Nuevas TIC y la creciente Noosfera

Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación y la
Noosfera creciente.
Analizando el cambio social, primera parte

Introducción 1
Justificación 2
Metodología 3
Discusión 6
Zona 7
Historia 8
Cultura 9
Política 11
Economía 12
Tecnología 13
Comunicación 14
Psicología 16
Estructura de relaciones 19
Conclusión 21
Bibliografía 22

“Dedicado a los vendedores de ciegas y ciertas verdades”

Gilibert García Roncero

Grado Sociología, UNED

2012

Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación y la Noosfera creciente

Introducción

Entre los diversos gestos que caracterizan al Homo sapiens frente al resto, el uso de
herramientas parece ser un requisito fundamental en la aparición de nuestra especie. Esto es así, en
teoría, porque un cambio climático nos hizo tener que mudar el hábitat y una secuencia más o
menos lógica de acontecimientos, flora y fauna y otros criterios limitantes y adaptativos (contexto),
nos llevó al bipedismo, al prensil pulgar, al adelanto del parto. Sinergias que no son el objetivo de
este estudio, pero que sientan las raíces del mismo. Con independencia de si lo social fue motivo o
consecuencia, podemos asumir que la tecnología se encuentra ligada desde la más tierna infancia a
la sociedad, construyendo un nicho cognitivo de nueva generación que no ha dejado de crecer, al ser
uno de los primeros aspectos de nuestra condición actual que emergieron con suficiente fuerza para
constituirse a la vez como agente y objeto del cambio.

Desde la herramienta más primitiva, probablemente una piedra arrojadiza, pues procedemos de
un ecosistema inhóspito y seguro que nos quedaba a mano, o una rama con la que recolectar
proteínas de un hormiguero, eso aquí no importa, hasta el fuego y otros, hace aproximadamente
100.000 años, hubieron de pasar millones de años. Pero parece ser que llega un momento en el que
la dinámica de un sistema alcanza el umbral del cambio y los acontecimientos se aceleran. Valga
como ejemplo de los factores determinantes de este incremento de velocidad evolutiva la muy
aceptada teoría del meteorito y los dinosaurios. O la no tan conocida del nicho ecológico vacío, del
investigador James Valentine, de la Universidad de Berkeley sobre la explosión cámbrica, hace unos
570 millones de años, un momento singular en la historia de la evolución de la vida entorno al que el
acervo genético se diversificó de forma exponencial y todas las arquitecturas básicas con que se han
modelado los organismos pluricelulares modernos aparecieron en aquel breve estallido de
innovación evolutiva. Ecológicamente hablando, un cambio indefinido pero adaptativamente
positivo, tuvo como consecuencia la aparición de muchos nichos ecológicos sin explotar, lo cual se
convirtió en un factor enzimático para la radiación evolutiva, el cambio.

Partiendo de este punto de vista, de la incipiente vida en sociedad, compleja, cultural y creativa,
llena de nichos cognitivos por colonizar, emergió una tecnología fundamental en nuestra historia: el
lenguaje, que nos abrió las puertas de la comunicación, otro de los aspectos constitutivos del ser
humano. Tal herramienta habría de conjugarse a la perfección con el resto de los sistemas
incipientes, creando sinergias que harían crecer al resto. Tanto fue así que 10.000 años atrás, de
nuevo el clima como contexto, cierta superpoblación y sedentarismo, aparece otra herramienta, que
curiosamente ya existía desde mucho antes: la agricultura, que a la postre nos dará pueblos y
ciudades, nos dará un estado, una política, una economía, en fin, un compendio de sistemas
fluctuantes que conforman al ser humano a lo largo de su genealogía.

De la mano de la tecnología cabalga la historia de nuestro cambio. Hace no tanto un ingenio de
vapor (en su debido contexto) transformó la sociedad del XVIII de forma drástica, a una velocidad sin
precedentes y con una incidencia máxima. El conocimiento acumulado, si bien pudiera encontrar sus
límites en un futuro no muy lejano, en los primeros estadios del desarrollo humano hubo de suponer
ventajas evolutivas considerables; no hay que obviar que el funcionalismo es una teoría muy válida
en el análisis de la evolución de lo social, máxime cuando los nichos recién abiertos tienden a ser
colonizados de extraña manera. La creatividad humana conlleva la síntesis de herramientas nuevas,
mientras que la ciencia nos enseña las potencialidades de la lógica y la eficiencia. Así que, de existir
acontecimientos relevantes en el camino del cambio, la emergencia de nuevos nichos cognitivos lo

Gilibert García Roncero 1


suficientemente funcionales como para ser objeto de colonización que cuenten con un factor de
incidencia adecuada en un momento dado, se convierte en un aspecto clave a la hora de estudiar la
dinámica de la sociedad.

Un ejemplo que nos permite seguir el eje cronológico marcado es la emergencia de la economía
con la llegada del capital, una innovación tecnológica aún más reciente, observando cómo los
transportes, la comunicación, las máquinas y el dinero encajaron creando sinergias con la política del
ciudadano y la libertad y la igualdad y la fraternidad, hasta llegar a la paz consecuente, que siempre
es y siempre ha sido, relativa. La lógica del mercado, que no siempre tiene por qué coincidir con la
nuestra propia, requiere de cierta estabilidad en pro de la eficiencia. Sirva también este caso para
señalar la impronta psicológica consecuentes de la utilización de una determinada estructura, como
señalarían Marx y otros; el Homo aeconomicus existe, pero aquí podríamos definirlo como aquél que
se cayó en una marmita de dinero cuando era pequeño, esto es, el sujeto enculturizado en nuestro
contexto, que probablemente coincide con el máximo alcance del nicho económico en el presente.

Y esto es así porque la suma de tecnologías y situaciones ha desarrollado un aspecto
trascendental en el devenir del ser humano: vivir en un mundo que tiende a estar globalizado. El
comercio volvió a ser un motor evolutivo nuevamente, mezclando nuestros acervos cognitivos, la
“paz” ha internacionalizado las naciones, los transportes ya mejoraron sustancialmente y, sobre
todo, los medios de difusión de información y la forma de comunicación han cambiado. Uno de los
aspectos que mejor caracterizan el postmodernismo que nos ha tocado es la nueva estructura de
comunicación y tratamiento de la información que aparece con la llegada de internet y otras
tecnologías del lenguaje, esa especie de Noosfera que ya anticipase Vladimir Ivanovich Vernadsky.
Además, resulta trascendental considerar dos peculiaridades del fenómeno: que éste se da en todos
los niveles, ya que los efectos también están globalizados en las dimensiones que conforman lo
social, esa suerte de continuum de lo macro, lo meso y lo micro, y que la velocidad a la que se
suceden las variaciones es considerablemente mayor que en otras etapas de la genealogía humana.
El analfabetismo digital se hace evidente con el paso del tiempo.

Valga hacer mención en última instancia a las tecnologías del poder, que no dejan de ser una
puesta en práctica de la capacidad creativa del ser ante la resolución de conflictos, y que también nos
acompañan en el camino de la evolución desde que nuestra ascendencia gregaria empezase a
transitarlo. En estos casos, tratar de estudiar cómo se relacionan las diversas esferas del poder con lo
social y el cambio, se convierte en imperativo.

Justificación

El objeto de este trabajo es estudiar las repercusiones sociales consecuentes de las tecnologías
de nueva generación en el campo de la comunicación y la información, atendiendo a que éstas son
responsables de un proceso de cambio social lo suficientemente significativo como para ser
analizado. Los criterios seguidos para la selección de este objetivo concreto, de entre muchos los
posibles, han sido:

- Que se trate de un fenómeno lo suficientemente actual que suceda en el presente inmediato del
cambio, es decir, que tenga un origen cercano en el tiempo y que los cambios más relevantes
estén ocurriendo ahora. Esto encuentra su explicación lógica si observamos la tecnología como
un ecosistema en el que cohabita lo social, donde una innovación tecnológica reciente
supondría un amplio abanico de nichos potenciales nuevos, igual que sucede tras un incendio, y


los fenómenos ecológicos se suceden. Antes o después todo cambio alcanza su equilibrio
fluctuante y los acontecimientos tienden a frenarse.

