2. Con 16 años nada parece suficiente.
Aquel año, Sonia, mi compañera del
instituto, y yo, andábamos pensando en
excursiones: a esquiar, a la montaña, la
de fin de curso a Palma de Mallorca. La
verdad es que las clases nos tenían
poco enganchadas, excepto una: la
clase de francés.
3. El profesor nos había planteado un macro-
proyecto para todo el curso escolar:
“Voyage en France”. Dividido a su vez en
tres proyectos, uno para cada trimestre.
Primer trimestre: La geografía.
Segundo trimestre: La vida cotidiana.
Tercer trimestre: La sociedad y la cultura.
Cada uno tenía dentro micro-proyectos
claramente definidos.
4. El premio, era un viaje a la ciudad de
Tour, ciudad hermanada con nuestra
ciudad natal. No era gratis, pero estaba
subvencionado por el Ayuntamiento.
Sólo disponían de 25 plazas.
5. Sonia, que después estudió Ingeniería
Informática, y yo, que hice Filología
Francesa, éramos un equipo excelente.
Con nuestras desavenencias y nuestras
pequeñas envidias femeninas. Superadas
por una lealtad mutua.
6. El objetivo lo conseguimos, claro.
Y por el camino crecimos.
Y aprendimos un montón de cosas,
algunas han quedado desfasadas y otras
las hemos olvidado.
7.
8. ¿QUÉ HAGO PARA
ENSEÑAR COMO
SIEMPRE?
¿QUÉ PUEDO HACER
PARA ENSEÑAR
COMO NUNCA?
Sigo el libro de
texto.
El alumno trabaja
todas las
actividades
propuestas.
Evalúo con un
examen:
preguntas con
respuesta cerrada.
Elijo los contenidos
importantes y creo un
proyecto.
El alumno trabaja
algunas de las
actividades propuestas
y otras son voluntarias
(entrego correcciones)
Utilizo una rúbrica o un
portfolio para evaluar
el proceso y el
producto.
9.
10. ¿QUÉ HAGO PARA
ENSEÑAR COMO
SIEMPRE?
¿QUÉ PUEDO HACER
PARA ENSEÑAR
COMO NUNCA?
El objetivo lo
conseguimos,
El objetivo lo
conseguimos,