SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 4
Descargar para leer sin conexión
1

BISFENOL A

¿DÓNDE SE ENCUENTRA?

Componente básico del plástico policarbonato (plástico claro, muy ligero, duro y resistente al calor y la electricidad). Ha
sido comercializado empresas como Bayer (con el nombre de Maklolon) y General Electric Plastic (con el nombre de
Lexan) que se pelearon por él allá por los años 50. También es un constituyente relevante de las resinas epoxi,
ampliamente utilizadas en recubrimientos, adhesivos, pinturas, placas de circuito impreso,… Uno de sus usos más
frecuentes son, por supuesto, las películas protectoras que intentan mantener la calidad de los alimentos en latas de
comida así como en tuberías de agua potable.

Los bisfenoles, entre los cuales el que más preocupación ha generado es el bisfenol A, han sido vastamente usados por la
industria. Los bisfenoles (A, F, A-F, S, C,…) son un grupo de sustancias empleadas en los más diversos usos: resinas
epoxi, policarbonatos, aditivo en resinas acrílicas y vinílicas, aditivo en caucho sintético, tintas, tonners,… (Olea N.
CONAMA. Madrid 2004)

Desde los DVDs o los CDs a los recubrimientos interiores de latas, empastes dentarios, pasando por equipos eléctricos y
electrónicos, automóviles, envases de comida y bebida (tales como biberones infantiles), tapones, equipos médicos,… Así
mismo, se ha usado el bisfenol A como aditivo en otros plásticos diferentes del policarbonato. Está, pues, por doquier. Es
un ejemplo insuperable de cómo las sustancias que pueden tener efectos tóxicos pueden viajar en los objetos cotidianos. Y
no como una parte mínima de tales objetos, sino integrando buena parte de su composición total. Ya que el policarbonato,
también conocido como policarbonato de bisfenol A, uno de los plásticos actualmente más utilizados en la sociedad
occidental, es en su mayoría puro bisfenol A . La elaboración básica parte del bisfenol A y del fosgeno, sustancia ésta muy
conocida por su uso en la Primera Guerra Mundial.

Se usa masivamente. Y ahí lo tenemos en nuestros discos compactos, en las carcasas de nuestros ordenadores, en
nuestro material óptico, en los faros de nuestros coches, en cristales antibalas, en incubadoras para bebés, en aparatos de
diálisis, en las tuberías que nos traen el agua, en recubrimientos usados en el interior de nuestras viviendas e incluso en
contacto con la comida que ingerimos.

Se ha advertido mucho acerca de los niveles de bisfenol A que migran desde los recipientes de plástico que contienen el
alimento de los bebés , especialmente cuando estos son lavados y hervidos (Brede , C (2003). Increased migration levels
of bisphenol A from polycarbonate baby bottles after dishwashing , boiling and brushsing. Food Addit Contam; 20 (7): 684-
689.), así como desde otros contenedores alimentarios como las latas de comida, en más de un 80% de las cuales podría
estar presente, a los delgados plásticos que se usan para envolver alimentos y de los cuales ,especialmente cuando son
calentados, puede liberarse (López Cervantes J y Paseiro Losada P (2003). Determination of bisphenol A in, and its
migration from, PVC stretch film used for food packaging. Food Addit Contam. 20). Como algo más puntual, pero que
muestra la ubicuidad del problema, hay científicos que han llamado la atención sobre aspectos tales como la exposición de
los pacientes de hemodiálisis al bisfenol de los policarbonatos usados en los riñones artificiales (Yamasaki et al. (2001).
Determination of bisphenol A in effluents of hemodialyzers. Nephron; 88 (4): 376-378.).

Por su uso tan generalizado no ha de extrañar, pues, que sea un contaminante muy generalizado en el interior de los
cuerpos humanos. Ha sido detectado en el 93% de los americanos analizados. Diversos estudios lo han encontrado desde
en los fetos a los adultos, habiendo sido detectado en cordones umbilicales, sangre, fluidos del folículo ovárico, líquido
amniótico, etc. (Ver, por ejemplo, estudios como: Inoue et al. (2000) Determination of bisphenol A in human serum by high-
performance liquid chromatography with multi-electrode electrochemical detection. J Chrommatography B Biomed Sci Appl.
2

749 (I).17-23. O como: Takada et al. (1999). Bisphenol A and nonylphenols in human umbilical cords. Proceedings of the
International Scientific Conference on Environmental Endocrine Disrupting Chemicals. Monte Verita, Ascona (Suiza). 7-22
March 1999.). Algunos estudios mostraban que en muchos casos la concentración de bisfenol A en la sangre de los fetos
era mayor que en sus madres ( Schonfelder et al. (2002) Parent bisphenol A accumulation in the human maternal-fetal-
placental unit. Environmental Health Perspectives 110 (11) A 703-707).