- Que se dé en todos los niveles de organización de lo social, suceda en lo macro, lo meso y lo
micro, sin olvidar lo psico, que sería la cuarta dimensión en el estudio sociológico, la de las
repercusiones psicológicas del cambio. Así se puede analizar el proceso en el continuum que va
desde la globalización como marco hasta el individuo como componente fundamental de este
cuadro.

- Que los acontecimientos sean relativamente cuantificables, cuando menos aquellos que se
refieran a su factor de incidencia en el tiempo. Esto es, poder temporalizar los sucesos y
disponer de datos que corroboren la existencia del cambio.

- Que sea un proceso lineal y de futuro incierto y diverso, lo menos sujeto a ciclos y fluctuantes
que sea posible, aunque siempre existirán patrones, por lo que el estudio histórico-comparado
del contexto será una herramienta imprescindible en la evaluación del cambio. Así, el empleo de
términos como utopía, distopía y otras alternativas y ucronías potencialmente funcionales se
hace imprescindible en la interpretación de los fenómenos sociales mediantes.

- Que sea un cambio enzimático, que provoque sinergias con muchos aspectos de lo social, un
proceso enganchado a otros procesos que cambia al cuadrado, que sea el agente del cambio y a
la vez el actor cambiado. De esta manera se pretende observar lo ecológicamente significativo
en la dinámica del presente.

La figura 1 representa una relación de datos aportada por Google en una acción denominada
#freeandopen, que tratan de temporalizar el fenómeno objeto de estudio, amén de cuantificar en la
medida de lo posible el factor de incidencia del cambio en cuestión. Surge así la primera hipótesis
cero del proyecto, que será asumir que este proceso evolutivo existe, que nos encontramos en los
primeros estadios del mismo y que su alcance tiende a crecer desde su origen.

Metodología

Llegado este punto, conviene matizar el significado que adquiere la palabra herramienta en éste
trabajo: un instrumento que ayuda a resolver problemas, facilitando la ejecución de una
determinada acción. Partiendo de esta definición, podrá apreciarse:

- el marcado carácter funcionalista y adaptativo que posee el concepto, ya que la utilización de
instrumentos ha facilitado de manera considerable la resolución de los problemas a los que
hubo de enfrentarse el humano incipiente,

- que no sólo existe en el plano físico que refiere la RAE, en su primera acepción, instrumento, por
lo común de hierro o acero, con que trabajan los artesanos, sino que también abarca el plano de
las ideas; siguiendo a Vigotsky, aquí también se consideran las herramientas y los artesanos de
la mente,



Figura 1. Datos sobre la Noosfera virtual. Fuente: ver imagen



- igual que la acción ejecutada no sólo responde a la mecánica clásica de la física corriente, sino
que se realiza también a modo de información; la comunicación, por tanto, se considera como
sinónimo de acción en un mundo social como es el nuestro,

- que de la definición de instrumento, según la RAE, un conjunto de diversas piezas combinadas
adecuadamente para que sirva con determinado objeto en el ejercicio de las artes y oficios, se
extrae una lectura sistémica del oficio del ser; son instrumentos los mapas y los heurísticos
mentales, las letras finitas encadenadas sin fin en el lenguaje, los nucleótidos de nuestro código
genético, los actores sociales, internet… y, sobre todo, son piezas en una dinámica de relaciones
de información que en este caso satisfacen un objetivo,

- y por tanto, una herramienta es un constructo que persigue un fin, es la piedra manufacturada
para que corte y también la misma idea de manufacturarla; los nichos cognitivos se abren a la
par que el Homo sapiens inventa.

Dicho esto, el método escogido para el desarrollo de esta investigación no sería sino un
compendio de herramientas varias que facilitan el estudio de lo social. ¿Y qué mejor herramienta que
la del conocimiento? La ciencia y la experimentación son rasgos ancestrales de nuestra civilización, se
configuran en las raíces del pensamiento; por tanto su metodología es la guía en el análisis de la
información. Así, entre los imperativos que parece requerir la investigación científica encontramos la
sistematización del proceso y la clasificación de los datos: atomizamos y reagrupamos la información
en clave heurística para facilitar su interpretación. Por ello, en el presente estudio se pretende
identificar los diferentes sistemas dinámicos (elementos) que interactúan conformando el cambio en
la sociedad, como condicionante previo al análisis de sus cuestiones intrínsecas, sus interrelaciones,
su entorno, sus fronteras o su contexto, es decir, sus características como nichos cognitivos en
permanente evolución y funcionamiento. Cabe destacar que la cuantificación de los flujos de
información que se dan en la hiperdimensionalidad de lo social resulta un objeto de muy largo
alcance para este informe, si bien el estudio del caso mediante los modelos de simulación basados en
los sistemas multi-agente sería especialmente apto para esta investigación sociológica por: “su
compromiso con el individualismo metodológico y con la prioridad de lo micro frente a lo macro; su
interés por los sistemas masivamente locales y paralelos, carentes de autoridad central y generadores
de procesos de mano invisible; la asunción de no racionalidad económica en sus agentes, aunque
tampoco la excluya; y finalmente, la habilidad para capturar procesos emergentes que no pueden
anticiparse intuitivamente” (GONZÁLEZ BAILÓN, S.: ¿Sociedades artificiales? Una introducción a la
simulación social, Revista Internacional de Sociología, nº 39 septiembre-diciembre, Consejo Superior
de Investigaciones Científicas, 2004). Probablemente la tecnología no tarde en abrir un nicho
cognitivo relevante en la interpretación sociológica, a medida que la capacidad de los procesadores
de datos aumente y las simulaciones por ordenador se aproximen en mayor medida a la realidad.

Aprovechando esta ucronía, sería recomendable resaltar las características más relevantes que
encuentra el tiempo en este escrito. En primer lugar, el análisis histórico comparado sólo podría ser
considerado atendiendo a las tremendas diferencias que existen entre dos contextos de situación
dados, aunque apenas hayan pasado unos años. Y aun incluyendo los aspectos comunes ajenos al
cambio, que se reproducen sin cesar a lo largo de nuestra historia, es tal la magnitud de factores en
sinergia que configuran el momento, que cualquier analogía sociotemporal habrá de considerarse
con sumo cuidado. Al igual, utilizar el futuro comparado y potencial como herramienta diagnóstica



será funcional en la medida en que flexibilice y expanda los límites de la interpretación, pero también
requiere prudencia. Respecto al presente, además de contar con la antropología comparada como
fuente de información sobre la incidencia del cambio, se pretende estudiar la realidad social desde
un punto de vista sincrónico y diacrónico a la par, metafóricamente hablando: maximizando el
detalle que aporta la fotografía y la dinámica que expone el vídeo.

Otra herramienta procedimental a considerar en el desarrollo de este estudio será la
introspección simpática, dada su fácil accesibilidad en el entorno virtual; bajarse a investigar al bar es
más sencillo ahora que cuando el interaccionista simbólico Robert Park lo propusiera. Además, dado
el carácter anónimo con el que se puede interactuar en el mundo de internet, diversas experiencias
etnometodológicas servirán para realizar algún que otro análisis dramatúrgico de la situación
correspondiente. En todo caso, conviene no olvidar la relevancia del self en la justificación de la
compleja estructuración del cambio, pues el individuo es, en última instancia y con su contexto de
referencia y situación, el verdadero actor social que media entre todos los niveles de desarrollo de la
sociedad.

