1. Conóceme más…
Todos estamos aquí de paso… ¿Para qué?, no sabemos. Escuchas que la vida es todo eso que
pasa, mientras estás ocupado por algo más… Y según esto, estamos aquí para ser felices, ¿De
verdad?... suena a chiste. Y aunque somos muchos… estamos solos, y a todos se nos acaba el
tiempo. No importa que nos espere, porque al final… debemos estar unidos. Venimos de la misma
familia, nunca olvides eso.
Mi primer recuerdo, o por lo menos lo primero que se me viene a la mente es
cuando mis papás me inscribieron al Colegio Novohispano, que hasta la fecha
sigo sin recordar porque es que la odiaba tanto, pero recuerdo que un día que mis
papás me fueron a dejar, ya era tanto mi miedo, que en cuanto vi a la maestra,
comencé a patearla y a abrazarme de mi mamá pidiéndole que no me dejara allí,
tenía 2 años cuando pasó eso, mi mamá comprendió que algo no estaba bien y
ese día no fui a la escuela y poco después me fueron a dar de baja.
Los nueve meses de embarazo de mi mamá fueron excepcionalmente tranquilos,
en el primer trimestre de embarazo no tuvo nauseas o vómitos, lo que sí tuvo era
demasiada hambre, en el segundo trimestre tampoco tuvo ningún problemas, iba a
todas sus revisiones y además de que mi papá cuidaba mucho su alimentación, en
el quinto mes, mis papás ansiosos, fueron a ver si iba a ser niña o niño, y en el
momento en que el doctor les dijo a mis papás que iba a ser niña, entraron en
desacuerdo ya que mi mamá quería que si era niña me llamaría Ingrid y mi papá
quería que me llamara Viridiana, después de hablarlo con sus familias (por
votación) mis papás finalmente decidieron que mi nombre sería Viridiana Herrera
León, (la historia de mi nombre fue porque a mi papá le gustaba un programa de
televisión donde aparecía una actriz que se llamaba así, y creo que porque
también lleva el nombre de mi mamá). Ya en el último trimestre mis papás tenían
todo para cuando yo llegara, mi ropa, cuna, cobijas, pañales, aceites, mamilas,
etc. y con fecha posible de parto para el 18 de noviembre, pero me le adelanté a
mi mamá una semana antes, naciendo así el día Jueves 12 de noviembre de 1998
2. Conóceme más…
a las 13:30, trayéndoles a mis papás su primera pequeña felicidad y tranquilidad,
ya que mi hermano sería la segunda, además de unión entre ellos.
Cuando tenía un año, hubo un fuerte temblor, mi mamá aterrorizada fue corriendo
a ver a mis abuelitos, quienes en ese entonces eran nuestros vecinos, pero lo
único que le preocupaba a mi papá en ese momento era que su bebé estuviera a
salvo, así que no le importó nada y envolviéndome en cobijas corrió conmigo fuera
de la casa donde mi mamá y mis abuelitos ya estaban. También cuando tenía un
año fue mi primer viaje a la playa, fuimos a Veracruz, pero honestamente no me
acuerdo de nada, ni de mi fiesta de un año, en la que al parecer viendo mi cara en
unas fotos que tengo de esa fiesta, creo que quede impresionada con el fuego de
las velas o algo así, en ese entonces aún estaba toda mi familia, hasta mis
bisabuelitos, quienes llegue a conocer hasta mis 7 años más o menos, y aún
recuerdo que cada que salía de la escuela iba a su casa y mi bisabuelita me daba
chiclosos o paletas de cajeta a las cuales les tengo mucho afecto y nostalgia por lo
mismo, tengo un muy bonito recuerdo de ellos, los extraño muchísimo.
