El documento describe los efectos negativos de los plaguicidas en la salud humana y el medio ambiente. Explica que los plaguicidas se usan ampliamente en la agricultura y la salud pública, pero pueden causar intoxicaciones agudas o crónicas en las personas, incluida la esterilidad, malformaciones, cáncer y daños a los órganos. Además, el uso excesivo de plaguicidas contribuye a la contaminación ambiental y pone en peligro otras formas de vida silvestre.
El uso indiscriminado de plaguicidas trae consecuencias
1. insecticidas, herbicidas, fungicidas y muchos otros
plaguicidas se aplican intensamente en muchos
países, tanto desarrollados como en vías de
desarrollo, lo cual provoca la contaminación llegar
a afectar al ser humano y a muchas formas de vida
silvestre.
2. Los plaguicidas son utilizados para controlar o
eliminar plagas y/o enfermedades en actividades
agropecuarias, de salud pública y domésticas. Si
bien en nuestro país el mayor uso de plaguicidas
se concentra en el área agrícola, también existe un
porcentaje importante de uso en campañas de
Salud Pública para controlar a vectores
transmisores de enfermedades como la malaria,
chagas y el dengue.
3. EFECTOS EN LA SALUD
HUMANA
En la salud humana pueden producir
envenenamientos o intoxicaciones de dos tipos. La
intoxicación crónica es aquella que se presenta
después de días, meses o incluso años de haber
estado en contacto con plaguicidas, los síntomas
pueden ser: esterilidad, malformaciones en los
niños, daños a los pulmones, lesiones de
hígado, disminución de la fertilidad, cataratas y
hasta cáncer. El otro tipo de envenenamiento
responde al nombre de intoxicación aguda, la cual
se da a las pocas horas de haber estado en contacto
con plaguicidas, los síntomas pueden ser: dolor de
cabeza, mareos, vómitos, dolor de
estómago, irritación de la piel, diarrea, dificultad para
respirar, cansancio, desmayo e incluso la muerte.
4.
5. El uso de plaguicidas se ha incrementado
considerablemente a lo largo de los últimos
años, alcanzando tasas de crecimiento del 4
al 5,4 por ciento en algunas regiones. Sin
embargo hace una década atrás se apreció
una disminución considerable del uso de
plaguicidas en países como Francia,
Alemania, Dinamarca, Holanda y el Reino
Unido, en contraste, el uso de plaguicidas
continúa aumentando en la mayoría de los
países en vías de desarrollo.
6. Las actividades de control de vectores no se
pueden reducir sólo a la aplicación de agentes
químicos, existen también otras alternativas
para prevenir el brote de estas enfermedades y
evitar que éstas se conviertan en epidemias,
pero sólo son posibles mediante una cultura
preventiva de la población. Las imágenes
emitidas por varios medios de comunicación
muestran que las fumigaciones en las zonas
infectadas son masivas y los técnicos que
realizan las mismas a veces no cuentan con el
equipo, ni la ropa de protección adecuados
para esta tarea, lo cual pone en riesgo su salud
y también la de la población que vive en las
residencias fumigadas.
7. Si se hubieran tenido hábitos de limpieza para
la eliminación oportuna de los criaderos de
estos mosquitos mediante el drenado de
fuentes de agua estancada, el desecho de
plásticos, llantas y otros que también acumulan
agua y permiten el desarrollo de las larvas, la
situación no hubiera salido de control.
El gobierno ha destinado varios millones de
bolivianos para controlar el dengue, sólo queda
esperar para ver si las acciones tomadas fueron
las más indicadas para parar la peor epidemia
que el país vivió en los últimos veinte años.