1. Corpus Christi
Pujilí
Danny Arias
En Pujilí las fiestas las organizan los priostes a ellos se los identifica porque
ellos llevan una guía en el desfile que les otorga los organizadores.
En la siguiente fila aparecen los danzantes ya que ellos participan para el
danzante de oro después le siguen los caporales con su mayordomo. Los
caporales son los trabajadores de la hacienda y el mayordomo es su jefe y su
guía que va en un caballo.
En esta fiesta participan muchas comparsas del país representando la cultura
de cada provincia a la que representan, por ejemplo los afros representan a
los esmeraldeños y a los africanos.
A estas fiestas acuden muchos extranjeros ya que ellos vienen para disfrutar
del colorido que ponen en testas fiestas.
Participaron 60 delegaciones de varias provincias, en este año el
vicepresidente Lenin Moreno fue el prioste de esta fiesta.
A la celebración que se realiza 60 días después del Domingo de Pascua,
también asisten los devotos del Niño de Isinche, quienes cargan y lanzan
pétalos de rosas a la imagen que, según la creencia de este pueblo, crece
cada año.
Los danzantes de Baba, Milagro, Cayambe, Arajuno, Naranjito, Riobamba,
Esmeraldas, Guaranda. Todos tienen un penacho hecho con plumas de
avestruz, enaguas bordadas, tajalí, cascabeles y una pechera bordada.
“En el siglo pasado, la gente usaba plumas de pavo real y colocaba perlas y
joyas de oro en la vestimenta. Ahora, la mayoría de los adornos es de otro
material”.

2. Danzantes y Cargadores: Tienen a su servicio al Humacuida, quien complace
al danzante en todos los caprichos y carga la pesada cabeza cuando el
danzarín se agota.
Los oficiales: Los oficiales son músicos experimentados durante muchos años.
Según la historia, en junio los indígenas rendían tributo al sol con
celebraciones para agradecerle por haber iluminado los campos y permitir
abundantes cosechas.
Fue por ese motivo que las mujeres indígenas salen de sus comunidades con
abundantes frutas que repartieron entre el público ubicado en las veredas y
graderíos.
Paralelamente y mientras las pomas de vino llegan vacías hasta la plaza Luis
Felipe Chávez o Plaza de la Hierba, las “danza mamas”, bailan al son de los
acordes melancólicos que provienen de tambores artesanales, flautas, platos,
bombos y cornetas.