Cuando tenía dos años enfermé de rotavirus, de la cual mi abuelita sufrió mucho y
lloró porque creía que había sido por su culpa ya que una vez a su cuidado, creo
que encontré un palito de paleta payaso en el suelo y me lo chupé, pero estoy
completamente segura de que no fue por eso, además si sí fue por eso, ella no
tenía la culpa de nada, fue mía porque ¿Qué tenía que estarme chupando las
cosas?, y pues fue la primera vez de muchas otras que fui a parar al hospital, pero
esa vez quede internada y, aunque no me acuerdo completamente de todo, si
recuerdo muy bien algunas cosas, como que fue la primera vez que vi a mi papá
llorar, y también recuerdo que como las habitaciones del hospital están divididas
por cortinas y no por paredes, en la habitación de al lado, vi por una rendija de la
cortina como un niño comenzó a convulsionarse y tenía metidos unos tubos por la
nariz llenos de sangre, una doctora vio que yo estaba viendo eso y me cerró
completamente la cortina, esa noche quedé traumada y ya no recuerdo más
cosas. Pero desde esa enfermedad mi estómago quedó débil y más propenso a
enfermarse, además de por la edad tan prematura en la que me dio. Ya de más
grande pasó lo del Colegio Novohispano, y ahora que lo pienso mis dos años
hasta ese momento fueron horribles. Hasta que entré a una escuela particular que
en ese tiempo se llamaba ‘Pulgarcito’ amaba esa escuela, todo estaba lleno de
muy bonitos colores y muchos dibujos y del dibujo que más me acuerdo era de
uno de pinocho con su papá, su gatito y su pez que estaba en la pared de las
escaleras, además de que en esa escuela tuve a la mejor maestra, la maestra
Ellieh, me cuidaba y me consentía mucho, yo la quería muchísimo tanto que
cuando mis papás le dijeron que me iban a sacar de ahí, porque solo estuve como
1 año, a la miss se le salieron unas lágrimas y en ese entonces yo apenas
3. Conóceme más…
entendía lo que pasaba, pero entendí muy bien porque mi maestra estaba llorando
y eso hizo que yo corriera a abrazarla y me soltara a llorar. Desde ese día hasta
hoy, jamás volví a ver a mi maestra. Poco después mis papás me inscribieron en
el C.E.N.H.CH donde he estado desde el kínder hasta hoy, en kínder participé en
mi primera danza folklórica y estuve en diferentes eventos que tenía la escuela y
en la que a las niñitas de danza nos hacían participar, de la que más me acuerdo
fue cuando nos llevaron a Cholula a competir.
Participaba en los bailables que tenía la escuela así como tocar el pandero en las
ceremonias y otras actividades, quizás y era obligatorio para todos participar y yo
ya me estoy emocionando.
En kínder fue la única vez que me hicieron bullying, había una niña enorme, (o tal
vez yo era la chiquita, no lo sé) que recuerdo que tenía su cabello corto y usaba
un moño azul, ella me jalaba de mis coletas o me empujaba, no me quedó ningún
daño de eso pero en ese entonces si sentía feo. Las maestras que más quise fue
la maestra Maru y Maguito, y la maestra que más me daba miedo fue la maestra
Rosita Arenas. Lo mejor de mi infancia fue a lado de mis primos, sobre todo de mí
primo Iván, con cada uno de mis primos fue diferente y bonito, como con mis
primas Deya y Cinthy que jugábamos a muchas cosas, y que hacíamos nuestras
casas para Barbies con las sillas de madera de mi abuelita y trapitos bordados que
tenía. Jugaba con mi prima Deya a hacer comidita, y una vez le arrancamos unas
flores a la bugambilia y en una lata de pozole echamos agua, esas flores y tierra
con piedras y jugábamos a que era nuestro pozole, también recuerdo que a mi
prima la fascinaba hacer “picnics” se fueron haciendo mejores en cuanto íbamos
creciendo, al principio solo eran trastes de juguete con agua, luego ya eran con té,
y luego eran trastes de la cocina con mucha comida como sándwiches, galletas,
té, leche, cachitos de torta, mini pastelitos y así, también me acuerdo la primera
vez que me quedé a dormir a su casa, pero esa noche dormimos afuera, y como
pudimos hicimos nuestra casa de campaña, pusimos una sombrilla enorme, pero
tenía agujeros, así que como parches le pusimos trapos y chamarras encima y
acomodamos un colchón con dos cobijas y dos almohadas, en ese tiempo tenía
un DVD-televisión-portátil y estábamos viendo películas, nuestras mamás nos
compraron donitas y papas y ya casi por la noche mi abuelita nos llevó lechita
calientita, no tengo la menor idea de cómo, pero fue de las noches que más
calientita dormí, no me dio miedo, no me dio frío, y al parecer mi prima tampoco,
fue muy bonito. También las muchas veces que nos mojamos, cuando puse mi
alberquita inflable y la invité a mí casa a “nadar” cuando ella me invitó a su casa a
mojarnos con botellas de agua y ya que su jardín tenía menos árboles que el mío
era más fácil correr y jugar allí. La vez que enterramos todos su perritos de juguete
