Este documento es una colección de poemas escritos por Alma Grace Pineda Terán titulada "Psique y Soma". Los poemas exploran temas como el amor, la pérdida, la naturaleza y la filosofía a través de formas poéticas como haikus, trípticos y tankas. El documento también incluye una introducción y agradecimientos de la autora.
2. Alma Grace Pineda Terán
“...Me inclino a observar
una brizna de hierva estival…
Mi lengua, cada átomo de mi sangre,
plasmados de este suelo, de este aire... ”
Walt Whitman
Psique y Soma
A1
Buscóles con sosiego, diligencia, afán, locura,
para no exponer, otra vez,
sus pies sobre las migajas de sol.
1
3. Alma Grace Pineda Terán
A PLENA LUZ
I
Se viste de euforia y besa mi mano;
Luego
se avergüenza,
se disculpa,
me habla del amor con su mirada.
No vendo el alma.
2
Psique y Soma
II
Me pides que te guarde;
un palafrén excelso
cubierto de hojas secas.
3
4. Alma Grace Pineda Terán
III
Al ocultarse los primeros rayos de sol
ocluyes la vista y languideces tu presencia,
te noto álgido y frágil
luchando contra la inmensa noche,
dándolo todo por morir una vez más
en mi lecho;
dándolo todo,
porque sea yo quien te vea morir.
4
Psique y Soma
A2
Más allá del vicio que sitia el alba
sólo gestos, luces
intentos de ruido.
5
5. Alma Grace Pineda Terán
ADAN/ CUÁL S. aureus
I
Hace tanto ya que le he visto
discurrírseme en los dedos,
hiriendo sinapsis para trenzar ilusiones,
fraguando valvulopatías;
¡condene entonces
el afán de pensarle!
Si le resulta fácil
elevar de modo exponencial
su facultad patogénica,
le ruego, señor Stafilococo,
dimitir por idoneidad de anfitrión.
6
Psique y Soma
II
Parecía
como si jugara a las escondidas con los cro-
tafíticos y los más pequeños;
gesticulaba…
gesticulaba…
creí escucharle,
hasta que se fue
y quedé con nada…
en las manos,
en la vista,
e intenté imaginar su voz
eufórica y práctica
de niño pequeño;
cuando pude…
debí tomar su mano.
7
6. Alma Grace Pineda Terán
III
De rosados dedos…
¡es así cuando transita,
como la aurora!
ígneo
¡qué diablos!
Solo es él;
lánguido y firme
cuál adenocarcinoma gástrico intestinal,
cohesivo,
si supiera que a veces le escribo
que de vez en cuando le quiero
y así mismo le olvido,
tal vez,
no tardaría en responderme el saludo,
quizá así,
me aceptaría un café.
8
Psique y Soma
A3
Profundo al trino, sólo tú
pálido alado
sabiendo la esencia del gorjeo.
9
7. Alma Grace Pineda Terán
PSIQUE Y SOMA
I
Ahora,
asaz intrincado yace mi sustrato
al pretender encontrar solamente
una brizna de sosiego en el amor.
10
Psique y Soma
II
¡Por el aire mismo que sí!
¡y peor aún!
no ha de hallar ella el mordaz ente
que siempre la induce a creer
que de aquello proviene toda señal.
11
8. Alma Grace Pineda Terán
III
Dios y el aire le perdonen,
lanzar los yerros al olvido
no pertenece a mi naturaleza.
,
12
Psique y Soma
,
IV
Sé que conflagra mi alma
con el más repugnante faenar,
y a pesar de ello
confundo su fas,
con cada sujeto que atisbo en la vía
13
9. Alma Grace Pineda Terán
A MAMÁ
En medio de este olor a pan fresco y café
de descuidados ascensos crotafíticos
y conos ubicuos
que de mi escapan para delinearte,
te hallas,
haciendo que me cuestione:
si existe otra vida,
cómo podré encontrarte.
14
Psique y Soma
BRIZNAS
Primera
Pensé, que jamás me abandonaría
y me dijo lo mismo
ahora, contemplo sus brazos
como tubulina, desprendiéndose
despolimerizándose
rasgando esta piel
más allá de mis ojos.
15
10. Alma Grace Pineda Terán
Segunda
Ella, me visita
la última vez, fue sólo para contemplarme
largo rato
con esa vista de arrollador cosmos
de ciencia
de arte largo
me resisto a creer que se ha ido.
16
Psique y Soma
Tercera
A veces, no estoy allí
sin embargo, regreso por él,
para que no le vean como tonto,
para no mostrarlo risible,
para seguir jugando al dual ser vivo.
17
11. Alma Grace Pineda Terán
HAIKÚ
Férrea y sin gracia
trino que sitia el charco
maría mulata.
18
Psique y Soma
TRÍPTICO
I
Hay momentos del alma
en que es tanta la aflicción
que muta y se expande en el aire
porque ha colmado el soma,
languideciendo la presencia;
resulta casi imposible contenerla,
y fatigada,
desfallece la nervuda mano en el infinito
intentando atraparla.
19
12. Alma Grace Pineda Terán
II
¿Es a mí a quién quieres ver?
