2. “Siendo que todo será
destruido, ¿qué clase de
personas deben ser
ustedes en santa y
piadosa conducta,
esperando y
apresurándose para la
venida del día de Dios?
En ese día los cielos
serán encendidos y
deshechos, y los
elementos se fundirán
abrasados por el fuego”
(2ª de Pedro 3:11,12)
3. La misión de Dios es que la humanidad
viva junto a Él feliz y en armonía.
Pero la misión todavía no ha alcanzado
su objetivo final. Falta aún un poco. Aún
podemos y debemos colaborar con Dios
en el cumplimiento de su misión.
La brecha que se produjo en Edén fue
restaurada por Jesús a través de su
encarnación, muerte y resurrección.
4.
5. “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos
las cosas que deben suceder pronto” (Apocalipsis 1:1a)
UN MENSAJE DE LA DIVINIDAD A LA HUMANIDAD
De parte de Dios
Padre
“del que es y
que era y que
ha de venir”
(Ap. 1:4)
El Eterno
nos revela
su plan para
salvarnos
De parte de Dios
Espíritu Santo
“de los siete
espíritus que
están delante
de su trono”
(Ap. 1:4)
Nos da
poder para
cumplir la
misión
De parte de Dios
Hijo
“y de Jesucristo el testigo fiel,
el primogénito de los muertos,
y el soberano de los reyes de la
tierra. Al que nos amó, y nos
lavó de nuestros pecados con
su sangre” (Ap. 1:5)
Por su sangre limpia
nuestros pecados y nos
hace reyes y sacerdotes
(Ap. 1:6)
Al participar de la misión de Dios, Jesús nos hace sacerdotes. Tenemos la oportunidad
de interceder a favor de otros, llevándoles el mensaje de salvación (1P. 2:9).
6. “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para
predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo”
(Apocalipsis 14:6)
El último mensaje que debe ser proclamado al mundo consta de tres puntos fundamentales:
Mostrar el evangelio de salvación a todos
Dirigir la atención del mundo al Creador y a su Ley
Advertir de las consecuencias de rechazar el llamado divino
Al conseguir engañar a Adán y Eva, Satanás le arrebató a
Dios el dominio de este mundo. Pero Jesús, al morir en la
cruz, pagó el precio del rescate y recuperó el dominio. El
“príncipe de este mundo” (Jn. 16:11) había sido derrotado.
Y los que ya hemos vencido nos convertimos en portavoces del último mensaje
de advertencia. Un mensaje que exige una decisión para vida o para muerte.
Y cada alma que se convierte se adhiere a esta victoria: “Y
ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y
de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron
sus vidas hasta la muerte” (Ap. 12:11).
7. “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan
al conocimiento de la verdad” (1ª de Timoteo 2:4)
Al ofrecer la salvación, Dios no excluye a nadie. El llamado es universal.
Dios es amor, y ese amor es ofrecido a todos por igual (1Jn. 4:8; 2P 3:9).
Algunos obtendrán la salvación incluso sin haber
oído hablar jamás acerca de ella (Ro. 2:12-16).
Pero en el tiempo del fin, llegará un momento en
el que todos habrán escuchado con claridad el
mensaje y tomarán una decisión al respecto.
Pero que la salvación sea ofrecida a todos no significa que todos la
acepten. Porque muchos “habiendo conocido a Dios, no le glorificaron
como a Dios, ni le dieron gracias” (Romanos 1:21).
Satanás presionará al mundo para que se dicten
leyes contra la libertad de conciencia e impedir
que las personas acepten el mensaje. La
humanidad quedará polarizada en dos grupos: los
que acepten a Jesús; y los que lo rechacen.
8.
9. “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios” (1ª de Corintios 3:6)
¿Cómo podemos saber que hemos tenido éxito en la
misión? ¿Por el número de interesados que asistieron?
¿Por la cantidad de estudios bíblicos impartidos? ¿Por el
número de bautismos conseguido?
• Siendo puros y leales a Jesús
2Co. 11:2
• Siguiendo las órdenes que nos el Espíritu Santo
Is. 30:21
• Hablando a los demás de Jesús
Mt. 28:19-20
• Siendo siempre veraces
Ap. 14:5
• Evitando caer en la duda o la incredulidad
Heb. 3:12
• Animándonos unos a otros
Heb. 3:13
• Actuando con humildad
Flp. 2:3
• Reconociendo nuestra imperfección
1Jn. 1:8-9
¿Cómo podemos contribuir, pues, al éxito de la misión?
Sin duda, estos son indicadores de éxito de la misión. Pero
no de nuestro éxito, sino del éxito de Dios (1Co. 3:6).
Nuestro éxito: cumplir nuestra parte en la misión.
10. “Dios espera que los que llevan el nombre de Cristo
lo representen en pensamiento, palabra y obra. Sus
pensamientos han de ser puros y sus palabras y
hechos nobles y elevadores, que atraigan a quienes
los rodean más cerca del Salvador… En un sentido
especial, los adventistas del séptimo día han sido
puestos en este mundo como centinelas y portadores
de luz. A ellos se les ha confiado el último mensaje
de misericordia para un mundo que perece. Sobre
ellos brilla la luz maravillosa de la Palabra de Dios.
¿Qué clase de personas, entonces, deben ser?”
E. G. W. (In heavenly places, 21 de noviembre)
11. ¿LA MISIÓN COMPLETADA?
“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y
tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2ª de Pedro 3:13)
Dios va a hacer “nuevas todas las cosas” (Ap. 21:5). En
este mundo nuevo “ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor” (Ap. 21:4).
Todos aquellos que hayamos tomado la decisión de
amar a Dios y aceptar su sacrificio seremos parte de la
misión divina durante toda la eternidad, aprendiendo
cada día más sobre el amor de Dios.
Pero, un momento… ¿De verdad se habrá acabado la
misión de Dios, esa misión en la que Dios buscaba
habitar eternamente en feliz armonía con nosotros?
Cuán importante es, pues, que busquemos ahora la
mejor manera de alcanzar a todas estas personas de
todos los grupos étnicos y culturales.
La misión se habrá completado al fin, con una tierra
llena de personas de toda etnia y cultura deseosas de
adorar a Dios. Personas llenas de amor y felicidad.
12. “El Evangelio de Cristo debe alcanzar a todas las clases,
todas las naciones, todas las lenguas y pueblos. La
influencia del Evangelio debe unir en una gran
hermandad. Tenemos un solo Modelo que debemos imitar
en la edificación del carácter, y entonces todos tendremos
el molde de Cristo; estaremos en armonía perfecta; las
nacionalidades se unirán en Jesucristo, poseyendo la
misma mente, y el mismo juicio, hablando de las mismas
cosas, y glorificando a Dios con una sola boca”
E. G. W. (Nuestra elevada vocación, 14 de junio)
13. DESAFÍO SEMANAL
DESAFÍO AVANZADO
Ora pidiendo oportunidades para
comunicar la promesa de una Tierra
Nueva a las personas que están en tu
lista de oración diaria
Elabora una estrategia para abordar los aspectos
débiles. Comparte tus ideas con los dirigentes de tu
iglesia, y trabaja con ellos con el fin de
implementar un plan para llegar a ser una iglesia
más deliberada en la formación de discípulos