de mi prima Cinthya (porque tenía una colección de perritos dálmata de juguete),
4. Conóceme más…
bajo tierra en la que después construyeron una barda y en la que ya jamás los iba
a poder sacar de nuevo, no recuero si mi prima Deya y yo sabíamos eso y lo
hicimos a propósito o fue un accidente el que después construyeran una barda
ahí. La vez que con una coladera de mi abuelita estábamos “pescando” los cientos
de charales que tenía mi prima Cinthya de mascotas, pero también me acuerdo de
la vez que mi prima Cinthya nos puso una película de terror que era como de
apariciones de fantasmas y en la que terminamos llorando de miedo mi prima
Deya y yo. También me acuerdo que mi prima Cinthya era Bombón, por lo mismo
de que era más grande se aprovechaba de muchas cosas hasta de las más
mínimas como elegir ser los personajes principales, y cuando era bebé no tengo
idea de que pasó, pero se encelo de algo y fue y me corto mi cabello, mi primo
Iván que es de la misma edad de Cinthya y que me llevan 5 años de edad, se
enojó y fue y le cortó su cabello a ella, mi prima se puso a llorar, a mi prima
Cinthya le decíamos que era Angélica por lo maldadosa que era, y además de que
gracias a ella y no estoy segura si también a mi prima Deya es que tengo un
trauma con Chuky, me obligo/aron a verla cuando tenía 3 o 5 años y desde ahí no
he podido superarlo. Mi prima Deya era Beyota por lo brusca que era, porque
cuando éramos más pequeñas, me hacía muchas maldades como pellizcarme,
empujarme, y hasta morderme, y a mis papás no les gustaba eso, así que mi papá
me enseño como dar de puñetazos y me compró guantes de box y un costal y el
chiste es que un día que mi prima me estaba pellizcando mi papá de lejos me dijo
que le hiciera el “1, 2” que era dar un puñetazo primero con la izquierda y luego
con la derecha, y lo hice, le di en la cara a mi prima y creí que no le había dado
tan duro porque en ese momento no lloró, creo que apenas estaba comprendiendo
lo que había pasado hasta después de un rato comenzó a llorar y desde ahí no
volvió a pegarme. Y yo era Burbuja por lo sentimental que era, lo sigo siendo pero
menos, antes lloraba por absolutamente todo, era demasiado delicada y frágil, y a
mi papá le preocupaba eso, pero creo que a medida de que mi prima era así
conmigo y que aprendí como defenderme, me dio más seguridad además de que
cuando era niña, convivía con mucha gente debido al trabajo de mis papás, no
tenían con quien dejarme así que tenía que ir con ellos o me dejaban con algún
familiar, pero lo que en ese momento yo anhelaba era que mi abuelita viviera con
nosotros, y así pudiera dormir más y quedarme en casa todo el tiempo, como lo
hacían mis primas, pero nunca se pudo eso. Pero ahora agradezco eso porque me
dio más seguridad en algunos aspectos. Veía con mis primas Las chicas súper
poderosas, aventuras en pañales, Teen titans, el perro coraje, Amy la niña de la
mochila azul, y Sakura Card Captor, entre otros. Recuerdo también la vez en que
estaba haciendo una casita con mi prima Deya, y agarramos los cactus de mi
abuelita, según para adornar, y cuando yo los estaba acomodando, mi prima llegó
por atrás de mí y me dijo, aquí está el otro, pero creo que no midió bien la
distancia entre mi brazo y el cactus y pues me lo enterró en el brazo cerca del
5. Conóceme más…
codo y lo peor de todo es que me enterró medio cactus, era tarde-noche y mi
abuelita no ve bien, así que tuve que esperar con las espinas en mi brazo hasta
que mi tía, mis papás o mi prima Cinthya llegara (porque no estaba nadie más que
mi abuelita y mi prima Deya), también me acuerdo de la vez que íbamos en el
autobús, que ya habíamos bajado mi abuelita y yo, y solo faltaba mi prima que ya
estaba a un escalón de bajar, y le grité gracias al señor a propósito, así que éste
arrancó y se estaba llevando a mi prima, yo sólo me estaba muriendo de risa de la
cara que puso mi prima cuando se la estaba llevando y así entre muchas otras
cosas que hicimos cuando éramos niñas. Viví muchas cosas con mis primas
desde pequeña hasta ahora, mientras crecíamos nuestras vivencias se fueron
haciendo diferentes, igual de inmaduras, pero diferentes. Con mi primo Iván fue lo
mejor, mi papá me dejaba ir a jugar con mi primo mientras él trabajaba, y la verdad
no sé ni por dónde empezar, mi primo me consentía muchísimo, con la comida, los
juguetes, los juegos y así. Recuerdo que cada que mi tío iba a jugar un partido de
futbol, íbamos mi tía, Iván, de vez en cuando mi primo Carlos, y yo. Ese estadio
me encantaba porque tenía área de juegos y mi primo siempre me acompañaba
allá, había una rampa enorme echa de cemento por la cual nos podíamos echar y
también subir por la misma, yo al principio me daba mucho miedo echarme por
ahí, sentía que me iba a caer de una u otra manera, echándome o subiéndome,
