El documento analiza los impactos del cambio climático en las regiones polares y la capa de ozono, incluyendo el aumento de las temperaturas, la fusión de los glaciares, la presencia de agua subglaciar, y el agujero de ozono en la Antártida. Las regiones polares son escenarios clave de los efectos del cambio climático y registran condiciones ambientales pasadas que ayudan a comprender el cambio climático actual y futuro. El documento también examina la contaminación atmosférica producida por las activ
Introducción sintética a las Enfermedades de las Plantas
Impacto del cambio climático en las regiones polares y la capa de ozono
1. IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN
LAS REGIONES POLARES Y LA CAPA
DE OZONO.
BENEMÉRITA UNIVERSIDAD
AUTÓNOMA DE PUEBLA
FACULTAD DE INGENIERÍAQUIMICA
COLEGIO DE INGENIERÍAQUÍMICA
DHTICS
ALUMNA:AVELIN CASTILLA DE LUNA
MATRÍCULA:201509595
PROFESOR:VLADIMIR MALDONADO GUZMAN
OTOÑO 2016
2. 1
IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LAS REGIONES POLARES Y LA
CAPA DE OZONO.
RESUMEN
El presente trabajo aborda los impactos del cambio climático actual en las
regiones polares y en los glaciares, así como las implicaciones en conexión con el
aumento de las temperaturas, las corrientes marinas, la fusión glaciar, las aguas
subglaciares, el agujero de ozono, y el nivel del mar.
La situación que guardan los polos ante el cambio climático, así como las
condiciones en las que se encuentra la capa de ozono, permite una perspectiva
interdisciplinaria que resulta interesante.
Así como el aproximado de que tiempo y de qué manera se podría llevar a la
regeneración del agujero de ozono en la parte más importante del planeta (la
Antártida).
INTRODUCCIÓN
Las regiones polares y el hielo intervienen de un modo especialmente relevante en
los cambios climáticos. Por un lado lo hacen contribuyendo a generar variaciones
del clima y, por otra parte, son destacados escenarios de las consecuencias
provocadas por los cambios climáticos.
Las regiones polares proporcionan registros extraordinariamente valiosos de las
condiciones ambientales del pasado, cuyo conocimiento ayuda a contextualizar el
cambio climático actual y a elaborar modelos predictivos sobre futuros cambios y
sus consecuencias.
En dichas regiones se encuentra la inmensa mayoría del hielo que hay en la
Tierra. Aproximadamente el 91 % en la Antártida y aproximadamente el 7,5 % en
el Ártico, la mayor parte del mismo en Groenlandia. El resto del hielo se encuentra
en los Glaciares de montaña. Allí donde hay hielo los efectos del calentamiento se
ven amplificados. De hecho así está ocurriendo en el contexto actual de
calentamiento.
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Las regiones polares son los culpables de las variaciones en los cambios
climáticos.
La presencia de agua líquida en la base de los glaciares tiene efectos en la
dinámica glaciar y en la pérdida de hielo en magnitudes enormes.
La capa estratosférica de ozono protege la superficie de la tierra de una
exposición excesiva a los rayos ultravioletas actuando como un filtro.
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA E INFLUENCIA CLIMÁTICA
La existencia de un problema real de contaminación del medio que nos rodea y la
necesidad de checar sus efectos mediante un control adecuado de la misma es
evidente. Nunca ha existido una atmósfera, de siempre la desintegración de la
materia vegetal y animal y los incendios de los bosques han emitido gases y
partículas, pero sólo en las últimas décadas, y como consecuencia fundamental de
los avances técnicos, la contaminación atmosférica ha llegado a constituir una
seria preocupación. El uso del fuego, la primera manifestación técnica del hombre,
los olores procedentes de diversas actividades domésticas y de pequeñas
industrias, como mataderos y curtidurías, y la descomposición de basuras en
poblaciones con sistemas de saneamiento rudimentarios, plantearon ya problemas
de contaminación atmosférica en la Edad Media.
La introducción del carbón como fuente de calor acrecentó la contaminación; es,
sin embargo, en los últimos cien años cuando se ha planteado científica y
técnicamente el problema de la contaminación atmosférica.
