1. Año 1 Semana 48 Día 1
La relación con la familia
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El rey Salomón supo diferenciar entre su pueblo y las gentes de otros pueblos que vivían entre ellos. 1 Reyes 9.15-28
Medita
El rey Salomón utilizó a los extranjeros en los trabajos más fuertes, dando a los israelitas los puestos importantes o menos forzados.
Cuando se está en la condición en que se encontraban los amorreos y sus amigos, es casi seguro que lo que van a recibir es un
trato hostil. Salomón hizo diferencia entre sus compatriotas y los extranjeros. Los extranjeros se merecen nuestro mejor trato y
justicia, considerando que en cualquier momento nosotros también podemos ser extranjeros y necesitaremos que nos den un buen
trato. Esto está establecido en la misma ley de Moisés, la cual Salomón conocía bien.
Nuestras familias están esperando un trato especial de nuestra parte, que las llenemos de atenciones y consideraciones. Pero
resulta ser que muchas veces los que tienen todas estas atenciones son los de afuera, nuestros clientes o amigos ocasionales. Nos
cuidamos de darles un trato adecuado, cuidando incluso nuestra forma de hablar y atenderles, mientras que para nuestra familia
dejamos el trato duro y lo menos agradable de nuestro carácter; sin embargo en los momentos más difíciles de nuestra vida son ellos
los que nos apoyan para que continuemos adelante.
También hay quienes se alejan de nosotros, aquellos a los que llamamos amigos y les damos todo lo mejor, pero que por no
comprometerse con nosotros, nos dan las espaldas. Nuestra familia y nuestros verdaderos amigos necesitan que les brindemos lo
mejor de nosotros y que guardemos para ellos un lugar especial en nuestro corazón.
Aplica
Haz un plan de acción que te ayude a mejorar la relación con tu familia. Haz una lista de las cosas que te impiden tener una buena
relación con tu familia y ponla en oración delante de Dios.
Ora
Dios, ayúdame a tener y mantener una buena relación con mi familia. 1
1Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda.
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2. Año 1 Semana 48 Día 2
La gloria es para Dios
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La riqueza y sabiduría de Salomón son reconocidas en el mundo. 1 Reyes 10.1-29
Medita
Hay mucho que aprender de la historia que acabamos de leer. En su reino y fuera de éste, la gente sabía que la sabiduría y las
riquezas de Salomón venían de Jehová. Recordemos que cuando Dios se le apareció a Salomón, éste le pidió sabiduría para
gobernar el pueblo pues reconocía su incapacidad, y Dios además de dársela le añadió lo que no había pedido: "tantas riquezas"; tal
es así, que el versículo 23 nos dice que llegó a ser el rey más rico y más sabio de los reyes de la tierra.
La obra de Dios puede ser probada porque es cierta. A pesar de haber oído de la fama de Salomón, la reina de Sabá no se conformó
con ello y decidió probar al rey con preguntas difíciles. Entonces Dios le dio sabiduría al monarca para responder. La misma reina no
pudo convencerse hasta que confirmó que lo que había oído no era ni la mitad de lo que vio.
Las personas a las que Dios bendice son a su vez bendición para quienes les rodean: "Tu pueblo es feliz y tus criados están
contentos pues escuchan tu sabiduría". La persona que honra a Dios recibe y comparte las bendiciones: "A cambio de los regalos
que la reina le dio, Salomón le dio todo lo que ella pidió, además de sus propios presentes."
El testimonio de la persona que honra al Señor trasciende las fronteras. Al regresar a su tierra, la reina y sus siervos llevaron hasta
allá el testimonio de cómo honraba Dios a Salomón, su elegido.
Aplica
¿Tomas tiempo para buscar la dirección de Dios y planificar lo que piensas realizar? ¿Te aseguras de contar con todo lo necesario
para iniciar y concluir un proyecto? ¿Con quiénes te asocias? ¿Cómo incluyes al Señor en tu proyecto?
Ora
Padre, que mi vida glorifique tu nombre y bendiga a mi prójimo. 2
2Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda.
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3. Año 1 Semana 48 Día 3
La desobediencia
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La infidelidad de Salomón. 1 Reyes 11.1-25
Medita
Dios había ordenado claramente a su pueblo que no contrajera matrimonio con mujeres paganas, pues esto los conduciría a la
adoración de dioses falsos (2). De una manera especial, Dios le habló a Salomón en dos ocasiones por sueños, para advertirles
específicamente contra la adoración a otros dioses (10).
