había sido injustamente duro con él. Iba en su caracter pero no le había permitido ni siquiera explicar el porqué de su ausencia de los entrenamientos. La evaluación estaba próxima aunque se comentaba que en los partidos de final de temporada se veían algunos ojeadores sentados en las gradas. ¿Qué podía hacer? Uf... como si hubiese alternativa. Corrió cuanto pudo camino de los vestuarios y se cambió de ropa en un santiamén. La taquilla olía a sudor más que de costumbre pero no era momento de hacer la colada. Una camiseta y unos pantalones cortos valdrían. Salió a la luz del estadio y comenzó a calentar corriendo un par de vueltas alrededor del campo. Su futuro como quarterback le esperaba... TURNO 1 Haciendo caso omiso a las advertencias de su entrenador, Jack acudió, como cada mañana al campo de entrenamiento y comenzó con sus ejercicios mientras pensaba en las ligas profesionales. Poco a poco, se le fueron uniendo algunos compañeros de equipo, aunque menos que lo que era habitual, y también faltó el entrenador Hopkins. El resto de jugadores se fue
  • 11. marchando dejando solo a Jack y cuando éste comenzaba a plantearse dejar los ejercicios, llegó Biff Williams. Era muy tarde para acudir a entrenar, pero se presentó junto a Jack, sin cambiarse de ropa. Parecía abrumado. Biff era un mal estudiante, como la gran mayoría de deportistas y jugaba bastante bien al fútbol, pero por desgracia para el equipo se decantó tarde por ese deporte, ya que empezó jugando al béisbol. Biff: Hola Jack, ¿estás tú solo? Bueno es igual, tengo que soltarlo... Te habrás enterado de que han matado a un estudiante, ¿no? Pues no te lo vas a creer, pero era mi compañero de habitación, menuda mierda... Me habían dicho que sospechaban de tí, pero tranquilo, ahora soy el principal sospechoso y me han prohibido dejar el campus. La policía me ha estado interrogando casi una hora y me han echado de mi habitación casi con lo puesto... Según parece, el asesino es alguien corpulento y fuerte y como soy... era... su compañero, pues nada. Tengo miedo Jack, pero yo no he hecho nada, lo juro. Además la chica que han atacado, ni siquiera la conozco... Vaya mierda. Ahora tengo que ir a mi nueva habitación, luego nos vemos, ¿eh? Biff se marchó de allí apresuradamente. No se podía decir que fuera amigo de Jack, pero charlaban de vez en cuando y jugaban en el mismo equipo, era simpático. Al menos ya no era el principal sospechoso, pero seguía dando con el perfil del sospechoso, por lo que no estaba libre de sospecha todavía. Continuó entrenando un rato más y luego se dió una ducha muy larga, pero no podía quedarse allí toda la mañana. Debía pensar qué hacer. ------------ Off-rol: Sé que ha sido un turno de transición, pero tampoco puedo hacer mucho más de momento. Te toca dar el próximo paso. Respuesta Jack Vaya... era increíble lo rápido que se apoderaba el desasosiego de la comunidad universitaria. Parecía ser que al pobre Biff le había caído un quot;marrónquot; bastante mayor que el que tenía encima Jack Clancy. Siendo compañero de habitación del fiambre era de esperar que la poli le interrogara hasta la saciedad y que le investigaran hasta en el cajón de la ropa interior. Por lo pronto ya habían evidencias de que el asesinato y el ataque a la muchacha guardaban una relación. Para un estudiante de universidad con mucho tiempo libre, jugra a los detectives se convertía en un divertimento altamente atrayente. Mientras el agua de la ducha golpeaba el cuello y la espalda de Jack se afanaba por intentar cuadrar todos los datos de que disponía. Biff tenía miedo de una investigación a pesar de que no había hecho nada. Quizá pudiera haber quot;atacadoquot; a la chica... todo el mundo sabe que Biff no tiene mucho éxito con las mujeres y probablemente se le fue la mano... lo que estaba claro era que Biff era incapaz de matar una mosca. Jack confiaba en la inocencia de su compañero de equipo pero, ¿y la policia? Era curioso que el entrenador se enterara de que Jack se encontraba entre los
  • 12. sospechosos casi a primera hora de la mañana y, a la hora de comer, aún no hubiera aparecido un policía haciendo las preguntas de rigor. quot;Bien...quot;- murmuró Jack bajo la ducha. quot;Quizá sea el momento de afrontar la situaciónquot;. Con el campus lleno de polis no sería dificil encontrar a algún inspector que llevara el caso y presentarse para quot;aportar cualquier información que pudiera ser de ayuda en la investigaciónquot;. Al fin y al cabo esa era la labor de todo estudiante de Miskatonic en un día tan concurrido como lo era aquel. Jack se secó y se vistió sin prisa... era una gozada disponer de los vestuarios en solitario y sin el barullo de despues de los partidos. Luego fue a la cafetería a por un sandwich y se dirigió en busca del inspector jefe. Quizá supieran algo en secretaría. Algo se podría sacar. TURNO 2 Un entrenamiento, una buena ducha y un delicioso sandwich. Había llegado la hora de hacer algo. Jack se dirigió a la secretaría y fue allí donde comprobó las dimensiones del asunto. En la entrada del campus se había situado una pareja de agentes que paraba a cualquiera que intentara entrar o salir de la Universidad, ya fuera éste un estudiante, miembro del cuerpo docente o personal de servicios. Una breve entrevista y anotaban algo en unas libretas. En secretaría no encontró ningún agente, pero si la información que buscaba. La investigación la llevaba el inspector Nichols, quien, al parecer, acababa de dejar el campus para resolver otros asuntos fuera. En todo caso le informaron dónde encontrar a otros agentes, además de la pareja que había en la entrada. Un policía vigilaba la habitación de la víctima y dos más interrogaban algunos alumnos en el despacho del decano. Esa parecía la mejor opción. El exterior del despacho del decano mostraba una pequeña fila de alumnos, con un nexo común: todos parecían ser deportistas, compañeros de Jack en el equipo, jugadores de otros deportes o simplemente chicos corpulentos. Cuando Jack llegó al lugar, algunos se le quedaron mirando y cuchicheaban entre sí. Dentro del despacho había dos agentes y junto a la puerta otro más, que se acercó al recién llegado al observar la reacción de los otros chicos. Agente: ¿Cuál es tu nombre, chico? Jack: Jack Clancy, señor. Fue un poco embarazoso explicar lo sucedido la noche anterior en la fiesta, pero era quot;su deber como estudiantequot;. Cuando descubrieron su identidad, fue colado y pasó a ser el primero de la fila. El interrogatorio fue muy sencillo. ¿Dónde estuvo aquella
  • 13. noche? ¿A qué hora regresó? ¿Vio o escuchó algo extraño? ¿Alguien puede corroborar su historia? Etc... Sub-inspector: Bien, eso es todo. Tienes que estar localizable las próximas horas y no salgas del campus salvo que sea estrictamente necesario, ¿entendido? Aparentemente tranquilo después de su declaración, Jack se dirigió a su habitación en el segundo piso del dormitorio oeste. En el primero tenían su habitación el chico asesinado y Biff y el morbo le hizo asomarse por allí. La puerta estaba precintada, pero no había rastro alguno de ningún policía. Poco después, se abrió la puerta y un agente apartó las cintas para dejar salir del interior a otro hombre. Tendría unos treinta años y jack creyó reconocerle como un joven profesor, aunque a él nunca le había dado clases... Respuesta Jack ¿Qué demonios hacía aquel profesor dentro del dormitorio del pobre Biff con ese poli? Jack siempre creyó con respecto a este asunto que algunos asaltantes se habían colado en el campus por la noche la habían armado bien gorda pero nunca pensó en la posibilidad de que alguien de la comunidad universitaria pudiera estar liado en un quot;marrónquot; semejante. Si la poli apuntaba a los miembros del equipo de rugby ó a cualquier muchacho por el simple hecho de ser mínimamente corpulento, era por que estaban dando palos de ciego. Pero que, de pronto, ese profesor estuviera quot;en el ajoquot; era algo realmente sospechoso. Sin duda quot;algo olía a podrido en Miskatonicquot;... ¿De donde leches había salido aquella cita? Ja... si le hubiera oído su profesora de Literatura se habría sentido orgullosa... o, simplemente, le habría dejado de llamar quot;vago irresponsablequot;.
  • 14. Introducción (Bob Baker) Universidad Miskatonic, Arkham (Massachussets) 3 de mayo de 1924 - 11:26 am Aquella mañana, el abogado Bob Baker había acabado pronto con sus gestiones y decidió tomarse el resto del día libre. Como hacía siempre que tenía algo de tiempo libre, acudió a la Biblioteca de la Universidad donde solía consultar libros de Filosofía Pero esa fresca mañana de primavera se encontró con algo que no esperaba. En la entrada del campus había una pareja de agentes de la policía de Arkham que se encargaban de pedir que se identificara todo aquel que entrara o saliera de la Universidad. Sin duda un hecho extraño. Cuando llegó el turno de quot;Threebequot;, nombre con el que se le apodaba, éste se identificó y con curiosidad preguntó qué es lo que sucedía. Agente#1: Es un control rutinario señor... Baker. Esta mañana ha aparecido el cadáver de un alumno y además han atacado a una joven, pero no debe preocuparse - dijo sin extenderse demasiado en explicaciones, mientra le indicaba que entrara con un gesto. Ya no era policía. Había pasado muchos años desde el quot;incidentequot; y Bob Baker había rehecho su vida en Massachussets. Ahora era un competente abogado al que no le faltaba el trabajo e incluso había creado una familia. Sin embargo, ese asesinato... Intentando sacarse de la cabeza la idea, encaminó sus pasos a la Biblioteca, pero allí volvió a encontrarse de frente con el crimen. Parte de la escalinata que conducía a la Biblioteca había sido acordonada por la policía rodeando la silueta de tiza que mostraba la posición del cadáver cuando fue descubierto. A juzgar por la forma imposible en la que quedaron sus piernas, todo hacía indicar que había caído desde cierta altura. Sin embargo, allí había algo extraño. Si fue un asesinato, debieron arrojarle desde el tejado de la propia Biblioteca, pero por la distancia hasta éste debió ser alguien muy fuerte, o varios hombres. Además, una caída así, desde esa altura, tenía que haber dejado restos de sangre y no había señal alguna de ella. Y era imposible que la policía hubiera permitido limpiar la escalera. -------- Off-rol: Aquí está la breve introducción para tu PJ. He intentado quot;tentarquot; a Bob dejando algunas conclusiones a las que llega teniendo en cuenta su pasado policial. Ahora tienes que decidir qué hacer, si te involucras o no. Respuesta 3B Caminé entre las gastadas estanterías, mientras estudiantes imberbes y colegiales estresados comentaban en corrillos las imágenes que resonaban en mi mente.
