5. EVOLUCIÓN
Hace 40 años las familias numerosas, con más de 4 hijos,
eran lo común; incluso a nadie le resultaba raro ver
familias con 10 u 11 hijos. Sin embargo, el descenso de la
natalidad en los últimos años, sobre todo desde la
incorporación masiva de la mujer al mundo del trabajo,
ha hecho que ahora la media de hijos por familia sea de
1,3 y se considere familia numerosa a cualquiera que
tenga al menos tres hijos, incluso dos si hablamos de
familias monoparentales
6. PROTECCIÓN
Se inició mediante la Ley de 1 de agosto de 1941,
que no había de tardar mucho en ser sustituida por
la de 13 de diciembre de 1943, vigente hasta 1971.
Se ha ido modificando esta Ley a lo largo del
tiempo en varias ocasiones.
La última modificación, aprobada por el pleno del
Congreso en noviembre de 2007, incluye una
enmienda a la ley de 2003, considerando también
familias numerosas a los divorciados, viudos o
solteros con dos hijos.
7. AYUDAS PRINCIPALES
Las principales ayudas las reciben con descuentos en
el transporte público, trato preferente en el tema de
becas y ayudas, acceso a viviendas protegidas o a
locales y espacios o actividades de ocio que
dependan de la Administración.
Además adquieren descuentos en matrículas y tasas
universitarias
12. Además son muchas las empresas (alimentación, ropa, automóviles…)que ofrecen descuentos a las familias numerosas…
13.
14.
15. Como forma de apoyo, además, existe la Federación Española de Familias Numerosas
16. Como antes decíamos en la actualidad no es apenas común ver familias numerosas, en todo caso con 3 hijos, pero
más de esa cantidad es muy inusual, pero no imposible…
17.
18. Muchas de estas familias numerosas lo serán por diferentes
motivos como puede ser que ellos mismos decidan tener un
determinado número de hijos porque así lo desean y se lo
pueden permitir, pero (y aunque cada vez mucho menos) en
algunos casos también entran en juego cuestiones religiosas.
Un claro ejemplo de ello es el Opus Dei.
En este caso, no es que ellos decidan tener muchos hijos, sino que
no le ponen trabas, o mejor dicho, no utilizan métodos
anticonceptivos porque consideran que tienen que tener los hijos
que Dios les mande y así cumplir con la función de amor y
procreación que para ellos tiene el matrimonio.