Pero aún así Salomón desobedeció y se unió a mujeres paganas que inclinaron su corazón a los dioses falsos. Estos eran
abominables a los ojos de Jehová, ya que tenían que ver con sacrificios humanos incluyendo a los niños. Con este hecho, Salomón
quebrantó el pacto con Jehová dejando de lado las promesas de bendición ofrecidas por el cumplimiento fiel. De esta forma trajo
sobre sí las consecuencias de la desobediencia:
1. "Le quitaré el reino a él y a su familia, cuando muera" le dice Jehová.
2. Además al dejar de interesarse en Jehová (9) queda desprotegido de sus bendiciones y Dios permite que se levanten enemigos
de su reino: Hadad el edomita (14) y Rezón oficial de Hadad-ezer, rey de Soba (23).
Dios es el único y verdadero Dios, y es celoso de nuestra adoración; por eso demanda en su primer mandamiento: "No adorarás a
otros dioses." (Ex. 20.3)
Aplica
Sólo tienes un lugar principal en tu vida. ¿Ocupa Dios ese lugar? ¿Tienes claras tus prioridades? Si alguien te pidiera que le
muestres cómo es que Dios es el primero en tu vida, ¿qué harías?
Ora
Que mi amor por ti esté por sobre todo lo que hay en mi vida y que no me aparte de tus preceptos. 3
3Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda.
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4. Año 1 Semana 48 Día 4
Dios es fiel a sus promesas
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Promesa del reino a Jeroboam. 1 Reyes 11.26-43
Medita
Dios escoge un nuevo Rey para las tribus de Israel, Jeroboam. A este, Salomón mismo había reconocido como capaz e industrioso y
por eso lo puso a cargo de las fuerzas de trabajo de la tribu de José. Sin embargo, cuando supo que Dios había anunciado que
Jeroboam sería rey sobre 10 tribus si cumplía los preceptos de Jehová como hizo David, procuró matarle (40). Salomón, aún con
todo su poder no podía impedir que se cumpliera la "palabra de Jehová" por medio del profeta Ahías.
Es maravilloso resaltar la fidelidad de Dios con quienes le obedecen.
El Señor hace saber al mismo Jeroboam que el hijo de Salomón quedaría con las tribus restantes, de modo que los descendientes
de David continuasen reinando sobre Jerusalén, y que el reino no sería dado hasta la muerte de Salomón por amor a David: "En
cuanto a la descendencia de David lo castigaré por este motivo, pero no para siempre" (39).
La Biblia nos relata que Dios cumplió lo que había dicho cuando de la descendencia de David nació José, el marido de María, madre
del Mesías, cuyo reino es para siempre. ¡Gloria a Dios!
Aplica
Dios es fiel a su pacto, y tú ¿eres fiel y obediente en tus compromisos con Dios? ¿Estás impidiendo que se cumpla la voluntad de
Dios en tu vida? ¿Te resistes a aceptar lo que Dios dispone para tu vida cuando esto no concuerda con tus planes?
Ora
Señor, ayúdame a corresponder a tu fidelidad con total obediencia. 4
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5. Año 1 Semana 48 Día 5
Un cántico de gratitud
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Observemos qué estados de ánimo provoca una dolencia y alabemos la curación divina. Salmos 30.1-12
Medita
Los hijos de Dios no somos inmunes a las enfermedades. Cualquier dolencia nos hace recordar lo frágil que es nuestra existencia
humana. La experiencia compartida por el salmista nos permite ver las más variadas reacciones, cuando enfrentamos una
enfermedad mortal. La actitud con que encaremos un problema de salud será fundamental para nuestra recuperación. Un joven
misionero, al ver a una hermana con su brazo enyesado, exclamó: ¡Qué bien; tienes el otro brazo bueno! El salmista quería alabar a
Dios por su recuperación, pero también por su enfermedad mortal (1-3). Y aunque hay personas que disfrutan cuando un hijo de
Dios sufre y cuestionan su fe cristiana, podemos hacer nuestras estas palabras: "Señor, mi Dios, te pedí ayuda y me sanaste" (2).
El testimonio de quienes han sido sanados milagrosamente por el Señor, es una manera de animar a otros que pueden estar
sufriendo, y de fortalecer la confianza en Dios de toda una comunidad de creyentes (4-5). Este salmo no sólo demuestra lo contrario;
también nos dice que no debemos jactarnos con soberbia de nuestra condición de creyentes (6). Más bien debemos vivir en continua
dependencia de Dios, con la seguridad de que por su misericordia recibimos la sanidad. (10)
Toda experiencia de sufrimiento físico produce un cambio en la vida. Los que han padecido una enfermedad mortal y han sido
liberados, han convertido su lamento en gozo; han cambiado la ropa de luto por la de fiesta. Tampoco han podido guardar silencio.