Se recurrirá al estudio de la evolución en su sentido más amplio: el que afecta a todos los
sistemas dinámicos. Al tratarse de ecosistemas de intercambio de información, será fácil encontrar
analogías en la convergencia lógica de la organización de materia y energía, es decir, apoyarse en la
ecología y la biología para la interpretación y el análisis del cambio social. Se persigue por tanto
enmarcar este trabajo en el campo de la socioecología.

Discusión

“Parece ser que las épocas históricas de cambios revolucionarios agudizan la sensibilidad del
pensamiento humano y la predisponen hacia todo lo que atañe a la génesis, la transformación, la
dinámica, el devenir y la evolución” (IVIC, I.: Lev Semionovich Vygotsky (1896-1934), Perspectivas:
revista trimestral de educación comparada, París, UNESCO: Oficina Internacional de Educación, vol.
XXIV, nos 3-4, 1994, págs. 773-799, http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/vygotsky01.pdf).
Resulta interesante comenzar a analizar el cambio que producen las Tecnologías de la Información y
la Comunicación (en adelante TIC) en la sociedad interpretando esta frase en el contexto actual: por
suerte o por desgracia, vivimos una etapa convulsa en la que una crisis económica a escala global se
encuentra presente en muchos de los rincones de nuestro tiempo. La legitimidad del modelo de
organización social parece en entredicho por su disfuncionalidad aparente, el equilibrio de poderes,
aunque sólo sea ligeramente, se rompe, y la evolución encuentra un terreno propicio para
dinamizarse. Dicho grosso modo, esta investigación no sería tan relevante si las características del
momento no configurasen un caldo de cultivo apto para la emergencia de nuevas propiedades en el
nicho cognitivo en cuestión.

En ecología, se entiende nicho como un término que describe la posición relacional de una
especie o población en un ecosistema, es decir, la ocupación o la función que desempeña cierto
individuo dentro de una comunidad. Esta posición relacional de una especie o población ha sido
descrita como un hipervolumen de n-dimensiones, donde cada dimensión responde a los factores
bióticos, abióticos y antrópicos. De entre los diversos factores de origen antropogénico que
determinan el ecosistema, la cognición aparece como uno de los más importantes agentes



“mutagénicos” en el devenir del Homo sapiens (Pinker y otros), un emergente que hace florecer los
campos sociales de la mente. Un nicho cognitivo, entonces sería la función que desempeña el
conocimiento dentro de cierta comunidad, un hipervolumen de n-dimensiones que responden al
biotopo y a la biocenosis. Asumiendo la singularidad que supone que de lo inerte surja la vida, y de la
vida lo inteligente, aquí se entiende que de la biocenosis en algún momento hubo de surgir un ser
humano (subtopo) que vive en sociedad (sociotopo) y posee un gran mundo pensado (ideocenosis).

Figura 2. Sistemas de estudio de lo social. Elaboración propia

Debido a la interacción dinámica de los elementos de este sistema a lo largo del tiempo, un
cúmulo de circunstancias y una pizquiña de suerte, sucedió la génesis de otros nichos cognitivos
diferentes. En el caso presente, son nueve los componentes que configuran el cambio asociado a las
TIC: la zona geográfica, la historia, la cultura, la política, la economía, la tecnología, la comunicación,
la psicología y la propia estructura de relaciones entre ellos. El resto del trabajo versa sobre la
articulación de internet y la telefonía móvil en los sistemas expuestos para tratar de interpretar su
incidencia en la evolución social.

1. La zona

El nicho geográfico determina primeramente la accesibilidad a las innovaciones tecnológicas,
siendo que éstas están mercantilizadas y hace falta un dinero para contratarlas. Hardware y software
se distribuyen de manera desigual sobre el mapa terrestre, generalmente en relación al poder
adquisitivo, por lo que el mero empleo de las TIC está condicionado por la magnitud espacial. La



siguiente gráfica muestra la evolución comparada del porcentaje de hogares que disponen de
ordenador entre países desarrollados, en desarrollo, y el total del planeta Tierra.

Países desarrollados Países en desarrollo Total

71,5% 74,2%
69,1%
66,1%
62,3%
58,2%
55,3%

36,2% 38,4%
32,5% 34,5%
29,3%
25,8% 27,5%
22,7% 24,8%
19,5% 21,2%
17,2%
14,1% 15,3%

Figura 3. Hogares con ordenador. Fuente: Key Global Telecom Indicators for the World
Telecommunication Service Sector, Internacional Comunication Union, 2012

El resto de los sistemas analizados dependen sustancialmente de este marco de referencia; sirve
pues de zoom con el que regular la observación y sus consecuencias. Sin embargo, la Noosfera es
virtual, no se rige por los límites físicos normales, sino que los trasciende, siendo lo suficientemente
global como para estar sujeta también a otras normas. Nótese la funcionalidad potencial que
conllevaría que existiera una lengua universal tipo inglés o esperanto que rompiera otras fronteras
que existen en un mundo hiperconectado.

No obstante, es frecuente que en los ecosistemas existan endemismos particulares, igual que en
ciertos espacios sociales, donde se desarrollan respuestas propias debido al incisivo contexto. Al
respecto, conductas grupales como los suicidios concertados en Japón (fenómeno al que los
periódicos japoneses denominan netto shinju), sin duda influenciados por las nuevas tecnologías de
la comunicación, representan un ejemplo práctico del caso. Al ser estas herramientas tan funcionales
en lo que a la conectividad se refiere, la agenda de contactos tiende a especializarse. Es más fácil
ahora ser un individuo selectivo que antes, que en alusión ecológica, éramos más generalistas en la
configuración de nuestros lazos sociales; el nicho virtual se fabrica atendiendo a criterios más
selectivos, facilitando la relación entre personas con intereses similares.

2. La historia

Al estudiar la génesis del cerebro humano, la ciencia ha demostrado que se construyó sobre las
viejas estructuras, pues todo lo que es viene de algo que ha sido. Curiosamente Linux también se
construye a base de parches que moldean lo dado. Y a sociedad no deja de ser otro sistema



construido sobre los cimientos del tiempo. Sin embargo, el nicho cognitivo de las TIC es tan reciente
que apenas cuenta con historia a la que ceñirse, es un suceso relativamente ahistórico.

Además, la tremenda funcionalidad práctica de los nuevos métodos de comunicación tiene
tanta importancia en el proceso como para inclinar la balanza sin contar en demasía con el pasado.
Así que las nuevas facetas que hayan de desarrollarse, lo harán en base a los patrones clásicos de
comunicación y transmisión de información, atendiendo a unas reglas primarias básicas bastante
flexibles (en comparación con otros nichos que estén sujetos a prerrequisitos normativos más
estrictos). Por lo menos, mientras la dinámica del sistema no devenga en un problema para las
tecnologías del poder, consciente e involuntario, que representan a los escalones más altos de la
cadena, los depredadores que defienden su territorio cuando entra en conflicto el interés
reproductivo.

Junto con la geografía, este sistema sirve como marco de referencia para la configuración de la
muestra de estudio en el análisis del cambio. En este trabajo se asume la recomposición de la historia
desde lo fragmentado hacia lo global, tomando como muestra de estudio esa hipotética esfera social
que configura el sociotopo en este caso, la de los usuarios de las nuevas tecnologías. Nótese que
entonces la población a analizar es tremendamente heterogénea en lo que a las coordenadas
espacio-históricas se refiere.

En conclusión, partimos de una población sin historia ni fronteras físicas en incipiente
construcción, muy similar a la aldea global de Herbert Marshall McLuhan, donde la búsqueda de
endemismos será muy relevante a la hora de la interpretación.

3. La cultura

Se interpreta como una conducta manifiesta en el ser humano desde la infancia de nuestra
especie, fruto de la cognición y el contexto, social por antonomasia y funcionalmente lógica. De esta
herramienta transformada en tecnología, con continuos bucles de retroalimentación entre todos los
sistemas, parten el conocimiento y la ciencia, la tradición y las artes, la comunicación y el lenguaje, la
política y la economía, en fin, el resto.

