3. Muchos de estos metales tóxicos son inodoros, sin sabor y sin color, así que nadie reconoce que han estado expuestos a ellos. También, los metales tóxicos están en todo lugar, haciendo que el evitarlos sea casi imposible. Uno puede, sin embargo, minimizar su exposición a ellos. Los metales tóxicos son también persistentes y acumulativos. El doctor Henry Schroeder, autoridad mundial en oligoelementos escribió: “Muchas sustancias orgánicas son degradables por procesos naturales. [Sin embargo,] ningún metal es degradable… están aquí para quedarse por largo tiempo.”
4. Un problema significativo causado por los metales tóxicos es que remplazan a los nutrientes minerales en lugar de enzimas unificadoras. Cuando esto ocurre, los metales inhiben, sobrestimulan o por otro lado, también alteran miles de enzimas, contribuyendo a muchas condiciones de salud. Dependiendo de donde se acumulan los metales tóxicos, los efectos resultantes pueden recibir nombres tales como hipotiroidismo, diabetes o cáncer.
5. Los metales tóxicos pueden también reducir y eventualmente remplazar otras sustancias en muchos tejidos, fomentando infecciones crónicas o causando irritación. Este proceso de remplazo mineral envuelve la erradicación de minerales preferidos. Por ejemplos, el cuerpo prefiere el zinc por sus 50+ enzimas críticas. Sin embargo, nuestro suelo y alimento es muy bajo en zinc. Por lo tanto, si uno no consume suficiente zinc, o si la exposición al cadmio, plomo o mercurio es demasiado alta, el cuerpo usará estos últimos en lugar del zinc.
6. Su habilidad para sustituir los minerales vitales significa, sin embargo, que los metales tóxicos no son totalmente dañinos. De hecho, pueden prolongar la vida. En realidad, ellos mantienen trabajando al cuerpo en caso de deficiencia de minerales vitales. Muchas personas no comprenden que su fatiga y otros síntomas se deben en gran medida a la presencia de “partes de repuesto” incorrectas en los compartimientos de su motor biológico.
7. El peligro de los metales tóxicos empeora significativamente al comer alimentos bajos en minerales vitales. La abundancia de los minerales preferidos protege contra los metales tóxicos, ya que los minerales vitales compiten con los metales tóxicos para ser absorbidos y utilizados en enzimas y otras estructuras de los tejidos. La gente antigua consumía probablemente de 5 a 11 veces más cantidad de minerales esenciales que la que consumen los humanos modernos. El término “calorías vacías” se aplica apropiadamente a la mayoría de nuestra comida hoy.
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11. Berilio – aire contaminado (quema de combustible fósil), fabricación de plásticos, electrónicos, aleación de acero y ceniza volcánica. Cadmio – cigarrillo (tabaco y marihuana – mota en México), alimentos procesados y refinados, peces grandes, mariscos, agua de grifo, exhosto del auto, vasijas de metal, tubos galvanizados, aire contaminado por incineración y exposición ocupacional.
12. Cobre – tubos para el agua de cobre, cobre añadido al agua de grifo, pesticidas, piscinas (albercas), dispositivos intrauterinos, dietas vegetarianas, amalgamas dentales, suplementos nutricionales (especialmente vitaminas prenatales), píldoras para el control natal, glándulas adrenalinas débiles y exposición ocupacional. Plomo – agua de grifo, fumar cigarrillo, pinturas para el cabello, tintas, coberturas metálicas, residuos de pesticidas y exposición ocupacional en la fabricación de baterías y otras industrias.
13. Mercurio – amalgamas dentales, peces grandes, mariscos, medicamentos, contaminación del aire, fabricación de papel, cloro, adhesivos, suavizantes de ropa y ceras. Níquel – a ceites hidrogena dos (margarinas, mantequilla de cacahuate y grasa para pastelería), mariscos, aire contaminado, humo de cigarrillo, metales y exposición ocupacional.