  • 15. La sección de Filosofía de la Universidad de Miskatonic estaba algo más tranquila. Era una sección con forma rectangular, bañada por el resplandor de un ventanal de doce cristales que daba a un patio de luz. Me dirigí a la sección de Autores Clásicos y pasé el dedo por las desgastadas tapas de los libros, llenándomelo de polvo. Me decidí por Platón. Había varias versiones de los libros, algunas de hecho mucho mejor tratadas, pero no se por qué siempre me acercaba a estos ejemplares antiguos. Me senté en la mesa y comencé a leer. A mi espalda dos estudiantes hablaban sobre la silueta de tiza. Intenté abstraerme. No era nada aconsejable descentrarme. Tenía el juicio de Judo Streamer, que se estaba enquistando, y además Diane nadaría esa tarde en la piscina municipal. Saqué una libreta y un lápiz de la cartera en la que guardaba mis papeles y comencé a disertar sobre Platón. Estudiante 1: Eso es una idiotez. Se cayó, y punto. Era una torpe, según dicen. Estudiante 2: Pues lo suyo sería que fuese un asesinato… ¡Lo mismo nos quitan el de Antropología! Estudiante 1: No caerá esa breva… ¿Cómo lo llevas? Miré al papel. Había dibujado la silueta de la chica en la libreta. ¿Pero que me pasaba? Intenté centrarme en Platón, pero sólo veía el cordón policial. Un cordón que antaño yo habría puesto. La chica no había caído, eso era evidente. Ni la habían empujado tampoco. La habían matado (Rompiéndole las piernas para evitar que huyese) y la habían bajado a ese sitio para que la viesen así. Si hubiese caído, en la parte superior de las escaleras había huellas suyas, sangre y muy probablemente ropa enganchada en el herraje de la escalera… ¡No! Dejé los papeles sobre la mesa y salí al patio de luz por una puerta cercana, evitando a conciencia la escalera y la silueta. Me peiné con la mano y recibí el sol primaveral en tanto sacaba un cigarrillo. Un Marlboro. Estaba asqueroso, y era uno de los hábitos que me habían impuesto los federales y que mas me molestaba. Le dí una calada y exhalé el humo, que ascendió en volutas hasta el límpido cielo azul zafiro. Limpio, el sitio estaba demasiado limpio, sin evidencias grotescas, ni testigos, ni… ¿Y si los guardias hubiesen pasado por alto ese detalle? Al fin y al cabo yo era abogado, yo debía ayudar a las víctimas ¿Debería acercarme y echar una ojeada? Era consciente de que lo que iba a hacer era una violación en toda regla de lo que me “sugirió” el Gobierno, pero… después de ocho años ¿Qué podría pasar? Volví al interior mientras fumaba y recogí la libreta y el carboncillo. Cogí el ajado libro de Platón y me dirigí con aspecto despistado a las cercanías de las escaleras. Allí seguía habiendo un batiburrillo de curiosos y alumnos que me permitía inmiscuirme sin miedo a represalias. Me senté en la mesa más cercana y mientras observaba el libro iba dibujando la silueta en mi cuaderno. Después subiría al piso superior por otra escalera (de incendios, si
  • 16. fuese necesario) y observaría cuidadosamente la barandilla y el suelo cercano en busca de algo inusual. Luego sería el momento de los testigos. ¿Qué me sucedía? ¿Tantas ganas tenía de paladear, aun por un momento, mi vida anterior? No estaba seguro, pero sabía una cosa. Era algo que necesitaba. TURNO 1 Desde las escaleras de la Biblioteca, muy cerca de la silueta en tiza, Bob Baker observó las paredes del edificio. Las ventanas tenían rejas por las que pasaría un cuerpo. Esto dejaba el tejado como la única opción para que arrojaran a la víctima. Excitado por la explosión de adrenalina, entro de nuevo a la Biblioteca y buscó las escaleras que llevaban al tejado. Las dos primeras plantas del edificio servían de contenedor de libros y salas de lectura. Las escaleras que llevaban a la tercera tenían un grueso cordón dorado que impedía el paso a cualquiera no autorizado. Aprovechando un momento en que nadie miraba en esa dirección, quot;Threebequot; pasó por encima del cordón. Esa tercera planta estaba llena de puertas cerradas y varios despachos. Pero al final de un pasillo, encontró lo que buscaba: una escalera de caracol que conducía a un pequeño desván. Un sello policial impedía el paso, pero si había llegado hasta allí, no iba a echarse atrás ahora. Además, sin necesidad de romperlo, se podía colar sin demasiado complicación. El techo abuhardillado obligaba a caminar agachado en gran parte del desván. Varias cajas repletas de libros aún por catalogar, compartían espacio con algunas telas de araña y algún mueble viejo. La única fuente de luz, era una pequeña ventana entreabierta que daba directamente al tejado. Sin abrirla, al abogado policía se asomó. En efecto, desde allí se llegaba a un punto del tejado justo en la perpendicular al lugar donde hallaron el cadáver. Sin embargo, allí había algo que no encajaba. Parecía muy complicado que alguien subiera hasta el desván y tirara el cuerpo por esa ventana. Demasiado complicado, escalera de caracol, una pequeña ventana... Si fue así como ocurrió, debieron ser varios los asesinos, pero aún así hubiese sido difícil. La policía seguramente ya había registrado el lugar, pero no se perdía nada por echar un vistazo. Lo primero que llamaba la atención era las huellas. Debido a la importante capa de polvo del suelo, era sencillo ver, a simple vista las huellas que se dejaban en ciertas partes del suelo. Había zonas más transitadas y limpias, pero el acceso a la ventana estaba detrás de varias cajas y allí el polvo se había acumulado dejando marcadas varias huellas. Parecía que todas ellas pertenecían a la misma persona. Ahí nacía una nueva hipótesis: el suicidio. ¿Podría ser que alguien subiera hasta el desván de la Biblioteca, abriera la ventana y se tirara al vacío? La respuesta era afirmativa. quot;Threebequot; sacó sus notas y el dibujo de la silueta. La distancia del lugar donde se halló el cuerpo a la pared de la Biblioteca era considerable, pese a la altura. Si alguien saltara desde el tejado podría caer ahí, pero no bastaría que soltaran el cuerpo por la ventana. De ahí se podía deducir que. o bien Frank Charlton se suicidó, o varias
  • 17. personas tuvieron que lanzar su cuerpo desde el propio tejado, y no simplemente desde la ventana. Aún sin nuevas pistas claras, Bob regresó con suma discreción a la calle, superando el cordón sin ser visto. Ya era definitivo, le interesaba el caso. Al salir de la Biblioteca comprobó que había llegado al lugar una pareja de agentes de la policía, uno de los cuales tomaba algunas fotos, mientras que el otro hablaba con un tipo de cabello rubio que le hacía preguntas sobre lo allí sucedido. Daba la sensación, por su aspecto, de que podía tratarse de un profesor de la Universidad... Respuesta 3B El ser humano no está hecho para tener limitaciones. La mera existencia del ser, es un desafío a la naturaleza, un reto planteado a la vida para contrarrestar todas las trabas habidas y por haber. El humano siempre se salta la prohibición. Siempre intenta responder a cualquier intento de coartar su libertinaje. Sólo con la sociedad se puede crear grilletes que cohiban ese comportamiento, pero si el individuo ignora la sociedad, solo encerrando a su cuerpo y a su mente con una fuerza mayor a la suya podremos controlarlo. Y yo no podía ignorar la sociedad.. La visión de mi mismo en un espejo mugriento hasta lo insano (¿Para que querrían un espejo en una biblioteca?) me devolvió a la oscura realidad del desván. Había procurado no pisar en lugares polvorientos para no delatar mi presencia mientras observaba la escena, pero al mirar mi reflejo. Esa imagen de mí nuevo “ego”, esa perversión de mi antigua personalidad, no pude por menos que divagar. Mientras bajaba las escaleras del desván abuhardillado y lleno de polvo, cavilaba sobre lo que estaba haciendo Era obvio que la policía no estaba yendo en la dirección correcta, puesto que a pesar de poder parecer un suicidio o un asesinato, había pruebas que desmentían tales hipótesis. Antes de bajar de nuevo al patio del campus, me detuve un momento en la biblioteca. Tomé asiento y comencé a escribir con el carboncillo en mi libreta, en la pagina siguiente a la de la silueta: “El Individuo: De momento sé muy poco del individuo. De hecho en un principio creí entender que había sido una chica. Quizá fuese una chica la víctima del segundo ataque del que he oído mención. Mirando la silueta puedo deducir que es un cuerpo de estudiante, de no muchos años. Y entre las conversaciones de los estudiantes he oído que se llama Frank Charlton, sería una buena idea buscar en el registro de la biblioteca. Deben tener su carnet con todos los datos personales del chico.