(LEER MÁS COSAS SOBRE BISFENOL EN LA WEB DEL FODESAM)

Aunque en general todos los problemas derivados del bisfenol A se den sin necesidad de que la sustancia tenga una
especial persistencia en nuestros organismos, ya que su omnipresencia en nuestro medio garantiza una exposición más o
menos constante, hay algo que induce a una preocupación añadida. Me refiero a lo que comentaba ,por ejemplo, el
profesor Nicolás Olea en una reciente conferencia : el bisfenol reacciona espontáneamente con las sustancias cloradas
presentes en el agua que bebemos generándose nuevos compuestos derivados, bisfenoles clorados, que sí que sean
bioacumulativos en la grasa corporal (II Congreso Internacional de Medicina Ambiental. Brunete (Junio 2008).).

¿QUÉ DELITOS SE LE ATRIBUYEN?

Existen numerosos estudios científicos que han mostrado la capacidad del bisfenol A para dañar los órganos sexuales
masculinos y afectar a la conducta animal. En otros espacios hablaré de diversas investigaciones que nos hablan de
sus efectos. Es considerado uno de los contaminantes estrogénicos más poderosos. Es decir, uno de esos estafadores
químicos que engañan a nuestros organismos haciéndose pasar por quienes no son. Se une a los receptores de
estrógenos humanos casi como si fuese una hormona natural más de nuestros cuerpos. Y puede causar estragos a niveles
delirantemente bajos. Por ejemplo, sus efectos sobre el cáncer de próstata podrían ser mayores a dosis menores que a
mayores. Algunos estudios realizados comprobaron que en las células embrionarias de ratones una mínima concentración
aumentaba su velocidad de desarrollo mientras que dosis 100.000 veces mayores la disminuían (Takai et al (2000).
Estrogen receptor-mediated effects of a xenoestrogen , bisphenol-A, on preimplantation mouse embyos. Biochem Biophys
Res Commun; 270 (3): 918-921. Takai et al (2001). Preimplantation exposure to bisphenol A advances postnatal
development. Reprod Toxicol ; 15 (1): 71-74).

Estamos hablando, pues, de un contaminante, presente por doquier, y por supuesto presente en la práctica totalidad de
nuestros cuerpos, que como vemos, es biológicamente activo a niveles bajísimos de concentración. Un contaminante que
los más diversos estudios sobre animales han demostrado que tiene efectos sanitarios –crecimiento anormal de las
mamas, agresividad, deficiente cuidado materno , anomalías en los órganos sexuales masculinos, caída en la producción
de esperma, …- a niveles miles de veces inferiores a los establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de los
Estados Unidos. Esos niveles que se consideran supuestamente “sin efecto observable”. (Un resumen de la bibliografía
que versa sobre estos efectos puede verse en la Tabla 4.4 del informe Legado químico. Contaminación en la infancia.
Realizado por la científica Catherine N. Dorey para la organización Greenpeace)

Es significativo el título del estudio que publicaron en la revista Nature expertos como Howdeshell y sus colaboradores: “la
exposición al Bisfenol A adelanta la pubertad” . El trabajo científico analizaba un fenómeno en auge , la pubertad prematura
registrada en muchas niñas, que puede venir de la mano con toda una serie de trastornos ( Howdeshell KL et al. (1999).
Exposure to bisphenol A advances puberty. Nature; 401 (6755): 763-764).
3

Diversos estudios asocian la exposición intrauterina al bisfenol A con alteraciones en el desarrollo de las mamas de
hembras de roedor que las hacen más susceptibles a la aparición de tumores en ellas (Markey CM et al. (2001) In utero
exposure to bisphenol A alters the development and tissue organization of the mouse mammary gland. Biol reprod; 65 :
1215-1223). En otros, se encontraron niveles superiores de bisfenol A en hombres y en mujeres que tenían poliquistosis
ovárica que en las que no la tenían (Takeuchi T y Tsutsumi O (2002). Serum bisphenol A concentrations showed gender
differences, possibly linked to androgen levels. Biochem Biophys Res Commun; 291 (1): 76-78). También el fluido de los
folículos de mujeres que necesitaban tratamiento de fecundación artificial tenía bisfenol A (Ikezuki Y et al (2002)
Determinatios of bisphenol A concentrations in human biological fluids reveals significant early prenatal exposure. Human
Reprod; 17: 2839-2841). Y las madres con fetos con anomalías cromosómicas tenían mayores niveles de esta sustancia en
el suero que aquellas con fetos sin esos problemas ( Yamada et al (2002). Maternal serum and amniotic fluid bisphenol A
concentrations in the early second trimester. Reprod Toxicol; 16 (6): 735-739). Es, en fin, interminable la lista de estudios
que sondean los múltiples desarreglos con los que puede estar ligada esta sustancia, sola o en compañía de otras.