¿por quién haces un viaje casi eterno
obligándote dormir?
atisbando un paisaje verde y triste
con playas de cielo gris,
no miento, te acercas;
¿y yo? ¿qué puedo ofrecerte?
tal vez… este ígneo nudo que ahoga mi voz,
que me hará callar cuándo hables.
20
Psique y Soma
III
Le imagino
le confundo,
como si fuera aroma en Riu Aux Fers,
y al final, me encuentro
en los recovecos de mi realidad
tétrica e intrincada,
Sola,
corriendo desesperadamente
con manos agitadas…
se ha ido;
si supiera que soy como niña pequeña
lejos su madre,
que quiso alejarle de dibbuks
y le ordenó huir.
21
13. Alma Grace Pineda Terán
SOBRE EL AMOR:
SENTIMIENTO CAUSAL EN LOS DOMINIOS
DE LA PRÁCTICA SOCIAL
Porque declaro mi amor callando
y sobre nada tengo control
más son las vías que me hacen sentir
que aquellas que me permiten actuar
Y porque pienso más de lo que hago
y supera lo que extraño a lo que aspiro
he curado mis dedos heridos
con los versos que escapan de mis manos.
22
Psique y Soma
ANTÍPODA
I
Le dije “hasta pronto”
y algo musitó tras el imán
que no pude entender;
a veces siento que la distancia
nos va haciendo extraños.
23
14. Alma Grace Pineda Terán
II
Y ya no sé,
que cosa más hablarle para que espere allí
y no sentirme sola,
un vacío aterrador me sobrecoge
y ella lo siente.
24
Psique y Soma
III
Largo rato tardé
arrastrando mi alma por las calles
hasta alejarme de usted,
de su sonrisa, su voz
y aquellos juicios consoladores
que me hacen confundirle con Dios,
para hallarme ahora, nuevamente,
tras la sentenciante hoja de papel,
a miles de kilómetros
de lo una vez, consideré infinito.
25
15. Alma Grace Pineda Terán
HAIKÚ
Busqué la verdad
en las hojas de otoño,
me hallé en la infancia.
26
Psique y Soma
DE MOLÉCULAS, FILOSOFÍA Y MAR
A
Como lánguidos dedos que al elevarse se
cruzan, los uva playa, formando su oración.
27
16. Alma Grace Pineda Terán
B
No es la arena que hiere el ventral paso, ni la
sombra de la ola que mese el estereocilio…
Es el alma que huye.
28
Psique y Soma
C
En lo corpóreo
nunca nada está amalgamado,
pie y brizna
una unidad son
y el pie levita.
29
17. Alma Grace Pineda Terán
D
Me vio con ojos cansados hasta ocluir la tar-
de, y no poder mirarme fijamente; hasta es-
fumarse tras los uva playa y dejarme sola
con el vacío, sustrato de noche. Supe que le
había perdido.
30
Psique y Soma
E
El Creador,
tras el contexto verde, gris de plata
sopla el aire…
y el apeiron,
lava y seca con el pelo sus pies.
31
18. Alma Grace Pineda Terán
TANKA
Canta ave mía
como la primavera,
sobre tus alas
yace indemne el faenar de
exorcizar mi mundo.
32
Psique y Soma
UNO: EL PRONOMBRE Y LA NOCHE
Despertó una mañana junto al sol,
y aun así,
sintió a la sobrecogedora noche
como su constante anatema,
ella, nunca se fue,
en vano lo contempló tantas veces
en vano esperó él que se fuera
Al final se resignaron
ella, porque no halló espacio mejor
él, por esperar que ella se fuera.
33
19. Alma Grace Pineda Terán
DOS
Pude permanecer más tiempo a su lado
y hablarle de temas casi tan apasionantes
como el amor,
sin embargo, me preconicé sólo verle
y fingir receptividad,
después de todo, para conocerle,
sólo necesité mirarle a los ojos y asentir.
34
Psique y Soma
TRES
¡No me pida que le olvide!
cuando es usted consciente
de lo torpe que suena,
y lo arduo que exige
hacerle a un lado,
después de tantas cosas dichas,
de tantos momentos .
35
20. Alma Grace Pineda Terán
CUATRO
No eres tú,
es cómo se escurre tu vaga gracia
entre mis dedos,
alentándome a quererte con desgano.
36
Psique y Soma
CINCO
Tras la piel, la fascia y el beso,
el vano ahínco de aprehenderle.
37
21. Alma Grace Pineda Terán
SEIS
Cuando cae la noche
soy yo quien
de modo ineludible
te piensa,
quien deja de hacer cosas
para exorcizarte
para no dejarte vivir
en un espacio que
en vano visitas,
lúgubre…
que no reconoces.
38
Psique y Soma
SIETE: SOBRE EL REY DEL AJEDREZ
Es su vida, un eterno instante, dotado de
aquella pendular magia nocturna de aspa-
viento, estupor, asechanza… que ardidosa
oscila entre la vida y la muerte, sobre un
tablero de ajedrez.
Como sumido, siempre, impasible…. Casi
ausente, pero allí, imperturbable.
¡Dispénsele! que sólo concede un enroque o
corto ó largo, un paso, una casilla de suspiro,
como si le pesara.
Y minuciosamente, otra vez, van descubrién-
dose ante su infranqueable faz cada uno de
los escaques.
¡Vaya ritmo circadiano! Pero aún,
su presencia no languidece.
39