La OMS señala como principales fuentes de contaminación del aire los
compuestos orgánicos, el dióxido de carbono, ácidos, hidrocarburos, disolventes,
sulfuros, fluoruros, monóxido de carbono, nitratos, etc., procedentes de la
combustión, de los motores de los automóviles, de refinerías de petróleo,
industrias químicas, fundición de metales y electrometalurgia, fábricas de ácido
sulfúrico, explosivos y preparación de productos alimenticios para el hombre y el
ganado. Los contaminantes presentes en la atmósfera proceden de dos tipos de
fuentes emisoras bien diferenciadas: las naturales y las antropogénicas; las
4. 3
emisiones primarias originadas por los focos naturales provienen
fundamentalmente de los volcanes, incendios forestales y descomposición de la
materia orgánica en el suelo y en los océanos. Los principales focos
antropogénicos de emisiones primarias se pueden clasificaren: focos fijos,
procedentes de procesos industriales e instalaciones fijas de combustión y de la
instalación de calefacción doméstica; focos móviles, procedentes de vehículos
automóviles, aeronaves y buques; y focos compuestos, procedentes de las
aglomeraciones industriales y de las áreas urbanas.
La capa estratosférica de ozono protege la superficie de la tierra de una
exposición excesiva a los rayos ultravioletas actuando como un filtro. Una
disminución sensible de esta capa protectora tendría efectos perjudiciales para la
salud humana y para la biosfera.
La disminución de la capa de ozono expone a la vida terrestre a un exceso de
radiación ultravioleta, que puede producir cáncer de piel, cataratas, reducir la
respuesta del sistema inmunitario, inferir en el proceso de fotosíntesis de las
plantas y afectar al crecimiento del fitoplancton de los océanos. A pesar de los
intentos de supresión de estos productos químicos, científicamente se sabe que
los CFC pueden permanecer durante más de 100 años en la atmósfera, por lo que
la destrucción del ozono continuará representando una amenaza durante décadas.
La comunidad científica, ha venido poniendo de manifiesto una preocupación
creciente por los posibles efectos que sobre el clima, calentamiento global y sobre
el posible cambio climático, pudiera causar el aumento progresivo de
contaminantes en la atmósfera como consecuencia de las actividades humanas.
La acumulación progresiva de dióxido de carbono en la atmósfera debido al
quemado de los combustibles fósiles y a la destrucción simultánea de los bosques,
impidiendo que los árboles absorban el dióxido de carbono produce un manto
alrededor de la Tierra que aumenta su temperatura.
Dicha comunidad se mantiene de acuerdo en considerar, que el incremento de
CO2 en la atmósfera es debido a las alteraciones que las actividades antrópicas
producen en el ciclo biogeoquímico del carbono ya que, por una parte, en la
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combustión de combustibles fósiles y en los incendios forestales se producen
grandes cantidades de dióxido de carbono, y por otra parte, estos mismos
incendios y la tala progresiva de bosques, que producen una disminución de las
masas forestales mundiales, la degradación del suelo y la creciente
desertificación, originan una disminución de la tasa de absorción total de CO2
presente en la atmósfera por la vegetación.
En base a eso es que desde hace tiempo se ha constatado el notable
calentamiento ocurrido en la Península Antártica en los últimos años. Tanto que
esta zona es la que mayor calentamiento ha experimentado de todo el hemisferio
sur en los últimos cincuenta años. Además del calentamiento de la Península
Antártica las mediciones efectuadas en las estaciones sobre el terreno que poseen
registros de los últimos 50 años, indicaban que el resto del continente antártico se
había enfriado en ese mismo periodo de tiempo.
Ello lo convertía en una excepción en la Tierra, ya que todos los demás
continentes habían experimentado un aumento de las temperaturas.
Existen ciertos sectores de la Antártida oriental que se han enfriado en las últimas
décadas, pero a pesar de ello, considerando el conjunto del continente, el
resultado es de calentamiento en los 50 años indicados. Si se considera toda la
Antártida, el calentamiento ha sido de algo más de 0.5 º C en esos cincuenta
años, aunque el aumento de la temperatura ha sido considerablemente mayor en
la Antártida Occidental, un sector más amplio que la Península Antártica.