La literatura científica se ocupa también de otros efectos del bisfenol A, como los que tienen que ver con desarreglos en el
sistema inmunológico. Algunos estudios, por ejemplo, lo asocian, junto al nonilfenol, a las alergias. Otros trabajos lo
vinculan, incluso, a la diabetes, como puedan ser los realizados por científicos como el español Angel Nadal a los que
aludo en el apartado de la diabetes.

La revista Journal of the American Medical Association (JAMA) publicó hace poco un estudio de científicos ingleses y
norteamericanos que ampliaba los desórdenes a los que aparecía ligado el bisfenol A. Asociaba las concentraciones de
bisfenol A detectadas en la orina con la diabetes tipo 2, problemas con los enzimas del hígado y, lo que es más novedoso,
con problemas cardiovasculares (Lang Al et al ( 2008 ) Associattion of urinary bisphenol A concentration with medical
disorders and laboratory abnormalities in adults. Journ Am Med Assoc 300 (11) 1303-1310). Llamaba la atención de que es
un contaminante que ha sido detectado en más el 90% de la población norteamericana y citaba la cantidad de estudios que
aludían a su actividad estrogénica, las anomalías en los enzimas hepáticos, su capacidad de alterar la función de las
células beta del páncreas y las hormonas tiroideas, y sus efectos promotores de la obesidad, y solicitaba que se revisaran
los niveles de exposición que se recomendaban para esta sustancia.


En el mismo número de la revista médica citada aparecía un editorial (Vom Saal FS and Myers JP ( 2008 ) Bisphenol A
and risk of metabolic disorders. JAMA 300 (11): 1353-1355), firmado por los científicos Frederick S. vom Saal, de la
Universidad de Missouri, en Columbia y de John Peterson Myers, de la Environmental Health Sciences de Charlottesville,
en Virginia (EE.UU.) que destacaba la importancia de los hallazgos epidemiológicos antes referidos. Sus autores animaban
a que las autoridades de Estados Unidos siguieran los pasos de las del Canadá que poco antes habían definido al bisfenol
A como “sustancia química tóxica” y que tomasen medidas para reducir la exposición humana a esta sustancia. Apuntaban
que diversas investigaciones habían mostrado efectos muy notables de esta sustancia muy por debajo de los límites que
oficialmente se dan por “seguros” y que ante la “aplastante evidencia” mostrada en estudios científicos muy serios no se
podían seguir manteniendo una serie de criterios toxicológicos obsoletos en detrimento de la salud pública. Criticaban que
las autoridades de Estados Unidos y de la Unión Europea estuvieran ignorando las advertencias de los científicos y que
existiera una “agresiva campaña de desinformación que empleaba técnicas (de “fabricación de dudas” ) que ya fueron
empleadas por las industrias del plomo, el vinilo o el tabaco para desafiar la credibilidad de los hallazgos publicados por
científicos independientes”

Canadá es el país que ha adoptado hasta ahora medidas más severas sino para controlar este componente de los
plásticos, al menos sí para, haciendo caso de la evidencia científica declararlo como tóxico, enfrentándose a una gran
4

resistencia. En Estados Unidos, entidades como el Programa Nacional de Toxicología (NTP) –ante la revisión de
centenares de estudios realizados- ha manifestado su preocupación por sus efectos, especialmente sobre los niños, pero
el Gobierno se resiste a adoptar medidas. La Unión Europea ha definido esta sustancia, de forma muy tímida, como tóxica
para la reproducción, pero ello no ha llevado a que se adopten medidas importantes, como las que podrían tener que ver
con restricciones a su empleo.

Es una sustancia generada en cantidades de cientos de miles de toneladas anuales. Por sólo citar un ejemplo, que quita el
sueño a especialistas como el doctor Nicolás Olea, de la Universidad de Granada, se da la circunstancia de que en
Cartagena, ciudad española en cuyo entorno hay además otra serie de industrias problemáticas, la multinacional
norteamericana General Electric Plastics construyó hace años la mayor fábrica europea de policarbonatos ,capaz de
producir más de 250.000 toneladas al año de un plástico que en su mayoría es bisfenol A, un puro perturbador del
equilibrio hormonal humano.