Los usuarios de las TIC, sobre todo los más asiduos, han construido un mundo virtual con
particulares concepciones acerca de la cultura, con normas y características propias. La cibercultura
de la nueva sociedad de la comunicación se define por:

- El diferente reparto de los tiempos sociales; hoy en día el mundo virtual de los individuos ocupa
una fracción considerablemente mayor que cuando no existían estas nuevas tecnologías (sin
necesidad de entrar a cuantificar las cifras exactas, aunque recomendando un estudio serio por
parte del CIS, se asume que la tendencia es al alza y que todavía no se ha alcanzado el umbral de
colmatación). Es cada vez más frecuente encontrarse con hábitos sociales virtuales en el mundo
real, personas que se desconectan del plano físico y tradicional de las relaciones humanas, aun
cuando éstas estén teniendo lugar.
- La velocidad de la transmisión de información hace que la dinámica clásica de este mecanismo
cambie; un paquete de información puede llegar a mucha gente en un corto periodo de tiempo,
construir la cultura un instante y desvanecerse en la niebla del ciberespacio al momento por la



rápida emergencia de otros paquetes. Es en parte por esto que abundan en este ecosistema las
partículas virales que, intencionadas o no, lo recorren como la pólvora. Quizás pudiera
asemejarse a la cultura ancestral del regalo, pues es formidable el potencial social que tiene
como nexo de unión entre individuos la innata tradición de compartir.
- El emisor de la cultura clásica se ha diversificado enormemente; el acceso a la difusión de
información ha sufrido un proceso de democratización en el que la Noosfera es construida por
un colectivo de actores más amplio (ver figura 4); con la redistribución del capital informativo
llega una revolución, como ya intuyera Habermas, y la sociedad cambia, entrando en juego la
teoría del conflicto. Contamos con un superdepredador, el actual paradigma, con las defensas
bajas por la mutación, rodeado de especies ávidas por hacerse un sitio en su nicho, en un
ecosistema agresivo y en crisis ambiental (económica, para ser exactos). Dejando a un lado los
entresijos de los mecanismos de difusión de la información, que sería un estudio más que
interesante, es un rasgo referente del presente éste del postmodernismo existencial la
tremenda diversidad de anclajes cognitivos disponibles. Se da un crecimiento exponencial del
acervo cognitivo de la ideocenosis.
- También el receptor ha crecido, como se observa en la figura 4, el acceso a la cultura de la
Noosfera se ha abierto y diversificado. Siendo además que es tal la suma de información
circulante, los usuarios de las TIC obtienen productos culturales de manera rápida, directa,
específica y barata, desde películas y música a la prensa, los libros digitales, Google Earth y
Google Art Project, la historia y el conocimiento y otros puntos de vista. Con Marx como
referencia, y atendiendo al genérico ser, cabe el debate acerca de las ventajas y los
inconvenientes que fenómenos tan cercanos al comunismo utópico como la piratería, el
software libre tipo Linux o la transmisión de un conocimiento construido en la anarquía
intelectual de Wikipedia, pueden aportar al cambio. Baste hacer mención a unas palabras de
Isaac Asimov para entender que el potencial educativo (en todas las dimensiones de la
didáctica, reglada y no reglada) de las nuevas formas de comunicación y acceso a la información
para desarrollar las competencias de nuestra especie no puede ser despreciado en el análisis:

“Una vez que tengamos sistemas de computadoras en cada hogar, cada una de
ellas colgadas a enormes bibliotecas, donde cualquiera pueda realizar cualquier
pregunta y que se le den las respuestas, se le brinde material de referencia, que sea
algo en lo que uno está interesado desde una temprana edad, más allá de cuán
tonto le pueda sonar a otro, porque es lo que a uno le interesa, y puedas preguntar,
averiguar, hacer un seguimiento desde tu propia casa, a la velocidad y en la
dirección de cada uno, con sus propios tiempos, en ese momento, todo el mundo
disfrutará de aprender.”
(http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=qLEBAPA7yqo#!)

- Es evidente que el número de individuos ajenos a la informatización de la sociedad crece, a
medida que la población de la Noosfera virtual se hace más presente, ya que antes no existía. En
éstas, la brecha digital será más o menos relevante en la medida en que la alfabetización se
comporte como un factor de diferenciación social; probablemente conforme al impacto de las
herramientas de las TIC siga creciendo. Esta población se compone principalmente de personas
mayores y pobres, aunque en 50 años la edad no condicionará tanto la muestra.
- Los medios de difusión masivos y alguna que otra razón ancestral de nuestra especie, conllevan
la posibilidad de que aparezca la cultura de masa. Internet y telefonía móvil catalizan el


sentimiento de pertenencia con una coyuntura consumista; por un lado las tribus urbanas se
diferencian, aumentando la complejidad del sistema, por otro, la globalización mercantilista
uniformiza el paradigma. Pero en cualquier caso, conviene resaltar que el ser humano es una
especie particularmente gregaria, que en las masas concurre una sinergia de factores que hacen
que uno solo no se comporte igual que rodeado de tanta gente, y que un medio de transmisión
de la información tan funcional como el de estas nuevas tecnologías encaja a la perfección con
la dinámica de la cultura de masas.

Países desarrollados Países en desarrollo Total

70%
67%
61% 63%
59%
53%
51%

33%
29%
26%
23%
21%
18% 24%
16% 21%
18%
15%
12%
8% 9%

Figura 4. Hogares con internet. Fuente: Key Global Telecom Indicators for the World
Telecommunication Service Sector, Internacional Comunication Union, 2012

4. La política

La estructura ideológica de internet, si es que la tiene, se sustenta en el materialismo capitalista,
ya que su acceso está condicionado al pago de un importe. Sin embargo, han aparecido adaptaciones
al sistema en forma de herramientas que satisfacen el acceso gratuito a internet: centros de acceso
público como una biblioteca o un CAPI, redes wifi gratuitas en instituciones y otras tiendas, y
software pirata que se engancha como un parásito a las fuentes de información que manan de otros.
Viviendo en un mundo mercantilizado no es de extrañar que el capital se encuentre presente en
muchos aspectos de los que configuran las TIC; lo que sí es extraño es la presencia práctica de
ideologías con tintes de socialismo, comunismo o anarquía.

Políticamente hablando, el campo social que se mueve en las TIC requiere de una mínima
organización, es un movimiento apenas institucionalizado, bastante más horizontal que el resto; se
puede asemejar en esencia a la anarquía donde son los trabajadores de la red de conexiones los que
construyen una nube con valores compartidos y el control del discurso apenas se ha reificado en
torno al dinero. Algunos ejemplos de ello son páginas web como Wikipedia y Google que
democratizan los procesos de acceso y producción de información; el libre código de Linux y otros
software, que liberan la cadena de producción clásica de la insdustrialización capitalizada; las


aplicaciones de dispositivos móviles como Whatsapp y otras redes sociales, que expanden la
información a elección del usuario; o las plataformas de emisión de información como Blogger o
YouTube, donde los nichos de emisión han sido colonizados por un atomizado de gentes.

Se trata también de un movimiento social especialmente reinvindicativo; canaliza una amplia
propuesta de cambios sociales, de valores o estructuras, recuperando el espacio de actor
constructivo del tejido social y político. Es indudable que la organización virtual de los individuos es
un factor clave para explicar el presente: son innumerables las acciones llevadas a cabo desde y a
través de la Noosfera para tratar de mejorar el mundo. Acciones que por otro lado difieren de la
política tradicional de siglas partidistas y nombres representativos, como demuestra el movimiento
Anonymous, dado el marcado carácter anarquista de la red.