(11,12)
Aplica
En tiempo de enfermedad, ¿qué actitud adoptas en relación contigo, con los demás y con Dios? ¿Estás consciente que es propio de
la vivencia humana pasar por dolencias? ¿Dependes de Dios cuando estás sano y cuando estás enfermo?
Ora
¡Señor, mi Dios, siempre te daré gracias! ¡Tú eres mi sanador y el que levanta mi cabeza! 5
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6. Año 1 Semana 48 Día 6
Un beneficio anticipado
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El salmista declara su confianza en que Dios ya ha respondido. Salmos 31.1-24
Medita
Alguien de confianza es aquel en quien se puede confiar y con quien se tiene un trato familiar. Esta es la imagen y relación que el
salmista evidencia en su trato con Dios. Lamentablemente no muchos creyentes se expresan así con el Señor; más bien mantienen
una distancia ultraformal y grave. La cercanía y la libertad de comunicación con Dios son palpables desde el comienzo del salmo (1).
De allí su declaración de confianza absoluta para pedir protección y socorro. Cuando estamos necesitados de seguridad, debemos
traer a la memoria los hechos pasados en los que el Señor fue nuestro refugio.
El salmista se siente afligido por la angustia, el dolor, los lamentos y las tristezas. Aun su propio cuerpo padece por el sufrimiento. Se
siente solo y sin amigos, creyendo que éstos tratan de quitarle la vida (9-13). Es un verdadero cuadro depresivo. ¡Y tiene toda la
confianza para decirle a Dios lo que está sintiendo! ¿Cuántos creyentes ocultan a Dios y a los demás sus más íntimos sentimientos?
En este estado de soledad y depresión su única esperanza es Dios: "Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: "Tú eres mi Dios" (14).
Sorprendentemente, desde aquí en adelante intensifica su confianza, dando por hecho que recibirá los beneficios pedidos a Dios
como algo cierto y seguro. Sin saber aún cuál será la respuesta o la solución, expresa su gratitud (19). Y en un acto de plena
confianza, invita a que otros amen al Señor, se animen y se armen de valor si esperan en él. (23,24)
Aplica
¿Te atreves a decirle a Dios lo que sientes cuando estás en aflicción? ¿Qué situaciones de tu vida requieren en este momento que te
expreses en forma anticipada con gratitud por algún beneficio?
Ora
Señor, cobro ánimo y me armo de valor, porque en ti espero confiadamente. 6
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7. Año 1 Semana 48 Día 7
Quien reconoce su pecado...
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El salmista nos comparte su experiencia personal del perdón divino. Salmos 32.1-11
Medita
Este es uno de los llamados salmos de arrepentimiento. La lección del agradecido salmista es la siguiente: El que confiesa sus
pecados obtiene el perdón divino. Esto, que podría sonar a frase hecha, se ve respaldado por la exclamación de gozo, "dichoso",
"bienaventurado", por la que se declara felices a los que reciben el perdón.
Lo anterior es obvio, y también consabido; sin embargo, ¿por qué nos cuesta tanto reconocer nuestras culpas? Desde su vivencia, el
salmo nos habla de la dicha de aquel cuyo pecado es cubierto por Dios. (1-2)
Por otra parte, desde nuestras propias experiencias sabemos que el silencio, el no reconocer delante de Dios nuestro pecado, es
cargar con un peso. Es como sentirse enfermo (3). ¡Todo por negarnos a confesar delante de Dios!
Conmueve saber que el Señor nos perdona todo "si confesamos nuestros pecados" (1 Jn. 1.9). Es que su misericordia excede todo
lo imaginable para el ser humano. El salmista nos da las claves del proceso de confesión y perdón (5). Hacer una declaración es
decir todo lo que se tiene que decir. No se pueden omitir los detalles. Confesar es decir con palabras a Dios cuál ha sido el pecado.
Recién entonces podemos proclamar: "y tú perdonaste mi maldad y mi pecado". Con toda autoridad se nos invita a orar en los
momentos de angustia y se nos da un testimonio vivo de la dicha de saberse y sentirse perdonado.
Aplica
Pídele al Señor que te muestre situaciones que fueron pecaminosas. Nómbralas todas delante del Señor. No pases por alto los
detalles. Derrama tu corazón ante el trono de gracia y decide apartarte de toda maldad.
Ora
"Si oculto mis pecados no prosperaré, pero si los confieso y me aparto de ellos alcanzaré misericordia." (Pr. 28.13) 7
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