En 1977, se introdujeron varios avances importantes en cardiología intervencionista, incluyendo la colocación del primer stent medicado, el desarrollo de catéteres capaces de medir la presión de los órganos cercanos, la primera valvuloplastia con éxito y el uso de balones para tratar la coartación de la arteria aorta agrandando las paredes de la arteria. También se implantó con éxito la primera válvula pulmonar.