además de que siempre me han dado miedo las alturas, pero mi primo siempre
me decía que no tuviera miedo, que no me iba a pasar nada, y el para
demostrármelo, lo hacía. Se echó y desde abajó me gritaba ¿ves? Estoy bien, y
luego agarraba impulso y corría por la rampa hacía arriba y llegaba hasta a mí y
me decía, ves como no pasa nada, vamos, inténtalo. Él me ayudaba a bajar y a
subir hasta que pude hacerlo yo sola y ahora los dos podíamos jugar. También
jugábamos en los diferentes juegos que habían allí, como una bola en la que con
un volante le das vueltas a toda la bola, y mi primo tenía demasiada fuerza tanto
que, cuando subíamos, sentía que mis zapatos iban a salir volando y en una de
esas si se me salió el zapato una vez, había toboganes, resbaladillas, columpios y
un tubo por el que me primo me enseñó a bajar, porque igual era altura y me daba
miedo, pero mi primo me esperaba abajo para ayudarme. En ese mismo estadio,
había mucho campo, pero muchísimos árboles y pasto, y mi primo y yo nos
alejábamos de las personas y nos íbamos allá, estábamos completamente solos y
no sé como nunca nos dio miedo de que alguien allí nos pudiera hacer algo, yo
solo tenía como 5 o 6 años y el 10 u 11, jugábamos a perseguirnos, escondernos,
jugar según a los pokemón, y a ver quién escalaba más rápido las colinas, él
siempre me ganaba. Pero un día que estábamos lejos nos encontramos con una
paloma muerta, y nos espantamos pero decidimos ignorarla, y mientras más nos
alejábamos, sin querer nos íbamos acercando más a unos señores que, cuando
los vimos de cerca tenían unos rifles, mi primo y yo nos estábamos muriendo de
miedo porque vimos que los señores tenías más palomas muertas, y mi primo fue
6. Conóceme más…
por mi tía y yo me quedé ahí, no sé si era o muy inocente o muy tonta como para
haberme quedado ahí sola, después de eso mi tía llegó y les dijo a los señores
que no podían hacer eso, además de que habían niños, ni idea de cómo pero
funcionó, se fueron los señores. A cada partido que íbamos con mi tío era ese
estadio o una diferente cancha, y lo que más me encantaba era que en todas
había mucho pasto y árboles y podía jugar con mi primo, después de eso si
ganaban, mi tío nos llevaba a comer hamburguesas en búfalo, y ahí había más
juegos, y volvíamos a jugar, recuerdo que a mi primo jamás le gustaron las
hamburguesas y el pedía consomé de pollo y eso si muchas papas. También me
acuerdo de ‘La bodega’ un cuarto en el que mis tíos guardaban sus cosas que ya
no ocupaban mucho, pero más que nada ahí estaban la mayoría de juguetes de
Iván, y me acuerdo lo bien y especial que me hacía sentir cuando me decía que
solo a mí me dejaba entrar porque me tenía confianza, a ningún otro primo lo
dejaba pasar, tenía cajas enormes llenas de juguetes y una mochila de viaje en la
que guardaba todos sus pokemón. Tenía peluches de digimón y muchos otros
juguetes. Mi primo desde niño siempre fue muy culto y le encantaba aprender, de
hecho se me quedó muy grabado que mi primo se aprendía los países y las
capitales de cada uno, se aprendió la tabla periódica y le encantaba la historia, de
hecho gracias a mi primo es que a mí me encantan los dinosaurios, tenía muchos
juguetes de dinosaurios, y me dejaba jugar con todos ellos, y le decía que yo era
el pico de pato y él era el cuello largo, veíamos pie pequeño, una caricatura de
dinosaurios, la película de Dinosaurios, y otros documentales de estos, y cada uno
de ellos me gustaba. Veíamos Kill Bill, una película sangrienta, yo siempre llegaba
en la mañana como a las 8, y él aún se estaba bañando, cuando se vestía me
decía que pasara a su cuarto y nos poníamos a ver los videos de los capítulos que
había grabado de digimon, cuando terminábamos de verlos salíamos y jugábamos
con sus patines, bicicleta, patineta, patín, o con la pelota, él trataba de enseñarme
a andar en patines, pero nunca aprendí. Mi tía nos daba de desayunar y como el
terminaba rápido me preguntaba que cuando acabara que quería hacer, si jugar
en la computadora o jugar con su nintendo, cuando quería jugar con la
computadora, jugábamos Los Sims, Tom Rider, Muñecas, Zoo tycon, Age of
Empires, etc. y cuando quería jugar nintendo jugábamos, Súper Mario 64, Súper
Smash Bros, Jet Force Gemini, Pokemón Snap, Pokemón Stadium, Mario Kart,
etc. Veía con mi primo Digimon, Pokemón, Saint Seiya, Dragón Ball Z, Yu Gi Oh!,
Los Power Rangers, los padrinos mágicos, aventuras en pañales, coraje el perro
cobarde, Pucca, y así. También jugábamos a las cartas Yu Gi Oh! Mi primo me
enseño muchas cosas, y de hecho aún quiero agradecerle por eso, me apoyó y
me ayudó mucho, además de que gracias a él pasé los mejores momentos de mi
infancia, y hasta la fecha, sin querer, me sigue ayudando con muchas cosas que
me enseñó.