Así mismo, se encuentran conductas generalizadas contrarias a las normas establecidas, sobre
todo en lo que al aspecto jurídico de la economía cultural refiere. Los nuevos formatos de
almacenamiento y difusión de los productos se han combinado con una característica definitoria del
comunismo: compartir lo dado. Lo cual choca frontalmente con el paradigma capitalista de los
derechos de autor y la propiedad, en este caso, intelectual. Volviendo a Marx y a Habermas, bien
pudiera ser que el verdadero catalizador de la revolución prevista sea la tecnología de la
comunicación. En cualquier caso, conviene revisar la realidad de nuestro ecosistema de poder: el
nuevo nicho cognitivo crecerá como lo hace el ser genérico y anarca, hasta que entren en conflicto
los intereses de los depredadores ya existentes. A partir de ese momento, la bestial maquinaria de
las tecnologías del poder intercederán al respecto, en mayor o menor medida según sea la incidencia
de las TIC. Adviértase que la microfísica del poder también existe, y es muy relevante en este caso,
pero aquí el individuo humano representaría los consumidores primarios del ecosistema.

Es difícil valorar el número de usuarios TIC, pero efectivamente tienen poder de influencia e
incidencia en sus entornos sociales inmediatos; es un fenómeno internacional que no responde a las
clásicas fronteras. Un ejemplo muy interesante de la génesis de otra realidad social debido a las
nuevas formas de comunicación, es la existencia de cybermanifestantes que, virtuales, acompañan
en primera línea informativa desde el sofá de su casa la reivindicación; los cauces de la relación
político-ciudadano no son ajenos al cambio. Y puesto de manifiesto el potencial comunicativo de la
Noosfera, conviene plantearse muy seriamente la posibilidad de canalizar la opinión popular
mediante referéndums que hagan con la democracia honor a su nombre.

5. La economía

Igual que la industria cambió el capitalismo, las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación están cambiando el mercado. Como consecuencia de la expansión e interconexión de
los nichos cognitivos humanos, se da una globalización de los efectos del sociotopo sobre el
ecosistema, desde catástrofes radiactivas, al cambio climático, la pérdida especies, o los ciclos
económicos entendidos como catástrofes ecológicas.

Una vez más, el potencial funcional que representa para el crecimiento de la economía la
existencia de las TIC, supone un acicate para su empleo. Uno de los factores que determina que
China y la India vayan camino de convertirse en potencias económicas mundiales es que suman una
ingente población de consumo. Siendo la población de la Noosfera tan grande, las posibilidades



económicas del consumo virtual son tremendas. Sin embargo, todavía se encuentra en los primeros
estadios de la evolución, y el mercado de internet representa porcentajes muy bajos del volumen de
negocio total en España, como muestra la figura 5.

Figura 5. Fuente: Informe sobre el comercio electrónico en España a través de
entidades de medios de pago, Comisión del Mercado de Valores, 2012

Mención especial merece la publicidad en la que se sustenta la economía, por su enorme
influencia en el campo social de las neuronas espejo, es decir, a la hora de configurar la realidad
social de la que un individuo forma parte. Y dado el alcance de las TIC en la difusión publicitaria, es
normal que el nicho esté siendo colonizado por los vendedores de productos y sus efectos sean
objeto de estudio de la sociología. Además, la mera utilización de los productos tecnológicos
asociados a internet y telefonía móvil ya supone un factor de inclusividad y diferenciación, y la
publicidad también influye en la propia tecnología.

En resumen, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación son herramientas que
provocan sinergias positivas con el capitalismo paradigmáticamente imperante, siempre
entendiendo que ser mayor que cero no significa bueno, sino que encaja. Sin embargo, la existencia
de fenómenos como el desarrollo de software libre por una comunidad de usuarios autoorganizados
y sin ánimo de lucro, parece indicar que el nuevo nicho cognitivo puede también adaptarse a
alternativas funcionales diferentes a la actual normativa económica.

6. La tecnología

El estudio de los oficios representa, como ya se ha dicho, uno de los prerrequisitos funcionales
que se hubieron de cumplir para que la evolución de nuestra especie desembocase en esto.
Adviértase que en este estudio del cambio tal condición es un hecho que no requiere de datación,
pues no conviene divagar sobre el mito del huevo y la gallina; la tecnología es un nicho cognitivo
construido por el ser humano, y su empleo ha tenido evidentes consecuencias sociales en la historia
del Homo sapiens. Incluso se puede asegurar que la suma de herramientas seguirá siendo
responsable de la evolución de la sociedad en el futuro: por ejemplo, el cambio climático, de ser, será



en parte bebido al uso de ciertas tecnologías antrópicas, y sin duda tendrá, si no las tiene ya,
repercusiones sociales. Cuando la incidencia de una innovación tecnológica en la población sea lo
suficientemente elevada y se transformen parámetros significativos de la relación social, el sistema
se reestructurará para buscar un nuevo equilibro entre los nichos del ecosistema. Si Habermas
llevase razón, un cambio en los patrones de comunicación tan relevante como el que acontece con
las TIC podría suponer una transformación revolucionaria.

En cualquier caso, es evidente que la comunicación caracteriza nuestra época; primero con la
imprenta, la radio, la televisión y la telefonía fija, ahora también con telefonía móvil e internet. Y el
uso de estas innovaciones se relaciona directamente con el desarrollo tecnológico de una civilización,
pues retroalimenta la relación. En la actualidad las condiciones que aportan las TIC al campo de la
investigación son muy buenas para que éste florezca. Cuentan con un nicho de mercado enorme y en
expansión (las innovaciones se venden) y, sobre todo, la transmisión del conocimiento adquirido es
mucho más eficaz y colaborativo.

Sin embargo, aunque la cultura mercantilista representa un catalizador para el desarrollo
tecnológico, conviene reflexionar un instante sobre cómo se relacionan el plagio y la innovación.
Recientemente Samsumg y Apple han estado litigando en los límites de la propiedad intelectual, y
con independencia de las causas que lo motiven, lo que haya de justicia en ello o hacia qué ente se
haya inclinado la balanza, parece claro que desde un punto de vista estrictamente tecnológico se ha
producido una evolución positiva en la sociedad: las prestaciones al usuario han mejorado. Aquellos
contextos que favorezcan la lucha por el pastel socioecológico que se reparte serán proclives al
cambio, en parte debido al incremento de la creatividad humana. Como en la radiación evolutiva del
Cámbrico, aquí los nichos cognitivos se abren y nosotros los colonizamos en subtopos y sociotopos
que portan unos memes que configuran la ideocenosis. Y es en estos períodos de vacío de poder
cuando la dinámica del sociosistema más avanza. En la misma línea, el análisis de la funcionalidad de
los sistemas operativos Windows, Linux y Android también sugiere que la eficiencia del software libre
es, por lo menos, tan válida como la del capitalizado.

A medida que las TIC repercutan en la población, irán ocupando los espacios de nuestro tiempo.
En unos 20 años crecerá la primera generación plenamente tecnológica, la 2.0, que hiperconectada
se enculturizará desde la infancia (a valorar la trascendencia de las jóvenes neuronas). Y puesto que
los niños ahora vienen con una pantalla multitáctil bajo el brazo, no será de extrañar esperar algún
que otro cambio social para entonces. Incluso será mayor la incidencia en el cambio cuando los
individuos de la generación 1.0 dejemos de construir la sociedad, en torno la llegada del nuevo siglo.
Pero mientras tanto, se puede echar mano de otra ucronía y plantearse por un instante qué pasaría
si la tecnología y la ciencia pudiesen llegar a implantar conexión a internet en nuestro cerebro.