  • 18. El lugar del Crimen: Aún no tengo nada claro cuál fue el lugar en el que se cometió el crimen, pero hay poco que pueda hacer con tan poca información: Hipótesis #1: Suicidio. El que en el desván de la biblioteca haya huellas cerca de la ventana que mira al patio donde cayó Frank nos indica que o bien se ha suicidado o bien había alguien mirando el crimen desde un palco privilegiado. El suicidio no es algo frecuente, y debe estar motivado por fuertes presiones externas a la psique del muerto. Necesito mas datos del cadáver. Hipótesis #2: Asesinato en el tejado. Descartable salvo que se demuestre lo contrario. No hay signos de forcejeos, ni sangre (este es el dato que mas me preocupa) ni restos de ropa. Si hubiesen sido varios asesinos tendrían que haber empujado a la víctima desde muy alto. Más incluso que la buhardilla. Una caída desde tanta altura machaca los huesos y provoca un desangramiento rápido y explosivo (con vetas de sangre en ángulos dispersos). Que hayan limpiado la sangre es descartable porque la policía aun está aquí, y a estas alturas no se puede tocar el escenario, y menos para limpiarlo. Hipótesis #3: Asesinato y despiste. Esta es la hipótesis más probable. La ausencia de sangre y la evidente colaboración de varios individuos implica un grado de estrategia en el incidente. ¿Por qué mataron al chico? ¿Por qué dejan su cadáver tan a la vista y no se preocuparon de cómo hacer creible la escena? ¿Quién miraba desde arriba para ver si todo estaba bien colocado?” Guardé el carboncillo y volví a la realidad. Era una lástima tener que desperdiciar un caso tan interesante, pero casi era la hora del almuerzo y esta tarde tenía que llevar a Diane a la piscina, a sus campeonatos de natación. Mi pececillo llevaba semanas insistiéndome en que esta vez iba a machacar a los otros escolares… y había heredado el carácter de su madre, era muy capaz. En un último momento, me decidí a acercarme al fichero de la biblioteca y preguntar al encargado por el carnet de Frank Charlton. No perdía nada por enterarme de un poco de su vida, y aunque tenía intención de no devanarme los sesos con el caso, la sensación de deja vu era muy superior a mi voluntad. Luego salí de la biblioteca con dirección a mi Ford, cuando me di cuenta de un detalle. Un policía hablaba con un hombre rubio, europeo… …”Bloody Blonde”… …¡!... … parecía un profesor, a juzgar por la vestimenta, y preguntaba mucho. Me acerqué con aire distraido mientras sacaba el tabaco:
  • 19. “Threebe”: ¿Fuman? ------ Off-rol: A ver, dos cosillas: Quisiera pillar el carnet de Frank, donde deben estar todos sus datos personales (incluida su dirección y la carrera en la que está matriculado). Soy consciente de que el encargado no me lo va a dar por las buenas. Pero si es necesario le diré que soy un investigador, y si ni así me lo da, le daré de 10 a 30 dólares. Si ni así me lo diese, me daría la vuelta dándole las gracias por dificultar el esclarecimiento de la muerte de un compañero suyo. En segundo lugar, y con respecto al rubio y al poli de la puerta. En un primer momento trataré de actuar como lo que soy. Un abogado curioso por el tema. Ahora bien, trataré de enterarme de la mayor cantidad de información posible.
  • 20. Introducción (Dieter Hartwig) Universidad Miskatonic, Arkham (Massachussets) 3 de mayo de 1924 - 11:03 am Aquella mañana se salió de la rutina. El profesor de alemán, Dieter Hartwig, había acudido como de costumbre a la Universidad para impartir sus clases. Sin embargo, nada más llegar al campus comprendió que ese no sería un día normal. Los rumores y comentarios, que no solo estaban en boca de los alumnos, sino también en el cuerpo docente, no tardaron en llegar a sus oídos. Hacía pocas horas que habían encontrado el cuerpo sin vida de un estudiante en las escaleras de la Biblioteca. Pero ahí no acababa la cosa, y es que lo que en un principio se creyó que podía haber sido un suicidio, pronto se tornó un posible asesinato. Como era de esperar, varios alumnos no acudieron a clase esa mañana, pero Dieter, siguiendo el consejo de los altos cargos, trató de normalizar la situación e impartió sus horas como de costumbre. La ausencia de unos pocos alumnos no le sorprendió, era lo lógico. No obstante, no pudo evitar echar en falta a una de sus más brillantes alumnas en su clase de las diez. Siempre se sentaba en primera fila y no había faltado nunca a sus clases, ni tan siquiera con fuertes resfriados. Victoria Nangelo, que es como se llamaba la estudiante, nunca faltaría a clase sin un motivo extremo... Finalizada la clase y dispuesto a averiguar más acerca de lo ocurrido, el profesor Hartwig fue a hablar con el decano de la Facultad de Filología. Allí obtuvo más información sobre los acontecimientos de la pasada madrugada. La víctima, Frank Charlton, era un buen estudiante de Filosofía y Metafísica medieval. Al parecer murió asfixiado, asesinado por persona o personas desconocidas, que arrojaron su cuerpo, ya sin vida, desde el tejado de la Biblioteca. Pero había más. Pocas horas antes de esa tragedia, otra alumna, su alumna, Victoria Nangelo, fue atacada en el campus. La señorita Nangelo sufrió un ataque de pánico e histeria y, pese a lograr huir, aún permanecía en estado de shock, permaneciendo a la espera de su recuperación para ser interrogada por la policía. Hasta ese momento, se desconocía si ambos hechos estaban relacionados. Victoria Nangelo se hallaba en una habitación privada en el cercano Hospital de Santa María. ------------ Off-rol: Bien, una breve, pero intensa, introducción para Dieter Hartwig. Confío en que pronto todos los PJs estén unidos, pero hasta entonces tienes libertad de acción...
  • 21. Respuesta Dieter Desde primeras horas de la mañana no se hablaba de nada más. Los rumores eran ciertos. - Un asesinato en la quot;Uniquot;.- era lo primero que había podido escuchar Dieter de lo ocurrido en boca de un jovencísimo estudiante al pasar tras él. Dieter no tuvo tiempo de informarse más ya que la primera hora de clase estaba a punto de empezar. Tras dos horas seguidas en la misma aula, finalmente pudo respirar un poco de aire e iniciar una pequeña conversación con Marie, una alumna, que se dirigía a él por un comentario acerca del quot;Faustoquot; de Goethe. Marie era muy lista y no cesaba de preguntar cosas verdaderamente interesantes. Pero Dieter no tenía la cabeza para ella ahora y lo sentía. Quería saber con exactitud qué había pasado. No tendría tiempo ahora aún de poder ir a hablar con profesores o algún decano así que no dudó. Marie: -...¿No opina usted lo mismo profesor? Es que Fausto afirma que... Dieter: - Perdona Marie- dice interrumpiendo a la chica la cual queda un poco perpleja. - ¿Me podrías decir qué está pasando en la Universidad?. He escuchado algo de lejos pero no le he dado mucha importancia. Ahora, sin embargo, el edificio entero está revolucionado. En toda la clase nadie ha escuchado nada de lo que he dicho. Marie (sorprendida): - Pero, profesor... ¿Usted también? No he venido para esto. Yo sí que le he escuchado. Dieter: Calmándola - Marie, lo siento. Pero por favor, habla. Sé que tú me has escuchado. Marie era una muchacha muy linda, inteligente, pero aún un poco infantil. Dieter no quería hacerla enfadar solamente saber qué estaba pasando. Marie: Bueno, le cuento. Esta mañana la entrar por la puerta me inundaron un centenar de versiones sobre lo ocurrido. Hablando con algunos alumnos antes de entrar en su clase y atando las diferentes versiones he sabido que han encontrado muerto a un estudiante esta mañana. Creo que fue en la Biblioteca. Lo conocía de vista. Era deportista y entrenaba aquí en la Universidad.- explicándole todo lo que sabía a su profesor. Dieter: ¿Asesinato? - preguntó Dieter incrédulo. Marie: - Señor Hartwig. ¿Con quién se piensa que está hablando? No soy la policía. - respondió la alumna echándose atrás. Dieter: - Tienes razón. Venga salgamos que ya ha tocado. Ahí vienen otros alumnos.- acabó Dieter despidiéndose de la alumna en el pasillo. Ella hizo lo mismo e inició una ágil marcha hacia el piso superior. Tres pasos después de dejarla atrás se le vinió a la mente el nombre, que aún desconocía, del alumno fallecido. Quiso girarse y preguntárselo a Marie, pero ya había desaparecido entre los estudiantes y colegiales que transcurrían por los pasillos en los cambios de hora.
