2. 1. Somos un Pueblo Cristiano
Como miembros de la iglesia universal, nos unimos a los verdaderos creyentes en la proclamación del señorío
de Jesucristo y en los credos trinitarios históricos de la fe cristiana. Apreciamos nuestra herencia wesleyana de
santidad y la consideramos la manera de comprender la fe verdadera de acuerdo con la Escritura, la razón, la
tradición y la experiencia.
Nos unimos a todos los creyentes en la proclamación del señorío de Jesucristo. Creemos que, en el amor divino,
Dios ofrece a todas las personas el perdón de los pecados y la reconciliación. Al ser reconciliados con Dios,
somos reconciliados unos con otros, amándonos unos a otros como Dios nos ha amado, perdonándonos unos a
otros como hemos sido perdonados por Dios. Creemos que nuestra vida en comunidad muestra el carácter de
Cristo. Consideramos la Escritura como la fuente principal de la verdad espiritual confirmada por la razón, la
tradición y la experiencia.
Con todo el pueblo de Dios, confesamos y alabamos a Jesucristo el Señor.
Jesucristo es el Señor de la iglesia, que, como el Credo de los Apóstoles dice, es una iglesia santa, universal
y apostólica. En Jesucristo y a través del Espíritu Santo, Dios el Padre ofrece el perdón de pecados y la
reconciliación a todo el mundo. Quienes responden a la oferta de Dios en fe vienen a ser el pueblo de Dios.
Habiendo sido perdonados y reconciliados en Cristo, perdonamos y somos reconciliados unos con otros. De
esta manera somos la iglesia y el Cuerpo de Cristo y revelamos la unidad de ese Cuerpo. Como el Cuerpo de
Cristo tenemos “un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo”. Afirmamos la unidad de la iglesia de Cristo y nos
esforzamos por todos los medios para preservarla (Efesios 4:3-5).
3. 2. Somos un Pueblo Santo
Dios, quien es santo, nos llama a una vida de santidad. Creemos que el Espíritu Santo desea efectuar en
nosotros una segunda obra de gracia, conocida con varios términos incluyendo “entera santificación” y
“bautismo con el Espíritu Santo” —limpiándonos de todo pecado; renovándonos a la imagen de Dios;
dándonos el poder para amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza, y a nuestro prójimo
como a nosotros mismos; y produciendo en nosotros el carácter de Cristo. La santidad en la vida de los
creyentes se entiende más claramente como semejanza a Cristo.
4. 3. Somos un Pueblo Misional
Somos un “pueblo enviado” que responde al llamado de Cristo y es capacitado por el Espíritu Santo para ir
al mundo, a testificar del señorío de Cristo y participar con Dios en la edificación de la iglesia y la extensión
de su reino (2 Corintios 6:1). Nuestra misión (a) principia en la adoración, (b) ministra al mundo en el
evangelismo y la compasión, (c) anima a los creyentes a la madurez cristiana a través del discipulado, y (d)
prepara a mujeres y hombres para el servicio cristiano a través de la educación cristiana superior.
5. TODA IGLESIA DEL NAZARENO DEBE TENER:
1. ADORACIÓN SIGNIFICATIVA
2. COHERENCIA TEOLÓGICA
3. EVANGELISMO APASIONADO
4. DISCIPULADO INTENCIONAL
5. DESARROLLO DE LA IGLESIA
6. LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL
7. COMPASIÓN CON PROPÓSITO
NUESTRAS CARACTERÍSTICAS NAZARENAS