2. Todo empezó con una niña llamada Noa, tan solo tenía seis años.
Ella tenía muy buen corazón, pero tenía mucho carácter.
Tenía muchos caprichos, pero sus padres no estaban muy bien
económicamente ya que tenían que pagar la universidad de su
hermana Ali, el carné de conducir, el colegio de ella…y todavía
quedaba lo peor, era navidad y no tenían mucho dinero para
pagar todos lo regalos de la familia, y aún así Noa quería una
tablet, un I Phone. Sus padres le decían que no podían pagarlo
todo y que viera a su hermana como ella no pedía nada, pero ella
creía que lo decían de broma para que fuera una sorpresa.
3. Llegó el día de Navidad y fueron todos a la casa de la abuela Yara, el árbol estaba lleno
de regalos para cada uno de sus tíos, primos y abuelos. Al ver un regalo que parecía
una caja ella lo abrió con toda la ilusión y encuentró un pequeño libro que hablaba de
la Navidad y un oso de peluche que le hizo su madre, ella entonces se puso a llorar y
cogió una rabieta de las suyas, se encerró en su habitación y se sentó en su silla para
llorar. Al terminar la fiesta su madre intentó hablar con ella pero no lo consiguió, así
que le dio las buenas noches y se fue a la cama .
4. Esa noche tuvo un sueño rarísimo, en ese instante sonó un ruido y una mujer muy gruñona
que no paraba de quejarse y de decir chorradas, Noa no tenía fuerzas para gritar del miedo
que tenía y cuando la mujer la econtró por fin abrió la puerta con cuidado y dijo:
-Tú niña tú, si tú, te has metido en un buen lío, vas a aprender niña- dijo la mujer misteriosa
gritando y muy enfadada.
Noa tenía tantas preguntas :
-¿Por qué llevaba una capucha?¿Cómo se llamaba aquella mujer?- dijo tartamudeando.
La mujer la cogió de la mano, la sacó de la cama y dijo unas palabras que Sofía escuchó con
mucha atención:
- ¡Llévanos a la auténtica Navidad!. Gritó la mujer.
Entonces al lado de la casa apareció un tornado muy grande que les llevó flotando hacía
muchos lugares…Se veía tan bonito desde ahí arriba, pero tenía tanto, tanto miedo que solo
le dio tiempo a ver una ciudad, las demás las pasó con los ojos cerrados.
5. Se detuvieron en Francia, concretamente en la casa de un niño muy, pero que muy rico donde
estaban celebrando la Navidad.
La mujer le preguntó entonces a Noa que si creía que aquella familia era feliz, y ella contestó
que sí, así que fueron a verlos. Era una casa grandísima donde habían muchos niños abriendo
regalos: uno era un móvil, otro una televisión, otro una táblet... pero no parecían contentos así
que se acercaron más y un niño dijo susurrando:
-Tan solo quería el amor de mis padres y ser feliz.
Otro decía:
- ¿Otra vez esto?, prefiero ser pobre que rico.
La mujer extraña le dijo que, qué le parecía como lo estaban pasando los niños ricos y ella no
contestó.
6. Le cogió de la mano y se la llevó a un nuevo país, pero esta vez sería pobre: El Congo.
Fueron a parar a una cabaña donde había un niño muy pobre que estaba con su familia
celebrando la Navidad. El niño estaba junto a su padre y madre y se pusieron a rezar y a
pedirle a Dios que les diera paz, amor y trabajo, se dieron un abrazo los tres y dijeron a la vez
“Amen”. El niño a pesar de que no tendría ningún regalo para Navidad estaba muy feliz de
estar junto a sus padres.
7. Noa no entendía por qué tenía esa cara de felicidad.
La mujer cogió de la mano a Noa y se quitó la capucha, a Noa le parecía algo familiar pero la
mujer provocó entonces otro tornado para ir de vuelta a casa. La mujer le dijo con una voz
más tranquila:
-Este viaje es para que pienses en las demás personas del mundo y en tus padres.
Ella se puso a llorar y se abalanzó encima de la mujer y dijo:
-Yo, yo no quería hacer daño a mis papas yo, yo quiero ayudar a esa gente pero yo quiero que
mis papas me perdonen, no lo hice queriendo.
-No llores, esto nunca lo olvidarás, ahora ya sabes lo que tienes que hacer y no dejes de
pensar que cada problema que tengas yo te ayudaré.
-Pero ¿me perdonarán?-dijo con voz dulce.
-Pues claro que si-dijo la mujer contenta.
-Gracias por todo, pero ¿quién eres? y ¿por qué me ayudas?
8. -Te lo diré cuando seas mayor, pero lo más importante es que hayas aprendido la lección.
-Vale...pero ¿ahora qué, qué harás tú?
-Yo te observaré y veré que sigas el buen camino, ahora duerme y mañana harás todo lo que
tengas que hacer, ¡Hasta pronto!.
Ella se acostó en su cama, dio un gran suspiro y cerró los ojos con una sonrisa, la mujer le
dio un beso en la frente y se fue cantando una dulce y bonita canción que le cantaba la madre
de Noa antes de irse a dormir, pero lo que realmente no descubrió fue que la misteriosa mujer
no era una extraña sino que era ella misma en el futuro que como ya sabía todo lo que iba a
pasar quería que ella no cometiera los grandes fallos que iría a cometer.
FIN