  • 22. Pasaron las dos próximas horas sin saber mucho más hasta que llegó el descanso mediante el cual podría recabar un poco más de información sobre lo ocurrido. Al sonar el timbre recogió sus cosas con prisa dirigiéndose acto seguido hacia el despacho del decano de la Facultad de Filología. Mientras recorría pasillos y salas, Dieter recordó no haber visto a Victoria Nangelo en clase. Ello le preocupaba. No creía que su ausencia tuviese que ver con el asesinato pero su corazón le latía más deprisa al pensar en ello. El decano, no se encontraba en su despacho. Su secretaria, que justamente pasaba por allí, le indicó que posiblemente lo encontraría en el despacho del Director. Dieter no quería molestarle así que pensó que vendría más tarde aunque la curiosidad le estaba matando. Fue entonces cuando sudado y nervioso, el decano apareció por la puerta. Alegrándose en parte de ver al profesor, le comunicó todo lo ocurrido con voz seria y apoyando la su derecha sobre el hombro del quot;Sir Hartwigquot;, como lo llamaba él. Tras despedirse del decano permaneció varios instantes ante la puerta del despacho. - ¿Victoria? ¿Qué le había pasado? Memorizando rápidamente su horario recordó no tener clase en las próximas dos horas. -¿Tendría tiempo para llegar al Hospital? No tenía cita ni permiso familiar. No conocía a la familia, ahora que lo pensaba. Pero era Victoria. Tenía que hacerlo. Dieter empezó una marcha rápida hacia secretaria avisando allí de su ausencia durante hora y media. Acto seguido, partió hacia el hospital conduciendo su automóvil, nervioso y pensativo. Mientras avanzaba hacia el Santa María, algunas preguntas le venían a la mente. - ¿Había sido un asesinato planeado? ¿Habían subido al muchacho hasta el tejado? Que extraño. Aún muerto y sin ofrecer resistencia, una persona sola no hubiera podido con él. ¿Estaba él ya arriba? Y finalmente, ¿Qué le había pasado a Victoria? TURNO 1 Dieter no tardó en llegar al Hospital Santa María. Por el camino le estuvo dando vueltas al asunto, buscando soluciones y preocupándose por el estado de Victoria. En la recepción del Hospital pudo averiguar que, por orden médica, no se admitían visitas a la habitación de Victoria Nangelo. Lo único que se sabía del caso es que, tras ser asaltada, Victoria sufrió un ataque de locura temporal que le dejó en estado catatónico y, que en esos momentos, es una habitación privada del Hospital, mirando al techo. Pero el profesor Hartwig no había hecho el viaje en vano y ya que estaba allí usaría todos los medios disponibles para visitarla. Aludiendo a que era su profesor y la conocía bien, añadido al hecho de que su familia vivía lejos, logró persuadir al bedel de que era su tutor y obtuvo un permiso de unos minutos (Persuadir)
  • 23. Todo había salido a pedir de boca y Dieter Hartwig entró en la oscura habitación que ocupaba su alumna. El cabello negro y abundante de la chica estaba sucio y despeinado y su rostro, elegante y escultural, muy pálido. No fue difícil darse cuenta de que no respondía a ningún estímulo externo. Sin embargo, Dieter creía conocerla lo suficiente como para poder llamar su atención. Tras varios minutos hablando solo y cuando estaba a punto de tirar la toalla, consiguió llamar su atención, sólo un segundo, pero Victoria reaccionó. (Psicología) Y así fue... Victoria volvió su cara hacia su profesor y le sonrió mientras un hilillo de baba se descolgaba por la comisura de sus labios. Victoria: Él... no se encontraba muy bien. - Dijo entre risitas - Usted tampoco... tampoco lo estaría... ¡si no pudiera sangrar! - dicho esto comenzó a llorar y todos los intentos por consolarla fueron inútiles. La puerta de la habitación se abrió y entraron una enfermera y un doctor. Rápidamente le inyectaron algo y poco a poco fue recuperando la consciencia. Doctor: No sé cómo lo ha hecho, qué diablos hace usted aquí y quién le ha dejado entrar... pero parece que la joven ha reaccionado. Si es tan amable, déjenos por favor... Dieter asintió y se dirigió a la salida, pero fue interrumpido. Victoria: Espere profesor Hartwig... Doctor: No malgastes fuerzas, debes descansar. Victoria: Si doctor, pero... será sólo un segundo - dijo bostezando pesadamente - Iba andando por el campus cuando... fui atacada desde las sombras... grité... No recuerdo muy bien... pero... le arañé la cara y... no... no sang... nada... - el sedante había hecho efecto y Victoria Nangelo se quedó profundamente dormida. Doctor: Por favor, debe descansar. Estará varias horas dormida. Dieter recorría los pasillos del Hospital Santa María sin saber muy bien qué pensar de todo aquello. Al menos, Victoria parecía recuperada y pronto estaría bien del todo. Respuesta Dieter La impactante visión de una Victoria a la que no reconocía habían hecho pensar mucho al joven profesor. Paseando de arriba a abajo los pasillos sin prestar atención a nadie, ni enfermeras ni médicos, trató de recordar todo lo que la muchacha le había dicho. Un escalofrío aún recorría su espalda, sudada por la tensión, al recordar la imagen de la joven Victoria retorciéndose hacia él, gritando, histérica y con los ojos perdidos.
  • 24. Dieter aún temblaba por lo ocurrido. Le costaba reconocer todo aquello. Victoria estaría dormida unas horas pero no podría estar allí para presenciar su despertar. Tras detenerse un instante y alzar la vista pensó en la escuela y su obligación de volver. Sin despedirse y cabizbajo emprendió marcha hacia el coche aparcado abajo, en el aparcamiento del Santa María. El Hospital poseía una gran entrada llena de médicos y enfermeras a todas horas. Los turnos de día representaban mayor caudal de pacientes nuevos pero de otro lado no conllevaban la responsabilidad de los de noche. Mientras descendía las escaleras para salir del Hospital, más preguntas inundaron su masa gris. Recordando las palabras de Victoria, encontró en ellas un cierto grado de incredulidad. - ¿Estaba delirando o en verdad la joven quería decirle algo?- Todo aquello sonaba muy extraño. - ¿A quién hizo el supuesto arañazo? ¿A Frank? ¿Había sido Victoria víctima de un abuso sexual o al menos de un intento de éste por parte del muchacho?... Entre pensamientos y dudas, Dieter no vio como una enfermera se entrecruzaba en su camino. Estupidamente, el joven profesor chocó contra ella. Ésta, por el golpe, fue echada hacia atrás cayendo de lado al suelo. Una bandeja llena de medicamentos cayó estrepitosamente al suelo. Ésta, siendo de metal, produjo un enorme ruido estridente al chocar contra el suelo. Tras disculparse decenas de veces y ayudarla a levantarse, esta vez si que se despidió. No había sido nada pero Dieter había perdido bastante tiempo en ello. Tenía que volver a la Universidad. Casi corriendo llegó hasta el coche, encendió el motor y arrancó dirección Universidad. Dieter estaba nervioso. -¿Qué estaba pasando?. Sin prestar más atención a las preguntas, llegó dos minutos tarde al Campus. Corriendo hacia la entrada esperaba solamente no toparse con el decano o algún profesor quot;lameculosquot;. Irrumpiendo en clase, Dieter se encontró con una clase entera malhumorada por su llegada. Dieter: -¿Os pensabais que no vendría? - dijo Dieter mientras sacaba sus libros de alemán de la mochila de cuero gastado que llevaba a todos lados. La hora pasó sin incidentes, pero Dieter no podía dejar de pensar en lo ocurrido y menos aún en Victoria. Sin embargo, mientras explicaba, le vino a la mente alguien del cual podría sacar ayuda. Al acabar la jornada, Dieter marchó con decisión a ver a su amigo y compañero el profesor Hamilton. Licenciado en Medicina y Biología y profesor de la misma universidad, seguramente podría sacar a Dieter de dudas. Contándole lo ocurrido de manera que no supiese de quíen se trataba, Dieter recibió varias respuestas a lo ocurrido. Lionel Hamilton: - Dieter amigo, es muy raro lo que me cuentas. ¿Podría tratarse de un caso extremo de Hemofília inversa? No sé. No estoy muy seguro. ¿Cómo de profundo quot;tequot; hicieron el arañazo? No sé, ¿Has tomado algo raro estos días? - preguntaba inocentemente el profesor.
  • 25. Dieter no pudo sacarle mucho más. Se puso así mismo de ejemplo y no pudo averiguar gran cosa. Dieter se despidió del profesor con cierta mala gana. La Universidad, aún repleta de gente, parecía un mal lugar para todo aquello. No se podía oír hablar de otra cosa. Al pasar por delante de la Biblioteca, Dieter vio como varios agentes habían acordonado la zona y estaban inspeccionando el lugar del crimen. Dieter vio cómo había sido la caída. Ni vivo hubiese sobrevivido al impacto. Dirigiéndose a uno de los guardias Dieter preguntó lo siguiente: Dieter: -Buenas tardes, caballero. No es mi intención molestarle pero, ¿podría usted explicarme qué ha pasado aquí? Acabo de llegar y aún no me he enterado de nada.- El profesor trataba de hacer como no supiese aún de nada, a lo mejor así averiguaría alguna cosa más. Mientras preguntaba, Michelle le vino a la mente. Era tarde y teóricamente tendría que volver a casa. Sin embargo, esto era más importante. Más tarde se iría pero quería saber qué pasaba aquí. --------------- Off-rol: Turno un poco raro pero es que estoy un poco confuso. Creo que preguntar al policía sería lo siguiente que haría Dieter. Lo siento. Me concentraré más en el próximo.
  • 26. TURNO 2 Bob Baker Bridge “Threebe” La idea de poder investigar en este caso le hacía sentirse bien. Sin embargo, su hija Diane le esperaba en casa y había muchas más razones para no involucrarse más. Pero por otro lado... Cerrando su cuaderno lleno de notas y dibujos, se acercó al mostrador del encargado de los ficheros de la Biblioteca. Quería hacer una última averiguación y no le llevaría más que unos minutos. Bob: Buenos días. Verá, me he enterado de la desgraciada muerte de un alumno y me gustaría echarle un vistazo a su ficha para... Encargado: ¿Es usted de la policía? Ya se la mostré esta mañana - interrumpió el hombre, aunque sin elevar el tono de voz. Bob: No, en realidad soy investigador privado. Me ha contratado la familia de la víctima y cualquier información es buena para resolver cuanto antes este caso. (persuadir) Encargado: Bueno, está bien, aquí la tiene. Sólo espero que todo esto acabe pronto. Bob: Gracias. Si, confiemos en que así sea. - dijo cogiendo la ficha de Frank. quot;Threebequot; sacó de nuevo su cuaderno y anotó los datos más relevantes. Nombre: Frank Charlton. Habitación 18, primera planta del Dormitorio Oeste. Estudiante de tercer curso de Filosofía, matriculado a su vez en un curso de Metafísica Medieval. Su familia es de Providence. Agradeciendo de nuevo su colaboración al encargado, Bob Baker abandonó la Biblioteca... Dieter Hartwig La curiosidad fue más fuerte que cualquier otro sentimiento en él y, cuando vio al agente en la Biblioteca, no pudo contener su impulso de hacerle algunas preguntas. Se acercó al agente simulando no saber nada del asunto. Dieter: Buenas tardes, caballero. No es mi intención molestarle pero, ¿podría usted explicarme qué ha pasado aquí? Acabo de llegar y aún no me he enterado de nada. Agente: ¿No se ha enterado? Debe ser el único del campus... Han asesinado a un alumno esta madrugada y además atacaron a una muchacha algunas horas antes. ¿Es usted profesor de la Universidad? Dieter: Si, así es... Es terrible, ¿qué se sabe del caso? ¿Algún sospechoso o alguna pista?