                                         Transcrito para fines de formación por:
                                        JORGE EDUARDO BALBERO OSORIO
                                                  Enfermero – Biólogo
                                              UNIVERSIDAD DE SUCRE

Más contenido relacionado

Similar a Bisfenol a

Los Xenobioticos Y Los Bpa
Los Xenobioticos Y Los BpaLos Xenobioticos Y Los Bpa
Los Xenobioticos Y Los Bpaguest2e9107f
 
Riesgos para la salud de la fractura hidráulica
Riesgos para la salud de la fractura hidráulicaRiesgos para la salud de la fractura hidráulica
Riesgos para la salud de la fractura hidráulicaFrackingezaraba
 
Gestion del agua embotellada: del embotellado al consumo
Gestion del agua embotellada: del embotellado al consumoGestion del agua embotellada: del embotellado al consumo
Gestion del agua embotellada: del embotellado al consumoGeorge Diamandis
 
SINOPSIS CRONOLÓGICA DE LA BIOTECNOLOGÍA AMBIENTAL
SINOPSIS CRONOLÓGICA DE LA BIOTECNOLOGÍA AMBIENTALSINOPSIS CRONOLÓGICA DE LA BIOTECNOLOGÍA AMBIENTAL
SINOPSIS CRONOLÓGICA DE LA BIOTECNOLOGÍA AMBIENTALHolguer Quispe Cutipa
 
El Proyecto Matriz #131. TEFLON ONLY BY DUPONT
El Proyecto Matriz #131. TEFLON ONLY BY DUPONTEl Proyecto Matriz #131. TEFLON ONLY BY DUPONT
El Proyecto Matriz #131. TEFLON ONLY BY DUPONTProyecto Matriz
 
La comisión europea y monsanto ocultaron la alta toxicidad del glifosato
La comisión europea y monsanto ocultaron la alta toxicidad del glifosatoLa comisión europea y monsanto ocultaron la alta toxicidad del glifosato
La comisión europea y monsanto ocultaron la alta toxicidad del glifosatoCrónicas del despojo
 

Similar a Bisfenol a (20)

Varela flor
Varela florVarela flor
Varela flor
 
bisfenol.pptx
bisfenol.pptxbisfenol.pptx
bisfenol.pptx
 
Ftalatos
FtalatosFtalatos
Ftalatos
 
Estudio bisfenol a bpa largo
Estudio bisfenol a bpa largoEstudio bisfenol a bpa largo
Estudio bisfenol a bpa largo
 
"Biberones en la mira"
"Biberones en la mira""Biberones en la mira"
"Biberones en la mira"
 
Biberones en la mira
Biberones en la miraBiberones en la mira
Biberones en la mira
 
Los Xenobioticos Y Los Bpa
Los Xenobioticos Y Los BpaLos Xenobioticos Y Los Bpa
Los Xenobioticos Y Los Bpa
 
Riesgos para la salud de la fractura hidráulica
Riesgos para la salud de la fractura hidráulicaRiesgos para la salud de la fractura hidráulica
Riesgos para la salud de la fractura hidráulica
 
Gestion del agua embotellada: del embotellado al consumo
Gestion del agua embotellada: del embotellado al consumoGestion del agua embotellada: del embotellado al consumo
Gestion del agua embotellada: del embotellado al consumo
 
Art14
Art14Art14
Art14
 
Art 26
Art 26Art 26
Art 26
 
Linea tiempo8
Linea tiempo8Linea tiempo8
Linea tiempo8
 
SINOPSIS CRONOLÓGICA DE LA BIOTECNOLOGÍA AMBIENTAL
SINOPSIS CRONOLÓGICA DE LA BIOTECNOLOGÍA AMBIENTALSINOPSIS CRONOLÓGICA DE LA BIOTECNOLOGÍA AMBIENTAL
SINOPSIS CRONOLÓGICA DE LA BIOTECNOLOGÍA AMBIENTAL
 
Christian daniel sánchez zepeda
Christian daniel sánchez zepedaChristian daniel sánchez zepeda
Christian daniel sánchez zepeda
 
Trabajo de habilitacion 2013
Trabajo de habilitacion 2013Trabajo de habilitacion 2013
Trabajo de habilitacion 2013
 
