1. Comunicado de apoyo a Mons. Ismael Rolón
La Conferencia Episcopal Paraguaya se dirige a los fieles y a los
hombre de buena voluntad de toda la República para expresar, ante
hechos que son de público conocimiento, cuanto sigue:
1. El mensaje de cuaresma del Sr. Arzobispo de Asunción Mons.
Ismael Rolón es un acto legítimo del magisterio episcopal. El mismo
se encuadra en la línea pastoral de la Iglesia expresada en el Vaticano
II, y en la enseñanza y acción del Sumo Pontifice Juan Pablo II.
Igualmente es la línea adoptada por el Episcopado Latinoamericano
reunido en Puebla así como por ésta Conferencia Episcopal y que
consta en tantos documentos de los que sólo mencionamos la Pastoral
Colectiva de 1979 sobre el Saneamiento Moral de la Nación y el
Plan de Pastoral Orgánica promulgado en 1981.
2. El Sr. Arzobispo de Asunción, con la libertad de espíritu propia de
los hijos de Dios, no ha hecho sino cumplir su obligación de pastor
de una Iglesia y su palabra y acción es la que este pueblo necesita y
espera. Su postura valiente es la de un Pastor que ama a su pueblo,
sin arredrarse ante dificultades y contracciones que puedan producir
sus palabras evangélicas. Guarda la libertad inclaudicable de quien
no se siente atado a ningun poder de este mundo, en momentos en
que el país, tal vez más que nunca, necesita de hombre libres e
indoblegables y cuando la claudicación de la consciencia de personas
y grupos se traducen en servilismos de toda índole. De ahí que
aparezcan como gravemente injuriosas las afirmaciones de un
supuesto "Católico indignado" que aribuye intensiones innobles a
quien actúa y habla solo con la fuerza de la verdad evangélica. Y es
incomprensible que en el vocero oficial del partido gobernante halle
cabida un artículo semejante.
3. La Conferencia Episcopal Paraguaya expresa la adhesión del
Episcopado a Mons. Ismael Rolón. No lo hace por simple espíritu de
solidaridad sino porque considera que el magisterio del pastor de la
Iglesia Metropolitana es un auténtico servicio al bien común de la
nación. Por eso mismo está adhesión es también la ratificación del
compromiso asumido por los Obispos del Paraguay con su pueblo.
Lo expresamos en el recordado documento de 1979 y lo repetimos
hoy: "Los Obispos tenemos encomendado el ministerio de la
comunidad y en razón del mismo tenemos la misión de guiar al pueblo
cristiano. Nos toca, pues, a todos nosotros concretar el aporte de la
Iglesia en esta gran tarea de reconstrucción moral de la nación. La
Iglesia renovada por el Concilio Ecuménico Vaticano II, ha ido
tomando conciencia cada vez más lúcida de que su destino evangélico
2. está hondamente vinculado al destino personal y social de los pobres
y desvalidados".
4. Los Obispos del Paraguay ratifican su fraternal solidaridad al Sr.
Arzobispo de Asunción, y exhortan a los fieles católicos, máxime en
estos días santos, a estrechar sus filas en torno a sus legítimos pastores.
Asunción, 2 de abril de 1982
+ Jorge Livieres Banks
Secretario General
+ Felipe Santiago Benítez
Presidente