Es por ello que las altas latitudes tienen un papel fundamental en la circulación
oceánica global. La circulación termohalina tiene en ambos polos los principales
motores que regulan el movimiento de las masas de agua a través del globo.
Pero la circulación oceánica es compleja, se producen movimientos de masas de
agua a distintas profundidades y existen múltiples aspectos aun no del todo
conocidos.
Se suele hablar de retroceso glaciar, pero ese, el retraimiento de los frentes del
hielo en sus márgenes, no es el único efecto que se produce, también hay
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disminución de grosor del hielo y, en definitiva una pérdida de volumen. De hecho,
aunque no es frecuente, pueden darse situaciones en las que habiendo una
pérdida de volumen de hielo se produzca un avance de ciertos frentes.
Las consecuencias del calentamiento se dejan sentir de manera más drástica en
las masas de hielo de pequeño tamaño que en los grandes casquetes polares,
cuya inercia es mayor. De este modo, los glaciares de montaña están sufriendo
los efectos del calentamiento global y, en general, experimentando importantes
retrocesos.
La presencia de agua líquida en la base de los glaciares es conocida desde hace
bastante tiempo, pero en los últimos años se ha constatado la existencia de
grandes masas de agua, en una cantidad que no se sospechaba anteriormente.
Se trata de agua embalsada en lagos o que circula, más o menos continuamente,
a través de redes de drenaje subglaciares, y que llega a producir aportes hídricos
muy considerables en ciertos márgenes glaciares.
Dicha agua tiene efectos en la dinámica glaciar y en la pérdida de hielo en
magnitudes que no habían sido consideradas con anterioridad.
La Antártida ha controlado fundamentalmente los cambios de nivel del mar y ha
sido componente básico del motor climático mundial, al interaccionar la capa de
hielos con la atmósfera y los océanos que la rodean. La influencia climática es
patente a través de las extensas capas de hielo marino, que modifican el albedo y
la producción primaria, y controla la circulación oceánica mundial modificando las
masas de agua al formar agua salina fría profunda que se incorpora al sistema
global.
La mayoría de las características que identifican a la Antártida como un continente
único están en gran parte definidas por su aislamiento, facilitando que las aguas
que lo circundan formen un único océano cuyas masas de agua giran a su
alrededor sin obstáculos.
7. 6
La influencia de una Antártida glacial sobre la circulación oceánica, el clima y los
cambios de nivel del mar, es totalmente aceptada, aunque los mecanismos que la
rigen y su evolución futura sigan siendo objeto de amplio debate.
El descubrimiento del llamado agujero de ozono en la Antártida a principios de los
años 1980 supuso la constatación del grado en que los humanos podemos llegar a
afectar los ciclos naturales y a provocar un problema con graves consecuencias.
Sin embargo la reconstrucción completa llevará algún tiempo y se apunta que
hasta avanzados los años 2060 no se alcanzarán los valores de ozono
estratosférico que existían sobre la Antártida antes de su generación a principios
de los años 1980.
CONCLUSIÓN
Se puede definir que la principal causa del desgastamiento de la capa de ozono,
es consecuencia, de la excesiva producción de dióxido de carbono, esto es,
gracias a los miles de inventos realizados por el ser humano, como son
hidrocarburos, disolventes, sulfuros, fluoruros, monóxido de carbono, nitratos,
procedentes de la combustión, de los motores de los automóviles, de refinerías de
petróleo, industrias químicas, fundición de metales y electrometalurgia, fábricas de
ácido sulfúrico, explosivos y preparación de productos alimenticios para el hombre
y el ganado.
Lo anterior, se ha reflejado principalmente en las zonas más frías del mundo, es
decir, en las regiones polares, en donde en los últimos 50 años los niveles de
aguas marinas y las temperaturas han aumentado.
Ahora bien, existe la urgencia de crear conciencia global para la protección del
Planeta, y aun mas de implementar medidas para cambiarlo ya, de no ser así
existirá irreversibilidad en los daños, y por ende la situación se verá afectada de
manera más rápida en los próximos años.
En consecuencia, uno de los mayores retos de la investigación actual se centra en
establecer el momento del desarrollo del casquete polar y de las causas que
condicionan su evolución.
8. 7
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