7. La comunicación

Se trata del apartado más influido por las nuevas tecnologías de la transmisión de información,
ya que es en la comunicación donde repercute primeramente el cambio. Algunas características
observadas son:



La teoría de Frigyes Karinthy se cumple en la población de la Noosfera, incluso su enunciado
varía, tal como indica un reciente estudio que el equipo de Datos de Facebook junto con la
Universidad de Milán han llevado a cabo recientemente sobre las relaciones de amistad de 721
millones de usuarios de Facebook (un 10% de la población mundial) como muestra para demostrar la
popular teoría de los 6 grados de separación; analizando las rutinas de amistad de los usuarios,
dentro y fuera de Facebook han determinado que en la red social se producen más de 69.000
millones de amistades, de manera que el 99,6% de las parejas de usuarios analizados están
conectados por 5 grados, y el 92% lo hace a través de 4 grados. En cuanto a la evolución, los datos
presentados aseguran que en 2008 eran necesarios 5,28 grados, mientas que en la actualidad son
necesarios 4,7 (BACKSTROM, L.: Anatomy of Facebook, Notas de Facebook Data Science, 2011,
http://www.facebook.com/data?sk=notes)

Las nuevas redes sociales se configuran siguiendo patrones diferentes a los clásicos, en especial
en cuanto a la selección del emisor y el receptor, pudiendo ser ésta mucho más específica. En
consecuencia, las nuevas herramientas de la comunicación son especialmente funcionales para la
autoorganización de la sociedad en macropartículas sociales, pues catalizan para favorecer la unión y
la segregación en grupos de interés.

Al surgir el nicho cognitivo de los usuarios TIC, el de los no usuarios también cambia,
apareciendo nuevos factores de exclusión social. La analfabetización digital es un hecho y no tener
Whatsaap o e-mail una franca desventaja.

El mismo lenguaje, la quintaesencia humana, muta, adaptado, por ejemplo, a la funcionalidad de
los 160 caracteres de los SMS, además de la larga lista de e-vocabulario digital y cibernético que se
viene incorporando a nuestra lengua. Por otro lado, la comunicación clásica basada en la palabra
pierde parte de su espacio social en favor de la comunicación audiovisual de hoy en día, si bien lo
gana en e-mails y otros, donde la comunicación no verbal no existe y los grafemas aportan todo el
significado.

Existe una ingente cantidad de información en la Noosfera, lo cual dificulta enormemente el
contraste y conlleva que nuestra sociedad postmodernista navegue sin certezas claras a las que
anclarse. Casi todas las ideologías tienen voz en internet, por lo que de existir una conciencia
colectiva, que diría Sheldrake, tendría que tener serios problemas mentales dada la diversidad de
ideas que la pueblan.

Parece evidente la falta de transparencia en los procesos institucionales y burocracias varias,
sobre todo teniendo en cuenta el potencial de las TIC para su publicación y difusión. Igualmente, un
análisis de las bondades para con la democracia participativa y directa queda lejos de este estudio, si
bien se trata de un aspecto relevante de nuestro tiempo y está muy relacionado con las nuevas
tecnologías de la comunicación, como demuestran fenómenos como el 15M y Anonymous.

Es tremenda la funcionalidad práctica de las TIC para la publicidad de masas, ya sean patrones
de normalización foucaultianos y otros discursos o patrones de consumo capitalista y de libre
mercado. Además son frecuentes fenómenos como los trendingtoppic y otros virales, que se
retroalimentan y acceden a gran cantidad de usuarios.



Reaparece un viejo actor social en la construcción de la opinión pública, gracias a Twitter y otros
medios similares: el famoseo virtual, que es mucho más cercano e interactivo. En esta misma línea,
es cada vez más frecuente que profesionales con un perfil alto en Internet cobren por hacer
comentarios positivos sobre determinadas marcas. Tanto es así que en julio de 2012, el juez William
Alsup, encargado del litigio de patentes entre Google y Oracle, afirmó estar preocupado por que las
compañías o sus abogados pudieran haber pagado a personas para publicar comentarios a favor de
alguna de las partes. (LÓPEZ PALACIOS, I.: Este tuit tiene precio, y alguien lo pagó, El País, 2012).

La educación formal, muy dependiente de los procesos comunicativos, está en aras de
experimentar una verdadera revolución con la llegada de innovaciones tecnológicas al aula como
pizarras y pupitres digitales, proyectores, ordenadores portátiles, aplicaciones móviles e internet.
Pero también debido a las nuevas tecnologías de difusión que el conocimiento universal encuentra
en formatos informáticos como el pdf o el pwt, verdaderos democratizadores del proceso de
enseñanza-aprendizaje, si bien reñidos con el espíritu mercantilista que ostenta el saber en el
presente. Volviendo a Asimov, desde aquí no se entiende por qué no se graba en video cada clase
magistral para colgarla en la red en pro de mejorar la sociedad de la mano de la razón y de la ciencia.
Cabe también realizar una última reflexión respecto a la funcionalidad del paradigma academicista
clásico en una Noosfera internauta con acceso inmediato a cualquier tipo de información; la
memoria ya no es un criterio de selección por mérito tan perfecto.

La aparente proliferación de casos de cyberacoso, sobre todo en el ámbito escolar, encuentra su
causalidad en la facilidad con que estas conductas se insertan en un mundo virtual y parcialmente
anónimo. Resulta más sencillo para el acosador llevar a cabo la acción, tanto por el acceso al acosado
como por la sensación de impunidad que ronda la red, y se trata de un nicho amplio que todavía no
ha sido del todo colonizado. Será de esperar que este fenómeno se intensifique en el tiempo, así
como que gobierno, sociedad civil y justicia emprendan medidas para subsanarlo.

Más que interesante resultaría un estudio serio sobre la sexualidad de la Noosfera, sin duda
diferenciada y característica, dadas sus propias condiciones y contextos. Valga la mención a la rápida
expansión de un fenómeno social como es el sexting para ejemplarizarlo. Asumiendo que el erotismo
es una conducta más que humana, se trata de un invento antiguo en la razón del ser; sin embargo no
es hasta esta era cuando tal comportamiento encuentra las herramientas necesarias para
exponenciarlo. Un hecho social que seguirá en ascenso, de nuevo más pronunciado en ciertas esferas
sociales (el espectro social de la juventud y otros).

8. La psicología

Estudiadas las características de las nuevas formas de comunicación, y su contexto, resulta
imprescindible en cualquier análisis de la realidad social y cambiante, considerar las implicaciones
psicológicas que se pueden derivar de su uso. El ecosistema de la psique lo configuran parámetros
químicos y físicos, internos y externos, sociales y ambientales, etc. y etc., y de toda esta amalgama de
casualidades surgirá un yo interno y autoproclamado consciente, el self indivudualizado, el subtopo.
El objetivo, por tanto, será tratar de interpretar la relación de éste con el sociotopo, la ideocenosis y
el resto (ambientales) en el marco de las TIC.



En primer lugar, puesto que el acceso a la información ha cambiado, pasando ahora a ser más
económico, más rápido e inmediato, en fin, más accesible, los mecanismos de almacenamiento de la
misma parecen encontrarse también mutados. Los efectos de la recencia y la repetición, así como del
aprendizaje por imitación, requieren de “la acción de” para llevarse a cabo; de modo que nuestro
pensante bien puede haberse acostumbrado a echar mano de lo virtual cuando le plazca y centrar la
atención inmediata, y la memoria por tanto, en cuestiones que definen la realidad sin tanta
necesidad de contenidos clásicamente academicistas, que por otro lado, tan bien cumplen como
criterios de ordenamiento del discurso. En definitiva, del mismo modo que el lenguaje ya configurase
nuestra mente, los nuevos modos de acceso a la información conllevan que nuestra psicología se
encuentre en rápida evolución en el presente, en este caso promoviendo un enfoque de la realidad
por parte del self menos dado a retener una información banal, puesto que en cualquier momento
puede adquirirse, lo que implica que la atención se fije en otros aspectos de la comunicación.

Así mismo, somos cada vez más presos de la inmediatez del “lo quiero lo tengo”, ya sea en el
mundo material del consumismo o en el virtual de las ideas; el ser se va enculturizando en la rapidez,
y de alguna manera se aleja del concepto a largo plazo. El proceso de producción de un bien apenas
existe en la realidad del self, lo cual cumple un papel relevante en la tolerancia a la frustración: tan
interiorizada puede llegar a estar la sensación de lo inmediato, que cuando las cosas llevan un
tiempo, la psicología acostumbrada a otras velocidades se resiente.