El Proyecto Matriz #131. TEFLON ONLY BY DUPONT
El Proyecto Matriz #131. TEFLON ONLY BY DUPONTEl Proyecto Matriz #131. TEFLON ONLY BY DUPONT
El Proyecto Matriz #131. TEFLON ONLY BY DUPONT
 
Guia disruptores
Guia disruptoresGuia disruptores
Guia disruptores
 
Christian daniel sánchez zepeda
Christian daniel sánchez zepedaChristian daniel sánchez zepeda
Christian daniel sánchez zepeda
 
Christian daniel sánchez zepeda
Christian daniel sánchez zepedaChristian daniel sánchez zepeda
Christian daniel sánchez zepeda
 
La comisión europea y monsanto ocultaron la alta toxicidad del glifosato
La comisión europea y monsanto ocultaron la alta toxicidad del glifosatoLa comisión europea y monsanto ocultaron la alta toxicidad del glifosato
La comisión europea y monsanto ocultaron la alta toxicidad del glifosato
 

Más de yuliethayala

La pandemia química
La pandemia químicaLa pandemia química
La pandemia químicayuliethayala
 
Indicadores para el diagnóstico de salud
Indicadores para el diagnóstico de saludIndicadores para el diagnóstico de salud
Indicadores para el diagnóstico de saludyuliethayala
 
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publica
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publicaAnexo7 4 funciones esenciales de la saloud publica
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publicayuliethayala
 
Metodologia de la investigación
Metodologia de la investigaciónMetodologia de la investigación
Metodologia de la investigaciónyuliethayala
 
Metodologia de la investigación
Metodologia de la investigaciónMetodologia de la investigación
Metodologia de la investigaciónyuliethayala
 
Metodologia de la investigación
Metodologia de la investigaciónMetodologia de la investigación
Metodologia de la investigaciónyuliethayala
 
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publica
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publicaAnexo7 4 funciones esenciales de la saloud publica
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publicayuliethayala
 
Yesi pao gi rsssss
Yesi pao gi rsssssYesi pao gi rsssss
Yesi pao gi rsssssyuliethayala
 
Presentación1ticvccc
Presentación1ticvcccPresentación1ticvccc
Presentación1ticvcccyuliethayala
 
Sin emociones no hay inteligencia
Sin emociones no hay inteligenciaSin emociones no hay inteligencia
Sin emociones no hay inteligenciayuliethayala
 
Derechos de autor y propìedad intelectual en internet
Derechos de autor y propìedad intelectual en internetDerechos de autor y propìedad intelectual en internet
Derechos de autor y propìedad intelectual en internetyuliethayala
 

Más de yuliethayala (15)

La pandemia química
La pandemia químicaLa pandemia química
La pandemia química
 
Indicadores para el diagnóstico de salud
Indicadores para el diagnóstico de saludIndicadores para el diagnóstico de salud
Indicadores para el diagnóstico de salud
 
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publica
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publicaAnexo7 4 funciones esenciales de la saloud publica
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publica
 
Metodologia de la investigación
Metodologia de la investigaciónMetodologia de la investigación
Metodologia de la investigación
 
Metodologia de la investigación
Metodologia de la investigaciónMetodologia de la investigación
Metodologia de la investigación
 
Metodologia de la investigación
Metodologia de la investigaciónMetodologia de la investigación
Metodologia de la investigación
 
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publica
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publicaAnexo7 4 funciones esenciales de la saloud publica
Anexo7 4 funciones esenciales de la saloud publica
 
Yesi pao gi rsssss
Yesi pao gi rsssssYesi pao gi rsssss
Yesi pao gi rsssss
 
Yesi pao gir
Yesi pao girYesi pao gir
Yesi pao gir
 
Presentación1ticvccc
Presentación1ticvcccPresentación1ticvccc
Presentación1ticvccc
 
Mapas concep
Mapas concepMapas concep
Mapas concep
 
Mapas concep
Mapas concepMapas concep
Mapas concep
 
Sin emociones no hay inteligencia
Sin emociones no hay inteligenciaSin emociones no hay inteligencia
Sin emociones no hay inteligencia
 
Mapas concep
Mapas concepMapas concep
Mapas concep
 
Derechos de autor y propìedad intelectual en internet
Derechos de autor y propìedad intelectual en internetDerechos de autor y propìedad intelectual en internet
Derechos de autor y propìedad intelectual en internet
 