7. Conóceme más…
Otro recuerdo bonito de mi infancia fue mi fiesta de cinco años, mis papás estaban
ahorrando para un nuevo coche, ya tenían todo el dinero, pero a la hora de que lo
iban a comprar, les hicieron algo chueco y mis papás se dieron cuenta así que se
arrepintieron y usaron ese dinero para hacerme mi fiesta de cinco años, ese día
me vistieron como Cenicienta, me mandaron a hacer mi vestido y el salón parecía
un castillo, contrataron el entretenimiento con botargas y animadores, mandaron a
hacer el pastel, y compraron una piñata, bueno eso fue lo que me dijeron, y me
siento mal, pero tampoco me acuerdo de casi nada, pero lo que si se me quedó
grabado fue cuando me cantaron las mañanitas y trajeron el pastel que tenía mi
foto y que la botarga de Woody me embarró en el pastel. Y aunque sea solo eso
de lo que me acuerdo, fue lo bastante bonito para conformarme solo con eso.
Y otra cosa maravillosa que me pasó en mi infancia, fue la llegada de mi
hermanito a mi vida, cuando el nació yo tenía 8 años así que aún entra en
infancia, creo. Con su llegada me trajo nuevas formas de vivir, me hace muchas
travesuras, y pues que le hago, yo también se las hago a él, me hace reír mucho,
y aunque no se deje, igual lo abrazo, cuando lo vi por primera vez, envuelto en
una cobijita amarilla, dormido al lado de mi mamá, fue la primera sensación más
pura y linda que he sentido, me trajo tranquilidad consigo y pues aunque a veces
nos enojemos, amo demasiado a mi hermano y su nombre es Yahir Herrera León.
Cuando entre a primaria, recuerdo que lo primero que pensé fue ¿Y dónde están
los juegos? Cuando estaba chiquita imaginaba que los grandes jugaban con
ladrillos o algo así, al principio no me gustaba mucho la escuela porque estaba
llena de niños grandes y me daban miedo además de que no me gustaba, hasta
que entre a cuarto, hacer la guardia porque no me hacían caso, mi tamaño no me
ayudaba a imponer respeto. En primero y en segundo de primaria me tocó con la
maestra Ana Pérez, quien me daba muchísimo miedo porque nos gritaba muy feo
y además cuando se molestaba o algún compañero no cumplía con la tarea, les
pegaba con la libreta en la cabeza y luego de eso se las aventaba, no me tocó que
a mí me pegara porque gracias a mis papás aprendí a leer y escribir en tercero de
kínder, pero todo mejoró y a la vez no cuando entre a tercero de primaria. En
tercero me tocó con la maestra Beatriz Calderón quien, honestamente, era muy
buena onda y relajada pero a veces de pasaba un poco con eso, fue la primera
vez que había reprobado un examen y me acuerdo que cuando me dijo eso la
maestra, sentí como si me hubieran echado un balde de agua fría y que incluso
lloré porque creí que mis papás se enojaría mucho conmigo por eso, ya que desde
chiquita sabía que reprobar no era bueno, pero ese sufrimiento fue de más ya que
mis papás no se molestaron, si se sacaron de onda, pero me dijeron que a veces
pasaba pero que por favor no volviera a suceder y que le echara más ganas y con
eso tuve para no volver a reprobar en la primaria. En cuarto participé en un
8. Conóceme más…
bailable folklórico dirigido por el maestro Godofredo en el cual salí con un vestido
rosa con blanco y en el que Mayorga y Andy Jael también participaron, pero como
no recuerdo otra cosa más interesante pasaré a quinto. Cuando entré a quinto de
primaria me tocó con la maestra Lupita Lezama, ella y la maestra Socorro fueron
las maestras a las que más quise. Con la maestra Lupita obtuve mi promedio más
alto que fue de 9.6, y aunque la maestra era muy exigente, también era muy
buena y hasta la fecha igual que la maestra Soco, las admiro y estimo mucho. En
quinto también participé en otro bailable igual dirigido por el profesor Godofredo,
pero este vestido era regional de Jalisco y era de color amarillo y con ese bailable
participamos en muchos eventos de la escuela y en una ceremonia con los
directivos. No recuerdo si fue en quinto o sexto, pero me parece que fue en quinto
que participé en el desfile de 5 de mayo en un carro alegórico con el mismo
vestido de Jalisco.