También debido a la hipercinesia de las nuevas formas de comunicación en red, los usuarios de
la Noosfera tienden a presentar patrones distintivos en la gestión de la información. El papel que
cumplen títulos y resúmenes, por ejemplo, se ha magnificado considerablemente desde la llegada de
las TIC, ya que a la hora de seleccionar entre la ingente cantidad de datos circulantes se hace
necesario el uso de heurísticos como estos que faciliten la elección. La observación de la realidad
anterior requería de la lectura en profundidad de un texto, mientras que en la actualidad prima la
esencia de la velocidad como criterio de selección. Puede que incluso el incremento de la prevalencia
de trastornos como el TDAH se deba en parte a esto.

Como consecuencia de la enorme cantidad de información que se mueve en el mundo virtual, la
psicología del ser postmodernista tiene mermada la certeza y la veracidad. Probablemente sea ésta
una de las épocas más difusas para la verdad en la historia de la humanidad, y sean necesarios
mecanismos más intensos para el autocontrol del discurso, esto es para rechazar una fuente de
información en favor de otra diferente. Por otro lado, parece lógico que la interdisciplinariedad sea
cada vez más trascendente en la interpretación del conocimiento, siendo éste tan amplio y diverso.

Estas herramientas satisfacen con creces uno de los mecanismos psicológicos más sociales: su
funcionalidad como nexo o pegamento en el sentido de pertenencia es mayúscula, pues hacen que
casi cualquier conducta o pensamiento encuentre espejo en el que identificarse. Todo parece indicar
que en el futuro el ser tenderá a sentirse más parte de algo. Sin embargo, por otro lado también son
frecuentes las patologías de aislamiento asociadas al mundo virtual, por lo menos respecto al
espectro normalizado de la interacción social, es decir, a las relaciones clásicas de lo físico e
institucionalizado en un contexto dado. En este aspecto, un estudio en profundidad sobre la
componente adictiva de la Noosfera sería muy recomendado para proseguir este análisis, pero por
falta tiempo, tan sólo nótese la magnitud de interpretaciones que requiere cualquier intento de
describir el cambio.



Asumiendo que existen dos realidades sociales, la física y la virtual, existen también dos
representantes del self en la sociedad, el género real, o yo consciente, y género virtual, o avatar
imaginado, respectivamente, si bien el primero no deja de ser también de alguna manera imaginario,
como indicaran Freud, Lacan y otros, “definiendo que a partir del denominado estadio del espejo, el
sujeto puede identificar su imagen como un Yo, diferenciado de otro humano, lo cual requiere una
cierta enajenación estructural dado que lo designado como «yo» es formado a través de lo que es el
otro, es decir, mediante la imagen que, en espejo, proviene del otro” (Wikipedia), amén de la popular
teoría de la autoverificación, que manifiesta que las personas desean que los demás les vean tal y
como ellos se ven a sí mismos, por lo que harán lo posible por conseguir una coherencia psicológica
que verifique, valide y sostenga su "visión de sí mismos" en contextos sociales, y para ello, buscan e
interactúan con aquellos a quienes ven como a sí mismos. En cuanto al nooyo (o nooego, como guste
llamarlo) el cambio de género en los perfiles con los cuales nos comunicamos o presentamos en la
red no es un fenómeno nuevo, incluso puede decirse que existe prácticamente desde que surgió
Internet, y se le conoce como gender-switching. Diversos trabajos de investigación de este espectro
(YEE, N.: Proteus in World of Warcraft? The effect of being rapresented by a gender-typical avatar on
behavior and self concept, Tesis doctoral, Stanford University, 2007) parecen indicar que la influencia
del avatar en el comportamiento y las decisiones humanas es considerable, siendo conocido como
Efecto Proteus (nombre que proviene del dios griego del mar Proteo que podía transformarse en
cualquier cosa que desease y rehuía las preguntas a través de esta estratagema). “Lo curioso de
todos estos experimentos es el hecho de cómo la simple interacción con una imagen del todo
externa a nosotros puede hacernos cambiar nuestros comportamientos y formas de pensar (al
menos momentáneamente y sin que nos percatemos de ello). Precisamente, debido a que este
fenómeno transcurre de manera no consciente, cabría preguntarse qué consecuencias tendría para
las personas pasar demasiado tiempo en el ciberespacio o en la realidad virtual con un avatar que
nos representa pero que no somos nosotros mismos”(http://www.rinconpsicologia.com/2011/05/el-
avatar-como-influye-en-nuestros.html).

En la misma línea, una reflexión acerca de la construcción de un avatar virtual supuestamente
mejorado por el propio sujeto, así como sobre su proximidad o lejanía al avatar real, nos lleva al
estudio realizado por Samuel D. Gosling y su equipo de investigadores de las universidades de Texas
y Missouri, publicado en la revista 'Cyberpsychology, behavior, and social networks',
"Manifestaciones de la personalidad en redes sociales on line: Comportamientos en Facebook
autoreportados e información observable en los perfiles", que concluye que se detectan numerosas
conexiones entre la personalidad real y el comportamiento en redes sociales que declaran los
usuarios investigados. Sin embargo se trata de un terreno del cognos poco analizado y enormemente
diverso (la población de la Noosfera no se reduce a Facebook), por lo que resulta complicado sacar
alguna conclusión al respecto; puede que según las características funcionales propias del subnicho
cognitivo en cuestión (Facebook, Twitter, Blogger, Whatsapp o juegos en red) cada proceso de
construcción de una personalidad virtual encuentre diferentes alternativas posibles. En cualquier
caso, se trata de una línea de investigación sumamente interesante.

Baste para concluir este análisis de las repercusiones psicosociales del cambio asociado a las TIC
la mención a la aparición de un fenómeno fobopatológico reciente: la nomofobia (del inglés no
mobile phobia) referente al miedo a estar desconectado de la noored, que si bien no está incluido en
el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, de la Asociación Americana de
Psiquiatría) como trastorno todavía, se trata de un problema que es más que probable que esté por


llegar. De momento, en su nueva edición, que se será publicada en mayo de 2013, el DSM V
considera que la “adicción a Internet” debe categorizarse como otro tipo de desorden de adicción, ya
que presenta síntomas similares a estos, como los altibajos emocionales, la falta de concentración y
el aislamiento.

9. La propia estructura de relaciones entre ellos

Para realizar un estudio del cambio desde la Teoría de Sistemas resulta imperante tratar de
establecer unos criterios estructurales básicos de la dinámica del sociosistema. Los diferentes nichos
analizados en este trabajo configuran una red relacional inmensa de compleja cuantificación, llena de
retroalimentaciones varias y otros subnichos, que a su vez son descritos por otras redes y otras
fuerzas fundamentales las cabalgan. Sinceramente espero que esta metáfora sociobioquímica valga
para ejemplificar la trascendencia de las sinergias en la interpretación del cambio:

Las proteínas son unas biomoléculas polipeptídicas enormemente funcionales y específicas
involucradas en multitud de aspectos de nuestro funcionamiento. Deben su especificidad a una
configuración espacial especial denominada configuración nativa, determinada por 4 niveles
estructurales o estructuras: primaria, secundaria, terciaria, cuaternaria. En la primaria encontramos
una secuencia lineal de aminoácidos, en la secundaria la disposición espacial que presenta la cadena
de aminoácidos se desarrolla a partir de la combinación en el plano de primarias, en la terciaria ya se
encuentra el plegamiento en el espacio, por consiguiente nos indica como es la configuración
tridimensional de toda la molécula, y la cuaternaria, que sólo se presenta en aquellas proteínas que
están formadas por más de una cadena polipeptídica, se ensamblan entre sí las diferentes cadenas
peptídicas para formar la proteína. La misma combinación de aminoácidos con una configuración
espacial diferente supone encontrarse ante funciones proteicas distintas.