  • 27. Agente: Lo cierto es que yo no sé nada. Llevo aquí horas y no es que me haya enterado de mucho. El agente parecía algo cansado de estar allí y no tuvo muchos problemas en charlar con el profesor Hartwig. Poco después, se les unió otra figura. Bob: ¿Fuman? - preguntó ofreciendo su Marlboro. Nuevos datos, más interés El agente tomó un cigarrillo cuidándose de que nadie le viera fumando en horas de servicio. El recién llegado se presentó como Bob baker, un abogado al que todo aquel turbio asunto había pillado por sorpresa cuando visitaba la Biblioteca. Pasaron varios minutos en los que el policía, Tom Wilcox, hizo algunas conjeturas sin demasiado sentido, pero nada interesante que ya no supieran. Pero todo cambió cuando se presentó allí un compañero de Tom, que llegaba corriendo desde el otro extremo del campus. Entre jadeos consiguió explicar que el inspector Nichols, encargado del caso, estaba a punto de hacer un pequeño comunicado ante la prensa en el patio de la facultad de Derecho. Él turnaría a Tom allí. Tom: Caballeros, ha sido un placer... pero vengan ustedes también. Tal vez descubramos algo de una vez. Cuando llegaron, había periodistas de varios periódicos estatales, profesores y un montón de alumnos curiosos. El inspector Nichols, con rostro serio, comenzó a hablar en el mismo instante en que llegaron. Inspector Nichols: Bien, todo el asunto de la muerte de Frank Charlton ha roto la rutina de la Universidad. Confío en que pronto demos con el culpable y todo vuelva a la normalidad. No es común hacer público algo así, pero considero que cualquier información puede ser de ayuda. Aunque barajamos la posibilidad del suicidio, el informe forense indica lo contrario - hizo una breve pausa para sacar una libreta - Los doctores Whitby Lodge y Morton Waldron... han concluido que Frank Charlton murió asfixiado, asesinado por persona o personas desconocidas, la madrugada del 1 al 2 de mayo. Además, la pasada noche, otra alumna, Victoria Nangelo fue atacada y ha estado en estado de shock hasta hace bien poco. En su reciente declaración, afirma que su atacante fue Frank Charlton, algo del todo imposible... Si alguien de los aquí presentes dispone de algún dato que nos ayude a esclarecer el entuerto, por favor que se persone en la comisaría o se dirija al agente más cercano. La respuesta no se hizo esperar. Todos los presentes comenzaron a murmurar. Sin duda todo era muy extraño, demasiado y no parecía que hacer público todo eso hubiese servido para calmar a la gente. ------------------ Off-rol: No termina de gustarme el resultado de este turno, se coge con pinzas y cuanto más lo leo, menos me gusta
  • 28. Lo ideal, como proponía Thalantyr, hubiera sido una sesión de Messenger o algo así, pero no me ha sido posible. De todos modos, si alguno prefiere ir por libre, no habría demasiado problema, aunque desde luego, sería óptimo que os acabaréis uniendo los cuatro (de cara a la posible futura campaña). AYUDA 1: El informe forense. Respuesta Dieter -¿Fuman? Dieter, entretenido y conversando no pudo enregistrar a primeras de dónde procedía aquella pregunta. Al girar la cabeza sus ojos dieron con los de un hombre de mediana edad con intención de iniciar una pequeña charla con ellos dos. Dieter: - No gracias. No fumo - dijo el joven profesor mirando al nuevo participante de aquella conversación. Dieter quería de todas formas sacar algo más de información de aquel policía. Por cómo iba vestido parecía alguien enrolado en todo aquello. El asesinato, Victoria, todo aún estaba en su mente, molestándole, perforando su materia gris. El hombre se presentó. Su nombre Bob Baker, no dejaba de serle familiar a Dieter. Estaba seguro de haberlo oído menciona o visto escrito en algún lugar. El joven alemán no le dio más importancia y le ofreció su mano. Dieter: - Buenas tardes señor Baker. Mi nombre es Hartwig, Dieter Hartwig. Soy profesor en ésta, la Universidad de Miskatonic. ¿Qué le ha llevado hasta aquí? ¿Pertenece usted al Cuerpo Policial?- Aquello lo hubiese dudado ya que el policía con el que hablaba no le había saludado aún. Dieter intentó esconder su aún notable acento alemán. No le gustaba hablar con alguien desconocido y hacerlo de aquella manera. Dieter esperó contestación mientras, interrumpiendo, Tom Wilcox, el policía empezó a dar algunas posibles soluciones a todo aquello de dudosa certeza. Sus palabras, grandilocuentes, dejaban ver su total falta de información acerca del caso. Sin embargo, Dieter no quería perder la oportunidad de averiguar alguna cosa del nuevo integrante de aquella espontánea conversación. Pero todo cambió cuando se presentó allí un compañero de Tom, que llegaba corriendo desde el otro extremo del campus. Entre jadeos consiguió explicar que el inspector Nichols, encargado del caso, estaba a punto de hacer un pequeño comunicado ante la prensa en el patio de la facultad de Derecho. Él turnaría a Tom allí. Tom: -Caballeros, ha sido un placer... pero vengan ustedes también. Tal vez descubramos algo de una vez. -Mmmm...- Posiblemente no podría acceder al recinto de prensa, pero no podría perderse aquella magnífica oportunidad de averiguar algo más. Un tal Inspector Nichols hizo gala de un excelente don de gentes dirigiéndose a la prensa con sumo
  • 29. respeto anunciando cosas verdaderamente interesantes para Dieter. Sin embargo, vio como, el señor Baker tampoco no dejaba de prestar atención a cada palabra que pronciaba el Inspector. Aún no había podido saber nada más que de que se trataba de un abogado que había dado con todo esto por casualidad. Inspector Nichols: -Bien, todo el asunto de la muerte de Frank Charlton ha roto la rutina de la Universidad.... No es común hacer público algo así, pero considero que cualquier información puede ser de ayuda. Aunque barajamos la posibilidad del suicidio,... Dieter seguía escuchando mientras vio que también una gran cantidad de alumnos se habían acercado a informarse. Sin embaro algo hizo que sus orejas se volvieran a fijar en el Inspector. Inspector Nichols: -Victoria Nangelo fue atacada y ha estado en estado de shock hasta hace bien poco. En su reciente declaración, afirma que su atacante fue Frank Charlton, algo del todo imposible... Si alguien de los aquí presentes dispone de algún adto que nos ayude a esclarecer el entuerto, por favor que se persone en la comisaría o se dirija al agente más cercano. Dieter, sin darse cuenta había llegado hasta la primera fila para poder escuchar con más claridad todo lo dicho por el Inspector. -¿Victoria atacada por Frank? Pero y todo lo que le había dicho. ¿Era cierto?- Aquello se estaba transformando en una aunténtica novela digna de E. A Poe. El corazón de Dieter empezó a acelararse. Victoria le preocupaba mucho. Intentó recordar qué le había dicho. En ello tardó un poco. Intentó sentarse pero no daba con ningún banco cercano. Apoyándose en la pared y sujetando su cabeza con los brazos le vino a la mente lo mencionado por la joven. Él... no se encontraba muy bien. - Dijo entre risitas - Usted tampoco... tampoco lo estaría... ¡si no pudiera sangrar!... Como un vago recuerdo todo aquello hizo mella en él. No sabía si era miedo por Victoria o nerviosismo, pero Dieter tuvo que hacer un esfuerzo titánico para no caer preso de un ataque nervioso. Respirando varias veces profundamente emprendió marcha hacia un agente que repartía escritos. Información acerca del análisis forense. Tras hacerse con uno de ellos, emprendió marcha hacia el inspector. Sin embargo a medio camino dudó. - ¿Debía contarle lo que Victoria le había dicho? ¿Por qué sino se lo había dicho a él solamente?. Pinchazo, asfixia y quot;18 horasquot; fueron palabras que hicieron eco en la cabeza de Dieter. -¿Debía ir a contarles lo que sabía? ¿Cómo había podido ser atacada Victoria por Frank si se confirma que permanecía 18 horas muerto antes de ser arrojado a la Biblioteca? Aquello no estaba bien. ¿Se le estaba pasando algo por alto? Pinchazo, quot;no sangrabaquot; y otras cosas le revoloteaban en la cabeza. -¿Qué debía hacer?- En la multitud buscó al señor Baker. Estaba pensativo cuando lo encontró. También él tenía algo que ver con todo aquello.
