2. Introducción
Habían muchas iglesias en el imperio
romana de aquel entonces.
Pero tenían muchas divisiones que les
causaba muchos problemas.
3. ¿Por qué esta unidad es posible?
En v. 4-6, Pablo explica la base de este tipo
de unidad. Los cristianos pueden tener una
unidad única, porque tenemos una base
única para ello.
Los cristianos no somos los autores de la
unidad de la iglesia. Dios ya la hizo y
encarga a los creyentes que la manifiesten
en sus relaciones.
4. 1. Un cuerpo: Por nuestra unión
espiritual con Cristo, estamos
espiritualmente unidos unos a otros
(1 Co. 12:13; Ro. 12:4, 5).
La iglesia es una y Jesucristo es la
cabeza.
Debemos apoyarnos
mutuamente, sentir juntos las
penas y las alegrías y funcionar
como un solo hombre.
5. 2. Un Espíritu: El mismo Espíritu Santo mora
en cada cristiano y él pone el querer y la
fuerza para lograr este tipo de unidad.
El Espíritu Santo está en el creyente para
transformarlo y producir su fruto que
purifica las relaciones en la iglesia: amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre, dominio propio
(Gá. 5:22-23).
Hay un solo Espíritu, no hay más, o que
sea diferente de cada iglesia. ¡No!
6. 3. Una esperanza: Todos esperamos la
misma y final solución.
Todos los que hemos creído en
Cristo tenemos el mismo destino y
las bendiciones que el Señor ha
prometido.
No hay un cielo para cada
denominación o iglesia.
7. 4. Un Señor: es Jesucristo, de quien
todos los creyentes somos siervos.
Él es la cabeza de la iglesia y tiene el
señorío sobre los suyos.
El propósito de Dios es moldearnos
a todos a la imagen de Jesucristo,
incluyendo las cualidades de los
vv. 2 y 3, características que
guardarán la unidad de su cuerpo.
8. 5. Una fe: es la fe en el sacrificio de
Cristo.
Tanto el judío como el gentil son
pecadores y están bajo el juicio de
Dios, y tienen que ser justificados
por el mismo medio.
Con humildad se tiene que acercar a
Dios por fe, sin reclamar ningún
mérito propio o justicia personal.
La fe es la puerta que nos lleva a la
gracia de Dios.
9. 6. Un bautismo: el bautismo por el
Espíritu Santo.
1 Co. 12:13 El bautismo del Espíritu es
la obra que él hace para introducirnos
y unirnos al cuerpo de Cristo.
Esto sucede cuando la persona recibe
a Cristo como su Señor y salvador.
Por el bautismo del Espíritu Santo
quedamos unidos al Hijo (en Cristo) y
a todos los otros cristianos.
10. 7. Un Dios y Padre
En la antigüedad cada pueblo o nación
tenía sus dioses.
Ya no solo es Padre de nuestro Señor
Jesucristo, sino de todos los que
verdaderamente hemos creído en
Cristo.
La familia de Dios está formada por
hijos de todo linaje, pueblo y nación
(3:15).
Padre sobre todos: ahora él ejerce
control sobre todos (creyentes)
11. Conclusiones
1. Se puede tener unidad entre los
hermanos de la iglesia.
2. Tenemos las herramientas adecuadas
para poder realizar la unidad.
3. El mundo verá la unidad y creerá en el
Señor.
4. Tenemos las cosas más importantes de
igual manera todos los que hemos
creído en el Señor. No hay razón para
dividirnos y dañarnos.