Darío no quería posar para que su hermana le sacara fotos, pero ella lo convenció ofreciéndole golosinas a cambio. Darío aceptó el trato y posó para las fotos a pesar de estar cansado, enfocándose en la cámara para ganar una golosina como recompensa. Finalmente, su hermana le dio un huevo Kinder que Darío recibió agradecido.