Bisfenol a

  • 1. 1 BISFENOL A ¿DÓNDE SE ENCUENTRA? Componente básico del plástico policarbonato (plástico claro, muy ligero, duro y resistente al calor y la electricidad). Ha sido comercializado empresas como Bayer (con el nombre de Maklolon) y General Electric Plastic (con el nombre de Lexan) que se pelearon por él allá por los años 50. También es un constituyente relevante de las resinas epoxi, ampliamente utilizadas en recubrimientos, adhesivos, pinturas, placas de circuito impreso,… Uno de sus usos más frecuentes son, por supuesto, las películas protectoras que intentan mantener la calidad de los alimentos en latas de comida así como en tuberías de agua potable. Los bisfenoles, entre los cuales el que más preocupación ha generado es el bisfenol A, han sido vastamente usados por la industria. Los bisfenoles (A, F, A-F, S, C,…) son un grupo de sustancias empleadas en los más diversos usos: resinas epoxi, policarbonatos, aditivo en resinas acrílicas y vinílicas, aditivo en caucho sintético, tintas, tonners,… (Olea N. CONAMA. Madrid 2004) Desde los DVDs o los CDs a los recubrimientos interiores de latas, empastes dentarios, pasando por equipos eléctricos y electrónicos, automóviles, envases de comida y bebida (tales como biberones infantiles), tapones, equipos médicos,… Así mismo, se ha usado el bisfenol A como aditivo en otros plásticos diferentes del policarbonato. Está, pues, por doquier. Es un ejemplo insuperable de cómo las sustancias que pueden tener efectos tóxicos pueden viajar en los objetos cotidianos. Y no como una parte mínima de tales objetos, sino integrando buena parte de su composición total. Ya que el policarbonato, también conocido como policarbonato de bisfenol A, uno de los plásticos actualmente más utilizados en la sociedad occidental, es en su mayoría puro bisfenol A . La elaboración básica parte del bisfenol A y del fosgeno, sustancia ésta muy conocida por su uso en la Primera Guerra Mundial. Se usa masivamente. Y ahí lo tenemos en nuestros discos compactos, en las carcasas de nuestros ordenadores, en nuestro material óptico, en los faros de nuestros coches, en cristales antibalas, en incubadoras para bebés, en aparatos de diálisis, en las tuberías que nos traen el agua, en recubrimientos usados en el interior de nuestras viviendas e incluso en contacto con la comida que ingerimos. Se ha advertido mucho acerca de los niveles de bisfenol A que migran desde los recipientes de plástico que contienen el alimento de los bebés , especialmente cuando estos son lavados y hervidos (Brede , C (2003). Increased migration levels of bisphenol A from polycarbonate baby bottles after dishwashing , boiling and brushsing. Food Addit Contam; 20 (7): 684- 689.), así como desde otros contenedores alimentarios como las latas de comida, en más de un 80% de las cuales podría estar presente, a los delgados plásticos que se usan para envolver alimentos y de los cuales ,especialmente cuando son calentados, puede liberarse (López Cervantes J y Paseiro Losada P (2003). Determination of bisphenol A in, and its migration from, PVC stretch film used for food packaging. Food Addit Contam. 20). Como algo más puntual, pero que muestra la ubicuidad del problema, hay científicos que han llamado la atención sobre aspectos tales como la exposición de los pacientes de hemodiálisis al bisfenol de los policarbonatos usados en los riñones artificiales (Yamasaki et al. (2001). Determination of bisphenol A in effluents of hemodialyzers. Nephron; 88 (4): 376-378.). Por su uso tan generalizado no ha de extrañar, pues, que sea un contaminante muy generalizado en el interior de los cuerpos humanos. Ha sido detectado en el 93% de los americanos analizados. Diversos estudios lo han encontrado desde en los fetos a los adultos, habiendo sido detectado en cordones umbilicales, sangre, fluidos del folículo ovárico, líquido amniótico, etc. (Ver, por ejemplo, estudios como: Inoue et al. (2000) Determination of bisphenol A in human serum by high- performance liquid chromatography with multi-electrode electrochemical detection. J Chrommatography B Biomed Sci Appl.