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15. Las pruebas en los tejidos, tales como el análisis mineral del cabello, son por lo tanto de más ayuda. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos revisó más de 400 estudios empleando cabello y uñas para la detección de metales tóxicos y concluyó que: “El cabello humano es un tejido de gran representación y significado para [el monitoreo biológico del] antimonio, arsénico, cadmio, cromo, cobre, plomo, mercurio, níquel, vanadio y tal vez el selenio y estaño.”
16. Otro método de detección es una prueba desafiante en la cual se toma una inyección de un agente removedor tal como el EDTA o el DMPS, después de los cuales se analiza una prueba de orina de 24 horas para detectar los metales tóxicos. Esto revelará ciertos metales acumulados en las arterias, venas y riñones, pero no detecta muchos otros.
17. Ninguna prueba puede detectar de modo cercano todos los metales tóxicos que hay en el cuerpo. Simplemente asumimos que todos tenemos una cantidad de metales tóxicos. Cualquier buen programa de salud debe incluir un plan para remover estos metales.
18. Síntomas de los metales tóxicos Los metales tóxicos pueden contribuir a enfermedades inimaginables. Por ejemplo, el plomo, que reemplaza el calcio en los huesos, contribuye a debilitar los huesos y a la osteoporosis. El Cadmio, que reemplaza el Zinc en las arterias, causa inflamación, endureciendo las arterias e hipertensión. El Hierro y el Plomo, que reemplazan al Zinc y a otros minerales en el páncreas, glándulas adrenalinas y otros lugares, contribuye a la diabetes. El Cobre, que sustituye al Zinc, al Magnesio y a otros minerales esenciales en el cerebro, está asociado con la migraña, síndrome premenstrual, la depresión, la ansiedad y los ataques de pánico y mucho más. El Mercurio y el Cobre, que sustituyen al Selenio en varios tejidos, impiden la conversión de T4 a T3, contribuyendo a desequilibrios de la tiroides.
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22. Suplementos adecuados de proteína que contienen aminoácidos sulfurados, que ayudan a remover los metales tóxicos y apoyan vías para la desintoxicación del hígado. Otros alimentos altos en sulfuro incluyen las yemas de huevo, y vegetales en las familias del repollo, rábano, ajo y cebolla. El sulfuro es de gran ayuda para la desintoxicación en general. La fibra también ayuda a reducir los niveles de metales tóxicos, a la vez que reduce el tránsito de heces, y algunas fibras pueden absorber metales tóxicos.
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25. El pasar por alto comidas o comer entre ellas, comer los mismos alimentos todos los días o vivir consumiendo bebidas proteínicas también induce a las deficiencias minerales. Los suplementos alimenticios no son un sustituto de una dieta excelente. Evite alimentos refinados deficientes en minerales tales como el azúcar blanco, harinas blancas, sal de mesa y arroz blanco. Estos alimentos están casi privados de minerales vitales y harán que el cuerpo absorba y utilice más metales tóxicos.
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27. Uno también puede usar antagonistas para eliminar metales tóxicos. Estos competirán específicamente con los metales tóxicos para la absorción, transportación y uso en los lugares que atan las enzimas y otros tejidos. Por ejemplo, el Zinc y el Calcio son antagonistas del Cadmio. El Selenio y el Zinc son antagonistas del Mercurio. Algunos minerales específicos que la mayoría de la gente necesita añadir a su dieta diaria son: más Zinc, Cromo, Selenio y Manganeso. La mayoría de los multivitamínicos no contienen suficientes cantidades de estos. Otros suplementos de gran ayuda son la N-acetil cisteína, el ajo, la clorela, el extracto de cilantro y otros suplementos de amino ácidos que contengan sulfuros.
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35. Al incrementar la ingestión de minerales vitales, ayudar a los órganos de eliminación, mejorar la digestión, descansar lo suficiente, tomar suplementos y usar antagonistas y talvez removedores, uno puede remover efectivamente los metales tóxicos.