En sexto me había tocado con la maestra Hilda Cervantez pero luego nos la
cambiaron por la maestra Socorrito. La maestra Soco me asesoró para poder
pasar a la secundaria, todos los días en la tarde iba a su casa a estudiar junto con
otro compañero, la maestra era muy bonachona y paciente y eso me gustaba
mucho porque así era fácil preguntarle y que nos explicara.
De algunos de los malos momentos que he tenido prefiero no hablar, son muy
personales. Pero de los que sí puedo decir, la vez que me enfermé de rotavirus, la
otra vez que también fui a parar al hospital por comer no sé qué cosa y tenía como
4 años cuando pasó eso, recuerdo que estaba en la cama del hospital y, el doctor
a contra luz, le estaba explicando a mi mamá una radiografía que me hicieron,
mostrándole lo que tenía en mi estómago. Esa vez me tocó compartir habitación
con un bebé, y de todo eso si me acuerdo más, su mamá del bebé le dijo a mi
mamá que su nene había nacido amarillo y muy pequeño y necesitaba de mucho
calor para estar bien, el bebé estaba en una cuna, con una lámpara sobre él.
Cuando tenía ganas de ir al baño, mi mamá me ponía mi playerita, un suéter, y
una cobijita alrededor de mi cintura porque le decía que me daba pena salir así y
que me vieran, pero de todos modos los doctores y enfermeras me vieron y me
dijeron que parecía mini Shakira, y en el baño le dije a mi mamá que me caían
gordos. La otra vez que fui a parar al hospital fue cuando comí una Maruchan, ahí
ya tenía como 11 años, mi papá siempre me había prohibido comer maruchan
porque decía que era puro plástico y que tardaría en digerirlo por meses, yo al ver
como todos comían, hasta mis primas, siempre me sentí oprimida. Un día que mi
papá salió a trabajar fuera mi mamá nos dijo a mi hermano y a mí que si no
queríamos Maruchan, y yo emocionada le dije que sí, cuando me la dio comencé a
atragantarme de maruchan, comí tanta y tan rápido que ni la estaba masticando
bien, y al poco rato fui a parar al hospital… otra vez. Y la última vez fue como a los
9. Conóceme más…
13 años que mi mamá, mi hermano y yo comimos un queso, que no nos dimos
cuenta que estaba en mal estado, y la primera que se dio cuenta de eso fui yo,
fuimos al hospital, y me quede internada, después mi mamá y el que tuvo el
estómago más fuerte fue mi hermano, fue el último en sentirse mal, pero igual lo
tuvieron que hospitalizar, a mi mamá fue a la que se le pasó rápido, después a mi
hermano, y yo seguía muriendo. Otro mal momento fue cuando estábamos en la
playa y estaba en el agua con mi papá y otras personas, agarradas de una cuerda
supuestamente para que las olas no nos empujaran, supuestamente. Después de
un rato vino una ola enorme y tan fuerte que mi papá no pudo sostenerme y
terminé hasta por allá, ese día mi mamá se enojó con mi papá porque yo tenía
como 6 años. Otro fue en la escuela, cuando estábamos en natación, el agua
estaba más elevada de lo normal, no sé nadar, y para colmo me tocó junto de
unas niñas gigantescas que estaban jugando a alborotar el agua, por más de que
yo estaba de puntitas el agua me llegaba al cuello, y mientras más la agitaban, me
llegaba más y más arriba el agua, a tal punto que me hundieron, me estaba
ahogando y cerré los ojos, y de pronto ya estaba arriba una de las cuerdas que
dividen la alberca, parecía gato mojado ahí arriba, los profesores me vieron y sólo
me dijeron que bajara de ahí y que nadara a la orilla, y yo en mi mente me
preguntaba ¿y no se les ocurre preguntar si quiera si estoy bien? ¿O por lo menos
porque me subí?, ni si quiera estaban preparados para echarse al agua si algo
pasaba, estaban ahí platicando y con su ropa deportiva. Desde ahí ya no volví a
querer entrar a natación. Otro momento malo fue cuando tuve un problema con
una amiga y que por ella perdí a otras dos amigas, pero gracias a Dios que eso ya
pasó y volvimos a ser todas amigas. Otro malo también fue me enojé con una
amiga, pero que gracias a eso, descubrí a las personas que cuando me dijeron te
voy a apoyar en lo que sea, lo decían en serio.
Mi familia está constituida por mi Mamá, Diana Elizabeth León Vázquez, mi Papá,
Pedro Herrera Vargas y mi hermano Yahir Herrera León. Mi demás familia como
mis tíos, primos y abuelitos se está separando, por eso decía al principio que en
ese entonces aún estaba toda mi familia, muchas personas se dejaron llevar por el
egoísmo, la envidia, miedo, el dinero, el poder y el control.