  • 2. 2 749 (I).17-23. O como: Takada et al. (1999). Bisphenol A and nonylphenols in human umbilical cords. Proceedings of the International Scientific Conference on Environmental Endocrine Disrupting Chemicals. Monte Verita, Ascona (Suiza). 7-22 March 1999.). Algunos estudios mostraban que en muchos casos la concentración de bisfenol A en la sangre de los fetos era mayor que en sus madres ( Schonfelder et al. (2002) Parent bisphenol A accumulation in the human maternal-fetal- placental unit. Environmental Health Perspectives 110 (11) A 703-707). (LEER MÁS COSAS SOBRE BISFENOL EN LA WEB DEL FODESAM) Aunque en general todos los problemas derivados del bisfenol A se den sin necesidad de que la sustancia tenga una especial persistencia en nuestros organismos, ya que su omnipresencia en nuestro medio garantiza una exposición más o menos constante, hay algo que induce a una preocupación añadida. Me refiero a lo que comentaba ,por ejemplo, el profesor Nicolás Olea en una reciente conferencia : el bisfenol reacciona espontáneamente con las sustancias cloradas presentes en el agua que bebemos generándose nuevos compuestos derivados, bisfenoles clorados, que sí que sean bioacumulativos en la grasa corporal (II Congreso Internacional de Medicina Ambiental. Brunete (Junio 2008).). ¿QUÉ DELITOS SE LE ATRIBUYEN? Existen numerosos estudios científicos que han mostrado la capacidad del bisfenol A para dañar los órganos sexuales masculinos y afectar a la conducta animal. En otros espacios hablaré de diversas investigaciones que nos hablan de sus efectos. Es considerado uno de los contaminantes estrogénicos más poderosos. Es decir, uno de esos estafadores químicos que engañan a nuestros organismos haciéndose pasar por quienes no son. Se une a los receptores de estrógenos humanos casi como si fuese una hormona natural más de nuestros cuerpos. Y puede causar estragos a niveles delirantemente bajos. Por ejemplo, sus efectos sobre el cáncer de próstata podrían ser mayores a dosis menores que a mayores. Algunos estudios realizados comprobaron que en las células embrionarias de ratones una mínima concentración aumentaba su velocidad de desarrollo mientras que dosis 100.000 veces mayores la disminuían (Takai et al (2000). Estrogen receptor-mediated effects of a xenoestrogen , bisphenol-A, on preimplantation mouse embyos. Biochem Biophys Res Commun; 270 (3): 918-921. Takai et al (2001). Preimplantation exposure to bisphenol A advances postnatal development. Reprod Toxicol ; 15 (1): 71-74). Estamos hablando, pues, de un contaminante, presente por doquier, y por supuesto presente en la práctica totalidad de nuestros cuerpos, que como vemos, es biológicamente activo a niveles bajísimos de concentración. Un contaminante que los más diversos estudios sobre animales han demostrado que tiene efectos sanitarios –crecimiento anormal de las mamas, agresividad, deficiente cuidado materno , anomalías en los órganos sexuales masculinos, caída en la producción de esperma, …- a niveles miles de veces inferiores a los establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. Esos niveles que se consideran supuestamente “sin efecto observable”. (Un resumen de la bibliografía que versa sobre estos efectos puede verse en la Tabla 4.4 del informe Legado químico. Contaminación en la infancia. Realizado por la científica Catherine N. Dorey para la organización Greenpeace) Es significativo el título del estudio que publicaron en la revista Nature expertos como Howdeshell y sus colaboradores: “la exposición al Bisfenol A adelanta la pubertad” . El trabajo científico analizaba un fenómeno en auge , la pubertad prematura registrada en muchas niñas, que puede venir de la mano con toda una serie de trastornos ( Howdeshell KL et al. (1999). Exposure to bisphenol A advances puberty. Nature; 401 (6755): 763-764).
  • 3. 3 Diversos estudios asocian la exposición intrauterina al bisfenol A con alteraciones en el desarrollo de las mamas de hembras de roedor que las hacen más susceptibles a la aparición de tumores en ellas (Markey CM et al. (2001) In utero exposure to bisphenol A alters the development and tissue organization of the mouse mammary gland. Biol reprod; 65 : 1215-1223). En otros, se encontraron niveles superiores de bisfenol A en hombres y en mujeres que tenían poliquistosis ovárica que en las que no la tenían (Takeuchi T y Tsutsumi O (2002). Serum bisphenol A concentrations showed gender differences, possibly linked to androgen levels. Biochem Biophys Res Commun; 291 (1): 76-78). También el fluido de los folículos de mujeres que necesitaban tratamiento de fecundación artificial tenía bisfenol A (Ikezuki Y et al (2002) Determinatios of bisphenol A concentrations in human biological fluids reveals significant early prenatal exposure. Human Reprod; 17: 2839-2841). Y las madres con fetos con anomalías cromosómicas tenían mayores niveles de esta sustancia en el suero que aquellas con fetos sin esos problemas ( Yamada et al (2002). Maternal serum and amniotic fluid bisphenol A