Pues bien, aplicado a la sociedad, el aminoácido es representado por el individuo o subtopo,
cuya estructura primaria viene configurada por la red de contactos de cada uno, el número de
Durban (cercano a 150 también en las redes sociales virtuales). De la combinación en el espacio de
estas secuencias lineales, surge la configuración secundaria, el tejido social, que a su vez, puede
plegarse sobre sí mismo, dando como resultado una estructura terciaria y tridimensional que
representa lo institucionalizado (asociaciones, empresas, burocracias, patrones de normalización,
culturas, leyes, paradigmas, etcs.). En última instancia, el ensamblaje cuadrimensional de estas
estructuras deriva en la noción de sociedad-estado.

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, sin embargo, representan un nicho
estructural perceptiblemente diferente, pues la secuencia lineal de individuos, o estructura primaria,
se entreteje aquí con un número de Durban mutado, dadas las características funcionales de la
Noosfera, ya analizadas, sobre velocidad, conectividad, emisión, recepción, difusión, etc. del
mensaje. La estructura secundaria, entonces, representa un tejido social hiperconectado donde el
control del discurso se ejerce también desde abajo, y la ideocenosis se configura entonces, no tanto
desde la perspectiva que representan terciarias y cuaternarias estructuras, tan ligadas al peso del
pasado, sino más bien desde el presente inmediato del cambio, el del self virtual que vive cada día
inmerso en el fluxus burbujeante de la dinámica biopsicosocial (CASTRO NOGUEIRA, L, CASTRO
NOGUEIRA, L y CASTRO NOGUEIRA, M. A.: ¿Quién teme a la naturaleza humana?, Tecnos, 2008.)



Respecto al estudio de la sincronización en sistemas dinámicos y redes complejas, la biología
matemática ha demostrado la existencia de un fenómeno denominado mundo pequeño, tal como
indicaran Steven H. Strogatz y Duncan J. Watts en un artículo publicado en Nature el 14 de junio de
1998. Se trata de una propiedad que presentan algunas redes sociales, además de otras topologías
de red, como la distribución eléctrica de la zona oeste de los Estados Unidos, el mapa de propagación
de epidemias de un área geográfica o el esquema neuronal del gusano Caenorhabdilis elegans, es
decir, en aquellas redes en las que, a pesar de existir un gran número de nodos, es posible encontrar
sendas cortas que conecten dos nodos cualesquiera. Se demuestra en dichas redes que, si el número
de nodos n tiende a infinito, la distancia media entre dos de ellos crece según un polinomio en log(n),
esto es, la distancia media entre dos nodos, medida a través del número de enlaces que los separa,
crece muchísimo más despacio que el número de enlaces de la red. Esto supone que, en el ámbito de
las TIC, los traspasos de información se sucedan en base a unas propiedades estructurales propias,
donde el papel de los lazos débiles de Granovetter se encuentra magnificado y el caos de la
hiperconectividad aporta un orden diferente. Trascendental aquí, por cierto, el aporte de la teoría de
grafos.

Por último, parece lógico que Facebook y otros no incorporen el botón “no me gusta” a la
interfaz del escenario virtual, pues supondría una suerte de relación negativa y contraproducente, y
se cuidan mucho de que el usuario se sienta a gusto. Pero bien podrían incorporar otras opciones,
como una calificación entre 1 y 10 del grado en que gusta, u otras preguntas sociales, anónimas e
invisibles, pero bien estudiadas. Porque sería una ingente fuente de datos. La figura 6, publicada por
Facebook recientemente, da una idea de la funcionalidad de las TIC como herramienta analítica.

Figura 6. Tendencias de Facebook 2012. Fuente: Facebook



Conclusión

Es un hecho que el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación crece y se
diversifica a pasos agigantados, lo más seguro influenciado por una dinámica de la evolución
acelerada en la génesis de nuevos nichos cognitivos. También lo es que la realidad se construye cada
vez más bajo un filtro TIC omnipresente, gracias en parte a la tremenda funcionalidad de estas
nuevas herramientas, que empapan la relación social en todas sus dimensiones, incluso en el
universo de la construcción del propio self. Así que en la medida en que la Noosfera vaya
expandiéndose a las diversas actividades humanas, se justifica plenamente hablar de una sociedad-
red (Castells, 1996-1998), empírica y autoorganizada. Desde aquí se ha intentado indicar algunas de
las características más descriptivas de la revolución tecnocientífica en que nos hallamos inmersos, si
bien no seamos más que un pez que no acierta a ver ni agua.

Quizá debamos parte de esta ceguera a la extrema complejidad del proceso social, esa dinámica
similar a la epigenética de un ser, una amalgama de socioplasmas (en alusión al citoplasma celular)
que en ecosistémica comunión cabalgan para darnos algunos genes, ya sean en forma de históricos
personajillos o de social costumbre. Memes aparte, resulta más que interesante preguntarse por el
potencial analítico que la ecología podría aportar a tan magna ciencia como la sociología, lo mismo
que las teorías de grafos y sistemas para con el método analítico. Empiria es un mar que las ciencias
sociales rara vez aciertan a navegar.

Incluso podría ser que algunas características funcionales propias de las TIC se encuentren en
sinergia con la funcionalidad cognitiva del ser, y la genealogía del cambio pueda describirse desde la
lógica de un sistema indeterminado en evolución. Porque aunque lo casual existe, y sus serendipias
resulten ser formidables catalizadores de la dinámica del caos, la multicausalidad de la construcción
social es evidente. Tal vez para mover el mundo no se necesite una palanca al uso, sino un buen
ordenador lo suficientemente potente como para simularlo.

Puede también que el orden del poder requiera un papel en parte de esta obra, la tragicomedia
del gregario mono que fue a bajar del árbol. En realidad nunca ha salido de escena, pues es uno de
los invisibles foucaultianos que impregnan la acción social desde que ésta existe. Sin embargo parece
que las TIC han resultado ser un medio enzimático de la democratización del poder, marcando
nuevas fronteras entre los actores que se meriendan el pastel; ya lo decía Castells, que ahora vivimos
en un sistema de comunicación doble, con medios de comunicación de masas y una masa
autocomunicada.

Lo mismo el Leviatán no es tal, y el macrosocial ser de la colectiva conciencia no es más que una
bestia infante y malcría, colonizada por unos, indecentes yonkis de la dominación, ávidos otros por
hacerse un hueco en la inmortalidad de la historia, pues lo social no sería un buen ecosistema si no
encontrásemos vicarias especies también dadas al parasitismo. Pero parece que las TIC pueden estar
actuando como hormonas del crecimiento, y la bestia empieza a ser adolescente, a construirse en la
negación del padre y de lo establecido.

Porque es que más bien contamos con una bestia parda, medio sorda y muda a medias, con
unos conflictos internos propios del más entre los enajenados, que no acaba de lograr la
autoconciencia. Los primeros estadios de la sociedad de la información se hicieron en silencio, con un



ser que sin voz, no era. Pero la nueva era de la comunicación posibilita el sonido; sólo queda saber
ecualizarlo. Así las TIC ofrecen la condición de posibilidad de que la sociedad en pleno comience a
expresarse, ya sea de modo autónomo y anarca, o de la mano de un tipo de sociología que desde
aquí se echa algo en falta, que se encargue de darle la palabra a su legítimo dueño, el pueblo.

En el futuro, la incidencia social de las Nuevas Tecnologías de la Comunicación seguirá en
aumento, salvo catástrofe improbable venidera. Aunque las consecuencias están por ver, se atisba
un conflicto en el origen del discurso. Y si las sierpes del poder no aciertan a adaptarse al nuevo
orden, ese medio de interacción que emerge de internet y otros, será peligroso andarse.

Bibliografía

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