A las personas que aún considero mi familia son, de la familia de mi papá, a sus
hermanos y hermanas (mis tíos) y a sus hijos (mis primos), pero no tenemos
(hablo de mi familia y de los demás hermanos), no tenemos buena relación con mi
tía Angélica, con mi prima Doris (también se llama Angélica pero prefiero decirle
Doris) y con mi tío Miguel, si nos llevamos bien, son muy tranquilos y muy buenas
personas además de que con ellos no tenemos problemas, pero lo que es mi tía
Angélica, y eso que es su hermana, se tienen muchos conflictos, más que nada
por su egoísmo y por todas las groserías que ha hecho, muchas veces hace sentir
10. Conóceme más…
mal a la gente y muy controladora. Con mi tía Chivis, mi tío Ángel e Iván también
nos llevamos bien y es con los que mejor nos llevamos, pero Iván ha cambiado
bastante desde que éramos niños, se volvió más retraído y ahora lo que te dice, lo
dice para hacerte sentir mal, cambio muchísimo a tal grado que me hizo olvidar
todo lo que vivimos de niños, y ser indiferente con él ahora, no sé qué pasó. Con
mi tía Mary y mi primo Charly la relación es buena, no tanto como con mis tíos
Chivis y Ángel y con mi primo Iván, pero si es bastante buena, me llevo muy muy
bien con mi primo Charly, como ya ha crecido nos entendemos más, y nos
tenemos muchísima confianza de contarnos lo que nos pasa. Con mi tía Norma
también me llevo bien, al ver que cuido de Maye, me quiere y también cuida de mi
hermano, con mi prima Mariel como es más pequeña no tenemos mucho de qué
hablar, pero para ser de casi 12 años me entiende muy bien, la quiero muchísimo
porque me respeta y le gusta estar conmigo, además de que me encanta su forma
de ser. Y con mi tío José y su esposa Maguito, también nos llevamos bien, de la
familia, son los que tienen el carácter más tranquilo, y su nena Melanie, es muy
pequeña aún, pero es muy dulce. La verdad es que quiero bastante a mis primos y
siempre voy a dar la cara por ellos, me gusta hablar y jugar con cada uno de ellos
sin importar su edad y me gusta mucho cuidarlos. Y con mi abuelita Maguito,
quiero mucho a mi abuelita, siempre anda cuidando a todos sus nietos y a sus
hijos, aunque a veces a unos más que otros. Mi abuelito Pedro falleció cuando mi
papá aún estaba en el vientre de mi abuelita, murió en un accidente de coche, en
el cumpleaños de mi tía Angélica, de cierta forma cada uno de los hermanos, tuvo
diferentes vivencia y por lo mismo diferentes sufrimientos, y por lo tanto trato de
comprenderlos y ellos también tratan de comprenderse entre sí. Con la familia de
mi mamá sólo con ciertas personas nos llevamos bien, con mi tía (la única
hermana de mi mamá) Nos llevamos muy bien, y también me llevó muy bien aún
con mis primas Cinthya y Deya, con mi primo Antonio no me llevo muy bien, pero
igual lo quiero, quiero mucho a toda mi familia, pero mi abuelita Martha es a la
persona que más admiro, admiro su forma de ser y de ver la vida, es muy muy
optimista, muy positiva ante todo, muy amable, sencilla y generosa, es bastante
alegre y risueña y muy amorosa, además de que es muy paciente, la admiro en
muchos aspectos, y la amo por todo lo que he vivido gracias a ella. Con, podría
decirse que vienen siendo mis tíos abuelos, porque son hermanos de mi abuelita
(pero son completamente distintos a ella), la relación con ellos de plano se
destruyó, hace unos años aún nos íbamos de vacaciones todos, hacíamos
posadas, fiesta de año nuevo, de navidad, en verdad muchísimas fiestas, porque
son dueños de una empresa, y por lo tanto la familia también trabaja ahí, y
también mis papás, pero se dejaron llevar por el dinero y el poder, y se han vuelto
corruptos, cínicos e hipócritas, y la relación con ellos se rompió, solo con mis tíos
Ángel, Ruth, y Samuel aún nos llevamos bien.
11. Conóceme más…
Cuando entre a secundaria tenía miedo, no sabía cómo iban a ser mis maestros,
mis compañeros y las materias, sólo me tocaron con 6 personas que ya conocía.
Extraño a muchos de mis compañeros, en muchos aspectos y sobre todo en su
comportamiento, antes éramos o más inocentes o más inmaduros, pero no existía
tanto eso de la hipocresía o cinismo. En primer año de secundaria me tocó con la
maestra Ana Claudia Cepeda quien, a mi parecer, fue una muy buena maestra
porque siempre veía por nosotros y trataba de ayudarnos.