concentrations in the early second trimester. Reprod Toxicol; 16 (6): 735-739). Es, en fin, interminable la lista de estudios que sondean los múltiples desarreglos con los que puede estar ligada esta sustancia, sola o en compañía de otras. La literatura científica se ocupa también de otros efectos del bisfenol A, como los que tienen que ver con desarreglos en el sistema inmunológico. Algunos estudios, por ejemplo, lo asocian, junto al nonilfenol, a las alergias. Otros trabajos lo vinculan, incluso, a la diabetes, como puedan ser los realizados por científicos como el español Angel Nadal a los que aludo en el apartado de la diabetes. La revista Journal of the American Medical Association (JAMA) publicó hace poco un estudio de científicos ingleses y norteamericanos que ampliaba los desórdenes a los que aparecía ligado el bisfenol A. Asociaba las concentraciones de bisfenol A detectadas en la orina con la diabetes tipo 2, problemas con los enzimas del hígado y, lo que es más novedoso, con problemas cardiovasculares (Lang Al et al ( 2008 ) Associattion of urinary bisphenol A concentration with medical disorders and laboratory abnormalities in adults. Journ Am Med Assoc 300 (11) 1303-1310). Llamaba la atención de que es un contaminante que ha sido detectado en más el 90% de la población norteamericana y citaba la cantidad de estudios que aludían a su actividad estrogénica, las anomalías en los enzimas hepáticos, su capacidad de alterar la función de las células beta del páncreas y las hormonas tiroideas, y sus efectos promotores de la obesidad, y solicitaba que se revisaran los niveles de exposición que se recomendaban para esta sustancia. En el mismo número de la revista médica citada aparecía un editorial (Vom Saal FS and Myers JP ( 2008 ) Bisphenol A and risk of metabolic disorders. JAMA 300 (11): 1353-1355), firmado por los científicos Frederick S. vom Saal, de la Universidad de Missouri, en Columbia y de John Peterson Myers, de la Environmental Health Sciences de Charlottesville, en Virginia (EE.UU.) que destacaba la importancia de los hallazgos epidemiológicos antes referidos. Sus autores animaban a que las autoridades de Estados Unidos siguieran los pasos de las del Canadá que poco antes habían definido al bisfenol A como “sustancia química tóxica” y que tomasen medidas para reducir la exposición humana a esta sustancia. Apuntaban que diversas investigaciones habían mostrado efectos muy notables de esta sustancia muy por debajo de los límites que oficialmente se dan por “seguros” y que ante la “aplastante evidencia” mostrada en estudios científicos muy serios no se podían seguir manteniendo una serie de criterios toxicológicos obsoletos en detrimento de la salud pública. Criticaban que las autoridades de Estados Unidos y de la Unión Europea estuvieran ignorando las advertencias de los científicos y que existiera una “agresiva campaña de desinformación que empleaba técnicas (de “fabricación de dudas” ) que ya fueron empleadas por las industrias del plomo, el vinilo o el tabaco para desafiar la credibilidad de los hallazgos publicados por científicos independientes” Canadá es el país que ha adoptado hasta ahora medidas más severas sino para controlar este componente de los plásticos, al menos sí para, haciendo caso de la evidencia científica declararlo como tóxico, enfrentándose a una gran
  • 4. 4 resistencia. En Estados Unidos, entidades como el Programa Nacional de Toxicología (NTP) –ante la revisión de centenares de estudios realizados- ha manifestado su preocupación por sus efectos, especialmente sobre los niños, pero el Gobierno se resiste a adoptar medidas. La Unión Europea ha definido esta sustancia, de forma muy tímida, como tóxica para la reproducción, pero ello no ha llevado a que se adopten medidas importantes, como las que podrían tener que ver con restricciones a su empleo. Es una sustancia generada en cantidades de cientos de miles de toneladas anuales. Por sólo citar un ejemplo, que quita el sueño a especialistas como el doctor Nicolás Olea, de la Universidad de Granada, se da la circunstancia de que en Cartagena, ciudad española en cuyo entorno hay además otra serie de industrias problemáticas, la multinacional norteamericana General Electric Plastics construyó hace años la mayor fábrica europea de policarbonatos ,capaz de producir más de 250.000 toneladas al año de un plástico que en su mayoría es bisfenol A, un puro perturbador del equilibrio hormonal humano. Transcrito para fines de formación por: JORGE EDUARDO BALBERO OSORIO Enfermero – Biólogo UNIVERSIDAD DE SUCRE