  • 30. Respuesta 3B Dieter: Buenas tardes señor Baker. Mi nombre es Hartwig, Dieter Hartwig. Soy profesor en ésta, la Universidad de Miskatonic. ¿Qué le ha llevado hasta aquí? ¿Pertenece usted al Cuerpo Policial?- Threebe: No, en realidad no. Soy abogado. Un picapleitos en tiempos de bonanza. En cualquier aso suelo pasarme habitualmente por la biblioteca de la facultad, me recuerda a mis días de estudiante de Filosofía. ¿Profesor, dice? Deben estar inquietos en el claustro. Que yo sepa, no ha habido precedentes de asesinatos en el campus... Afortunadamente esto no es Chicago o Boston. El policía interpreto mi ofrecimiento de tabaco como una invitación a exponerme todas su teorías sobre la muerte y el asesinato. Se veía a la legua que era un recien llegado al cuerpo, porque en los ojos se le leía a la perfección ese terror primario y reverencial que se graba en el cerebro con los primeros caberse. Con el tiempo, el cerebro se acostumbra. Como dice un poeta español del que Melissa está enamorada platónicamente, “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.” Empleé el tiempo que malgastaba el policía en sus absurdas teorías en acercarme al europeo. Hablaba ingles excepcionalmente bien, tanto que me fue imposible averiguar de donde era su acento. Era un hombre normal, sin ninguna característica a destacar salvo la evidente raíz europea que delataban sus rasgos. Era rubio y con el pelo recortado en un flequillo justo por encima de los ojos. Vestía bien, y quizá fuese un alumno de postgrado o incluso un profesor. Dieter… ¿Un Austríaco? ¿Alemán? ¿Polaco? El apellido no me desveló mucho mas. ¿Qué es lo que le atraía del caso? ¿Curiosidad? ¿Implicación? No parecía demasiado interesado en las elucubraciones del policía, lo que demostraba un cierto sentido común. Lastima no haber podido hablar más tiempo con él. Parecía bastante mas cabal que Wilcox. Acudimos juntos los tres a la pantomima ante la prensa del Jefe Nichols (un grito desesperado en busqueda de luz por la incompetencia de sus agentes, yo jamás habría expuesto datos tan a la ligera) y a la posteior publicación del informe forense en unos pequeños dripticos que repartían como si de octavillas de una nueva ferretería se tratase. Era ridículo. Tenía un concepto distinto de Nichols, y sería bueno conocer para futuros casos la escasa capacidad de aguante del policía. “Threebe”: Mister Dieter, perdone mi parquedad en palabras… es que la incompetencia policial me asquea… ¿Tiene…? Cuando volví la cabeza hasta el interrogado, observé su rictus. Estaba preocupado. Torcía la boca hacia la izquierda mientras fruncía el ceño levemente. Sostenía en las manos el panfleto de la auptopsia y lo leía una y otra vez. Decidí imitarle.
  • 31. La autopsia difuminaba la hipótesis del suicidio, era evidente, y acercaba más la de un uso post mortem de Frank. A mi juicio alguien lo había sedado con el pinchazo hasta dejarlo en un estado cercano a la catatonia, y había usado la pantomima de su “caída por la biblioteca” como una distracción para otro hecho… ¿El ataque a la otra alumna? Mmmmm… La cosa se ponía interesante por momentos. Me llevé la mano al bolsillo y saqué la dirección del cuarto de Frank. Esa debía de ser mi siguiente parada si quería profundizar en el caso (y obviamente, la curiosidad ya había derribado los muros de la cautela cuando leí el informe forense). “Threebe”: Como le decía, Mister Dieter, esta ineficacia me iría, y veo que usted tambien se toma a pecho el caso. ¿Acaso conocía al muchacho? Si es así déjeme lamentar su pérdida. ¿Sabe algo? Soy un simple abogado, mister, pero le apuesto diez dólares a que hago mejores hipótesis que el policía y que Nichols. ¿Le apetece comer algo?, hubo un alemán que dijo que El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad. Y la verdad, hoy no me apetece comer solo. ¿Viene? --------------- Off-rol_ Quisiese seguir pero las acciones siguientes dependen mucho de las decisiones de Dieter (y de una conversación con él). Si Dieter come con 3B, Bob le preguntará de donde es. Si revela ser alemán, se mostrará interesado por su materia y sobre sus conocimientos de la filosofía alemana en la actualidad. Posteriormente, cuando ya conozca al contertulio lo suficiente, le enunciará de manera superflua sus hipótesis sobre la muerte del chaval, y sugerirá una colaboración “por ayudar a los incompetentes policiales” Independientemente de si Dieter come con Bob, como la natación de Diane es por la tarde, Bob comerá y llamará a los padres de Frank ofreciéndose como abogado para defender los intereses del muerto (me gustaría mucho interpretar esa conversación telefónica) llamando al teléfono que apareciese en la ficha de la biblioteca y dándome una coartada creible para seguir en el caso amen de la propia curiosidad). Después de la comida (solo o en compañía) 3B irá al cuarto del muchacho (también tiene la dirección) para obtener mas pistas. Respuesta Dieter De entre la multitud, Dieter dio finalmente con el Señor Baker. Éste se encontraba mirando el folleto que los policías habían repartido. Sin embargo, no parecía muy de acuerdo con él y con lo que había hecho público el Cuerpo Policial. Lentamente, Dieter fue acercándose observando como la prensa abrumaba al Inspector Nichols descargando sobre él su particular ametralladora de preguntas.
  • 32. Dieter: ¡Señor Baker! Hola de nuevo. No le había visto. - Dieter mintió, ya que había sido él quien se había acercado a Baker, sin embargo no supo como reempezar la conversación y lo hizo así. El profesor se sintió un poco mal, ya que se había engañado él mismo pero siguió - ¿También usted lee el folleto? Hay algunas cosas que no me cuadran. Señor Baker: -Como le decía, Mister Dieter, esta ineficacia me iría, y veo que usted también se toma a pecho el caso. ¿Acaso conocía al muchacho? Si es así déjeme lamentar su pérdida. ¿Sabe algo? Soy un simple abogado, mister, pero le apuesto diez dólares a que hago mejores hipótesis que el policía y que Nichols. ¿Le apetece comer algo?, hubo un alemán que dijo que El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad. Y la verdad, hoy no me apetece comer solo. ¿Viene? Dieter sabía que Michelle le estaba esperando en casa. ¿Debía avisarla? De otro lado, Baker le estaba ofreciendo una excelente oportunidad para sacar algo más de información de todo aquello. Intentaría llamar desde el restaurante. Dieter: -Por favor Señor Baker. No soy más que profesor de esta Universidad. Agradezco su respeto pero llámeme Dieter. Acepto su invitación. Creo que podría serme de ayuda en un asunto que tengo pendiente y que incluyo en este caso. Tengo que realizar una llamada importante (Michelle) pero la podría hacer desde el restaurante. ¿Conoce el Garden Café? Quizá usted prefiera comer, pero le sugiero el Garden en el College Street. He visto en un antiguo mapa de Arkham algo parecido a una cafetería, llamada de ese mismo nombre. Espero que no cree confusiones o molestia Dieter preguntó si Baker disponía de coche. Él se ofrecería a llevarle en su viejo automóvil. Baker parecía estar interesado en el asunto al igual que el profesor el cual se despidió de Tom, el policía, e indicó a Baker su disposición de acompañarle a tomar algo. Todo aquello también le había abierto el apetito ya que desde el descanso, aún no había tomado nada más. Garden Café Siempre y pensando que el Señor Baker acepte su propuesta. Podría editarlo. Dieter abrió la puerta para dejar pasar amablemente al Señor Baker. Su compañía le parecía agradable pero sabía que los dos, escondían algo al otro que aún no querían revelar. Quizás una conversación, aquí, en un espacio más íntimo, daría sus frutos y el profesor podría sacar algo más de información. El local estaba casi lleno a esas horas. El aire frío del fuera cesó totalmente al entrar en la sala, grande y amplia. Los clientes eran gente mayor, no había allí adolescentes ni chiquillos. El humo de pipas y cigarros, surcaba lentamente sobre las cabezas de los allí presentes y un ruido continuo de conversaciones entremezcladas avivaba aún más el calor humano del café. El suelo, de moqueta, gustaba mucho al profesor el cual dio unos pequeños pasos para comprobar la perfecta elasticidad de un suelo blando y de un rojo oscuro. Los ojos de Dieter dieron con una amable camarera que les indicó una
  • 33. mesa para dos al lado de la ventana. Perfecto. Dieter indicó a Baker el lugar y le sonrió. Una vez colgados los abrigos en un perchero cercano los dos se dispusieron a sentarse, sin embargo Dieter vio entre la gente una cara conocida. Era Emile Layer. Un amigo de Michelle con el que también compartía cierta amistad. Dieter: Hola, Emile. ¿Cómo estás?- dijo el germano acercándose por detrás a un aún sentado señor Layer. -No, no te levantes. He venido con un amigo.El Señor Baker. Es abogado. Hemos venido a charlar de un asunto que nos incumbe a los dos- Dieter decía eso mientras con su derecha invitaba al Señor Baker a acercarse y con su izquierda apoyada en el hombro del sentado Emile. Tras una pequeña charla finalmente Dieter y Baker se sentaron. Dieter pidió un té y unas pastas dulces que siempre tomaba. Esperaba que el Señor Baker se sintiese cómodo y no quería entretenerlo tampoco demasiado, seguramente tendría cosas por hacer. Dieter inició una pequeña conversación para volver a romper el hielo que con suma velocidad volvió a redirigirse hacia el caso del crimen en la Universidad. Dieter dio a conocer su falta de información sobre muchos de los enigmas que nublaban el caso como también su interés por Victoria Nangello. Comunicó a Baker que era alumna suya y que le importaba su estado. Tras un rato hablando, Baker finalmente dio a conocer una hipótesis más que creible que daba posibles soluciones a las preguntas de Dieter. Baker afirmaba que Frank había sido sedado y que la caída solamente habría sido un estratagema para camuflar algo más. El pinchazo podría provenir de algún tipo de aguja clavada con fuerza y que acto seguido inyectó sedante o tranquilizante a Frank. Dieter estaba de acuerdo con algunas partes de la hipótesis y apuntó algunas cosas en su libreta de cuero mientras miraba interesado al Señor Baker. Dieter explicó a Baker su visita fortuita a Victoria Nangello en el hospital y lo que allí había encontrado. Dieter: Tras acercarme a Victoria ésta salió del coma. Ya me disponía a salir cuando y agarrándome con mucha fuerza empezó a decir en medio-sueño algo de que su atacante no sangraba. Ella había podido arañarle en el forcejeo y me estaba diciendo con sus últimas fuerza que no sangraba antes de caer dormida por el sedante que los médicos le inyectaron por su ataque nervioso. Dieter no rechazaría quedar algo más de tiempo con el Señor Baker pero no quería molestarle ni tampoco hacer esperar a Michelle que seguramente estaría preocupada. Dieter cortó un instante la conversación para dirigirse hacia la camarera y preguntarle por el teléfono que como no, pudo utilizar como cualquier cliente. Marcaría el teléfono de la tintorería de debajo casa ya que Dieter no disponía de teléfono en casa. Bella, la encargada, se lo diría a Michelle. Al llamar dijo a Bella que Michelle no se preocupase, estaba tomando algo con un amigo suyo. Estaría en casa para cenar y le mandaba un beso desde allí. Dieter hizo reir a la dueña de la tintorería que afirmó que ella misma se lo daría.