En segundo, creo que a medida de que crecíamos nuestros problemas también lo
hacían, o por lo menos para mí sí, tanto que tuve un problema con una amiga que
en su momento si me causo sufrimiento ya que me separó de otras dos amigas,
ahora ya estamos bien todas. Nos tocó con la maestra Angélica Cepeda y creo
que no solo para mí, sino también para los demás fue de las mejores tutoras, ya
que lo que hacía especial a las dos maestras Cepeda era que son muy
perseverantes, pero más a la maestra Angélica, siempre que quería lograr algo, no
se rendía hasta que lo obtuviera, pero casi siempre era para nuestro beneficio, así
obtuvimos salidas y convivios, entre otras cosas.
Ya ahora, estoy cursando tercero de secundaria y a solo unos meses de entrar a
la preparatoria, lo cual me tiene muy nerviosa porque no sé qué vaya a pasar,
muchas de las personas a las que más quiero se irán y posiblemente ya ni las
vuelva a ver, aunque honestamente en este año vi como muchas personas se
separaron, ya no es como antes, muchas personas cambiaron, pero aun así las
voy a extrañar muchísimo.
Desde que era niña hasta ahora, si he cambiado mucho. Físicamente, como
todas, he cambiado, además de que ahora me gusta tener mi cabello largo y me
gusta que sea lacio, cuando era niña deseaba mucho que mi cabello fuera chino u
ondulado. Cuando era niña me gustaba vestirme como niño porque era más fácil
correr, brincar, subir y bajar e ir de aquí para allá, ahora comienzo a preocuparme
más por mi aspecto. También he cambiado mi manera de ser, cuando era niña
solía ser muy frágil, era muy sensible, lloraba casi por todo, pero creo que a
medida de que empecé a convivir más con mi papá y mi primo me volví más
segura y podría decirse, muy exageradamente, que algo ruda pero sigo siendo
muy sentimental. Mi manera de pensar es lo que más he sentido que ha
cambiado, sobre todo más últimamente, comenzaron a llamarme más la atención
los niños, pero sobre todo me llaman más la atención por su personalidad y por
cómo me traten, no por el físico. Ha cambiado también mi manera de ver a la vida
y a las personas, con el paso del tiempo he conocido mucha gente buena a las
cuales admiro mucho, no hace falta conocer a la persona, a veces con un simple
acto de bondad, gentileza o sencillez, las hace admirables para mi, y me gustaría
mucho llegar a ser una buena persona como ellas, amable y positiva ante todo.
12. Conóceme más…
A lo largo de mi vida he conocido muchas personas, pero las mejores personas
(mis amigos) son las que han estado conmigo todo este tiempo apoyándome.
Como mi amiga Flor a quien conozco desde hace 8 años, y aunque se fue cuando
teníamos 11 años a otro lugar del estado durante un largo tiempo, cuando regresó
nos seguíamos hablando y abrazando con el mismo cariño que cuando éramos
niñas, ella ahora va en la vespertina pero cada vez que nos encontramos nos
seguimos hablando con la misma confianza que antes. En primero de secundaria
conocí a Bety, Karla, Jessi, Any y Mayra quienes me han demostrado que son las
mejores personas que hay, han estado conmigo en todo momento durante estos 3
años, en todo este tiempo que tengo de conocerlas me he dado cuenta lo fuertes
que son, cada una tuvo sus problemas pero siempre supieron cómo superarlos.
Son muy buenas personas, las admiro y las amo demasiado. En segundo conocí a
Monse quien, desde la primera vez que la vi, noté que en ella no existía maldad,
es de las personas más puras que hay, la amo mucho. En tercero, me doy cuenta
de las personas que cuando me dijeron que iban a estar para mí en todo
momento, lo decían en serio. No sé si sea bueno o malo, pero gracias a un
problema que tuve con una amiga, me di cuenta de las personas que más valen la
pena, me apoyaron cuando más lo necesitaba, además de por otras cosas que me
hicieron darme cuenta lo increíbles que son, como Pao, Ari, Ale, Andy, Dani, Jafet,
Angel, Joaquin, Numi, Fer, Diana, Susan, Alix, Chris, Frida, Pame, Aimee, entre
otras personas, me han pasado muchas cosas a su lado, y siempre tendré bonitos
recuerdos de ellos.
No sé cómo debería ser mi chico ideal, no tengo una idea en general como
debería ser físicamente, pero debe tener algo de altruismo, ser chistoso y alegre,
varonil, que juegue conmigo y que me proteja, que me diga cosas bonitas, muy
muy cariñoso, algo pervertido, amable, que sea muy dulce, tierno y muy divertido,
que me esté abrazando y llenando de besos todo el tiempo.
La verdad no sé a dónde me lleve el viento, como me dijo mi amigo Joaquín, no
esperes mucho de las vida ni de las personas, es mejor dejarse sorprender, así te
llevarás menos decepciones, pero sé que a dónde me llevé será maravilloso.