  • 34. TURNO 3 La amigable charla durante la comida en el Garden Café, permitió a Dieter y 3B conocerse un poco mejor y ambos hablaron acerca del caso que les ocupaba. El profesor Hartwig narró su experiencia en el Hospital con su alumna Victoria Nangelo y Bob Baker expuso sus teorías. Sin duda, para ambos, la compañía del otro era beneficiosa. La aparente negligencia policial y su extraño modo de actuar con la rueda de prensa, no hizo más que aumentar su interés en el crimen. quot;Threebequot; deseaba echar un vistazo al dormitorio de Frank y la compañía de un miembro del personal docente de la Universidad era de agradecer. Pero antes de continuar con sus investigaciones, Dieter se disculpó para realizar una llamada y 3B pensó que era hora de hacer algo más que una simple investigación por su curiosidad. Cuando Dieter regresó a la mesa, fue el abogado quien se dirigió al teléfono... -------- Bob Baker sacó la libreta donde había anotado el teléfono de los padres de Frank y se preparó para la conversación. El número era de Providence. Ring... Ring... Ring... Criada: Residencia de los Charlton... Threebe: Buenas tardes, quisiera hablar con el señor Charlton, por favor. Mi nombre es Bob Baker. Criada: Lo siento señor Baker, pero el señor Charlton no está, ni tampoco su señora. Verá, es que ha habido una desgracia en la familia... Threebe: Si, lo sé. Ese era el motivo de mi llamada. Deseaba ofrecer mis servicios como abogado para defender los intereses de su hijo Frank... ¿Me podría decir cómo localizarle? Criada: La noticia les ha pillado fuera de la ciudad por asunto de negocios, pero han tomado un tren esta misma mañana y seguramente llegarán a Arkham esta noche. Threebe: ¿Sabe dónde se alojarán? Criada: Si señor, yo misma hice las reservas en el Hotel Avenue de Arkham. Threebe: Muchas gracias, me ha sido de gran ayuda. Criada: Gracias a usted, buenas tardes señor Baker. La conversación con los padres de la víctima tuvo que aplazarse, pero sólo temporalmente. Tras colgar el teléfono, 3B se reunió de nuevo con el profesor Hartwig. -------- De nuevo juntos, planearon permanecer unidos, al menos de momento y examinar el
  • 35. dormitorio de Frank. El camino de regreso al campus sirvió para que ambos siguieran hablando... La habitación de Frank Charlton se encontraba en la primera planta del dormitorio Oeste. Cuando llegaron al pasillo no había vigilancia, pero la puerta presentaba un cordón policial. Un examen más cercano reveló que dicho cordón había sido quitado y nuevamente colocado y que, además, la puerta no había sido cerrada totalmente. Con el pasillo totalmente desierto, no sería nada complicado colarse en su interior sin ser vistos. El dormitorio disponía de dos pequeños escritorios, sendas sillas de madera con respaldo recto, dos lámparas de estudio, dos estanterías bajas, dos camas estrechas, dos pequeños armarios en lados opuestos de la habitación, un lavabo con un solo grifo de agua fría, una ventana grande y una sola salida, la puerta por la que acababan de entrar. No se había trazado ninguna línea por mitad de la habitación como solían hacer muchos estudiantes, pero se notaba una clara separación de estilos. En la parte derecha, su compañero de habitación había clavado en su pared fotos de estrellas del deporte, como Red Grange, Gene Tunney y Knute Rockne, así como recortes de prensa con sus propios éxitos deportivos logrados en fútbol y béisbol. Su cama estaba sin hacer y bajo ella había un montón de ropa sudada y olorosa. En su estantería, unos cuantos libros, mucho de ellos relacionados con el deporte y poco más destacable. El otro lado de la habitación era bastante diferente. En ella se habían montado un par más de estaterías altas junto a la cama, repletas de obras sobre magia, psicología e historia antigua. Su apred libre estab recubierta por una variedad de láminas, copias de lienzos, que iban desde Munch a Klimt, pasando por Ryder, presente en una copia de Sigfrido y las doncellas del Rin. http://imageshack.us/http://imageshack.us/ Todas las ilustraciones eran de temas oscuramente eróticos. Sus papeles, ropas y efectos personales estaban bien conservados y sistemáticamente colocados. Sobre su escritorio había una carta inacabada dirigida a una tal Asenath Waite, en la que le consultaba cierto asunto relacionado con la magia. Del resto de cosas no pudieron sacar nada en claro. La inspección de la habitación terminó en el mismo instante en que Dieter y 3B pudieron escuchar con claridad un fuerte sonido procedente la habitación justo bajo la de Frank. Un sonido como si hubieran echado abajo la puerta. Sin pensarlo dos veces, un simple cruce de miradas sirvió para que salieran del cuarto y bajaran rápidamente las escaleras (no sin antes volver a colocar el cordón policial) dirigiéndose a la planta baja. Allí, algunos estudiantes curiosos permanecían en el pasillo observando la situación sin saber qué hacer o decir. La puerta de una habitación colgaba de una de sus bisagras y en su interior se hallaban dos hombres. Uno de ellos era un estudiante bastante fornido, seguramente el causante del derribo de la puerta. La segunda persona no le era desconocida al profesor Hartwig. Se trataba de un joven profesor de la Universidad al que veía de cuando en cuando por los pasillos del campus. Estudiante y profesor observaban con asombro una pequeña caja de la que procedía un débil sonido y que incluso parecía moverse por si sola...
  • 36. -------------------------- Off-rol: Thalantyr, no creas que me olvido de esa conversación de 3B con el señor Charlton. Queda pendiente si así lo deseas... En cuanto a las licencias que os tomáis en vuestros turnos, me parece estupendo. Eso enriquece el juego el hecho de que uséis PNJ o lugares creados por vosotros me gusta (y quita algo de trabajo Por último, a veces me veo obligado a tomar decisiones por vuestros PJs, pero sentíos libres de protestar si no estáis de acuerdo con algo. Se edita y en paz. Bien, seguiremos todos juntos en... El caso Frank Charlton. Podéis leer mi último turno en ese capítulo y poner vuestras réplicas allí.
  • 37. TURNO 3 (Scott Sallieri y Jack Clancy) Cuando Scott abandonó el dormitorio de Frank Charlton y Biff Williams, y tras agradecer su colaboración al agente encargado de vigilar el lugar, el policía volvió a colocar las cintas en la puerta tal y como estaban cuando entraron. Jack no estaba matriculado en las clases del profesor Sallieri, pero le reconoció como miembro del cuerpo docente de Miskatonic. Y su sorpresa fue mayúscula al verle salir de la habitación de Biff junto al policía. No podía ser que un profesor... Scott también se percató de la presencia del estudiante de porte atlético que observaba curioso la escena, y se le acercó con precaución. Scott: Disculpa, ¿eres alumno de la Universidad? Jack: Aha - dijo asintiendo y adoptando una posición defensiva. Scott: Me preguntaba si conocías al joven que vivía en ese dormitorio, Frank Charlton, o a su compañero Biff Williams, no sé, tal vez podrías ayudarme con algo de información. Al parecer, el joven profesor estaba llevando algún tipo de investigación, a tenor de las preguntas que formuló a Jack y de la colaboración policial. Jack: Conozco a Biff, es uno de mis compañeros de equipo, pero le han cambiado de habitación. Ambos charlaron un buen rato y cada uno descubrió en el otro un cierto interés en el crimen, aunque con motivaciones bien diferentes en ambos casos. La presencia de un alumno a su lado, ayudaría a Scott a obtener información de otros estudiantes y la compañía de un profesor le otorgaría a Jack una mayor libertad de movimientos por el campus. Una curiosa simbiosis, útil para los dos. Biff le comentó a Jack aquella misma mañana que le habían trasladado a una nueva habitación, en la última planta del dormitorio Este, y ese fue el siguiente destino. (...) Toc, toc. Biff: Ah, hola Jack. Pasa, pasa... La presencia del profesor Sallieri no incomodó en exceso a Biff, aunque éste le miraba de reojo. El nuevo cuarto de Biff era muy pequeño, casi agobiante y sin apenas sitio para nada. Estaba muy nervioso por todo lo acontecido y Jack trató de calmarle y le habló de la investigación que había abierto la propia Universidad, presentándole al profesor que le acompañaba. Biff, más tranquilo, explicó que la policía sólo le permitió llevarse un puñado de ropa, dos libros de texto y un par de zapatos de la habitación que compartía con Frank Charlton. Biff Williams era, de momento, el principal sospechoso y no se le permitía abandonar el campus. Por lo que Jack conocía de él, era lo que comúnmente se conoce como un pedazo de pan, incapaz de hacer daño a alguien. Pero la policía sospechaba de Biff
  • 38. porque poseía la habilidad atlética y fuerza necesaria para asfixiar a Charlton y luego arrojar su cuerpo desde el tejado de la Biblioteca. Biff: Soy inocente, lo juro. No tengo nada que ver con su muerte y pese a ser muy diferentes, teníamos una buena relación. Espero que esta pesadilla termine pronto... (Psicología) Las palabras de Biff sonaron muy sinceras a oídos de Scott Sallieri, que tenía la convicción de que estaba diciendo la verdad. ------------ Off-rol: En primer lugar, disculparme por rolear un poco con vuestros personajes. Es algo que procuro evitar, pero se me antojaba necesario para que Scott y Jack se conocieran e implicaran juntos en la historia. En todo caso, si hay algo que queráis cambiar, sólo tenéis que decirlo y edito... Lo que sabe Scott (sobre todo informe de la autopsia) y lo que sabe Jack (alumna atacada, principalmente), es cuestión vuestra que lo cuenten o no. En lo referente al turno en si, he avanzado con ambos PJs juntos, siguiendo un poco la línea llevada por ellos hasta ahora. Ahora indicad vuestros siguientes pasos o hablad entre vosotros, o lo que sea... Respuesta Scott Este ha sido un encuentro afortunado para Scott, el conocer a Jack y obtener (quizás) su confianza, lo ayudarían mucho para continuar con la investigación sin llamar demasiado la atención de los investigadores oficiales. Todo mejoró cuando conoció por fin a Biff Williams, a quien Scott consideraba como uno de las piezas claves en el caso, no porque sospechara de él, sino porque obtendría valiosa información acerca del infortunado Frank. Biff le aseguró a Scott que él era inocente, y el profesor no tuvo ningún motivo para dudar de lo que decía. - Tranquilo, Biff, nadie aquí te está acusando. Yo te creo. Pero necesito que me des información sobre Frank para que su muerte no quede impune y se eliminen las sospechas que penden sobre ti. Tengo entendido que estaba metido en algún asunto ocultista ¿sabes tú algo de eso? ¿conocías a las personas con quienes se relacionaba? ¿Qué opinas sobre estas, te parecía alguna sospechosa? Necesito que me proporciones estos datos, hasta el más insignificante.- Luego, dirigiéndose a Jack, le dice en voz más baja.
  • 39. - Me ayudarías si te paras un poco cerca de la puerta y vigilas que no haya quot;curiososquot; que quieran escuchar la conversación, pero permanece atento a lo que aquí se diga, por favor. Respuesta Jack “Por supuesto profesor Sallieri... pero, ¿de verdad cree que ese tipo practicaba el ocultismo y esas cosas? Dios... hay gente rara más de la que nos pensamos, ¿a que sí, profesor?” Jack se dirigió hacia la puerta para quot;hacer guardiaquot; ante la posible llegada de curiosos que quisieran ver al pobre Biff interrogado por las autoridades. El morbo se apoderaría de la comunidad universitaria en menos que se marcaba un gol. Pobre Biff... pensó para sí el joven delantero. Justo antes de salir por completo de la habitación le dirigió una sonrisa al atribulado y enorme estudiante y comentó con despreocupación... quot;Ánimo tío... el profesor Sallieri va a ayudarte. Antes de que quieras darte cuenta estaremos de nuevo en el terreno de juego. Profesor Sallieri... estaré aquí mismo.quot; TURNO 4 La presencia de Jack había logrado relajar al pobre Biff, que aún no se terminaba de creer lo que le estaba pasando. El profesor Sallieri le hizo varias preguntas, mientras Kack Clancy vigilaba que no llegasen curiosos. Biff pronto se relajó y comenzó a responder. Biff: Frak se sabía cuidar bien. Entiéndame, no era un chico fuerte, pero tenía una lengua afilada y la solía usar. ¿Sus amigos? Bueno, se movía en un ambiente bohemio, ya sabe, un grupo de artistas y poetas hijos de papá. Yo creo que Frank tenía un lío con una de ellos, una tal Asenath, o al menos se veían mucho. Pero yo no preguntaba. Scott: ¿Sabes dónde puedo encontrarla? Biff: Buf, no sé. Es un tema en el que nunca me he metido. A Frank le gustaba la magia y creía en dimensiones paralelas. Esos temas me ponen la piel de gallina y preferiría no entrar... Scott: Es muy importante, Biff, si sabes algo te ruego que... Jack: Venga tío, suéltalo. Si averiguamos algo te dejarán en paz. El rostro de Biff mostraba preocupación y miedo. Finalmente, lá oportuna intervención de Jack hizo que hablara.
  • 40. Biff: Esa mujer, Asenath, vive con su marido en la mansión Crowninshield. La heredó de sus padres. A veces Frank me contaba cosas, pero yo no le preguntaba por los detalles. Scott: Gracias Biff, nos has servido de gran ayuda. Jack: Pronto nos veremos de neuvo en los entrenamientos... Profesor y alumno salieron de la nueva habitación de Biff pensando en los nuevos datos obtenidos. No había mucho nuevo, pero sí alguna pista importante. Ambos conocían la mansión Crowninshield. No estaba demasiado lejos del campus... La mansión Crowninshield El profesor Sallieri llamó a la puerta de la imponente mansión e instanes después, un individuo vestido de forma estrafalaria, les abrió. Scott: Buenos días señor, venimos de la Universidad y... Edward Derby: Pasen, Asenath les estaba esperando. Por aquí, por favor. Incrédulos, siguieron a aquel hombre que les condujo a la planta más alta y tras golpear con los nudillos una de las puertas, la abrió indicándoles que pasaran... La habitación estaba decorada de forma macabra, con velas esparcidas por el suelo que iluminaban los impresionantes pertrechos dew brujería que inundaban toda la estancia. En un estante se podía ver una calavera, siniestramente pulida, por cuyos costados goteaba cera negra creando formas inquietantes. Al otro lado de la habitación, un lagarto disecado les observaba con unos ojos que paerceían dotarle aún de vida. Tapices ricamente bordados cubrían paredes y ventanas y en el suelo se podían ver círculos y diagramas en tiza, parcialmente borrados. Y en el centro de la habitación, una pequeña forma fundida en las oscuras sombras que se agrupaban en las esquinas de la estancia, les miraba con porte de superioridad. Era Asenath Waite, cual araña en el centro de su red esperando su próxima víctima (COR 0/1) Asentah era una mujer bajita, de piel oscura y atractiva, a pesar de sus ojos de mirada fija y algo saltones... Asenath: ¿Y bien? ----------------- Off-rol: Espero que os guste el turno He avanzado un poco la trama. Suponía que vuestros próximos pasos se dirigirían a Asenath. En caso contrario, mil disculpas... La tirada de cordura que os indico, la podéis hacer vosotros mismos. Se tira Cordura porque impresiona bastante la escena.
  • 41. Respuesta Scott Mientras suben las escaleras hacia el encuentro con la mujer buscada, Scott piensa con gran rapidez y asombro: Asenath Waite... de nuevo aquel nombre, estaba en la carta que se encontraba en la habitación de Franck y Biff había hecho referencia a ella. Algo en su interior le decía que allí estaba una pieza clave para entender el homicidio, no quería apresurar conclusiones acusando a cualquiera, pero de alguna manera, sentía que podría existir una relación entre esta persona y el trágico fin de Frank. Sin embargo, prefirió no adelantar conclusiones, ya le había pasado antes que su poderosa imaginación le había hecho ver cosas que no existían. Cuando entró en la habitación con Jack a su lado, no pudo contener la impresión que le causó ver la extraña decoración. Algunas cosas le parecían vagamente familiares, como si las hubiera visto en alguna ilustración de algún libro. Trataba de disimular su asombro, pero era seguro que estaba pintado en su rostro y cualquiera que lo viera se daría cuenta. Avanzó con paso firme, lanzando una mirada fugaz hacia Jack, esperando que él fuera lo suficientemente fuerte como para no salir corriendo del tenebroso lugar. - ¿Señora Waite? Cuanto gusto, soy el profesor Scott Sallieri de la Universidad... él es Jack Clancy, un alumno... Nos dijeron que nos estaba esperando, ¿le importaría si le pregunto como es eso posible? Mire, estamos aquí porque queremos esclarecer algunos hechos en torno al asesinato de un conocido suyo: Frank Charlton. Estamos recopilando información acerca de sus... intereses y su... estilo de vida, como para descubrir entre estos alguna causa para su muerte... me gustaría que nos contara algo acerca de Frank y qué relación tenía con usted....- Mientras hablo, miro alternadamente a la mujer y al reptil ese que me mira como si estuviera vivo... por ahora, trato de evitar tocar el tema del ocultismo... aunque la atmósfera que nos rodea es tan ocultista que sé que el tema aflorarás solo de un momento a otro. ---------- Off: me imagino que tengo mi pistola o por lo menos mi cuchillo en este momento, sino, avísame, esto me está dando miedo.... Respuesta Jack El pobre Jack se llevó un buen susto al contemplar aquella estancia espectral no exenta de cierto aire teatral pero, dado que pilló al joven atleta completamente desacostumbrado, éste tuvo que tragar saliva un par de veces y pasarse la manga de la camiseta por la frente al verse esta recorrida por un repentino sudor frío. quot;Si Frank estaba liado con una mujer casada era mala cosa... pero si esa mujer era la que ahora tenía enfrente entonces el pobre chico estaba en un lío de proporciones desmesuradas... quot;-pensó.